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INSTITUTO DE CIENCIAS Y ESTUDIOS SUPERIORES

DE TAMAULIPAS, EDUCACION A DISTANCIA

Materia: Enfoque Intercultural

Titulo:
“La Transición de la Medicina”

Nombre del alumno: Adiel Jesus Poot Canche

Valladolid Yucatán a 06 de Febrero de 2022


La transición de la medicina
La medicina moderna tiene raíces muy antiguas en la historia, pero es a partir de la
segunda mitad del siglo XX en que la medicina científica se establece en forma
definitiva como la corriente principal del conocimiento y la práctica
médica(bibliotecadigital.ilce.edu., 2017). De acuerdo a la definición de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), La medicina tradicional (MT) es la suma de conocimientos,
técnicas y prácticas fundamentadas en las teorías, creencias y experiencias propias de
diferentes culturas, y que se utilizan para mantenerla salud, tanto física como mental.
También se conoce como: complementaria, alternativa, popular, blanda, marginal, etc.
Desde el conocimiento profundo de la herbolaria, hasta el uso de pelo o mandíbulas de
hormiga para coser heridas; la medicina de los antiguos pueblos prehispánicos merece
todo nuestro reconocimiento por sus grandes avances.
Para los antiguos prehispánicos la salud era el mantenimiento en equilibrio entre el
funcionamiento de las diferentes partes del cuerpo y las fuerzas que pudieran llegar a
él procedentes de cualquier parte del universo. La enfermedad era el producto de una
inmensa variedad de condiciones que modificaban las propiedades del cuerpo humano,
ya en su estructura, función, o correspondencia con los otros seres, rompiendo su más
o menos precario equilibrio. (Arregui, 2016)
Solamente después de identificar al ser que causaba la enfermedad y a la
pronunciación de oraciones y conjuros cuando el caso lo ameritará, venía la
administración de los medicamentos.
Como bien sabemos, la medicina en ese momento estaba basada mayormente en la
herbolaria. El conocimiento era preciso, diferenciándose perfectamente las plantas
útiles de las tóxicas y también las cantidades necesarias para obtener uno u otro
efecto. (Arregui, 2016)
Con la llegada de la conquista, los españoles, desde la colonia, controlaron el proceso
curativo, y la metrópoli monopolizó las investigaciones y el tratamiento de las
enfermedades con miras a la expansión colonial; incluso usando explícitamente la
enfermedad como medio de sometimiento o exterminio de poblaciones indígenas,
como ha quedado asentado en algunos documentos coloniales (guerra bacteriológica).
Por otro lado Hernán Cortés en algunas de sus “cartas de relación” que enviaba al rey
de España, mencionaba cómo los chamanes y curanderos aztecas habían curado a los
españoles de enfermedades que éstos no conocían y también durante la colonia se
registraron los conocimientos indígenas sobre herbolaria y medicina tradicional y de
ello existe un documento histórico valiosísimo: el códice de la cruz-badiano en el cual
se registran los medios curativos utilizados por los aztecas antes de la conquista.
(Gonzalez, 2021)
También en esta segunda mitad del siglo aparecieron nuevas y peligrosas
enfermedades, como el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), y otras
aumentaron su gravedad, como la tuberculosis, que se volvió una enfermedad difícil de
tratar por la resistencia a los antibióticos, que a mediados del siglo prometían un
tratamiento seguro de ella. Al parecer los virus han sustituido, en parte, a las bacterias,
y el problema con éstas últimas en general es la aparición de resistencias a los
antibióticos, que de alguna forma como muchos otros medicamentos se utilizan sin
control médico.
Para realizar el diagnóstico de las enfermedades, un médico de principios del siglo XX
contaba con un elemento fundamental: la entrevista con el paciente. Esta peculiar
relación en que el paciente confiaba al médico sus males y sus temores y el galeno
trataba de conocer la enfermedad al valorar los síntomas que aquel le relataba,
generaba una comprensión de la enfermedad que el médico completaba con un
acucioso procedimiento de exploración física del paciente, que se centraba
principalmente en la región del organismo que parecía afectada por la enfermedad,
pero que no se limitaba a ella. (Granda, 2005)
Se decía, y con razón, que el buen médico era el que dedicaba más tiempo a conocer
sobre las molestias relatadas por el paciente y el que le exploraba más ampliamente.
El médico de principios de siglo contaba con un número limitado de análisis de
laboratorio y estudios radiológicos sencillos para utilizarlos como auxiliares al
establecer diagnóstico. (Granda, 2005) En la actualidad los recursos de diagnóstico han
aumentado considerablemente. Los exámenes de laboratorio con que hoy se pueden
explorar constantes químicas, hormonales, celulares del organismo, se cuentan por
cientos, con modalidades tan modernas como obtener en forma constante valores de
estos elementos.
Los métodos de gabinete auxiliares en la exploración del paciente, que comenzaron
con la radiología, hoy ofrecen métodos como la tomografía axial computarizada con
estos métodos se pueden explorar los tejidos de un ser humano como en una
vivisección. Éste último método aumenta las posibilidades de diagnóstico. (Granda,
2005) Hoy es posible explorar prácticamente todas las cavidades del ser humano, con
endoscopios flexibles, de fibra óptica, que convierten a estas exploraciones en
auxiliares de gran valor y de precisión sin las molestias que ocasionaba la endoscopia
con instrumentos rígidos.
Hay 2 aspectos completamente diferentes en estos cambios. El cambio positivo se
refiere al avance de una medicina organizada para el tratamiento individual de los
pacientes, hacia una medicina social, que intenta organizarla en beneficio de la
colectividad, es decir la medicina organizada para atender a todos los habitantes de un
país o de un grupo.
El cambio negativo del paradigma de la medicina es la conversión de una profesión
eminentemente humanística y de beneficio social, que durante siglos se ha
encaminado sólo a tratar de beneficiar al paciente, a una medicina concebida como una
industria, en donde el elemento perturbador es que además debe buscar el beneficio
de los inversionistas que han creado esta industria.

Referencias consultadas:

Arregui, B. D. L. G. (2016, 22 noviembre). La medicina prehispánica en el México


antiguo: medicamentos y cirugías. MXCity | Guia de La Ciudad de Mexico.
Recuperado 6 de febrero de 2022, de https://mxcity.mx/2016/02/34909/

Fierro, A. (2012). Tras las huellas de la medicina moderna en México. An Med (Mex),
57(2), 162–170. https://www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2012/bc122n.pdf

Gonzalez, R. (2021, 3 agosto). HERNÁN CORTÉS: CHAMANES Y CURANDEROS


AZTECAS CURABAN A LOS ESPAÑOLES DESPUÉS DE LA INVASIÓN.
InPerfecto. Recuperado 6 de febrero de 2022, de
https://inperfecto.com.mx/2018/12/18/hernan-cortes-chamanes-y-curanderos-
aztecas-curaban-a-los-espanoles-despues-de-la-invasion/

Granda, Z. R. (2005, 15 marzo). La relación médico - paciente.Arte de la Medicina. |


Rivero Granda | Revista Médica Electrónica. paciente.Arte. Recuperado 6 de
febrero de 2022, de
http://www.revmedicaelectronica.sld.cu/index.php/rme/article/view/203/html

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