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W.

Winnicott, uno de los psicoanalistas


más dotados y creativos del último
medio siglo, hizo perdurables
contribuciones a nuestra_ comprensión
de la mente de los niños. Sus ideas
influyeron en escuelas psicoanalíticas tan diversas
como las de Anna Freud, Melanie Klein y Heinz
Kohut. Pero también se difundieron fuera-de los
círculos profesionales: sus charlas dirigidas al
público lego encontraron eco, a lo largo de los·año_s,
en muchísimos padres y maestros que apreciaron la
perspicacia y lucidez de sus observaciones.
Esta compilacion reúne algunos de los trabajos más
importantes de Winnicott, entre ellos conferencias
hasta ahora 4léditas y en�ayos aparecidos en libros
y revistis difíciles de encontrar en la actualidad.
Desarrollan temas muy diversos -desde «El
concepto de individuo sano» y «El valor de la
depresión» hasta «La delincuencia como señal de
.esperanza» y «El_ precio de desentenderse de la
investigación psicoanalítica»- y explican
concepto��fundamentales de Winnicott, ·como el de
objeto tránsicional y el de falso self:
Todos reflejan la visión winnicottiana de las
maneras como el self en desarrollo interactúa con la
familia y lá sociedad. El lenguaje, claro y sin
rodeos, pone de manifiesto el profundo interés que
el tema inspiraba a Winnicott y destaca la precisión
de sus interpretaciones. El resultado es un libro que
entretiene mientras enseña.

Paldós
Psicología t:·ti
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Profunda 'i;:

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8. LA DELINCUENCIA JUVENIL COMO SIGNO ustedes harán cuando vuelvan a sus ocupaciones. O tal
DE ESPERANZA vez lo afecte de manera indirecta, porque a veces debe pa­
recerles un insulto a la naturaleza humana el hecho de
que la mayoría de los muchachos y chicas con quienes
tratan tiendan a ser un fastidio. Ust�d�a_procur..an.x�la.�---­
(Conferencia pronunciada en el Congreso de
cionar la delincuencia que ven todos los días con temas
Subdirectores de Reformatorios, reunidos en el King generales como la p�r�z�.Ja_yivienda __ inadecTacl�-:;)os
Alfred's College, Winchester, abril de 1967) h-mfares-desnecliós �i.
é ...1m.a,.fal!,a: ,,d_�_.lª�-PLº.Y.Jt:i.iP.n_�0$i�t
0
Desearia.. c;ee{-qü como resultadÓ de lo que voy a exponer
serán capaces de percibir un poco más claramente que en
cada uno de los casos que llegan hasta ust_�d,gs hY.lw..uu....c.o.:....
Aunque el título de mi conferencia consignado en �l mienzQ, y que inicialmente hubo una enfermedad, y que el
progr�ma es"�� delincuencia juvenil como signo de espe­ muchacho o la chica se convirtió eny,..!}:.!JJ,jJ.Q..4.JWJ.i.J!.ado. En
ranza , p�ferma haJ?..�����_s_de la "tendencia antisocial". otr'as"°p;.1abras, }o�queocumó·endeterminado momento
La r�zón es que este térmiJ].9J?_�ec:feap-Hca·rs'ita�iertas1eri-"' tenía sentido, aunque para cuando el individuo es con­
-seooeivañeñ
�enc1as g_11e__de_ tanto_ en_ t!}nto el extr"°emo fiado al cuidado de ustedes habitualmente ese sentido se
- . -
o
.. nor��� �..: �� �5.E�i;t, en nuestros propios hifos en niños ha desvanecido.
que viven en buenos hogares, y es aquí donde mejor se Una cosa más que quiero dejar en claro tiene que ver
_
advierte la relación gue ª_mij_uicio existe entre la:tflnde� con el hecho de que soy psicoanalista. No es mi intención
�i��ntisocial y la esperanza.C'iiañd�-eT�uch�ho o la afirmar categóricamente que el psicoanálisis esté en
niña ya se han eñaürecíao a·causa de la falta de comuni- condiciones de hacer 1m aporte directo al te:qna que nos
/ cación (al no reconocerse el pedido de auxilio que encierra ocupa. Suponiendo que lo esté, corresponde atribuirlo a la
.
el �S.t9~!!�tͧ9Q.ªl), cuando lo�ñeficios�s;¿-Únclar1oslian· labor desarrollada recientemente, labor en la que he
adquirido importancia y se ha alcanzado una gran des­ tomado parte formulando una teoría cuyo valor reside en
treza en alguna actividad antisocial, es mucho más difícil. que es correcta y que en alguna medida deriva del fondo
j advertir (pese a que aún está allí) el pedido de auxilio de comprensión que ha aportado el psicoanálisis.
revelador de la esperanza que alienta en el muchacho o la Llegamos así al principal enunciado que me propongo
niña antisociales. hacer, de ningún modo complejo. En mi opinión, que se
Otra cosa que deseo aclarar es que sé que yo no podría basa en la experiencia (pero, lo admito sin reservas, en la
_
hacer el trabaJo que ustedes hacen. Mi temperamento no experiencia con niños más pequeños-, que se hallan más
e� el adecuado Y, de cualquier modo, no tengo la estatura próximos al comienzo de su problema y que no provienen
n 1 la corpulencia necesarias. Tengo ciertas habilidades y de las peores condiciont>s sociales), la ten_d_f!._1],C_i�_a_nt{socia�
_
cierta clase de experiencia, y está por verse si es posible está iJJJr.ínsecamenteJ)_inculada a la deprivación. En otras
tende� �n puente entre las cosas de las que tengo algún ��ras, no se deb..e..iiii.to-�-1alfageneral de la
conoc1m1ento y la tarea que ustedes realizan. Tal vez lo socie.dad...com.o...a.una..fa.Ua-específica. En relación coñlos
que tengo para decir no afecte en modo alguno lo que
. ---
-i.;:"Ifi�s a los que me estoy refiriendo, puede decirse que las ..�·--·

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�.§,!!:§.J!Ja.J:..char..on•. lo._s u,fi.cien.temente. ..bie.n-Y-d�PJJ,..é..�..!!Q. esperanz�lo que significa que el niño, sin tener concien­
marcharon o ?_lf.tf:.'?..Í!,,,nJ.�f!!-.<]_lJ:.l.JL9,i.!'! t SQ.brevino un.ca.mlri.Q cia de lo que ocurre, se siente impulsado a retroceder a una
l
que alteró por completo l_a vida del niño, y ese cambio �poca ante_ri<?!,_a.__l�de _!�cl�p.rJ.YMió.nJ.__y a �ii_ufar, por ·10
l
-am6ieñta"SEfp:rirdojocuando el niño terÍía suficiente edad .tanto, el temor a 1a ansiedad o conf_usión impensable que
como para darse cuenta de-lo que estaba sucediendo. Ño exp�rimentó antes de que se organizara elestado-riéutral.
se traia-d·e que pueda venir aquí y darnos una conferencia Este es el engañoso fenómeno que deben conocer quienes
sobre sí mismo, sino de que, en condiciones adecuadas, es· custodian a los niños antisociales para poder encontrar
capaz de reproducir lo que ocurrió, porque por entonces sentido a lo que sucede a su alrededor. 9ada_vez_qge la __
estaba lo suficientemente desarrollado como para com­ situación permite a u� niño"'ªlentar.nue:v.as esper.anzas, la
prenderlo. Dicho de otro modo, en condiciones especiales tendencia antisocial se constityy}! en un rasgo_�_lLnkco_y_el
de psicoterapia es capaz de evocar,'á'trávés ·dei'mat�rial ..!!:,0Q._Se _vuelve difícil.
·
aportado en.§.1.g,�go.s; $��:��iii:i:>:s�itsh_charla, l�s_r�§g!?,_� Llegados a este punto, es necesario que se entienda que
�l'!�l!ciales..d.e_ l_ª deprivación original. estamos hablando de dos aspectos de una misma cosa: la
Quisiera establecei;u�·c��t�-aste entre esto y los tras- tendencia antisocial. Desearía vincular uno de esos aspec­
_1;.Qr.P.Qs.ambit:ll'.\t?-l�ª-.�l!rr-id�ñüíia·etapa más temp"rañ'á tos a la relación del niño pequeño con su madre, y el otro
del desarrollo�-�cionat"únheoé"deprivado de o�ígeiiono a un desarrollo posterior: la relación del niño con su padre.
ano.a por ahí tratando de convencer a alguien de que si El primero concierne a todos los niños; el se gundo con-
hubiera habido suficiente oxígeno todo habría estado cierne más especialmente a los varones. El primero tiene
bien·. Los trastornos ambientales que alte�an el desarrollo que ver con el hecho de· que �? madre, al ada_ptai:_� - � -�i:t?
emocionaf'd.éuñoebé. :no· dan 'origen a la .tendencia"antis�- necesidades de �-ºeq_ueño hij-0, le__Rermite descubrir.
°
cTal;proat§"ñaJteiadoiies 'de lá personalidad qÜeéfésem­ oojefoscreativarnente, promoviendo asj el _uso creativo del
bocan en una e_!l.fermedad de tiI!Q_Qs_�Qtú:o, de modo que el
niño será propenso a la enfermedad mental o bien andará
ndo-:-Cuañaoesto no
mtl sücéde;e1 niño pierde �O!!tacto cori
los objetÜ�1ii�orTantoj���_ri'acíciad ·4��-��c��_l'.i_r_c,r���iva--
por la vida con ciertas distorsiones en la prueba de rea­ mente. En un momento de esperanza extiende la mano y
lidad, tal vez con la clase de distorsiones que se consideran roba un objeto. Se trata deunacto compulsivo-yeriiiñO no
aceptables. La tendencia antisocial no se relaciona con -la sabe por qué lo ha· hecho. A menudo ló_rr-rlta sentirse
·------, •---.
privación si��-coñ.la"éieprívaé:lón. - · compelido a hacer cosas sin saber por qué. Naturalmente,
___ .,.to qile-·caracteriza a la teñd�ncia antisocial es que lJU�1?tilogr;ifica_x9bada en Woolworths no es satisfactoria:
iE1pu�.s�_ al _muchacho o la chi_ca a_ i-etroce4ei:�__u!!....t�empo no�s. el ooj��oque buscaba ,._y_dg_�11�lg_g!�Lm.Pd0Jo_que.
? llll:. �_lltado anterior aLdela.depri_VJl.G!Q!!, Un niño que e·s busca no es un objeto sino la capacidad dedescubrir._N:9
depriv1:1d� _ e�})E�Eilll�!_l�ª--primer.o-una.. .ansi.filiad. imp_�n­ opstari.f.e:i!U�ci.é�sei-ifii:.fo EJifüffaccrón_propla�di.' lo que _se .
��hie y}uego se reorganiza gradualmentiJasta alcanza"r hace en un mpmento de esl?eranza._ Robar una manzana
�-J!_e$J�do completamente né-ú.trál; ob-edece porque no es fo en un huerto está más en un punto límite. Puede estar
bastan!eJ�erte como para· hacer otr:_a _<::9s_a. Ese estad� madura y sabrosa y resultar divertido escapar a la perse­
puede ser muy satisfactorio desde el punto de vista de los cución del granjero. Pero también puede suceder que esté
que lo tienen a su cargo. Luego, por alguna razón, surge la
---- ---·----·- -- - -- ----·----
.
verde y produzca dolor de estómago al comerla, o que el

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muchacho tire las manzanas que ha ro bado e n lugar de
con sus impulsos d�!)--�Qr. El resultado , c':1ando todo
comerlas , o que organice el robo sin corr er el riesgo de -· -ma"i-�ha-bien, esqué ���ono�e la reahd��- l�s
escalar él mismo l a pared. En esta secuenci .
obs ervar la transición desde l a travesura n
a es p osible idea_�_d_e§!ru�ivas inherentes a la v!_g,a, al h�ch_o de vivir (
-----------·· ormal hasta el y ainar ,).'. e����ra_�J modo de protege__r}�1 m��.!!1--º a 13:s__
acto antisocial.
p�sonas y objetos que val9ra. Ü_!]������1:. vida c�ns- ....
�úe iñoaoque si examinamos esta primera expresión de
tructivamente par a poder tolerar la destrucfa��� É,�.!1..
l a tendencia antisocial, nos encontramos con algo lo ba,s­ l
reáf�e persiste e n su mente . Para poaer lograrlo e n �
tante común como para ser considerado normal. Nuestro lo defectibl emente un medio
cÜrso ae su aesarrol necesífcim
propio hijo se siente con derecho a tomar un bollo de la
que sea indestruc.tible en sus_Q§Jl.ectos...e.§�ales. Sin duda
despensa, o nuestro pequeño de dos años revisa la cartera
de su madre y saca unas monedas . En un e xtremo de la
fas alfombras se en sucian y el empapelado clelas paredes
debe renovarse y de vez en cuando se rompe un vidri? de
gama descubrir emos algo que está tomando la fo r ma de
una ventana, pero de algún modo �Ll}9gªc..se..mantrn_ne
un acto compulsivo carente de sentido e incapaz de
�ido, y detrás de todo es to está la c��fian za del niño en
brindar una satisfacción directa pero que se va transfor­
la relación entre sus padres; la fam1ha es una emp resa
mando en una destreza, mientras que en el otro extremo
en marcha. Quando se produce una -ª�rivaci6n en for m_?:__
ob servaremos algo que sucede una y otra vez en cada
de una ruptu�a; �oore !_Q_dO si los padr�s se s ep aran, �curr:
familia : un niño reacciona ante una p rivación relativa con
ajg9- miqya_ve en la org�ació� ment�l del mno.. Ue �
un acto antis ocial y l os padres responden con una indul­
��mto sus ideas e imE._ulsos agresivos deJ�� de ser mo­
gencia tempor aria que puede ayudar al niño a superar esa
cuos. Pienso 'que lo que sucede es que -�L:m�o as�!!1e d;
fase difícil.
-inm�diato el contro_l_quLha quedado vacante Y se identi­
Aunque el principi o es el mismo, me referiré también a
la deprivación_en_i:elación con el niño y s u padre. El niño
fi�; �;;-�clsi;t;�-a, cqn Jq_que pierde su p ropia i.m_p�l-e _
· sividad y es pontanei dad. El. e xceso de ansie@d_le �mp�d:
-ep.-este-Caso dg:é �i"vafon,ya qtie�inclüso·sise trata
una _ _n_iñ? 1. _e_st<;>_y__hablando delvarón.que hay en ella­
de. 'eirtoñces ·ero.pre�-��!._�?8:.. �.J�:P�!.imenta9�!!._ 9!:le �� per �!:.
tiria aceptar s u agre_siyfdad. Al igualque en el pr�mer ti�o
�o!l}prue ba que tene r señ"fimientos agresivos o ser �e­ a.;-d�p-;¡:.;aci6:n;·sigue un, período, bas tante satisfactorio
s_ivo n�_�e���i�ggos-a causa del marco-familia
r , qu�;s desde el punto de vista de los que es tán a car go, en �l que
una representación localizada de la sociedad. La co n- el niño se identifica más con ellos que co n su propio self
_fian��ie la madre eB._� esp��2..Q_�_z:iJ�_�y_uda que recibiría."; inmadur o.
�-i !a -�i��e_1:�,-��_la s����d l9 . -��!! _ o_quizá del policja, le · En este caso la tendencia antisocial lleva a que el niño,
permite al nmo explo rar to scamente activida des cada ve z g\!...e.JiesP.ie rta en él la es_p_�ranz�-ª� que se r��­
�-�str��!iv�s relacion adas con el movimiento en general, y tablezca la seguridad, se redescubr a a sí mismo, lo cual
también, más específicamente , l a destrucción relacionada
CQ.J1Ja_fa1J,ta��a__qt1_�-��--fü,_u.rnula en· tor no del odio. De este
imiilica J...r.edescubrimiento de su agresividad. Por
supues to, él no sabe qué ocur re; simplemente comprueba
modo (gracias a · la segm-ic;l.�4��Ifüeillo,alap-oyo que el que ha lastimado a alguien o que ha destrozado una
��di_:e �r:_es�a _a)�-��dre,_et�.),__ ��-nfüg�ued e hacer algo ventana. Por lo tant o , en.,.��aso la esperan_�_..!!Q..deter.,
n:iuy compl ejo: inte grar todos sus impul s os destr uctivos mina un pedido de auxilio baJO la for� a de_::1:! �?º• sino ____ ___
.

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____!,?�j o _la forma de ung_C!:.81:�2.t<!.r:trgl!..e_TJ-..t.tm;r.. La agresión suele rapéutica? En cierto sentido todas las comunidades son
ser absurda y carente de toda lógica, y preguntarle al niño terapéuticas, siempre y cuando funcionen. Los niño s no
agresivo por qué rompió la ventana es tan inútil como sacan ningún provecho de v� en u unn
��,.9_saótico, y
preguntarle al que ha robado po r qué se apoderó del _
tarde·o temprano, ante la falt�ce.cci.ón.fu:me,.. uno
· dinero . de ellos se co nvertirá en un dictad..9.r. Sin embargo , el
_Estas dos formas clíni�as que puede asumir la tenden­ fé"rnffno "terapéutico" tiene a un otro significado, que se
cia antisocial están vinculadas entre sí. En general el robo relacio na con el hecho de colocarse uno mismo en una
�� relaciona co�ña dei!ri_Y.ación más temRra1ta desde el posición en la cual pueda recibir comu nicaciones pro­
punto de vista del desarrollo emocional que el acceso <!_e cedentes de u n nivel profundo.
Jl.$.!:esi,vid-ªª- · La reacción de la sociedad ante estos dos Tal vez en la mayoría de los casos sea imposible para las
tipos de conducta antisocial provocada po r la esperanza personas que están permanentemente a cargo, hacer en sí
no difiere sustancialmente. Cuando un niño roba o comete mismas los ajustes necesarios qu e les darían la posibili­
una agresión, la sociedad no sólo tiende a no percibir el· dad de conceder a un muchacho un período de psicoterapia
mensaje, sino que se siente mo vida (casi sin excepción) a o de contacto perso nal. Ciertamente, yo no aconsejaría a
actuar en forma moralizadora. La reacción eSP,Q.nt.á....n..ea nadie a la ligera que intente el empleo de estos métodos.
más
--------
cºm_y!} __es castigar el ro bo y·-·---
. . --··- r!
·realizan todos los esruerzos posibles para o6ligar a joven
--�r.
el acceso maníac ,
o,_y se Pero al mismo tiempo creo que algunas perso nas pueden
manejar estas cuestiones y que los muchachos (o las
delincuente-a-dar-una.exnli.!=Jtci_Q!l b-ªi;tª.da.�:o JªJºgj.¿� la chicas)' obtendrían provecho de tales sesiones terapéuti­
cual, en realidad, es ajena a la cuestión. Después de cas especializadas. Lo q ue corresponde destacar, en todo
alguna:S-Eo':ras de ·unins1s"te"ii'teiñferrogatci'rio, comproba­ caso, es que�titud de una persona es muy-d(itirita:\
ción de huellas digitales, etc., los niños antisociales pro­ según que tenga a su cargo la dirección general o que es- \
ducen algún tipo de confesión y explicación simplemente tablezca una relación personal con un niño. Para c omen- ·
para poner fin a una indagación interminable e intole­ zar, la actitud hacia las manifestaciones antiso ciales es
rable. Esa confesión no tiene valor, sin embargo, porque muy diferente en uno y otro caso. Para quien tiene un gru­
aunque es posible que incluya algunos datos verdaderos, po a su cargo, la actividad antisocial es simplemente
no dice.nada sobre la verdadera causa, sobre la etiología inaceptable.
del trastorno. En realidad, el tiempo que se emplea en En la sesión terapéutica, en cambio, la moralidad no
arrancar. confesiones y en diligencias probatorias es viene al caso, salvo la que pueda manifestarse en el niño.
tiempo desperdiciad o. La sesión terapéutica no apunta a investigar los hechos,
Aunque lo que se ha dicho hasta aqu í quizá no infl uya y a q uienquiera qu e practique la psicoterapia le interesa,
en el manejo cotidiano de un grupo de muchachos o de no la verdad objetiva, sino lo que es real para el paciente:__
chicas, debemos examinar la situación para ver si en Hay en esto algo q ue puede traspo nerse directamente
ciertas circunstancias es· posible hallar una aplicación del psicoanálisis, ya que los psicoanafü;tas saben muy
práctica para la teoría. ¿Le sería posible, por ejemplo, a bien que en algunas sesiones se los acusa de cosas q ue no
una per.sona q ue tiene a su cargo a un grupo de muchachos han hecho . Un paciente acusará a su analista de haber
delincuentes pro mover contactos personales de índole te- cambiado deliberadamente de lugar algún objeto c on el

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propósito de desconcertarlo, o se manifestará convencido.. DEBATE
de.Jlll.�l analista prefiere a otro paciente, etc. Me estoy
refiriendo a lo que se denomina "transferencia delirante". En el debate que siguió, uno de los presentes formuló
U analista que no sabe defenderse . dil:á espontá­ esta pregunta: ¿cómo saber a quién escoger, de un grupo
!:_
neamente que él--ubjetoesta en el mismo lugar que el día de muchachos, para este tratamiento especial? Mí res­
anterior, o que ha sucedido por error, o que él se esfuerza puesta, que debía ser breve, fue que uno elegiría probable­
�lmáximo por tratar de i@al modq_�pacientes. mente a un muchacho que poco antes se hubiera puesto
�l;�_sí l-9 hac�,_gª1_a1�á.,.defia.pca.V.éJ,b:.<J,n®..!!J material que le -especialmente dificil. Este problemá clínico especial, o
brinda el paciente . El paciente está experl.'mentando en el bien acarrea la aplicación de un castigo, con el con­
presente algo que era real en algún momento de su siguiente endurecimiento; o bien se interpreta como una
pas_ ado, Y lg_fü�.ep.tación_pQJ'_fil,Jmalista del rol qµ_�� le comunicación indicativa de una nueva esperanza.· La
�S_l�a llevará a q�e el paciente abandone sus ideas cuestión es, ¿esperanza de qué?, ¿de hacer qué? Es una
@Jirap_t�s. Q�da la ne���idad en-que se encuentra-efaña­ pregunta difícil de contestar. El niño, sin saberlo, espera
!i�tª-<1� aceptar el r<1J_gue seJeJisigi.1:a:�a��Él=s�r._ muy dificil encontrar a alguien que lo escuche mientras retrocede
pasar del rol de __diri�r un grupo al. de aceptar a un hasta el momento de la déprivación o hasta la fase en que
indivi�uo, pero quien seacapazdeliacerro obfeidrá una la deprívación se afirmó como una realidad ineludible.-Lo
valiosa recompensa. A quien desee intentarl o es menester q� nosotros esperamos es que puedll.YQ.iyer...a..ex.l.lfilim_�
advertir�e, sin embargo, que �.saJare11.d.ep _ e_as.um,irne con tar, en relación con la persona que está actuando como
�_tal_seriedad.,Si_se ha de ver a un muchacho todos los sicoterápeuta, el intenso suñimiento que siguió inme:

��::�i:¿�}Z;j����-��������-:��f;��f�i-�t!¾�!�i; ;��
consecuencia predecible, �l Il!.1:1�1?-��h,,o¿�-�.iªi:_:(servirse
_ iatamente a la reacción provoca a por a_depriv�ci§�.:....
Tan-pronto como el niño ha utilizado el apoyo que puede
brindarle el terapeuta para revivir el intenso sufrimiento
., 4� eJlª:..f.>2.!_��P,����� q��.' ���ndo _coµtle,nc;e a c;��er.9..�-�� de ese momento o período fatídico, surge el recuerdo de la
confia?le.,Jo.1mmero-que..har.á..s�i:.á..dfüip�r.di ciar la. _Cosas é]}_oca�zjor a laJJ,Jll!.riy_ación. D; este modo, el niño
,�_g!}lp__e�ta,_de�-�-1:i~�er ace¡:>�g�!D'.'.J9l(!rada.�. Para desem­ recupera la capacidad de descubrir objeto�2.l.�¿;��id�d
peñar este rol de terapeuta no se necesita ser listo. Todo ªml?IeñfaTgµf1j2erg._i._ó.:.Recupera una relación creativa Con­
JQ..qg� n�.c:�sita es estar dis¡mesto a involucrarse,� la realidad externa o con el período en que la esponta­
.hQ,rnrip__�_�e��al r�ervado para ello, en lo_ql!.�-��a g_ue esté neidad, incluso cuando contenía impulsos agresivos; no
P.re.. �_E.lnt.��Il���e mgm�nto,!)..en_lo que sea� implicaba riesgo. Esta vez logra la recuperación sin robar
..surJa-de_!:B!. cooperación inconscient�J lo cUaCpronto se ni agredir; es algo que le ocurre automáticamente al
.desa:crollará.Y-1!aráJqg-ªLª-�n Eoderoso proceso. Es -;ste experimentar lo que antes le resultaba intolerable: el
proceso que tiene lugar en el niño lo que hace que las sufrimiento provocado por la deprivación. Con la palabra
sesiones sean valiosas. sufrimiento quiero expresar co_nfusión aguda, desintegra­
ción de la personalidad, caída interminable, pérdida de
contacto con el cuerpo, desorientación total y otros estados
semejantes. Una vez que hemos llevado al niño a esta zona

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y él ha sido capaz de recordarla y de recordar lo que
sucedió antes, no nós resulta dificil comprender por qué
los niños antisociales deben pasar toda su vida buscando
este tipo de ayuda. No pueden vivir en armonía consigo
mismos hasta que alguien- haya retrocedido en el tiempo
con ellos y i�s haya permitido volver a vivir el resultado
inmediato d� la deprivación y, en consecuencia, recordar.

El doctor Wiilnicott trató de aclarar aún más su posición


presentando como ejemplo el comienzo de una entrevista con
un muchacho que había cometido un robo. El muchacho se
arrellanó en una silla que había sido dispuesta en el consul­
torio para su padre. El padre se desempeñaba bien, en
consideración al niño, mientras que éste se aprovechaba de
la situación y la dominaba. Cualquier intento de encarrilarlo
hubiese anulado la posibilidad de utilizar la sesión en forma
constructiva. Gradualmente, el niño se dedicó a una especie
de juego. El padre aceptó salir de la habitación y a continua­
ción se estableció entre el niño y el terapeuta una comunica­
ciqn de profundidad creciente. Al cabo de una hora aquél
había recordado y descrito con mucho sentimiento el mo­
mento dificil que no había sido capaz de manejar aflos antes,
cuando se había sentido abandonado en un hospital.
Esta descripción se proporcionó para mostrar cómo la
persona que brinda psicoterapia tiene que dejar de lado,
mientras lo hace, todo lo que debe aplicar cuando maneja a un
grupo, aunque, por supuesto, al t�rmino de la sesión debe
retomar la actitud que posibilita el control del grupo. El
doctor Winnicott reiteró que no estaba seguro de que en los
grupos de los establecimientos correccionales fuera posible
combinar el manejo general con la atención individual, ni
siq1¡1iéra con uno o dos muchachos por vez. Creía, sin em­
bargo, que no carecía de interés el intento de describir las
dificultades inherentes a tal empresa y sus posibles bene­
ficios.

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