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SISTEMAS JURÍDICOS

APUNTES DEL PROFESOR PARA LA SEMANA 1:

INTRODUCCIÓN GENERAL A LA MATERIA

Dr. Jorge Cicero Fernández

I. INTRODUCCIÓN GENERAL A LA MATERIA

Tal y como se señala en la Carta Descriptiva, el objetivo general de la asignatura


Sistemas jurídicos consiste en que, al terminar el curso, el alumno sea “capaz de
comparar los diferentes sistemas y familias jurídicas para la interpretación
adecuada de los conflictos actuales en el ejercicio del derecho”.

Como igualmente se subraya en la propia Carta, ya sea en el ámbito judicial,


legislativo, administrativo, corporativo, político, diplomático o académico; y tanto
en el sector público como en el privado, el conocimiento de los principales
sistemas legales y familias jurídicas resulta imperativo para el profesional del
derecho, por varios motivos:

 Contribuye al conocimiento y al ejercicio del Derecho bajo una perspectiva


global e informada. Una de las principales fuentes del Derecho
Internacional, crecientemente incorporado directa e indirectamente en el
ordenamiento interno, no es otra que “los principios generales de derecho
reconocidos por las naciones civilizadas [sic]”; de ahí que, en la elección de
candidatos a la Corte Internacional de Justicia, sea primordial “no sólo que
las personas que hayan de elegirse reúnan individualmente las condiciones
requeridas, sino también que en el conjunto estén representadas las
grandes civilizaciones y los principales sistemas jurídicos del mundo”
(véanse, respectivamente, los artículos 38 y 9º del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia).
 Como resultado del tráfico jurídico internacional, así como del denominado
forum shopping, o “foro de conveniencia”, puede resultar aplicable a
determinado acto jurídico una ley extranjera que, adicionalmente, habrá que
aplicar dentro de ciertos parámetros como se haría en su Estado de
expedición (ver por ejemplo, Códigos Civil Federal, artículos 13 y 14; y
Federal de Procedimientos Civiles, artículo 86 bis).
 En prácticamente todos los ramos del Derecho, el conocimiento de los
desarrollos y mejores prácticas en países representativos de los principales
sistemas jurídicos, es en abono de procesos legislativos, deliberaciones
judiciales y decisiones administrativas de avanzada, sea que se trate del
combate a conductas como los delitos cibernéticos o la trata de personas;

1
del resguardo de derechos como los relacionados con los datos personales;
de la regulación de los estupefacientes; del ejercicio de jurisdicción
personal, territorial o extraterritorial; de la promoción del comercio y las
inversiones; o de la protección de nacionales en el extranjero.

Conocer un sistema legal equivale a compenetrarse de la identidad del país o


conjunto de países de pertenencia; en esa medida, contribuye a la construcción de
puentes de cooperación y amistad, al tiempo de contribuir a un pensamiento
jurídico con perspectiva global pero que contribuya la solución de los problemas
nacionales. Empero, pese a la globalidad y los avances tecnológicos, ello conlleva
el reto de superar barreras lingüísticas, culturales y hasta religiosas.

El presente curso ha sido estructurado teniendo todo lo anterior en mente, y es en


ese mismo sentido que se han seleccionado los materiales y diseñado las
actividades correspondientes.

II. ASPECTOS A DESTACAR PARA LA SEMANA 1

Esta primera semana nos enfocaremos en el concepto de los principios generales


de derecho, tal y como se abordan desde la perspectiva del Derecho Internacional.
En segundo lugar, se revisará la diversidad de sistemas jurídicos a nivel global; y
enseguida, nos detendremos en el Derecho Comparado y la comparación jurídica
como metodologías sine qua non de la ciencia jurídica actual.

PRINCIPIOS GENERALES DE DERECHO

Si bien el concepto “principios generales de derecho” puede tener una connotación


variable, dependiendo de la época, la disciplina y la fuente desde la que se aborde
el tema, se coincide en la importancia del Derecho Internacional y Comparado
para su debida determinación.

En el Derecho Interno, por ejemplo, el último párrafo del artículo 14 de la


Constitución Mexicana se refiere a dichos principios en los siguientes términos:
“En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser conforme a la letra
o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta [sic] se fundará en los
principios generales del derecho”. De manera más precisa, el numeral 19 del
Código Civil Federal: “Las controversias judiciales del orden civil deberán
resolverse conforme a la letra de la ley o a su interpretación jurídica. A falta de ley
se resolverán conforme a los principios generales de derecho”. De la letra de
ambos dispositivos se inferiría que estos principios son de aplicación supletoria, y

2
que su aplicación se restringiría a la materia civil; sin embargo, la jurisprudencia
mexicana ya ha advertido:1

PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO. SU FUNCION EN EL


ORDENAMIENTO JURIDICO. Tradicionalmente se ha considerado en el Sistema
Jurídico Mexicano que los jueces para la decisión de los asuntos sometidos a su
conocimiento están sujetos a la observancia no sólo del derecho positivo-legal,
sino también de los dogmas generales que conforman y dan coherencia a todo el
ordenamiento jurídico, que se conocen como principios generales del derecho
según la expresión recogida por el constituyente en el artículo 14 de la Carta
Fundamental.- La operancia de estos principios en toda su extensión -para
algunos como fuente de la cual abreva todas las prescripciones legales, para otros
como su orientación a fin- no se ha entendido restringida a los asuntos de orden
civil tal y como podría desprenderse de una interpretación estricta del artículo
constitucional invocado, sino que aun sin positivización para otros órdenes de
negocios, es frecuentemente admitida en la medida en que se les estima como la
formulación más general de los valores ínsitos en la concepción actual del
derecho.- Su función desde luego no se agota en la tarea de integración de los
vacíos legales; alcanza sobre todo a la labor de interpretación de la ley y
aplicación del derecho, de allí que los tribunales estén facultados y, en muchos
casos, obligados a dictar sus determinaciones teniendo presente, además de la
expresión de la ley siempre limitada por su propia generalidad y abstracción, los
postulados de los principios generales del derecho, pues éstos son la
manifestación auténtica, prístina, de las aspiraciones de la justicia de una
comunidad.

Restaría la cuestión de si se trata de principios del Derecho Mexicano o de


principios comunes a los diversos sistemas jurídicos. Es aquí donde el interés de
la presente asignatura comienza a delinearse de manera más clara. En efecto,
para el Derecho Internacional, los referidos principios no son una fuente supletoria
o “auxiliar” sino principal, como se deduce del artículo 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, semejante al de su predecesora la Corte Permanente de
Justicia Internacional (énfasis añadido):

1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las


controversias que le sean sometidas, deberá aplicar:

a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que


establecen reglas expresamente reconocidas por los Estados litigantes;

b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente


aceptada como derecho;

1
228881. Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la Federación.
Tomo III, Segunda Parte-2, Enero-Junio de 1989, Pág. 573.

3
c. los principios generales de derecho reconocidos por las naciones
civilizadas;

d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor


competencia de las distintas naciones, como medio auxiliar para la
determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el
artículo 59.

2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir


un litigio ex aequo et bono, si las partes así lo convinieren.

¿Qué debe entenderse por tales principios al efecto?

 Al igual que en el ámbito del Derecho Interno, como lo advierte Novak en el


Derecho Internacional los principios generales de derecho han querido
equipararse con las máximas, apotegmas o aforismos clásicas
especialmente del Derecho Romano; pero en rigor, se trata de “principios
de orden superior, que están en la conciencia jurídica de los hombres,
reconocidos en general por las naciones civilizadas en el respectivo
derecho interno”.2
 En la actualidad, se coincide en que, por “naciones civilizadas”, deben
entenderse “todos los países amantes de la paz, que aceptan las
obligaciones de la Carta de la ONU y que están capacitados para cumplirlas
y dispuestas a hacerlo”.3
 Uno de los primeros precedentes identificados por el propio autor en tal
sentido, es el Caso Fabiani entre Francia y Venezuela, en cuya sentencia
que data de 1896 la Corte arbitral dijo: “Consultados los Principios
Generales del Derecho de Gentes sobre la denegación de justicia; es decir,
las reglas comunes a la mayor parte de las legislaciones o enseñadas por
la doctrina, la Corte pasará a resolver el fondo de este asunto...”4
 En cuanto al concepto de los “principios de Derecho Internacional”, más
adelante, en el Caso Lotus (Francia v. Turquía, 1927), la Corte Permanente
de Justicia Internacional consideró “que las palabras ‘principios de derecho
internacional’, como se emplean comúnmente, sólo pueden referirse al
derecho internacional en la forma en que éste se aplica entre las naciones

2
Cfr. Novak Talavera, Fabián, “Los principios generales del derecho, la buena fe y el abuso del
derecho”, Revista agenda internacional, Pontificia Universidad Católica del Perú, vol. 4, núm. 9
(1997), disponible en:
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/agendainternacional/article/view/7188/7391; p. 111 (última
consulta: 14/012/2019; énfasis añadido).
3
Idem., p. 112.
4
Ibidem., p. 110.

4
entre las naciones pertenecientes a la comunidad de Estados”.5 Así, por
ejemplo, en el Caso del Canal de Corfú (Reino Unido v. Albania, 1949),
referente primordialmente a la responsabilidad internacional y a la
soberanía estatal,6 la Corte Internacional de Justicia mencionó el principio
de humanidad, el de la libertad de las comunicaciones marítimas y el de no
utilización del territorio para actos contrarios a los derechos de otros
Estados.7

Para el Juez Augusto Cançado Trindade, sin los principios generales de derecho
ni el Derecho Interno ni el Internacional gozarían de cohesión, habida cuenta que
confieren al ordenamiento jurídico (tanto nacional como internacional) su
ineluctable dimensión axiológica, y revelan los valores que inspiran todo el
ordenamiento jurídico; 8 más aún, citando a Favre Trindade precisa que son
aquellos principios generales del derecho identificados con la idea de justicia, los
que aseguran la unidad del Derecho en beneficio de toda la humanidad:9

Hay principios generales del derecho que se afiguran [sic] verdaderamente


fundamentales, a punto de se [sic] identificaren con los propios fundamentos del
sistema jurídico. Dichos principios fundamentales revelan los valores y fines
últimos del ordenamiento jurídico internacional, lo guían y lo protegen de las
incongruencias de la práctica de los Estados, y atienden a las necesidades de la
comunidad internacional. Dichos principios, como expresión de la «idea de
justicia», tienen un alcance universal; no emanan de la «voluntad» de los Estados,
pero son dotados de un carácter objetivo que los imponen a la observancia de
todos los Estados. De ese modo, - como lo señala lúcidamente A. Favre, - ellos
aseguran la unidad del Derecho, a partir de la idea de la justicia, en beneficio de
toda la humanidad.

Un claro ejemplo de tales principios fundamentales es el principio de la


inalienabilidad de los derechos inherentes al ser humano, independientemente de
su estatuto migratorio.10

Ello no obstante, para acreditar la existencia de un “principio general de derecho”


(al igual que de una costumbre internacional), reconocido como tal por los Estados

5
Cfr. S.S. Lotus [1927] Corte Permanente de Justicia Internacional, Ser. A, No. 10, Derecho
Internacional, https://www.dipublico.org/10984/s-s-lotus-1927-corte-permanente-de-justicia-
internacional-ser-a-no-10/
6
Caso del Canal de Corfú, Fondo del asunto, fallo de 9 de abril de 1949, Derecho Internacional,
https://www.dipublico.org/cij/doc/3.pdf
7
Cfr. Novak, op. cit., p. 114.
8
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Condición jurídica y derechos de los migrantes
indocumentados, Opinión Consultiva OC-18/03 de 17 de septiembre de 2003, Ser. A, Núm. 18
(solicitada por México), Voto Concurrente del Juez A.A. Cançado Trindade, párr. 44.
9
Idem., párrs. 48-53.
10
Ibidem., párr.. 54.

5
que conforman la comunidad internacional, el estudio y la comparación de su
constituciones políticas (como también de sus leyes y jurisprudencia internas)
siguen siendo de especial utilidad. Un ejemplo de tal metodología es la seguida en
el caso de derecho internacional y estadounidense Filartiga v. Peña Irala (1980),
iniciado bajo el Alien Tort Statute de 1789, mediante la cual el Segundo Circuito
judicial con sede en Nueva York tuvo a la vista, entre otras fuentes, las
constituciones de 55 países, para constatar la prohibición universal de la tortura, la
condena del torturador como hostis humani generis (enemigo de la humanidad) y
la competencia de los países miembros de la comunidad internacional para
perseguirlo independientemente de su adhesión o no a los tratados relativos.11

SISTEMAS JURÍDICOS

La presente asignatura suele abordarse en términos de “familias” (neo-romanista,


common law) y “sistemas” (religiosos, tradicionales, mixtos) jurídicos, sin que se
constate necesariamente una uniformidad terminológica y conceptual en este
sentido, como se desprende de la simple lectura de los materiales seleccionados
para ésta y subsiguientes semanas. De hecho, en la doctrina y la práctica también
se emplea el término “tradición” jurídica, por ejemplo en referencia a las
tradiciones de “derecho civil” (neo-romanista, también denominado “continental
europeo”), de derecho común o consuetudinario (common law) e islámica;
mientras que el Estatuto de la CIJ, según ya se expuso, alude llanamente a “los
principales sistemas jurídicos”. Las posibles variables incluyen países de “familia”,
“tradición” o “sistema” jurídico:12

 Civilista.
 De common law.
 Consuetudinario.
 Musulmán.
 Mixto, incluyendo: civilista/common law; civilista/musulmán;
musulmán/common law; civilista/musulmán/common law.

Si a ello se agrega la dimensión federalista o autonómica, resulta que si bien los


sistemas canadiense y estadounidense son de common law, el de Québec sigue
siendo civilista y el de Puerto Rico, mixto civilista/common law. Asimismo, para
ubicar debidamente determinados sistemas jurídicos, como el de la hermana

11
Cfr. Cicero Fernández, Jorge, Protección de extranjeros en los Estados Unidos de América: La
Ley federal de 1789 sobre responsabilidad civil por violaciones al Derecho Internacional, Comisión
Nacional de Derechos Humanos, 1992, pp. 77 y 78.
12
Cfr. Cacheiro Frías, Roberto O., Sistemas jurídicos, Facultad de Derecho de la Universidad de
Ottawa, http://www.cacheirofrias.com.ar/sistemas_juridicos_del_mundo.htm

6
República de Cuba o el de la República Popular China, resulta insuficiente
catalogarlos como “civilista” o “mixto civilista consuetudinario” respectivamente.

Consiguientemente, a fin de concentrarnos en los aspectos sustantivos de la


comparación jurídica, para efectos de los foros y actividades del presente curso se
emplearán indistintamente los términos “familia”, “sistema” y “tradición” jurídica u
otros semejantes.

DERECHO COMPARADO Y COMPARACIÓN JURÍDICA

Como cuestión metodológica en el marco de las denominadas “Tesis de Trento”,


Ajani sostiene: “El Derecho comparado no tiene como objeto predeterminado de
su observación un sistema cerrado de reglas como, en cambio, sucede en el
Derecho internacional, el Derecho privado o el Derecho constitucional; incluso el
estudio del Derecho romano, aunque referido a un sistema de reglas no vigente,
se dirige hacia un objeto determinado”. 13 La comparación jurídica es aplicable,
además, como lo precisa el propio autor, tanto entre normas presentes en
ordenamientos distintos, pero contemporáneos, como alejados en el tiempo.14

Así, para situar en su justa dimensión determinada norma, será útil compararla ya
sea con sus equivalentes en vigor en el Derecho Extranjero y en su caso
Internacional, o con las que le antecedieron o sucedieron tanto a nivel nacional
como extranjero e internacional, o con todas ellas.

Ejemplo: Con la reforma constitucional de derechos humanos del 2011, se


adicionó al artículo 11 de nuestra Carta Magna un segundo párrafo en materia de
asilo y refugio: “En caso de persecución, por motivos de orden político, toda
persona tiene derecho de solicitar asilo; por causas de carácter humanitario se
recibirá refugio. La ley regulará sus procedencias y excepciones”.

De la comparación de esta norma con los tratados en materia de derechos


humanos, asilo diplomático y territorial y estatuto de refugiados, así como con las
constituciones de otros países hermanos (Costa Rica, Ecuador, Honduras,
Nicaragua, Paraguay, Perú), con la legislación del Estado de Chiapas y con la
reciente Constitución de la Ciudad de México, se deduce que el nuevo párrafo
podría ser más claro y se mantiene a la zaga en materia de “no devolución” de las

13
Ajani, Gianmaría et al., Sistemas jurídicos comparados. Lecciones y materiales, Universitat, 2ª
ed., 2009, http://www.publicacions.ub.edu/refs/indices/07427.pdf, p. 21.
14
Idem.

7
personas interesadas a sus países de origen, tanto como de “desplazamiento
interno” (análogo al de refugiados, pero sin trascender fronteras internacionales).15

Como lo sostiene Miguel Carbonell, “nada puede sustituir la experiencia histórica


de cada nación; la historia y la experiencia adquirida son el faro que debe orientar
cualquier reforma constitucional y cualquier renovación de los diferentes sectores
que integran todo ordenamiento jurídico. Pero esa experiencia histórica puede ser
alumbrada y correctamente dirigida si se toma en cuenta lo que han hecho otros
países. Para tal efecto resultan indispensables las muchas lecciones que arroja el
derecho comparado, incluso entendido en clave histórica”.16

JCF/29.10.2020

15
Cfr. Cicero Fernández, Jorge, La Constitución de 1917 y el Derecho Internacional en la Era
Trump, Tirant lo Blanch- Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, 1ª
ed. 2018, pp. 52 y 53.
16
La jurisdicción constitucional y el derecho comparado. [Prólogo a Groppi, Tania y Meoli, Chiara,
Las grandes decisiones de la Corte Constitucional italiana, México, Suprema Corte de Justicia de
la Nación, 2008, LII-337 pp.], disponible en:
http://www.miguelcarbonell.com/escritos_divulgacion/La_jurisdicci_n_constitucional_y_el_derecho_
comparado.shtml

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