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Buenas noches doctor y compañeros, procedo analizar el siguiente caso:

CASO: Juan es el dueño de la pollería Piolín, y el día de hoy a las 8:00pm se encuentra


atendiendo a su clientela, de pronto tres sujetos (W, X y Z) mayores de edad ingresan a la
pollería, reducen al vigilante y apuntan a Juan con un arma de fuego  en la cabeza , de
inmediato Juan ante el descuido de uno de los ladrones saca su pistola y dispara a X , el
cual cae herido y al ser conducido al hospital por parte de Juan, X fallece. Analice usted si
Juan actuó o no en legítima defensa y fundamente su respuesta.
Antes de dar una respuesta sobre el presente caso primero conceptualizaremos que es la
legítima defensa.
Legítima defensa:
Según la Corte Suprema de Justicia de la Republica, la legitima defensa “es aquella
defensa necesaria a una agresión ilegitima no provocada” 1.
Por lo tanto es una reacción que consiste en repeler una agresión ilegitima, actual o
inminente, que realiza el atacado contra su agresor con el fin de salvaguardar los
intereses propios o ajenos, sin traspasar la necesidad de la defensa y de la
proporcionalidad de los medios empleados para impedir la agresión injustificada. Para
Zaffaroni (2002) la L.D. es: “es una causa de justificación que tiene toda persona frente a
una agresión ilegitima, que busca lesionar bienes jurídicos de terceros con el fin de
proteger los propios o ajenos”2.
Como sabemos en nuestra legislación penal, la legítima defensa se menciona en el
artículo 20, inciso 3 del CP peruano.
Por lo que procederemos a analizar si la reacción de Juan se subsume en la norma antes
mencionada, logrando obtener la exención de la pena.

Agresión ilegitima (Art. 20, inciso 3, acápite a del CP).- El caso nos menciona que W,
X y Z entran al negocio de Juan con armas de fuego, reduciendo a su vigilante y X
apuntando justamente a la cabeza de Juan para que este no ofrezca resistencia.
Oscar Peña denomina a la agresión ilegitima como “aquella que es contraria a la ley, que
no tiene ninguna causa de justificación con el fin de lesionar el interés de su víctima” 3.
Incluso la misma Corte suprema de Justicia nos menciona que la agresión ilegitima es
“(…) un comportamiento dirigido a lesionar o poner en peligro un bien legalmente
protegido (…)”4, acción contraria a la ley.
Por lo que el accionar de W, X y Z se subsume en el tipo penal de robo agravado
mencionado en el artículo 189 incisos 1, 2, 3, y 4 de nuestro código penal, por lo que está

1
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA, RECURSO DE NULIDAD N° 910-2018 LIMA ESTE, punto
7.3.1 de fecha 05-12-2018.
2
ZAFFARONI, Eugenio (2000) Manual de Derecho Penal.
3
PEÑA GONZALES Oscar, 2010, Teoría del delito, p. 193.
4
Ibídem, punto 8.1 de fecha 05-12-2018.
poniendo en peligro bienes jurídicos protegidos. Entonces estamos ante una agresión
ilegitima absoluta.
Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla (Art. 20, inciso 3,
acápite b).- Se menciona en el presente caso que X apunta justamente en la cabeza a
Juan con el fin de que este no ofrezca resistencia, pero en un descuido de X Juan
aprovecha para sacar su arma y le dispara a X pero sin el ánimo de matarlo ya que lo
conduce al nosocomio, pero X no logra sobrevivir.
Nos refiere la Corte Suprema de Justicia en la misma resolución anteriormente
mencionada que este acápite “trata de una apreciación de valor con referencia a la justicia
y la equidad. La racionalidad de la defensa se determina apreciando la proporcionalidad
entre el peligro propio a la agresión y la acción de defenderse; es decir, entre las
condiciones, instrumentos y riesgo de la agresión y por los propios del comportamiento
defensivo”5.
Como vemos X apunta a la cabeza a Juan con un arma de fuego, pues podemos apreciar
que el peligro corría la vida de Juan era altamente considerable, ya que un disparo a la
cabeza tiene elevadas probabilidades de liquidar a cualquier persona, entonces el
accionar de Juan está dentro de la racionalidad y proporcionalidad, ya que el bien jurídico
afectado de X tienen el mismo valor que el bien jurídico protegido de Juan, que en este
caso es la vida. Por tanto el accionar de Juan si se encuentra introducido en este acápite.
Falta de provocación suficiente de quien hace la defensa (Art. 20, inciso 3, acápite
c).- Como observamos en el presente caso, W, X y Z no tienen ninguna causa justificada
para su accionar frente a Juan y su vigilante, ya que estos últimos no tenían idea de
quienes eran estos sujetos, tampoco tenían alguna rencilla o habían provocado el
accionar de W, X y Z.
Pues como lo manifiesta la Corte Suprema de justicia en la misma resolución expuesta,
menciona que este acápite “trata de una actitud especial de quien se defiende, esto es, de
poner cuidado en comportarse de manera tal que no origine, de parte de cualquier
persona, una reacción contra él”6.
Pues como lo menciono el doctor William Alexander Lugo Villafana en la última clase: “no
puede haber legítima defensa de otra legítima defensa”. Pues al haber la persona
afectada provocado su agresor, estaría buscando agredirlo físicamente bajo la errada
creencia de que está actuando dentro de la legítima defensa.
Así también lo manifiesta el Tribunal Constitucional: “no existe ninguna posibilidad de
imputación del resultado a quien hizo la defensa de su patrimonio y de su propia vida,
porque no creo la situación de conflicto, constituyendo el supuesto de hecho una situación
de legítima defensa prevista en el inciso 3 del artículo 20 del Código penal” 7.
Pero en este caso no existe provocación alguna, por lo que el accionar de Juan calza
perfectamente dentro de este último acápite.

5
Ibídem, punto 8.2 de fecha 05-12-2018.
6
Ibídem, punto 8.3 de fecha 05-12-2018.
7
Resolución de Nulidad N° 4986-97-Lima de 27-04-1998. SALA PENAL.
Conclusión:
Juan actuó bajo los parámetros plasmados en el Código Penal, adecuándose a los
requisitos que exige la causa de justificación (legítima defensa), por lo que si se le puede
eximir de la responsabilidad penal, al no ser su acción antijurídica.

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