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Edición de libros & Traducción editorial

Sitio: Moodle UA 2021-22 Imprimido por: Cases Moreno, Judithea


CORRECCIÓN Y EDICIÓN PROFESIONAL DE TEXTOS Día: lunes, 29 de noviembre de 2021, 11:25
Curso:
(42400)
Libro: Edición de libros & Traducción editorial
Descripción

Ficha teórica del TEMA 3 dedicado a la edición de libros y la traducción editorial.


Tabla de contenidos

1. LA EDICIÓN DE LIBROS
1.1. Tipos de libros
1.2. Partes del libro

2. LAS EDITORIALES Y EL MERCADO DEL LIBRO


2.1. Book Packager: empresa de servicios editoriales
2.2. Historia del mercado editorial en España
2.3. Los agentes editores
2.4. Libros traducidos en España

3. TIPOS DE EDICIÓN

4. FASES EN LA EDICIÓN DE LIBROS


4.1. Idea del proyecto
4.2. Desarrollo del proyecto: fase 1
4.3. Desarrollo del proyecto: fase 2

5. BIBLIOGRAFÍA
1. LA EDICIÓN DE LIBROS

La RAE señala para “editar”, como ya se vio en el Tema 1, varias acepciones. La acepción propia de los Temas 1 y 2 era: “Adaptar un texto a
las normas de estilo de una publicación”. El Tema 3 de nuestra asignatura se circunscribe al significado de “editar” al que apuntan las
acepciones 1 y 2 que indica la RAE: (1) “Publicar por medio de la imprenta o por otros procedimientos una obra, periódico, folleto, mapa,
etc.”; (2) “Pagar y administrar una publicación”.

La edición de textos, tal y como se ha abordado en los primeros dos temas de la asignatura, hace referencia al proceso de revisión,
corrección y adaptación del texto a determinados parámetros establecidos en las normas de estilo de una publicación. La edición de textos
engloba, en un plano superior, las etapas previas de revisión, corrección y adaptación, además del proceso que apunta al paso del texto a un
determinado soporte (material o digital) para que pueda llegar al lector. En el caso del libro en papel, el paso al soporte material se realiza
mediante la impresión del texto y su puesta en circulación a través de determinados canales de distribución física. Si el soporte es digital, la
publicación se lleva a cabo a través de Internet.

Por razones de simplificación, el tema versará sobre la edición de “libros”. Si bien no todos los textos que se publican alcanzan el formato de
libro, sí se puede constatar que el formato libro es absolutamente predominante.

Veamos qué se entiende por un “libro”. Para poder comparar las estadísticas acerca de la edición de libros, la UNESCO (1965: 150)
estableció las siguientes definiciones: “Se entiende por libro una publicación impresa no periódica que consta como mínimo de 49 páginas,
sin contar las de cubierta, editada en el país y puesta a disposición del público”. Las publicaciones que no llegan al mínimo de 49 páginas se
definen como “folleto”: “Se entiende por folleto la publicación impresa no periódica que consta de 5 a 48 páginas sin contar las de cubierta,
impresa, editada en el país y puesta a disposición del público”.

Ciertamente, esta definición de libro, marcada por la finalidad estadística, ha quedado obsoleta, al igual que la que ofrece la RAE: “Escrito
impreso, como un libro, una revista, un periódico, etc., que ha sido publicado”. Los avances tecnológicos hacen necesario ensanchar esa
visión parcial y del pasado. Respecto de los avances tecnológicos:

Popularlibros.com - BOOK - Versión co…

La Ley 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas ofrece una definición menos limitadora y, por tanto, mucho más
ajustada a la realidad actual del mundo de la publicación. Define:

(1) “Libro: obra científica, artística, literaria o de cualquier otra índole que constituye una publicación unitaria en uno o varios volúmenes y
que puede aparecer impresa o en cualquier otro soporte susceptible de lectura. Se entienden incluidos en la definición de libro, a los efectos
de esta Ley, los libros electrónicos y los libros que se publiquen o se difundan por Internet o en otro soporte que pueda aparecer en el
futuro, los materiales complementarios de carácter impreso, visual, audiovisual o sonoro que sean editados conjuntamente con el libro y que
participen del carácter unitario del mismo, así como cualquier otra manifestación editorial.”

https://www.boe.es/buscar/pdf/2007/BOE-A-2007-12351-consolidado.pdf

Aquí ya se matiza el hecho de la impresión, pues con el libro electrónico (o también el audiolibro) se apunta a distintas posibilidades de
materialización y puesta en circulación. Queda claro que “libro” apunta a un formato textual que adopta una obra de carácter lingüístico, así
como a un tipo de publicación: “unitaria”. Se diferencia, por tanto, de la “publicación seriada”, la cual queda definida en la ley de la siguiente
forma: “Publicación seriada: toda obra científica, literaria o de cualquier índole que aparece o se comunica de forma continuada, editada en
una sucesión de fascículos o partes separadas, que lleva normalmente una numeración y que no tiene una duración predeterminada”. Sería
el caso de la revista MonTI, una obra de carácter científico que aparece con una periodicidad anual.
1.1. Tipos de libros

Se pueden establecer tipologías de libros según distintos criterios:

a) Según el contenido:

Literatura
Ciencia
Viajes
Biografía…

b) Según el soporte:

Libro en papel: encuadernado en cartoné, en rústica, flexibook, en cuero…


Libro en pergamino
Libro electrónico
Audiolibro…
1.2. Partes del libro

(1) Sobrecubierta (si la hay):

De papel, cartón, plástico u otro material;


Cubre las cubiertas (o tapas) para protegerlas, puede contener información sobre el texto

(2) Cubierta (tapa): parte exterior delantera del libro que cubre los pliegos

Suele ser de papel (más duro que el resto del libro), cartón, piel, etc.
Contiene los siguientes elementos:

- Título del libro

- Autor

- Ilustración

- Editorial

(3) Contracubierta: parte exterior trasera del libro que cubre los pliegos

Contiene:

- ISBN

- Código de barras

- PVP (en España habitualmente no, a diferencia del ámbito germano y anglosajón)

- Sinopsis (descripción del libro)

- Citas de críticas (si se trata de libros publicados con anterioridad)

(4) Guardas: hoja gruesa que une la tripa a la cubierta; una parte cubre la parte interior de las cubiertas (tapas) y la otra parte es una hoja
móvil (de cortesía)

(5) Lomo: Sección de la cubierta que cubre la tripa (el canto del libro)

(6) Tripa: Es el interior del libro (el conjunto de pliegos)

(7) Cabezada: Se trata de una banda de tela sujeta a los cuadernillos; suele ser de color

(8) Solapa: El “dobladillo”

(9) Portada: La página interior con el título del libro

(10) Contraportada: La página enfrente de la portada


2. LAS EDITORIALES Y EL MERCADO DEL LIBRO

La Ley 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas define así al “editor”: “Editor: persona natural o jurídica que, por
cuenta propia, elige o concibe obras literarias, científicas y en general de cualquier temática y realiza o encarga los procesos industriales
para su transformación en libro, cualquiera que sea su soporte, con la finalidad de su publicación y difusión o comunicación” (2007: 7). Esta
definición se ajusta a lo que en el Tema 1 hemos llamado “editor empresario” y que en inglés se denomina con el término de publisher. En la
definición de la RAE queda más clara esa diferenciación:

- “Persona que saca a la luz pública una obra, ajena por lo regular, valiéndose de la imprenta o de otro arte gráfico para multiplicar los
ejemplares”.

- “Persona que cuida de la preparación de un texto ajeno siguiendo criterios filológicos”.

Por tanto, en lengua española la voz “editor” puede referirse tanto al editor profesional (2ª acepción) que se dedica al proceso de edición
entendido como “preparación de un texto ajeno siguiendo criterios filológicos” (es decir, la revisión, corrección y adaptación a determinadas
normas de estilo), como al editor empresario (persona natural) o a la empresa editorial (el editor) que “edita” (publica) obras ajenas (1ª
acepción).

La Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid señala en su Cuaderno “Quiero montar una editorial” las tareas que ha de
abordar un editor (empresarial):

“[…] búsqueda de autores y títulos, negociación de derechos, trabajos con manuscritos, diseño del libro, y coordinación de las tareas de
impresión, distribución y venta. Las editoriales de mayor tamaño cuentan a veces con servicios de distribución propios y con una librería a
pie de calle para la comercialización exclusiva de las colecciones del sello” (2009: 50).

Como se puede comprobar, destaca la dimensión de gestión empresarial frente a la labor mucho más técnica del editor profesional volcado
en generar un producto textual de la máxima calidad.

Asimismo, en esta guía dirigida a los emprendedores se indican los perfiles profesionales que toda empresa editorial ha de cubrir, como
mínimo:

“[…] el equipo mínimo aconsejable de profesionales para una editorial incluye, bien en la propia plantilla o a través de contratos externos:

Director editorial: en él recae la responsabilidad de seleccionar las obras que van a ser editadas, por lo que sus decisiones conforman el
proyecto editorial.
Corrector y editor de textos: Realiza labores de perfeccionamiento del texto, desde la corrección ortotipográfica y ortográfica hasta la
reescritura de partes de la obra o la eliminación de partes del texto.
Traductor: se encarga de realizar las versiones en español de las obras escritas originalmente en otros idiomas.
Maquetador y diseñador editorial: lleva a cabo el diseño de la página y realiza la composición tipográfica, o maquetación del texto en
dicho formato de página. A veces también diseña la cubierta del libro, aunque esta labor suele ser responsabilidad del portadista o
ilustrador” (2009: 50).

Las editoriales (editores empresariales) son las empresas que se dedican a la producción y venta de libros. Cubren los distintos procesos
que van desde la idea para un proyecto de edición, pasando por la edición, la revisión, maquetación, impresión, encuadernación,
distribución y venta del libro (con diferencias en estos procesos dependiendo de la materialización del texto: en papel, electrónico o
audiolibro).

Existen distintas formas de diferenciar las editoriales que existen. Se pueden distinguir, por ejemplo, a través de la temática a la que se
dedican. Aquellas que cubren todo tipo de campos serían las editoriales generalistas que se oponen a las especializadas (que cubren un
ámbito concreto del mercado de libros). Así se encuentran editoriales especializadas, por ejemplo, en:

Literatura infantil y juvenil

http://www.bne.es/es/Micrositios/Guias/Literatura_Infantil/EditorialesLibrerias/EditorialesEspecializadas/

Poesía

http://www.soypoeta.com/directorios/editoriales

Literatura fantástica

http://literfan.cyberdark.net/Editoriales.htm

Otros criterios de clasificación habituales son:

Aquellos que hacen referencia al tamaño de las editoriales (de acuerdo con el número de libros editados al año o según el volumen de
ventas).
Su independencia o pertenencia a los grandes grupos editoriales.
Los canales de distribución a los que recurren (librerías, quioscos, venta doméstica, etc.).
El ámbito de ventas (local, nacional, internacional).
2.1. Book Packager: empresa de servicios editoriales

Persona o empresa que realiza servicios editoriales. A menudo las editoriales establecidas subcontratan a un book packager para que éste
proporcione ideas para proyectos de libros (o colecciones) o desarrolle una parte o todos los servicios implicados en el proceso de edición
de un libro. La diferencia fundamental respecto de la editorial es que el book packager no asume el riesgo económico de la edición en su
conjunto (como mucho adelanta un parte de los gastos que después serán recuperados mediante el pago de los honorarios acordados con
la editorial). El book packager cuenta con profesionales especializados en las distintas fases en la producción de un libro (generalmente a
través de acuerdos de colaboración). La posibilidad de externalizar una parte de la producción permite a las editoriales controlar sus costes
a través de una plantilla ajustada (no requiere mantener en plantilla a tantos profesionales como sería necesario si todos los proyectos
editoriales se desarrollaran dentro de la propia editorial). Mediante la externalización, la editorial puede recurrir a los profesionales y el
know-how del que no dispone de forma interna. Le permite publicar bajo su propio nombre (comprando los derechos) proyectos que no han
sido realizados por miembros de la propia plantilla (muchas editoriales pequeñas no podrían mantener un equipo de edición completo).

Las editoriales son los clientes del book packager, el cual se convierte en intermediario entre las editoriales y los profesionales involucrados
en los distintos procesos de producción del libro (autores, editores, traductores, correctores, ilustradores, maquetadores, impresores, etc.).
Los book packager intervienen más bien en libros ilustrados (poco habitual que colaboren con una editorial en un libro literario, en una
novela). Reciben una cantidad a tanto alzado de la editorial para compensar los derechos de autor.
2.2. Historia del mercado editorial en España

El mercado editorial en España, tal y como lo conocemos hoy en día, se fragua en el siglo XIX. Madrid y Barcelona se constituyeron a partir
de comienzos del siglo XIX en los dos grandes centros impresores-editoriales. Las cifras de 2015 muestran la posición predominante de
estas dos urbes dentro del mercado editorial:

“Por lo que respecta a la inscripción de ISBN por comunidades autónomas, Madrid y Cataluña concentran más de la mitad de la producción
representando el 62,1 % del total, con una participación del 36,3 % para Madrid y del 25,8 % para Cataluña. A continuación se encuentra
Andalucía, con el 13,2 %, y la Comunidad Valenciana, con el 7,4 %” (VV. AA. 2016: 4).

El mercado editorial en España experimentó un auge espectacular a lo largo del siglo XX como demuestra el número de libros editados: A
comienzos del siglo XX se producían pocos títulos (1.318 obras se contabilizan para 1901). Al finalizar el siglo el volumen había
experimentado un fuerte crecimiento hasta alcanzar los 50.000 títulos. En 2015, se han editado cerca de 80.000 libros (hace unos años se
rozó incluso la cifra de 100.000 títulos al año).

2.2.1. Siglo XIX/primera mitad siglo XX:

Algunas de las editoriales actuales tienen sus orígenes en el siglo XIX. Barcelona fue adquiriendo cada vez más relieve, sobre todo durante
el último tercio del siglo hasta prácticamente equipararse a Madrid. En la ciudad condal se fundaron ya con la estructura moderna de
sociedad mercantil editoriales como:

Montaner y Simón (fundada en 1869)


Espasa
Salvat (fundada en 1869)
Sopena

& Libro infantil: Calleja

Saturnino Calleja funda en 1876 la editorial Calleja que edita libros y materiales de enseñanza. Esta editorial se hizo famosa por sus
colecciones de libros de cuentos infantiles (de ahí viene la expresión fraseológica “tener más cuento que Calleja”). Generalmente, el
ilustrador tenía una mayor consideración en las ediciones de Calleja (pocas veces se menciona a los autores o traductores de los textos, sin
embargo, se resalta el nombre del ilustrador).

& Espasa-Calpe:

Espasa fue fundada en Barcelona en el siglo XIX. Posteriormente se fusionó (1925) con la editorial madrileña CALPE (Compañía Anónima de
Librería, Publicaciones y Ediciones; creada en 1918). Espasa Calpe creó en 1937 (durante la Guerra Civil Española) en Argentina (a través de
su filial) la colección Austral que en 1939 (tras la publicación de 100 títulos) volvió a España. Contribuyó en gran medida a popularizar la
lectura y a difundir el saber enciclopédico en nuestro país (a través de la famosa Enciclopedia Espasa Calpe).

También se fundan:

el Centro de la Propiedad Intelectual (Barcelona, 1900)


la Asociación de la Librería de España (Madrid, 1901)
la Cámara del Libro (Barcelona, 1918; Madrid, 1922)

& Tebeo: Bruguera

Aparece en Barcelona. El primer auténtico tebeo es Dominguín (1915). El nombre tebeo procede del semanario TBO (creado en 1917 en
Barcelona), pues la RAE toma de ahí la voz de “tebeo” y la define de la siguiente forma: “[…] las publicaciones infantiles cuyos temas se
desarrollan en series de dibujos”.

Joan Bruguera crea en 1910 la editorial El Gato Negro. En un principio edita novelas por entrega. En 1921 inicia la publicación semanal
Pulgarcito (contiene historietas y cuentos). Tras la muerte del fundador, sus hijos retomaron la empresa. Cambiaron el nombre a Bruguera
(1939). Desde ese momento, Bruguera se centra en la publicación de tebeos. También se produce una fuerte expansión de la editorial en la
edición de libros (a partir de los años sesenta). En 1986 quiebra la empresa.

Durante la dictadura de Primo de Rivera se fundó la CIAP (Compañía Iberoamericana de Publicaciones) que alcanzó una cuota de mercado
del 80 % de la distribución de libros en España (editoriales que agrupaba: Renacimiento, Mundo Latino, Atlántida, Corona, Hoy y Estrella).

En el periodo de la Segunda República, las editoriales dominantes eran:

Bailly-Baillière (fundada en el siglo XIX y transformada en S.A. en 1923)


Editorial Reus (Madrid, 1919)
SGEL (Sociedad General Española de Librerías, Diarios, Revistas y Publicaciones S.A.)
Librería y Casa Editorial Hernando
Prensa Española
Razón y Fe
Revista de Occidente (fundada por Ortega y Gasset en 1923 para canalizar, entre otras cosas, su propia producción; doble vertiente:
publicación de la revista y publicación de libros)

Una de las grandes editoriales de los años 50, Seix Barral, fue fundada en 1914 (resultó de la unión entre la imprenta de la familia Seix y la
editorial Barral Hermanos). En un principio se había especializado en libros de pedagogía y materiales escolares. En los años 50, sin
embargo, fue transformada en la editorial literaria de referencia (tanto en España como en Hispanoamérica).

La Editorial Labor, fundada en 1915, se especializó en libros de medicina, ingeniería y comercio (posteriormente también en historia del arte,
viajes e historia).

Otra editorial importante dentro de la historia de la edición en España e Hispanoamerica es Aguilar. Creada por Manuel Aguilar en Madrid en
1936. La gran aportación al mundo de la edición fue la creación de la colección de obras completas impresas en papel biblia,
encuadernados en piel flexible (colección Obras Eternas).

La editorial Destino inició su labor en 1939. Fue una de las editoriales más importantes durante el franquismo. Creó en 1944 el Premio Nadal
(para textos narrativos en lengua española). Planeta absorbió tanto la editorial Destino como también la editorial Ariel.

2.2.2. Segunda mitad del siglo XX:

Durante los primeros años del franquismo comienza a emerger el actual panorama editorial en España. En esos momentos las editoriales
eran empresas independientes (no existían aún los grandes grupos editoriales, de ahí que los nombres de los editores se convirtieran
habitualmente en los nombres de las editoriales que fundaban).

En 1959 nace Plaza y Janés (tras la absorción de Janés por la editorial Plaza), famosa por lanzar con gran éxito la primera edición de libros
de bolsillo.

En 1949 nace, de mano de José Manuel Lara, la editorial Planeta (editorial española con mayor volumen de venta en la actualidad).

En 1964, la familia Huarte (constructores) funda la editorial Alfaguara. Resalta su colección de literatura española y traducida.

Alianza Editorial, fundada en 1959 como distribuidora y reconvertida en editorial en 1965, destaca por la venta de libros de bolsillo.

En los años sesenta nacen sellos como Cuadernos para el Diálogo, Edicions 62, Anagrama o Lumen (creada ya en época de la Guerra Civil,
fue relanzada en estos momentos).

Grupos editoriales:

En España nacen en los años setenta y ochenta.

Los grupos nacionales más importantes son:

Planeta (Planeta, Seix Barral, Destino, Ariel, Martínez Roca, Espasa Calpe)
Santillana (Alfaguara, Taurus, Aguilar, Summa)
Grupo Z (Ediciones B, Bruguera)

Unido al negocio de la edición de libros están los intereses en medios de comunicación (prensa, radio, televisión).

Planeta: La Razón, Avui (prensa); Onda Cero (radio); Antena 3 (televisión)


Santillana es parte del Grupo Prisa: El País (prensa); Cadena Ser (radio); Cuatro (televisión)
Grupo Z: Interviú y El Periódico de Cataluña (prensa)

Los grupos internacionales más importantes que operan en España son:

Random House Mondadori (Plaza y Janés, Lumen, Grijalbo, Debolsillo) es parte del grupo alemán Bertelsmann
Grupo Anaya (Anaya, Alianza, Tecnos, Cátedra, Pirámide, Algaida) forma parte del grupo francés Hachette

Entre las editoriales independientes más prestigiosas figuran:

Tusquets
Anagrama
El Acantilado
Salamandra

Debido a que el negocio con libros es menos rentable que el de los medios de comunicación se entiende que los grupos editoriales se
introdujeran en el negocio multimedia. También se han producido cruces en el sentido opuesto: medios de comunicación que han entrado
en el negocio de la edición de libros. Es el caso de RBA (grupo de revistas) que creó la editorial del mismo nombre y compró en 2006 la
prestigiosa editorial Gredos (fundada en 1944 en Madrid).
2.3. Los agentes editores

Dos posibles criterios de diferenciación de las editoriales son:

Su naturaleza jurídica: edición de las AA. PP. (Administraciones Públicas), edición privada
Su volumen de producción: editores grandes, medianos y pequeños

En la edición privada se diferencia entre:

- Autores-editores (se autoeditan)

- Empresas editoriales pequeñas: producción inferior o igual a 100 libros

- Empresas editoriales medianas: producción superior a 100 y hasta 1000 libros

- Empresas editoriales grandes: producción mayor de 1000 libros

Para poder identificar unívocamente al agente editor, la agencia del ISBN española asigna prefijos específicos y que dependen del tamaño
del agente: las empresas grandes reciben prefijos de 2 y 3 dígitos, las medianas de 4 dígitos y las pequeñas de 5 y 6 dígitos.

En 2015 se registraron 2963 agentes editores (al margen de reimpresiones). De estos, el 10,6% corresponden a la edición de las AA. PP. y el
89,4% a los agentes privados y autores-editores, tal como muestra la siguiente tabla (Véase VV. AA. 2016: 22).

El mercado editorial, tanto a nivel internacional como nacional, tiende a una importante fragmentación. Además de unos pocos grupos
editoriales que copan una parte importante del mercado a través de varios sellos, también se encuentra un gran número de pequeñas y
medianas empresas de la edición. En cuanto al número de libros editados, el mercado español muestra la siguiente distribución (Véase VV.
AA. 2016: 23).

Los datos estadísticos de los últimos años reflejan un continuo proceso de concentración: cada vez menos empresas editan un porcentaje
creciente de los libros publicados. En 2015, el 4,4% de los editores publicaron el 59,6% de los libros (VV. AA. 2016: 41). La facturación
señala un reparto similar. Respecto del soporte, otro de los datos interesantes es el estancamiento relativo del libro digital frente al libro en
papel. Si hace unos años parecía que el libro digital iba a desbancar al soporte clásico, las cifras de los últimos ejercicios muestran una
desaceleración del crecimiento del formato digital (representa al más del 25% de la producción editorial) y una paulatina estabilización de la
producción de libros en papel (más del 70% de los libros publicados).
2.4. Libros traducidos en España

De los más de 79.000 libros publicados en España en 2015, el 16,2% corresponde a traducciones (en 2014 ascendía al 20,6%).
Tradicionalmente, las versiones traducidas representaban aproximadamente el 20% de la oferta editorial en España (incluida la traducción
entre las lenguas de España). En los últimos años se observa una notoria tendencia bajista. La lengua extranjera de la que más se traduce es
el inglés: copa el 51,7% de los títulos en 2015 (Véase VV. AA. 2016: 27-28).

La siguiente tabla indica el número de libros traducidos (por lenguas extranjeras y nacionales) que han sido publicados en España (Véase
VV. AA. 2016: 28).
3. TIPOS DE EDICIÓN

La UNESCO (1965: 150) establece una diferenciación terminológica que permite distinguir distintos tipos de edición:

Primera edición: la primera publicación de un manuscrito original o traducido.


Reedición: una edición que se distingue de las ediciones anteriores por algunas modificaciones introducidas en el contenido o en la
presentación.
Reimpresión: no contiene otras modificaciones de contenido o de presentación, sino las correcciones tipográficas realizadas en el texto
de la edición anterior. Toda reimpresión hecha por un editor diferente al editor anterior se considera como una reedición.
Traducción: la publicación en que se reproduce una obra en un idioma distinto del original.

Muiños (1999: 48-50) especifica respecto de la primera edición que también recibe el nombre de edición príncipe y que se trata de la
primera tirada que una editorial realiza de un libro. La primera edición no debería estar numerada (es decir, la ausencia del dato del número
de la edición indica por sí sólo que se trata de la primera). Las siguientes ediciones sí han de señalarse (2ª edición, 3ª edición, etc.). Añade
el autor definiciones de otros tipos de edición como la:

Edición diamante: se trataría de ediciones en miniatura de textos clásicos pensados para coleccionistas, realizadas con un gran acabado.
Edición facsimilar: reproducción fotográfica de la edición original; reproduce la tipografía y el diseño.
Edición paleográfica: se trata de la reproducción fiel de la obra original (con materiales originales o idénticos) como si se tratara de
recuperar un artefacto artístico.

Galán (2013) enumera otra serie de tipos de edición entre las que cabe destacar las siguientes:

Edición anónima: La de la obra que no lleva el nombre del autor.


Edición anotada. También llamada edición comentada, es la que lleva notas explicativas, al margen o al pie de texto, redactadas por
personas distintas del autor, con el fin de aclarar o poner al día la obra.
Edición apócrifa. Son apócrifas: a) las obras de contenido más o menos verídico, cuyo título y autor no son del todo ciertos, b) aquellas
en que el autor es supuesto o fingido; c) aquellas que nunca han existido, siendo falsos o imaginarios, por consiguiente, autor, título y
contenido.
Edición bilingüe. La publicada en dos lenguas. Este tipo de ediciones suele hacerse generalmente con fines pedagógicos.
Edición clásica. Dícese de las de autores clásicos empleadas en las escuelas con fines pedagógicos. Generalmente van provistas de
comentarios gramaticales y literarios.
Edición corregida. La de una obra ya impresa anteriormente que se corrige por el autor o sus herederos antes de enviarla a la imprenta
para una nueva edición.
Edición crítica. La confeccionada teniendo por base diversas fuentes manuscritas o impresas de otros autores y que se propone dar un
texto limpio de errores de transmisión. Las variaciones existentes entre ellas se consignan en notas.
4. FASES EN LA EDICIÓN DE LIBROS

A continuación se presentan las distintas fases en la edición de libros.


4.1. Idea del proyecto

Existen dos posibles fuentes:

Procedencia autorial
Procedencia de la editorial o de la empresa de servicios editoriales

El primer paso en la edición de un libro es la concepción de una idea, de un proyecto de publicación de ese libro. La autoría de esa idea
puede proceder de distintas fuentes: del propio autor del texto, del editor (sobre todo en textos de no-ficción) o de la editorial
(generalmente a través del editor). A veces las ideas se canalizan a través de un book packager (cuando el autor se dirige no directamente a
una editorial, sino a una empresa de servicios editoriales o cuando el propio book packager concibe la idea para un proyecto editorial).
También puede la editorial encargar por propia iniciativa el desarrollo de una idea para un proyecto editorial a un book packager (entonces
será la empresa de servicios editoriales la que se ponga en contacto con los posibles colaboradores: autor, traductor, ilustrador, etc.). El
book packager recibe en concepto de pago de su labor una cantidad a tanto alzado (una cantidad en compensación por los derechos de
autor).

En ocasiones son los propios autores los que se convierten en editores (no sólo aportan el texto, sino que también se encargan del proceso
de edición, coordinando a veces incluso los procesos de producción). Esta práctica está muy extendida en el ámbito científico (trabajos y
estudios universitarios donde los profesores, a menudo, no sólo se encargan de escribir sino también de editar sus textos).
4.2. Desarrollo del proyecto: fase 1

4.2.1. Adquisición de los derechos de explotación

La Ley de Propiedad Intelectual regula los derechos que ejercen los autores sobre sus textos. El autor (también el traductor como autor de la
versión meta) tiene garantizada la propiedad intelectual de su obra durante toda su vida y sus herederos hasta 70 años a partir de la fecha
de su muerte. La editorial suele adquirir por un periodo determinado y para un cierto ámbito geográfico los derechos de explotación de la
obra. El autor no puede disponer de los derechos de explotación durante ese tiempo en ese territorio. A cambio recibe los royalties
(derechos de autor) establecidos en el contrato de cesión de derechos que ha firmado con la editorial.

4.2.2. Valoración y revisión del manuscrito

Una vez que el autor entrega al editor el manuscrito, éste debe llevar a cabo una revisión profunda que incluye no sólo la corrección
ortotipográfica sino la valoración pormenorizada de aspectos como la trama, la introducción y el final, la coherencia y cohesión del texto, el
estilo, etc. El editor contribuye a través de la propuesta de mejoras y la eliminación de deficiencias (formales, estructurales) a que el texto
quede más redondo. Korda (2005: 73) diferencia así el perfil del editor profesional y el editor empresario (publisher):

“A fin de cuentas, editar libros es una profesión, no como publicar, que se asemeja más a un negocio. Alguien que publica libros, sin
importar cuán bueno sea, es un hombre de negocios, pero alguien que edita libros tiene una profesión, como un médico, un abogado, un
ingeniero o un maestro. Y como todas las profesiones más nobles, la edición también es un arte, si se hace bien, y un misterio. […] Para un
auténtico editor, reducir un manuscrito de setecientas páginas a cuatrocientas, inventar un nuevo título, recombinar los capítulos para darle
al libro un comienzo increíble y un final sorprendente, representa un reto cotidiano, como para un cirujano una operación difícil. Los editores
de verdad, si son buenos, también saben dejar las cosas como están, lo que es aún más importante”.

Por razones obvias, se trata de una labor que requiere una estrecha colaboración con el autor y tener mucha mano derecha.

4.2.3. Traducción

Una parte considerable de los libros que se editan en España cada año son traducciones. Su cuota de mercado en relación con el total de la
producción librera en España fluctúa aprox. entre un 15 % y un 20 %. En 2018, de los más de 80.000 libros publicados, un 17% eran
traducciones (en 2017 algo más del 21 %).

Hoy en día, el traductor debe contar no sólo con una sólida base lingüística y unos amplios conocimientos en las lenguas y culturas
implicadas en el proceso de traducción, sino que también necesita dominar las herramientas y técnicas propias de su profesión. Para la
traducción de libros se hace necesario que el traductor trabaje con el libro de estilo que le facilite el editor para no dificultar los posteriores
procesos de corrección, edición y maquetación.

En España existen distintas fórmulas para remunerar el trabajo de traducción. Sobre todo, algunas pequeñas editoriales establecen un
precio cerrado por traducción. También se da la tarifa por matriz (determinado número de caracteres) o palabra (multiplicada por las
matrices o palabras con las que cuente el texto). La mayoría de los traductores suele preferir un porcentaje sobre las ventas en concepto de
derechos de autor (no hay que olvidar que la traducción es propiedad intelectual del traductor; así lo recoge la Ley de Propiedad
Intelectual). En el caso de la traducción de obras literarias, el traductor suele ser remunerado como el autor del texto con un porcentaje
sobre el P.V.P. El porcentaje puede oscilar (dependiendo de la editorial) entre un 0,5 y un 2 % (la media se sitúa entre el 1 % y el 1,5 %). En el
caso de que el traductor reciba un porcentaje de las ventas del libro (en concepto de derechos de autor), la editorial le paga un anticipo de
los derechos liquidables durante la vida del libro. El anticipo se suele calcular en base al número de páginas traducidas (o de las palabras).
Las cantidades suelen oscilar entre 5 € y 12 € por página (o 35 € por cada 1.000 palabras). El nombre del traductor debe aparecer en la
página de créditos del libro (bajo el nombre del autor del original). Si la editorial vendiera los derechos de una traducción, el traductor debe
cobrar los correspondientes derechos subsidiarios.

4.2.4. Corrección de textos

Se diferencian dos tipos de corrección: la ortotipográfica y la de estilo.

El editor controla el proceso de corrección, generalmente apoyándose en profesionales que realizan estos trabajos (a menudo se recurre a
filólogos para este tipo de tareas). El corrector ortotipográfico se encarga de enmendar errores de tipo ortográfico y de puntuación,
mientras que el corrector de estilo ha de desempeñar una labor mucho más profunda y subjetiva. Toda edición debe aspirar a cero erratas,
de ahí que algunas editoriales emplean a dos correctores que revisan el texto.

La corrección de estilo se lleva a cabo o bien después de la redacción del texto, después de la traducción o después de una revisión del
contenido del texto. Se trata de eliminar los errores gramaticales, impropiedades léxicas, etc. La intervención puede ser aún más profunda
(mejoras de redacción, etc.). Obviamente, el corrector de estilo también debe echar mano del libro de estilo.

El corrector marca sus correcciones sobre el texto del autor (éste tiene por ley el derecho de revisar y aprobar galeradas y correcciones).
Esas marcas suelen estar uniformadas (se encuentran en los manuales de edición). A veces el autor autoriza a corregir las faltas obvias
directamente y sólo revisa las correcciones estilísticas.
La primera corrección se lleva a cabo con el texto antes de estar maquetado. Posteriormente, tras el maquetado, se realiza una segunda
corrección. Para el trabajo de revisión, el editor echa mano del libro de estilo que establece una serie de criterios generales a los que ha de
atenerse (con ello se da homogeneidad estilística a las publicaciones de la casa).

4.2.5. Revisión de aspectos formales del libro

El editor no sólo ha de pulir el texto para darle la configuración final, sino que también debe revisar:

Los créditos del libro (es esencial debido a las implicaciones legales)
Las dedicatorias
El índice
Los pies de página
Los textos a pie de fotografía e ilustraciones
La bibliografía
Las notas
Los gráficos

4.2.6. Creación de la portada, el texto de la contraportada y solapillas

De gran importancia son los textos de las solapillas y el de contraportada, ya que permiten proporcionar al lector una rápida visión de lo que
contiene el libro. Absolutamente esencial es el diseño de la portada, pues es lo primero del libro que ve el posible comprador. Debe generar
interés en el lector potencial, seducirlo para que se fije en él. Ante el gran número de títulos, la portada debe ejercer de elemento de
diferenciación respecto a los demás libros (además de proporcionar información que apunte al contenido).

4.2.7. Iconografía

Incluso en el caso de los libros de literatura, la iconografía desempeña una función importante en la edición de libros, aunque sólo sea a
través de la portada del libro. Especial relevancia adquiere la iconografía en los libros ilustrados: recetas de cocina, libros de arte, libros
infantiles, etc. Esto se explica por la función preponderante de la imagen: el texto adquiere aquí una función secundaria de apoyo a la
ilustración. Hay que recordar que las imágenes también gozan de protección del derecho de propiedad intelectual y que si se quiere utilizar
una imagen en un libro hay que adquirir la correspondiente licencia.

Una fuente importante para obtener imágenes son los bancos de imágenes, también las bibliotecas y los museos cuentan a menudo con
amplias bases de imágenes a las que se puede recurrir para encontrar la ilustración deseada. Sobre todo, en el caso de los libros ilustrados,
los bancos de imágenes son una solución adecuada para hacerse con el material requerido. Un ejemplo de banco de imágenes sería Getty
Images: http://www.gettyimages.com/?language=es

La forma de adquirir el derecho de uso de una imagen puede variar. Existen las siguientes fórmulas:

La suscripción a un banco de imágenes (permite descargar un número determinado de imágenes durante el periodo de uso establecido:
mensual, anual, etc.). Esta modalidad no contempla la exclusividad en el uso de la imagen (es decir que puede aparecer en otras
publicaciones). Se puede usar una y otra vez esa imagen sin tener que pagar por cada utilización (esta posibilidad expira en el momento
que acaba el plazo de suscripción).
RF (Royalty Free): se paga por la descarga de la imagen, pero luego se puede usar y reproducir de forma ilimitada (no se paga por cada
uso).
RM (Rights Mananged): se establecen determinadas restricciones en el uso de las imágenes, en el soporte, el tamaño, el ámbito
geográfico, la colocación de la imagen (portada, dentro del libro, etc.), la tirada del libro. El precio que ha de pagarse por la imagen varía
en función de esos parámetros (permite la posibilidad de uso exclusivo, ya sea del soporte [por ejemplo, en formato libro] o del ámbito
geográfico).

También se pueden vender imágenes a través de los bancos de imágenes: http://contributors.gettyimages.com/

4.2.7. Creative Commons: Intercambio colectivo de obras y trabajos científicos

Se trata de una corporación que pretende impulsar el intercambio colectivo de obras y trabajos científicos. Las obras incluidas en el
catálogo de Creative Commons también están protegidas por copyright, pero garantizan ciertos derechos sujetos a determinadas
condiciones. Existen distintas licencias Creative Commons (http://creativecommons.org/):

Reconocimiento de la autoría (attribution):

Toda explotación de la obra, autorizada por esta licencia, requiere el reconocimiento de la autoría.

No comercial (non comercial):

La obra sólo puede ser explotada con fines no comerciales.


Sin obras derivadas (no derivative works):

Queda excluida de esta licencia la posibilidad de transformación de la obra (no se puede crear una obra derivada).

Compartir igual (share alike):

Esta licencia permite la creación de una obra derivada, siempre que se garantice el mismo tipo de licencia para el productor derivado.

4.2.9. Diseño gráfico

Para el diseño gráfico del libro es imprescindible que el diseñador capte la idea global del libro (no es necesario que sea experto en la
materia, pero si ha de comprender la concepción ideada por el autor, el editor y la editorial). A través del diseño se da forma al contenido del
libro. El diseño ha de adaptarse al presupuesto del que se dispone para la publicación, así como a las expectativas de la parte contratante
de este servicio y a las necesidades del contenido.

Si se trata del diseño de un libro aislado los condicionamientos son otros que si se trata de un volumen que se inserta dentro de una
colección ya existente (donde se tratará de respetar determinados elementos identificativos de la colección) o si se trata de rediseñar una
colección.

El diseñador gráfico no sólo debe disponer de los conocimientos esenciales en relación con el uso de las herramientas informáticas
necesarias, sino que también ha de conocer bien el mercado de libros. Los elementos sobre los que se aplica el diseño son:

- Los tipos de letra

- Los márgenes

- Los interlineados

- Posicionamiento de las imágenes, pies de fotos, gráficos

- La introducción

- El índice, etc.

El diseñador elegirá la tipografía más adecuada y creará el cuerpo de texto, determinará la compaginación de los capítulos (si se ponen
entradas de capítulo), etc. También se encarga de crear las cubiertas del libro, un elemento esencial dado que es lo primero que capta el
lector potencial. El diseñador prepara la base de la maqueta y su paginación (después es el maquetador que sigue con el trabajo).

Para el diseño y la maquetación de libros se utilizan los siguientes programas:

QuarkXpres
Freehand
InDesign (de Adobe; es el programa dominante en la actualidad)
PhotoShop (tratamiento de imágenes)
Acrobat (emisión de PDF’s)

4.2.10. Maquetación

Una vez que el diseñador ha entregado su trabajo, el maquetador materializa el diseño del libro a través del volcado del texto y las
imágenes. Como ya se ha indicado en el caso del diseñador, el maquetador debe dominar los programas informáticos necesarios para
ejercer su labor. Las incidencias que puedan surgir en la preparación de la maqueta han de ser trasladadas por el maquetador al editor:
problemas con las imágenes, problemas con el texto (pies de foto que faltan, textos demasiado largos, separación de palabras a final de
línea, espacios, etc.).

El maquetador le entrega al editor las galeradas (pruebas) en formato PDF.

Una vez que se ha concluido el trabajo de maquetación se cierran los documentos y se editan postscripts. PostScript es un lenguaje
informático (PDL, Page Description Language) que sirve como formato para transportar los archivos.

4.2.11. Página de créditos

Debe incluir:

- la información relativa al copyright (del texto y de la ilustración, si la hubiera)

- el ISBN (en el caso de los libros) o el ISSN (en el caso de las revistas)

- la indicación del país de impresión

- el año de publicación
- el número de la edición

- el depósito legal (se suele encargar la imprenta de obtenerlo)

El ISBN hay que pedirlo para cada libro. El formulario de solicitud se encuentra en:

https://www.agenciaisbn.es/web/solicitud_ae.php

¿Qué es el ISBN y cómo se explica la numeración?

El ISBN (Internacional Standard Book Number) es un número estándar internacional que desde su creación en 1966 permite identificar los
libros para uso comercial. En 1970 se adoptó este estándar a través de la norma ISO 2108. Inicialmente este código estaba compuesto por
10 dígitos. En 2007, sin embargo, se amplío a 13 dígitos (por la necesidad creciente de nuevos números). Todo aquel que quiera publicar en
España un libro debe solicitar un ISBN a través de la Agencia Española del ISBN (depende del Ministerio de Cultura).

https://www.agenciaisbn.es/web/index.php

Los dígitos del ISBN se identifican de la siguiente forma:

84 (cód. país) - 8181 (identificador editorial) - 227 (ident. título) - 5 (dig. control)

El depósito legal lo pide la imprenta. La imprenta se queda con 3 o 4 ejemplares del libro y los deposita en el depósito legal.

¿Qué es el depósito legal?

La ley impone la obligación de depositar en agencias especificadas ejemplares de las publicaciones de todo tipo, reproducidas en cualquier
soporte, por cualquier procedimiento para distribución pública, alquiler o venta.

En la actualidad los impresores o productores de publicaciones son los sujetos obligados a efectuar el Depósito Legal en España. Los
principales objetivos del Depósito Legal son:

- La recopilación y preservación de una colección nacional de materiales bibliográficos de todo tipo.

- La redacción y publicación de la bibliografía nacional.

- El control estadístico de la producción editorial.

- La constitución de colecciones bibliográficas regionales o locales.

Ya desde el momento de la fundación, Felipe V, por Real Cédula de 15 de octubre de 1716, concedió a la Biblioteca Real el privilegio de
recibir un ejemplar de cuantos libros y papeles se imprimiesen. Esta disposición se reitera y confirma en años posteriores; así, en 1761 se
insiste en que los impresores deben entregar un ejemplar de todo lo que impriman, y deberán hacerlo antes de poner a la venta la obra o
anunciarse en la "Gaceta".

En 1938 se incluye entre el material que debe entregarse las reproducciones fotográficas, obras cinematográficas y piezas de gramófono, y
en 1945 ingresan en la Biblioteca Nacional los primeros discos procedentes de Vitoria.
4.3. Desarrollo del proyecto: fase 2

Incluye:

compaginación
pre-impresión
impresión
encuadernación
ISBN, ISSN
Depósito legal
Costes de edición y producción de libros

Una vez que el editor entrega las galeradas completadas y corregidas y ha aportado los créditos, salvo los que se refieren a la impresión
(esos datos, incluidos el depósito legal, suelen ser gestionados por la imprenta), además de las cubiertas y los textos de las solapillas, se
plantea el tema de la paginación, el tamaño del libro, el número de páginas por pliego y el papel que se va a emplear en la impresión.

Habitualmente, la impresión se realiza en plano sobre pliego. Los tamaños del papel suelen ser:

70x100 cm
100x120 cm

Los cuadernillos son el resultado del plegado de estos papeles, una vez que se ha llevado a cabo la impresión. Los cuadernillos más
habituales cuentan con 16 o 32 páginas. El grosor del papel y el tamaño del libro determinarán, entre otros factores, el número de páginas
por pliego. El formato del libro y del papel repercutirá en el buen aprovechamiento del papel (y por tanto en los costes de la impresión y, por
tanto, en el presupuesto que se reciba de la imprenta).

4.3.1. Paginación

La paginación suele incluir los siguientes elementos:

Página de cortesía (blanca de cortesía)


Portadilla: la primera página del libro; lleva el título de la obra
Página de créditos (colofón): aquí aparecen, por mandato legal, los datos sobre el autor (y traductor), el editor, la imprenta, el ISNB, etc.
Portada: contiene el nombre del autor, el título de la obra y la editorial
Índice

4.3.2. Pre-impresión

La persona encargada de la preimpresión recibe los documentos grabados en un DVD o por Internet (FTP = espacio en página web donde
se cuelgan los ficheros; el editor los cuelga ahí). Después se montan las páginas en pliegos (cada pliego dispone de un determinado número
de páginas) y se adecuan los formatos de los documentos a aquellos que requiere el realizado de las planchas. La imposición de las páginas
dependerá del formato y del número de páginas, del grosor y tamaño del papel (pliegos de 8, 16, 24, 32 o 64 páginas). Cuanto más grueso
sea el papel menos páginas caben en un pliego. El número total del libro siempre tiene que ser un múltiplo de las páginas que entran en un
pliego.

Existe un manual de preimpresión (Protocolo de Preimpresión) que recoge los parámetros que han de seguirse en la preparación de los
archivos para la preimpresión. Esta labor previa la suele llevar a cabo el maquetador. El Protocolo de Preimpresión es una especie de “libro
de estilo” para la preparación correcta de la impresión. El editor es el interlocutor para el tema de la calidad de la impresión (aunque el
maquetador es el responsable de la parte técnica).

Antes de realizar la impresión se producen las ozálidas (plotters). Se trata de una impresión en papel en baja resolución que permite llevar a
cabo una última comprobación (si está bien la paginación, si no hay problemas de encuadre o de resolución, cualquier tipo de incidencias
con el texto, etc.). El editor, junto al diseñador y maquetador, deben revisar las ozálidas para dar su visto bueno para que se realicen las
planchas para la impresión.

4.3.3. Presupuesto de impresión

Una vez que el libro esté listo para imprimir es necesario pedir uno o mejor varios presupuestos a imprentas, indicándoles las
especificaciones relativas al libro. La impresión y encuadernación son los procesos más costosos dentro de la edición de libros. Serían los
siguientes aspectos:

Tiraje: cuántos ejemplares se quieren imprimir


Formato del libro: 17x24 cm, 18x28 cm, 24x31 cm, etc.
Número de páginas: siempre será un múltiplo de 8, 16, 24, 32, 64 (dependiendo del nº de páginas por cuadernillo)
Impresión: interior (nº colores), cubierta (nº colores y plastificado)
Papel: interior (tipo de papel y gramaje), guardas (tipo de papel y gramaje), cubiertas (tipo de papel y gramaje), tapa (tipo y espesor)
Encuadernación: rústica (tapa blanda), cartoné (tapa dura), flexibook (tapa dura flexible), grapado
Plastificado: mate, brillo
Lomo: redondo, cuadrado
Manipulado: retractilado y encajado (uno o varios ejemplares juntos)
Entrega: indicar dirección de entrega

4.3.4. Impresión

Tras la revisión de las ozálidas se producen las planchas que sirven para la impresión Offset. Para realizar las planchas se usa la tecnología
CtP (Computer to Plate) o “Directo a Plancha” (sustituye el sistema antiguo del copiado de planchas mediante películas fotográficas.

Impresión Offset: Consiste en reproducir textos y/o imágenes sobre papel (u otros soportes, p.e. pergamino) mediante la aplicación de una
tinta sobre una plancha metálica que finalmente se fija por presión en el soporte elegido. Es el método de impresión preferido para grandes
tiradas debido a la calidad, rapidez y el reducido coste que supone.

Entre las máquinas de impresión se diferencian dos tipos:

Máquinas de impresión en plano: suelen usarse para libros


Máquinas con bobina (producen una menor calidad, pero la impresión es más barata y rápida): suelen usarse para periódicos y revistas

Ventajas de la impresión offset:

- mayor calidad

- es más rentable para tiradas grandes (la digital se adapta mejor a las tiradas cortas)

Impresión Digital: La aparición de la impresión digital ha permitido realizar publicaciones con tiradas más reducidas. El factor económico
limita las posibilidades de publicación de libros. Por tanto, con la impresión digital se pueden publicar hoy en día libros que antes no eran
rentables debido a su tirada limitada. Hasta ahora era difícil realizar reimpresiones debido al alto coste (sólo era rentable con una elevada
tirada). La impresión digital permite ahora producir esas pequeñas tiradas sin que suponga un coste excesivamente elevado. Se puede
imprimir según la demanda sin tener que producir tiradas mínimas como en el caso de la impresión Offset. La impresión digital es muy
rápida (offset retrasa mucho la impresión).

Ventajas de la impresión digital:

- bajo coste

- ahorro de tiempo

- producción bajo demanda

- tiradas cortas pueden ser rentables

4.3.5. Acabados del libro

El libro puede estar plastificado para protegerlo contra las rozaduras. Incluso, para mejorar la protección de la cubierta del libro, puede tener
una sobrecubierta (normalmente de papel, con las mismas dimensiones que la cubierta, con solapas que se doblan hacia dentro del libro,
entre la cubierta y la guarda).

4.3.6. Encuadernación

La encuadernación consiste en coser o pegar los pliegos (cuadernillos) que componen el libro y ponerles cubiertas. Se diferencian distintos
tipos de encuadernación:

Encuadernación rústica:

Aquí el libro está protegido por una cubierta de papel o cartón pegado al lomo. Este tipo de encuadernación es propio de las ediciones
baratas como, por ejemplo, las ediciones de libros de bolsillo (es mucho más barata la encuadernación rústica que la de cartoné). Se suele
emplear un papel más barato y mayormente las hojas no vienen cosidas sino pegadas.

Encuadernación cartoné:

Se caracteriza por llevar una cubierta rígida (de cartón) pegada al lomo. El lomo va unido a las tapas (a través de la primera y última página
del libro (las guardas). Este tipo de encuadernación puede contar con un lomo recto o redondo. Son generalmente ediciones caras para las
que se usa este tipo de encuadernación (enciclopedias, libros de arte, etc.).

Encuadernacion flexibook:
Se usa una cartulina de alto gramaje (tapa dura flexible). El sistema es similar al del cartoné.
5. BIBLIOGRAFÍA

Comunidad de Madrid Consejería de Empleo y Mujer. (2009) “Quiero montar una editorial.” Versión electrónica:

<http://www.madrid.org/cs/Satellite?blobcol=urldata&blobheader=application%2Fpdf&blobheadername1=Content-
Disposition&blobheadervalue1=filename%3DCuaderno14.pdf&blobkey=id&blobtable=MungoBlobs&blobwhere=1220477767101&ssbinary=true>

Galán Sempere, Eva María. (2013) “La edición y sus tipos.” <http://www.alquiblaweb.com/2013/06/08/la-edicion-y-sus-tipos/>

Korda, Michael. (2005) Editar la vida: Mitos y realidades de la industria del libro. Madrid: Debate.

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