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1) Link de grabación de su tarea: Llevando a la escena mi texto teatral:

https://www.youtube.com/watch?v=vqgmOvzwAzM

2) Texto teatral escrito por el estudiante en la Fase 3:

El gran amor de mi vida: YO


Dentro de muchas palomas en el asoleado mes de enero, encontré entre todas esas
aves, una en particular que logró captar mi atención. Curiosamente era la más
hermosa, unicolor y sin ningún tipo de mancha. Las demás no eran feas, pero en
belleza resaltaba ella. Lo que logra atrapar mi atención no fue precisamente eso, en
ella noté una mirada apagada, y triste. Al principio pensé que estaba enferma, pero
fue tanto mi interés en observar el animal que percaté como se encontraba sola, pero
rodeada de las quizás quinientas aves que se encontraban en la plaza, sola rodeada de
su familia.
De mi rostro, sin explicación alguna, comienzan a lagrimear mis ojos, de repente mi
mirada y mi luz se apagaban igual y a un ritmo acelerado como el de aquél animal.
Empiezo a entender todo... Aquélla ave reflejaba mi húmeda y rota alma que le
gritaba constantemente y fuerte a mi mente, a mi corazón. Ella no era más que aquella
paloma que quería volar sin miedo a fracasar, y con miedo a no poder alcanzar lo que
un día soñó.
Después de haber llorado tanto, como cual niño llora en casa viendo partir a su madre
cansada de malos tratos pero esperanzada en traer el sustento de su familia, me
marché a mi "hogar" que yo simplemente titulaba como la jaula que me obligaba a
callarme y a sumirme en mis mismos pensamientos asesinos. Llegó la noche y mi dolor
interno no lograba calmarse, exigía mi pecho gritar con muchas fuerzas para sacar ese
peso que le atoraban las palabras, ya querían mis ojos descansar del aguante que hizo
durante todo el día evitando que frente de todos su llanto se desbordara, sabía que
consigo desembarcarían muchas preguntas.
Ya todos dormidos pude sacar todo al lado de mi única amiga y acompañante, la noche
oscura y la soledad fiel. Solo deseo y pido al cielo que al abrir mis ojos en la mañana ya
mi dolor por arte de magia se haya esfumado como el viento efímero.
La mañana siguiente, al despertar, noté que estaba solo, ya todos habían partido a sus
labores, entonces aproveché para tener una conversación con mi yo interno, pero esta
vez sin oscuridad a mi lado, pero aún con frialdad en mi pecho.
-Lucas: Hola, soy yo nuevamente.
-Lucas: Hola, no te pregunto cómo estoy, cómo estamos, pero si hacerte una pequeña
propuesta.
-Lucas: Cuéntame qué cosa me quieres proponer.
-Lucas: Recuerdo que ayer me leíste una pequeña historia de un mito que sonó muy
cierto. Quiero que vayamos y busquemos aquella panadería encantada y que nos
acompañe Micaela.
-Lucas: ¿QUÉ, estás loco?
-Lucas: Micaela te gusta, no trates de engañarme, Micaela nos da tranquilidad y pienso
que eso es lo que hoy necesitamos.
-Lucas: No te puedo engañar, Micaela desde que ha llegado ha logrado encender en mí
una luz muy en el fondo de mi corazón que arde fuerte y silenciosamente, la cual me
hace creer que me queda una última esperanza.
-Lucas: Entonces, ¿la invitarás a salir?
-Lucas: Te propongo algo mejor, llamémosla.
Suena el celular…
-Micaela: Holaaaa Lucas, ¿Cómo estás?
-Lucas: Hola Micaela, “bien” ¿y tú?
-Micaela: No sonaste convincente como siempre. Yo estoy bien al escucharte.
-Lucas: Me gustaría invitarte a salir un rato, pero si no puedes, no pasa nada.
-Micaela: ¿Te parece si mejor vienes a mi casa y de paso pruebas una galletas que
estoy horneando?
-Lucas: Perfecto, en cuestión de minutos estoy en tu casa.
Después de algunas 20 llamadas y de 3 horas más tardes, Micaela se entera de que
Lucas se había intentado quitar la vida.
Después de esperar por muchas horas en la sala de espera, decide regresar a su casa a
preparar las galletas que le prometió, pero esta vez hacerlas como las que siempre
pedía en la panadería mágica. Micaela hornea galletas para el amor.
Una vez terminado, Micaela toma un baño y se dispone a regresar al hospital para
visitar a su amigo Lucas, a quien le tenía que contar algo que nunca se había atrevido
contárselo, hasta que la incertidumbre de la cercana muerte.
Ya estando en el hospital llega a la habitación de Lucas y con lágrimas en los ojos, le
confiesa que temió por la vida del ser que amaba en silencio, le entregó las galletas en
compañías de cartas que le escribía cada que sentía querer estar con él en las noches
de sus batallas.
Después de un fuerte abrazo, un largo beso y una degustada de las galletas, recuerdo
que mis ojos, mi corazón, mi mente sin poder creerlo y mi cabello rojizo irradia mucha
luz. La luz que un día anhele sentir.
Micaela Narváez Trujillo, representa el amor crudo y espeso, ese que solo viene de una
madre o de aquél amor del que todos esperamos, es aquella mujer que con atención y
paciencia llega a ayudarme a salir del hueco oscuro y frio en el que me encontraba
inmerso, enseñándome que debo atesorar y valor mi vida, y sentirme tan valioso como
pueda.
Fin

3) Evidencias de participación en el foro colaborativo:

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