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INTERNO
El Derecho interno es el conjunto de normas que regulan las relaciones entre
individuos o instituciones o de estos con el Estado. El término se usa en
contraposición al Derecho Internacional, que regula las relaciones entre Estados u
otros sujetos de derecho internacional.
Existen diferencias importantes entre ambos. El Derecho interno se caracteriza
porque sus normas, con carácter general, emanan de instituciones determinadas y
se imponen a los destinatarios, siendo posible la aplicación coactiva. Por el
contrario, el Derecho internacional surge de la coordinación y acuerdo entre los
diversos sujetos y no existe un mecanismo consolidado de aplicación coactiva del
Derecho.
En pocas palabras, y para resolver el problema por su aspecto fundamental, el
Derecho internacional está diseñado principalmente para crear normas comunes,
para que podamos ponernos de acuerdo sobre las cosas en común, debemos ser
capaces de crear normas comunes. Si los Estados tropiezan con problemas
particulares, deben ser capaces de crear seguridad jurídica mediante la práctica
consuetudinaria; la elaboración de normas es esencial para el derecho
internacional.
Si Suiza tiene un problema con Indonesia y quiere celebrar un acuerdo con él, está
claro que este acuerdo no puede estar sujeto a la legislación indonesia ni a la suiza,
porque una de ellas tendría prioridad sobre la otra. Necesitamos un derecho
internacional público que sea común a ambos Estados y superior entre sí.
La creación de normas es necesariamente a nivel internacional, pero al mismo
tiempo, la implementación y aplicación de estas normas normalmente no caerá
dentro del ámbito del derecho internacional público porque no hay un estado
global en el que el derecho internacional encaje tan bien que haya estándares más
altos que otros. No podemos tener un órgano ejecutivo para todas estas normas
internacionales a nivel internacional, sólo puede ser embrionario y limitado.
El derecho internacional se ocupa de la creación de normas y la aplicación de las
mismas se deja en manos de los Estados; son los Estados a través de los órganos
que aplican. Esta opción es voluntaria, porque no queremos un "superestado" que
suprima la soberanía de los Estados; es un trabajo "a cuatro manos".
Si este es el caso, tenemos que explicar cómo estas normas internacionales entran
en el ordenamiento jurídico nacional. Por ejemplo, es necesario explicar cómo un
juez suizo puede tener en cuenta una norma internacional que no forma parte del
sistema legal suizo, porque un juez suizo sólo puede aplicar la ley suiza.
La forma en que se aplicará la norma internacional en el derecho interno
corresponde al Estado, tiene autonomía constitucional y puede optar por aplicar las
normas internacionales. La manera de lograrlo es una cuestión que compete a los
Estados soberanos.
La teoría dualista:
La teoría del dualismo sostiene que el derecho internacional y el derecho nacional
son dos ordenamientos jurídicos separados, cada uno supremo en sus respectivas
esferas de competencia. El postulado central de esta teoría es que cada
ordenamiento jurídico regula cuestiones distintas: el internacional regula la
conducta de los sujetos del derecho internacional (por ejemplo, los Estados y los
organismos internacionales), mientras que el nacional regula la conducta de las
personas y las autoridades en cada Estado. De esta distinción sigue que cada
Estado tiene libertad absoluta para definir la forma en que el derecho internacional
es incorporado en el derecho nacional, por lo que el derecho internacional no tiene
efecto directo ni es supremo al derecho nacional.9 Es cierto que las obligaciones
internacionales deben ser cumplidas de buena fe, y que el derecho nacional no
puede ser invocado como justificación para el incumplimiento de dichas
obligaciones. Pero para el dualismo estas reglas sólo son válidas en lo que respecta
a la regulación de la conducta de los Estados en sus relaciones internacionales.
La teoría dualista, conserva un criterio rígido de soberanía y es el sistema adoptado
por Colombia (Art. 214 C.P.). Colombia no ha declinado su soberanía. El traslado
de competencias a organismos internacionales está reservado para “promover o
consolidar la integración económica con otros Estados”. Las únicas disposiciones
constitucionales que tienen vocación monista y por lo tanto prevalecen en el orden
interno, son las que reconocen los derechos humanos (Art. 93 C.P.).
Para el dualismo, entre quienes encontramos como máximos exponentes a Hans
Triepel (1899) en la doctrina alemana y a Dionisio Anzilotti (1905) en la doctrina
italiana, el Derecho Internacional Público y el Derecho Interno se presentan como
dos órdenes jurídicos distintos, separados e independientes. Esto es así sostienen,
porque presentan distintos fundamentos, distintos sujetos destinatarios de sus
normas y porque distintos son los órdenes de relaciones que generan. En cuanto a
sus fundamentos, sostiene Triepel que el DI tiene como fundamento la voluntad de
un solo Estado, quien en forma unilateral organiza su sistema jurídico - político y
estructura su propio ordenamiento. En cambio el DIP encuentra su fundamento en
la voluntad común de los Estados, en la unión de estos sujetos en orden a satisfacer
intereses comunes.
En cuanto a los sujetos destinatarios, en el DI serían los individuos, mientras que
en el DIP, los Estados. De allí que se dé un diferente orden de relación. En el DIP,
al tratarse de un ordenamiento que regula principalmente relaciones entre Estados,
la relación es horizontal, de coordinación, dado el carácter de soberanos que deben
tener los Estados, en principio no se podría concebir el poder de uno sobre otro. En
cambio en el orden interno, la relación sería de carácter vertical, no de
coordinación sino de subordinación entre el Estado que impone las normas y el
individuo destinatario de las mismas y en definitiva, obligado al cumplimiento de
dichas normas.
Monismo
El monismo es una teoría que ha sido desarrollada y defendida por prominentes
filósofos y abogados internacionalistas. Esta teoría sostiene que el derecho
internacional y el derecho nacional forman parte de un mismo ordenamiento
jurídico universal, donde el primero es vinculante para todas las autoridades de los
Estados, y, además, es jerárquicamente superior al segundo. La idea de que el
derecho internacional, por ejemplo, tratados, costumbre y principios generales de
derecho es supremo al derecho nacional, por ejemplo, constituciones, leyes
generales, y decisiones judiciales, implica que las autoridades estatales deben
siempre preferir la aplicación de la norma de derecho internacional en caso de un
conflicto normativo, por ejemplo, entre una norma contenida en un tratado y una
Constitución. El efecto directo y la supremacía del derecho internacional requiere
que el Poder Legislativo adopte leyes de conformidad con el derecho internacional,
que el Poder Ejecutivo está obligado a siempre preferir la aplicación del derecho
internacional sobre el derecho nacional, y que el Poder Judicial debe emitir sus
fallos siempre de conformidad con el derecho internacional.
Monismo con primacía del Derecho Nacional: Para este monismo, existe un
único ordenamiento jurídico y en el cual el derecho nacional es jerárquicamente
superior al internacional. Éste está subordinado al interno.
Esta solución considera, pues, que el derecho internacional depende del nacional
porque cada Estado fija libremente su política exterior, señala omnímodamente
cuáles son sus compromisos internacionales e, inclusive, en el orden de todo
Estado se determina cuáles son los organismos estatales encargados de obligar
jurídico-internacionalmente al Estado y dentro de qué condiciones.
Monismo con primacía del Derecho Internacional: A esta corriente
pertenecen autores como KELSEN, KUNZ, VERDROSS Y LAUTERPACH. Los
doctrinantes de esta tendencia jurídica, piensan que el derecho internacional prima
sobre el derecho nacional, y por tanto, la validez del ordenamiento jurídico general
depende de aquel. Reviste dos matices, el radical y el moderado.
Monismo radical: cuyos teóricos sostienen que toda norma de derecho interno
contraria al derecho internacional es nula “ab-initio” (desde el principio) Esta
concepción fue propugnada, en un primer momento, por la Escuela de Viena, en
particular por KELSEN, quien pensaba que el derecho nacional está subordinado al
internacional. Del segundo depende la validez del primero.
Monismo moderado o estructurado: Los Estados tienen la obligación jurídico-
internacional de derogar las normas por ellos promulgadas en oposición al Derecho
Internacional, a petición del Estado perjudicado. Mediante este procedimiento el
conflicto originario entre el Derecho Internacional y el derecho interno se resuelve
a favor del Derecho Internacional.
https://temasdederecho.wordpress.com/2012/08/13/subjetividad-
internacional/
La subjetividad internacional es la aptitud para ser titular de derechos y
obligaciones conferidos por normas jurídicas internacionales, pudiendo hacerlos
valer ante instancias internacionales y siendo responsable internacionalmente en
caso de incumplimiento de las obligaciones.
Algunos ejemplos:
Personalidad jurídica
El reconocimiento de la personalidad jurídica del individuo en el plano
internacional, operó como respuesta a una necesidad de dicha comunidad.
Aunque el escenario internacional contemporáneo sea enteramente distinto del
de la época de los llamados “fundadores” del derecho internacional, el de la
construcción de un ordenamiento internacional actualmente aplicable tanto a
los Estados y organizaciones internacionales como a los individuos, posee
ciertos estándares de justicia que son universales. De ahí la importancia que
asume la personalidad jurídica del individuo, como sujeto del derecho tanto
local como internacional. La consagración de la personalidad jurídica
internacional de la persona humana representa una verdadera revolución
jurídica, que viene a dar un contenido ético a las normas tanto del derecho
público local como del derecho internacional.
El derecho internacional clásico se basó en un escenario constituido por una
comunidad internacional en la que predominaba una estructura interestatal. En
tal sentido, el derecho internacional clásico poseía una finalidad principalmente
de tipo relacional y competencial; es decir la regulación de las relaciones entre
Estados y la distribución de las competencias entre ellos. Esta postura originó
que los Estados fueran considerados como los únicos sujetos de derecho
internacional, y desde una perspectiva doctrinal los individuos eran solo objeto
del derecho internacional.
Jurisdicciones
La Personalidad jurídica tiene una importancia fundamental para encontrar un
acceso de los individuos a las jurisdicciones internacionales.4 La jurisdicción
internacional en materia penal ha captado la atención de los internacionalistas.
El Tribunal Militar Internacional de Nuremberg vendría a ser el primer ejemplo
de una Corte Internacional que trata directamente con los individuos. En las
instituciones europeas es donde encontramos los ejemplos de esta evolución del
derecho internacional, que se encuentra orientada a otorgar a los individuos el
acceso a las jurisdicciones internacionales.