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Si observamos detenidamente nos es difícil darnos cuenta que nuestra tarea se facilitará enormemente
si escogenos cortar el pan a través del surco que tiene este al medio, cualquier otra orientación del corte
tomará más esfuerzo. La pregunta es ¿por qué?
La respuesta es que el bollo de pan francés tiene una zona de debilidad estructural , la forma de su diseño ha
creado una debilidad intrínseca que aprovechamos para nuestra tarea. Más aún el corte que logramos es de
mejor “calidad”, es decir, si seguimos este plano de corte la superficie que obtendremos en ambas mitades
será más uniforme o regular.
Este plano de debilidad es lo que llamamos Plano de Clivaje Mineral, y es determinado por el arreglo de
átomos en su red cristalina y la fuerza de sus enlaces, en otras palabras, la forma en que un mineral se rompe
es definida por su estructura cristalina, por sus planos de clivaje. Las siguientes imágenes muestran un
ejemplo típico de clivaje en una sola dirección, en este caso una Mica, este mineral se rompe fácilmente en
forma de hojas debido a su estructura donde los planos de debilidad son paralelos unos a otros. Un Clivaje de
este tipo se denomina Basal y decimos que es un Clivaje Perfecto porque los planos que observamos están
bien definidos facilitando su reconocimiento.
A la luz de la evidencia y en concordancia con mi conocimiento previo de la estructura del bollo de pan,
concluyo:
“El bollo irregular de pan se rompe mostrando una dirección de clivaje, por lo tanto es un bollo de pan francés”
Esta es la línea de razonamiento detrás del reconocimiento de minerales usando el criterio del clivaje o
exfoliación, los minerales muestran arreglos de planos de debilidad estructural únicos que permiten
correlacionarles y finalmente emplearlos como medio de identificación. El proceso implica efectivamente
contar con una muestra mineral de tamaño suficiente como para romperla e identificar los planos de clivaje
posibles.
La aparente irregularidad del patró de ruptura desaparece si se observa detenidamenmte, los planos de
ruptura se muestran paralelos unos a otros y forman una estructura escalonada, el punto es que la luz se
reflejara en estas superficies siguiendo una misma dirección a pesar de estar a diferentes elevaciones, esta
alineación de los rayos reflejados es lo que percibimos como un brillo definido y claro lo que reconocemos
como un plano de clivaje. Observe el brillo de esta aparente superficie rugosa:
La forma “preferida” adoptada por el cristales lo que llamamos Hábito Cristalino y se emplea también como
un medio de reconocimiento de minerales, estos adoptan formas preferentes características y su
denominación es particular a ellas:
Como nota final en este punto es obvio que si el cristal se desarrolla con restricciones en un medio donde
literalemente el espacio disponible interrumpe su libre crecimiento, la forma del cristal reflejará tan sólo el
receptáculo donde se desarrolló.
Acabamos de hallar dos planos de debilidad estructural, dos planos de clivaje o exfoliación a 90º entre sí,
decimos que el clivaje presenta dos direcciones perpendiculares entre sí:
El resultado de la ruptura de esta “muestra mineral” es previsible: la forma que adoptará se asemejara a un
bloque alargado, este es el caso de la Calcita y denominamos a su clivaje como Prismático:
Como se observa las posibilidades son muchas y la complejidad de la estructura se va incrementando, se
requiere de bastante experiencia en reconocimien to mineral para usar el criterio del clivaje adecuadamente,
agreguemos un plano más para observar el patrón de ruptura resultante:
Los tres planos de debilidad estructural de nuestra muestra mineral están dispuestos a 90º entre sí, el patrón
de ruptura que observaríamos en este caso debiera asemejarse a un cubo y el mineral mostrado es la Galena:
Las configuraciones posibles son mostradas en resumen en el siguiente cuadro y su descripción detallda se
deja como curiosidad para el lector:
Si no hay Clivaje, hay Fractura
Finalemente una pregunta obvia, si el material es robusto por naturaleza y no muestra ninguna debilidad. Al
romperse no existirá por ende ningún patrón reconocible, el resultado de la ruptura es altamente irregular.
En este caso hablamos simplemente de Fractura del mineral y el caso típico es el Cuarzo:
La forma particular adoptada por el Cuarzo se denomina Fractura Concoide y fue de suma utilidad para
nuestros ancestros, el borde afilado típico de esta forma de ruptura les permitió la fabricación de
herramientas de corte rudimentarias pero eficientes: