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Intervención en Psicoterapia

Asig.: Aplicación de la Teoría del Apego a la Psicoterapia/

Terapia de Pareja.

Prof.: Antonio Fuertes

Patrones de reciprocidad negativos

Sustentado por: Eddy Teresa Jorge De Jesús.

Marzo de 2018
Patrones de reciprocidad negativos

Cuando surgen conflictos en la pareja y esta no tiene los recursos para afrontarlos de una

manera adecuada se generan patrones de reciprocidad negativos, también conocidos como

danzas. Estas danzas se dan de forma inconsciente en los momentos de conflicto y dificultan o

impiden la resolución de las necesidades básicas de la pareja, además de que incrementan el

malestar y el sufrimiento.

En el momento que la pareja acude a terapia, es de suma importancia que el terapeuta

identifique esos patrones de reciprocidad negativos y romperlos. Para lograr romper con la danza

es necesario que el terapeuta haga que la pareja tome conciencia de dichos patrones y como estos

están afectando la forma en la que se comunican, y por tanto su relación. Durante este proceso es

muy importante que se valide a cada miembro de la pareja y de esta forma se ayuda a que

aprendan a escucharse y a descubrir las necesidades de cada uno.

Los patrones de reciprocidad negativos pueden estar relacionados con el estilo de apego

que haya desarrollado la pareja o con las necesidades de identidad/autonomía que tienen.

En relación con el apego.

Las estrategias de comunicación que utiliza la pareja al momento de resolver conflictos

van a depender en gran medida del estilo de apego desarrollado por cada uno. Cuando uno de los

miembros presenta un apego ansioso/ambivalente, este refleja su miedo al abandono en forma de

ira o desprecio, a lo que el otro miembro de la pareja puede responder de las siguientes maneras:

a. Retirada (Persecución-distanciamiento): en este tipo de danza, uno de los

miembros de la pareja manifiesta su miedo al abandono proyectándolo en forma


de rabia, también suelen exagerar su tristeza y vulnerabilidad para lograr ser el

centro de atención además de que se mostraran más demandantes y agresivos. La

estrategia comunicativa en este tipo de danza tiende a una facilidad a la verborrea

y un discurso caótico. Por otro lado el otro miembro de la pareja tiende a alejarse

de en los momentos de conflicto y a establecer una distancia con el otro.

b. Ataque a uno mismo (paralización-resentimiento): en muchas ocasiones cuando

surge el conflicto y uno de los miembros de la paraje ataca al otro, este puede

entrar en un estado de shock ante el ataque y no saber cómo responder, así mismo

puede sentir que es merecedor de dichos ataques y tiende a autodevaluarse

buscando provocar compasión en el otro, sin embargo ante esta reacción, quien

inicio el ataque puede sentirse resentido ya que esa no era la respuesta que

esperaba de su pareja.

c. Evitación-Negación (hostilidad-desconexión): cuando uno de los miembros de la

pareja muestra su miedo al abandono siendo hostil y agresivo, el otro entra en un

estado de negación hacia el comportamiento de su pareja lo que le puede llevar a

un distanciamiento o desconexión de la relación.

d. Contraataque (ataque-ataque): cuando ambos miembros de la pareja presentan

un apego preocupado o ansioso/ambivalente, es probable que al momento de

comunicarse se ataquen uno al otro, ya que ambos sienten mucho miedo a la

crítica, el cual se expresa en forma de ira o desprecio. En esta situación se puede

dar una lucha de poder debido a que cada uno entiende que sus emociones y

sentimientos deben ser validados por el otro pero al momento de expresarlo sus
discursos pueden ser caóticos y con facilidad a la verbosidad sin detenerse a

escuchar las necesidades del otro.

Por otro lado, cuando uno de los miembros de la pareja, o ambos, han desarrollado un

estilo de apego evitativo, las danzas se pueden manifestar de una forma diferente

a. Evitación-Evitación: las personas con este estilo de apego manifiestan su miedo al

abandono evitando la intimidad emocional y se sienten más seguros confiando en

la razón y los hechos. Estas personas tienen mucha dificultad para expresar sus

emociones y empatizar con el otro e intentan agradar y generar una buena imagen

para evitar el conflicto. Cuando surge el conflicto tienden a minimizarlo y no

hacer caso a sus emociones y sentimientos con respecto al mismo. A medida que

la pareja va ignorando el conflicto y ninguno se atreve a hablar de sus necesidades

y de lo que está provocando el malestar pueden llegar al punto del desapego y

acabar con la relación.

En relación con la identidad/autonomía.

Todo ser humano tiene la necesidad de ser personas únicas y diferenciadas, además de

poder tener el control de su propia vida. En todas las relaciones existe una estructura de poder

que está vinculada a quien tiene los recursos que el otro necesita y como ese quien tiene más

poder maneja su capacidad de influencia, ya sea buena o mala. Cuando en una relación existen

conflictos relacionados con la estructura de poder también se ve reflejado con los patrones de

reciprocidad negativos de la siguiente forma:

a. Dominio-sumisión: el miedo a perder el control dentro de la estructura de

poder de la relación puede ser expresado en forma de ira o desprecio, al igual


que el miedo al abandono. Cuando el que tema a perder el control demuestra

su ira, el otro puede tener sentimientos de inadecuación ante esta situación y

tiende a aceptar esa pérdida de control aceptando los sentimientos de

sumisión. Quien asume la posición de sumiso puede que ceda todo el control

a la otra persona para evitar la ira que provoca en el otro perder el control y

por ende evitar el conflicto. En este tipo de danza la comunicación entre la

pareja puede ser reactivo-apático, quien ejerce el control tiende a expresar sus

necesidades o sentimientos de forma inapropiada llegando a humillar al otro.

Por otro lado quien está en la posición de sumiso tiende a quedarse callado y

simplemente asumir las decisiones del otro.

b. Ataque-ataque o control-control: cuando en la pareja ambos expresan su

miedo a la pérdida de control en forma de ira o desprecio, el tipo de

comunicación que se da es reactivo-reactivo. Ambos buscando validar sus

perspectivas pero sin pensar en las necesidades del otro y cuando surge el

conflicto se da una lucha de poder donde cada uno busca imponerse sobre el

otro.

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