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EL MIEDO AL DERRUMBE
¿Escrito en 1963? *
FORMULACION PRELIMINAR
111
. trigan por cuan to no lograrn
ue nos in I fi l .. os
.os otros problemas q . •éramos. A 1na senalaré la
. que qws1 d' . s
van 1, .ca el é,oto , ro pongo para su 1scus1ón.
en la c in1 d 1 teona que p
ampliaciones e a
VARIACIONES INDIVIDUALES
SIGNIFICADO DE "DERRUMBE" -.
..
He empleado d I'b d b"
lbreakdown] · · e 1 era amente el término "derrum e
porque es bastante vago y puede significar varias
1 '1 n
* En general, dentro de este contexto pu d
cosas, na falla de la organización de las de"' e entendérselo
mo u nos pregun t amos: ¿defensas contr e,ensas
co d'ato ? •
p
ero de
1
inflle un significado más profundo del térmi ª qué. Y esto nos
nev::emplear la palabra "derrumbe" para de~:~~rque necesi-
t8111 sas impensable que está por debajo de la ~se ~stado
de co Organ1zación de
1 5 defensas.
ª se advertirá que si bien es útil pensar que en el á b'to
. oneuros1s· 1o que subyace en las defensas es la m 1 de. las
ps1c l , b't d 1 angustia de
cas tración, en e am
.- d I 1 o e os fenómenos más P • ót'
sic 1cos que
tamos examinan o o que se aprecia es un derru b d
es blecim1en · to del self un1·tano.
· El yo organiza dete m e el
es ta b d . . nsas con-
tra el derrum e e 1a or_gan1zac1ón yoica, que es la amenazada
pero nada puede organ1z~r contra la falla ambiental, en tan~
y en cuanto la dependencia es un hecho viviente.
En otras palabras, lo que estamos examinando es una
inversión del proceso de maduración del individuo. Esto ine
exige reforrnular brevemente las primeras etapas del creci-
miento emocional.
113
. . [• dwelling]
una residencia in . (o relación psicosomática ), seo-.,:
b"Jda
l 'ón con el ob¡eto. ·
la re aci
de Esta es una grosera y exagerada simplificación, Pero Puede
bastar en este contexto. . .
Se observará que en esta descnpc16n el avance en el desa,...o.
11
AGONIAS PRIMITIVAS
l
, ritnitiva, y que habitualmente . logra
8gon
1
115
todav(a nofye exp~ri~TJ~!ad(b que adqt1ie
detalle del
- - d pasadoa busque da de ese detalle en el futuro.
qu~ . · ·
re la forma e un
A menos que
base de qu~ ese d
~:ir:~:
uta pueda operar con éxito sobre
ya un hecho, el pacie~te tendrá 1
trar lo que busca compuls1vamente en él
tju:
~. seguir temiendo encon
:__ futuro. . aciente está en condiciones de aceptar d ·
• Por otro lado, si e1P . d d d e
a]gun' modo est a ex t raña especie e ver
d. 6 a -que eso Que
, h
todaVIa no a s1 o 'd experienciado suce i . , empero,
. 1 en el, Pasa.
do- que da ab1er . t o el camino para experienc1ar L'. ll
a agonia en la
_
trans,erenc1a,
'.l.". •
co mo reacción frente . a las ,a as y· 1 errores
d . del
. El pac1e
analista. · nte podrá tramitar estos errores d L'. 11 s1 as .os1s no
·
son excesivas, y podrá dar cuenta . de . cad a ,a a técnica d de)
lista como contratransferenc1a. Dicho e o~ro mo o, po~_a
ana el pac1~
poco . te recoge la . L'.alla orioinal
b l.--; -
1, - - •• - -
del- ambiente
-.-w.•
facílfi1do~
••• - ~ ~; ··.••4 .
"de'ntTo del ámbito de su omnipotencia y de la expen_enc1a de'--
omnipotencia que corresponde al estado de dependencia (hecho
transferencia}). .
·· Todo esto es muy arduo, penoso y lleva tiempo, pero de
cualquier manera no es fútil. Lo fútil es la alternativa, que
ahora pasaremos a examinar.
LA FUTILIDAD EN EL ANALISIS
Miedo a la múerte
No son necesarias muchas modificaciones para transferir la
tesis del miedo al derrumbe a un miedo específico a la muerte.
Este miedo es quizá más corriente, y está incorporado a las
enseñanzas religiosas sobre un más allá, corno para negar el
hecho de la muerte.
Cuando el miedo a la muerte es un síntoma significativo, la
promesa de un más allá no brinda alivio, y la razón de ello es que
el paciente busca cornpulsivamente la muerte. De nu~vo, ~o que
busca es la muerte que ya sucedió pero no fue expenenc1ada.
117
euan do Keats decía encontrarse ,"8 1medias
ºd
enamorado d
e
una muerte tranquila"' estaba -se~n. a Idi~a q~e aqw expon,
go-anhelando el sosiego que tendna s1 pu ese rec~rdar" Que
había muerto; pero para recordar, se debe expenenciar la
muerte en el presente. . . .
La mayoría de mis ideas se inspiran en mis pacientes, y debo
reconocer mi deuda al respecto. A uno de ellos le debo la frase
"muerte fenoménica". Lo sucedido en el pasado fue la muerte
como fenómeno, pero no como la clase_ de hechos que nosotros
observamos. Muchos hombres y rnuJere~ se pasan la vida
preguntándose si para ellos sería una solución el suicidio, 0 sea,
entregar el cuerpo a una muerte que ya le ha sobrevenido a la
psique. Sin embargo, el suicidio no es una respuesta, sino un
gesto desesperado. Ahora co~prend~ por primera ~o que me
quiso decir una paciente esquizofrénica (que se swc1do) cuando
me dijo: "Todo lo que le pido es que me ayude a suicidarme por
la razón correcta, y no por una razón equivocada". No lo logré,
y se mató desesperada de hallar una solución. Su propósito
(ahora lo veo) era lograr que yo enunciase que ella había muerto
en su temprana infancia. Creo que sobre esta base, ella y yo
habríamos conseguido que ella postergase la muerte del cuerpo
hasta que la vejez se cobrara su tributo.
Así concebida, como algo que le aconteció al paciente pero
cuando éste no era lo bastante maduro para experienciarlo, la
muerte tiene el sentido de una aniquilación. Es algo así como el
desarrollo de una pauta tal que la continuidad del ser se vio
interrumpida por las reacciones infantiles del paciente ante la
intrusión de factores ambientales, posibilitada por las fallas del
ambiente facilitador. (En el caso de la paciente a que aludí, los
problema~ empezaron en fecha muy temprana, ya que hubo un
percatarn1ento prematuro, suscitado antes de nacer por el
pánic~ de la I?adre, a lo cual debe añadirse que el nacimiento se
complicó debido a una placenta previa no diagnosticada.)
Vacto
Mis pacientes me muestran, asimismo, que es posible ver 8
través de estos mismos lentes el concepto de vacío.
En algunos pacientes es menester experienciar el vacío, Y
fste
vacío pertenece al pasado, a la época anterior a aque1la en
ª que el grado de madurez hizo posible experienciar el' vacío.
Para entender esto es preciso pensar, no en un trauma, sino
118
e no pasara nada cuando algo provechoso pod , h b
en qu ria a er
pasado.
A un paciente le es más fácil recordar un tra
, d urna, que
cordar que na da paso cuan o podría haber pasado E
re . t b' . n ese
momento e.1pac~en e no sa 1a qu~ podría pasar, y por ende nada
pudo exper1enc1ar, salvo advertir que algo podría haber sido.
Ejemplo
Ilustraré esto con una frase del tratamiento de un paciente
una joven mujer que yacía inútilmente en el diván sin decir otr~
cosa que "¡En este análisis no pasa nada!".
. En la etapa que estoy describiendo, la paciente había propor-
cionado material en forma indirecta, de modo tal que yo estaba
enterado de que probablemente ella estuviera sintiendo alguna
cosa. Pude decirle que ella había estado experimentando senti-
mientos y su gradual desaparición, de acuerdo con una pauta
propia de ella, que la desesperaba. Esos sentimientos se vincu-
laban con la sexualidad y la feminidad. No se manifestaban
clínicamente.
En la transferencia, yo era en ese momento la causa (o casi)
de que su sexualidad femenina se viniera a pique; cuando esto
fue adecuadamente formulado, tuvimos en el presente un
ejemplo de lo que ya le había acontecido a ella innumerables
veces. En su caso (lo simplificaré en aras de la descripción)
había un padre que al comienzo, cuando ella era pequeña, rara
vez se hacía presente en el hogar y cuando venía no quería saber
nada con el selffemenino de su hija, ni le daba nada a modo de
estímulo masculino.
Ahora bien el vacío es un requisito previo del anhelo de
recibir algo de~tro de sí. El vacío primario significa, simplemen- ·
te, "antes de empezar a llenarse". Para que este estado sea
significativo se precisa una madurez considerable. .
' l
En el tratamiento el vacío es un estado que e pacien e · t in-
tenta experienciar, u~ estado del pasado que no puede rec~ rd ªr-
se a menos que sea experienciado en el presente por primera
vez
. 1
E 'd 1paciente siente
n a práctica, la dificultad resi e ~n que e de defensa
temor ante el carácter atroz de ese vacio, Yª manera d' do 0
org •
. aniza un vacío controlado no conuen O
h1e l 11 'd
° .
• d no apren ien ,
mpulsiva que o
l hace
n a ena cruelmente con una aVI ez co . mo tolerarlo,
sentirse loco. Si es capaz de alcanzar el vacío mis Y
119
d ncia del yo auxiJiar del analista
gracias as~ depe:r:ción como función placentera; Pu~:uede
iniciarse la mcorp comer que no es una función disocj e~.
tonces comenzar unrte de la personalidad; asimismo a(o d:
escindida) como Pªnzar a aprender placenteramente 1a1~!e
modo pueden c~met que no lograban hacerlo antes 08
d estros pac1en e5 , d 1 .
e nu d t do aprendizaje (as1 como e comer) es el vac·
La base e o . t 1 1 . io
.
pero s1 ésta no ufi e experienc1ada como a a.d comienzo ' 8e
. te en un estado temido, aunque persegw o compulsiva,
convier
mente.
No-existencia .
El afán de no-existencia personal puede examinarse de la
misma forma. Se comprobará que en este caso 1a no-existencia
es parte de una defensa. La existencia personal está represen-
tada por los elementos proyectivos, y el individuo intenta
proyectar todo lo que pudiera ser personal. Puede tratarse de
una defensa relativamente compleja, cuya fina1idad es evitar 1a
responsabilidad (en la posición depresiva) o la persecución (en
lo que yo llamaría la etapa de autoafirmación, o sea, la etapa del
YO SOY, con el corolario inherente YO REPUDIO TODO LO
QUE SEA DISTINTO DE MI. Aquí conviene recordar como
ejemplo eljue~o infantil en el que un niño le dice a otro: "Yo soy
el rey del castillo, tú eres un sucio* bribón")
En las relioiones esta 1·d d · ·
de ser uno cont:,•Dios ea pue e presentarse en el concepto
O con el u · p
• '
120
111
nar el self.
RESUMEN
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