Está en la página 1de 5

INSTITUTO UNIVERSITARIO ECLESIASTICO

“SANTO TOMAS DE AQUINO”


Ernesto A. González J.
CI: 24.618.367

GOTTFRIED LEIBNIZ, CHRISTIAN WOLFF Y BARUCH DE SPINOZA

1. Gottfried Leibniz y la consolidación del racionalismo


Gottfried Wilhelm Leibniz, nació en Alemania hacia 1646, considerado como
uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII, se le reconoce como el
último genio universal, es decir, la última persona que pudo formarse
suficientemente en todos los campos del conocimiento; después de él solo hubo
especialistas en determinados campos. Durante su vida realizó profundas e
importantes contribuciones en las áreas de la metafísica, epistemología, lógica,
filosofía de la religión, así como en la matemática, física, geología, jurisprudencia e
historia. Sus ideas filosóficas se vinculan también con la tradición escolástica y
anticipa la lógica moderna y la filosofía analítica. Este, además, fue uno de los
primeros intelectuales europeos que reconocieron el valor y la importancia del
pensamiento chino como potencia desde todos los puntos de vista.
De esta manera, Leibniz es el más destacado representante del racionalismo,
junto con René Descartes, esto debido a que en su planteamiento situó el criterio
de verdad del conocimiento en su necesidad intrínseca y no en su adecuación con
la realidad; bajo su perspectiva el modelo de esa necesidad lo proporcionan las
verdades analíticas de las matemáticas, y, junto a estas verdades de razón, existen
las verdades de hecho, que son contingentes y no manifiestan por sí mismas su
verdad. El pensamiento filosófico de Leibniz aparece de forma fragmentada, ya que
sus escritos filosóficos consisten principalmente en una multitud de textos cortos.
La contribución más importante de Leibniz a la metafísica es su teoría de las
mónadas, estas son formas sustanciales dotadas de una determinación interna
cuya génesis se halla en Dios, la mónada primigenia, creadora de las infinitas otras
mónadas que conforman el mundo. Todas son sustancias individuales, son almas y
tienen, en contraposición de Dios, un cuerpo. Leibniz creía que cada pedazo de
materia no es sólo divisible infinitamente, sino que está dividido sin fin en más
partes, cada una de las cuales posee un movimiento propio, es decir, para él las
mónadas poseen una ordenación jerárquica especifica. Partiendo de estos
planteamientos, le fue fácil deducir que la esencia ontológica de una mónada es su
simpleza irreductible. A diferencia de los átomos, las mónadas no poseen un
carácter material o espacial.
En otro orden de ideas, la concepción leibniziana de la lógica es claramente
diferente de la concepción moderna. Leibniz mantiene el valor metafísico de las
verdades de razón, éstas son los principios de la realidad misma. En su sistema, la
preocupación formal se da junto a una preocupación por conocer la verdad. En este
campo desarrolló la doctrina de análisis y síntesis, junto con la ley de la identidad y
la de razón suficiente, con estas quería demostrar que la naturaleza de la verdad en
general consiste en el hecho de que es algo idéntico. En el campo de la psicología,
Leibniz es el primer filósofo en lanzar el tema del fondo inconsciente del alma. El
rigor en pensar la vida psíquica le llevó a disociar la percepción de la conciencia,
rompiendo con la tradición filosófica carente de la idea de una vida psíquica
inconsciente e introduciendo dicha noción en su teoría del conocimiento.

2. Christian Wolff; filosofía, ilustración y controversias


Otro representante del pensamiento moderno alemán es Christian Wolff,
nacido en el antiguo Reino de Bohemia en 1679, de clase baja, estudió teología
luterana y filosofía. Su vida no fue tan fácil, e incluso llego a ser acusado de ateo, lo
que le valió numerosas críticas a su pensamiento; sin embargo, a pesar de su
acercamiento al pensamiento chino, también defiende la idea de un ser necesario,
creador y providente, y concibe a Dios como un ser perfectísimo y realísimo. No
obstante, sus teorías sirvieron de base a los teólogos protestantes para atacar al
cristianismo. Este filosofo fue desterrado a Prusia, considerada como la cuna del
protestantismo, donde murió en 1754.
La corriente ideológica de Wolff fue racionalista, según la cual el
conocimiento puede ser alcanzado por medio de la razón como actividad desligada
de la realidad material que rodea al individuo. Su trabajo se centró en divulgar e
interpretar la filosofía de Leibniz. Fueron Leibniz y Descartes, las dos figuras más
relevantes que influyeron en el pensamiento de este filósofo. Se acerca a posiciones
más mecanicistas, ya que, para él, el orden del mundo, aunque sigue la leibniziana
armonía preestablecida, se asemeja mucho a un reloj o a una máquina.
La exigencia básica de Wolff es la de constituir un método de investigación
racional orientado hacia la fundamentación, capaz de dar razón de cada uno de los
pasos y razonamientos de la razón misma. Este proceso de fundamentación debe
basarse en el principio de no contradicción, distinguiendo dos tipos distintos de
contradicción, uno en sentido fuerte referido a la deducción y a la ciencia, propia del
conocimiento superior, y otro en sentido débil, la referido al conocimiento inductivo
de las relaciones entre ideas y hechos históricos. Wolff, en efecto, tiende a
desarrollar un sistema completo y pormenorizado de la razón y a ofrecer una
síntesis, concebida con fines iluministas, del cuerpo de las ciencias. El sistema se
presenta además como alternativa espiritual de las concepciones del mundo
basadas en la teología.
Wolff se limita en su obra lógica a sentar las bases conceptuales y formales
para esta tarea, pero no se compromete aún con una solución explícita. Lo que sí
hace es establecer una serie de clasificaciones de las ciencias en las que la
conjunción de lo racional y lo experimental aparece como una frontera más o menos
claramente sugerida entre las diversas disciplinas que aparecen en ellas. La vida
de Wolff transcurre por unos cauces paralelos a los de la elaboración de su
pensamiento, hasta tal punto, que al cabo de los años los principales episodios de
la biografía del filósofo se van identificando paulatinamente con los pasos por los
que progresa su obra. Este gran pensador alemán muere desterrado en la ciudad
de Halle en el año de 1754.

3. Baruch de Spinoza, brillante pensamiento repudiado


La expansión del pensamiento de la ilustración, continuó su camino con la
aparición de Baruch de Spinoza, que nació en Ámsterdam en 1632, de origen judío
y portugués, se convirtió en una figura filosófica líder de la edad de oro holandesa.
Durante su vida desarrolló ideas muy controvertidas con respecto a la autenticidad
de la Biblia hebrea y la naturaleza de lo Divino, lo que significó el rechazo de la
comunidad judía hacia su persona. Comúnmente era llamado ateo, sin embargo, en
sus obras nunca hizo un argumento en contra a la existencia de Dios. Este pensador
se ganaba la vida como pulidor de lentes en las afueras de Ámsterdam. Fueron
numerosas las obras que realizo durante su vida, consideradas por muchos como
de gran valor para el pensamiento filosófico, pero para las comunidades religiosas
sobre todo cristianas y judías como una colección de herejías.
La filosofía de Spinoza parte de la identificación de Dios con la naturaleza, y
se ha convertido en el mayor exponente moderno del panteísmo. Este
planteamiento llevó al extremo los principios del racionalismo, y dedujo toda su
filosofía de la definición de sustancia como aquello que es en sí mismo y se concibe
por sí mismo, es por esto que sólo podía existir una sustancia, la divina. Spinoza
negaba a Dios como creador de la naturaleza, considerando que Dios es la
naturaleza misma, con esto expresaba, que la naturaleza es causa de sí misma; y
que ella misma contiene en sí la causa, tanto de su existencia, como la de todas las
cosas.
Partiendo de estos argumentos, Spinoza creó un método monista, en el que
el pensamiento y la extensión se declaran como atributos de una substancia única,
que para él era la naturaleza. Dentro de la investigación metafísica, el conato es un
tema central en la filosofía de Spinoza, ya que, según él, cada cosa se esfuerza,
cuanto está a su alcance, por perseverar en su ser, es decir, las cosas particulares
son modos de Dios, lo que significa que cada uno expresa el poder de Dios de una
manera particular, además cada cosa se opone a todo lo que puede quitarle su
existencia.
En el terreno político, Spinoza rechazó el concepto de moral, por considerar
que implicaba una desvalorización de lo real en nombre de un ideal trascendente.
Todos los seres se guían por el principio de autoconservación, sobre el cual se
edifica el Estado como limitación consensual de los derechos individuales. Sin
embargo, lo que el individuo busca en el Estado es la conservación propia, por lo
que puede revolverse contra él en caso de que no cumpla esta función. Por lo tanto,
la moral que Spinoza defiende es una ética que aspira a la perfección mediante la
fortaleza y que podría situarse a medio camino entre la ética basada en la prudencia
que defendía Aristóteles y la ética basada en el deber que defendería Kant.
Dentro de sus aportes a la psicología afirma que el pensamiento y la conducta
están determinados, es decir que no hay libre albedrío, también toca el tema de la
pasión que para él reduce la probabilidad de sobrevivir, no se asocia a ningún
pensamiento y puede generar conductas inadaptadas, la razón debe ocuparse de
ella. Los comportamientos y pensamientos guiados por la razón conducen a la
supervivencia, los guiados por la pasión no. En definitiva, la filosofía de Spinoza
generó un importante rechazo en su tiempo, pero un siglo más tarde sería
recuperado y ejercería una importante influencia no sólo en el terreno de la
metafísica, sino entre poetas románticos. Este controvertido pensador murió en La
Haya en 1677.

Material consultado:
Cabañas, L. (2016). Dinamismo inconsciente en Leibniz. En Todo OpenEdition.
[Documento en línea]. Disponible en:
https://journals.openedition.org/cultura/2016#:~:text=1Leibniz%20es%20el%20
primer,en%20su%20teor%C3%ADa%20del%20conocimiento. (Consultado
2021, marzo 28).
Duignan, B. (2021). Christian, barón von Wolff: Filósofo alemán. En Enciclopedia
Británica. [Documento en línea]. Disponible en:
https://www.britannica.com/biography/Christian-baron-von-Wolff. (Consultado
2021, abril 6).
Guzmán, G. (2021). Baruch Spinoza: biografía de este filósofo y pensador sefardí.
En Psicología y mente. [Documento en línea]. Disponible en:
https://psicologiaymente.com/biografias/baruch-
spinoza#:~:text=Spinoza%20sostiene%20que%20hay%20tres,punto%20de%2
0vista%20de%20Dios. (Consultado 2021, abril 6).
Ruiz, L. (2018). Christian Wolff: biografía de este filósofo alemán. En Psicología y
mente. [Documento en línea]. Disponible en:
https://psicologiaymente.com/biografias/christian-wolff. (Consultado 2021,
marzo 31).
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de Gottfried Wilhelm
Leibniz. En Biografías y Vidas, la enciclopedia biográfica en línea. Barcelona.
[Documento en línea]. Disponible en:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/l/leibniz.htm. (Consultado 2021,
marzo 30).
Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografía de Baruch de Spinoza. En
Biografías y Vidas, la enciclopedia biográfica en línea. Barcelona. [Documento
en línea]. Disponible en:
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/spinoza.htm. (Consultado 2021,
abril 6).

También podría gustarte