Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El profesional del derecho debe tener en cuenta que los estudios generales
de lenguaje son la base de su carrera para poder emprender adecuadamente el
estudio del derecho.
Así pues, para una buena redacción jurídica es importante tomar en cuenta
lo expresado por el autor mencionado, además de tener conocimientos legales en
el tema abordado por parte del jurista. Por tal razón, el abogado debe exigirse a si
mismo la aplicación de reglas gramaticales y presentar los escritos sin errores
ortográficos, del mismo modo debe redactar de forma concisa y exacta para ser
comprensible por los lectores; este tipo de redacción es empleada para la
elaboración de documentos judiciales y legales como: recursos extraordinarios,
sentencias y demandas.
El tercer criterio recae en el abogado, pues debe saber escribir bien. Es por
ello que un curso de redacción general ayudaría mucho. Algo que olvidan la gran
mayoría de abogados, es que tienen a su alcance la predisposición para poder
escribir, ya sean poemas, cuentos, pensamientos, etc. Si el profesional del derecho
comienza a hacer de la escritura un hábito, la misma práctica le ayudará a
relacionarse mejor con la terminología y a la hora de redactar un documento, verá
sus progresos cuando empiece a darse cuenta por sí mismo, que su redacción es
entendible y coherente. Uno de los secretos para obtener una buena redacción, es
la práctica; de este modo, al redactar sus demandas, denuncias, minutas, etc.,
dejará no solo una buena impresión en sus documentos, sino una calidad legible
que lo diferenciará de los otros profesionales.
Como cuarto criterio de la buena redacción, es formarse el hábito de la
lectura. Mientras más lea un abogado, podrá enriquecer su léxico. Pero no solo
debe remitirse a leer textos jurídicos o normas legales, sino que debe leer obras,
novelas e incluso textos filosóficos. Este es otro de los secretos por el cual todo
profesional del derecho mejorará la calidad de sus escritos. Cuando uno lee un
libro, no solo su mente se traslada a otro mundo, sino que el lector se enriquece de
toda la cultura, el estilo y el contexto que el autor plasmó a su obra. Esto se debe
tener muy en cuenta.