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Existen dos dimensiones para afrontar las relaciones entre el Derecho Internacional y el
Derecho interno: la dimensión positivista, que es el análisis de la respuesta que ofrece
cada uno de los ordenamientos jurídicos acerca de cómo se integran las normas
internacionales en el ordenamiento interno, y cuál es la posición de estas normas en el
sistema jurídico estatal. La segunda dimensión es doctrinal.
Las dos principales teorías son la dualista y la monista. La polémica se ha suscitado desde
1899.
Importante para entender las diferencias entre derecho internacional y derecho interno es
el definir que se entiende por derecho interno. Este es el ordenamiento jurídico del
Estado, entendido así como el conjunto de normas que regulan las relaciones entre los
particulares y los particulares frente al Estado en un país determinado. Ejemplo de esto
son el Derecho interno de Perú, Argentina, Estados Unidos, entre otros.
Tal como ya ha sido explicado, las diferencias entre derecho internacional y derecho
interno son múltiples, puesto que tanto su ámbito de aplicación como su nacimiento son
diferentes. Es por esto que resaltaremos las diferencias fundamentales que estos dos
derechos poseen.
El dualismo como doctrina fue fundada por el jurista alemán Triepel, sos-
teniendo que las personas no pueden nunca ser obligadas ni beneficiadas por las normas
de derecho internacional. Sólo el Estado puede ser obligado o favorecido por ellas, en sus
relaciones con los otros Estados. Para que las normas del derecho internacional alcancen a
los individuos deben ser trans- formadas en disposiciones de derecho interno. Para Triepel
“el derecho inter- nacional y el derecho interno no sólo son partes diferentes del Derecho,
sino sistemas jurídicos diversos. Son dos círculos que están en contacto íntimo, pero que
no se superponen nunca”.
La oposición por razones de las fuentes y del contenido entre el derecho interno y el
derecho internacional, calificada como dualismo o pluralismo, hace convivir al derecho
internacional con tantos ordenamientos jurídicos como estados existan en las relaciones
internacionales.
La doctrina monista sostiene que el derecho internacional preside una con- cepción
unitaria de todo el derecho, del cual forman parte en un plano de subordinación los
ordenamientos jurídicos internos de los Estados. Esta con- cepción fue desarrollada por
Kelsen, Verdross y Kunz.
Para Verdross la regla pacta sunt servanda es la regla fundamental del derecho
internacional y esta regla es superior a la voluntad de los Estados, y también lo son
aquellas normas que deriven de ella, es decir, el derecho de gentes.
Triepel, aleman, y Dionisio Anzilloti, italiano. Estos dos autores son considerados como los
fundadores del dualismo. En cambio, la doctrina monista es obra principal de los
profesores Hans Kelsen, austrlaco, y Georges Scelle, frances.
2. Una violaci6n es manifiesta si resulta objetivamente evidente para cualquier Estado que
proceda en la materia conforme a la prdctica usual y de buena fe.
Artículo 2
2.A fin de destacar la importancia que se concede al principio de igualdad y no
discriminación, determinados textos legislativos contienen disposiciones expresas
encaminadas a recordar que está prohibido todo menoscabo de igualdad. Ello es cierto en
especial de la Ley de 19 de julio de 1997 que completa el Código Penal modificándose la
incriminación del racismo e incriminándose el revisionismo y otros actos fundados en
discriminaciones ilegales. Se explicará con mayor detalle esta ley a propósito del artículo
26 del Pacto. Además, cabe citar la Ley de 18 de agosto de 1995 sobre la asistencia judicial
que se explicará más ampliamente a propósito del artículo 14 del Pacto.
3.Por otra parte, hay que mencionar las revisiones recientes de la Constitución de
Luxemburgo de 1994, 1996, 1999 y 2000 destinadas a fortalecer los derechos de los
ciudadanos, así como la firma del Protocolo Nº 11, de 11 de mayo de 1994, aprobado por la
Ley de 5 de julio de 1996, que modifica los Protocolos Nos. 4, 6 y 7 y el Convenio para la
Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales.
El Estado
El Estado tiene la personalidad jurídica internacional natural y originaria, no obstante
algunas teorías han intentado negar su personería.
El sujeto propiamente dicho del orden jurídico internacional es el Estado, definido en la
Convención Panamericana de Montevideo en 1933, por cuatro elementos:
El levantamiento de los beligerantes debe estar regido por las normas y costumbre de
guerra, respetándose el Derecho humanitario, Convención de Ginebra, etc.
ocurre de esta manera. Por eso se habla de convencion: los diferentes paises.
Soberanía : es la autoridad más elevada en la cual reside el poder político y público de un
pueblo, una nación o un Estado sobre su territorio y sus habitantes. Es también la
independencia de cualquier Estado para crear sus leyes y controlar sus recursos sin la
coerción de otros Estados.
Competencia transnacional del Estado: es una evolución de los viejos Estados nacionales
de soberanía absoluto. Hoy frente los desafíos globales de la seguridad transnacional, los
activo, contrabando, soborno, tráfico de seres humanos, tráfico de armas, las actividades
La plenitud de las competencias territoriales. Significa que el Estado puede ejercer con
absoluta discrecionalidad el conjunto de funciones propiamente estatales, de naturaleza
básicamente legislativa, ejecutiva y judicial.
La exclusividad de las competencias territoriales. Implica que los Estados ejercen sus
competencias dentro de un determinado ámbito territorial, con exclusión, en principio, de
los demás Estados.
El derecho que en virtud de su soberanía e independencia tiene todo Estado a ejercer con
plenitud y exclusividad sus competencias territoriales, conlleva, a su vez, una serie de
obligaciones y límites impuestos, fundamentalmente, por normas generales del Derecho
internacional, al objeto de salvaguardar los derechos de los demás Estados y los intereses
de la Comunidad internacional en su conjunto.
10-Enumere los elementos indispensables que se requieren para que exista el Estado y
defina a cada uno de ellos (VER LOS ARTICULOS 9 Y 26 DE LA CONSTITUCION
DOMINICANA)
El Estado es una conformación humana, creada, regulada y ordenada por el actuar del ser
humano. Dentro de sus funciones se encuentran elementos que son de vital importancia
para la conceptualización del Estado dentro del ámbito político. Existen elementos
esenciales, los cuales ayudan a determinar la existencia del Estado y, por ende, a
caracterizar su finalidad.
Para la mayoría de los autores, los principales elementos esenciales son: territorio,
población y gobierno o poder político, y hay algunos autores que, a éstos, añaden el
derecho:
2) Territorio: se refiere al espacio que ocupa un lugar en el cosmos, que suele estar
delimitado o seccionado para una mejor organización y distribución de población. En
dicho espacio se realizan todo tipo de actividades, previamente reguladas por el hombre.
3) Poder: se refiere a un poder social que se enfoca en controlar, regular o sistematizar las
actuaciones de las y los individuos para dominar ciertos sectores sociales, objetivando las
decisiones de los demás. El poder político se centra en influir en la conducta humana.
11-Hable de las competencias del Estado en los espacios internacionales (ver artículos 9
y 26 anteriores.
El territorio como elemento o condición de existencia del Estado es el ámbito dentro del
cual
ejerce su competencia de forma general, en cuanto intenta satisfacer todas las
necesidades de
su población; y exclusiva, en tanto excluye la competencia de cualquier otro Estado o
sujeto
internacional.
En esta lectura desarrollaremos aspectos fundamentales que interesan al derecho
internacional con el tema expuesto: su concepto, naturaleza y modos de
adquisición, así
como también la regulación relativa a sus diferentes componentes, centrándonos
en el
territorio terrestre y los espacios marinos.
Se admite así la existencia de sujetos del D.I. de distinta naturaleza y con diferentes grados
de capacidad internacional que permiten diferenciar uno de otros. En este orden, y más
allá del estudio pormenorizado de cada uno de ellos que haremos a continuación,
podemos ver que determinadas características del Estado permiten esa distinción ab
initio: así, la soberanía que fundamenta el principio de igualdad soberana de los estados o
el territorio que le está sometido, lo distingue de los demás sujetos, particularmente de
las organizaciones internacionales; asimismo la organización derivada de su constitución
política lo diferencia de otros tipos de sujetos no organizados como la nación o los
individuos. Por otra parte el Estado es el sujeto de D.I.
La subjetividad internacional.
Para comenzar a estudiar este tema es importante delimitar sus alcances, lo que nos
permitirá efectuar algunas precisiones respecto de cuestionamientos habituales por parte de
nuestros alumnos en la tarea habitual del aula.
Es habitual considerar al medioambiente como bien común (Hardin, 1973), sin embargo se
está lejos de una definición nítida y exclusiva tanto del concepto de medioambiente como
del concepto de lo común, ya que ambos varían en función del ámbito desde donde se
analice, es decir, que depende del límite territorial a que se haga referencia (mundial,
estatal, provincial o 10caD, de las distintas sociedades y su situación socioeconómica, y de
los di- ferentes elementos que se involucren, por lo que la percepción y acción so- bre el
medioambiente también cambian. Por otra parte, las nuevas y cre- cientes demandas del
medioambiente como bien común (como es la conser- vación de la biodiversidad o de los
valores paisajísticos para el disfrute humano, por ejemplo) pueden entrar en contradicción
con los comunales tradicionales (la caza o la extracción de recursos forestales, por
ejemplo). Se está así produciendo un desafío en la relación entre los comunales tradicio-
nales y lo que se viene denominando como nuevos comunales: el medioam- biente, que
requiere una clarificación conceptual e histórica sobre el sentido de lo común.
En este trabajo se aborda la problemática conceptual del bien común para el caso del
medioambiente, así como el cambio histórico en su percepción social.
El sentido de lo común varía en función del ámbito desde donde se ana- lice, es decir,
dependiendo de la esfera territorial a que se haga referencia (mundial, regional, nacional,
provincial o 10caD, así como de los diferentes elementos que se involucren (aspectos
biofísicos como el agua, la masa fo- restal, el nivel de biodiversidad, los factores
climáticos...; aspectos sociales como el grado de transformación humana del territorio o la
estructura de pro- piedad de una sociedad...) y su consideración de valor (económico,
político, de herencia para generaciones futuras, de salud, estético, emocional...), de
manera que la percepción y acción sobre el mismo también cambian.
Las Naciones Unidas está a la vanguardia de los esfuerzos internacionales para asegurar el uso
pacífico, cooperativo y jurídicamente definido de los mares y océanos para el beneficio
individual y común de la humanidad. La urgente necesidad de un régimen jurídico
internacional efectivo sobre los fondos marinos y oceánicos, más allá de los límites de la
jurisdicción nacional, puso en marcha un proceso que se extendió 15 años y que fue testigo en
1958 de la creación del Comité de Naciones Unidas sobre los Fondos Marinos, así como de la
firma de un tratado que prohibía la utilización de armas nucleares en el fondo marino. En 1972
se convocó la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano y se aprobó la declaración de
la Asamblea General por la cual todos los recursos que se encuentren más allá de los límites de
jurisdicción nacional son patrimonio común de toda la humanidad.
La labor pionera de la ONU para la aprobación de la Convención de los Derechos del Mar de
1982 constituye un hito en la extensión del derecho internacional a los grandes recursos
hídricos que compartimos en nuestro planeta. Esta Convención ha resuelto numerosas
cuestiones importantes relacionadas con el uso de los océanos y su soberanía, como, entre
otras: