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Pachacútec Inca Yupanqui Cápac Intichuri (del quechua: Pacha Kutiq Inka Yupanki

Qhapáq Intichuri, «Inca del cambio del rumbo de la tierra, digno de la estima del
Soberano hijo del Sol»,n 1 nacido con el nombre de Cusi Yupanqui (Cuzco, ca. 1400-
Cuzco, ca. 1471) fue el noveno gobernante del estado Inca y quien lo convirtió de
un simple curacazgo a un gran imperio: el Tahuantinsuyo.

Tuvo como esposa a la novena coya, Mama Anahuarque, natural del Ayllu Chocco. Su
padre, Huiracocha Inca lo designó como sucesor alrededor de 1438, tras dirigir
victoriosamente la defensa militar del Cuzco ante la invasión del belicoso ejército
chanca.

Como parte de su visión de estadista y caudillo guerrero, conquistó muchas etnias y


estados, destacando su conquista del Collao, que acrecentó el prestigio de los
incas y particularmente de Pachacútec, quien por la notable expansión de sus
dominios fue considerado un excepcional líder, dando vida a historias épicas e
himnos gloriosos en tributo a sus hazañas. Numerosos curacas no dudaban en
reconocer sus destrezas e identificarlo como Hijo del Sol (en quechua, Intiq
Churin).

Mientras aún vivía, su hijo y sucesor Túpac Yupanqui derrotó al reino Chimú y
continuó con la expansión del Tahuantinsuyo. Además de conquistador, guerrero y
emperador, diversas crónicas afirman que fue también un gran administrador,
planificador, filósofo, observador de la psicología humana y carismático general.n
2

Pachacútec es el primer Inca del cual se encuentran referencias históricas que


corroboran su existencia, por cual es reconocido como el «primer inca histórico»,
sin embargo, la relevancia de su figura y legado, así como el de su denominación,
lleva a pensar a varios estudiosos que tiene una importancia mucho mayor que la de
solo un personaje, llegando a representar el inicio de toda una época de transición
y reestructuración para la sociedad inca, etapa de cambios que continuaría
posterior a su muerte en 1471, por su hijo Túpac Yupanqui y su nieto Huayna Cápac.

Índice
1 Biografía
1.1 Origen
1.2 Conflicto con los chancas
1.3 Ceñimiento de la mascaipacha
1.4 Gobierno (1438-1471)
1.4.1 Inicio de la expansión imperial
1.4.2 Primera expedición conquistadora
1.4.3 Expedición hacia el Collasuyo
1.4.4 Expediciones encargadas por Pachacútec
1.4.5 Expedición de Cápac Yupanqui al Chinchaysuyo
1.4.5.1 Expediciones al mando de Túpac Yupanqui
1.4.6 Consolidación imperial y renovación del Cuzco
1.5 Muerte y sucesión
2 Obras
2.1 Transformación del Reino a Imperio
2.2 Sistema de mitimaes y quechuización
2.3 Arquitectura y urbanismo
3 Momia y legado
4 Véase también
5 Notas
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Biografía
Origen
Fue hijo de Huiracocha Inca y de Mama Runto; y su nombre original era Cusi
Yupanqui, cuyo significado es «Príncipe dichoso».1 Nació en el Cuzco, en el palacio
de Cusicancha o «Casa de regocijo», fronterizo al templo del Coricancha. Su ayo
Micuymana fue quien le enseñó historia, leyes y lengua, así como el manejo de los
quipus.

Desde muy joven fue admirado por los nobles incas, pues tenía la valentía,
inteligencia y madurez que tanto le hacía falta a su hermano Inca Urco (quien había
sido nombrado sucesor de Huiracocha Inca), del mismo modo mostraba aptitudes para
el gobierno y las conquistas, que de igual modo carecía su hermano.23 Al cumplir el
rito del warachikuy, el príncipe Cusi Yupanqui tomó parte de empresas militares,
bajo la dirección de los generales Apo Maita y Vicaquirao. Sarmiento de Gamboa
refiere que «sus jefes tenían buena esperanza por el valor que mostraba en su
florida adolescencia».4

Se dice que los nobles incas aconsejaron a Huiracocha que nombrara como su heredero
a Pachacútec, pero Huiracocha se había encariñado tanto con Inca Urco que siempre
lo prefería ante cualquiera otra persona. Cuando Huiracocha decidió retirarse al
valle de Yucay, envió la borla o mascapaicha (símbolo del poder real inca) a Urco,
que asumió así como correinante de la Confederación Cuzqueña. Sin embargo, Urco, en
vez de cumplir su función política, cayó en la holganza y pasó el tiempo en
diversiones y vicios.5

Conflicto con los chancas


Artículo principal: Guerra chanca-inca

La guerra de los incas contra los chancas ha sido considerada como el episodio
fundamental de la organización del Tahuantinsuyo. Su recuerdo inspiró muchas formas
de representación artística. La ilustración muestra un soldado chanca atacando a
soldado inca (detalle de la pintura de Juan Bravo).
Hacia 1430 se produjo la invasión de los chancas. Se hallaban estos ya en
Vilcaconga, cuando enviaron sus emisarios a Cuzco para exigir la rendición a
Huiracocha Inca. Este, ya anciano y temeroso del poderío de los invasores,
respondió que estaba de acuerdo con someterse y que deseaba entrevistarse con el
jefe chanca. Acto seguido, Huiracocha y su hijo Inca Urco huyeron del Cuzco y se
refugiaron en el fuerte de Caquia Xaquixahuana, 6n 3 ante la sorpresa de la etnia
inca, que depositó entonces su esperanza en el joven príncipe Cusi Yupanqui, que
recibió el apoyo de los generales Vicaquirao y Apo Mayta para organizar la defensa
de Cuzco.7n 4

Cusi Yupanqui pidió a su padre que regresara a encabezar la defensa de Cuzco, pero
al recibir su negativa, hizo un llamado general a las etnias vecinas para resistir
juntos a la amenaza chanca. Los canas fueron los únicos que se aliaron a los incas,
mientras que por otro lado, los ayarmacas fueron los únicos que apoyaron a los
chancas; las demás etnias esperaron a ver el bando sobre el que se inclinaría la
victoria para unírseles a él.8

La primera batalla fue en Cuzco, donde los soldados del ejército inca vencieron
favorecidos por las etnias espectadoras, que se les unieron en cuanto empezaron a
ganar. Luego, en Ichubamba, la victoria Inca se acentuó, dando origen a la leyenda
de los soldados de piedra.9

Una vez derrotados los chancas, los incas alistaron las celebraciones en Cuzco a
las cuales Huiracocha fue invitado por Pachacútec; sin embargo, Huiracocha se negó
a recoger el fruto de la victoria, pues consideraba que ello debía hacerlo Urco,
por ser el correinante al momento de la invasión chanca. Obviamente, ni Pachacútec
ni nadie quiso recibir a Urco. Motivado por la envidia, Urco organizó un pequeño
ejército y marchó a Cuzco para derrocar a Pachacútec pero este, hábilmente
preparado, lo derrotó.10 Inca Urco fue herido de una pedrada en la garganta, siendo
capturado y descuartizado. Sus restos fueron arrojados al río Tambo.11 Mientras que
Huiracocha regresó a su refugio campestre de Calca y no quiso volver a vivir en el
Cuzco.

Ceñimiento de la mascaipacha

El noveno Inca: Pachacútec; dibujo de Felipe Guamán Poma de Ayala (coloreado) en


Nueva crónica y buen gobierno (1615).
Al morir Inca Urco, Cusi Yupanqui fue el único candidato para asumir el gobierno de
la confederación cuzqueña. Se iniciaron los preparativos para la ceremonia en la
que el príncipe se ceñiría la mascapaicha. A solicitud de Cusi, una comitiva de
orejones se dirigió a Calca en busca de Huiracocha Inca para solicitar y rogar que
fuera al Cuzco a entregar la mascapaicha al nuevo líder; de ese modo enmendaría la
deshonra de haber abandonado la capital en pleno conflicto contra los Chancas.12

"...y los tales señores caciques se fueron de allí derechos donde Huiracocha Inca
estaba y le dijeron cómo Inca Yupanqui los enviaba allí a que viesen en qué era
servido, que ellos le sirviesen; y como Virachoca Inca los viese delante de sí y
tan gran multitud de señores y de tanto poder, holgose mucho de ello (...). Después
de repartirles vasos de chicha y porciones de coca, levantose en pie Huiracocha
Inca y considerando que pues su hijo le enviaba aquellos señores y ellos tanto le
amaban y le querían por señor, que era justo que él asimismo en ello les animase.
Les hizo cierta oración, por la cual él de su parte les agradecía lo que por él y
por su hijo habían hecho, y que ya sabían (...) que él hasta allí había sido señor
del Cuzco, y que se había salido de él por causas que para ello le movieron; y que
de allí en adelante Inca Yupanqui, su hijo, había de ser Señor en la ciudad del
Cuzco".
Tomado de Suma y narración de los Incas, del cronista Juan de Betanzos.

Torre y monumento al Inca Pachacútec en el Cuzco, de varios pisos de altura, y un


museo en su interior.
Numerosas llamas cargadas de ofrendas comenzaron a llegar a la ciudad del Cuzco
desde los poblados vecinos e, incluso, desde más lejos. Del Anti se traían
innumerables cestas de coca, hierbas y resinas aromáticas; de los Yungas, por su
parte, llegaban conchas utilizadas en los sacrificios, así como pimientos y rocotos
rojos que serían empleados para sazonar el banquete real.12

Conforme se aproximaba el día de la ceremonia, los curacas y nobles confederados


invitados hacían su ingreso en la capital con gran fastuosidad rodeados por su
séquito. Cada uno de los visitantes traía hermosos regalos en señal de
reconocimiento, entre los que podían observarse vistosas andas, queros decorados,
suaves mantas, metales preciosos y exóticas plumerías. 13

Llegado el día esperado, después de que los sacerdotes encabezados por el willac
umu hicieran una serie de sacrificios y plegarias, incluyendo la inmolación de cien
niños como parte del ritual conocido como Cápac Cocha, el propio Inca Huiracocha
procedió a colocar la borla real en la cabeza del joven Cusi Yupanqui, nombrándolo
de allí en adelante, como Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, es decir, «hijo del
Sol que transforma el mundo».14

Una vez investido como Inca, Pachacútec determinó que fuera su padre Huiracocha el
primero en rendirle homenaje. Para ello el viejo Inca debió beber una olla llena de
chicha hasta dejarla vacía. Sin ninguna objeción, Huiracocha cumplió lo ordenado y,
al terminar, se inclinó pidiendo perdón por haber abandonado el Cuzco en plena
guerra. Pachacútec, respetando siempre el rango del anciano, y a la vez como hijo,
lo ayudó a incorporarse inmediatamente.15

Gobierno (1438-1471)
Artículo principal: Tercera expansión incaica

Retrato de Pachacútec por la "escuela cusqueña", siglo XVI.


Según la información recogida por varios cronistas, los historiadores aceptan
comúnmente que el gobierno de Pachacútec se inició alrededor del año 1438 y terminó
con su muerte alrededor del año 1471.16 Durante su gobierno, consolidó el Curacazgo
Inca frente a amenazas de pueblos locales y lo transformó en el Tahuantinsuyo,
iniciando una época imperial para los incas. Realizó varias expediciones
conquistadoras y encargó otras a su hermano e hijo respectivamente. Por todo esto,
su gobierno es reconocido como uno de los más exitosos en la historia de la América
precolombina.

Inicio de la expansión imperial


Al igual que sus antecesores, la primera actividad que debió realizar el nuevo Inca
fue enfrentar una rebelión, esta vez organizada por los descendientes ayarmacas de
Tocay Cápac. Una encarnizada batalla se llevó a cabo en Huanancancha, pero la
superioridad del ejército inca dio la victoria a Pachacútec, quien, decidido a
aniquilar definitivamente a los insurrectos, asoló los pueblos enemigos diezmando
gran parte de su población. Después de esta derrota, el peligroso curacazgo de los
ayarmacas no volvería a recuperar su antiguo poderío. El sinchi ayarmaca fue
conducido como prisionero al Cuzco, donde pasó el resto de sus días encerrado en
prisión.17

Durante los primeros meses de su gobierno, Pachacútec tuvo que someter a varios
sinchis vecinos del Cuzco: Páucar Ancho y Tocari Topa de Ollantaytambo; Ascaguana y
Urcocona de Huacara; y Alcapariguana de Toguaro. A diferencia de las guerras
realizadas en los reinados anteriores, estas campañas militares representaban un
verdadero esfuerzo por consolidar una unidad territorial, un predominio de los
cusqueños sobre sus comarcanos. Las numerosas guerras que sostendría en el futuro
le permitirían adquirir una enorme extensión territorial.18

Primera expedición conquistadora

El Templo del Sol de Vilcashuamán, mandado a construir por Pachacútec. Actualmente


bajo la iglesia erigida durante la conquista española.
Dominados los curacas vecinos, Pachacútec decidió organizar una expedición hacia
los antiguos territorios chancas. Al mando de más de 40.000 hombres, transportado
en andas, el Inca se dirigió hacia el río Apurímac. Al llegar a Curahuasi, a 26
leguas del Cuzco, entregó una palla del Cuzco al jefe o sinchi chanca Túpac Uasco.
Con este acto, Pachacútec logró la adhesión del sinchi. La expedición continuó
hacia Andahuaylas, donde, tras una reunión del consejo de orejones, se resolvió
avanzar hacia el territorio de los soras. La resistencia ofrecida por los sinchis
Guacralla, de Soras, y Puxayco, de Chalco, fue desbaratada con facilidad.19 Los
soras y rucanas huyeron hacia las proximidades del río Vilcas y se refugiaron en un
peñón.20

Pachacútec estableció su cuartel en Soras y permaneció allí todo el invierno, pues


las lluvias le impedían continuar. Pasado el invierno, salieron dos ejércitos
incas: el uno al mando de Cápac Yupanqui (hermano del Inca), que se dirigió hacia
la costa para conquistar el señorío de Chincha; y el otro al mando de Apo Mayta,
para cercar a los soras y los vilcas refugiados en el peñón de Vilcas. Sobre estas
campañas militares llevadas a cabo por los generales de Pachacútec, existe mucha
confusión entre los cronistas, y no es posible hacer una correlación cronológica de
los hechos.21

Después de permanecer algún tiempo en Soras, Pachacútec levantó su cuartel general


y se desplazó hacia Huamanga, conquistando todos los pueblos visitados en el
trayecto. El siguiente objetivo fue Vilcashuamán, un centro importante de la
región. Cuando llegó a este lugar, Pachacútec mandó construir un Templo del Sol y
varias edificaciones. De esta manera, el asentamiento se convirtió en un importante
centro administrativo.22

Una vez dominada toda la región de los chancas y sus confederados, se emprendió el
regreso a tierras cusqueñas. Antes de llegar a la capital, el Inca debió someter a
los sinchis Ocacique y Otaguasi, señores del pueblo de Acos, localizado a diez
leguas del Cuzco. Como represalia por haber sido herido en la cabeza durante el
enfrentamiento, Pachacútec desterró a los sobrevivientes y los reubicó en los
términos de Huamanga, donde está hoy el pueblo de Acos.23

Expedición hacia el Collasuyo


Véase también: Guerra del Collao

Pachacútec, emperador inca que reinó entre 1438 y 1471, tal como fue representado
en la crónica de Martín de Murúa a fines del siglo XVI.
Habían pasado aproximadamente diez años desde la coronación de Pachacútec, cuando
el viejo Inca Huiracocha moría en su residencia de Calca. En honor a su rango,
Pachacútec organizó un solemne entierro. El cuerpo del Inca difunto fue paseado en
andas por el Cuzco portando sus armas e insignias reales. El cortejo fúnebre se
desplazaba acompasado por el lento retumbar de los tambores, cuyo sonido marcaba el
paso de decenas de guerreros.24

Al poco tiempo, Pachacútec reinició su campaña militar expansionista, enviando un


grupo de soldados al mando de Apo Conde Mayta hacia la frontera con los collas,
poderoso grupo que tenía como señor a Chuchi Cápac, también conocido como el Colla
Cápac. No tardó Pachacútec en unirse a estas tropas de avanzada, ingresando en
tierras enemigas hasta llegar al pie del Vilcanota.25

Enterado el Colla Cápac de la incursión inca en sus territorios, se dirigió con sus
ejércitos al pueblo de Ayaviri para esperar a los cuzqueños. Al llegar a esta
localidad, Pachacútec pudo comprobar que no se produciría un sometimiento pacífico,
por lo que se entabló una larga batalla. A medida que la lucha se prolongaba
temiendo ser derrotados, los collas se replegaron hacia Pucará, hasta donde fueron
perseguidos por los incas. En Pucará se libró un segundo enfrentamiento del que no
solamente salieron victoriosos los cusqueños, sino que lograron tomar prisionero al
poderoso Colla Cápac. Una vez asegurado el triunfo, Pachacútec se dirigió a Hatun
Colla, morada del curaca derrotado, donde permaneció hasta que todos los pueblos
subordinados se acercaron a rendirle obediencia.26

Tras pequeñas luchas con los pobladores de Juli y los pacasas, Pachacútec consiguió
dominar todo el Collao,27 dejando allí guarniciones y un gobernador general. Su
siguiente destino fue el territorio de Condesuyos: sus conquistas le llevaron por
Arequipa y Camaná. Terminado esto, regresó al Cuzco por Chumbivilcas.28

Ocurrieron también sublevaciones de algunos pueblos sometidos. Estando en el pueblo


de Cuyos, Pachácútec fue víctima de un atentado contra su vida. Un ollero se le
acercó y le dio un fuerte golpe en la cabeza, dejándolo herido, aunque no de
gravedad. El agresor fue apresado y bajo tortura confesó haber actuado por orden de
los curacas o caciques de Cuyos. Estos fueron apresados y ejecutados. El pueblo de
Cuyos fue arrasado. Otro acontecimiento importante que ocurrió en esta época fue el
nacimiento del príncipe Túpac Yupanqui, hijo de la coya Mama Anahuarque.29 30

Expediciones encargadas por Pachacútec

Pachacútec fue, además del iniciador de la expansión inca, el gran reformador de la


organización política del Cuzco incaico.
Tras la victoria sobre chancas y collas, las obligaciones legislativas y
administrativas de Pachacútec lo retuvieron en el Cuzco, por lo que tuvo que
encargar a sus subordinados las siguientes expediciones conquistadoras del Imperio
Inca, mientras él se encargaba de la remodelación del Cuzco y la consolidación del
gobierno imperial.31

La primera de dichas expediciones fue encargada a su hermano Cápac Yupanqui hacia


territorios del Chinchaysuyo, y las demás a su hijo y sucesor Túpac Yupanqui tanto
al norte como al sur del imperio. Con estas conquistas, el Tahuantinsuyo llegaría
cerca de su máxima expansión y mejor consolidación.

Expedición de Cápac Yupanqui al Chinchaysuyo


La conquista del Chinchaysuyo o las provincias del norte fue encomendada al general
Cápac Yupanqui, que ya se había destacado en la conquista del señorío costeño de
Chincha. Contaba con la colaboración de los guerreros chancas, al mando de Anco
Huallu.32

El ejército de Cápac Yupanqui marchó hacia el norte, siguiendo la ruta de


Andahuaylas. Asediaron la fortaleza de Urcocollac, al norte de Huamangas, donde se
habían refugiado un grupo de lugareños reacios a la dominación inca. Pero dos
ataques sucesivos de los cuzqueños fracasaron estrepitosamente. Hasta que un tercer
ataque, encomendado a los chancas, logró tomar la fortaleza. Esto provocó los celos
de los cuzqueños, que temieron que los chancas se envalentonaran y se rebelaran
contra su autoridad, por lo que informaron del hecho a Pachacútec. Por lo pronto,
continuaron juntos con la campaña conquistadora.33

El siguiente rival del ejército inca fue la nación huanca, del valle del Mantaro
(actual ciudad de Jauja). Cápac Yupanqui les ofreció la paz a cambio de someterse,
pero los huancas se negaron y resistieron con valor. Finalmente fueron derrotados,
aunque el general inca se mostró magnánimo y liberó a los prisioneros, así como
prohibió a sus tropas dedicarse al pillaje.34

Luego, el ejército inca sometió Yauyos, Huarochirí y Canta (Atavillos). Prosiguió


su avance hacia Bombón, donde se halla el lago Junín (donde no encontraron
resistencia y se limitaron a cosechar los sembríos abandonados); y hacia la zona
donde se ubica la actual ciudad de Tarma (cuyos habitantes, al verse en
inferioridad militar, se sometieron).35

Estando en camino hacia el norte, a la región de Huaylas (actual Áncash), Cápac


Yupanqui recibió la respuesta de Pachacútec con respecto a los chancas: la orden
era que los exterminara a todos. Los chancas se enteraron del mensaje y a
medianoche levantaron su campamento y huyeron para internarse en la región
selvática, donde provenían sus ancestros.36

En Huaylas, Cápac Yupanqui, derrotó a los grupos étnicos confederados de huaylas,


pincos, piscopampas, huaris y conchucos, no sin antes construir el tambo militar de
Maraycalle. Luego de que el inca derrotara a una facción sureste, avanzó en
dirección norte hacia el río Yanamayo, donde fue atacado y obligado a retroceder a
un lugar elevado. Eligió las alturas de Yauya por su ubicación estratégica, donde
construyó un tambo militar. Desde este punto, dirigió los asedios a todas los
centros poblados de la región. Los confederados tuvieron ventajas sobre los
cusqueños debido a la ubicación elevada de sus fortalezas que las hacían
inexpugnables. Luego de medio año de batallas, los incas lograron derrotar a los
rebeldes.37

En persecución de los chancas, Cápac Yupanqui llegó cerca de Cajamarca, capital de


Guzmango Cápac, el señor de los cajamarcas. Este se alió con el Chimú Cápac, señor
de los chimúes de la costa, y enfrentó a los incas. Pero Cápac Yupanqui, apelando a
la astucia, apresó a los dos señores, y derrotó finalmente a los ejércitos aliados.
El botín que recogieron los incas fue fabuloso. Enorgullecido Cápac Yupanqui, llegó
a decir que había adquirido mayores trofeos que su hermano el Inca. Este desliz,
sumado al hecho de que se había extralimitado en muchas de sus funciones,
determinaron que Pachacútec lo condenara a la pena capital. Cápac Yupanqui murió
ahorcado, aunque no se ha determinado si le aplicaron la pena o se autoeliminó.38

Expediciones al mando de Túpac Yupanqui


Hacia 1460, cuando Pachacútec tenía 60 años de edad y casi 30 de reinado, nombró
como correinante a su hijo el príncipe Amaru Inca Yupanqui. Pero este se mostró más
apegado a las actividades pacíficas, en una época en que se forjaba el imperio
incaico a base de conquistas militares. Su carencia de cualidades militares se hizo
evidente cuando se le encargó la represión de una rebelión de los collas. Ello
provocó las críticas de los nobles, por lo que Pachacútec decidió separar a Amaru
Yupanqui del correinado. En su lugar fue elegido el otro príncipe Túpac Yupanqui,
que por entonces tenía 18 años de edad.39

Túpac Inca Yupanqui era lo contrario de su hermano. Ya desde temprana edad demostró
grandes dotes de guerrero. De inmediato, encabezó una expedición militar al
Chinchaysuyo para anexar más territorios. El mando efectivo lo tenían tres
generales, Tilca Yupanqui, Auqui Yupanqui y Túpac Cápac, todos hijos de
Pachacútec.40

Si bien la región entre el Cuzco y Cajamarca ya había sido anexada al imperio,


quedaban todavía focos aislados de resistencia. Uno tras otro, Túpac Yupanqui los
fue reduciendo. Llegado a Cajamarca, donde estableció su cuartel, dirigió sus miras
hacia el reino chimú. Sabiendo que era difícil atacar Chan Chan, la capital chimú,
por los arenales de la costa, elaboró una certera estrategia: bajar por las
quebradas andinas y cortar el suministro de agua de la ciudad, desviando el curso
de las torrenteras. Como Chan Chan se encontraba en medio del desierto, no tardó
muchos días en anunciar su rendición.41

Luego, Túpac Yupanqui se dirigió a la conquista de los chachapoyas, gente guerrera


que le opuso tenaz resistencia, pero que terminaron por ser sometidos. En otra
salida, Túpac Yupanqui marchó a la conquista de Cutervo, Huambo, Chota, llegando
posiblemente hasta Huancabamba.42

Terminada la primera expedición al norte, Túpac Inca Yupanqui volvió al Cusco con
numeroso botín y llevando a muchos orfebres y artesanos chimúes, para que enseñaran
esas artes en la capital. Descansó ahí dos años, y enseguida salió nuevamente hacia
el norte.43 Conquistó a los guayacondos, los bracamoros, los paltas, los cañaris.
Llegó así hasta la tierra de Quito-Carangue. Fundó Tomebamba (donde nació su hijo,
el futuro inca Huayna Cápac) y edificó la fortaleza de Quinche en las cercanías de
Quito. Habían transcurrido cuatro años desde que dejara el Cuzco, pero pese a que
era requerido en la capital, inició otra campaña de conquista en el norte, en la
costa del actual Ecuador, entre Manta y Guayaquil, donde derrotó a los chonos,
huancavilcas, punaeños y paches.44

Los pueblos costeros de Manta eran expertos navegantes, que se adentraban en el mar
en balsas de madera. Túpac Yupanqui se enteró a través de ellos de la existencia de
unas misteriosas islas llamadas Ahuachumbi y Ninachumbi, rebosantes de riquezas.
Entusiasmado por esta noticia, el joven inca organizó una nutrida flota de balsas,
que partió desde Manta a descubrir dichas islas.45 Las crónicas de Pedro Sarmiento
de Gamboa y Miguel Cabello Balboa relatan el éxito de esta expedición. A las
misteriosas islas a las que arribó Túpac Inca Yupanqui se las ha querido
identificar con las islas Galápagos, la isla de Pascua e incluso la lejana
Polinesia.46

Victorioso y con abundante botín, Túpac Inca Yupanqui emprendió el retornó al


Cuzco, del cual había estado ausente durante seis años. Su padre, el ya anciano
inca Pachacútec, salió a recibirle en Vilcaconga. Ambos entraron triunfantes en la
capital imperial, en medio de gritos de júbilo de la gente.47
Consolidación imperial y renovación del Cuzco
Mientras su hijo Túpac Yupanqui se encargaba de las expediciones conquistadoras,
Pachacútec se encargó y continuó con las remodelaciones de la capital del imperio:
la ciudad del Cuzco. Al haber aumentado la población de la capital, las demandas de
viviendas, alimentos y necesidades primarias también aumentaron, por lo cual
Pachacútec emprendió una serie de obras constructivas y agrícolas: la formación de
nuevos barrios, su distribución en solares y el levantamiento de nuevas plazas y
canchas; el Inca hizo despoblar varias áreas alrededor del Cuzco para que fueran
utilizadas como sementeras, reubicando a sus ocupantes en zonas con clima similar.
Del mismo modo, se intensificó la producción agrícola gracias a la creación de
canales en la ciudad del Cuzco, a la mejor distribución de aguas, a los nuevos
sistemas de almacenamiento y construcción de andenes.48

Ilustración de la crónica de Martín de Murúa que muestra al inca Pachacútec en el


Coricancha.
Puede considerarse su primera gran obra arquitectónica la reedificación del Templo
del Sol o Inticancha: la edificación humilde de sus antepasados se transformó en un
templo repleto de riquezas; se refaccionó la estructura con bloques líticos
obtenidos desde las canteras de Salu, a cinco leguas del Cuzco; por toda la nueva
suntuosidad del palacio pasó a ser conocido como Coricancha (Cerco de oro).

"Y visto por él (Pachacútec) el sitio donde a él mejor le pareció que la casa debía
se edificada, mandó que allí fuese traído un cordel, y siéndole traído,
levantáronse del lugar donde estaban él y los suyos, y siendo ya en el sitio donde
había de ser la casa edificada, él mismo por sus manos con el cordel midió y trazó
la Casa del Sol; y habiéndola trazado, partió de allí con los suyos y fue a un
pueblo que dicen Sallo, que es casi cinco leguas de esta ciudad, que es donde se
sacan las canteras, y midió las piedras para el edificio de esta casa, y así
medidas, de los pueblos comarcamos pusieron las piedras que les fue señaladas y las
que fueron bastantes para el edificio de esta casa (...) así como el Inca Yanqui la
había trazado e imaginado".
Tomado de Suma y narración de los Incas, del cronista Juan de Betanzos.
Otro de los cambios más importantes realizados por Pachacuti fue la división del
creciente imperio en cuatro suyos, teniendo como centro la ciudad del Cuzco
(ombligo del mundo); al este el Antisuyo, al oeste el Contisuyo, al norte el
Chinchaysuyo y al sur el Collasuyo.

Muerte y sucesión

Pachacútec no tuvo ninguna duda de que el joven Túpac Yupanqui era el más
capacitado de sus hijos para sucederlo en el poder (dibujo de Martín de Murúa).
Murió naturalmente en pleno apogeo del imperio, fue reconocido y valorado como el
más grande Sapa Inca por sus contribuciones a la expansión y consolidación del
naciente Imperio inca. Su momia fue llevada en su tiana o asiento, cargada por los
grandes señores hasta la plaza Aucaypata, donde se le rindió homenaje. Las exequias
reales se iniciaron con el encuentro entre las momias de Pachacútec y Huiracocha
Inca, su padre. El fallecido soberano fue vestido con suntuosas mantas y adornos de
oro y plata, además de un tocado de plumas y un escudo de armas. Finalmente, su
momia fue colocada en el centro de Tococache (actual barrio de San Blas, en Cuzco)
en un templo dedicado al trueno que él mismo mandó a edificar.

La sucesión en el mando del Imperio inca, fue asumida por su hijo, Túpac Yupanqui,
con quien había co-gobernado durante los últimos años y quien había demostrado una
gran destreza guerrera y conquistadora en las expediciones que Pachacútec le había
encargado tanto hacia el norte como hacia el sur del territorio imperial. De este
modo, sin ninguna objeción, Túpac Yupanqui se ceñiría la mascaipacha y asumiría por
completo el gobierno del Tahuantinsuyo, tras la muerte y exequias reales de su
padre.
Obras
Transformación del Reino a Imperio
Gracias a Pachacútec, los dominios del incario dejaron de constituir un simple
reino para conformar el Tahuantinsuyo, un Estado que logró dominar y controlar
política, militar y económicamente a otros estados y cacicazgos ubicados en las
proximidades de los Andes. Esta transformación devino de las victorias obtenidas
ante varios estados que rodeaban inicialmente el reino inca: principalmente la
confederación chanca y el señorío de los Ayamarca.

Sistema de mitimaes y quechuización


También se debió a Pachacútec la implantación del sistema de mitmakuna o mitimaes -
traslados- en todo el Tahuantinsuyo. Estos eran grupos humanos desplazados por el
Estado a cualquier punto conquistado por el incario a fin de cumplir tareas
específicas que vertebraran y cohesionaran el imperio. Los mitimaes colonizaban,
llevaban consigo las técnicas y modos de producción cusqueños, enseñaban las leyes
y costumbres y divulgaban la religión de los incas. También realizaban una labor de
control de las poblaciones recién incorporadas al Tahuantinsuyo. Su función era de
producir los elementos básicos que cubriesen las necesidades de los súbditos y la
de reproducir los rasgos culturales con el objetivo de quechuizar a los recién
incorporados.49

Arquitectura y urbanismo

Monumento a Pachacútec en Aguas Calientes, cerca a Machu Picchu en Perú.


Desde el punto de vista de los logros urbanísticos y arquitectónicos, Pachacútec
mandó canalizar los ríos Saphy y Tullumayo, que frecuentemente anegaba la ciudad
del Sol, Cuzco.

Asimismo reedificó y ornamentó con grandes riquezas el santuario del Inticancha o


recinto del Sol, cuyo nombre hizo cambiar por el de Coricancha, que significa
"recinto de oro".50El primer emperador inca restauró el palacio de Pomamarca o
Ciudad del Puma, y el de Patallacta, donde falleció, en Carmenca. Finalmente,
planificó la construcción del templo-fortaleza de Sacsayhuamán, ubicada al norte de
la ciudad del Cuzco, la misma que empezó a levantar su hijo Túpac Yupanqui y
concluyó su nieto Huayna Cápac, padre de Huáscar y Atahualpa. Algunos historiadores
le atribuyen también el arreglo del Acllahuasi en Cuzco, y la planificación y
construcción de la ciudadela de Machu Picchu.

Momia y legado
Como toda realeza inca, su cuerpo fue momificado y preservado por muchos años,
incluso después de la conquista del Perú. El último lugar conocido de haber
albergado sus restos fue el antiguo Hospital Real de San Andrés en Lima, Perú.

La figura de Pachacútec, dada la implicancia y connotación de su título en quechua:


el que transforma el mundo, ha sido objeto de innumerables discusiones de acuerdo a
la visión mítica e idealista que se tiene sobre él y la consolidación del Imperio
inca, para la visión andina.51

Otros historiadores recalcan su figura histórica y tienden a considerarlo como una


de las principales figuras en el desarrollo de las civilizaciones precolombinas
como, por ejemplo, diría de él el historiador británico Clements R. Markham: «El
más grande hombre que la raza aborigen de América haya producido»;52 otros
historiadores y cronistas comparan su figura con la de un Carlomagno americano,
haciendo referencia a la expansión del Estado Inca y la consolidación del imperio
que logró; e incluso a la de Solón, recalcando los dotes de legislador y estadista
que se cuenta tuvo Pachacútec.

El compositor peruano José María Valle Riestra (1858) compuso el poema sinfónico
Pachacutec: fantasía incaica, en honor al inmortal inca.

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