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ERIK H.

ERIKSON

I N FANC IA
AD
Ptdbg a h segmda eijdq ett cast¿tbto p¡ el
Dr. EMILIO RODRIGUE

6
EDICIONES HORMÉ S. A. E.
Diit¡ibucüi'erduclúd
EDITOruAL PASóS
FUE¡{O3 A¡88q,
Títalo ful oñginal hagEs
Ctu¡¡sooo e¡vp Socrgrr

Ediado por IV. W. Norton (bmpany Inc. N. Yqk


Tiafup¡ión fu h seg¡ü e¿igúr,
wrtamericrna ürtegiib r, o*rn¿flta¿a N¡
NOEMI ROSE,NBLATT

l$ EDIQION: 1959
2r EprqloNr le66
3? EIDICION: 1970
4s ÉDIQION: 1973

'@
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Juncal 4649 Buenos Aires

Queda hecho el depósi¡o que previene la ley 11.723


IMPBESO EN llt ARCENTINA
'f .rNFANcrA y socrEDAD
I ZZ3
I

rarse suficientemente digno de confianza como para que los pro


veedores no necesiten eitar en guardia para evitat ui: mordisco.
El ensayo y la verificación constantes áe la relación entre aden-
tro y afuera .tiene su prueba crucial durante las 4abietas de la
etapa del morder, cuando los dientes provocan dolor ilesde adentro
y cuando los amigos externos demuestran no seffir de mucho o
se apartan_ de la rlnica acción que parece ofrecer algún alivio:
CAPITULO 7
morder. No se trata de que la aparición de los dientes provoque
todas las horribles consecuéncias qne a veces se le atribuyei. Como
OCHO EDADES DEL HOMBRE ya se señaló, el niño se ve ahorá llevado a "tomar', más, pero las
presencias deseadas tienden a eludirlo: el pezón y el pecño, y Ia
. atención y el cuidado concentrados de la madre. La aparicíón de
I. CONFIANZA BÁSICA VERSUS los dientes parece tener una significación prototípica i' podría muy
DESCONFIANZA BASICA bien constituir el modelo de lá tendencia masoquista á lograr ut
bienestar cruel disfrurando con el propio dolor toda vez quJ a uno
L¡ pnrMsnl demostración de confianza social en el niño pequeño -péidida
le rjsulta imposible impedir una signíficativa.
es la facilidad de su alimentación, la profundidad de su sueño y ' En psicopatología, la mejor manera de esiudiar la ausencia de
la relación de sus intestinos.' La experíencia de una regulación confianza básica consiste en observarla en la esquizofrenia in{antil,
mutua entre sus capacidades cada vez más receptivas y las técnicas mientras que la debilidad subyacente de esa confianza a lo largo
maternales de abastecimiento, lo ayuda gradualmente a contrarres- de toda una vida resulta evidente en las personalidades adultas á
tar el malestar provocado por la inmadurez de la homeostasís. con las que es^habirual un retraimiento hacia estados esquizoides y de.
que ha nacido. En sus horas de vigilia, .cuyo número va. en au- presivos. Se ha comprobado que en tales casos, el résablecimiento
mento, comprueba que alilenturas cada vez más frecuentes de los de un estado de confianza constituye el requisito básico para la
senticlos despiertaú una sensación de familiaridad, de coincidencia terapia, pues cuale-squiera hayan sido las circunstancias que pro-
con un sentimiento de boirdad interior. Las formas del bienestar, v_ocaron un- derrumbe psicótico, el carácter bizarro y el retráimiento
y las personas asociadas a ellas, se vuelven tan familiares como el de la conducta de. muchos individuos muy enfermos oculta un
corrosivo malestar intestinal. El primer logro social del niño, en- intento por recuperar la mutualidad social mediante una verifica-
tonces, es su disposición a permitir que la madre se aleje de su ción de las líneas fronterizas entre los sentidos y la realidad física,
lado sin experimentar indebida ansiedad o rabia, porque aquélla entre las palabras y los significados sociales.
se ha conriertido en Lrna certeza interior así como en algo exterior El psicoanálisis supone gue el te¡iprano proceso de diferenci¿-
previsible. Tal persistencia, continuidad e identidad dé la expe- ción ent¡e adent¡o y afuera es el origen de la proyección v la
riencia proporcionan un sentimiento rudimentario de identidad introyecc'ión que permanecen como dos de nu€stros más profun-
yoica que depende, según creo, del reconocimiento de que existe dos y peligrosos mecariismos de defensa. En la introvección senti-
una población interna de :,ensaciones e imágenes recordadas y an- mos y actuamos como si una bondad exterior se hubíéra convertido
ticipadas que están firmemente correlacionadas coir la población en una.certeza interior. En la proyección, experimentamos un da-
externa de cosas y personas familiares y previsibles. ño interno como externo: atribuimos a personas significativas el
Lo que aquí llamamos confianza coincidb con el término utili- mal que en realidacl existe en nosotros, Se supone, entonces, que
zado por Therese Benedek. Si prefiero esta palabra es porque hay estos dos mecanismos, la proyección y la introyección, están mo-
en ella más ingenuidad y murualidad: se puede decir gue un niño delados-según lo que tiene lugar en los niños cuando éstos quieren
tiene confianza y, en cambio, se¡ía ir demasiado lejos afirmar que externalizar el dolor e internalizar el placer, intento que en última
experimenta seguridad. Ad.emás, el estado general de confianza instancia debe ceder ante el testimonio de los sentidos en madu-
implica no solo que uno ha aprendido a confiar en la mismidad ración y, en última instancia, de la razón. En la edad adulta,
y la continuidad de los proveedores externos, sino también que Lrno estos mecanismos reaparecen, más o menos normalmente, en las
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puede confiar en uno mismo y en la capacidad de los propios ór- j,$j. crisis agudas del amor, la confianza y la fe y pueden caracterizar
ganos para enfrentar las urgencias, y gue uno es capaz de conside- ,iffi
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224 ERrK H. ERrKsoN y socrEDAD ZZ5
TFAN_cra
las actitudes irracionales hacia ros adversarios y ros enemigos en ras una relacién doble: elilqrobre trae a esas insrituciones los restos
masas de individuos ,,maduros',.
firme establecimiento
de su mentalidad ínfantil y su fervor juvenil, y ..ciUe ¡; ;t;;;
El_ d: patrones perdurables para la solu- siempre y cuando.logren córrservar su íeaHdaá,'un ref,uerzo porá
ción del conflicto nuclear de ra confián"i bisica versüs ra sus adquisiciones infantiles.
do"or,-
fianza básica en la mera exisrencia cbnstítuye l" piir,rir
i**'á"1 Lu.,f" de padres qu_e sustenta Ia confianza
Yo, )r pr ende, en primer lugar, una t^ru p^ri el, recién nacido,
.los Qü€ €m€re€ cr,
.UdrJo *"- ha buscádo a través de roda la lriitoria sú .ialv¿-
qe1ro. , Pero.correponde decir aquí que la cantidad "l de confianza guardia institucional (y ha encontrado a veces su más gr"rá.
cler¡vada de la más temprana- experiencia infantil no parece
depen- migo)-en_la religión organizada. La confianza nacida áel cuidado "rrr-
der de cantidades absolütas de aiimento o demostraciárrur áu-"ñor,
sino más bien de la eualidad de lp relación marema. L", g, fe fecho,.la piedra de toque delarealid,ad. de una religión,'idada.
r ooas.Ias rellgrones tienen en comrin el abandono periódico de tipo
crean en. sus hijos un sentimiento de confianza mediante -"ár",
cte mane]o que- en su cualidad combina el cuidado sensible
.r;-;;; tntantrl en manos de un Proveedor o proveedores que dispensán
de ias fortuna terrenal así como salud espirituál; alguna ¿.ioortr¿.l¿" ¿é
necesidades inüviduales del niño y un firme sentido á" 'pos?rrr"
la pequeñez hombre a través á. urr. dirr"i*u¡ár-v ,r"
lidad personal dentro del marco seguto d.l-estiro áe "o*i"ili- -del
crrltura. Esto crea en el niño la base" p"r" ,r' sentimiento
"¡¿"
J.-r" gesto humilde; la admisión en la plegaria y en la canción de *r.
de iden, las accioae_s, de-malos pensamientós ! malás intenciones; una fer.
iidad que más tarde combina¡á un seirtimie'to de ser "."*Jl"i.
viente súplica
de ser uno mjsmo y de convertirse en to q"e la otr; gr;r"';;;ff; -de unificación interioi a través de la guia di rirr";
y, por últímo, la comprensión de que la confianza indilvidüal debe
en que uno llegará a ser. por lo ranro, dent¡o de tili;;; convertirse en una fe común, la <{esconfianza individual en un
previamente definidos como los ,debe,, del cuidado"¡Eito,;nf""til. t mal comúnmente formulado mientras que la ,..,.rr.".-ió., dá *-
pocas frusrracjones en ésta o en las etapas siguientes q;;;i'riñ;"o
dividuo debe llegar a formar parte de la práctica ritual' de muchos
en crecimiento no pueda soportar, si Ia frustiación lleva l"
y- convertirse en un signo de confiabiliiad en Ia comunidaci s8.
periencia siempre renovada- de una mayor mismídad y u". " .o"ti-.
"*l Hemos ilustrado Ia forma en qué las tribus que se maneian"con
nuidad más marcada del desanollo, .',rrr" integracién final áet
un solo sector de la naturaleza áesarrollan una magia coleCtiva que
ciclo de vida individual con algún sentimien-to d;
nificariva
ñilñ
amplia. Los padies no sólo deben contar con ciertas
,tg- .parece tratar a los Proveedores Sobrenaturales del alirnento y- la
-más fortuna como si estuvieran- enojados y fuera necesario apaciguarlos
a r¡avés di la prohibición y el p"r-irq ;;";;;; a través de la plegaria y la aurotortura. Las religiones'priiñitívas,
tamDren {e,guiar
:11".1"r deben estar en condiciones de representar para el níno
una convicción profunda,
la capa más-primrriva en tdas las religíones, y la veta réligiosa en
.c¿si
somática, de- que todo lo qu, h;"i cada individuq abundan en esfuerzos- de expiación que lntentan
tiene.un significado. En última insrancia, ló niños é o""i"." compensar vagas acciones cometidas contra una matriz matema y
neurótícos a causa de frusrraciones, sino d" l" iriá"oo i;
de significado social en esas frusrráciones. ñái¡; réstablecer la fe en la bondad de los propios esfuerzos y en la dl
los poderes del universo.
Pero incluso bajo Jas circunstancias más favorabies, esta etapa
Cada sociedad y cada edad deben encontrar la forma institu-
parece introducir en la vida psíquica un sentimiento'de divisiái
cionalizada de veneración que deriva vitalidad de su imagen dei
interior.y de nostalgia univerial po. un paraíso perdido, a"l q""
mundo, de la predestinación a la indeterminación. El cfinlco sólo
se corivierte en.prototipo. La coifianza bzsica deie *.nt".,..rÉ-.
puede observar que müchos se enorgullecen de carecer de una
través de roda Ia vida precisamente frente a esta poderosa combi
religión a pesa¡ de que sus hijos sufren las consecuencias de esa
nación de un senrimiento de haber sído despojado, diüdido, y
carencia. Por otro lado, hay muchos que parecen derivar una fe
abandonado.
vital- de la acción social o Ii actividad ói"trtífica, Y, asimismo, hay
Cada- etapa y crisis sucesíva tiene una relación especial con
muchos.ql'e piofesa¡ una fe, pero en Ia práctiéa áescorrfían ie lá
uno de los elementos b,ásicos de la sociedad, y ello poJ i" ,i*pt" vida y del hombre. ,'
razón de- que el ciclo de la vida humana y ias irrsiitucio;; i;i
-
hombre han evolucionado junros. En este iapítulo ,ób
ú;;;; , B€ Este es Sl aspecto comunitario y psicovjcial de la religión. Su
relación a menudo paradójica con la espiritualidad del individuo-no cons-
mencionar, después de describir cada erapa, .l..n"ná lra.i"n
{"é
de la organización social está relacionadó con :rjuye 11 teTta -que n-ueda rrara$e en foima breve y superficial (véase
l"-;;;;
"lú, Young Man Luthet). (E. H. E.)
226 ERIK II. ERItr,SON TNFANcTA Y socrEDAD 2T7

medio ambiente y a adquirir poder mediante un control empe'


2. AUTONOMÍA VERSUS VERGüENZA Y DUPA cinado y detalladq donde le resulta imposible encontrar una regu-
lación mutua en gmn escala. Esa falsa victoria es el modelo infantil
AI desc¡ibir el crecimiento y las crisis del ser humano como
una serie para una neurosis compulsiva. También -constituye la fqente in-
de actitudes básicas aiternativas tales como confianza v
desconfianza, recur¡imos al término ,,sentimierrto ¿;,,-;;ñ;; Jl iantil de intentos posteriores en la vida adulta por gobernar segrln
igual. que un "sentimiento de salud',, o un ,,sentimiento de no la letra y no según el espíritu.-
estar
bren", u otros similares, se infilna en la superficie y la profun_ La vergiiená es'.rt" emoción insuficientemente estudiada,
didad, en la conciencia y en el inconscienre.'So' p,rás,-"1'*ir-" porque en nuestra civilización se ve muy temPrana y fácilmente
riempq_maneras de experirltentar accesibles a la intiospécción; ma- áUsorbida por la culpa. La vergüenza supone que uno está-c-om-
neras de coffif)ortarse,-observables por otros; y pletamente expuesto y conscienie de ser mirado: en una palabra,
¡"to¡ii, óonsciente de uno mismo. Uno es,visible y no está preparadg Para
"rtráb,de tests v
inconscientes que resulta posible determinar á través
del análisis. Es importante tener Dresente estas tres dimensionós ello; a ello se debe que soñemos con la vergüenza como una situa'
a medrcta que avancemos. ción en la que rios óbservan fijamente mientras estamos desnudos,
La maduración muscular prepara el escenario par la experi con ropa de dormir o, "con los pantalones -bajos". I,a vergüenza se
mentación con dos series simultáneas de modaridades sociales:'afe- expresa desde muy temPrano en un impulso a ocultar el. rostrq a
rrar y solrar. Como ocurre con rodas esas modalid"d";; ;r' ;;- hundirse, en. ese preciso instante, en el suelo. Pero creo que se
flictos- básicos pueden llevar en riltima instancia a expéctativas v trata en esencia de rabia vuelta contra el sí mismo. Quien se sien'
actitudes hostiles o bondadosas. Así,
_aferar puede tt"g"i ; ,i!1í- te avergonzado quisiera obligar al mundo a no mit¡rlq a-no ob
ficar retener o restringir_en forma-destructiva y cruei y-t"A; selat -zu desnudez. Quisiera desfruir los oios del mundo. En
coavertirse,en un patrón de cuidado: tener y coí."rvar.'Arimismo, cambio, lo único que puede desear es su propia invisibilidad.
soltar puede. convertirse en una liberación hostil de fuerzas des- Esta potencialidad se utiliza abundantemente en el método edu-
fructívas, o bien en un afable "dejar pasar,'y .dejar vivir,i-- --- cativo- que consiste en "avergonzaf' y gue algunos pueblos primi-
Por lo tantq el control exteriór .rt, áafr'á.1" ,"i fir.o tivos utilizan en forma tan eiclusiva. Lá vergüenza visual precede
"i . ,.rrii, que la fe básica
mente rranguilizado¡. EI ¡iño debe llegar
a la culpa auditiva, gue es un sentimiento-de maldad que uno
en la exístencia, que es el resoro perdrirable salvado'de r", ,.bi"t*
experimei:ta en total sóledad, cuando nadie obsewa y cuando todo
de-la etap_a oral, no correrá peligro ante su sribito cambio de acti-
tud, este deseo repentino y violeñto- de elegir po, ," piopi, ;;"";,
*tü etr silencio, excepto la voz del superyó' Esa vergüenza explota
.le apoderarse de cosas cón. actirud exigeñte y a" un creciente sentimiento de pequeñez, que puede desarr-ollarse
sólo cuando el niño es capaz de ponerse de pie y percibir las
cinadamenre. La firmeza
-debe
proteg"ilo
"oít."
h"ii-i""r-;; ;; medidas relativas de tamaño y poder.
tencial- .l-e su sentido de discriminaciñn aún ";;rq.í, ;;
no adiesrradj-;;
y La provocación excesiva de vergiienza no lleva al niñó a una
capacidad retener soltar con discreción. Al tiempo ;;
-para
"".
¡nedio ambiente lo alienta 'la pararse sobre sus propios pi;r{¡.b; .orr"..i?r, genuina, sino a una secieta decisión de tratar de hacer
protegerlo también contra lal erperiencias
.
las cosas imprlnemente, sin que nadie lo vea, cuando no- trae como
y
".bit."'ri", ""r""ü resultado uia desafiante deivergüenza: Hay una notable balada
de sentido de Ia vergüenza y la tlmprana duda.
norteamericana en la .gue un asesino. a quien se colgará ante los
_ Este_último peligro es el que mejor conocemos, pues si se niesa ojos de la comunidad,-en lugar de sentirse- justamente castigado,
al niño la e>qreriencia gradual y bien guiada de la á"to"o*i" d" T"
Iibre elección (o si se la debilita mediante una pérdida inicial de cómienza a burla¡se de los present€s' concluyendo cada frase de
la confianza) aquél volverá contra sí mismo tod; ; ;rg";.1; desafío con estas palabras: "Dios maldíga vuesfios-ojo.s".--M{s
de discriminar y manipular. Se solremanipulará a sl mismo", des- de un riino pequeño, al que se ha hecho avergonz-ar más- allá de
arrollará una conciencia
.precoz. En lugaf de tomar posesión de
lo que puedé soportar, experiménta permanentes deseos (aunque
las cosas,, a.fin.de ponerlas a prueba .édiarrte una reletición in- sin conár con el valor o 1as palabras) de expresar su desafío en
tencional, llegaiá a obsesionarse con su propia repetitiii¿a¿. Hrte- términos similares. Lo que quiero dar a entender a través de eSta
diante tal obsesión, desde luego, aprendi eotorr"és a reposeer el siniestra referencia es que ñay u.t límite para la capacidad del
niño y el adulto para sóportal la exigencia.de que se considere a
sí miimq su cueqpo y sus deseos, como malos y sucios, y Para,su
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INFANCIA Y SOCIEDAD 229
EBIKSON
otros, tiene una salvaguardia institucional en el pñncipio de
ireencia en Ia infalibilidad de quienes emiren ese juicio. Puede .la
ley y eI orden. En la vida diaria tanto como en los iribunares srrne-
mostrarse propenso a dar vuelta las cosas, a considerar como malo riores de justicia
sólo el hecho de gue esas personas existen: su oportunidad llegará
e internacionales- esre oti".ríi"
asigna a cada uno -nacionales
sus privilegios y limitaciones, sus oblieácionei v
cuando
-se
hayan ido, o cuando él se haya alejaáo. sus de¡echos. Un sentido de ?ignidad apropiada y de i"i.p."áerí_
La duda es hermana de la _-vergüenáa. Cúando la vergüenza cia legítima por parte de los aáultos que'lo roáean, proÉ;¿;;
depende de la conciencia de estai vértical y expuesto, la drida, se- aI nrño de buena voluntad la expectariva confiada de que-la clase
gún
-me
lleva a creer la observación clínicá, tiJne mucho que ver de autonomía promovida en ra infancia no llevará a una clucla o
con la conciencia de tener un reverso y un anverso, y sobie todo vergüenza indebida en la vida posterior. Así, el sentimiento cle
un "detrás". Pues esa área del au"tpo, con su focó agresivo y autonomía fomentado en. el niño y modificad'o a medida q"" j;
libidinal en los esfínteres y en las nalgas, queda fuera dej alcance vida avanza, sirve para Ia preserváción en ra vida econór¡iica v
de los- ojos del niño, y en'cambio p,r"áe es[at dominada por la vo política de un sentido de la justicia, y a su vez es fomentado po'r.
luntad de los oaos. EI "at¡ás" es á continente oscuro del'pequeño este último.
ser, un área .lel clepo que puede ser mágicamente domináda y
efectivamente invadida por quienes s. mueitran dispuestos a atá-
car el propio poder de autonomía y quienes calificai en términos
3. INICIATIVA VERSUS CULPA
duros esos productos de los intestinos que el niño sintió como bue-
nos al expulsarlos. Este sentimiento básico de duda con respecto
a todo lo que uno ha dejado atrás, constituye un susrrato para ,- _t lS": las etapas
desenvolvimiento
hay en cada niño un nuevo milagro de
yigoroso, que constituye una nueva
formas posteriores y más verbales de duda compulsiva; esDeranza v
su adulta en temores paranoicos conCemientes"rr"uátr" l]r]1,ru.u...esponsabilida{ n.qu todos. Tal es el senrido'y l, .uJ-
e>¡presión. a perse- lrdad esenciar de la iniciativa. Los c¡iterios para todos estoó
guidores ocultos y a persecucionis secretas que amenazan desde sentidos
y cualidades son los mismos: una crisiq más o menos óaracterizada
atrás (y desde adentro de ese atrás). por tanteos.y temores, se resuelve en tantcr el niño parece
repen-
. Esta etap¿, por lo tanto, se vuelve decisiva para la proporción
de amor y odio, c_ooperación y terquedad, libertaá de autóorpresión
tinamente "integrarse",. tanto en su persona como en su
cuerpo.
Parece "más él mismo", más cariñoso, relajado y b;il;.-;;;
y su supresión. U¡ sentimiento de autocontrol sin la pérdida de juicio, más activo y activador. Está en librá pos&ión
la autoestimación da origen a un sentimiento perdurable- de buena de un e*ce_
dente de energia que re-permite olvidar rápidamente los fracasos
voluntad. y orgullo;^ un senrimiento de pérdiáa del aurocontrol y y encarar lo.que parece deseable (aunque t.-biér, parezca i;;il;
de un sobiecontrol foráneo da origen a una propensión perdurablá e.inclt'so peligroso), con un sentiáo diieccional l"tégrJ y *¿r-pr.-
a la duda y la vergüenza. ciso., La iniciativa agrega a la autonomía la cualidad?e í. ;ñ¿;,
Si algun lector considera que las potencialidades "negativas" de eJ planeamiento y el "ataque" de una tarea por el *ero hechá
nue-stras etapas están en todo esto algo exageradas, debemos re- de estar activo y en movimiento, cuando anteiiormente el emne-
cordarle que se trata tan sólo del iesultaáo de una preocupa- cinamiento inspiraba
-no más de las veces actos de d"safío o,
ción por los datos clínicos. I,os adultos, incluyendo a loi aparerr- lo menos, protestas de ,las fo,
independencia.
temente maduros y no neuróticos, se muestran *,.y r.r.."itibl",
con respecto a una posjble y vergon-zoia pérdida de prestigio v un .. Sé que para muchos la palabra "iniciativa" tiene una connota_
ción norteamericana e industrial. con todo, la iniciativa u".
temor a ser atacados "por detrás", ]o cual no sólo es sumamerrte parte necesaria de todo acto, y el hombre necesita un sentido "t de
irracional y contradictorio con resDecto a] conocimiento qu. po- la iniciativa para todo lo que'aprende y hace, dú.-i;."g.r;;;
seen, sino gue puede ser dé tremeida ímportancia si ciertos senti- hasta un sistema empresario.
mientos relacionados influyen, por ejemplo, sobre las actitudes La etapa ambulatoria y la de la genitalidad infanril suman al
interraciales e intemacionales. inventario de modalidades sociales báiicas la de "conquistar". ori-
Hemos relacionado la confianza básica con la institución de la mero en el sentido de "buscar el. propio beneficio,'; ;; h;y'p;;;
religíón. La p-erdurable del individuo de que su voiun- expresarlo ninguna_palabra más simplá y más intensa; sugieie'ola-
-neces,idad
tad esté reafi¡mada v delineada dentro de oo ordén adulto de cer en el at¿ique y la conquista. En-el varón, el ,"u"io pE.*á"'.."
cosas que al mismo tiempo reafirma y delinea tra voluntad de los
TNFANCTA Y SOCTEDAD 231
230 ERIK H. ERIKSON
funciones y los roles que permiten su participación responsable,
Duesto en los modos fálico-intrusivos; en la niña, se
vuelca a mo-
encuentra un logro placentero en el manejo de herramientas y
agresiva de arrebatar o en la
dos de "atrapat" con una actitud más armas, de juguetes significátivos y en el cuidado de los niños mái
f";;; *á. slitil de hacerse atractiva y despertar afecto'
pequeños.
EI pelisro de esta etapa radica en un sentimiento de culpa con Naturalmente, la serie correqpondiente a los padres es al prin-
..r;;t;-;"i;t Á"iti plaieadas -v los actos iniciados -en
el propio cipio de naturaleza infantil: el hecho de que la conciencia humana
olaier exuberante experimerrtadá ante el nuevo poder locomotor
siga siendo parcialmente infantil ddrante toda la vida constituye
;-;""1, io, ..to*'d" manipulación y coerción agresivas que el núcleo de la tragedia humana, pues el superyó del niño puede
;;;-;;"-;";ú más allá d'e Ia capácidad ejecutiv" 9:l :1g,1 ser primitivo, cruel e inflexíble, como se obsewa en los casos donde
nit-o y la mente y, por lo tanto' requieren una detenclÓn ener- los niños se sobrecontrolan y se sobrerrestringen hasta el punto de
sica dé la inüciativá planeada. Mieniras gue la autonomía tiene f lá autoanulación; los casos en que manifiestan una sobreobediencia
por 1o tanto'
.";fu"];";;t"n.t "t"i"a* a los rivales potencialesla v,mayoría de las il más literal que la que el progenitor había deseado provocar o
orréd" Ileo"t a ,rrr. ttLi. llena de celos dirigida $
en los que desarrollan profundas regresiones y resentimientos per-
ij".", .orr,r^ Ios hermanos menores, la iniciativa trae apareada la t durables porgue los padres mismos no parecen vivir a la altura
rivalidad anticiPatoria .oi lot q.re it"tt llegad,o primero y. pt$"tl fi de la nueva conciencia. Uno de los conflictos más profunclos en
la vida es el odio hacia-éI piogénítbi qué" iiwió como modelo y
:,:;:',¿'iü'?'io,;;':"f, .'.'nillit::l:1,:?H'fi "T:li;i'$; ejecutor del iuperyé pero al que, en alguna forma, se descubrió
'Il"ff y no obstante esencialmente inírti-
il il"]ó " ir"tiudo amargos rratando de realizar impunemente las mismas transgr-esiones que
les por delimitar ,rna .rferi dá privilegio indiscutido' alcanzan el niño ya no puede tolerar en sí misino. La suspicacia o la ambi-i
;;til";;ili"u.i* u" una luchá final-por--una posición de pri güedad que en esa forma se mezcla con la cualidad de todo o
;iü" ft*" i" ."dtq el habitual fracaso lleva- a la resignacién' nada del superyó, este órgano de tradición moral, hace del hom-
gigante
il;Iip;t la "ansiedad. El niño tiene lantasías de se-r
-un
en defensa de su
bre'moral (en el sentido moralista) un gran peligro potencial para
y un tigre, Pelo en sus sueños huy-e-aterrorizado su propio yo, y para el de sus semejantes.
el
íi¿.. írt ér,-u.rtor,""r, la etapa del "complejo de castración"'
ahora enér-
En la patología adulta, el conflicto residual relarivo a la ini-
temor intensíiicado de comprobar que los genitales' ciativa se expresa en la negación histérica, que provoca la repre-
sicamente erotizados. han sufrido un daño como
castlgo Por las sión del deseo. o ia anulación de su órgano ejecutivo mediante la
relacionadas con su excitación'
'"'i;-;;;1id"á
fantasías parálisis, la inhibición o Ia impotencia; o bien en el exhibicio
r**iit v el tabír del incesto, el complejo .de ' nismo sobrecompensatorio, en el que el individuo atemorizado, tan
caitración v el superyó' se unen aquípara provocar .esa cnsrs
ansioso por "ocultarse", "asoma la cabeza" en cambio. Hoy en
deJar ¿tras
específicaménte huinana durante la cual el- niño debe día también es común una zambullida en la enfermedad psicoso
;,i 64;;clusivo y pregenital a los padres é iniciar el lento mática. Es como si la cultura hubiera llevado al hombre a sobre-
-tn progenitoiy tl
;;o.J*"¡. converdr;e'"r, .tl Pot'.11:i.|1l: publicitarse e identificarse así con su propia propaganda, en el
i*¿i.i¿". Aquí se produce la más terrible ¿lytuiql y sentido de que úlo la enfermedad puede ofrecerle una vía de
.iJ" la cenrral
':itfT1-
energética emocional, una división entre la glo- salida.
""
i"'fr"*t""1Ái"".i"1 ; la desrrucción total potencial' P"t: T.ll Pero tampoco en este caso debemos pensar exclusivamente .en
el niño queda diuidido para siempre en su interior' I-os tragmentos la psicopatología individual, sino en la central energética intema
i;.'ri"ri";; qr"liá, hábia" fomentado el crecimiento de su cuer-
de rabia que debe estar sumergida durante esta etapa, tal como
;;';;;¿;;" i"faotile. t" dividen.gn ul- grupo infantil algunas de las esperanazs más caras y las fantasías más desenfre-
il.'";;;A; l" "*,rberar,.ia "ho,t
de 'los potenciales del crecimiento y nadas quedan reprimidaí e inhibidas. La sensación de "vi¡tud'l
i" ni"Jo .orrespondiente a los padrgs qu-e sustenta e incrementa resultante ménudo la principal recompensa para Ia bondad*
ü-"író¡t -aciEn, la autoorientación y el aqtocastig-o' -. más tarde -a
puede volcarse intolerantemente contra los demás bajo
Una vez más se trata de un prob-lema-de regulación murua' la forma de una supervisión moralista permanenté, de modo que
Cuando el niño, tan dispuesto aho¡a a- sobremanipularfr Pttede el empeño predominante llega a ser la prohibición y no la orien-
desarrollar gradualmente un sentido de
responsabrl]oil tación de la iniciativa. Por otro lado, incluso la iniciativa del
;;;;;;;"i" alcanzar cierta comPrensión de -i"T:las
las instituciones'
232 EBIK H. ERIKSON INFANCIA Y SOCIEDAD 233
hombre moral tiende leiasar los límites de Ia autorrestricción, quistar a las personas mediante er ataq'e directo o de convertirse
I
permitiéndole hacer a los demás, en su país o en otro, lo que nó en papá y mamá en fo¡ma apresuradá, ahora aprend. u ot r"*,
haría ni toleraría en"su propio hogar. reconocimiento mediante la p-roducción de cosas.'Ha domínado ü,
. . En vis¡1 d¡ los peligros potenciáles inherentes a la prolongada
rnfancia- (el hombre, conviene volver a examinar lai prirneras
campo.ambularorio y los módos orgánicos. Ha experiÁé;;;il.";
sentimienro de finalidad .or, ,.rpá.to al hecho á. ou" no t r"
etapas. de.la vida-_y las posibilidades de guiar a los jóvenés mien- un furu¡o practicable dentro del iri"r,tr. ¿. ," L*ilii-; ;rf ;¿
tras aún lo son. Y aquí observamos que,-de acuerdó con la sabi- dispuesto a nuevas habilidades y rureas, qu"'.u; ;;:
duría_ del plan básico, ei niño rro esiá en ningún otro momenro
l,,alficlse
cno mas alta de la mera expresión. j-uguetona de sr-rs -modos orgá- .
tan dispuesro a aprender rápida y ávidamente, a"hacerse más gran- nicos o*el placer que le produce er'flircionamiento de sus r¡ie'á.
de en el sentido de compartir Ia obligación y la actividad,-que bros. Desar¡olia un sentido de la indusüü, ..ro .., ," .
durante este,período de su desarrollo. Éstá urrrioro y es capaz'd. las leyes inorgánicas del mundo de las herramientas. puecie "d"pt"
con-
hacer las cosas en forma cooperativa, de combinarse aorr' otr* vertirse en una unidad ansiosa
niños con el propósito de construir y planear, y está dispuesto
I ah-sorta en una situación .pro
ductiva. completar una situación'productiva constituye una fiiali
,a
aprovechar a sus maesrros y a emulai los prototipos idealei. Desde dad que gradualmente reemplaza a los caprichor y Íor deseos der
luego, permanece identificado con el progenitoi del mismo sexo, Juego. Los rímites de su yo incluyen sus herramiéntas v habilida-
des: el principio del trabájo
.(Ives Hendrt"ki l" ;r.;í ;i';ü;
pero ?or el momenro busca oportunidadeidonde la identificación
en
-el tralajo parece prometei un campo de iniciativa sin dema- !9,,¡om91etar
el trabajo mediante una aren;ión .rt.r,;d. y-un,
siado conflicto infantil o cuipa edípical y una identificación más diligencia_perse-verante. En esta efapa, los niños de todas lás
cul-
realista basada en un espíriiu de igualdad experimentada'en el turas reciben alguna instruceión siitemática aunque, como
vimos
hecho de hacer cosas junios. De cuálquier *.i"r", la etapa ,.edí- en el capítulo sobre ios indios norteamericanos, no se imparte síem-
pica". frae apareada no sólo el estabiecimiento opresivo^d. ,ro pre en el tipo deescuela que las personas elfabetiza'das d;b;;
sentido moral que límita el horizonte de lo permisible. sino oue organizar en rorno de maesrros
.espeiiales qüe han aprendiclo a
también determina la dirección hacia lo pósible y lo tangiille enseñar
.a
leer y a- escribir. En loi pueblos prealfabetds'
,"
que permite que los sueños de la tempraná infanciá se vinc-ulen ""'l*
actividades gue nada tienen que u., ion leer y escribir, ,"'"p..rrd"
mucho de los adr¡ltos que s€ convierten en 'maestros
a las metas de una vida adulta activa. Por lo tarito, Ias institucio. a través de
nes sociales ofrecen a'los niños de esta edad un ethos económico, un don y una inclinación y- no de un nombramiento, y qulÁ ln
en la forma de adultos ideales a los gue es posible ,".orro.". po, mayor parte se _aprende de- los niños mayores. Así, se deiarrollarr.
sus uniformes y sus funcioneq y gue-resultatr lo suficientemente 7os elementos fundamentales de la técnología, a *edíáa
;"; á
niño adquiere capacidad para manejar lo. ,rtérrsilior, ln, tr"rrá*¡.",
fascinantes como para reemplazar á los héroes del libro ilustrado
y el cuento de hadas. tas y las armas que utilíza la genrsgrande. Los ináividuo,
dos, con carreras más especiali-zadas,"deben preparar al ni¡o"áu.á-
errse-
ñándole fundamentalmente a leer y r -*a-,
l"
"..ribir, "¿".".,á
amplia posible para
4. INDUSTRIA VERSUS INFERIORIDAD -el mayor númáo de carreias poribi.. ó;;;;;
más confusa se vuelve la especialización, sin embárgo, f"á;r-
Así, eJ escenario interior pa¡ece preparado pata "la entrada a fintas son las metas e,ventuales de la inicíativa, y" óu""áo
"ra. *Á
la vida", pero la üda debe ser primero vida escólar, sea la escuela complicada es la realidad social, más vagos ,"rultán .. uilr-Jor,
.padre y de la madre. La escuela" parece ser una c'ltura
una pradera, una selva o un aula. El niño debe oividar las roles del
y d_eseos pasados, al tiempo que su exuberante imagi- por sí sola, con sus propias meras y límites, sus logros
esperanzas
encantos.
t-r;;;;::
nación se ve dor¡esticada y somerida a las leyes de las cosas iñr-
personales. Pues antes de.que el niño, que ya es psicológicamente Fl peligro del niño en esta erapa radica en un sentimiento de
inadeeuación e inferioridad. si désespera de sus h"tt.rni."iurl
.un.prcgenrjo: rudimentario, pueda converrirse en un frogenitor habilidades o de su sraru s. en¡re sus cimpañerü-p""á.'ri"r"C";
biológico, debe comenzar por ser un trabajador y un pro-veedor
potencial. Con el perlodo de latencia Que se inicía, ei níño de a Ia identificación con ellos y con u¡r ,..to, á"i *r"d; á-i;;
desarrollo normal olvida, o más bien subiima, la necesidad de con. herramientas. El hecho de perder toda esperanz. ¿. t"i .*.i..;*
INFANCIA Y SOCIEDAD 235
234 ERIK H. ERIKSON

"industria,l" puede hacerlo regresar a la rivalidad familiar más ais- 5. IDENTIDAD VERSUS CONFUSIÓN DE ROL
lada, menos-centrada en las herramientas, de la época edlpica' El
niño desespera de sus dotes en el mundo de las herramientas -y Con el establecimiento de una buena relación inícial con el
en lá anatómía. v se considera condenado a la mediocridad o a la mundo de las habilidades y las herramientas y con el adveni-
inadecuación. Et t" ese momento que Ia sociedad más amplía miento de la pubertad, la infancia propiamente-dicha llega a su
se vuelve significativa en cuanto a sus maneras de admitir. al niño fin. L1 juventud comienza. Pero en li pubertad y la adólescen-
a una comprensión de los roles significatívos en su tecnologa -y cia todas las mismidades y conrinuidadeJ en las que se confiaba
economía. El desarrollo de 'ha más de un niño se ve desba¡atado previamente vuelven a ponerse hasta cierto punto en duda, debi-
cuando la vida familiar no logrado prepararlo para la vida do .a una rapidez del crecimiento corporal que iguala a la de la
escolar, o cuando ésta no alcanza a cumplir las promesas de las temprana_ infancia, y a causa del nuevo agrégado de la madurez
-Coipreüas.
etapas genital. Los jóvenes que crecen y se desariollan, enftentados con
respecto al período en gue se desa¡rolla u¡r sentido de la esta revolución fisiológica en su interior, 1' con tareas adultas tan-
industria, me he referido a obstáculos internos y extetnos en el giblep que los aguardan, se preocupan ahora fundamentalmente
uso de nuevas capacidades, pero no a las complicaciones que por lo gue parecen ser ante los ojos de los demás en compara-
implican nuevos impulsos humanos, ni a la rabia zumergida gue re- ción con lo-que ellos mismos sienten-que son, y por el problema
sulia- de su frust¡ación. Esta etapa difiere de las anterio¡es en relativo a ¡elacionar los roles y las aptitudes cultivadas previamenre
tanto no se trata de una oscilación desde un cataclismo interior con loi prototipos ocupacionáles dél momenfo. En su búqueda
hacia un nuevo dominio. Freud la denomina la etapa de latencia de un nuevo sentimiento de conrinuidad y mismidad, los adoles-
porque los impulsos violentos están normalmente inactivos. Pbro centes deben volver a librar muchas de las batallas de los añoa
ie irata tan sólo de un momento de calma antes de la tormenta anteriores, aun cuando para hacerlo deban elegir artificialmente
de la pubertad, cuando todos los impulsos previos reemerge¡- en a personas bien intencionadas para que desempéñen los roles de
r.rrr" rnieu" combinación, para caer bajo el dominio de la genitaliclad. adversarios; y están siempre dispuestos.a establecer ídolos e idea-
Por ot¡o lado, se tráta de una etaPa muy decisiva desde el les perdurables como guardianes de uria identidad final.
punto de vista social: Puesto que la industria implica hacer-cosas La integración que ahora tiene lugar bajo la forma de iden-
iunto a los demás y ion ellós, en esta época se desarrolla un tidad yoica es, como ya se señaló, más que la suma de las identifi-
írimer sentido de la-división del tabajo y de la oporrunidad dife- caciones infantiles. Es-la_experiencia acu¡nulada de la capacidad
iencial, esto es, del elh.os tecnológbo de una cultura. En la últi- del yo para integrar todas las identificaciones con las vicisirudes de
ma sección señalamos el peligro gue a-et aza al individuo ,v -a la la libid-o, con las apdrudes, desarrolladas a partir de lo congénito
sociedad cuando el escolar cómienza a sentir que el color de su y con las oporrunídades ofrecidas en los ¡oles sociales. El senti-
piel, el origen de sus padres o el tipo de ropa que lleva, y n<r miento de identidad yoica, entonces, es la confianza acumulada
iu deseo y-su voluntad de aprender, determinan su valor como en que la mismidad y la continuidad interiores preparadas en el
aprendiz, y por lo tanto, -su ientimiento de identidnd- que ahora pasado encuentren su eguivalente en la mismidad y la continuidad
dlbe*os óo*id.t.t. Pero hay otro peligro, más fundamental, a áel significado que uno tiene para los demás, tal como se evi-
saber, la autorrestricción del hombre y la limitación de sus hori- dencia en la promesa tangible de una "carrera".
zontes a fin de que incluyan sólo su trabajo, al que, serne djóe El peligro de esta etapa es la confusión de rol be. Cuando ésta
la Biblia, ha sidocondenado después,de su expulsión del paraíso. se basa en una marcada duda previa en cuanto a la propia iden-
Si acepta el trabajo como su única obligación, y- "lo eficaz" como tidad sexual, los episodios delincuentes y abiertamente psicóticos
el único criterib di valor, puede convertirse en el conformista y el no son ¡aro3. Si se los diagnostica y trata correctamente, tales in-
esclavo irreflexivo de su tecnología y de quienes se encuentran en f', cidentes no tienen la rnisma significación fatal que encierran a
situación de explotarla.. 4, oras edades. En la mayoría de los casos, sin embargo, lo que
;ffi
.ffi s0 Véase "The Problem o{ Ego-Ideutity", J. Amer. Psa. Assoc.,
ffi 4¡56-121,

&
INFANCIA Y SOCIEDAD ¿)/
236 ERrK H' ERrKsoN
gue..hay en.la gente. Para no caer en el cinismo o en la ar¡atíc
a la gente joven es Ia incap-acidad. para decidirse por los jóvenes deben ser de convencerse de qu" q"i"r,;ilrrr"r:
Derturba -ca-paces
ffi"rdr"r,d,j &"p".í*¿. para evitaila confúsión, se sobreiden- fan en su mundo adulro anticipado tienen ari'h óbllgr.ió;;"
rifican tempor.riu."nt", h"st punto de- una aParente, pérdida sgr los m-ejores.- Examinaremos riás tarde los peligros quE
"l
completa de la identidad, con los héroes de las
camarlllas y las "*á,r.,,
de los ideales humanos sometidos al manejo^ de"las ;"p";rq;i-
del "enamoramiento", que no es nas' estén éstas guiadas por ideologías nacíonalistas o i.rt".rrr.io-
*"iiil"¿.r. Esto inicia lá etapa
cuan-
;;;;-;il"o total o tiq"i"it primariamente sexual' -salvo nales, comunistas o capitalistas. En la úlrima parte de este lib¡o
d; il;ff;üt* .tr 1o J*ig*'' En qcado considerable' el amor consideraremos la formá jl.
q.," las revolucionei de nuestru efá.u
adolescente constituye por"llegar a una definición de intentan resolver y también- explotar la profunda necesidad cle
"n-i"i*tola^propia-imagen voica c{ifusa
i.-;;;;;;-td;ii¿^¿'p*v".o"do en
la juventud de redefinir su idéntidad ..i u'
mundo industria-
ott" o"t*n. v logrando así que se refleje y se- adare ,graoual- lizado.
ment¿. A elló sé?ebe que una Parte tan considerable
del amor
juvenil consista en conversación' 6. INTIMIDAD VERSUS AISLAI,IIENTO
La sénte ioven también puede ser notablemente exclusivista'o
color de Ia piel
.i*1t""" tiá;;l";q"; stri "distintos", en el dotes'
"á"-l;i;;.;i¿"-*lrui"l, en los gustos v las y a menu- La fortaleza adquirida en cualquier etapa se pone a prueba
los gestos que ante la necesidad de hascenderla áe modo'tal que el ind^ividuo
il ;;'á;;;lü'i"tig"iri.á"tes de ia ,vestimenta- v pueda arriesgar en _la etapa siguiente lo que era'más r,rrlnerabre-
seleccionados como los signos
há"-ti¿" temporariímente 11" ii- pe¡le precioso en la a-nterior- Así, el adulto joven, que surge de
t".i"ti"t" al que'pertenece- al grupo y. al que. es.ajeno t
fl: -*t^o Ia búsqueda identi.l¡Íl y la -iniiste-ncia en'ella, 'esiá a"riñso y
sulta import.ttt io*pt.nder (lo cual- no significa Perdonarn ^de
disp rfsto a fqn{ir su identidad con la de otros.
'Está
compartii) tal intoleranciá como una defensa contra una contu- preparadá
no sólo sl para la intimidad, esro es, capacidad de enrregarse a aiilia'ciones
la-
sión en el sentimiento-¿j iá""tiaad. Los adolescentes y
L""a]t ,.*párr.iu*"nte unos a otros a soPortar muchas dificul- asociaciones concr'etas y de desarrollar la fuerza ética necesaria
convirtiéndose en estereotipos, v . hacien- para cunr.plir con ta,les compromisos, aun cuando éstos puedcn exi-
;;d;"il;;'d";;;iiñ, gir sacrificios. significativos. Ahora el cuerpo y el yó deben ser
do lo mismo con sus ideales y - sus enemigos' ¡lnq 9"" los amos de los modos orgánicos y de los ionili.toí nucleares, a
;;; . prueba perversamente la mutua Sapacidad para,la troe-
pruebas explica'-ast- fin de .poder enfrentar el iemor a-la pérdida yoica en situaciones
íiá"ál i.'itcilidád con que se aceptan talgs "1-"o,tul
que exigen autoabandono: en la solidáridad dé las afiliaciones es-
*ir.o.laatracciónquelasdoctrinastotalitariasslmPlesycrue-
en los países v las clases
i:iliL; ;ü;;'i; rn;te d" los jóvenesid""tid"des trechas, en los orgasmos y las uniones sexuales, en la amistad ínti-
:T."i#;.ñt.i; ; ;#;;i";d9 *' grupales (feu-
la.indusnialización mun-
ma y en" el combate físico,, en experiencias de inspiración por
parte de los maestros y de intuición'surgida de las piofundidaires
]¿. r*ttí.,-i¡u¿, ttuciottal) y enfrentan más
;;i.-il;;ñ;";ión v la comunicación una amplia'
mente del qtora-
del sl mismo. La evimóión de tales e:iperLncias debiáo a un temor
La mente adolescente es esgncialmente- a la pérdida dcl yo puedc llevar a un profundo sentido de aisla-
toriu*t, una etaPa p,Lo'oti"l entre Ia infancia que v la adultez' y miento y a una consiguiente autoabsorción.
entie la -or"l .pr"rráiá""- p* "l;tñ" y la étíca ha de desa-
pr-'iit'"**'" iá"áogi"" y' de hecho''es la . .I.a contraparte.de la ürtimidad es el distahcíamiento: la dispo-
rrollar el adulto. sición a aislar y, de ser ello necesario, a destruir aquellas fuerzas
id""úd". ¿" ir-r*i"á"i lu q"" ñabla' más- claramenre al
y personas cuya esencia p_arece peligrosa para la propia, y cr!.vo
. ;;tó"
adolescente ansioso po, u".r" afirmadó Por-sus
iguales y listo para "territorío" paiece ¡ebasar-los límites-de lai propiai .á".io,r", l,-,-
rrt*-.Áfit*ado a través de rituales, tt"U"i.¡tor3tltiffirfllt'tii timas. Los prejuicios así desarrollados (y uiilirados y expiotados
lo incomprer
*i*o ti"*po, definen el mal,;"ciales en la política y en Ia guerra) constituyen un producto
lo tanto, al buscar l;;;il;;; que guían lá identidad' uno -á, *.duro
de, Ias repu-diaciones más ciegas que á.tratt"la lucha por la iclen-
#,"'.ü i;t;Jü;s posíble, de la- ideolo.gía y ll mistocracia' ambos en tidad establecen una difereniia tr"t" y cruel enrre lo familiar v
cual' dentro- d9 u¡r3 i11-
;;;td;;át "*pli" y ,rr,segrin elpredestinado .le la historia, lo foráneo. El peligro de esta quc las relcciones íntimai
_""*$li"fi"-del ,i.,rndi "ltro lo mejor
"trpu "í
competitivas y combativas se cxperimentan con y conh.a las mis-
f,;'*";;;;;"Jitiauot ¡"gárán al podei' v éste desarrolla mas personas. Pero, a medida que se rran delineando las áreas
238 EBIr, lI. ERIKSoN, TNFANcTA Y socrEDAD 239

,lcl dcber ,d"Jr, y a medida que se diferencian el choque y odio. Así, las relaciones sexuales satisfactorias hacen
com- tasía, amor
}x'tilrvo y el abrazo sexual, queáan eventualmente sometiáas a eie sexo menos obsesivq la sobrecompensación, menos necesaria I'
s€ttLttktctico que constituye la característica del adulto. "l
los controles sádicos, zuPerfluos.
lln tér¡ninos estrictos, recién ahora pu.d;;;.;h"rse
¡ncrrre la verdadera genitalidad, p,r* gr* p;;r"
olena_ Preocupado. como estaba por los aspec-tos curetivos, el qsi-cq
que precede a estos compromisos corresponde
E-i;;fi; ffi;l a irenudo descuidó fo:rmular el problema de la genitalidad
a la búsqueda
t"""i""ü.
de "rr¿lirit forma significativa para l¡rs procesÓs de la sociedacl en
itre'ridad, o está dominadia por l"s te'dlrrcia, iAi"*- "tru
que hacen de la vida sexuai una buerte de
""-
ioi"r- l"t clases, .lás naciones- y los niveles culrurales' El tipo de
otro lado, con excesiva frecuencia i" ¿Lr"r¡¡"
;;;;i'""i':;;" ñiñiiá"¿ en el orgasmo qúe et psicoanálisis tiene en cttettt"
l" g""irlli¿"¿".#, se obtiéne coniacilidaá en clases y culturas que han
unestado permanente de,dicha sexual. recíir"*:
Err.,;";;;; '"ri""t"-."te
ftl,.fr" ¿" él una institución del ocio' En las sociedades más com-
puede ser e.l lugar adecuado p"." .o*pl"iái'nuestro
genitalidad. r--- -v¡¡¡r¿e'g¡
¡ examen de la oiui"r. .tr" mutualidad está obstaculizada por tantos factores re-
i"riuot a la salud, la tradición, la oporrunidad y el temperame-nto'
ro ljttj:,j:q:t
,^ que p""orientación básica en esta cuestión, citaré
na llegado hasta mí como la declaración más breve ."" t" formulación adecuada de lá salud sexual sería más bien
de É"", u" ser humano debe ser potencialmente capaz de lograr Ia
Freud. A meñ,rdo r" y ü, -.1", lr¿litos de conversación
"fi.-",
parecen corroborarlo, q"e
*urualídad del orgasmo genital, pero también estar constituido
,l iíi"Á¿ú;t;'""*" terapéutica intenra. J. t"l modo que pueda sóportar un cierto monto de frustración
p¿ciente-de qui sólo Uene una
K,T.:.:r^i]
rjos y a SUS semelantes: tener^buenos OrgasmoS, iir, ,rtru indebid¿ iegresión, toda vez que la preferen-cia emocio-
"blig;;ió"-f;;';
ór, ,rr, ,,Objeto,, r"i o .o"tideracionei relativas al deber y la lealtad la hagan
adecuado y en fotma regular. D"rd;l;ü;, ""rro
le preguntó cierra vez a"Freud
.,
-qr. falso. Alguien -- -'Si
imoe¡ativa.
ñ;;;fi; ur,. persona nor- bi"tt el ha ido a veces demasiado lejos en la
psicoanálisis
mal debía ser capaz de hacer p"'r" oiuiiliu". g. qui a la
genitalidad como cura unive¡sal
o-JJ,"-*,. ¿l impáitancia atribuye
Tr:rl::rp:- lpe¡ara
una respuesta complicada. pero Freud, en U sociedad, y ha-proporcionado así una nueva adicció:r 1'
el tono orusco de sus_antiguos días. respo.rlió. según .. ,t,,t...' "^tl,r.t"uo bien dé consumo a muchos que deseaban interPrctar
',rn
Lieben und arbeiten (amai y ,ráfr.j.ij.'Cu.,ul.n" meditar sobre rrr enseñanzas, no siempre ha indicado todas las metas que
esta simple fórmula; se vuelve más_profunoa
a meoroa que se "J senitalidad debe en realidad implicar. A fin de encerrar -Lrna
i"
reflexiona sobre ella. pues c,,ando Fr'uü-d;j" .,.*or;,-se;;fU;
al amo¡ genital v aI amor genital; .u""Jo ,t'ifi.".i¿" socíal perdurable, Ia utopía de la genitalidad debe-
refirió a ffi
"_o, 7 trabajo, se íá incluir:
.una próductividad"geneát-;ili ,iJU.¡o que no preocu_
paría al individuo hasta el- p"unto de l,u."rio
p"ra.; *t¡"¿;;';; l. murualidad del orgasmo;
de ser genitat'y capaz d;;;;;.'nrr, poa"rro, 2. co¡ !¡n comPañero amado;
:T:t1.jif
*"'l"j ."i1"-
p".o no mejorar la fórmula d.l'.,prof"ror;. --- 3. del otro sexo;
:::l: ,?1.,, entonces, consiste 4. con quien uno puede y quiere compartir
r La €enrtalrdad,
qesarrollar
en la capacidaá plerra o"r,
una porencia orgástica tan libre de- interferln.i", y
una confianza mutua;
quiere regular los ciclos de
-

p.o 5. y con el que uno puede


genitales que la libido geniial (no sólo a) el
io, pro¿u.r* sexuales des_
uabajo;
carg¿dos a través de la]s .,vías, de salidai-á.-fi"r"yj-;;;; b) la P¡ooeacióu
en la mutualidad heteroserual, con pi*"-r""sUifiáád -;""ñ'jli c) la rec¡eación;
pene corno de la y con una dóscarg" áL tipo 6. a tin de asegurar también a la dcscendeocia todas las etapas de
-vagina,
la tensión en todo el cuérpo. Esta es uri. d" -
"o.,lrul.iu"
b"rt"rrt. rur desa¡rollo satisfactório.
-"rro"
sobre un proceso gue en ,";úe"d;;;;;; "or,_
j:"jl^d. j^._.:r
-algo
rara expresario
lll*; en -términos más siruacionales: el hecho Es evidente que semejante logro utópico- en gran .escala l! Puedc
total de enconrrar, a través der torbeilino'culminante d"l ;;;;;"r;. Jorrrtit"it urrá tarea individual o, de lechq terapéutica' Tampogr
:i11._.lp:.icia
suprema de la.regulación murua ¡" ü.;;i';;; r"',t"t" en modo alguno de un problema puramente sextlal' Es
arguna manera anula las.hostjlidades y la
rabia potenciales prlvo-
cadas por la oposición enrre mascuri"o't-1"*"ri¿
o-u* ittr"gt"l del estilo que una cultura tiene para la selección,
,""lid"d i-i;;- L .*p.ttiiótt y la competencia sexualcs.
240 ERIK H. ¡i¡rso¡.r rNFaNcrA .X?¡jür"* Z4l
. '. ;l'...,
El peligro de ella erapa
, es el aislamiento, esro es,
la evitación
de conractos que- Ilaman- a la intimid"á.- Ér;l."p";ü;i;,lr'j
de la teqpr.ana infancia, en üi éxcesivo auroamor basado en una
personalidad demasiado laboriosamente autofabricad., y po. r.ti
trastorno puede llevar a serios ,,probl.Áas
ie ."rá"ter,,.. por orro timo (y aguí. volvemos al en la falta a.
,j_{:l hrr víncutos que equivalei ,
A;;;.::r: una alguna 'treencia en .principio) "a i.,ái¡o
la esplcié,,, que convirtiera"í$í"J
á"
"i-lirü_-i#;-;
protegen a zus inregrantes de ia necesidad
¿" en una responsabilidad que la-comuniáad acoge de buen ""graclo.
desanollo crítíco, el-de la g"n.rrrl"id;J-- ""fr"nái;;i-;;;; En cuanto a las irrslitu.giones que p*r.gqr,'t ;¡";;;; T;-;;-
neratividad, sólo cabé'decii que,'"du.'l;i;rdtuciones codifican
la ética de la.sucesió' g"rr"rutiu". Incruso ..r*do ru t.adici¿rr-fiio-
7. GENERATIVIDAD VERSUS ESTANCAMIENTO sofica y,espiritual sugiere el renunciamiento al derecho a procrear
,,las
En este libro el acento esfá g a prodqclr, ese temprano vuelco a buestiones últimasi,, cuan-
our.ro:én las etapas de Ia infancia: 'ro está rnstrturdo en los movimientos monásticos" tiende a resoiver
cle no ser así, la secciór, .orr.rpor,áili"'r"U
?r*r"lii¿rá"ü.li al migrr¡o tiempo el problema de su relación .á" el Cuidado J.
necesariamente esencial, pu.s-.ri. término
abarci .l ¿.i"rrollo .u* las cnaturas de esre mundo y con la Caridad que lo trasciende.,
lutivo que ha hecho del io-bre el;;*; !"u. e insrituve. si éste fuera un libro scj6re ia vida adulta,'resultaríá i"áig"r,-
así como el oue aorende. La insistenci;,
;;; "n*n.
;;;d;'i."r'¿il:
eri--dramatizai ru iu"e"á;;-il'i;;'-nioo, *, respecto a Ios 3bl. y provechoso. comparar ahora ias teorías econóU.a, u fii.*
Iógicas_ (comenzando con las extrañas convergencias y diveige'rrcias
aduttos a menudo h;;.;;;-p;;#';; dependencia que Ia
""',tiene cón ,"ri"._to entre Marx y Freud) y pasar luego a .*.írir,", Iá relaciZn del
generación más vieia
a la mái ¡or"". eil"._ hombre con su producción así como con su progenie.
bre mad-uro necesitá ,rrtir* or.";ilá;
guía y el'aliento de aquello que ; j-, _"d,-rro necesira la
ha pioa.l"iJo.y que debe cuidar.
La generatividad, entoncei, .r, esenc¡a ú o;.;;;li"'p", . 8. INTEGRIDAD
establecer ", DEL YO VERSUS
{ áuiár.a la nueva.generación, aunque hay individuos DESESPERACTól¡
desgracia o dóido . doi., .rf".i"hJ
ll.:.1^". iLryl.
en orros sentidog no aplican este impulso a ü;;;;;
sü propia a.:";;;;: .Sólo en el individuo que en alguna forma ha cuidado de cosas
c,+ Y, de hecho, el cóncepto a. g*o"ti"la"¡ il;i"yé;;;il;: y
más populares tales como. productiíldad y r¡e ha adaptádo a los"triunfos v Ia. d"sil"sio";;inh;-
persqnás
rentes al hecho de ser el generador de otrb, ,.r.. hu*"oos o Ál
bargo-, no pueden reemplazarlo. "noi"lárl'{u;;il;: S,eleradol de producros e- i.!",as, p".a" *"á"r.i ;A;;l;;";
El .psicoanálisis necesitó algún tiempo para compreñder
que Ia el tiuto de estas siete eiapas.
capacidad de perderse en el "encuenrré .N-o_conozco mejor término para ello
menres lleva a una expansión gradual ¿u
-ü ;;;'üñ;
"iii" irrt.ro"r'á"1 ;;:,uo-u _que el de integridad del yo. A falta de una definición .1"r". se¡",
la¡é unos,pocos elementos que caracterizan dicho estado.'Es la
a una inversión libidinil ,q,i"llo t". ,"'g.rr"ra en esa forma.
"r,así'una effi seguridad acumulada del yo con respecto a su tendencia aI orden
La generatividad eonstituye y el significado. Es ut imor posmárcisista del yo hu*rrro loo
psicosexual v hmbién en eJ psicoso.i'"r."-r"i"i.l
eri el desarrollo
c"""á"'i"i'áliqr"il]
miento falta por comoleto, tiene Jugar una iegresión
el sí mismo- como una experiéncia gue transmitá u' cierto ord"r,
sidad obsesivá d" pr",rdointimidad-?-m"""¿" a una nece- del rnundo y sentido espiiitual, por'mucho que se hav¡ debido
con un sentimienro pagar por ella.
general de estancamiento y .r"p;t;";;;;ü Es- la aceptación del propio y único ciclb de vida
p"rsorr"l. Los indi_ como.algo que debía y que, necésarlamérrte, no permitía sus-
viduos, ent'nces' comienzan a fratarse a sí mismos -ser
como si fueran. titución alguna: significa así un amor nuevo y'distinto hacia los
su propio.y úTj:o hjjg y, cuando las condicion;61;;;ü1;
propios padres, Es una camaraderla con las fórmas organizadoras
remprana invalidez física o
?sicológiga s9 convierte u"lri.,rio de épocas remotas y con actividades distintas, tal como á e*pr.r"r,
de esa autopreocupación. Ér
- -"rJ h""ho l" ,"rr.,""o "lincruso de
d.e11ar- tener hijo_s, sín embargo, no basta prr,
en _los productos y en los dichos simples de tales tiempos y áctivi-

tividad.
il';;"; dades. Aunque percibe Ia relatividád de los diver*i .riilo, d.
.De hecho, parecería-que alglnoi;;d;ñ""r-ff:;
"1"rr"", vida que han otorgado significado al esfuerzo humano, el poseédor
a causa de la demora con que aparece"la o"p;;;;; ;;;"" d*"i i;; de integridad-está_siempie listo para defender la dignidai de zu
esta etapa. Las razones se éncuenrran *"".rdo
" ., i;;;;;r;;; propio estilo de vida contra roda ámenaza física y ecoiómica. pu"s.
INFANCIA Y SoCIEDAD 243
242 ERrK rr. EBrKsoN
siendo- válida. Y parece posible parafrasear aún más la relación
sabe gue una vida individual es Ia coincidencia accidental de sólír entre la integridad adulta v la confianza infantil diciendo que los
un ciólo de vida con sólo un fragmento de la historia; y que para niños sanos no temerán a la vida si sus mayores tienen la integri-
él toda integridad humana s€ mantiene o se derrumba con ese dad necesaria como para no temer a la mulrte.
-de
único estilo integridad de gue él participa. EI estilo de inte- .

gridad desarrollado por su cultura o su civilización se convierte


isí en el 'patrimonió de su alma", el sello de su paterlidad moral 9. UN DIAGMMA
de sí misrno (...?ero eI honor i Es patrimonio del alma: Calde'
EPIGENETICO
rón). En esa consolidación final, la muerte pierde carácter ator-
mentador. En este libro el acento está puesto en las etapas de la infancia.
Con todo, la concepción precedinte del ciclo dá vida necesita un
I-a Íalta o la pérdida de esta integración yoic¡ acumulada se tratamiento sistemático.
expresa en el ternor a la muerte: no se acePta el único ciclo de - Para prepararlo, concluiré este capítulo
con un diagrama.- En é1, como en-el diagrama de las ,o.ras | *o-
viia como lo esencial de la vida. La desesperación e4presa el sen- dos pregenitales, la diagonal representa Iá secuencia normatiía de
timiento de que aho¡a el tiempo que queda es corto, demasiado
adquisiciones p_sicosociales realiiadas a niedida que en cada etapa
corto para intentar oÍa vida y para probar caminos alternativos
un nuevo conflicto ¡ruclear_ agrega una nueva Cualidad yoica, in
hacia ia integridad. El malestar consigo mismo oculta la desespe-
nueyo c¡iterio de fortaleza humana acumulada. por debájo de la
ración, las más de las veces bajo la forma de mil pequeñas sensa-
diagonal hay un espacio para los precursores de cada .rn" d. .rt",
ciones de maleitar gue no eguivalen a un gran remordimiento: mi-
soluciones, todas las cuales existen desde el principio; sobre la dia-
lle petits dég1uts d.é soi, dpnt le total me fait pas un tenrcrds, nais
gonal hay un eqracio para los derivados dé esal adquisiciones y
wn géne obscure. (Rostand.) sus transformaciones en la personalidad ya madura y e.,
Para convertirse en un adulto maduro, cada individuo debe -adú-
ración.
desarrollar en grado suficiente todas las cualidades yoica-s mencio-
nadas, de modó que un indio sabio, un verdadero caballero y un -lros-s-upuestos subyacentes a tal diagrama son: l) que la perso-
nalidad humana se desarrolla en p-riniipio de acuárdo .on p"ro,
campesino maduró comparten y reconocen uff)s en otros la-etapa predeterminados en la disposición de la-personá en crecimi.r,to .
final de la integridad. Pero para desarrollar el eslilo Particxlar dg dejarse lleva¡ hacia un radio social cada iez más amplio, a tomar
integridad s,rgeiido por su ubicación histórica, cada identidad cul- conciencia de él y a inre¡acruar'con él; 2) que la soiiedad tiende
tural utiliza una combinación particular de estos conflictos, junto en principio a estar constituida de tal modo que satisface y provo
con provocaciones y prohibiciones eqpecíficas de la sexualidad in- ca esta sucesión de potencialidades para la inieracción y d. irrt"rr-
fantil. Los conflictos infantiles se vuelven creadores sólo si cuentan to-s Para salvagua"rlar y fomentar el ritmo adecuado y la secuencia
con el firme apo¡'o de las instituciones culfurales y las clases diri- adecuada de su desenvolvimiento. Este es el "manienimiento del
gentes especialés que las representan. $ fin- de acercarse a la inte mundo humano".
lridad o-de expeiimentarla, el individuo debe aprender a seguir Pero un diagrama sólo es una herramienta que avuda a pensar
i los port"dorei du i*ág"tt"s en la religión y en la polírica, en ei y no puede aqpirar a ser una prescripción que- debé seguirse, sea
orden-económico y en la tecnología, en la vida aristocrática v-en
en la_p¡áctica de la educación infantil, en la psicoterapia o en Ia
las a¡tes y las ciencias. Por lo tanto, la-integridad voica implica metodoJogía del estudio dél ni¡o. Al presenür las eiapas psico
una integración emocional que permite -la participaciQ ¡ro1 9o1- sociales bajo la forma de un diagramn epigenético, análogo al que
senrimiento así como la aceptación de la responsabilidad del li-
se utilizó en el Capítulo 2 para un análisis de las etapas psiio
denzgo, sexuales de Freud, lo hacemos teniendo en cuenta pasos metodo-
ElWebster's Dietionary tiene la gentileza de ayudarnos a com- lógicos definidos y delimitados. Uno de los propésitos de este
pletar este bosquejo en una forma circular. Confianza (el pr,mero trabajo es el de facilitar la comparación de las-etapas que Freud
áe nroror valores yoicos) se define- aquí como "la seguridad con discemió en un principio como sexuales, con otros programas del
reqpecto a la integridad de otro", el rlltimo de nuestros valorcs. d,esarrollo (físico, cognoscitivo). Pero todo diagrama delimita tan
Sospecho que WJbster se refería a-los:regocios--antes que a los sólo un plan y no debe entenclerse que nuestro bosquejo del pro-
niños, ¡' a[ crédito antes que a Ia fe. Pero la formulación siguc
244 ERIK H. TRIKSON ¡NFANcra y socrÉDAD 245

grama psicosocial aspira a implicar oscuras generalidades con ree bién deja lugar para variaciones en el ritmo y la intensidacl. Un
pecto a otros aspectos del clesarrollo o incluso de la existencia. Si individuu, o una cultura, pueden demorarse excesivamente en la
el diagrama, por ejemplo, enumera una serie de conflictos o crisis, confian-za y pa-sar de Il, salteando 12, a II2, o bien una progresión
no con-sideramos todo desanollo como una serie dé crisis: sólo afir- acelerada puede desplazarse dede Ii, saltéando IIt, a IIZ] Con
mamos gue el desarrollo psicosocial procede seqrln pasos críticos, lodq T supone que cada una de tales aceleraciones o retardos (re-
siendo lo "crltico" una caracte¡lstica de los cambios-decisivos, de lativos) tiene una influencia modificailorá'iiobre todas las etapas
los momentos de elección entre el progreso y la regresión, la ínte- posteriores.
gración y el retardo.
Quizás convenga formrrlar ahora las consecuencias metocloló- c01{tt¡il2t
gicas-de una matriz epigenética. Los cuadrados de trazo ¡nás grue- 3[il¡0nr0
0[tr f3
so sotre la-diagon_al significan tanto uriá secuencia.de etapas ó*o 0€sc0t¡f lÍt¡r
un desarrollo gradual de las partes constitutivas: en otras-palabras,
tulolt0iltt
el -diagrama fo=rmaliza una piogresión a través del tiempo de uná MUlC0Lai. 9t
diferenciación de las partes.- Eilo indica: l) que cada íiem crítico ü{¡r ufnGutüz¡.
de fotaleza psicosocial considerado.aquí es sistemáticamente tela-
cion_ado.con todos los demás, y que todos ellos dependen del des r0c0M0T0n. Úilcr¡flvl
arrollo apropiado, en la Secuencia adecuada, de iada ltem, y 2) GtNrlAr. ts
Cut P¡
que cada ltem existe en alguna forma anres de que llegue noimal-
mente su momento crítico,
Fra. 11
Si digo, por ejemplo, que una proporción favorable de con-
fianza básica con respecto a la desconfianza básica constitr¡ye el
pr-iger,:paso en la adaptación .psicosocial, y una proporción favo Asl, un ,dlagraqra epigenétto presenta un sistema de etapas
rable de'voluntad autónoma con respecto a la vergüenla y la duda, mutuamente de-pendíentes; y si bien las etapas individuales pueá"r,
el segundo, la afirmación diagramática corr"spirrdierrté, r"pi"r, haber sido_ eqploradas en forma más o menos completa o dienomi-
gn n{tmdro de ¡elaciones fundamentales que existen entre los dos nadas en forma rnás o menos'adecuada, el diagrama sugiere que
p4sos, áql como algunos hechos esencialei para ambos. Cada uno su estudio se efeétrle teniendo siempre en, cuenia la conf-iguración
de eilos llega a su culminación, enfrenta su crisis y encuentra su total de las,etapas, El diagrama invita, fueq a una ehÉoració¡r
solución perdurable durante la etapa indicada. Pero todas deben de todos zus recuadros vaclós: si hemos anotado Confianza Básica
exis¡ir desde el csmienzo en alguna forma, pues todo acto reqrriere en 11 e Integridad en VIII dejamos planteado el interrogante en
una integración de todos los otros actos. Asimísmo, un niño puede -8,
cuanto a qué podría haber llegado a ser la confianza etr uia etapa
mostrar algo similar a la "autonomía" desde el comienzo, en la dominada por la necesidad de integridad, tal como lo hacemos én
forma particular en que intenta airadamente liberarse cuando se cuanto a las caracterís iaas que puede tener e incluso qué nombres
siente apretado. Con todo, en condiciones normales, solb du- puede recibir en la Eápa dom¡nada por una tendencia n l.
rante el segundo año comienza a experimentar toda la oposición nomía (II l). Sólo qúeremos acenruar que la confianza "Jo- debe
crítica que signifiea ser urra criatura autónoma y, al mismo tiempo, haberse desarrollado pór derecho propiq antes de convertirse en
dependiente; y sólo entonces está listo para un encuentro decisivo algo más que el encuentro crítico en el que se desarrolla la auto
con su medio ambiente, un ambiente que, a su vez, se siente lla- nomía, y así sucesivamenter siguiendo la llnea vbrtical. Si, en la
mado a fransmitirle sus ideas y conceptos particularcs de autonomía última etapa (Vm l) cabe- eqpérar que la confianza se haya
y coerción en formas gue contribuyen decisivamente al carácter ¡' cqnvertido en la fe más madura que una persona que enveieie
la salud de su personalidad en su cultura. Es este encuentro, puede alcanzar en su marco cr¡ltui.l y *'perlodo iistórico, el
junto con la crisis resultantg lo que hemos descripto tentativa- cuadr_o permite la consideración no sólo de lo que debe ser la an-
mente en cada etapa. En cuanto"al pasaje de una etapa a la si- cianidad, sino taTbién de cuáles deben habér sido sus erapas
guiente, la diagonal indica la secuencia a seguir. Con todo, tam- preparatorias. Todo esto debería póner en claro que un cuaclro-de
INFANCIA Y SOCIEDAI) 247
246 ERIK H. ERIKSON
omiten alegremente todos los sentimientos "negativos" (desconfianza bá-
la epigénesis zugiere una forma global de pensar y repensar quc sica, etc.), que son y siguen siendo durante toda la vida la contraparte
deja los detalles relativos a la metodologí" y la terminologla.Para dinamica de los "positivos". EI supuesto de que en cada etapa se alcanza
un estudio ulterior ao. u¡a bondad que es rmpermeable a nuevos co¡llictos inrc¡nos y a .[as con-
dicrones cambranrcs constituye, según creo, un3 proyeccion en el desar¡ollo
inmndl de esa ideologra del éxito que puede impregnar tan peligrosamente
eÉ6 nuestras ensoúac¡<¡nes privadas y públicas y puede volvemos ineptos en
goo la lucna por uaa existencia signüicativa en una nueva era industrial de la
'histor¡a.
9'3É La personalidad lucha continuamente con los peligros de la exis-
zóe tencia, tal como el metabolismo del cuerpo Io hace con el deterio¡o.
Cuando llegamos a diagnosticar un estado de fortaleza relativa y los sin-
tomas de zu menoscabo, sólo enf¡entamos más cla¡amente las paradojas y
las uágicas poten¡iaüdades de la vida huu¡ana.
E¡';E El hecho de despojar a las etapas de todo salyo sus "logros" tierie
su conüaparte en los intentos por describirlas o estudiarlas como "rasgos"
o "aqrhaciones", sin construir primero un puente sistemático entre la con-
o9
<2 cepcioa propuesta en este [b¡o y los conceptos predilectos de otros inves-
?
if
ri tigadores. Si lo dicho se parece a una queja, no tiene como fin disimular
26
-t el hecho de que, al dar a esas fo¡talezas las designaciones por las cuales
han adquirido en el pasado incontables connotaciones de bondad superfi-
ciat simpatla alectada y virtud demasiado esforzada, he contribuido a
crear malentendidos y usos erró¡eos. Creo, con todo, que hay una rela-
ción intrínseca ent¡e el yo y €l lenguaje y que, a pesar de las vicisitudes
E'E: pasajeras, ciertas palabras hásicas conservau significados esenciales.
ó
Desde entonces, he intentado formular para el Htmanist Frcme de
ÉÉ c\¡ Iuüan Huxley (Allen y Ulwin, 196I; Haryer & Brothers, l9ó2), un
3 r9 bosquejo de fortalezas esenciales que la evolución ha introducido tanto
efr
-z I en el plan general de las etapas de la vida co-mo en las insrituciones del
l¡. hombre. Si bien no puedo exami¡ar aquí los problemas metodológicos
isvoluc¡ados (y agravados por mi uso del t&mino "virtudes básicas"),
É* debería induir la lista de dichas fo¡talezas porque constituyen en reaüdad
3 í3 el ¡ezultado perdurable de las "proporciones favorables" mencio¡adas a
9U
z cada paso. en el capítulo sobre etapas psicosociales. Helas aquí:
Confianza brásica versus desconfianza básica: irnpulso y esgÉrr¿nu.
!<.
: z. Autonomía versus vergüenza y duda: autocontrol y f*erza d.e w-
zó ati
_
oE luntdd,
?c Iniciativa versus culpa: dirección y papósin,
Industria ve¡sus inferioridad: método y capacüad.
Identidad ve¡sus confusió¡ de rol: devoción y fidelidad'.
Intimidad versus aislamiento: afüación y arnot.
3,Éi
gE" Generatividad vernrs estÍlr¡camiento: producción y culdailo.
Integridad del yo verzus desesperacíónr ¡enunciamiento y sabi.ilwh.
Las palabras en bastar¿li'lla se de¡orninan virtudes bdsicas porque sin
¿
o -< 'ellas, y zu reemergencia de una generacióu a otra, todos los otros sistemas,
'H
X : 9¡ ag
más cambiantes, de valores hurnanos, pierden su es¡líritu y su penitencia. De

FEaü €
ó
aÉ2¿ 8á E
¿A9.z:=
3
he podido dar una descripción más detallada sólo
esta lista, hasta ahora
de la fidelidad (véase Youth, Change ¿nd Chall'enge, E. H' Erikson,
'Pero
editor, Basic Books, l9ó3). una vez más, la lista representa una
40 Para dejar esta cuestión ¡ealmente abierta, serla necesario evita¡ concepción total dentro de la cual hay amplia o¡ortuoidad p¿¡ra ün €xa-
ciertos usos erróneos de toda esta croncepción. Entre ellos está el supuesto men de la terminología y la metodología. (E. H. E.)
de que el seDrimieDto de confianza (y todos los otros sentimientos "posi-
tivos" postulados) coustituye un logrq alcanzado de u¡a vez y pa:a siem-
pre e¡¡-un estado determinado, De hecho, algunos aütores está¡r tan-empe-
úados en construir wn esenh dc lagros a partir de estas etapas, que

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