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Biografía

Origen
Fue hijo del inca Huiracocha Inca y de Mama Runto; y su nombre original era Cusi
Yupanqui, cuyo significado es «Príncipe dichoso».1 Nació en el Cuzco, en el palacio
de Cusicancha o «Casa de regocijo», fronterizo al templo del Coricancha. Su ayo
Micuymana fue quien le enseñó historia, leyes y lengua, así como el manejo de los
quipus.

Desde muy joven fue admirado por los nobles incas, pues tenía la valentía,
inteligencia y madurez que tanto le hacía falta a su hermano Inca Urco (quien había
sido nombrado sucesor de Huiracocha Inca), del mismo modo mostraba aptitudes para
el gobierno y las conquistas, que de igual modo carecía su hermano.23 Al cumplir el
rito del Huarachico, el príncipe Cusi Yupanqui tomó parte de empresas militares,
bajo la dirección de los generales Apo Maita y Vicaquirao. Sarmiento de Gamboa
refiere que «sus jefes tenían buena esperanza por el valor que mostraba en su
florida adolescencia».4

Se dice que los nobles incas aconsejaron a Huiracocha que nombrara como su heredero
a Pachacútec, pero Huiracocha se había encariñado tanto con Inca Urco que siempre
lo prefería ante cualquiera otra persona. Cuando Huiracocha decidió retirarse al
valle de Yucay, envió la borla o mascapaicha (símbolo del poder real inca) a Urco,
que asumió así como correinante de la Confederación Cuzqueña. Sin embargo, Urco, en
vez de cumplir su función política, cayó en la holganza y pasó el tiempo en
diversiones y vicios.5

Conflicto con los chancas


Artículo principal: Guerra inca-chanca

La guerra de los incas contra los chancas ha sido considerada como el episodio
fundamental de la organización del Tahuantinsuyo. Su recuerdo inspiró muchas formas
de representación artística. La ilustración muestra un soldado chanca atacando a
soldado inca (detalle de la pintura de Juan Bravo).
Hacia 1430 se produjo la invasión de los chancas. Se hallaban estos ya en
Vilcaconga, cuando enviaron sus emisarios a Cuzco para exigir la rendición a
Huiracocha Inca. Este, ya anciano y temeroso del poderío de los invasores,
respondió que estaba de acuerdo con someterse y que deseaba entrevistarse con el
jefe chanca. Acto seguido, Huiracocha y su hijo Inca Urco huyeron del Cuzco y se
refugiaron en el fuerte de Caquia Xaquixahuana, 6n 3 ante la sorpresa de la etnia
inca, que depositó entonces su esperanza en el joven príncipe Cusi Yupanqui, que
recibió el apoyo de los generales Vicaquirao y Apo Mayta para organizar la defensa
de Cuzco.7n 4

Cusi Yupanqui pidió a su padre que regresara a encabezar la defensa de Cuzco, pero
al recibir su negativa, hizo un llamado general a las etnias vecinas para resistir
juntos a la amenaza Chanca. Los Canas fueron los únicos que se aliaron a los incas,
mientras que por otro lado, los Ayamarcas fueron los únicos que apoyaron a los
Chancas; las demás etnias esperaron a ver el bando sobre el que se inclinaría la
victoria para unírseles a él.8

La primera batalla fue en Cuzco, donde los soldados del ejército inca vencieron
favorecidos por las etnias espectadoras, que se les unieron en cuanto empezaron a
ganar. Luego, en Ichubamba, la victoria Inca se acentuó, dando origen a la leyenda
de los soldados de piedra.9

Una vez derrotados los Chancas, los incas alistaron las celebraciones en Cuzco a
las cuales Huiracocha fue invitado por Pachacútec; sin embargo, Huiracocha se negó
a recoger el fruto de la victoria, pues consideraba que ello debía hacerlo Urco,
por ser el correinante al momento de la invasión chanca. Obviamente, ni Pachacútec
ni nadie quiso recibir a Urco. Motivado por la envidia, Urco organizó un pequeño
ejército y marchó a Cuzco para derrocar a Pachacútec pero este, hábilmente
preparado, lo derrotó.10 Inca Urco fue herido de una pedrada en la garganta, siendo
capturado y descuartizado. Sus restos fueron arrojados al río Tambo.11 Mientras que
Huiracocha regresó a su refugio campestre de Calca y no quiso volver a vivir en el
Cuzco.

Ceñimiento de la mascaipacha

El noveno Inca: Pachacútec; dibujo de Felipe Guamán Poma de Ayala (coloreado) en


Nueva crónica y buen gobierno (1615)
Al morir Inca Urco, Cusi Yupanqui fue el único candidato para asumir el gobierno de
la confederación cuzqueña. Se iniciaron los preparativos para la ceremonia en la
que el príncipe se ceñiría la mascapaicha. A solicitud de Cusi, una comitiva de
orejones se dirigió a Calca en busca de Huiracocha Inca para solicitar y rogar que
fuera al Cuzco a entregar la mascapaicha al nuevo líder; de ese modo enmendaría la
deshonra de haber abandonado la capital en pleno conflicto contra los Chancas.12

"...y los tales señores caciques se fueron de allí derechos donde Huiracocha Inca
estaba y le dijeron cómo Inca Yupanqui los enviaba allí a que viesen en qué era
servido, que ellos le sirviesen; y como Virachoca Inca los viese delante de sí y
tan gran multitud de señores y de tanto poder, holgose mucho de ello (...). Después
de repartirles vasos de chicha y porciones de coca, levantose en pie Huiracocha
Inca y considerando que pues su hijo le enviaba aquellos señores y ellos tanto le
amaban y le querían por señor, que era justo que él asimismo en ello les animase.
Les hizo cierta oración, por la cual él de su parte les agradecía lo que por él y
por su hijo habían hecho, y que ya sabían (...) que él hasta allí había sido señor
del Cuzco, y que se había salido de él por causas que para ello le movieron; y que
de allí en adelante Inca Yupanqui, su hijo, había de ser Señor en la ciudad del
Cuzco".
Tomado de Suma y narración de los Incas, del cronista Juan de Betanzos.

Torre y monumento al Inca Pachacutec en el Cuzco, de varios pisos de altura, y un


museo en su interior.
Numerosas llamas cargadas de ofrendas comenzaron a llegar a la ciudad del Cuzco
desde los poblados vecinos e, incluso, desde más lejos. Del Anti se traían
innumerables cestas de coca, hierbas y resinas aromáticas; de los Yungas, por su
parte, llegaban conchas utilizadas en los sacrificios, así como pimientos y rocotos
rojos que serían empleados para sazonar el banquete real.12

Conforme se aproximaba el día de la ceremonia, los curacas y nobles confederados


invitados hacían su ingreso en la capital con gran fastuosidad rodeados por su
séquito. Cada uno de los visitantes traía hermosos regalos en señal de
reconocimiento, entre los que podían observarse vistosas andas, queros decorados,
suaves mantas, metales preciosos y exóticas plumerías. 13

Llegado el día esperado, después de que los sacerdotes encabezados por el willac
umu hicieran una serie de sacrificios y plegarias, incluyendo la inmolación de cien
niños como parte del ritual conocido como Cápac Cocha, el propio Inca Huiracocha
procedió a colocar la borla real en la cabeza del joven Cusi Yupanqui, nombrándolo
de allí en adelante, como Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, es decir, «hijo del
Sol que transforma el mundo».14

Una vez investido como Inca, Pachacútec determinó que fuera su padre Huiracocha el
primero en rendirle homenaje. Para ello el viejo Inca debió beber una olla llena de
chicha hasta dejarla vacía. Sin ninguna objeción, Huiracocha cumplió lo ordenado y,
al terminar, se inclinó pidiendo perdón por haber abandonado el Cuzco en plena
guerra. Pachacútec, respetando siempre el rango del anciano, y a la vez como hijo,
lo ayudó a incorporarse inmediatamente.15
Gobierno (1438-1471)
Artículo principal: Tercera expansión del Imperio incaico

Retrato de Pachacútec por la "escuela cusqueña", siglo XVI.


Según la información recogida por varios cronistas, los historiadores aceptan
comúnmente que el gobierno de Pachacútec se inició alrededor del año 1438 y terminó
con su muerte alrededor del año 1471.16 Durante su gobierno, consolidó el Curacazgo
Inca frente a amenazas de pueblos locales y lo transformó en el Tahuantinsuyo,
iniciando una época imperial para los incas. Realizó varias expediciones
conquistadoras y encargó otras a su hermano e hijo respectivamente. Por todo esto,
su gobierno es reconocido como uno de los más exitosos en la historia de la América
precolombina.

Inicio de la expansión imperial


Al igual que sus antecesores, la primera actividad que debió realizar el nuevo Inca
fue enfrentar una rebelión, esta vez organizada por los descendientes ayarmacas de
Tocay Cápac. Una encarnizada batalla se llevó a cabo en Huanancancha, pero la
superioridad del ejército inca dio la victoria a Pachacútec, quien, decidido a
aniquilar definitivamente a los insurrectos, asoló los pueblos enemigos diezmando
gran parte de su población. Después de esta derrota, el peligroso curacazgo de los
ayarmacas no volvería a recuperar su antiguo poderío. El sinchi ayarmaca fue
conducido como prisionero al Cuzco, donde pasó el resto de sus días encerrado en
prisión.17

Durante los primeros meses de su gobierno, Pachacútec tuvo que someter a varios
sinchis vecinos del Cuzco: Páucar Ancho y Tocari Topa de Ollantaytambo; Ascaguana y
Urcocona de Huacara; y Alcapariguana de Toguaro. A diferencia de las guerras
realizadas en los reinados anteriores, estas campañas militares representaban un
verdadero esfuerzo por consolidar una unidad territorial, un predominio de los
cusqueños sobre sus comarcanos. Las numerosas guerras que sostendría en el futuro
le permitirían adquirir una enorme extensión territorial.18

Primera expedición conquistadora

El Templo del Sol de Vilcashuamán, mandado a construir por Pachacútec. Actualmente


bajo la iglesia erigida durante la conquista española.
Dominados los curacas vecinos, Pachacútec decidió organizar una expedición hacia
los antiguos territorios chancas. Al mando de más de 40.000 hombres, transportado
en andas, el Inca se dirigió hacia el río Apurímac. Al llegar a Curahuasi, a 26
leguas del Cuzco, entregó una palla del Cuzco al jefe o sinchi chanca Túpac Uasco.
Con este acto, Pachacútec logró la adhesión del sinchi. La expedición continuó
hacia Andahuaylas, donde, tras una reunión del consejo de orejones, se resolvió
avanzar hacia el territorio de los soras. La resistencia ofrecida por los sinchis
Guacralla, de Soras, y Puxayco, de Chalco, fue desbaratada con facilidad.19 Los
soras y rucanas huyeron hacia las proximidades del río Vilcas y se refugiaron en un
peñón.20

Pachacútec estableció su cuartel en Soras y permaneció allí todo el invierno, pues


las lluvias le impedían continuar. Pasado el invierno, salieron dos ejércitos
incas: el uno al mando de Cápac Yupanqui (hermano del Inca), que se dirigió hacia
la costa para conquistar el señorío de Chincha; y el otro al mando de Apo Mayta,
para cercar a los soras y los vilcas refugiados en el peñón de Vilcas. Sobre estas
campañas militares llevadas a cabo por los generales de Pachacútec, existe mucha
confusión entre los cronistas, y no es posible hacer una correlación cronológica de
los hechos.21

Después de permanecer algún tiempo en Soras, Pachacútec levantó su cuartel general


y se desplazó hacia Huamanga, conquistando todos los pueblos visitados en el
trayecto. El siguiente objetivo fue Vilcashuamán, un centro importante de la
región. Cuando llegó a este lugar, Pachacútec mandó construir un Templo del Sol y
varias edificaciones. De esta manera, el asentamiento se convirtió en un importante
centro administrativo.22

Una vez dominada toda la región de los chancas y sus confederados, se emprendió el
regreso a tierras cusqueñas. Antes de llegar a la capital, el Inca debió someter a
los sinchis Ocacique y Otaguasi, señores del pueblo de Acos, localizado a diez
leguas del Cuzco. Como represalia por haber sido herido en la cabeza durante el
enfrentamiento, Pachacútec desterró a los sobrevivientes y los reubicó en los
términos de Huamanga, donde está hoy el pueblo de Acos.23

Expedición hacia el Collasuyo


Habían pasado aproximadamente diez años desde la coronación de Pachacútec, cuando
el viejo Inca Huiracocha moría en su residencia de Calca. En honor a su rango,
Pachacútec organizó un solemne entierro. El cuerpo del Inca difunto fue paseado en
andas por el Cuzco portando sus armas e insignias reales. El cortejo fúnebre se
desplazaba acompasado por el lento retumbar de los tambores, cuyo sonido marcaba el
paso de decenas de guerreros.24

Al poco tiempo, Pachacútec reinició su campaña militar expansionista, enviando un


grupo de soldados al mando de Apo Conde Mayta hacia la frontera con los collas,
poderoso grupo que tenía como señor a Chuchi Cápac, también conocido como el Colla
Cápac. No tardó Pachacútec en unirse a estas tropas de avanzada, ingresando en
tierras enemigas hasta llegar al pie del Vilcanota.25

Enterado el Colla Cápac de la incursión inca en sus territorios, se dirigió con sus
ejércitos al pueblo de Ayaviri para esperar a los cuzqueños. Al llegar a esta
localidad, Pachacútec pudo comprobar que no se produciría un sometimiento pacífico,
por lo que se entabló una larga batalla. A medida que la lucha se prolongaba
temiendo ser derrotados, los collas se replegaron hacia Pucará, hasta donde fueron
perseguidos por los incas. En Pucará se libró un segundo enfrentamiento del que no
solamente salieron victoriosos los cusqueños, sino que lograron tomar prisionero al
poderoso Colla Cápac. Una vez asegurado el triunfo, Pachacútec se dirigió a Hatun
Colla, morada del curaca derrotado, donde permaneció hasta que todos los pueblos
subordinados se acercaron a rendirle obediencia.26

Tras pequeñas luchas con los pobladores de Juli y los pacasas, Pachacútec consiguió
dominar todo el Collao,27 dejando allí guarniciones y un gobernador general. Su
siguiente destino fue el territorio de Condesuyos: sus conquistas le llevaron por
Arequipa y Camaná. Terminado esto, regresó al Cuzco por Chumbivilcas.28

Ocurrieron también sublevaciones de algunos pueblos sometidos. Estando en el pueblo


de Cuyos, Pachácútec fue víctima de un atentado contra su vida. Un ollero se le
acercó y le dio un fuerte golpe en la cabeza, dejándolo herido, aunque no de
gravedad. El agresor fue apresado y bajo tortura confesó haber actuado por orden de
los curacas o caciques de Cuyos. Estos fueron apresados y ejecutados. El pueblo de
Cuyos fue arrasado. Otro acontecimiento importante que ocurrió en esta época fue el
nacimiento del príncipe Túpac Yupanqui, hijo de la coya Mama Anahuarque.29 30

Expediciones encargadas por Pachacútec

Pachacútec fue, además del iniciador de la expansión inca, el gran reformador de la


organización política del Cuzco incaico.
Tras la victoria sobre chancas y collas, las obligaciones legislativas y
administrativas de Pachacútec lo retuvieron en el Cuzco, por lo que tuvo que
encargar a sus subordinados las siguientes expediciones conquistadoras del Imperio
Inca, mientras él se encargaba de la remodelación del Cuzco y la consolidación del
gobierno imperial.31
La primera de dichas expediciones fue encargada a su hermano Cápac Yupanqui hacia
territorios del Chinchaysuyo, y las demás a su hijo y sucesor Túpac Yupanqui tanto
al norte como al sur del imperio. Con estas conquistas, el Tahuantinsuyo llegaría
cerca de su máxima expansión y mejor consolidación.

Expedición de Cápac Yupanqui al Chinchaysuyo


La conquista del Chinchaysuyo o las provincias del norte fue encomendada al general
Cápac Yupanqui, que ya se había destacado en la conquista del señorío costeño de
Chincha. Contaba con la colaboración de los guerreros chancas, al mando de Anco
Huallu.32

El ejército de Cápac Yupanqui marchó hacia el norte, siguiendo la ruta de


Andahuaylas. Asediaron la fortaleza de Urcocollac, al norte de Huamanga, donde se
habían refugiado un grupo de lugareños reacios a la dominación inca. Pero dos
ataques sucesivos de los cuzqueños fracasaron estrepitosamente. Hasta que un tercer
ataque, encomendado a los chancas, logró tomar la fortaleza. Esto provocó los celos
de los cuzqueños, que temieron que los chancas se envalentonaran y se rebelaran
contra su autoridad, por lo que informaron del hecho a Pachacútec. Por lo pronto,
continuaron juntos con la campaña conquistadora.33

El siguiente rival del ejército inca fue la nación huanca, del valle del Mantaro
(Jauja). Cápac Yupanqui les ofreció la paz a cambio de someterse, pero los huancas
se negaron y resistieron con valor. Finalmente fueron derrotados, aunque el general
inca se mostró magnánimo y liberó a los prisioneros, así como prohibió a sus tropas
dedicarse al pillaje.34

Luego, el ejército inca sometió Yauyos, Huarochirí y Canta (Atavillos). Prosiguió


su avance hacia Bombón, donde se halla la laguna de Junín (donde no encontraron
resistencia y se limitaron a cosechar los sembríos abandonados); y hacia Tarma
(cuyos habitantes, al verse en inferioridad militar, se sometieron).35

Estando en camino hacia el norte, a la región de Huaylas (actual Áncash), Cápac


Yupanqui recibió la respuesta de Pachacútec con respecto a los chancas: la orden
era que los exterminara a todos. Los chancas se enteraron del mensaje y a
medianoche levantaron su campamento y huyeron para internarse en la región
selvática, donde provenían sus ancestros.36

En Huaylas, Cápac Yupanqui, derrotó a los grupos étnicos confederados de huaylas,


pincos, piscopampas, huaris y conchucos, no sin antes construir el tambo militar de
Maraycalle. Luego de que el inca derrotara a una facción sureste, avanzó en
dirección norte hacia el río Yanamayo, donde fue atacado y obligado a retroceder a
un lugar elevado. Eligió las alturas de Yauya por su ubicación estratégica, donde
construyó un tambo militar. Desde este punto, dirigió los asedios a todas los
centros poblados de la región. Los confederados tuvieron ventajas sobre los
cusqueños debido a la ubicación elevada de sus fortalezas que las hacían
inexpugnables. Luego de medio año de batallas, los incas lograron derrotar a los
rebeldes.37

En persecución de los chancas, Cápac Yupanqui llegó cerca de Cajamarca, capital de


Guzmango Cápac, el señor de los cajamarcas. Este se alió con el Chimú Cápac, señor
de los chimúes de la costa, y enfrentó a los incas. Pero Cápac Yupanqui, apelando a
la astucia, apresó a los dos señores, y derrotó finalmente a los ejércitos aliados.
El botín que recogieron los incas fue fabuloso. Enorgullecido Cápac Yupanqui, llegó
a decir que había adquirido mayores trofeos que su hermano el Inca. Este desliz,
sumado al hecho de que se había extralimitado en muchas de sus funciones,
determinaron que Pachacútec lo condenara a la pena capital. Cápac Yupanqui murió
ahorcado, aunque no se ha determinado si le aplicaron la pena o se autoeliminó.38

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