RÍOS NAVEGABLES Y SU IMPORTANCIA PARA EL COMERCIO:

BRASIL

Abraham Malpartida Celis

Las complicadas condiciones geográficas antaño han servido para dos

cosas: primero, limitar (o por lo menos dificultar) el comercio internacional
e, incluso, dentro de un propio territorio políticamente demarcado,
especialmente en los países con microclimas muy diversos (como es el caso
del Perú prehispánico); segundo, y en relación con el primer punto,
legitimar las acciones del Estado1. Sin embargo, en las sociedades de hoy, y
debido al gran avance tecnológico, estas dificultades que hace un par de
siglos eran limitaciones irresolubles, se presentan como simples costes
adicionales2.
Lo que vemos en la actualidad es una creciente innovación en los
mecanismos de distribución de mercancías, y entre ellos también se
encuentran los del comercio fluvial. En Brasil las rutas marítimas han sido
siempre de gran importancia3, al igual que las rutas fluviales. El
descubrimiento de la ruta fluvial del Tapajós en 2013 (cuyas reducciones
de coste se perciben tanto en las carreteras que llevan a los puertos como en
la ruta misma) es un claro ejemplo, con un gran potencial para los
agronegocios, que sería incluso superior al Misisipi, debido a que «no hay
esclusas ni dragajes. Es una vía fluvial divina». Esta ruta ha facilitado el
comercio de soja y maíz, productos que Brasil exporta en cantidades
ingentes4.
De esto se deduce que, el Amazonas es una zona de difícil acceso y cuyas
rutas “limpias” son difíciles de encontrar (además de adaptar el camino
terrestre hacia ellas, principalmente las carreteras). Por ello, algo como el
proyecto de una “Hidrovía Amazónica” era de esperarse. Esto ha causado

1
Véase Geopolítica: Una revisión de la política mundial, John Agnew, 2005; en particular el capítulo 3.
2
La realidad parece engañarnos cuando vemos ciertos pueblos alejados que aún carecen de acceso a una
infinidad de servicios (muchos de ellos indispensables); sin embargo, ello se da porque las condiciones
socioeconómicas en las que se encuentran hacen que la inversión sea muy riesgosa, y no porque
verdaderamente exista una limitación (en un sentido estricto del término) geográfica.
3
«De las exportaciones por 36.748 millones de dólares que Brasil destinó a los países suramericanos en
2014, que corresponden al 16 % de sus embarques totales, un 53 % fue transportado por mar, un 39 % por
tierra y un 5 % en avión, según el estudio encomendado por la Confederación Nacional de la Industria».
EFE, Brasil envía por mar más de la mitad de sus exportaciones a Suramérica, 2 de marzo de 2016.
4
REUTERS, En Brasil, nueva ruta a través de Amazonia ofrece alivio a exportadores de granos, 16 de
octubre de 2013.
diversas polémicas, principalmente en torno al papel de los pueblos
nativos5, sin embargo, al margen de la cuestión de la sostenibilidad
ambiental, esta es una alternativa que facilitaría el comercio y beneficiaría
a dichos pueblos con precios más bajos por la reducción en los costes de
transporte, tanto por el propio comercio internacional como por el turismo.6

Finalmente, al igual que con muchos otros ámbitos de la vida, la pandemia

(o más valdría decir la cuarentena) ha dificultado el comercio fluvial. Sin
embargo, el gobierno de Brasil ha priorizado la economía por sobre las
políticas restrictivas frente al Covid, no es este el lugar para emitir juicios
de valor al respecto, pero es en efecto una realidad que ha permitido la
pronta reactivación económica de dicho país.

5
MONGABAY, El futuro incierto de la Hidrovía Amazónica peruana, 29 de enero de 2021.
6
BBC MUNDO, El ambicioso proyecto de la Hidrovía Amazónica que busca impulsar el transporte
entre las comunidades de la selva de Perú y Brasil, 7 de julio de 2017.