Está en la página 1de 88

PARLAMENTO DE LA MEMORIA

CREACIÓN COLECTIVA DE LA COMUNA: REVOLUCIÓN O FUTURO


PROYECTO POLÍTICO-ARTÍSTICO DE INTERVENCIÓN Y REAPROPIACIÓN

ESTUDIOS E INVESTIGACIONES
DENISE ANZURES
Coordinadora

PARLAMENTO DE LA MEMORIA
CREACIÓN COLECTIVA DE LA COMUNA: REVOLUCIÓN O FUTURO
PROYECTO POLÍTICO-ARTÍSTICO DE INTERVENCIÓN Y REAPROPIACIÓN
Primera edición,
Parlamento de la memoria. Creación colec va de La Comuna: Revolución o Futuro
2021

Producción:
Secretaría de Cultura
Ins tuto Nacional de Bellas Artes y Literatura

© Erika Alcantar, Denise Anzures, Mariana Morado, Rubén Or z, Luis Daniel Pérez, Saúl Rivas
Meléndez

Denise Anzures / Coordinación


Andrea Garza Garza / Cuidado de la edición
Araceli Basilio Tapia / Programación y diseño
Gabriel Morales / Fotogra a de portada

© D.R. 2021 de la presente edición


Ins tuto Nacional de Bellas Artes y Literatura
Centro Nacional de Inves gación, Documentación e Información Teatral “Rodolfo Usigli”-
Coordinación Nacional de Teatro
Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n, colonia Chapultepec Polanco, alcaldía Miguel
Hidalgo, C. P. 11560, Ciudad de México.
Las caracterís cas grá cas y pográ cas de esta edición son propiedad del Ins tuto Nacional
de Bellas Artes de la Secretaría de Cultura

Esta obra está sujeta a una licencia Crea ve Commons Atribución 2.5 México (CC BY 2.5).
Para ver una copia de esta licencia visite: h ps://crea vecommons.org/licenses/by-nc-
nd/4.0/deed.es. Puede ser u lizada con nes educa vos, informa vos o culturales siempre
que se cite la fuente y se respeten a cabalidad los derechos morales de los autores
involucrados. Disponible para su acceso abierto en:
h p://inbadigital.bellasartes.gob.mx:8080/jspui/handle/11271/3

ISBN: 978-607-605-670-7

Hecho en México
Índice
Introducción
Denise Anzures

Dar de qué hablar


Rubén Or z

Ley Adolfo

Entrevista con Melissa Or z Massó


Denise Anzures

Ley Lucy

Ensayar la democracia y el procomún desde el teatro: Parlamento de


la memoria de La Comuna: Revolución o Futuro
La Comuna: Revolución o Futuro
Erika Alcantar
Luis Daniel Pérez
Mariana Morado

Ley Roxana

Capítulo X. Parlamento de la memoria: metodología replicada


Saúl Rivas Meléndez

Ley Minerva

La Comuna, un ejercicio de la ternura


Denise Anzures

Ley Vicky Letal

Mani esto Soy Irma

Galería de imágenes
Gabriel Morales
Introducción
Denise Anzures

El Parlamento de la memoria forma parte de un proyecto polí co-


ar s co de intervención y reapropiación, en comunidades
especí cas, de la compañía La Comuna: Revolución o Futuro. Una de
las fuertes capacidades de La Comuna radica en su sensibilidad,
desarrollada a par r de la manera en que sus indagaciones atraviesan
diferentes formas del saber humano: la loso a y la sociología se
entrecruzan con propuestas esté cas para impulsar procesos
colec vos que buscan incidir en la solución de problemas polí cos y
sociales concretos. El Parlamento de la memoria es, sin duda, un
ejercicio democrá co y un buen pretexto para empezar a mirar las
prác cas ar s cas como acontecimientos de lo polí co.

El proyecto se diseñó para revisar y plantear con el público diversos


problemas y temas de interés social para ser abordados, cada uno,
con la ayuda de un especialista. Así, asuntos y quehaceres tan
distantes como la minería, la pedagogía, la paternidad, la economía,
los derechos LGBT, la lucha por la erra, la cultura, los movimientos
migratorios, los derechos reproduc vos, entre otros, fueron puntas
de lanza para la elaboración de leyes ciudadanas, resultado de un
debate crí co y re exivo con el público, vale decir, “los congresistas”.

En este recorrido, por demás gozoso, el lector encontrará, además de


algunos textos de referencia, extractos del proceso de creación de
estas leyes y el tulo que se le dio a cada una de ellas; sus nombres
fueron propuestos por los congresistas, y responden a la dinámica de
cada mesa. “Soy Irma”, por ejemplo, es resultado de un tes monio de
vida que se compar ó en una de las reuniones y que se convir ó en
todo un mani esto. Surgió en la plenaria sobre derechos
reproduc vos con la especialista Liliana Guerrero, y es, sin más, un
ejercicio de ternura y un intento para dar voz a todas las mujeres,
decretando el reconocimiento a ejercer con plena libertad su
sexualidad y decidir sobre sus derechos reproduc vos sin sufrir
discriminación, coacción o violencia.

El “corpus legal” que acompaña a este e-pub incluye sólo algunas de


las tantas legislaciones que se tejieron en el Parlamento de la
memoria, como la Ley Roxana sobre movimientos migratorios; la Ley
Vicky Letal sobre el movimiento Vogue; la Ley Minerva que se re ere
a la wikipolí ca; la Ley Adolfo sobre el caso Ayotzinapa; o la Ley Lucy
sobre la comisión de la verdad. Todas estas propuestas fueron
creadas por los congresistas con base en unas premisas: ¿cuál es el
país que queremos?, ¿qué nación imaginamos?, y ¿cómo podemos
incidir en la resolución de los problemas sociales y polí cos que nos
conciernen?

El Centro Nacional de Inves gación, Documentación e Información


Teatral Rodolfo Usigli (CITRU), en el marco de un proyecto conjunto con
la Coordinación Nacional de Teatro, acompañó el proceso de trabajo
de La Comuna, así como el de otras puestas en escena e
intervenciones que se presentaron en el Centro Cultural del Bosque:
Last Man Standing. Simulacro Boxís co para Actores de Jorge
Maldonado, dirigida por David Psalmon, producida por
TeatroSinParedes y estrenada el 8 de marzo de 2018 en el Teatro El
Granero; Deus ex machina, del grupo Teatro Ojo, que tuvo su
temporada en el Teatro El Galeón durante enero y febrero de 2018;
y La espantosa y marginal vida de Godzilla, obra de Yéred Zabdiel,
dirigida por Carlos Converso, que estuvo en la Sala Xavier Villaurru a
a par r del 6 de abril de 2017.

Hay que destacar el amor y la generosidad de quienes hicieron


posible que un ejercicio polí co se tornara poé co, por la
oportunidad de volver a replantear la esperanza no como utopía, sino
como una realidad que debe acompañar los días de todas y todos.
Este trabajo fue posible gracias al esfuerzo de ar stas como Sara y
Erika Alcantar, Mariana Morado, Ángel Rubio, Braulio Amadís, Luis
Daniel Pérez, Armando Ventura y Rubén Or z.

Y como dice Rafael Mondragón: “Estoy convencido de que las


personas que buscan transformar la realidad deberían ir más al
teatro”. Para mí, encontrarme con La Comuna ha signi cado una
posibilidad de recuperar la salud.

Feliz lectura.
Dar de qué hablar
Rubén Or z

En un inicio habíamos pensado en hacer una Comuna de comunas.


Era año electoral y nos interesaba agitar y registrar la conversación
acerca de las cosas pequeñas que no se asomaban en las agendas
par distas.

La idea era poder regresar a los barrios o colonias conocidas y sumar


alguna más, para hacer contacto con grupos organizados, recuperar
los temas de sus debates, hacer algún taller sobre símbolos
iden tarios de cada territorio y jugar a una especie de gran asamblea
de organizaciones. Se llamaría la Comuna de comunas o el
Parlamento de la memoria o el Parlamento del futuro.

Como siempre, nos encontrábamos en la pizca de convocatorias


adecuadas para dialogar con nuestra idea. Esto era algo que habíamos
aprendido: u lizar las convocatorias para tallerear nuestras ideas,
negociar con los requisitos y hallar los huecos. De esta manera hemos
trabajado sabiendo que, de todas maneras, jugamos a la tómbola.

En ésas estábamos cuando apareció la convocatoria de la


Coordinación Nacional de Teatro (CNT). Me parece recordar que hasta
entonces la habíamos consultado sólo para diver rnos al localizar
viejos cs que condicionaban las esté cas a mostrarse en los teatros
del Centro Cultural del Bosque. Pero esta vez había un giro.
Aparecieron las subcategorías de “comunitario” e “histórico”, esta
úl ma referida a la próxima conmemoración de los 50 años post-68.
Entonces apareció la idea. Después de cinco años de trabajar con
plena conciencia fuera de los teatros, ¿cómo regresar a ellos?
¿Nuestra metodología sería lo su cientemente exible para imaginar
un disposi vo coherente con nuestras inquietudes?

Y en algún momento, sobre la mesa rebotaron las palabras de un


muro parisiense: “Si los parlamentos se han vuelto teatros, hagamos
de los teatros parlamentos”. ¡Allí estaba nuestra reciente idea de la
Comuna de comunas!

Habría que recordar, también, que ya habíamos hecho en el Capítulo


VIII una revisión del 68 que contempló la Clínica Revolucionaria, un
seminario, un taller y una réplica del mi n del 2 de octubre en la
misma Plaza de las Tres Culturas.

Ahora, en cambio, se trataba de recoger el guante, por así decirlo, y


darle una vuelta al recinto teatral.

(Personalmente, me resonaban los trabajos de soterrada crí ca


ins tucional de Teatro Ojo en el Galeón, que precisamente a través
del trabajo exposi vo abrían nuevas dimensiones a los teatros
cerrados).

Quizá eso sería lo interesante: hacer el recorrido planeado por los


barrios y hacer la gran Comuna de comunas en un teatro o cial.

Pero el presupuesto no alcanzaba para tanto. Una regla que hemos


seguido en La Comuna es que, al ser ocho integrantes, cada
presupuesto lo dividimos en diez partes iguales: ocho para nuestros
honorarios, una para la caja chica y otra para producción. De manera
que los materiales no consuman más de lo que nos pagamos a
nosotros. Así que, en caso de obtener el apoyo de la CNT, tendríamos
que buscar otro para nuestra gira barrial.

Para no hacer el cuento largo, obtuvimos el apoyo para el teatro, pero


no para el trabajo en las colonias. Eso nos dejaba con una idea más
modesta, pero que podríamos potenciar en su singularidad: hacer un
parlamento con las personas que llegaran a la función, con lo que
ellas traían, con lo que fueran.

Aquí venía, entonces, otra etapa de negociaciones. Esta vez con el


personal de la CNT. Para nosotros esta etapa es tan importante como
las demás. Negociar, para nosotros, signi ca conocernos, pues al
llegar a un barrio siempre hay una instancia mediadora con la que
conversamos, a la que le planteamos nuestras inquietudes y que nos
responde con las suyas. Los talleres que implementamos también
están llenos de negociaciones: nos llamamos por nuestro nombre y
compar mos memoria e imaginarios, y es sobre esa negociación que
planteamos nuestros disposi vos. Y éstos, a su vez, enen que
negociar con el lugar donde los emplazamos, con los ujos que
con ene, con las fuerzas que lo conforman, con los usos que le da la
gente.

Aquí, sabíamos, sería diferente. Luego de la agotadora experiencia de


tres años de negociaciones con Teatro UNAM y de llevarle hasta cinco
propuestas para hacerle entender nuestra metodología, sabíamos que
acá, del lado de los teatros, el margen de diálogo es limitado. Nos
imaginamos una especie de campaña para hacer la publicidad y
muchas otras cosas alrededor de la temporada.

Finalmente, luego de amables conversaciones llegamos a un acuerdo


fundamental: la entrada no se cobraría. Esto era primordial, pues
ayudaría, por una parte, a no decepcionar a la gente que esperara ver
teatro-teatro y que indignada pidiera la devolución de su dinero (algo
que me ha sucedido más de una vez). Y por otra, a resaltar que esta
pieza ar s ca era al mismo empo un servicio público. Un artefacto
de y para el demos.

De la temporada sólo subrayaré dos cosas, una mala y una buena: la


primera, que nos hemos llevado una sorpresa con la burocra zación
del trabajo de los técnicos en el Teatro El Galeón. Malos tratos, malos
modos y mínima voluntad de comprender lo que hacíamos hace el
resumen de nuestra relación. Sin anecdo zar, el énfasis acá recae en
la manera en la que las nuevas formas de vivir los teatros poco o
ningún lugar enen para dialogar con formas poco comunes y se
trabaja, además, sin memoria. El Teatro El Galeón existe,
precisamente, por el empuje de ar stas por encontrar una
manifestación espacial a formas más adecuadas para el diálogo con el
público. La pereza de la planta técnica demostraba que, o bien en los
úl mos años no ha habido demandas de nuevas formas en los teatros,
o que en las negociaciones con el personal técnico el nivel ar s co
ocupa un segundo o tercer plano.

Y, sin embargo, la buena no cia fue —y también lo digo de manera


personal— ver por primera o segunda vez a mexicanos reunidos en
una mesa, discu endo temas inmediatos de su presente. Esto me
provocaba cada vez una intensa vibración esté ca y polí ca. Allí hubo
escucha, argumentación y, cómo no, pasión y aprendizaje. Y un punto
cardinal para esto radicó en un asunto al que La Comuna le dio
muchas vueltas: qué puede hacer ahora la cción. Dar desde el inicio
la categoría de “congresistas” a los espectadores y sumergirlos en el
ritual parlamentario los “ponía en situación”, de manera que —como lo
quería el santo padre ruso— ellas y ellos hablaban y se comportaban
con fe y sen do de verdad. “No, congresista, mejor así…” o “Qué les
parece, congresistas, si mejor…” fueron frases que inauguraban un
espacio singular de enunciación que la cción permi a, en contraste
con el silencio o la polarización de los actuales espacios públicos.

El Parlamento ha seguido con vida. Ahora hemos intentado ponerlo en


comunidades o espacios ciudadanos, así como en lugares públicos. Su
forma cambiará, sin duda, pero esperemos que logre lo que más nos
gusta de él: que pueda dar de qué hablar.
Ley Adolfo
14 de octubre
Especialista: Diana Ávila
Tema: Ayotzinapa

Post-it verde amarillo


Son blancos de represión.
La emoción muchas veces está encima de la razón, impide conseguir
obje vos.
Obstruyen las vías de comunicación si no son bien organizadas.
Lamentablemente siempre es minoría y más fácil puede burlarse.
La protesta no informada puede desviar el obje vo real en bene cio del
pueblo.
Se involucran personas que pueden distorsionar el obje vo.
Con otros nes diferentes a la verdadera causa.
Algunos líderes las u lizan para su bene cio.
Muchas protestas se vuelven violentas.
Pueden afectar a terceros que no enen nada que ver.
Muchos se pueden aprovechar de la protesta para provocar el caos.
La protesta requiere un esfuerzo sico que desgasta a aquéllos que protestan.
Poli zarlas por grupos par distas.
Generas desestabilización social.
Casi nunca se exige en la protesta conseguir obje vos conocidos, sino
abstractos que no se logran.
Represión por parte del Estado.

Post-it magenta y rosa


Plá cas con especialistas, material grá co, bibliográ co y visual, entre otros.
Muerte.
Desequilibrio entre los integrantes de una sociedad.
Miedo y confusión a las futuras generaciones y frustración como ciudadano.
La represión omite el pensamiento real de las cosas.
ATENTA CONTRA LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.
· Genera miedo.
· Limita la expresión.
Inhibición de la par cipación.
· Libertad de expresión.
· Derechos humanos.

Eliminar la impunidad y mejor educación.


Civismo.
Principios básicos de convivencia.
Dar plá cas y saber un poco diferenciar las cosas.
Independencia REAL de los órganos jurisdiccionales: control real al Ejecu vo.
· Jornadas nacionales contra la represión.
· Público: cada mexicano.
· Duración: una vez cada tres meses.
· Lugar: alcaldías o municipios.
· Labor: atender talleres.
Atacaría a su majestad la corrupción por medio de cursos y escuelas internas
dirigidas al Gobierno y al pueblo.
Reformular los planes de estudio de la educación básica para fomentar el
pensamiento libre y responsable con los otros, con el medio ambiente y
conmigo misma.

Post-it naranja
Alzar la voz ante cualquier injus cia y/o situación que lo requiera y no esperar
a que se haga mayor.
Generar dinámicas de par cipación que eviten control.
Mantenerse informado en fuentes dedignas.
Informarse sobre los obje vos de las diferentes propuestas.
Ver los con ictos desde diferentes puntos de vista.
1. Hablar con los encargados a quienes va dirigida la propuesta.
2. Tratar de mantenerse más informado todo el empo.
3. Empezar por hacer un cambio por uno mismo.
Mejorar la sociedad empezando con uno mismo.
Mejorar la información que cada uno ene para tener opiniones más
completas.
Evitar la indiferencia.
Saber que a la sociedad la formamos todos.
Apostar por pequeñas comunidades que sean más di ciles de controlar.
Apostar por consumir productos y servicios más responsables.
Organizarnos para generar dinámicas de exigencia, no sólo protesta.

Post-it naranja claro


Apoyar y sumarse a las luchas dignas. Poner el cuerpo para defenderlas.
Dejar de gritar NO VIOLENCIA, como si quienes protestan fueran los
violentos.
Dejar de descon ar en las luchas dignas.
Tener un obje vo especí co.
Estar bien informado.
Elevar la calidad educa va.
Buscar un líder con able.
Aceptar como evidencia la videograbación, es un derecho.
Leyes más estrictas, claras y precisas.
Respeto a los derechos humanos.
Información para todos: educación mejorada.
Quemar el Congreso, el Senado.
Conducirse con respeto y responsabilidad.

Post-it azul claro


Punto Posi vo Protesta Social
a) Hacerse escuchar por parte de la sociedad.
b) Presión para saber la verdad.
c) Saberse organizar entre la sociedad.
1. Hacerse escuchar para dar a ver sus puntos de vista.
2. Tener más jus cia.
La unión de la sociedad a los movimientos.
Si viviéramos en una sociedad respetuosa hacia el prójimo, un elemento
posi vo al no haber represión sería la convivencia sana entre la mul plicidad
de ciudadanos.
La reunión de nuestros cuerpos en el espacio.
Hacer presencia da pie a la producción de espacios.
Las protestas sociales man enen viva la memoria.
· Libertad.
· Respeto.
· Tolerantes.
Genera una presión social efec va o evidente.
Nos une como entes separados para luchar ante un atentado común.
Demostrar que la gente ya no está dispuesta a dejarse.
U liza un lenguaje común, lo cual permite que los movimientos lleguen a
oídos del pueblo.
Inconformismo social →
· Crea vidad.
· Compromiso.
Es que también seríamos más libres de lo normal, pero también podría ser más
peligroso.
Muestran la fuerza de las organizaciones sociales y populares.
Parar las injus cias.
Solicitar que se respete la dignidad.
Las protestas hacen visible el con icto.
Sen do de unidad.
Las propuestas son la voz del pueblo ante las injus cias.
No nos daríamos cuenta de los problemas que tenemos.
Más cultura, estudios y crecimiento del país dirigido a primermundistas.
Que se logre hacer jus cia.
Permite la catarsis común frente a la tragedia o el terror.
Presión social al Gobierno en turno.
Prac car la ternura, la solidaridad, el afecto, el consenso y el disenso.
¿Cuál sería la relación con el aparato estatal?
Exigir derechos.
Entrevista con Melissa Or z Massó
Realizada por Denise Anzures

Melissa Or z Massó es especialista en Parlamento Abierto y


Gobierno Abierto, y egresada de Relaciones Internacionales de la
UNAM.

¿Cuál ha sido tu recorrido con respecto a tu inves gación sobre


los parlamentos?
En 2004 comencé en Fundar, Centro de Análisis e Inves gación, que
ene una perspec va de generar cambios en polí ca pública. Sin
embargo, para generarlos no era su ciente estar presionando al Poder
Ejecu vo en cuanto que el Poder Legisla vo en nuestro país, y en
muchos sistemas, es el encargado de asignar los presupuestos,
supervisar la ejecución de éstos de la mano con la Secretaría de
Hacienda y, desde luego, generar todos los marcos norma vos que
rigen y regulan el co diano de todas las materias en nuestro país. En
ese sen do, se empieza a gestar un pequeño proyecto en el que se
buscaba entender —quizás no desde una perspec va académica, sino
prác co-académica— cómo funcionaba el Poder Legisla vo desde un
ejercicio de par cipación ciudadana para poder incidir en esa toma de
decisiones. Entré en una etapa muy inicial de este proyecto y trabajé
en él durante 10 años consecu vos.

Empecé a trabajar desde una perspec va de equidad de género, de


paridad, en el Poder Legisla vo, desde cómo se integra y el acceso
que enen o no las mujeres a él. Estoy hablando de 2004,
afortunadamente las cosas han cambiado. Hoy tenemos una
legislatura que ene más del 50 % de mujeres en las curules. En esos
momentos, di cilmente llegábamos al 20 %. Eso se re ejaba en la
polí ca pública hecha para mujeres. Los hombres andan en otros
canales y no en enden que hay que hacer polí cas diferenciadas.
Básicamente, fue entender cómo rompíamos esas dinámicas en
donde las propias mujeres al interior del Congreso tenían que aliarse
para negociar con sus propios colegas, que eran una mayoría de
varones, y cómo generar esas discusiones, fueran del PAN, del PRI, del
PRD… eran mujeres. La mayor parte de la gente ene una perspec va

del Congreso como del diputado o diputada que se duerme, que nada
más está ahí, que levanta la mano, que falta a sesiones. Y sí, pero
también hay que entender por qué. Por qué un diputado se duerme
en una sesión. Perdón, pero si la sesión dura 14 horas, cualquiera se
duerme. Entender los porqués. Entender cómo se dan esas
dinámicas. No voy a defenderles, soy muy crí ca del Poder Legisla vo
de nuestro país, pero también se trataba de entender cómo sucedía y
cómo funcionaba esa maquinaria y por qué esa maquinaria era tan
cerrada. También hay que comprender la historia de nuestro país.
Después de la revolución y del surgimiento del PRI y hasta 1997,
todos los congresos de ambas Cámaras eran totalitaria, mayoritaria,
absolutamente priistas. En realidad, el Congreso hasta 1997 ene
una función como de o cialía de partes para el presidente. El
presidente demandaba un presupuesto y básicamente era ponerle un
sello. No había propiamente una discusión.

En el 1997, en empos de Zedillo, empieza a haber un hartazgo


polí co y una transición para dar voces a otras fuerzas polí cas; por
primera vez se da la elección del jefe de Gobierno en la Ciudad de
México, y gana el PRD. Hay señales de transición y eso se nota
también en la Cámara de Diputados. Por primera vez el PRI no ene
mayoría absoluta; se ve obligado a empezar a negociar con la
oposición, y la oposición, por otro lado, se ve obligada a trabajar como
oposición, empezar a generar una maquinaria legisla va que de
verdad funcione, y no como una o cialía de partes, sino donde
verdaderamente se empiece a dar una discusión y donde empecemos
a ver un contrapeso. Recordemos que nuestro sistema polí co está
dividido en tres poderes: ejecu vo, legisla vo y judicial, y que la idea
de esta división se da para que haya un contrapeso en todos los
poderes y que no se ejerza este superpoderío como se había venido
ejerciendo. El presidente era el todopoderoso, el dueño. Ya lo decía
Vargas Llosa, que habló del priismo como la dictadura perfecta.

Creo que su mayor gura fue Salinas de Gortari, esa máxima del
poder absoluto.
Sí, ya venía la caída, porque también hay guras como Díaz Ordaz, por
ejemplo. Pero sí, claro, Salinas encumbra mucho esa gura, pero
también encumbra la caída y cómo empieza necesariamente a haber
esa necesidad imperiosa de transformación, incluso al interior del
propio PRI. Creo que el 97 nos permite empezar a tener un rayito de
luz y de esperanza de que las cosas pueden funcionar
democrá camente y de otra forma en México. Hay una evolución,
empieza una transición y una suerte de cambios —acompañados de
los otros cambios de la clase polí ca—; después viene la transición al
PAN con la llegada de Fox, y con la llegada de Fox viene una suerte de

bono democrá co, una generación de nuevas ins tuciones públicas y,


por lo tanto, también de un avance de nuevas norma vas. No estoy
diciendo necesariamente que sea Fox el que las hizo, pero fue en ese
proceso y en ese periodo cuando se dan. Eso impacta en el
Legisla vo. Una de las cosas que vienen es la modi cación al ar culo
6 cons tucional, y después la aprobación a una primera Ley de
Transparencia en 2002; esta primera ley obliga, inicial y
principalmente, al Poder Ejecu vo, pero desde luego al Poder
Legisla vo también, a que empiece a actuar de otra forma. Es un
momento en el que enen que subir y publicar más información en la
página web. Hay una efervescencia de la sociedad civil mexicana en
donde surgen nuevas organizaciones con una perspec va más de
inves gación-acción, no una perspec va asistencialista, sino la de
generar un diálogo que permita in uir en la polí ca pública y que
permita darle voz a otros grupos que no han tenido acceso a esta
forma de par cipar y elaborar polí ca pública. En ese sen do se
inscribe un poco el trabajo que empezamos a hacer en Fundar desde
esta sociedad civil, ávida de generar cambio, de montarse en este
bono democrá co, de querer ser par cipe de la transformación de
México. Lo que nosotros hicimos fue abrir las puertas del Congreso.
Era muy impresionante. Recuerdo en esos primeros años de 2004-
2005, la cara ilusa —ahora digo ilusa— de los legisladores: “Pero ¿qué
quieres?, ¿qué haces aquí? Por mí ya votaron, la gente ya votó por mí.
Yo tengo bandera libre porque la gente ya votó por mí. Por qué
tendría que escucharte si por mí ya votaron”.

¿Es en serio?, ¿ésa era la argumentación? ¿Tengo vía libre porque a mí


ya me eligieron? Hacerle entender a ese legislador que su labor no es
solamente legislar y redactar leyes: en su labor hay un eje
fundamental de representación, y que tú no puedes representar a
nadie si no escuchas lo que esa gente quiere, si no estás escuchando
lo que la ciudadanía está exigiendo, y en ese exigir, no es nada más lo
que en tu casita de campaña o de representación logres por tu propia
cooptación de votos; hay toda una masa crí ca que se está queriendo
acercar a , además, joven, profesionista y preparada. Ya exis a una
Ley de Acceso a la Información, con datos fundamentados diciendo:
éstas son las necesidades, aquí están los datos, aquí están los
números. Necesitamos que tú hagas algo al respecto. Era abrir las
puertas a contracorriente.

Básicamente era ir hacia el rompimiento de viejas prác cas en


el Poder Legisla vo con un arsenal de mujeres jóvenes.
Era luchar contra el machismo, contra la cerrazón de la par cipación
ciudadana, contra la opacidad a la que estaban acostumbrados. Así se
hacía, ésa era la dinámica y las formas. Cómo hacíamos para romper
esa inercia. Aquí solamente legislamos los legisladores, y aquí
solamente par cipan los gobernadores y ya. Fue ir picando piedra y,
para ello, entender cómo funcionaba el Congreso. Era también
descifrar, darnos cuenta de que ese código legisla vo, de prác ca
legisla va y de lenguaje, está muy cifrado a propósito. Mientras más
enredado sea, menos gente va a querer entrarle. Ahí nos cayó el
veinte. Lo que tenemos que hacer es decodi car esto. Mientras más
compañeras y compañeros de otras organizaciones, de otros
movimientos, de otros grupos, de otros esfuerzos, estén tocando la
puerta, los legisladores no tendrán de otra más que abrirlas y
escuchar a la gente. Pero no en el afán de “¡ay, escúchennos!”,
también en el afán de “aprendan porque usted, legislador, no es
experto en mortalidad materna. Pero jese que mi compañera, sí. Ella
está en toda la disposición de sentarse con usted para que, juntos,
podamos generar algo que bene cie a las mujeres de este país, que
son las indígenas más pobres, que se están muriendo por parir… ¿Qué
hacemos?”. Parte de lo que hicimos fue empezar a dar talleres y
plá cas, pero a mansalva, enseñando a colegas de otras
organizaciones el abc del Poder Legisla vo, en idioma ciudadano.
Cómo hacer entender a los y las compañeras cómo funciona eso.
Cómo esa máquina genera las transformaciones y en qué momento
de las transformaciones —si tú quieres generar un cambio— enes
que entrar. Cómo poder hacer sus estrategias para poder incidir y
poder par cipar del proceso legisla vo.

En ese andar, entré a temas de género, salud sexual y reproduc va,


paridad, presupuesto con perspec va de género, energé cos,
excedentes petroleros, medio ambiente, salud. Todo lo que mi
organización y otras necesitaban. No importaba el tema, después de
estar haciendo eso durante más de cinco años, había una constante.
La gente ya podía entrar con más facilidad y par cipar, porque fuimos
abriendo brecha, pero seguía habiendo el tema del acceso a la
información y la transparencia. A pesar de que había unas leyes ya
más avanzadas, a pesar de que había una exigencia, era
impresionante la opacidad que seguía sucediendo, incluso al interior.

Necesitamos empezar a migrar a un esquema de parlamento, o bueno


de congreso, porque propiamente nuestro Congreso no es un
parlamento. No tenemos un sistema parlamentario, es un congreso.
Cómo migramos a estos espacios parlamentarios o congresionales en
los que podamos tener, por un lado, una garan a de apertura de
información; que yo, como ciudadana, pueda saber cómo trabajan mis
representantes. No son nada más y nada menos que mis
representantes, no es un puesto menor. Cómo hacemos entender a la
ciudadanía que no es menor esa gura, que esa gura, nalmente, va
a plasmar tus necesidades y tus problemá cas en la materia legal y
presupuestaria, y no solamente eso. Ahora tenemos a este presidente
que todos los días sale y hace las mañaneras. Las mañaneras son un
gran ejercicio, nos gusten o no, porque de alguna forma nos está
diciendo qué está haciendo y podemos estar o no de acuerdo, pero te
estás enterando por él. Eso no es el co diano de un presidencialismo
absoluto. La única forma establecida que tenemos legalmente,
además, de pedirle cuentas al señor presidente y a su equipo es a
par r del Congreso. Porque es el Congreso el que llama a cuentas: se
llama a comparecer a los funcionarios ante el Congreso, al que se
presenta el informe presidencial, que no es otra cosa que un ejercicio
de rendición de cuentas ante la ciudadanía. Hay que entender la
importancia de ello. Por otro lado, necesitamos la posibilidad de tener
esta total apertura y transparencia de cómo están ges onando y
cómo están haciendo su labor y, además, que no haya con ictos de
interés. El hecho de que la ciudadanía haya empezado a par cipar sí o
sí generó mejores procesos legisla vos y mejores resultados. En mi
experiencia, el primer resultado que tuve fue el aumento de tres a 30
millones de pesos en el presupuesto para atención y prevención del
VIH / Sida.

Sin duda, un logro de la par cipación ciudadana.


Fue un logro de la ciudadanía, representada por organizaciones de la
sociedad civil, pero, sobre todo, del Comité de Pacientes que Viven
con VIH del Ins tuto Nacional de Enfermedades Respiratorias, a
quienes nosotros capacitamos y les enseñamos cómo tenían que
sentarse a hablar con un legislador y exigirle. Que el legislador
escuche sin revic mizar a la persona, sino más bien que lo haga
desde el empoderamiento de estas personas que pudieron hablar y
transmi r su enojo y su necesidad. Cómo, desde estos procesos,
podemos generar mejores leyes de acceso a la información de
violencia contra las mujeres, de igualdad, de recaudación hacendaria,
incluso porque los y las expertas están fuera, no están
necesariamente al interior del Congreso. Cómo tenemos un espacio
de transparencia de acceso a la información y de par cipación, pero,
además, cómo hacemos que el Congreso llegue a todas y a todos.
Cómo le exiges también a la ciudadanía que par cipe. Cómo
incen vamos acciones para generar espacios que sean ciudadanos.
Esto empieza a suceder con el movimiento de Gobierno Abierto.
Estoy hablando de 2011, 2012. Me clavo en la necedad de que el
Gobierno Abierto no va a funcionar si el Congreso no está incluido. Yo
ya tenía un trabajo regional muy entrelazado con organizaciones de
América La na que trabajaban temas de transparencia y de acceso a
la información, y que empezaba a cruzarse con el trabajo legisla vo.
Generamos una Red La noamericana por la Transparencia Legisla va,
que todavía existe. En aquel entonces éramos cinco países, creo que
ahora son 10 o 12 y más de 20 organizaciones que la integran. A
par r de esa red, primero hicimos un índice de transparencia
legisla va, en donde comparábamos nuestros Congresos.
Inicialmente eran Argen na, Chile, Perú, Colombia y México.
Queríamos ver cuáles eran los más transparentes, cuáles habilitaban
más la par cipación o no. Nos llevó a hacer análisis de los Congresos
en todo el con nente.

¿Cómo incidió en México la Red de Parlamento Abierto?


Me dediqué a hacer este trabajo de forma internacional y logramos
hacer una Declaración de Parlamento Abierto. Esta declaración se
presentó en Roma ante varios Congresos; después la presentamos en
Quebec, en la Unión Interparlamentaria, que es como las Naciones
Unidas de los Congresos; fuimos a presentarla y empezó a haber una
efervescencia de Parlamento Abierto; y después tocó aterrizarla. En
ese momento, hubo una legisladora que después fue procuradora,
Arely Gómez. Como senadora tenía a su cargo el Comité de
Transparencia del Senado. Terminamos contactando con ella y
presentándole la Declaración de Parlamento Abierto. Previo a ello,
durante años, estuvimos intentando y li gamos —incluso llegamos a
la Suprema Corte— con el tema de las declaraciones patrimoniales de
los legisladores, y no sólo de los legisladores, nalmente de los
funcionarios públicos. Desafortunadamente, la Suprema Corte falló
en contra nuestra, pero eso mo vó a otras organizaciones a generar
todo el proceso de la Ley 3 de 3. Hay que reconocer que el equipo de
la senadora Arely empujó el tema al interior del Senado, y empezaron
a hacerse algunos cambios. Firmamos un acuerdo con el Senado, a
nales del 2014. Este acuerdo de Parlamento Abierto lo que buscaba
era empezar a generar otros esquemas en los que se pudieran hacer
procesos de par cipación ciudadana y mejorar las formas en las que
el Senado, par cularmente, proveía información a la ciudadanía; y, al
nal, se logró que, a par r de este ejercicio, en otros procesos,
empezara a exis r esta presión de “necesitamos saber de los
procesos”, y vino la modi cación nuevamente al 6 cons tucional, que
es el ar culo que habla sobre el acceso a la información y sobre
libertad de expresión; con ese ar culo, cuando se dio la modi cación,
vino la necesidad de hacer una modi cación a la Ley de Transparencia
y generar una Ley General de Transparencia y Acceso a la
Información Pública. Todos esos procesos, tanto el de la modi cación
al 6 como el de generar una Ley de Transparencia, o modi car la Ley
General, todo ese efecto se dio con la ciudadanía de por medio. Se
llamó a los expertos y ya no en un tema de consulta, sino de
copar cipación, cocreación del proceso legisla vo. Las negociaciones
no fueron nada sencillas porque implicaron sacar a las senadoras y a
los senadores de sus dinámicas de siempre y sus cotos de poder; pero
también encontrar la riqueza de las y los asesores que se veían
iluminados; tener sesiones maratónicas donde se discu a y negociaba
entre todos y en las que, además, los legisladores también
entendieron la u lidad de la sociedad civil. Que el legislador
entendiera que aliarse con la ciudadanía le servía. No sólo en
términos de tener mejor información, sino mejores inves gaciones y
ejercer una presión polí ca; y nosotros, como ciudadanía, aprender a
hacer polí ca, desde otro lugar.

Después tuve la oportunidad de par cipar en la Asamblea


Cons tuyente de la Ciudad de México, porque se logró, los diputados
cons tuyentes decidieron que tenía que haber una o cina de
Transparencia y Parlamento Abierto al interior de la Asamblea
Cons tuyente.

¿Cómo funcionaba la Asamblea Cons tuyente de la Ciudad de


México?
La Asamblea Cons tuyente terminó porque su labor era nada más
hacer la Cons tución, pero exis ó durante todo el proceso. Ahí
estuvimos, Mari Carmen Nava y yo, pidiendo toda la información a los
propios legisladores: que nos entregaran todo, de forma que quedara
un registro de cómo y quién hizo la Cons tución de nuestra ciudad,
volviendo a romper inercias de legisladores que no querían dar
información; otros entendieron que ya es empo de que,
abiertamente, digamos qué hacemos, quiénes somos, de dónde
venimos. La Cons tución de la Ciudad de México ene, por primera
vez en el país, establecido que el Congreso de la Ciudad de México
ene que regirse bajo los principios y lógica del Parlamento Abierto,
con total y absoluta transparencia, accesibilidad, par cipación
ciudadana y uso de las tecnologías para el alcance de la ciudadanía.

¿Cómo miras ahora el Congreso?


Nos falta mucho, en cuanto que sigue sin ser accesible para todo el
mundo, y lo pla caba con los colegas de La Comuna cuando
estábamos preparando todo el trabajo. La información sigue estando
presentada y planteada de una forma en que la ciudadanía no
necesariamente en ende lo que su Congreso hace. Hay una
responsabilidad ciudadana en entender qué es lo que su Congreso
hace. Es nuestra responsabilidad saber qué hace el presidente, qué
hacen los jueces, pero hay una gran responsabilidad de cada uno de
los poderes de comunicar cómo hacen su trabajo, de forma aser va y
en un lenguaje que todos entendamos porque la mayor parte de
nosotros no estudió para ser abogado y no habla como abogado. El
Canal del Congreso debe tener una parte en donde se pasen las
sesiones, porque para eso está, pero no todo el día hay sesiones, el
resto del contendido del Canal del Congreso pudiera ser un contenido
mucho más agradable, accesible, digerible para los niños, para los
jóvenes, para los adultos, con el que entendamos cuál es la labor del
Legisla vo, qué se está generando ahí. Hacerle entender al ciudadano
para qué está un legislador ahí. La ciudadanía sigue pidiéndole al
legislador que tape los baches, que pague funerales, 15 años… ésa no
es la labor de un legislador.

A par r de 2021, los legisladores se reeligen. Sería ideal que


supiéramos quiénes son, qué están haciendo y cómo lo están
haciendo, porque hay un gran porcentaje de ellos que se pueden
reelegir. Si voy a votar por alguien que se va a reelegir, de menos, me
encantaría saber si esa persona hizo lo que se tenía que hacer, trabajó
como tenía que trabajar, cuáles fueron sus prerroga vas, cuál fue su
producción legisla va, en qué par cipó. La responsabilidad de sólo
levantar la mano no es del ciudadano. Es de ellos.

¿Cómo te acercas a La Comuna y especí camente al


Parlamento de la memoria?
Llegué por invitación de Rubén —nos conocemos hace 15 años—, él
sabe de mi trabajo desde hace empo, me buscó para plantearme la
idea de hacer el Parlamento de la memoria y a mí me encantó, más allá
del tema del parlamento, por la estructura: romper estas lógicas
cuadradas y tradicionales de hacer el teatro y de enfrentar al público
con el escenario. Me encanta porque es parte de lo que yo intento
hacer desde hace años con el Congreso, de romper esta estructura,
donde nos volvemos, como ciudadanos, en meros espectadores y no
podemos actuar en la escena polí ca. Rubén me plantea cómo quiere
hacer el Parlamento de la memoria y me cuadra perfectamente porque
eso es justo lo que quiero hacer con el propio Congreso y me
emociona. Pudo haber hecho cualquier documento, cualquier texto,
pero escoge el parlamento y escoge la necesidad, no solamente de
que el público par cipe de la escena, sino de que el público, en el
par cipar de la escena, sienta que está par cipando del quehacer
público. Cómo, como público, te haces responsable también de la
cosa pública. Como un regalo: puedo hacerlo, puedo escribirlo, pero
además como una responsabilidad de que lo que salga de aquí se
hace ley. Tener esa posibilidad de experimentarlo de primera mano.
Para mí, la lógica polí ca y ar s ca de ese momento congenian
maravillosamente.

Se trata, en otro escenario, de expresar lo que durante años hemos


querido hacer los ac vistas, queriendo abrir el parlamento.
Queriendo abrir esa escena del parlamento, las curules, abrir esa
estructura para que todos podamos par cipar y no ser meros
espectadores, donde hay una barrera y no puedes hacer nada más
que verlo en el Canal del Congreso, y no entendiendo nada de lo que
se dice ahí.

No entendiendo lo que se dice, y bajo los espacios


convencionales del teatro a la italiana, donde sólo estás
mirando, vaya, como en un Congreso.
Así funciona el Congreso, donde hay un director sentado al frente
que dice cómo se van a hacer las cosas y dice quién habla ahora y en
qué ritmo, en qué momento y en qué empo. Exactamente igual, en
donde hay unos actores, y tras bambalinas hay otros actores, otros
personajes y otros individuos. Exactamente igual. Tú ves el pleno, la
Mesa Direc va que está dirigiendo a los actores, y tras la Mesa
Direc va hay otros actores, tras piernas hay otros, que son
fundamentales para mover esa escena. Para mí era naturalmente lo
mismo, y yo creo que ese proceso fue suave y delicioso porque La
Comuna lo en ende inmediatamente. Cuando yo les explico cómo
funciona el Congreso, están entendiendo que es justo esa misma
estructura teatral que ellos están queriendo deconstruir y romper.
Entonces, no es de ninguna manera di cil poder comunicarnos y que
yo pueda sentarme con café en mano en una mesa y decir: “A ver,
chicos, el Congreso funciona así…”; y poder usar las mismas analogías
porque estábamos hablando exactamente de lo mismo. Ver ese
proceso de construcción par cipa va fue muy enriquecedor porque
La Comuna no busca hacer un producto par cipa vo desde una idea
propia, sino que busca hacerlo desde un proceso par cipa vo, donde
me invitan a mí, pero también invitan a una experta en desaparición,
pero invitan a una experta en género, a un experto ambientalista. Una
propia integrante de La Comuna, que es experta en urbanismo, se
sale de su proceso ar s co para poder hablar del proceso urbanís co.
Entonces, se trata de poder par cipar cada quien desde sus dis ntas
exper ses, con la claridad de tener una postura polí ca desde el día
uno. Yo también me puedo iden car con un grupo y me siento
cómoda con él porque, desde el día uno, me hacen saber su postura
polí ca y felizmente coincidimos, tenemos la misma postura.
Podemos hablar en un mismo lenguaje. En el proceso de creación,
eso me pareció precioso, porque además me hizo re exionar, incluso,
con mis colegas ac vistas. Una de las expertas que invitó Rubén es
amiga mía, y comentábamos entre las dos que era interesante que
nosotras, que nos dedicamos a generar procesos colec vos sociales,
encontremos en la escena ar s ca también un proceso colec vo
social, para generar arte. Para nosotras no era necesariamente parte
de nuestro co diano, pero no somos ajenas al proceso de creación
ar s ca; sin embargo, este proceso nos pareció muy familiar, peculiar,
pero familiar. Eso fue muy emocionante, y no solamente en el
proceso de creación: para mí fue muy rico y gozoso inver r mañanas
con los y las integrantes de La Comuna y poder pla car sobre el
Congreso, pero además par cipar del proceso en el teatro y en la
escena.

Escuchándote y hablando con Rubén, creo que,


independientemente de que exis an estas otras personalidades
que dominaban otros temas igual de importantes, me parece
que tu trabajo fue vital porque ayudaste a construir el cascarón.
Fungiste como una especie de escenógrafa del Parlamento e
incidiste en esa estructura imaginaria que fungía como un
Congreso.
Sí, fue muy bonito. Vi el ensayo y luego estuve en la primera función
y me encantó la posibilidad de que la gente se enfrentara a ello. Para
mí fue como ver materializado, de alguna forma, no que mis colegas
expertos, defensores de derechos humanos, se enfrentaran a la
discusión de un problema, sino que cualquier persona, en un
momento dado, se pueda iden car con un tema porque le llegó. Para
mí fue precioso ver a la gente par cipando, no forzada, porque
simplemente estaban en el lugar. Para mí era el demostrar el “no es
que no queramos par cipar”. Ése fue para mí el regalo y la joya en ese
momento. Siempre se dice: “Es que nadie quiere par cipar”. Si tú
habilitas los espacios apropiados para par cipar, la gente va a
par cipar, porque la gente está ávida de que la escuchen. Ahí estaba
el resultado, la gente estaba hablando y quizás no de las formas más
técnicas necesarias, pero habló, de lo que quería, de cómo le
impactaba el tema, de cómo quería resolver, cómo, desde su lógica
co diana, podía aportar un poquito para resolver ese problema que se
le planteaba. En esas lógicas co dianas están las mejores soluciones.

El Parlamento es un ejercicio ciudadano que pasa por lo


ar s co y no al revés.
Exactamente. Qué experiencia es ir al teatro, no sabes qué vas a ir a
ver y ¡oh, sorpresa! De verdad creo que, en nuestro co diano, una de
las sensaciones más lindas es que te hagan par cipar, que se te tome
en cuenta, que se te escuche. Qué mejor que en un lugar al que vas,
sabiendo que te vas a ir a sentar porque tradicionalmente se te ha
dicho que te calles, que no digas nada, que no par cipes. Creo que
una de las cosas que más disfruto del teatro para niños es que los
niños no enen todavía ese ltro. Insisto: cuando se te toma en
cuenta, también vas empoderando tu voz.
Ley Lucy
14 de sep embre
Especialista: Ximena An llón
Tema: comisión de la verdad

Post-it verde
Acompañar.
Minimizar futuras desapariciones.
Trabajar en rescatar los valores.
Generar empa a en la comunidad.
Sen do comunitario.
Consuelo y esperanza.
Permite crear soluciones.
Visibilizar.
Orientación.
Unidad.
Encontrar apoyo emocional.
Sanación.
Generar empa a para aumentar la fuerza colec va.
Civismo.
Perdón.
Que las personas se sientan mejor, con más apoyo.
Compar r tranquilidad para dejar de generar enojo y odio.
Buscar unión para concien zarse en el evento.

Post-it verde amarillo


Des-estandarizar ≠
Pero no discurso de odio.
Libertad de expresión.
No emi r juicios de valor en función de las caracterís cas de las personas.
Responsabilizarme por el otro.
Crear comunidad.
Educación incluyente.
Educación incluyente.

Post-it fucsia
Incer dumbre.
Desinformación.
Coraje.
Ansiedad.
Olvido.
Represión.
Falta de información clara y oportuna.
Miedo.
Falta de credibilidad en las ins tuciones.
Sufrimiento.
Horror.
Desesperación.
Incer dumbre.
Frustración.
Impunidad.
Injus cia.
Impunidad.

Post-it magenta
Mayor unidad e interés del pueblo para informarnos más y obtener mejor
rendición de cuentas.
Promover espacios donde la sociedad pueda o deba, sin temor, exigir la
rendición de cuentas. Organización.
Presionar económicamente al sistema a par r de una sociedad organizada.
Parar el consumo de algunas marcas y productos.
“Observadores”.
Leyes y organismos ciudadanos que obliguen a las autoridades a rendir
cuentas y respetar los derechos humanos.

Post-it naranja
Movilización social.
Unirse a las causas.
El despertar de la organización social ante la inconformidad del “tratamiento
del Estado”.
· Iden cación de ins tuciones y actores contaminados por la indiferencia.
· Reconstrucción del plexo social.

Post-it azul
No prestar atención a los pequeños detalles del evento (pueden ser
relevantes).
No ponerse en los zapatos de la(s) víc mas (familiares).
Compar r tristeza.
Dar voz a los violentos.
Crear dependencia.
Que sufren cuando se lo recuerdan.
Manipulación.
Imposición.
Engaño.
Generar más violencia.
· Ceguera.
· Compulsión.
No lograr entender lo sucedido.
Rechazo al apoyo.
Crear desinformación.

Post-it azul claro


Tranquilidad.
Tranquilidad.
Seguridad.
Alivio.
Con anza.
Dirección.
Hones dad.
Jus cia.
Jus cia.
Gozo.
Libertad.
Par cipación.
Libertad de expresión.
Seguridad al obtener información.
Credibilidad en ins tuciones que proveen información.
Bienestar social.

Post-it amarillo
Instaurar un día de duelo nacional.
Generar espacios en los cuales se compartan historia de vida de los
desaparecidos.
Informar de manera íntegra a la sociedad civil.
1. Proporcionar apoyo psicológico durante todo el proceso hasta que se
solucione su problema.
2. Otorgar apoyo jurídico para darle acceso a archivos donde se presuma
exista una pista que le ayude a solucionar su caso.
3. Orientar al afectado sobre organizaciones de apoyo en la localidad.
4. Transparentar las ac vidades policiales en casos de desapariciones.
Creación de ins tuciones gubernamentales.
Creación de organismos que den voz y espacio a quienes están en la
búsqueda de algún familiar.
· Banco nacional de datos gené cos de cuerpos sin iden car.
· Sensibilizarnos a la desaparición de personas desconocidas.

Post-it morado
· Historia o cial.
· Solución inmediata.
El melodrama mexicano como disposi vo del Estado para el manejo /
“diges ón” de tragedias (terrorismo del Estado).
Corrupción y amiguismo dentro de la polí ca y el sector empresarial.
Protección de par culares y guras de gobierno por intereses privados.
Desviación de la información ( ltros), conveniencia.
Por qué la negación a la verdad.
Ensayar la democracia y el procomún
desde el teatro: Parlamento de la memoria
de La Comuna: Revolución o Futuro
La Comuna: Revolución o Futuro
Erika Alcantar
Luis Daniel Pérez
Mariana Morado

La Comuna: Revolución o Futuro, en su Capítulo X, decidió llevar a


cabo el proyecto Parlamento de la memoria en el que, a par r de un
ensayo sobre la democracia, se discuten problemá cas en común con
el n de llegar a algún acuerdo y proponer inicia vas de ley. Este
proyecto tuvo lugar inicialmente en el Teatro El Granero, Xavier
Rojas, del Centro Cultural del Bosque, que administra la Coordinación
Nacional de Teatro. El recinto teatral se convir ó en un parlamento
donde se invitaba a los espectadores a tomar la palabra y discu r
sobre alguna temá ca en par cular. La inquietud de llevar por vez
primera un trabajo de La Comuna dentro de un recinto teatral fue
priorizar la presencia y comunión de cuerpos en el mismo espacio y
empo. Hacer de ese espacio una posibilidad para pensar, imaginar y
construir conjuntamente, con todas las presencias, el bien común.

El Parlamento de la memoria coincidió con la conmemoración del


cincuentenario del movimiento estudian l de 1968, y a manera de
guiño sobre estas conmemoraciones que tuvieron lugar en dis ntos
recintos culturales de la ciudad, el colec vo se dio a la tarea de
evocar una consigna que apareció en el París del 68 que dice:
“Cuando el parlamento se convierte en un teatro, el teatro debe
conver rse en parlamento”. Así, uno de los mo vos que impulsó la
construcción de este proyecto fue cues onarnos cómo y quiénes son
los que nos representan en materia polí ca y social, de qué manera
nosotros como ciudadanos podemos interferir en la toma de
decisiones respecto a nuestro entorno; además de poner atención en
las formas de organización social frente a problemá cas comunes. La
evocación en ese momento inicial del Parlamento de la memoria y el
movimiento estudian l de 1968 también tenía que ver con poner a
discusión de qué forma se hacen visibles las protestas sociales en el
espacio público, cómo es que podemos llegar a ponernos de acuerdo
y cómo es que nos relacionamos con los agentes encargados de
diseñar estrategias, soluciones o propuestas en materia polí ca
dentro de las cámaras parlamentarias.

Las primeras juntas del colec vo se enfocaron en diseñar el espacio


sobre el que íbamos a trabajar. El proceso crea vo de esta primera
etapa consis ó en revisitar diversos parlamentos a lo largo de la
historia y a lo ancho de los con nentes. Lo que más nos interesaba de
esta revisión era conocer el acomodo de los cuerpos, las
posibilidades que cada disposición ofrece para construir relaciones,
escuchar y ser escuchado. Decidimos uni car una disposición
semicircular, que era la que nos parecía más lógica, y de esta manera
comulgar con la propia naturaleza que la arquitectura del recinto de
El Granero nos ofrecía. Una especie de herradura con mesas de
trabajo al centro. Pensamos que de este modo se iba a posibilitar el
libre tránsito y comunicación entre bancadas y representantes de las
mesas de trabajo, que era uno de los aspectos imprescindibles de la
creación del disposi vo. Por prac cidad, y pluralidad, decidimos que
trabajaríamos con seis bancadas (dos por cada uno de los tres frentes
del espacio teatral), que únicamente serían dis nguidas y
diferenciadas por colores. El propósito de no signi car o nombrar
bancada alguna era que, sesión a sesión, fueran las personas
integrantes de cada grupo parlamentario quienes, en conjunto,
nombraran y per laran su equipo de trabajo.

El número de mesas existentes en el escenario, al centro del espacio


parlamentario, obedeció a las dimensiones del teatro, el cual
posibilitó que exis eran tres. Además, se incorporó la mesa de la
presidencia, una pantalla para proyectar el material audiovisual y la
mesa donde iría un escribano, gura que, nalmente, no logramos
materializar durante las presentaciones. Otro elemento que detonó el
diseño espacial fue la e mología de parlamento, la cual, trastocada un
poco por nuestras lluvias de ideas, resultó ser “lugar donde circula la
palabra”. La idea de incorporar al diseño escenográ co la acepción y
propósito primigenio de realizar un parlamento (hacer circular la
palabra) se condensó en un diseño de cuatro pendones, dos de ellos
con las siguientes frases: en la n Omnia sunt communia (“Para todos
todo”) y en mixe Tuke’y etyë yëts yä’ ët’ të (“Todos los caminos son
nuestra existencia”).

La siguiente etapa del proceso consis ó en de nir tanto los temas a


tratar como los y las especialistas con las que nos interesaba
colaborar durante la temporada. Para de nir estos ejes u lizamos el
seminario, una etapa fundamental en las creaciones de los diferentes
capítulos del colec vo, donde re exionaríamos en torno a la “polí ca
de lo común” [Federici, Silvia]. Algunos de los textos a los que
recurrimos, para acotar los temas y preguntas que queríamos discu r
en conjunto, fueron: El gobierno de los bienes comunes de Elinor
Ostrom, Los diggers de Alice Gaillard, Carta Orgánica del Par do
Pirata, Comunidades imaginadas de Benedict Anderson, entre otros.
Durante un par de meses los discu mos para lograr poner en la mesa
la lista de asuntos por trabajar en cada sesión del parlamento, asuntos
que imaginábamos imprescindibles para construir el mundo bajo los
propios términos de quienes lo habitamos, y que, quizás por lo mismo,
pocas veces son mostrados dentro de las agendas polí cas.

Otra etapa fundamental del seminario fueron las asesorías realizadas


por Melissa Or z Massó, quien ha desarrollado e impulsado temas
sobre parlamentos y Gobierno abiertos; además de dedicar gran parte
de su trabajo como integrante del proyecto Monitoreo y Vínculo con
el Poder Legisla vo. Una de las asesorías que tuvimos con ella se
enfocó en visibilizar cómo es que funcionan los parlamentos, quiénes
pueden y toman la palabra, cómo se llega a acuerdos, etcétera. Para
el colec vo, el acompañamiento de Melissa Or z Massó signi có
poder acercarnos de primera mano a un territorio al que pocas veces
se ene acceso.

Por otro lado, la dinámica interna del colec vo se enfocó en


desarrollar una serie de ac vidades que se pudieran compar r con el
espectador, devenido congresista en este proyecto. Las pocas, pero
intensas, sesiones de discusión que tuvimos respecto a qué po de
dinámica íbamos a compar r se dirigieron a cues onar el papel que
nosotros como detonadores del proyecto tenemos, así como el juego
ccional al que se invita al espectador para que se sume.

El parlamento y sus sesiones


La dinámica consis a en reproducir un parlamento desde el inicio.
Para ello, desde la llegada de los par cipantes, se les invitaba a
formar parte de una bancada. Así, se integraban las bancadas morada,
amarilla, azul celeste, azul marino, verde y roja, según la preferencia
de cada persona. Desde el momento de la selección de su color, y por
lo tanto de su bancada, se conver an en congresistas, quienes se
encontraban con sus pares, los otros miembros de su grupo
parlamentario en la sección de la butaquería marcada con su color. Ya
dentro del teatro eran recibidos por unos mediadores que resultaban
ser los integrantes de La Comuna. Una vez que se integraban a sus
bancadas y conocían a sus compañeros, se les pedía que entre todos
los par cipantes escogieran un nombre para su bancada. Esos
nombres eran recogidos por el Presidente del Parlamento, quien
anotaba en la minuta de la sesión a las bancadas asistentes.

Posteriormente, el presidente hacía la presentación de la sesión:


Creemos que se nos dijo que nos alejáramos de la polí ca para
que la polí ca se hiciera lejos de nosotros
Creemos que nacimos en una democracia simulada
Creemos que la democracia simulada ha devastado el cuerpo de la
erra tanto como nuestros cuerpos
Creemos que pasamos por relaciones que han erosionado la
ternura
Creemos que la lógica del trabajo y la explotación ocupa casi toda
nuestra vida
Creemos que llevamos demasiado empo sin escucharnos
Creemos que donde habla el dinero de nada vale la palabra
Creemos que no todo está perdido
Creemos en , en aquél, en nosotras
Creemos en quien escucha y aprende
Creemos en nuestros muertos
Creemos en darnos la palabra
Creemos en organizarnos para la vida
Creemos en el ensayo como forma de vida: ensayar la democracia,
ensayar la ternura, ensayar el cuidado
Creemos en un Parlamento de la memoria, del futuro, como
ensayo para la democracia siempre por venir y siempre aquí

Pasar y jugar la palabra


El especialista de la sesión, que ya se encontraba en el área de
trabajo del Parlamento junto con los miembros de La Comuna, era
quien sugería la palabra que se rebotaba entre los asistentes. Cuando
Luis Daniel, miembro del colec vo, había circulado la palabra con
gran parte de los par cipantes, el especialista intervenía y presentaba
una anécdota que nos conectaba con el tema a discu r. Una vez que
concluía la anécdota detonadora, el presidente le pedía subir al
estrado y exponer el problema detrás de ese relato. Así, dis ntos
especialistas presentaron en un formato similar a una conferencia
temas como la violencia obstétrica, los derechos de los migrantes, la
defensa del agua, la minería a cielo abierto, el trabajo en las calles, la
movilidad urbana, las desapariciones forzadas, los derechos
patrimoniales, el derecho a la ciudad de las mujeres, entre otros.

Los especialistas eran profesionales del tema, quienes muchas veces


se habían visto involucrados directamente en los casos que exponían
o que conocían en persona a los afectados que se nombraban a lo
largo de su presentación. A estos invitados se les pedía realizar una
breve presentación de divulgación que no excediera los 15 minutos
sobre el tema a tratar, y que de preferencia su charla fuera ilustrada y
complementada con imágenes o videos que nos permi era, al resto
del foro, conocer de lo que hablaba, pues con ello trabajarían las
dis ntas bancadas en la siguiente parte de la sesión.

Una vez que el especialista concluía su par cipación, el presidente


les solicitaba a los miembros de las bancadas que nombraran tres
representantes, los que debían bajar y ocupar las mesas para trabajar
sobre las tres preguntas que el especialista había formulado para
cada una de las comisiones. Cada una de ellas se guiaba por una de
las tres preguntas formuladas por el especialista, que cons tuía un
aspecto vital a considerar sobre la problemá ca de la sesión.

En un primer momento, los miembros de La Comuna que estaban al


frente de las mesas les daban la bienvenida a los congresistas que
integraban la comisión de la mesa y se les indicaba que iban a realizar
una serie de dinámicas previas a la redacción de la propuesta de ley.
La primera de ellas consis a en que el mediador de La Comuna
repar a unos post-its de un color y les solicitaba que en ellos
escribieran los aspectos nega vos de la pregunta que había
formulado el especialista. Una vez que terminaban se les pedía que
compar eran en orden, uno a uno, lo que habían escrito al resto de
los miembros de la comisión. Esto a veces se con nuaba en diálogos
o discusiones sumamente ricas, que mantenían ac va la par cipación
en las mesas.

Después de nalizada la ronda, se les repar a a los par cipantes de


cada mesa unos nuevos post-its de diferente color, en donde, se les
indicaba, debían escribir los aspectos posi vos que iden caran del
cues onamiento hecho por el especialista para esa mesa en
par cular; al terminar se iniciaba otra ronda para circular las ideas de
cada uno de los par cipantes y se les invitaba a que pegaran sus
notas en el pizarrón blanco que se encontraba en el centro de la
mesa. Así concluía la primera dinámica, nombrada como “De posi vos
y nega vos”, que cons tuía el primer acercamiento a un aspecto
especí co del tema de la sesión, y que tenía por obje vo conocer lo
que pensaban los congresistas invitados a las mesas sobre el tema.

A con nuación, los mediadores hacían tres columnas en el pizarrón


con las siguientes categorías: Estado y sociedad, para que los
miembros de la comisión dieran orden a los post-its de la dinámica
anterior en cada columna, teniendo como guía la siguiente pregunta:
¿A quién de estos actores le corresponde esa tarea? En muchas
ocasiones el ejercicio se resolvía rápido, pero cuando había una
par cipación ac va de varios de los miembros de la mesa se discu an
las atribuciones de estos agentes, y se cues onaba la de nición y el
papel del Estado o el peso de las transformaciones socioculturales de
la sociedad civil en aspectos como la inclusión, la discriminación, la
exigencia de jus cia, la valoración del patrimonio, etcétera.

A la tercera dinámica de las mesas se le denominó “Causas y


consecuencias”. Ésta se derivaba de la técnica didác ca del árbol de
problemas, y tenía por obje vo buscar a profundidad el origen de la
problemá ca que se discu a, así como realizar una proyección a
futuro de la realidad si es que no se resolvía la cues ón que se estaba
discu endo.

Finalmente, la cuarta y úl ma dinámica de trabajo consis a en que los


mediadores de La Comuna repar an nuevamente unos post-its de un
tercer color, en los que les solicitaban a los par cipantes que
escribieran sus propuestas para dar solución al problema planteado
para la mesa. Una vez que concluían con su redacción, de nuevo se
circulaba la palabra para conocer y dialogar sobre las inicia vas
presentadas por los miembros de la comisión.

El ejercicio autónomo: la redacción y votación de las leyes


El siguiente bloque estaba des nado a redactar la propuesta de ley
sobre el aspecto par cular que les había tocado discu r en sus
mesas. Para ello los asistentes contaban con un menú de formatos,
opciones en las que podían apoyarse para redactar su ley. Entre las
opciones se encontraban el poema, con posibilidad de rimar, sin
estructura clara, con la posibilidad de hacer un cadáver exquisito; el
mani esto, con una declaración de principios y un plan de acción; la
receta, con ingredientes y pasos a seguir; y la forma ley, con
apartados y ar culos. A par r de aquí, el moderador de La Comuna
dejaba al resto de la comisión elegir y redactar libremente. Cuando
concluían la redacción se les invitaba a rmar su ley y escoger un
representante para que le diera lectura frente a todo el Parlamento
de la memoria.

Finalmente, se realizaba la votación; a cada congresista se le


solicitaba que enunciara su nombre, bancada a la que pertenecía y su
posicionamiento frente a la propuesta de ley: a favor, en contra o
abstención. Se hacía el conteo de votos y la Presidencia declaraba si
la propuesta había sido aceptada o derogada.

Al momento de diseñar la metodología descrita arriba, nos plantemos


diferentes escenarios que podían suceder en dis ntas funciones
dependiendo del número de congresistas presentes en cada sesión.
Cuando el número era su ciente para trabajar en las mesas, la sesión
se llevaba a cabo tal y como está descrito, pero el plan alterno, en
caso de exceder el número de congresistas en las mesas, consis a en
detonar las discusiones y la organización fuera del área de trabajo. La
TV Comuna, el proyecto alterno del colec vo, con el cual, a lo largo
de diferentes etapas, hemos logrado visibilizar e inves gar otras
inquietudes del colec vo en las redes sociales, hacía acto de
presencia a lo largo de la sesión del parlamento. Mientras se ejercían
los diferentes niveles de discusión en el escenario, la TV Comuna se
dirigía a las gradas para problema zar a modo de diálogo el tema
expuesto por el o la especialista. En este formato, además, había otra
variante; después de la etapa de diagnós co en las mesas de trabajo,
se pedía a los y las representantes que volvieran a su bancada,
expusieran lo dialogado hasta entonces, y después de cinco minutos,
se efectuaba un cambio de representantes para que otras personas
tuvieran la oportunidad de problema zar en las mesas.

Las enseñanzas del Parlamento de la memoria para La


Comuna
Hasta ahora el Parlamento de la memoria se ha desarrollado en varios
contextos como casas de cultura, teatros convencionales y espacios
un tanto experimentales. Como re exión nal, podríamos compar r
que el disposi vo creado ha posibilitado generar plataformas en
dis ntos espacios y con diversos cuerpos, donde la palabra, la
discusión y los acuerdos son el eje detonante de este ensayo de
democracia. Sin mencionar que el cuidado, la ternura y la escucha
con los otros que están a nuestro alrededor es un escalón
fundamental para construir un mundo en común.
Ley Roxana
18 de octubre
Especialista: Daniela Flores
Tema: movimientos migratorios

Post-it verde
Porque tendrían medicinas.
Debe haber polí cas de migración bien planteadas, habría un libre transcurso o
movilidad a lo largo del país, ayudando así a quienes lo necesitan.
Podríamos conocer personas, idiomas o países.
A+P
Evita su deterioro social a los migrantes.
Aspectos + Polí cas
Orden y buen n al derecho de paso.
Op miza recursos.
Protección y derechos de libre paso de migrantes.
Tendrían espacios seguros para ejercer su sexualidad.
A tener trabajos temporales.
Tendrían derecho a hacer sus comidas.
· Mayor estabilidad.
· Seguridad.
· Con anza.
Menos muertes.
Los niños son separados de sus padres.
· Muerte.
· Peligro.
· Respeto en la educación.
· Amor.
Talleres en las fronteras que las y los migrantes puedan dar, apoyados por el
Estado.
Hacer muchas preguntas a las personas que están vs. los migrantes, ¿por qué?
Hacer preguntas para no criminalizar migrantes u otras personas.
Visibilizar.
Hacer énfasis en los derechos humanos para todas y todos y en cualquier
país.
La ignorancia es la principal causa de la violencia, es necesario transmi r
empa a a la sociedad.
Compar r información en plá cas informales.
Revisión de las leyes “existentes” para que se regulen en derechos humanos.
Muerte.
Se exponen a la trata de personas.
No hay conciencia del prójimo.
Abuso sexual y violación.
Informarnos de los mo vos de los migrantes y sus obje vos.
Educación y respeto, generar más empleo, no dejarnos llevar por “malas”
ideas.
Explicar leyes (generar).
Explicar las razones por las cuales la gente emigra.
Obligar a las ins tuciones a cambiar la narra va.
Generar otro discurso y difundirlo.

Post-it fucsia
Debería de haber menos barreras, menos limitaciones, más libertad.
México tendría más crecimiento económico.
Apoyo psicológico y sico en los espacios donde existe mayor registro de
riesgo, centros de apoyo.
Procuración de la vida con un registro y seguimiento de los / las migrantes.
Aumento de sentencia y penalización a violadores.
Facilidades scales para la A. C. que dé apoyo a migrantes para recibir
donaciones y apoyos nacionales e internacionales.
Centros de apoyo ubicados en dis ntos puntos del país, por donde pasan los
migrantes, con techo, comida, agua, medicamento, orientación médica,
orientación de sus derechos y facilidad de trámites (papeles para residir
legalmente).
Vigilancia y regulación de asociaciones civiles, redes, albergues, etcétera, de
apoyo a migrantes para prevenir abusos y corrupción. Con representación de
gobierno y ciudadanos.
Garan zar la vida, la salud sica, psicológica y emocional de los migrantes.
Vigilancia del respeto de derechos humanos.
Yo propongo un mayor trato, mejores ins tuciones, para cualquier persona
inmigrante en el país.
Medicamentos y comida.

Post-it morado
Respeto a la soberanía y autonomía de las naciones indígenas.
Plá cas en primarias, secundarias, etcétera, de la migración, y a la hora de
ejercer los derechos de la gente, levante la voz.
Caminar sin fronteras.
Cada país debería de no tener fronteras, obviamente que cada persona que
cruzara tenga sus papeles en regla.
Clase del cómo se pudiera tener una educación de cultura general para todos:
sin discriminación.
Tener un poco más de conciencia en cuanto a lo económico.
· Mayor atención e información a inmigrantes.
· Lugares especí cos con lugares dignos como refugios para quienes migren.
· Oportunidad de empleo temporal.
La gente encargada no es la correcta.
Reforzar la educación superior para lograr una mayor oportunidad en tu lugar
de origen.
Unión con delincuencia.
Ser víc mas de la delincuencia.
Pensar que no enen dignidad (que son como nosotros).
De no exis r.
Desorden a los lugares donde lleguen.
No acompaña movimiento psicológico.
No servicios de salud.
No puede haber servicios de personas migratorias.
· Falta de constancia.
· Inseguridad.
· Corrupción.
Diferencias culturales que detonan violencia.
$ Costos a los estados por protección y asistencia.
Hay muchas injus cias como la corrupción.
No hay ningún po de ruta o camino que les ofrezca seguridad.
Deshumanización.
Arriesgado territorio.
Talleres y charla informa vas.
Pensar más a fondo de donde vienen nuestras perspec vas, tanto del otro
como extranjero. Porque señala un problema en esta lógica.

Post-it durazno
Tránsito libre y libertades.
Iden dad.
Más humanismo y respeto por no sólo los migrantes, sino por los locales.
Dignidad.
Cumplir obje vos.
Ahorro en seguridad social.
Mano de obra barata.
1. Crimen organizado.
2. Autoridades coludidas.
· Crimen organizado se bene cia de la migración.
· Bene ciándose también algunos polí cos.
Aumento de la ganancia para empresas contratantes.
Apoyo a inmigrantes y orientación.
· Trabajo mal pagado.
· Mejor trata de blancas y narcotrá co.
· Diversidad cultural.
Condiciones óp mas para la explotación.
El Estado u liza al pueblo como vigilancia o barrera contra los migrantes.
Calidad de vida.

Post-it naranja
1. Abuso y cancelación a sus derechos humanos.
2. Hacer que no existen (hacerlos invisibles).
Precarización laboral, o falta de acceso a trabajos.
Se crea una imagen de los migrantes.
· Invisibilidad.
· Es gma zación.
· Sobajamiento.
· Maltrato.
Vulneración de la vida de las y los migrantes.
· Daños psicológicos por el maltrato.
· Se sienten inferiores a los demás.
· Las mujeres se sienten como objetos de abuso sexual.
La exclusión de los migrantes, de sus derechos.
1. Rechazo para los otros.
2. Intolerancia a las formas de vivir.
3. Abuso de poder.
Capítulo X. Parlamento de la memoria:
metodología replicada
Saúl Rivas Meléndez

El po de teatro que La Comuna ha realizado desde su primer


proyecto, hasta el úl mo, ha sido uno que ha querido alejarse
conscientemente del teatro de corte tradicional, es decir, el que se
lleva a cabo en una sala des nada especialmente para este n, donde
usualmente se selecciona un texto para montar, se elige un elenco, se
ensaya, se sigue una propuesta de dirección, se realiza la
escenogra a y el vestuario, y se ene una temporada con días y
horarios establecidos. El po de teatro de este grupo se aleja de todo
lo anterior con el obje vo de acercar el hecho teatral a la gente. En
palabras más o palabras menos, Rubén Or z decía que para ellos “el
teatro cerrado ya no alcanzaba para hablar de los problemas sociales
que vivíamos todos, hacía falta estar cerca de la gente”. De ahí la
necesidad de sacar la escena de las cuatro paredes en que se había
encerrado al teatro desde nales del siglo XIX, con la caja negra y el
concepto de la cuarta pared del teatro de Antoine.

El po de arte escénico que fomenta La Comuna no ene que ver con


el teatro tradicional ni en su forma nal ni en su proceso de
producción. Este grupo intenta replicar una metodología de trabajo, la
cual ene como base primordial la vinculación social, ya que,
obedeciendo a su necesidad de llevar el teatro a la gente, en sus
proyectos trabajan en colonias de la Ciudad de México,
principalmente. Durante este proceso se dan a la tarea de conocer a
las personas que ahí viven, sus historias y los temas que, por importar
a estas personas, son llevados al espacio público. Al nal se genera
una acción, fenómeno o evento escénico, el cual se deriva a par r de
los afectos, intereses y saberes que los integrantes de cada
comunidad aportan.

El grupo realiza una labor de contextualización con los miembros de


la localidad sede. Separan el proceso en tres partes: en la primera se
hace una inves gación sobre la iden dad y la memoria de la
comunidad; en la segunda, se lleva a cabo un análisis de historias
recopiladas y, nalmente, en la tercera etapa se prepara y se efectúa
lo que ellos llaman un acontecimiento escénico.

El Capítulo X. Parlamento de la memoria, a grandes rasgos, se podría


ver como un proyecto inusual dentro de lo que acostumbra el grupo,
por la razón de que ha sido el único que se ha planeado para ser
presentado dentro de un teatro cerrado, muros adentro. Su primera
temporada fue del 6 de sep embre al 21 de octubre de 2018, en el
Teatro El Granero, Xavier Rojas; con una segunda temporada del 7 de
noviembre al 6 de diciembre de 2019, en el sótano del Teatro Carlos
Lazo, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM. Sin embargo, la
esencia de la vinculación social no quedó de lado, lo cual se puede
observar en la aplicación de la metodología de trabajo del grupo y en
las temá cas abordadas en cada función.

El obje vo general de este proyecto era replicar la estructura de


funcionamiento de los parlamentos democrá cos, en los cuales
existen bancadas, es decir, grupúsculos de personas con intereses o
a liaciones polí cas comunes, con la intención de que la gente
experimentara en carne propia cómo funciona la democracia.
Respecto a las bancadas, por ejemplo, el Senado de México está
conformado por las de los principales par dos polí cos; actualmente
la bancada de Morena es la más grande, ya que, en las úl mas
elecciones federales, efectuadas durante 2018, fue el par do con
más votos en las urnas, seguida por la del PRI y la del PAN. En el caso
del Parlamento de la memoria, el ejercicio para conformar las
bancadas consis a en que los asistentes eran recibidos en una mesa
instalada en la entrada del teatro, donde se les pedía que libremente
eligieran un color de gafete. Al entrar al teatro, el asistente se daba
cuenta de que la butaquería estaba dividida en los mismos colores
que se podían escoger. El grupo le pedía a la gente que se sentara
según el color elegido. De esta manera todos los que habían
coincidido en color formaban una bancada. Dependiendo del número
de asistentes, cada bancada elegiría a tres personas para pasar a las
mesas de diálogo. No obstante, a causa de la a uencia, la mayoría de
las veces todos los asistentes conformaron dichas mesas.

La intención de La Comuna era que en cada función se trataran


diferentes temas de interés social o común. Según el grupo, “diversos
especialistas planteaban problemá cas actuales que, en comisiones,
se trabajaban para hacer inicia vas de ley. Los especialistas
presentaron casos con temas como la defensa de la erra, violencia
obstétrica, minería a cielo abierto, derechos LGBT, desaparición
forzada y otros” (Blog de La Comuna).

Si bien habitualmente la primera etapa de su metodología de trabajo


consiste en conocer las historias que le dan iden dad y memoria a
una comunidad, en este capítulo esa parte era dada por cada
especialista. Después de que el grupo les explicaba a los asistentes
en qué consis a este ejercicio escénico, se daba paso a una parte
que ellos llamaban “Pasar la palabra”. Este momento consis a en que
cada uno de los presentes, tanto miembros del grupo como
asistentes, decía alguna palabra o lo primero que se le viniera a la
cabeza. Una acción, simple en apariencia, pero que era la preparación
o el preámbulo de lo que más adelante sucedería, incluso podría
tomarse como una metonimia de la esencia de este capítulo.

Decía Paulo Freire que “la cultura del silencio” es la consecuencia de


las acciones de las clases dominantes de las sociedades capitalistas
para impedir que “los hombres y mujeres digan su palabra, de que se
mani esten como sujetos de praxis y ciudadanos polí cos” (Cecília
Irene Osowski Diccionario Paulo Freire 129). Dentro de la cosmovisión
freiriana, la palabra juega un rol fundacional como oposición a esa
“cultura del silencio”, ya que es a través de ésta que la persona puede
posicionarse en el mundo como sujeto pensante, crí co y crea vo.
Asumir la palabra le da al individuo el poder de incidir ac vamente en
la construcción de la realidad social en la cual está imbuido. He aquí
la relevancia de “Pasar la palabra”, sencillo a simple vista, pero vital
para que los asistentes comenzaran a dejar el rol pasivo y migrar
hacia un rol ac vo, y así permi r que el acontecimiento escénico
sucediera.

El siguiente momento del Parlamento de la memoria era cuando el


especialista en turno exponía un problema o caso en el que estuviera
trabajando o conociera de cerca, es decir, una situación que lo
afectara personal y socialmente. En la segunda etapa de la
metodología de trabajo se realiza la recopilación de historias.
Usualmente éstas surgen en el paso anterior, a par r del diálogo que
los miembros del grupo enen con los habitantes de las colonias.
Dentro de su análisis, La Comuna suele poner énfasis en las historias
o, mejor dicho, en los puntos de las historias que enen que ver con
el tema elegido en el momento de diseñar el proyecto o con los
afectos comunes de la comunidad. En este capítulo era el especialista
quien ponía la historia, quizá de ahí el nombre que se le daba a esta
acción: “Poner la palabra”. Aunado a esto, los temas seleccionados
por el grupo organizador estaban enfocados hacia casos par culares
que les daban una dimensión personal, humana, no desde las cifras
de can dades de personas abusadas o violentadas, sino desde la
anécdota, desde la historia individual de una persona especí ca.

Otra de las intenciones a resaltar de este proyecto fue la de acercar


las leyes al co diano de las personas. Se buscaba que con cada caso
presentado por los especialistas se visibilizara, desde una dimensión
más personal que genérica, la urgencia de proteger, o al menos, de
legislar alguna de las necesidades humanas que estaban bajo los
crímenes que se habían come do en cada una de las situaciones
presentadas. Por ejemplo, en la función del 29 de sep embre de
2018, en la que el tema a deba r fue sobre los derechos de las
personas LGBT, se presentó el caso de Paola, una chica transexual
asesinada por mo vos de odio mientras se pros tuía sobre la avenida
Puente de Alvarado, en la colonia Buenavista en la Ciudad de
México.

Luego de “Poner la palabra”, los asistentes eran reunidos en mesas


para realizar un ejercicio de diálogo democrá co en torno a una serie
de preguntas sobre el tema en cues ón, que un mediador le hacía a
cada grupo. El resultado de este debate era la formulación de una
propuesta de ley a par r de los acuerdos a los que llegaban las
personas reunidas en cada mesa. Para no perder la dimensión
ar s ca del proyecto, se tenían varias posibilidades para darle forma
a la ley resultante: podía redactarse como una serie de postulados a
manera de una ley como tal, o como una receta de cocina o como un
cadáver exquisito o como un poema. Este momento bien podría ser la
tercera etapa de la metodología de trabajo: la creación del
acontecimiento escénico. De acuerdo con Fabio da Puri cação de
Bastos, para Freire, decir la palabra “es un derecho humano a
expresarse y expresar el mundo, a crear y recrear, a decidir y optar,
sin que sea privilegio de algunos pocos que dominan a la mayoría”
(Diccionario Paulo Freire 143). En esta dimensión de crear y recrear
que ene la palabra es donde radica el germen crea vo y, por ende,
ar s camente escénico; sumado a la generación de un momento en
el que se les reestablecía a los par cipantes ese derecho humano a
expresar, a decidir, a organizar y enunciar de alguna manera su
percepción de cómo les gustaría que fuera su realidad.

Para Rubén Or z este proyecto era un artefacto de y para el demos,


ya que de alguna manera sería un disposi vo que se crearía a par r
de la par cipación ac va de los asistentes interesados en el debate
de los temas expuestos. El obje vo de mostrar la democracia por
medio de la prác ca de ésta podría tomarse como un hacerle ver a la
gente los mecanismos que la hacen funcionar y que no siempre están
a la vista de la mayoría.

Este hacerles ver se relaciona con una caracterís ca de la teatralidad


que Jose e Féral propuso en su texto Acerca de la teatralidad: “La
vida se ha conver do en un teatro del que par cipamos y al que
observamos. Antes no estaba la instancia de la observación, no había
ostensión. Desde este punto de vista, de acuerdo a la situación, a
veces somos espectadores de los otros y a veces somos
espectadores de nosotros mismos, estamos al mismo empo adentro
y afuera” (23). En nuestra sociedad, la democracia es como un
contenedor en el cual las personas estamos inmersas, pero a la vez,
esas mismas personas somos quienes formamos el contenedor. Por lo
que, en la co dianidad, resulta di cil mirar lo que se es como cuerpo
social. De ahí se deriva la per nencia e importancia de que La
Comuna adopte herramientas derivadas de su prác ca profesional —
el teatro— para suscitar la experiencia y la observación de lo que pasa
en la realidad, dentro de un acontecimiento escénico, donde el
componente c cio, y por lo tanto, distanciador, se hace presente
para mirar con mayor claridad, y vivir como experiencia el ejercicio
democrá co.

Bibliogra a
Diccionario Paulo Freire. Danilo R. Streck, Euclides Redin y Jaime José Zitkoski (orgs.). Lima:
CEAAL , 2015.

Féral, Jose e. Acerca de la teatralidad. Argen na: Ediciones Nueva Generación, 2003.
Freire, Paulo. Pedagogía del oprimido. México: Siglo XXI, 2005.
La Comuna. Blog, en línea. Consultado el 1 de abril de 2020.
Ley Minerva
21 de sep embre
Especialista: Karla Mote
Tema: wikipolí ca

Post-it verde claro


Conexión con el otro.
Convivencia / crecimiento.
Sana convivencia, interacción.
Intervención

Interrupción

Habitar
Ejercicio de la libertad y la responsabilidad de habitar la ciudad.
Autoges onados “liberados”.
Aprendizaje.

Post-it fucsia
· Obligatoria.
· Polí ca sensibilizada en género.
· Ins tución de jus cia e caz.
· Ins tuciones de seguridad.
· Empoderamiento económico.
· Deconstrucción de la educación.
· Educación con equidad de género.
· Apoyo de los padres que piensan como nosotros.
· Organización.
· Grupos organizados.
· Acciones concretas.
· Exigir.
Post-it durazno
Ac vidades femeninas de ocupación del espacio.
· Ar s co.
· Denuncia.
· Ins tucional.
· Talleres hacia la educación.
· Ins tución público-privada.
· Legi midad.
· Normas de comportamiento.
· Espacio privado y público.
Educación y talleres desde el kínder y las familias sobre masculinidad, abuso.
· La construcción de espacios de iden dad.
· Relaciones.
· Parques, metros, calles, plazas, escuela.
· Seguridad ≠ vigilancia.
· Construcción de espacios libres de violencia.
· Medidas de generación de consciencia sobre habitar el espacio público.
Crí ca.
Zonas seguras: respondan a aspectos socioeconómicos.
Socialización de talleres que propagan modelos de masculinidad dis ntos.

Post-it naranja
MIEDO.
· Restricciones legales.
· Vic mización.
Individualización de los cuerpos.
Descon anza.
Pensar que pueden culparte por poseer un cuerpo joven femenino.
Sen r que pueden usarte como ellos quieran.
¡Clase!

Las polí cas de transporte público de lavarse las manos ante los actos de
violencia: Uber, Cabify.
Fragmentación social.
Vulnerabilidad de lo femenino.
Espacios mixtos.
Indiferencia de los transeúntes si algo te sucede.
Peligro de ser atorado.
Ojo con el miedo, imaginario colec vo.
Información, casos concretos y completos. ¿Qué sucedió?
¿Se atendió? ¿Cómo?
La calle como casa de los hombres.
Inseguridad.
Acoso.

Post-it verde
Libertad.
Diversidad.
Habitar la noche.
Reconocer mi colonia.
Saberme fuerte / valiente.
Caminar los callejones.
Posibilidad de apropiarse del espacio.
Posibilidad de asumir una fuerza.
Experimentar el folclor chilango.
Negar el MIEDO / MITO.
· Comunidad.
· Compañía.
Hacer comunidad.

Post-it azul
INSEGURIDAD (CRIMEN ORGANIZADO).
Un bene cio de cuidarnos es sen rnos acompañados.
Prevenir no debería causar miedo.
Lo común como lo primero que cuidamos.
El cuidado como un acto colec vo.
Comunicación familiar.
Cuidado porque el otro es como uno.
· Desigualdad.
· La inequidad propicia el abuso de poder al menos favorecido.
Corrupción ins tucional.
No tendría que exis r la prevención, ¿o sí?
Porque los hombres son más fuertes.
Machismo.
Información errónea.
Porque algunos cuerpos parecen ser apropiables.
Violación.
La salida no es individual…
Dinero.
Unir ideas de oscuridad con peligro.
Feminicidio.
NEGLIGENCIA.
Educación en casa.
Porque la educación y el ejercicio de la masculinidad obje vizan a las mujeres
y sus cuerpos.
Ideas heredadas por los padres de familia.
Educación diferenciada por género.
Estereo pos.
Impunidad.

Post-it azul claro


El no respeto al espacio personal.
Estado deplorable / asquerosos / sucios.
Violencia.
Existencia de espacios oscuros.
Dueñidad.
Desaparición del espacio público por acciones vecinales / individuales.

Post-it amarillo
Deconstruir “lo masculino”.
Hablar de masculinidades feminizadas.
SOCIEDAD:
Asumir que existe violencia de género.
Solidaridad social o colec va.
Respeto a las mujeres.
Educación.
Que los hombres nos dejen tranquilas.
Educación feminista y consciente.
Escuchar.
Deconstruir “lo masculino”.
Espacios públicos seguros.
Cues onamiento de estereo pos.
Reestructuración de lo femenino y lo masculino.
La Comuna, un ejercicio de la ternura
Denise Anzures

¿No es éste un buen momento para intentar imaginar otras


posibilidades de relación, otros escenarios para el encuentro
humano? ¿No es la capacidad vivencial, afec va y colec va del teatro
un buen vehículo para hacerlo? En este mundo, el nuestro (el único
que tenemos y parece que agoniza frente a una pandemia global de
desigualdades sociales), nuestras palabras y nuestras acciones cobran
otra dimensión y nos empujan a nuevos lugares que imaginamos para
nuestro futuro y que, sin duda, implican al teatro. Éste es el mejor
momento para construir otros escenarios posibles.

La úl ma década nos ha acercado a un creciente interés por la


diversidad, por las transformaciones sociales y polí cas que conlleva;
por eso, hablar de iden dad sugiere una importante dimensión
simbólica, polí ca y cultural en el contexto de la acelerada
fragmentación de las sociedades. En medio de esta an nomia, una de
las paradojas que nos toca resolver, La Comuna ha venido lanzando
una serie de interesantes re exiones sobre las relaciones sociales, su
signi cación y su impacto en la escena a par r de la creación de
disposi vos que apuntalan a la construcción de ciudadanía e
iden dad colec va. La Comuna se ha preocupado por revelar, una y
otra vez, los controles culturales y polí cos de nuestro quehacer y ha
enfa zado la importancia de la experiencia colec va como modelo de
apropiación en el teatro y, en consecuencia, de una transformación
social.
En una entrevista realizada a Rubén Or z en 2017, sobre su libro
Escena expandida, me comentó que no podía imaginar nada más
emocionante, más compar do, con más poder de espontaneidad que
un hecho teatral. Cuando un acto vivencial es poderoso, lo es por
polí co: crea lazos, genera discrepancias, establece relaciones
inesperadas y concluye otras. Este devenir, al que hace referencia
Rubén, es una apuesta por trabajar en creaciones colec vas que no
se limiten sólo a la puesta en escena, sino que se abran a la
experiencia comunitaria generando un discurso poé co e iden tario.

La Comuna: Revolución o Futuro forma parte de un proyecto ar s co


del colec vo La Comedia Humana y es, por mucho, una de las
apuestas ar s cas más interesantes de los úl mos años; su ejercicio
está puesto en el “ar sta” como sujeto de incidencia en la resolución
de problemas polí cos. La Comuna no sólo intenta iden car los
problemas sociales, sino que se los apropia y los confronta con
aquéllas y aquéllos que los padecen en un proceso que toma el
espacio público y lo transforma a par r de estas interrogantes: ¿cómo
se expresa el poder del arte en el espacio público?, ¿cómo puede un
disposi vo ar s co propiciar las prác cas esté cas de una
comunidad para construir imaginarios futuros? Esta premisa de
comunidad, sello de La Comuna, ha llevado este modelo a diversas
regiones del país, convir endo el “arte” en un instrumento de
incidencia en la comunidad para problema zar y reconstruir sus lazos
a través de talleres y ac vidades centradas en la idea de memoria y
futuro.

Por plantear esquemas de trabajo ar s co al vapor, ya que las


convocatorias para entrar a los recintos culturales del país enen
fecha de caducidad, es que nos hemos acostumbrado a la inmediatez,
formulando proyectos sin ninguna incidencia social, simulando
muchas veces un acontecer poé co, pero eso sí, muy bien enfocados
en las premisas que la estructura cultural nos demanda: obje vos y
más obje vos que se acerquen a la generación de públicos. Sucede
que, las más de las veces, no sucede nada, salvo las 12 funciones que
nos fueron otorgadas para llevar a cabo nuestro proyecto escénico en
un teatrito. La Comuna rompe de manera radical estos esquemas —
cada vez más anacrónicos— y pone el énfasis en la discusión de las
implicaciones sociales de su quehacer a través de capítulos que
marcan las dis ntas acciones que llevarán a cabo con una premisa
clara y contundente: recuperar la memoria y el territorio como
espacio de iden dad colec va.

Ya no podemos mirar la escena desde un mundo cerrado, separado de


la relación con los otros. Se trata, como lo plantea La Comuna, de
mirar y entender otros fenómenos que suceden en las inmediaciones
del “teatro contemporáneo”; nuestro presente nos obliga a abandonar
“la caja” y nos conmina a mirar una gama de posibilidades tanto en la
representación como en la presentación de un corpus colec vo. Sin
duda, las propuestas que plantea La Comuna son parte de un nuevo
paradigma crí co de la teatralidad.

Uno de los trabajos más representa vos del colec vo es el


Parlamento de la memoria, que abandona la lógica tradicional de hacer
teatro: desestructura el discurso de la convención teatral para
conver rlo en una prác ca dialógica que funciona como un Congreso
y que hace posible el intercambio entre los par cipantes a par r de
problemá cas sociales concretas y su resolución a través de la
elaboración de hipoté cas inicia vas de ley.

El orecimiento de los pueblos, un ensayo para el futuro


En junio de 2017 me fue asignada, por parte del CITRU, la elaboración
de una bitácora de trabajo del Parlamento de la memoria, cuyo
propósito era hacer un seguimiento de las mesas de trabajo de La
Comuna, en las que se abordarían y discu rían los temas centrales
del proyecto con miras a imaginar desde la escena cómo sería el
parlamento; una de las tareas indispensables consis a en resolver la
dinámica del “juego”, que sucedería dentro de un teatro y que
requería de un sen do esté co.

Durante las sesiones de trabajo se acordó invitar a especialistas,


algunos de ellos, miembros de Fundar, Centro de Análisis e
Inves gación en derechos humanos, erra y territorio, jus cia scal y
an corrupción; otros, especialistas en economía, órganos
representa vos, temas de desapariciones, migraciones y gestores
culturales. Una de las par cipaciones más relevantes fue la de
Melissa Or z Massó, experta en organismos de representación,
quien hizo aportaciones muy signi ca vas a lo largo de este proceso.
Apuntalar las discusiones sobre los tres órganos de gobierno, su
legislación, representación y presupuestos se convir ó en un material
indispensable para ir tejiendo la estructura del Parlamento de la
memoria. Los detalles sobre la creación de la Asamblea Cons tuyente
de la Ciudad de México y la reforma al ar culo 1 de la Cons tución
en 2011, así como la discusión sobre la rendición de cuentas de la
Auditoría Superior de la Federación y los logros en materia legisla va
por parte de la ciudadanía como lo fue la Ley 3 de 3 y la Ley General
de Transparencia y Acceso a la Información Pública, permi eron a La
Comuna construir otras formas de deliberación que no pasaran
necesariamente por los Congresos; su pulso estaba en imaginar una
especie de “parlamento abierto”, un espacio plural y democrá co en
el que los ciudadanos son par cipes directos de un nuevo
orecimiento.

Paralelamente a estas ac vidades de re exión y análisis, La Comuna


se alistaba para llevar a Quito La Clínica Revolucionaria, que tenía
como eje el tema de las desapariciones en México y Ecuador a través
de intervenciones y diálogos en diversos puntos de la ciudad. Cabe
destacar que la Casa Mitómana, espacio dedicado al coworking
cultural y residencias ar s cas, que coordina la escritora Gabriela
Ponce y la inves gadora Paulina León, operó como espacio integrador
del trabajo de La Comuna.

En el mes de sep embre de 2018, el Parlamento de la memoria llegó


al Teatro El Granero para conver rlo en un espacio de diálogo plural y
democrá co. Los especialistas planteaban el problema, por ejemplo,
los derechos del movimiento LGBT, para dar paso a la formación de
comisiones que trabajarían para crear inicia vas de ley. El resultado
era la creación de una ley ciudadana, y eran los par cipantes los que
darían el nombre a estas enmiendas. Revisar los tulos y el contenido
de las legislaciones ciudadanas, ver das en El Granero, sorprende por
su consistencia polí ca; nos historiza y nos reencuentra. La Ley Vicky
Letal, Ley Roxana, Ley Minerva, Ley Lucy, Ley Adolfo, etcétera, me
devuelven el júbilo de la palabra irreverente y esperanzadora.

Enlistar todas las intervenciones de La Comuna en este ar culo sería


imposible, su andar ha sido muy amplio y generoso. Me parece que su
principal mérito radica en aportar re exión y crí ca sobre lo que hoy
es el statu quo de la escena y sus implicaciones sociales, culturales y
esté cas. Su vocación ontológica nos ha permi do mirar más allá de
los esquemas tradicionales de nuestro quehacer; su trabajo nos
empuja a la insoslayable democra zación y ciudadanización del teatro
en una era en que el amor, el diálogo, el pensamiento y la ternura se
nos escapan de las manos en medio de las fuertes ven scas del
neoliberalismo que a anza la ranía de la representación. No tengo
ninguna duda de que La Comuna es el parlamento de nuestra
memoria.
Ley Vicky Letal
29 de sep embre
Especialista: Daniel Záenz
Tema: movimiento Vogue

Post-it verde
Enfoque que podría darle la persona que imparte la información.
Hablar de las diferencias sexuales.
Una mala implementación y preparación de los maestros y la información en
libros.
No encuentro ningún aspecto nega vo de incorporar educación sexual con
perspec va de diversidad.
Pues es mala in uencia para la educación.
Mala información.
No aplica información.

Post-it fucsia
Cambiando la forma de cómo lo vemos.
Y que se quitara ese miedo, desde casa o la sociedad.
De los diferentes temas, como diversidad sexual, conociendo mi cuerpo niña,
niño.
Que haya libros.
Conviva mejor.
Información.
Que haya amplitud a esa información buscada.
· Impar r o proporcionar información desde los núcleos.
· Corroborar esa información para implementarla.
· Replantear los signi cados de las palabras bases.
Permi endo que los niños, niñas y jóvenes expresen sus ideas, dudas y
propuestas sobre diversidad sexual.
Desde los padres, empezando a conocer qué tanto saben de ellos mismos
para estar en mutuo acuerdo con los niños.
Con talleres de autoconocimiento del cuerpo.
Reforzar la transformación del lenguaje a un lenguaje incluyente.
Dando la oportunidad a quienes saben y viven la diversidad sexual de
compar r sus experiencias.
Rede nir conceptos como: familia y sus componentes.

Post-it magenta
Ahorro en medicamentos.
Bene cia a las familias tradicionales.
Ideologías conservadoras heteropatriarcales que a rman que hay “ideología
de género”.
Privilegia el monopolio de la heterosexualidad: “Buenos valores”.
Sociedad mercan lista, no es legí mo pagar impuestos.
Liberalismo salvaje: pagar impuestos es un robo. El Estado no debe intervenir
con los sujetos, sólo el mercado.
Bene cia a las farmacéu cas que son trasnacionales.
Es un derecho para el sector o cial de la salud.
El Gobierno no asigna recursos y se reproduce la marginación.
El abuso porque lo necesitas.
La inseguridad y el miedo apoyan.
A ellos les conviene que nosotros contradigamos esas enfermedades para
ganar más dinero.
Por ser más que el otro.
Ningunea demandas (no hablar de los grupos afectados públicamente).

Post-it durazno
Educación.
Empoderamiento.
Ver que diferir en tu modo de ser nos enriquece y no nos maltrata.
Educación.
Salud universal para diversidad sexual. Ante un contexto discriminatorio.
Educación sexual; talleres informa vos gratuitos referentes a la exigencia de
derechos y servicios de salud.
Seguro de desempleo a la diversidad sexual ante contexto discriminatorio.
La educación.
La comunicación.
Empa a.
Sensibilización.
Sancionar a servidores públicos que manipulen la ley.
Cuantos ar culos para una ley que no regatee a la comunidad LGBT .
Cumplir con el mandato cons tucional, el derecho a la seguridad social sin
dis nciones.
Aplaudir la valen a de quien vive diferente.

Post-it naranja
Sinceridad y amor.
Cambio cultural, rompe arque pos.
Trabajo de la sociedad organizada.
Información y educación más abierta.
Oportunidad de par cipación personal e ins tucional.
La lucha señala un problema en la estructura social.
· Aceptación.
· Con anza.
Amistad sincera.

Post-it azul
Tratamientos CAROS para VIH+.
Crece la dispersión de las enfermedades que son imposibles de prevenir.
Seguimos siendo una sociedad con mucha discriminación.
Ser discriminado por los demás.
Discriminación.
Discriminación.
Nosotros como pueblo.
La falta de respeto.
Inseguridad.
Discriminación.
Miedo.
Miedo.
Violación a los derechos humanos.
Reivindicación de la desigualdad.
Vacíos legales.
El Gobierno.
El Gobierno.
La igualdad se pregona, pero carece de asidero en la realidad.
Descuido del bienestar colec vo.
Persisten muchos prejuicios en relación con una comunidad.
No se evita el dolor de esos grupos más marginados.
Desconocimiento.

Post-it azul claro


· Comunicación.
· Libertad de expresión.
· Plá cas informa vas en empleos.
· Talleres en las escuelas.
Comunicación y plá cas en la escuela.
· Sensibilización.
· Educación sexual.
· Seguridad social.
Talleres en escuelas y talleres para padres sobre el tema.
· Diálogo en foros.
· Ac vidades al aire libre.
· Tours en bicicleta.
Confrontar los estereo pos desde los medios de comunicación.
Desnaturalizar nuestros prejuicios a par r de lecturas de mitos y obras
literarias, históricas, que ayuden a los niños a entender.
Que es cultural, cues ones como el género.
Talleres, conocer el cuerpo más allá de dis nciones individuales.
· Presencia de personas en los medios de comunicación.
· Cuotas en cargos públicos.
· Lenguaje.

Post-it amarillo
Odio.
Descali car al otro u otra.
Pena.
Miedo.
Guiarse por prejuicios.
Autodescali cación.
Falta de respeto.
Rechazo.

Post-it morado
Aspecto posi vo
Desmi can respecto a la diversidad sexual.
Una sociedad mejor informada es más fuerte y respetuosa.
Una buena educación sexual es una buena educación de salud integral.
Dejar de lado los prejuicios.
Enfocar la educación a un entendimiento más claro sin mezclar religión, mitos,
creencias.
Que no haya discriminación, que sean tratados por igual.
· Que haya menos tabúes.
· Que haya una mejor información.
· Tener una sociedad que permita la aceptación de todas las personas.
· No existe diferencia, todos somos seres humanos.
· Evitar la discriminación a edades tempranas.
Aspecto posi vo, dar libertad de expresión.
Mani esto Soy Irma

Nos pronunciamos ante la insensibilidad y falta de preparación


integral de los médicos ante las mujeres, en el momento de dar a luz y
durante el proceso de embarazo.

Exigimos mayor preparación de los trabajadores de salud, que incluya


no sólo lo académico, sino la obtención de conocimientos a través de
las experiencias de las mujeres, tanto de quienes lo han vivido o que
se dedican al área obstétrica.

Condenamos la visión materialista que se le da a la atención de


mujeres embarazadas y exigimos la creación de oasis de parto, donde
la ecuación empo-dinero no exista. ¡Queremos un futuro
humanizado!

Adriana, Lorena, Marcia, Laura, Brenda, Patricia, María Teresa


Galería de imágenes
Crédito: INBAL / CITRU. Fot. Gabriel Morales
*Las dos primeras imágenes pertenecen al archivo
de La Comuna
Secretaría de Cultura

Alejandra Frausto Guerrero


Secretaria

Marina Núñez Bespalova


Subsecretaria de Desarrollo Cultural

Ins tuto Nacional de Bellas Artes y Literatura

Lucina Jiménez López


Directora general

Laura Elena Ramírez Rasgado


Subdirectora general

Claudia del Pilar Ortega González


Subdirectora general de Educación e Inves gación Ar s cas

Arturo Díaz Sandoval


Director del Centro Nacional de Inves gación, Documentación e Información Teatral Rodolfo
Usigli

Leonardo Daniel Miranda Cano


Coordinador Nacional de Teatro

Lilia Torrentera Gómez


Directora de Difusión y Relaciones Públicas
Producción digital a cargo del Centro Nacional de Inves gación, Documentación e
Información Teatral Rodolfo Usigli del Ins tuto Nacional de Bellas Artes y Literatura.

México, 2021

También podría gustarte