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Política ambiental

Durante décadas, la gestión pública de los recursos naturales se desarrollaba desde una
perspectiva sectorial, es decir, se focalizaba en cada recurso, como ser el agua, el bosque, la
fauna y la flora, como compartimentos separados, sin atender al todo, sin poder vislumbrar —
tal como lo plasmamos en las primeras lecturas— que ambiente es todo y todo está
interrelacionado.
 
Luego, cuando se empezó a interpretar el ambiente como un sistema, surgió la necesidad de
formular políticas que atiendan a ese conjunto con sus múltiples interrelaciones naturales y
sociales. A ello se agrega la importancia que se le atribuye a la política ambiental para que
brinde el marco en el cual deben integrarse los procesos de crecimiento económico y
tecnológico, para prevenir sus impactos negativos en el ambiente (Franza, 2010).
 
Con esta breve introducción, los invitamos a realizar un repaso por las nociones generales de
política ambiental, para luego introducirnos en la política ambiental de nuestro país y así poder
hacer especial referencia a la conciencia y educación ambiental en Argentina.

Política ambiental: nociones

La conciencia ambiental

Referencias
LECCIÓN 1 de 3

Política ambiental: nociones

Las políticas ambientales, en general, pueden referir a diversos niveles territoriales y sectores o temas
particulares, y sus objetivos pueden ser la protección de un determinado ecosistema, la transformación de
ciertas condiciones político-institucionales, socioeconómicas, tecnológicas, etc. Bajo este paraguas
podremos entender que "'las políticas ambientales' son el conjunto de objetivos, principios, criterios y
orientaciones generales para la protección del medio ambiente de una sociedad particular" (Rodríguez-
Becerra, Espinoza y Wilk, 2002, p. 81).

Y, en general, se las clasifican o reconocen según sean:

PO LÍ T I C A S E XPLÍ C I TA S PO LÍ T I C A S I M PLÍ C I TA S

Aquellas que están formuladas y publicadas en documentos oficiales aprobados o expedidas formalmente
por algún organismo estatal y que tienen como objetivo la protección ambiental. Son las denominadas
políticas nacionales y subnacionales sobre medioambiente o las políticas que se refieren a recursos
particulares, como el agua, los bosques o el aire.

PO LÍ T I C A S E XPLÍ C I TA S PO LÍ T I C A S I M PLÍ C I TA S
Aquellas decisiones que se toman en otros ámbitos de la política pública o en los sectores productivos y
que influyen en la transformación del medioambiente (Gligo, 1997).

Ellas pueden formar parte de acuerdos multilaterales o de políticas y legislaciones económicas y sociales
de carácter general o sectorial sin que sus impactos ambientales hubiesen sido previstos o debidamente
tomados en cuenta. 

También se distinguen por sus etapas, que van desde la formulación, sería la primera etapa, a la ejecución o
implementación de las políticas, que sería la segunda etapa. 

E TA PA D E FO RM U LA C I Ó N E TA PA D E I M PLE M E N TA C I Ó N

Hace referencia al conjunto de esfuerzos por precisar un mandato, proposición o política ambiental general
mediante diferentes mecanismos institucionales y jurídicos.

E TA PA D E FO RM U LA C I Ó N E TA PA D E I M PLE M E N TA C I Ó N

Es el conjunto de acciones que buscan plasmar en el territorio las políticas ambientales formuladas y
hacerlas cumplir a través de diferentes instrumentos de gestión de índole jurídica o institucional (Juliá, Del
Campo y Foa Torres, 2009).
En los países latinoamericanos, las denominadas políticas ambientales reciben diferentes denominaciones:
política, estrategia, plan, entre otros; pero siempre el objetivo es definir las prioridades, objetivos y metas
ambientales para un período (determinado o no). 

En general, a nivel constitucional, se consagran los principios orientadores y lineamientos de la protección


ambiental, como así también los derechos y obligaciones del Estado y de los ciudadanos con respecto al
medioambiente. También encontramos las llamadas leyes generales o marco, cuyo propósito es establecer
de manera particular y más detallada esos principios y objetivos para la protección ambiental (Rodríguez-
Becerra, Espinoza y Wilk, 2002).

La política ambiental en Argentina: marco normativo

Antes de comenzar a transitar esta arista, recordaremos que en esta lectura solo haremos referencia a la
política ambiental que surge de la Constitución nacional y de la Ley General del Ambiente, aunque esta
política se encuentra también en otros instrumentos normativos, como ser leyes, decretos, etc. (siempre
respetando la supremacía constitucional).

Entonces, como se desprende de lo anterior, existe una formulación normativa de las políticas públicas. Se
puede decir que las constituciones y leyes generales constituyen los marcos dentro de los cuales se
construye y define la política ambiental de un país (Juliá, Del Campo y Foa Torres, 2013), donde se
encuentran los elementos que orientan la acción de la sociedad y el Estado a largo plazo, los permanentes .

Los preceptos constitucionales nos darán el marco general de la política ambiental, como así también las
responsabilidades de los gobernantes y derechos y deberes de los ciudadanos. En Argentina, con la reforma

constitucional de 1994, se incorpora lo que se denomina cláusula ambiental en el artículo 411 y se instala el
nuevo orden jurídico ambiental en el país (Juliá, Del Campo y Foa Torres, 2013). Entre las cuestiones más
importantes, se incorpora el ambiente como derecho-deber de los habitantes, las obligaciones de las
autoridades, el compromiso con las generaciones futuras, el daño ambiental, la distribución de
competencias entre nación y provincias y la asignación a la nación de la facultad de dictar los presupuestos
mínimos de protección.
Por su parte, la Ley General del Ambiente, Ley 25675, define la política ambiental a nivel nacional, fijando sus
objetivos, principios e instrumentos. Esto implica el marco desde el cual se debe interpretar la legislación
ambiental en nuestro país (Juliá, Del Campo y Foa Torres, 2013).

Entre los principales objetivos de la política ambiental nacional definidos en el artículo 2, destacamos los
siguientes:

[1] Art. 41. Ley 24430. (1994). Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://bit.ly/354EHq7

Objetivos de la política ambiental nacional


1. Asegurar la preservación, conservación, recuperación y mejoramiento de la calidad de los recursos


ambientales, tanto naturales como culturales, en la realización de las diferentes actividades
antrópicas.

2. Promover el mejoramiento de la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras, en forma


prioritaria.

3. Fomentar la participación social en los procesos de toma de decisión.

4. Promover el uso racional y sustentable de los recursos naturales.

5. […]

6. Asegurar la conservación de la diversidad biológica.

7. […]

8. Promover cambios en los valores y conductas sociales que posibiliten el desarrollo sustentable, a
través de una educación ambiental, tanto en el sistema formal como en el no formal.

9. Organizar e integrar la información ambiental y asegurar el libre acceso de la población […]

10. Establecer un sistema federal de coordinación interjurisdiccional para la implementación de políticas


ambientales de escala nacional y regional.2

[2]Art. 2. Ley 25675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado
de https://goo.gl/75jNXA.  
En lo que se refiere a los principios de la política ambiental —entendidos como aquellas guías, directrices o
carriles por donde se debe encaminar esta política—, la misma Ley 25675 se refiere a ellos como criterio
orientador o guía al expresar que "la interpretación y aplicación de la presente ley, y de toda otra norma a
través de la cual se ejecute la política ambiental, estarán sujetas al cumplimiento de los siguientes

principios"3:

Principio de congruencia: La legislación provincial y municipal referida a lo ambiental


deberá ser adecuada a los principios y normas fijadas en la presente ley; en caso de que
así no fuere, este prevalecerá sobre toda otra norma que se le oponga.

Principio de prevención: Las causas y las fuentes de los problemas ambientales se


atenderán en forma prioritaria e integrada, tratando de prevenir los efectos negativos que
sobre el ambiente se pueden producir.

Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de


información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la
adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del
medio ambiente.

Principio de equidad intergeneracional: Los responsables de la protección ambiental


deberán velar por el uso y goce apropiado del ambiente por parte de las generaciones
presentes y futuras.

Principio de progresividad: Los objetivos ambientales deberán ser logrados en forma


gradual, a través de metas interinas y finales, proyectadas en un cronograma temporal que
facilite la adecuación correspondiente a las actividades relacionadas con esos objetivos.
Principio de responsabilidad: El generador de efectos degradantes del ambiente, actuales
o futuros, es responsable de los costos de las acciones preventivas y correctivas de
recomposición, sin perjuicio de la vigencia de los sistemas de responsabilidad ambiental
que correspondan.

Principio de subsidiariedad: El Estado nacional, a través de las distintas instancias de la


administración pública, tiene la obligación de colaborar y, de ser necesario, participar en
forma complementaria en el accionar de los particulares en la preservación y protección
ambientales.

Principio de sustentabilidad: El desarrollo económico y social y el aprovechamiento de los


recursos naturales deberán realizarse a través de una gestión apropiada del ambiente, de
manera tal que no comprometa las posibilidades de las generaciones presentes y futuras.

Principio de solidaridad: La nación y los estados provinciales serán responsables de la


prevención y mitigación de los efectos ambientales transfronterizos adversos de su propio
accionar, así como de la minimización de los riesgos ambientales sobre los sistemas
ecológicos compartidos.

Principio de cooperación: Los recursos naturales y los sistemas ecológicos compartidos


serán utilizados en forma equitativa y racional. El tratamiento y la mitigación de las
emergencias ambientales de efectos transfronterizos serán desarrollados en forma

conjunta.4

[3]Art. 4. Ley 25675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado

de https://goo.gl/75jNXA

[4] Art. 4. Ley 25675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado

de https://goo.gl/75jNXA
En nuestro país, la política ambiental es determinada por las políticas sociales
del Gobierno.

Falso. Porque los preceptos constitucionales nos darán el


marco general de la política ambiental.

Verdadero. Porque son, en definitiva, quienes orientan la


acción de la sociedad y el Estado a largo plazo.

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C O NT I NU A R
LECCIÓN 2 de 3

La conciencia ambiental

El Estado no es el único que está obligado a cuidar al medioambiente, es un deber de todos los habitantes.
Esto es así por razones fácticas, más allá de que lo mande la Constitución nacional, ya que la
Administración tiene recursos limitados y existen áreas donde es muy difícil ejercer el poder de vigilancia. En
ese sentido, Franza (2010) entiende que la garantía para un cumplimiento correcto y duradero de la ley es
que haya una sociedad consciente de los problemas ambientales, que esté informada y participe.

Valls (2016), al referirse a la conciencia ambiental, hace un recorrido histórico y cultural mostrando su
transformación a través de diversos actores, hasta llegar a la actualidad.

Los problemas ambientales tomaron mayor notoriedad a partir de la década de 1960, motivados por el
modelo de desarrollo imperante de la modernidad, y día a día se profundizan a nivel global y local. Ante esa
realidad, es necesario repensar la relación sociedad-naturaleza y, para esa transformación sociocultural, uno
de los caminos es la educación ambiental.

Particularmente, en el caso de Argentina, si bien la política ambiental de los últimos años ha sido bastante
activa, caracterizada por la reforma constitucional, promulgación de leyes y redacción de informes,
lamentablemente, no ha alcanzado los resultados anhelados. Ante ello, se debe lograr una mayor
concientización de la sociedad con respecto a la relación del ser humano con el medioambiente. De poco
sirven la ciencia, la técnica, la ley y la Administración, si no se concientiza a la población sobre las
relaciones de interdependencia del ser humano con su medioambiente natural, para lograr el respeto por
este. Para lograr eso, consideramos imprescindibles la información, la educación y la participación de la
comunidad  (Juliá, Góis Morales y Foradori, 2016).

Tal como lo plasmamos al inicio de esta lectura y a los fines de amalgamar estos conceptos de política
ambiental, principios ambientales y conciencia ambiental, abarcaremos las nociones de educación
ambiental. ¿Qué significa educación ambiental? ¿A qué tipo de educación se refiere? Veamos:
En la Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental, celebrada en Tbilisi en 1977, se la
conceptualiza expresando lo siguiente:

Es un proceso permanente
en el cual los actores
sociales adquieren
conciencia de su ambiente
Educación ambiental
y aprenden los
conocimientos, los valores,
las experiencias que los
capacitan para actuar, de

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Es importante destacar que el artículo 41 de nuestra Constitución nacional establece que las autoridades
proveerán la información y educación ambientales. A nivel infraconstitucional, la Ley General del Ambiente
N.º 25675 incorpora la educación ambiental como uno de los instrumentos de la política y gestión ambiental.
En el artículo 15 se establece lo siguiente:

La educación ambiental constituirá un proceso continuo y permanente, sometido a


constante actualización que, como resultado de la orientación y articulación de las
diversas disciplinas y experiencias educativas, deberá facilitar la percepción integral del

ambiente y el desarrollo de una conciencia ambiental.5

Así lo entendió, en el fallo "Mendoza", la misma Corte Suprema de Justicia de la Nación al 

ordenar al Estado nacional, a la provincia de Buenos Aires, a la Ciudad Autónoma de


Buenos Aires y al CoFeMa, para que presenten un plan integrado que contemple un
ordenamiento ambiental del territorio, el control sobre las actividades antrópicas, el estudio
sobre el impacto ambiental de las empresas demandadas, un programa de educación

ambiental y un programa de información ambiental [énfasis agregado].6

Con ello, debemos tener presente que la educación ambiental es fundamental para concientizar para la
acción, debe tratarse de una educación contextualizada que genere un pensamiento crítico para afrontar los
problemas ambientales de América Latina.

[5] Art. 15. Ley 25675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://goo.gl/75jNXA

[6] Mendoza, Beatriz Silvia y otros c/ Estado Nacional y otros s/ daños y perjuicios (daños derivados de la

contaminación ambiental del Río Matanza - Riachuelo). Sentencia 8 de julio de 2008. Nro. Interno: M. 1569. XL
Corte Suprema de Justicia de la Nación. Capital Federal, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Recuperado de

https://bit.ly/3lSeeC3

C O NT I NU A R
LECCIÓN 3 de 3

Referencias

Franza, J. (2010). Manual de derecho de los recursos naturales y protección del medio ambiente. Una visión
holística y transversal del derecho como instrumento del desarrollo sustentable. Buenos Aires: Ediciones
Jurídicas.

Gligo, N. (1997). Institucionalidad pública y políticas ambientales explícitas e implícitas. Revista de la CEPAL,


N.º 63, 51-63. Santiago de Chile.

Juliá, M., Del Campo, C., y Foa Torres, J. (2009). La institucionalización ambiental en Argentina. Córdoba:
Lerner.

Juliá, M., Del Campo, C. y Foa Torres, J. (2013). Formulación de políticas públicas ambientales. Los casos
de "aguas", "bosque nativo" y "residuos peligrosos". Córdoba: Lerner.

Ley 24430. (1994). Constitución de la Nación Argentina. Honorable Congreso de la Nación Argentina.
Recuperado de https://bit.ly/354EHq7

Ley 25675. (2002). Ley General del Ambiente. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de 
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/75000-79999/79980/norma.htm

Rodríguez-Becerra, M., Espinoza, G., y Wilk, D. (2002). Gestión ambiental en América Latina y el Caribe:
evolución, tendencias y principales prácticas. Washington D. C.: Banco Interamericano de Desarrollo.

Valls, M. (2016). Derecho ambiental. Buenos Aires: Abeledo Perrot.

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