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Capítulo VI El Problema Ético: ¿Qué Es La Ética?
Capítulo VI El Problema Ético: ¿Qué Es La Ética?
¿Qué es la Ética?
La moral nos dice cómo debemos proceder. Responde a la pregunta ¿Para qué saber Ética?
qué debo hacer frente a esta o aquella situación. Por eso de dice que
la moral es algo que se da de hecho (es de facto). ¿Por qué es necesario complicarse con este tipo de reexiones?
¿No es acaso más simple quedarse con lo que se nos ha enseñado (con
Pero también nos interesa saber por qué tenemos que hacer lo la moral)? Creemos que no. Y estas son algunas de las razones:
que la moral nos manda. Es decir, de dónde extraen su validez estas
normas o costumbres, de dónde surge su obligatoriedad en sentido 1) como seres racionales que somos, cuestionamos y
moral. En otras palabras, queremos saber por qué no se debe mentir, buscamos incesantemente la verdad. Esta actitud crítica es
por qué no se debe matar, por qué debemos ser solidarios, por qué inherente a la naturaleza humana, propio de ella.
debemos ser responsables de nuestros actos, etc. Nos interesa
pasar de lo que es de facto a lo que es de jure (de derecho), del 2) aquél saber natural, espontáneo, presente en todos los
plano del ser al plano del deber ser, de lo que de hecho sucede a lo hombres, eso que nos enseñan desde pequeños (la moral),
que debería suceder. Es éste el problema de la Ética. si bien es lo básico y absolutamente necesario, muchas veces
resulta confuso, vago y ambiguo. Por ejemplo, no siempre
parece que está bien decir la verdad.
Si lo que nos dice la moral fuera un
saber «claro y distinto» del que no
Resumiendo: la surgiera ninguna duda, entonces
moral dice qué se desaparecerían los problemas morales,
debe hacer, la Ética
se extinguiría esa conflictividad tan
pregunta por qué
característica de la moral.
se lo debe hacer.
La reexión
ética intenta 3) además, la Ética nos ayuda a ser
fundamentar responsables, nos enseña que debemos
las normas, las ser responsables frente a los otros y
costumbres, los frente a nosotros mismos. En la medida
valores a que en que no nos indica directamente (como
hemos hecho sí lo hace la moral) lo que hay que hacer
referencia. en cada caso, sino que nos hace pensar
sobre el por qué de cómo actuar, nos
está ayudando a tomar conciencia de la
responsabilidad de nuestros actos.
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La Ética no nos da una respuesta automática frente a un problema. No nos dice directamente cuál es la acción más justa entre varias posibles. Lo
que puede hacer es suprimir algunas confusiones, aclarar ciertas oscuridades, de modo que las opciones surjan con mayor claridad. Pero la elección
nal será nuestra, será algo que deberemos hacer por nosotros mismos. En esto consiste precisamente nuestra libertad. Vamos a volver sobre este
punto tan importante.
Moral Ética
Pregunta qué se debe hacer Pregunta por qué se debe hacer lo que recomienda la norma o la
reexión moral
Es un saber pre-losóco
Es un saber losóco
Reclama respuestas situacionales (que dependen de cada sociedad
o cultura) Reclama respuestas universalmente válidas (que valgan para todos
los seres humanos)
Es espontánea, asistemática
Es reexión sistemática
Es acrítica
Tiene que ser crítica
La Ética es la aplicación de la razón a ese conjunto de creencias, hábitos, códigos de normas que cada cultura posee como una de
sus características constitutivas. En este cuadro se presentan algunas de las diferencias más notables.
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En este caso, los dos términos signican lo mismo y pueden que existiera una coincidencia plena entre lo ético y la ley, pero no
utilizarse indistintamente. siempre es así. Por ello es conveniente distinguir entre legalidad y
legitimidad. Aquello que es conforme a la Ley es legal. Aquello que
es conforme a la Ética es legítimo.
¿Y qué pasa con la Ley? Vamos a verlo con algunos ejemplos:
No tenemos que confundir las normas morales con las ¨ LEGAL pero NO LEGÍTIMO: en el siglo XVIII, en nuestro país era
leyes. No todas las leyes son éticas, es decir, no todas las legal la esclavitud de los negros; pero si reexionamos sobre esta
leyes responden a una fundamentación ética que las legitime. situación, pronto veremos que no es legítima porque toda persona es
A su vez, no todo lo que puede ser ético es legal. Lo ideal sería un n en sí mismo y jamás un medio al servicio de otro. Las personas
no son cosas que puedan ser usadas para nes de otras personas.
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Las teorías éticas son bastante numerosas, pero intentaremos Existen dos formas de escepticismo moral:
realizar una clasicación en la que aparezcan las principales. Si
partimos de la clásica pregunta: ¿por qué debo x? (siendo x una
norma moral vigente) encontramos las siguientes posiciones: a) Negación de la vigencia. Una norma está vigente cuando se
la respeta, cuando uno actúa según lo que la misma dicta. Por
ejemplo, en nuestra sociedad hay una pauta moral que dice
¿POR QUÉ? que las personas deben vestirse de determinada manera. De
hecho, la gente suele usar ropa bastante homogénea. De todos
modos, no hay que pensar que el hecho de que una norma no
sea respetada implica necesariamente que la misma no tenga
No es posible La fundamentación vigencia. Por ejemplo, uno puede violar la norma moral que dice
dar una respuesta: es posible pero que no se debe mentir. Pero esta violación no tiene porqué estar
diferente relacionada con la negación de la misma. Uno puede seguir
Escepticismo creyendo que debe respetarla aunque de hecho no lo haga. En
Relativismo otras palabras, una norma tiene vigencia cuando de hecho se
Falibilismo Deontológica Teleológica la respeta y cuando se cree que se la debe respetar. Negar la
(Kant) (Aristóteles) vigencia de una norma moral, equivale a decir que en materia
(Utilitarismo) moral todo es engaño, mentira, puro palabrerío, que las normas
son vacías y sin sentido.
En el primer grupo, nos encontramos con teorías que nos dicen b) Negación de la validez. Una norma es válida cuando uno
que no hay posibilidad de dar una respuesta a la pregunta ¿por qué puede justicarla racionalmente. De esta manera, podemos
debo actuar de está o aquella manera? aclarar la diferencia entre vigencia y validez: la primera no
implica una búsqueda de la verdad, con que se crea que la
norma debe ser respetada, es suciente. En cambio, en el caso
de la validez, se intenta buscar lo que en verdad es obligatorio.
Negar la validez de una norma es decir que la misma está apoyada
en errores, los principios morales no se apoyan en verdades.
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la misma puede ser utilizada para resolver un problema matemático la voluntad respetaría la ley moral de manera automática y no
o para planear un asalto. necesitaría de una obligación que la limitara.
1) Una persona se está ahogando en un río y uno trata de Para Kant existen tres tipos distintos de acciones: contrarias
salvarla, pero falla y esta se ahoga. al deber, conformes al deber y por deber. Las únicas acciones
2) Una persona se está ahogando en un río, y uno trata de moralmente válidas son las del tercer tipo, las realizadas por deber.
salvarla y lo logra. Las del primer tipo son claramente reprobables y las del segundo tipo,
3) Una persona se está ahogando en un río, pero la salvo por si bien concuerdan con el deber, no son realizadas a partir de la razón,
casualidad con la red con la que estaba pescando. sino que pueden ser producto de una inclinación o de la casualidad.
Para que una acción sea moral, esta debe estar determinada por la
ley moral, tiene que ser realizada por deber, aunque esto conlleve
Al analizar los tres casos desde un punto de vista moral, podemos ir en contra de todas mis inclinaciones.
observar que el tercero no tiene ningún tipo de valor moral porque
dicho salvamento se realizó por casualidad. En cambio, en los otros Por ejemplo, es conocida la preferencia por ir a una esta antes
dos casos, sí nos encontramos con acciones relevantes desde el que asistir a un compañero al que prometimos ayudar a preparar
punto de vista moral, pues en ambas estuvo presente la buena el examen de matemática. Las inclinaciones nos llevarían a ir a la
voluntad y ambos son buenos, más allá del resultado nal de la esta sin pensarlo demasiado. Pero nuestro deber sería cumplir
acción. Lo importante no es el resultado de la acción, lo importante con nuestra promesa. Si yo cumplo con esta promesa más allá de
no es haber logrado el objetivo de salvar a la persona que se estaba que esto vaya en contra de mis intereses, entonces me encuentro
ahogando, sino la voluntad que es buena en sí misma. ante una acción realizada por deber y valiosa desde el punto de
vista moral. Pero puede suceder que la esta se suspenda y que
Hay que tener presente que, para Kant, las acciones humanas sea esa la razón por la cual cumplo con mi promesa. Si esto es así,
no están dirigidas sólo por la razón: el hombre tiene también entonces, la acción será conforme al deber y no por deber, no siendo
inclinaciones, pasiones como el odio, el amor, el miedo, la ira, etc. moralmente relevante.
El hombre está escindido, dividido entre las pasiones y la razón. La
razón y la pasión se encuentran en tensión constante. Debido a esta Esto no quiere decir que sea necesario el conicto entra la razón
tensión, la buena voluntad se llama deber. El deber es justamente la y las inclinaciones para que nuestra acción tenga relevancia moral.
buena voluntad que se encuentra con ciertas restricciones que no Puede ser que las inclinaciones y el deber coincidan. Así, el valor
le permiten manifestarse por sí sola. Si no existieran las pasiones, moral de una acción depende del principio que nos mueva a realizarla.
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Kant llama a este principio máxima de la acción y es aquello que me fuera elevada a ley universal. Tengo que pensar que la máxima de
lleva a efectuar un acto, la norma que me guía al actuar. mi acción tiene que ser querida como la máxima de las acciones de
todos. No puedo ponerme a mí mismo como excepción. La manera
especíca en que formula dicha ley es la siguiente:
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De todos modos, hay que ser cuidadosos porque es muy fácil caer
El Utilitarismo en el error de creer que Mill sostiene algún tipo de placer individual
y solitario. Lo que el autor deende es justamente lo contrario. La
El representante más importante de esta teoría es John Stuat Mill. máxima utilitarista dice que lo que se ha de buscar es la máxima
Para este autor, el n último de toda acción está relacionado con felicidad o placer para el mayor número y el menor dolor para el
la búsqueda de felicidad o placer y la exención del dolor. De esta mayor número. Así, por ejemplo, si a la mayoría de los estudiantes de
manera, la justicia o corrección de una acción estará relacionada con un curso les produce mayor felicidad realizar el viaje a Bariloche en
la capacidad que tenga la misma de promover felicidad y la injusticia septiembre y hay unos pocos que preferirían hacerlo en julio, el viaje
o incorrección estará relacionada con la capacidad que tenga de debería realizarse en septiembre, maximizando, de esta manera, el
producir lo contrario a la felicidad o placer. Es decir que, para esta placer. Es más, según esta teoría, es noble renunciar al propio goce
teoría, la promoción de la felicidad y la exención del dolor son las o felicidad, si es que este sacricio trae aparejado como resultado
únicas cosas deseables como nes y todas las cosas deseables lo mayor felicidad para el mayor número de personas. Renunciar a la
son o por el placer inherente a ellas o como medios para producir propia felicidad con un n distinto a la promoción de la felicidad del
placer y prevenir el dolor. resto, está lejos de ser un acto heroico.
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en sí mismos, cae en lo que se llama una «falacia naturalista». Mill El lugar del conocimiento práctico entre los saberes
sostiene que la única prueba de que un objeto es visible, es el hecho
de que la gente lo ve. Del mismo modo, se justica que una cosa es Aristóteles clasica los saberes en teóricos, poiéticos y prácticos.
deseable porque la gente efectivamente la desea. Pero existe una Los saberes teóricos (del griego theorein: ver, contemplar) se ocupan
confusión en esta armación, ya que deseable no signica «capaz de describir las cosas del mundo, por ejemplo, como se alimentan
de ser deseado» del mismo modo que visible signica «capaz de ser los animales o cómo crecen las plantas. Estas cosas son siempre
visto», sino que deseable signica que debe ser deseado o merece de una manera determinada y no pueden ser de otra. No se puede
ser deseado. modicar la manera en que los planetas se mueven.
Otra objeción importante es la que señala la posibilidad de que A diferencia de este tipo de saber, los saberes poiéticos (del griego
la mayoría subyugue a una minoría. Si lo que se está buscando poiein: hacer, producir, fabricar) y los saberes prácticos se ocupan de
es la felicidad del mayor número y esto se consigue, por ejemplo, lo que puede cambiar, como, por ejemplo, la manera en que fabrico
esclavizando a una minoría étnica, en teoría, esto es lo que se algo. Estos saberes son normativos, se expresan a modo de normas
debería hacer. Quienes sostienen este tipo de argumentos, no que nos dicen la forma en que nos debemos conducir para alcanzar
parecen tener presente que para Mill la educación era fundamental el n que buscamos. Por ejemplo, si mi n es cocinar una torta, para
y que, a través de ella, los hombres encontrarían deplorable este poder hacerlo, tengo que seguir alguna receta, que en denitiva, es
clase de comportamiento. un conjunto de normas que nos dicen paso a paso lo que tenemos
que hacer para lograr este objetivo.
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Lo saberes poiéticos son los relacionados con las técnicas y las Hay dos tipos de bienes: los que son buenos en sí mismos, por
artes y nos sirven para producir objetos útiles u objetos bellos, como ejemplo, contemplar una estatua (este hecho es un n en sí mismo
pueden ser un martillo (objeto útil) o una estatua (objeto bello). y el solo satisface un deseo sin necesidad de nada más) y los que
sirven de medio para conseguir otro n, por ejemplo, tomar un
Los saberes prácticos nos ayudan para que nuestra vida sea colectivo para ir a un lugar determinado (tomar el colectivo no es un
buena, orientándonos en la respuesta a la pregunta qué debo n en sí mismo, sino un medio para llegar a mi destino). Hay que tener
hacer, nos guían en cómo actuar, para que nuestra vida sea buena presente que, si bien hay bienes que son medios para obtener algún
y justa. n, siempre existe ese n que se persigue. No existen acciones que
no tengan un objetivo último, sino tendríamos que pensar que hay
La felicidad cadenas de acciones que son puros medios y esto no tendría ningún
Relación entre Ética y Política sentido, faltaría la razón última por la que se actúa. Por ejemplo,
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al organizar una esta puede haber toda una cadena de acciones: La virtud como hábito y la elección
llamar a los amigos para repartirse tareas, tomar un colectivo para
ir al supermercado, tomar otro para volver con lo que se compró, Si tenemos que decir dónde se encuentra la felicidad, la respuesta
limpiar la casa, etc., pero hay un objetivo nal que es la esta. aristotélica sería en la virtud, entendida esta como excelencia. La
misma debe buscarse en la actividad propia del hombre, aquella
Para Aristóteles, el n último tiene dos características claras: es que lo diferencia de los demás animales y lo hace ser lo que es, o
valioso en sí mismo y se basta a sí mismo, esto signica que no sea, en la vida racional. En otras palabras, si lo propio de un jinete
depende de ninguna otra cosa. La felicidad es el bien supremo, el es montar a caballo, el bien del hombre es la actividad racional
objetivo último a conseguir, que reúne estos dos requisitos. No hace conforme a la virtud.
falta meditar demasiado para darse cuenta de que la felicidad es
buscada por sí misma y no como medio para otra cosa, no depende La virtud es un hábito por el cual el hombre se hace bueno y
de otra cosa, sino que es autárquica. No hay discusión posible con ejecuta bien la función que le es propia. Para Aristóteles, existen
respecto a que todos los hombres buscan la felicidad. El problema es dos tipos de virtudes: las éticas y las dianoéticas. Las segundas
que no hay acuerdo con respecto a dónde debe ser buscada dicha están relacionadas con la razón considerada en sí misma, mientras
felicidad, algunos creen que pueden alcanzarla mediante el poder, que las virtudes éticas se reeren a la razón aplicada a la facultad
otros a través del honor, otros por la riqueza. de desear. Son las virtudes del carácter y están relacionadas con
los modos de ser.
Es la política la actividad que tiene como n último la felicidad.
Por esta razón, cualquier otra actividad que se realice debe estar La virtud es el hábito de elegir el justo medio por las mismas
subordinada a ella. Así, la Ética queda subordinada a la Política. razones por las que lo elegiría el prudente. Es importante destacar
La diferencia estriba en que, mientras la Ética busca la felicidad que la palabra hábito esta relacionada con una forma constante de
individual; la Política busca el bien común. De esta manera, queda actuar. No basta que una persona realice una vez, en forma aislada,
justicada una mentira si es que esta redunda en un benecio para una acción buena para poder ser calicada como buena persona.
el conjunto de la sociedad. Como se puede observar, esta teoría se Es necesario que haya una constancia en la forma de actuar. Las
diferencia claramente de la teoría kantiana, ya que en esta última, acciones deben ser sistemáticamente buenas para que la persona
la mentira no puede ser admitida bajo ningún punto de vista. sea efectivamente buena. No alcanza con decir la verdad en una
ocasión, sino que siempre se debe decir la verdad.
Así, desde un punto de vista aristotélico, se entienden como
acciones morales aquellas que benecian al conjunto, como por Por otro lado, el acto moral está íntimamente relacionado con
ejemplo, la valentía en el combate. Esta puede perjudicar al individuo, la capacidad de elegir. Si no hay voluntad, no podemos hablar de
pero resulta un bien para el conjunto. acto moral. Sin deliberación y elección no puede haber voluntad en
el actuar. En otras palabras, si se comete un acto malo sin elegirlo,
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la persona no puede ser juzgada por dicha acción, ya que no se Libertad y responsabilidad:
puede decir que hubo voluntad de llevar a cabo un acto malo. No se dos caras de una misma moneda
puede calicar de bueno o malo aquello que no es voluntario. Por
ejemplo, si por casualidad, sin previa meditación ni voluntad, golpeo Ya hemos hablado un poco de este tema al hablar de la teoría
a un compañero en la nariz con la puerta, esa acción no puede ser kantiana. Hemos dicho que cuando actuamos, por ejemplo, de
juzgada desde un punto de vista moral porque no existió la intención acuerdo con lo que marcan los códigos de normas morales o
de golpear ni lastimar. religiosas, no somos verdaderamente libres porque hacemos lo
que otros (otra autoridad civil o religiosa) nos dicen que hagamos.
Esta virtud entendida como hábito es el término medio entre dos No mentimos porque Dios nos ha dicho que no es bueno mentir. No
defectos. Esto es, al actuar debo hacer un balance entre los posibles robamos porque las leyes nos dicen que está mal robar. Son «otros»
cursos de acción a seguir y elegir el que se encuentra en medio de los que nos mandan y nos sometemos a ellos, generalmente, por
lo que Aristóteles llama vicios. Por ejemplo, la valentía es una virtud, miedo al castigo.
el término medio entre dos vicios: la cobardía, que es un vicio por
defecto (por falta de valentía) y la temeridad que es un vicio por En cambio, somos libres cuando no mentimos y no robamos
exceso (por ir más allá de la valentía prudente). El hombre prudente porque es «nuestra conciencia» la que nos dice que hacerlo está mal.
siempre elegiría, luego de una deliberación, la valentía, justamente Ya no son los otros sino nosotros mismos los que nos imponemos
porque el hombre prudente siempre elige el término medio. Esta una conducta porque estamos convencidos de que es la correcta.
clase de hombre se caracteriza por tener la razón entrenada para Y tan convencidos estamos que, si actuamos de manera opuesta,
poder reconocer y elegir el término medio. tenemos una sensación desagradable, una sensación que solemos
referir con alguna de estas frases: «después de lo que hice no puedo
Pero la deliberación sólo es posible en relación a cosas que mirarme al espejo» o «no puedo dormir en paz» o «mi conciencia
están a nuestro alcance y son realizables, no podemos deliberar me lo reprocha constantemente».
acerca del color que tendrá el cielo mañana. Por otro lado, sólo
se puede deliberar en relación a los medios y nunca en relación a
los nes. El n de un alumno es aprender las materias y un buen
alumno no deliberará sobre este n, sino que deliberara sobre la
mejor manera de concretar dicho n, sobre las posibles estrategias Actividad
de aprendizaje.
Por otro lado, debe notarse que el término medio no puede Lean y analicen teniendo en cuenta la noción
pensarse como algo jo al modo del imperativo categórico kantiano aristotélica de justo medio.
que era válido de manera universal. En este caso, nos encontramos
con algo que dependerá de nuestra situación particular.
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Es necesario tener presente que ser libre signica también ser La libertad a lo largo de la historia de la losofía
responsable de las propias elecciones, de las consecuencias de
los propios actos. Cuando actuamos de un determinado modo A lo largo de la historia, los lósofos han entendido la libertad de
porque otro es quien nos lo ordena, no somos responsables. distinta manera. De acuerdo al contexto, puede hablarse de libertad
Pero cuando lo que hacemos lo hemos elegido libremente, sí política, personal, pública, de palabra o de pensamiento, etc. Pero
somos responsables. hay tres formas básicas de entender la libertad, a saber:
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Queremos hacer una última reexión en Max Weber fue quien distinguió
torno a este importante tema de la libertad. entre «éticas de la intención» (EI) y
La información y la falta de coacción son «éticas de la responsabilidad» (ER).
esenciales para que nuestra elección sea libre. En las primeras, lo importante es la
Si nos piden que elijamos una comida y nos
intención. Es decir, la acción es buena
ofrecen sólo pollo y pescado, ocultándonos
que también hay pastas y elegimos pollo, si la intención con la que se lleva a
nuestra elección no es realmente libre pues, cabo es buena, independientemente
de haber sabido que había pastas, tal vez que las consecuencias o los resultados
hubiéramos preferido este plato. sean malos. Por el contrario, en las ER
se tienen en cuenta las consecuencias
Del mismo modo, si cuando elegimos de la acción muy especialmente. En
estamos sometidos a algún tipo de presión, las EI lo importante es la pureza de la
tampoco somos libres. Las presiones o intención. En las ER se privilegian los
coacciones pueden ser explícitas o sutiles. efectos de las acciones y se asume la
En el primer caso, se trata lisa y llanamente responsabilidad por ellos.
de amenazas. En el segundo caso, puede
tratarse de manipulaciones. Ni las amenazas
ni las manipulaciones son formas legítimas El principal defecto de las EI es el mal
de inuir sobre los demás. La única forma no deseado como consecuencia del obrar
legítima en la que podemos tratar de convencer bienintencionado. El principal defecto de
a otro para que actúe como queremos, las ER es que puede aceptarse un mal
es la persuasión. Es decir, puedo intentar como medio si con él se consigue un n
convencerlo persuadiéndolo mediante bueno. Como ocurre habitualmente,
argumentos, pero jamás debo amenazarlo o Aunque el hombre los extremos no son siempre lo mejor.
manipularlo. busque algo que lo guíe en su actuar, Una posición más aceptable, que el
está condenado a ser libre mismo Max Weber propone, es la
Cuando elegimos un curso de acción bajo intermedia. Un ejemplo paradigmático
coacción o sin estar sucientemente informados
de las EI es la teoría ética kantiana (del gran lósofo Immanuel
de todas las alternativas posibles, no somos
libres y, por lo tanto, no somos tampoco Kant). Por su parte, el utilitarismo es un claro ejemplo de las ER.
r e s p o n s a b l ede
responsables s las
d e consecuencias.
las consecuencias.
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A MODO DE COROLARIO: Si, por el contrario, utilizamos el término «en sentido estricto»,
¿Qué aplicaciones tiene hoy la Ética? diremos que se trata de la reexión ética aplicada a los conictos
morales que surgen en la práctica de la medicina. Estos conictos
Hasta la primera mitad de este siglo, la Ética se circunscribía al estuvieron originariamente ligados con la investigación en seres
ámbito losóco. Es decir, los eticistas se dedicaban a reexionar humanos, por ejemplo, los experimentos que se realizaron en los
acerca de las distintas morales y de las distintas éticas manteniéndose campos de concentración nazi, en niños, en personas discapacitadas
en un plano de abstracción. Sin embargo, pronto fueron requeridos o incluso en adultos normales, pero sin solicitar su autorización.
para dar respuestas concretas a problemas que, cada vez con mayor Pero hoy día, los problemas bioéticos no se restringen a la
frecuencia, ocurrían en el mundo. investigación y resultan muy numerosos en función de los adelantos
Estos problemas de naturaleza ética pertenecían a distintas tecnológicos de las últimas décadas. Por ejemplo, se plantean
áreas: la política, la economía, el periodismo, el medio ambiente, la interrogantes acerca de si es correcto o no realizar técnicas de
medicina. Probablemente haya sido la medicina el campo más fértil fertilización asistida, practicar la clonación de animales o de seres
para el trabajo de los lósofos dedicados a la Ética. humanos, suspender un tratamiento extraordinario en un paciente
De este modo, cuando se solicita a estos pensadores resolver terminal, autorizar la eutanasia, decir la verdad al paciente cuando
los conictos que se suscitaban en las disciplinas citadas, surge lo padece una enfermedad grave, etc..
que se da en llamar Ética Aplicada. Así, aparece la Ética Aplicada
a la política, la Ética Aplicada a la economía, la Ética Aplicada al
periodismo, la Bioética. Aprendiendo a respetar las diferencias
Así como la Ética es una disciplina losóca, la Ética Aplicada es
una interdisciplina. Esto signica que para practicarla se requieren Concluimos recordando algo sumamente importante: frente
conocimientos de varias disciplinas y también se construye a un problema moral, cualquiera sea éste, no existe una única
practicándola. Por eso algunos preeren hablar de Ética Práctica. Por solución. Por el contrario, lo que hay es un espectro de soluciones
ejemplo, quien quiera trabajar en ética aplicada a la economía tendrá posibles. Esto no signica que optemos por cualquiera al azar. Lo
que conocer teorías éticas, pero también teorías económicas. importante es que las soluciones ofrecidas puedan ser defendidas
Dado que la Bioética ha alcanzado en nuestros días gran argumentativamente (con razonamientos). Así es como el espectro de
relevancia e interés público, dedicaremos el resto de estas páginas a alternativas puede reducirse pero difícilmente lleguemos a una sola
describir sus aspectos principales. Comenzaremos por su denición. posibilidad. Lo habitual es que sean varias las soluciones defendibles
Si nos referimos a la Bioética «en sentido amplio», diremos que es y esto es lo que permite la diversidad de pensamiento.
reexión ética aplicada a los problemas morales que tienen que ver
con la vida, es decir, que dentro de su campo incluiríamos problemas Si queremos ser verdaderamente pluralistas y democráticos
vinculados al medio ambiente, al trato con animales y a la práctica tenemos que respetar la diferencia de opiniones. Tenemos que
de la medicina. acostumbrarnos a decir «no estoy de acuerdo con tu postura,
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LA CAJA DE PANDORA
EN VALLADOLID DESTROZAN UNA MUESTRA SOBRE EL SIDA
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Actividades
1- En grupos, elijan una de las teorías presentadas en este capítulo y simulen un tribunal en el que se
intentará evaluar los pro y los contra de cada una de ellas. ¿Por qué cree que la teoría elegida es mejor
que las que no escogió? ¿En qué aspectos cree que es menos útil que las otras?
2- Piensa normas que sirvan como guía a la conducta dentro del aula. Luego, discutan en grupos normas
que puedan guiar la conducta dentro del aula. Finalmente, discutan entre todos los alumnos normas que
puedan guiar la conducta en clase. ¿Nota alguna diferencia entre las distintas formas en que eligió las
normas? ¿Cuál le parece la más apropiada y por qué? Especique qué enfoque ético está por detrás de
cada una de las formas en que eligieron las normas.
Se acabó Debbie
«El llamado se produjo a medianoche. Como ginecólogo residente rotando en un gran hospital privado, llegué a detestar los llamados telefónicos
porque invariablemente tendría que estar levantado varias horas y al día siguiente me sentiría mal. Sin embargo, el deber llamaba, por lo que
contesté el teléfono. Una enfermera me informó que una paciente tenía dicultad para dormir, y si por favor podía verla. Estaba en la Sala tres
Norte. Ésta era la unidad de ginecología oncológica; no era mi zona habitual de residencia. A medida que caminaba, chocando somnoliento contra
paredes y esquinas de corredores, y sin creer que estaba otra vez levantado, traté de imaginar qué podía encontrar al nal de mi camino. Quizá
una mujer de edad avanzada con una reacción de ansiedad, o tal vez algo particularmente horrible.
Recogí la historia clínica en la sala de enfermeras mientras iba hacia el cuarto de la paciente, y la enfermera me dio algunos rápidos detalles:
una joven de 20 años llamada Debbie estaba muriendo de un cáncer de ovario. Había tenido vómitos inaplacables, aparentemente como resultado
de un goteo con alcohol administrado como sedante. «Qué triste», pensé. A medida que me aproximaba al cuarto podía escuchar una respiración
fuerte y trabajosa. Entré y vi a una mujer emaciada, de cabello oscuro, que parecía tener mucho más de 20 años. Estaba recibiendo oxígeno por
la nariz, tenía una vía intravenosa y estaba sentada en la cama sufriendo por lo que obviamente era una severa falta de aire. La historia clínica
registraba un peso de 34 kilos. Una segunda mujer, también de pelo oscuro pero de mediana edad estaba a su lado, sosteniendo su mano. Ambas
me miraron cuando entré. El cuarto parecía lleno con el desesperado esfuerzo de la paciente por sobrevivir. Sus ojos estaban hundidos, y tenía
retracciones supraesternales e intercostales con sus rápidas inspiraciones. No había comido ni dormido en dos días. No había respondido a la
quimioterapia y sólo se le daba terapia de apoyo. Era una escena patibularia, una cruel burla a su juventud e incumplido potencial. Las únicas
palabras que me dijo fueron: «Terminemos con esto».
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Volví a la enfermería absorto en mis pensamientos. La paciente estaba fatigada y necesitaba reposo. No le podía dar salud, pero sí descanso.
Pedí a la enfermera cargar 20 mg de sulfato de morna en una jeringa. Suciente, pensé, para hacer el trabajo. Llevé la jeringa al cuarto y les
dije a las dos mujeres que iba a dar a Debbie algo que le permitiría descansar u decir adiós. Debbie miró la jeringa, luego giró la cabeza sobre la
almohada con los ojos abiertos, mirando lo que quedaba del mundo. Inyecté la morna por vía intravenosa y traté de ver si mis cálculos sobre sus
efectos eran correctos. En unos segundos su respiración disminuyó hasta una frecuencia normal, sus ojos se cerraron y sus rasgos se suavizaron
como si al n pareciera descansar. La mujer mayor acarició el pelo de la paciente, ahora dormida. Esperé el siguiente efecto inevitable de depresión
respiratoria. Con exactitud cronométrica, en cuatro minutos la frecuencia respiratoria disminuyó aún más, luego se hizo irregular y por n cesó. La
mujer de pelo oscuro se mantuvo erguida y pareció aliviada.
Se acabó Debbie.»
4- Compara las distintas teorías éticas vistas en esta unidad. Buscar similitudes y diferencias.
5- Lee el cuento «Emma Zunz»de Jorge Luis Borges. ¿Qué pasa con el personaje principal? ¿Cómo se puede calicar la acción llevada
a cabo por Emma a partir de cada una de las teorías vistas?
EMMA ZUNZ
JORGE LUIS BORGES
El catorce de enero de 1922, Emma Zunz, al volver de la fábrica de tejidos Tarbuch y Loewenthal, halló en el fondo del zaguánuna carta, fechada
en el Brasil, por la que supo que su padre había muerto. La engañaron, a primera vista, el sello y el sobre; luego, la inquietó la letra desconocida.
Nueve diez líneas borroneadas querían colmar la hoja; Emma leyó que el señor Maier había ingerido por error una fuerte dosis de veronal y había
fallecido el tres del corriente en el hospital de Bagé. Un compañero de pensión de su padre rmaba la noticia, un tal Feino Fain, de Río Grande,
que no podía saber que se dirigía a la hija del muerto.
Emma dejó caer el papel. Su primera impresión fue de malestar en el vientre y en las rodillas; luego de ciega culpa, de irrealidad, de frío, de temor;
luego, quiso ya estar en el día siguiente. Acto contínuo comprendió que esa voluntad era inútil porque la muerte de su padre era lo único que había
sucedido en el mundo, y seguiría sucediendo sin n. Recogió el papel y se fue a su cuarto. Furtivamente lo guardó en un cajón, como si de algún
modo ya conociera los hechos ulteriores. Ya había empezado a vislumbrarlos, tal vez; ya era la que sería.
En la creciente oscuridad, Emma lloró hasta el n de aquel día del suicidio de Manuel Maier, que en los antiguos días felices fue Emanuel Zunz.
Recordó veraneos en una chacra, cerca de Gualeguay, recordó (trató de recordar) a su madre, recordó la casita de Lanús que les remataron, recordó
los amarillos losanges de una ventana, recordó el auto de prisión, el oprobio, recordó los anónimos con el suelto sobre «el desfalco del cajero»,
recordó (pero eso jamás lo olvidaba) que su padre, la última noche, le había jurado que el ladrón era Loewenthal. Loewenthal, Aarón Loewenthal,
antes gerente de la fábrica y ahora uno de los dueños. Emma, desde 1916, guardaba el secreto. A nadie se lo había revelado, ni siquiera a su mejor
amiga, Elsa Urstein. Quizá rehuía la profana incredulidad; quizá creía que el secreto era un vínculo entre ella y el ausente. Loewenthal no sabía
que ella sabía; Emma Zunz derivaba de ese hecho ínmo un sentimiento de poder.
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No durmió aquella noche, y cuando la primera luz denió el rectángulo de la ventana, ya estaba perfecto su plan. Procuró que ese día,
que le pareció interminable, fuera como los otros. Había en la fábrica rumores de huelga; Emma se declaró, como siempre, contra
toda violencia. A las seis, concluido el trabajo, fue con Elsa a un club de mujeres, que tiene gimnasio y pileta. Se inscribieron; tuvo que
repetir y deletrear su nombre y su apellido, tuvo que festejar las bromas vulgares que comentan la revisación. Con Elsa y con la menor
de las Kronfuss discutió a qué cinematógrafo irían el domingo a la tarde. Luego, se habló de novios y nadie esperó que Emma hablara.
En abril cumpliría diecinueve años, pero los hombres le inspiraban, aún, un temor casi patológico... De vuelta, preparó una sopa de
tapioca y unas legumbres, comió temprano, se acostó y se obligó a dormir. Así, laborioso y trivial, pasó el viernes quince, la víspera.
El sábado, la impaciencia la despertó. La impaciencia, no la inquietud, y el singular alivio de estar en aquel día, por n. Ya no tenía
que tramar y que imaginar; dentro de algunas horas alcanzaría la simplicidad de los hechos. Leyó en La Prensa que el Nordstjärnan,
de Malmö, zarparía esa noche del dique 3; llamó por teléfono a Loewenthal, insinuó que deseaba comunicar, sin que lo supieran las
otras, algo sobre la huelga y prometió pasar por el escritorio, al oscurecer. Le temblaba la voz; el temblor convenía a una delatora.
Ningún otro hecho memorable ocurrió esa mañana. Emma trabajó hasta las doce y jó con Elsa y con Perla Kronfuss los pormenores
del paseo del domingo. Se acostó después de almorzar y recapituló, cerrados los ojos, el plan que había tramado. Pensó que la etapa
nal sería menos horrible que la primera y que le depararía, sin duda, el sabor de la victoria y de la justicia. De pronto, alarmada, se
levantó y corrió al cajón de la cómoda. Lo abrió; debajo del retrato de Milton Sills, donde la había dejado la antenoche, estaba la carta
de Fain. Nadie podía haberla visto; la empezó a leer y la rompió.
Referir con alguna realidad los hechos de esa tarde sería difícil y quizá improcedente. Un atributo de lo infernal es la irrealidad, un
atributo que parece mitigar sus terrores y que los agrava tal vez. ¿Cómo hacer verosímil una acción en la que casi no creyó quien la
ejecutaba, cómo recuperar ese breve caos que hoy la memoria de Emma Zunz repudia y confunde? Emma vivía por Almagro, en la
calle Liniers; nos consta que esa tarde fue al puerto. Acaso en el infame Paseo de Julio se vio multiplicada en espejos, publicada por
luces y desnudada por los ojos hambrientos, pero más razonable es conjeturar que al principio erró, inadvertida, por la indiferente
recova... Entró en dos o tres bares, vio la rutina o los manejos de otras mujeres. Dio al n con hombres del Nordstjärnan. De uno, muy
joven, temió que le inspirara alguna ternura y optó por otro, quizá más bajo que ella y grosero, para que la pureza del horror no fuera
mitigada. El hombre la condujo a una puerta y después a un turbio zaguán y después a una escalera tortuosa y después a un vestíbulo
(en el que había una vidriera con losanges idénticos a los de la casa en Lanús) y después a un pasillo y después a una puerta que
se cerró. Los hechos graves están fuera del tiempo, ya porque en ellos el pasado inmediato queda como tronchado del porvenir, ya
porque no parecen consecutivas las partes que los forman.
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Filosofía
¿En aquel tiempo fuera del tiempo, en aquel desorden perplejo de sensaciones inconexas y atroces, pensó Emma Zunz una sola
vez en el muerto que motivaba el sacricio? Yo tengo para mí que pensó una vez y que en ese momento peligró su desesperado
propósito. Pensó (no pudo no pensar) que su padre le había hecho a su madre la cosa horrible que a ella ahora le hacían. Lo pensó
con débil asombro y se refugió, en seguida, en el vértigo. El hombre, sueco o nlandés, no hablaba español; fue una herramienta para
Emma como ésta lo fue para él, pero ella sirvió para el goce y él para la justicia. Cuando se quedó sola, Emma no abrió en seguida
los ojos. En la mesa de luz estaba el dinero que había dejado el hombre: Emma se incorporó y lo rompió como antes había roto la
carta. Romper dinero es una impiedad, como tirar el pan; Emma se arrepintió, apenas lo hizo. Un acto de soberbia y en aquel día...
El temor se perdió en la tristeza de su cuerpo, en el asco. El asco y la tristeza la encadenaban, pero Emma lentamente se levantó y
procedió a vestirse. En el cuarto no quedaban colores vivos; el último crepúsculo se agravaba. Emma pudo salir sin que lo advirtieran;
en la esquina subió a un Lacroze, que iba al oeste. Eligió, conforme a su plan, el asiento más delantero, para que no le vieran la
cara. Quizá le confortó vericar, en el insípido trajín de las calles, que lo acaecido no había contaminado las cosas. Viajó por barrios
decrecientes y opacos, viéndolos y olvidándolos en el acto, y se apeó en una de las bocacalles de Warnes. Pardójicamente su fatiga
venía a ser una fuerza, pues la obligaba a concentrarse en los pormenores de la aventura y le ocultaba el fondo y el n.
Aarón Loewenthal era, para todos, un hombre serio; para sus pocos íntimos, un avaro. Vivía en los altos de la fábrica, solo. Establecido
en el desmantelado arrabal, temía a los ladrones; en el patio de la fábrica había un gran perro y en el cajón de su escritorio, nadie
lo ignoraba, un revólver. Había llorado con decoro, el año anterior, la inesperada muerte de su mujer - ¡una Gauss, que le trajo una
buena dote! -, pero el dinero era su verdadera pasión. Con íntimo bochorno se sabía menos apto para ganarlo que para conservarlo.
Era muy religioso; creía tener con el Señor un pacto secreto, que lo eximía de obrar bien, a trueque de oraciones y devociones.
Calvo, corpulento, enlutado, de quevedos ahumados y barba rubia, esperaba de pie, junto a la ventana, el informe condencial de
la obrera Zunz.
La vio empujar la verja (que él había entornado a propósito) y cruzar el patio sombrío. La vio hacer un pequeño rodeo cuando el perro
atado ladró. Los labios de Emma se atareaban como los de quien reza en voz baja; cansados, repetían la sentencia que el señor
Loewenthal oiría antes de morir.
Las cosas no ocurrieron como había previsto Emma Zunz. Desde la madrugada anterior, ella se había soñado muchas veces, dirigiendo
el rme revólver, forzando al miserable a confesar la miserable culpa y exponiendo la intrépida estratagema que permitiría a la Justicia
de Dios triunfar de la justicia humana. (No por temor, sino por ser un instrumento de la Justicia, ella no quería ser castigada.) Luego,
un solo balazo en mitad del pecho rubricaría la suerte de Loewenthal. Pero las cosas no ocurrieron así.
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Ante Aarón Loeiventhal, más que la urgencia de vengar a su padre, Emma sintió la de castigar el ultraje padecido por ello. No
podía no matarlo, después de esa minuciosa deshonra. Tampoco tenía tiempo que perder en teatralerías. Sentada, tímida, pidió
excusas a Loewenthal, invocó (a fuer de delatora) las obligaciones de la lealtad, pronunció algunos nombres, dio a entender otros
y se cortó como si la venciera el temor. Logró que Loewenthal saliera a buscar una copa de agua. Cuando éste, incrédulo de tales
aspavientos, pero indulgente, volvió del comedor, Emma ya había sacado del cajón el pesado revólver. Apretó el gatillo dos veces.
El considerable cuerpo se desplomó como si los estampidos y el humo lo hubieran roto, el vaso de agua se rompió, la cara la miró
con asombro y cólera, la boca de la cara la injurió en español y en ídisch. Las malas palabras no cejaban; Emma tuvo que hacer
fuego otra vez. En el patio, el perro encadenado rompió a ladrar, y una efusión de brusca sangre manó de los labios obscenos y
manchó la barba y la ropa. Emma inició la acusación que había preparado («He vengado a mi padre y no me podrán castigar...»),
pero no la acabó, porque el señor Loewenthal ya había muerto. No supo nunca si alcanzó a comprender.
Los ladridos tirantes le recordaron que no podía, aún, descansar. Desordenó el diván, desabrochó el saco del cadáver, le quitó
los quevedos salpicados y los dejó sobre el chero. Luego tomó el teléfono y repitió lo que tantas veces repetiría, con esas y con
otras palabras: Ha ocurrido una cosa que es increíble... El señor Loewenthal me hizo venir con el pretexto de la huelga... Abusó de mí,
lo maté...
La historia era increíble, en efecto, pero se impuso a todos, porque sustancialmente era cierta.
Verdadero era el tono de Emma Zunz, verdadero el pudor, verdadero el odio. Verdadero también
era el ultraje que había padecido; sólo eran falsas las circunstancias, la hora y uno o dos nombres
propios.
6- En grupos, piensen casos en los que sean libres para actuar y relaciónenlo con el concepto de
libertad.
7- Discutan, en grupos, cuál es la posición de cada uno de ustedes frente a la violencia y presenten
argumentos para defender su postura. Una vez presentada dicha posición traten de defender la
contraria argumentando.
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