La Escuela y Los Textos Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez

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La escuela y los textos Ana María Kaufman y María Elena Rodríguez.

Buenos
Aires – Argentina Ediciones Santillana S.A., (1993)

Claribel Sánchez Piña

Kaufman y Rodríguez son profesionales en el área de la educación, la escritura y la


lingüística, interesadas en el estudio de los procesos de enseñanza y aprendizaje de la
lengua escrita, con el fin de desarrollar estrategias y actividades que permitan a los
alumnos apropiarse de esta modalidad comunicativa para emplearlas en situaciones
reales. Ambas especialistas unen sus esfuerzos en la creación de un texto cuyo
propósito es presentar, definir y caracterizar los diversos tipos de textos seleccionados
con fines académicos y sociales en la escuela.

Las autoras presentan en cuatro capítulos y dos apartados la posibilidad de que los
alumnos, mediante situaciones comunicativas reales, lean diversos textos y sean
capaces de producir materiales escritos nuevos, a partir de experiencias de la
cotidianidad escolar y social.

En el primer capítulo del libro denominado Hacia una tipología de los textos, las
autoras realizan una descripción detallada de los tipos textuales trabajados en la
escuela, de acuerdo con sus características. De igual manera, se encuentra una
clasificación de los textos de acuerdo a las funciones del lenguaje y la trama. Esta
clasificación se realiza con la intención de que el docente seleccione los textos con los
cuales desea desarrollar su actividad académica en el aula.

Una vez categorizados los textos seleccionados, las autoras presentan un segundo
capítulo llamado Caracterización lingüística de los textos escogidos. Este capítulo
describe de forma detallada las características y estructura de cada uno de los textos,
proporcionando al docente una guía de consulta referente a los rasgos distintivos de
cada uno de los textos que trabajará en su desempeño académico. Las autoras
describen de forma sencilla y clara los textos literarios, periodísticos, de información
científica, instruccionales, epistolares, humorísticos y publicitarios.

El tercer capítulo es denominado por Kaufman y Rodríguez como Los textos escolares:


un capítulo aparte; en él explican que los docentes deben considerar para el estudio en
aula, materiales escritos producidos exclusivamente para uso escolar y materiales
destinados para uso extraescolar, puesto que los lectores “se forman con la lectura de
distintas obras que contienen una diversidad de textos que sirven, como sucede en los
textos extraescolares, para una multiplicidad de propósitos” (1993, p. 58). De igual
manera, se encuentra en este capítulo cómo seleccionar textos escolares y
extraescolares, cómo usarlos en la práctica académica y cómo no escolarizar textos de
circulación social.

El capítulo cuatro expone lo que las autoras consideran un modelo ideal de


planificación de proyectos educativos. Este capítulo se denomina Planificación de
proyectos didácticos que tomen en consideración las características de los textos. En
este título las autoras elaboran un modelo de planificación, organizado en tres etapas:
a) plan general; donde se ubican algunos datos del proyecto; b) texto; donde se indica
la situación comunicativa que se desarrollará en el proyecto, y c) una planilla en blanco
donde se establecerán los vínculos entre el proyecto didáctico y otras áreas del
conocimiento. También encontramos en este capítulo algunos ejemplos de
planificaciones reales de proyectos, con producción de textos escritos.
Adicionales a los cuatro capítulos descritos anteriormente, el libro cuenta con dos
apartados, uno de reflexiones finales donde las autoras explican la necesidad de llevar
a aulas reales, los proyectos didácticos planteados en el capítulo cuatro y
un glosario para que los lectores del libro aclaren términos lingüísticos que quizás
desconozcan.

Ahora bien, una vez presentado el contenido del libro “La escuela y los textos” es
menester reconocer el valor que este texto representa para el lector. Es un libro de
lectura sencilla, clara y fluida que le permite a quien lo lee, apropiarse de nuevos
conocimientos o refrescar los que ya posee. Igualmente, las autoras de este libro
proponen siete proyectos didácticos que toman en consideración situaciones reales y
significativas en la vida de un estudiante; las propuestas incluyen actividades variadas,
desde la celebración de una festividad, hasta la elaboración de una campaña ecológica
para evitar el depósito de basura en un terreno baldío cercano a la escuela.

El hecho de que las propuestas estén ajustadas a la realidad circundante de los


alumnos, le da un significado social al acto de leer y escribir; por lo tanto, se
establecen conexiones fehacientes en lo que al uso y utilidad de estos procesos se
refiere, por cuanto permite que los estudiantes observen desde una mirada escolar lo
que todo docente, consciente del desarrollo de la lengua escrita, espera que sus
alumnos comprendan, que el énfasis que hace la escuela en la adquisición y desarrollo
de la lectura y la escritura va más allá de otorgarle una calificación, puesto que son
procesos que permitirán el desarrollo pleno que, como ciudadanos, tendrán en el
futuro.

Finalmente, solo queda recomendar la lectura de este libro a toda persona interesada
en la formación de lectores y escritores expertos y eficientes, pues ofrece una mirada
franca y práctica del desarrollo de proyectos académicos apoyados en situaciones
comunicativas reales.

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