Está en la página 1de 4

Huiracocha Inca

Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

Huiracocha Inca

Wiraqucha Inka

Inca del Cuzco

Cápac Inca

Brooklyn Museum - Viracocha, Eighth Inca, 1 of 14 Portraits of Inca Kings - overall.jpg

8° Cápac Inca

~1400 - 1438

Predecesor Yáhuar Huácac

Sucesor Inca Urco

Información personal

Nombre completo Hatun Tupac Hanan Qusqu

Nacimiento 1380

Cuzco

Fallecimiento 1448

Alrededor de Cuzco

Familia

DinastíaHanan Qusqu

Consorte Mama Runto

Heredero Inca Urco

Hijos Inca Urco, Pachacútec, Cápac Yupanqui

[editar datos en Wikidata]

Hatun Tópac, después llamado Huiracocha Inca (quechua: Wiraqucha Inka, 'el inca de Huiracocha'), fue el
octavo gobernante del Curacazgo del Cuzco. Tomó el nombre de Huiracocha Inca porque aseguró haber
tenido un sueño divino con el dios Huiracocha.
Durante su gobierno, conquistó algunos señoríos, hizo algunas obras en la capital (Cuzco) y en las pocas
provincias que había. Aceptó la rendición y entrega del Cuzco ante una embajada chanca y escapó con
sus hijos preferidos, esposas y sirvientes.

Índice

1 Onomástica

2 Biografía

2.1 Gobierno

2.2 Muerte

3 Obras

4 Notas

5 Véase también

Onomástica

Wira es la alteración de la voz wari = sol; de tal modo se puede decir que , significa "Sol del lago". A lo
dicho corrobora en que el dios Huiracocha representa a un viajero que desaparece viajando por el mar,
hacia el oeste.1

Biografía

Tras el asesinato de Yáhuar Huácac, fue difícil escoger a un heredero pues muchos de sus hermanos
fueron asesinados a su lado.

No fue hijo de Yáhuar Huácac; sin embargo, fue presentado como tal porque pertenecía a la misma
dinastía de su antecesor: los Hanan Cuzco.[cita requerida]

Gobierno

Artículo principal: Segunda expansión incaica


El octavo Inca: Huiracocha Inca; dibujo de Felipe Guamán Poma de Ayala en Nueva crónica y buen
gobierno (1615).

Conquistó los señoríos de Yucay y Calca. Ahí en Calca construyó su propio palacio. Recibió ataques
constantes de los ayarmacas y guayamarcas que logró sofocar exitosamente.

Mejoró la agricultura y los abastecimientos incas. Amplió las arboledas y la producción textil, implantó
los tocapus (figuras geométricas en la ropa de los nobles).

Viajó al reino Aimara dejando como Inca (vice-gobernante) a su hijo preferido: Inca Urco. En Aimara, se
hizo amigo de este y otros señoríos. Al retornar decidió vivir en su palacio de Calca para estar
permanentemente con Curi Chulpi, una esposa secundaria pero a quien amaba fervientemente más que
a ninguna otra. Esta misma le convenció de que abdicara en favor de su hijo con ella, Inca Urco, cosa que
Huiracocha aceptó.

A los pocos días de gobierno de Inca Urco, los chancas le enviaron dos emisarios pidiendo su rendición y
entrega incondicional de sus dominios, incluyendo Cuzco, Huiracocha aceptó y escapó a su palacio en
Chita junto a sus sirvientes, esposas e hijos.

Muerte

Tras su rendición, junto con su hijo Inca Urco abandonan la ciudad del Cuzco generando incertidumbre y
confusiones. Sólo quedaron en ella sus capitanes principales, Apo Mayta y Vicaquirao, junto con los hijos
de su Coya. Junto con ellos quedó Cusi Yupanqui (Pachacútec), joven militar apoyado por Apo Mayta,
quien hace un llamado general a las etnias vecinas, y tras conseguir aliados, combate y expulsa a los
chancas del Cuzco, posteriormente mata a Inca Urco en defensa propia, acto que causa el resentimiento
en Huiracocha Inca, quién nunca más volvió al Cuzco desde su huida.

Murió en el olvido, muy canoso (cosa poco común en los hombres de etnia andina) y sofocado por la
magnificencia de quién jamás nombró como sucesor: Pachacútec.

Su Mallqui fue Conservada por su Panaca hasta que a Gonzalo Pizarro le llegaron noticias de que en el
lugar donde se encontraba el Mallqui de Huiracocha se encontraba mucha cantidad de oro.
Ambiciosamente fue y se llevó el oro y quemó el Mallqui. Su panaca recolectó las cenizas y las puso en
una urna funeraria para su adoración hasta 1560, cuando aquella urna es encontrada por Juan Polo de
Ondegardo y es confiscada y enviada a Lima, Al Real Hospital De San Andrés

También podría gustarte