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Una pantalla como una pecera. En ella, ¿Qué recursos, movilidades, prótesis necesita
la encarnación de una extrañeza: una mujer- mi lengua, para hablar de estos cuerpos que,
animal-sirena-ser mitológico. Las asociaciones repentinamente, desde la propia indagación
con posibles conocidos se abren. Sin embargo, en su carne, pareciesen decirnos que todos
al querer ubicar este cuerpo dentro de esas los cuerpos son plásticos; todos, susceptibles
categorías, su presencia como tal, las estalla. de ser expandibles, transformables; todos,
Bordea lo familiar, pero se desvía y habilita disponibles al juego, al riesgo, a la exploración
otros escenarios que se escapan a lo que la de otros reinos, de estados plagados de
retícula cultural entrega. Es hipnó¯co cómo nuevas tonalidades, de dimensiones también
se mueve debajo de las aguas. Su cola genera otras?
una ondulación en el espacio: ¿piscina?,
¿líquido amnió¯co? Hay algo su¯l en su A Lisa le amputaron sus piernas desde las
movilidad corporal que me remite a lo primario, rodillas. Esto pasó a raíz de una infección
a lo originario. bacteriana por estafilococo. También le
cortaron los dedos de sus manos. Tenía
(En alguna entrevista, ella, Lisa Bufano 21 años. Según dicen algunos estudiosos,
[Estados Unidos: 1972-2 13], dijo: “I’m a esta edad marca el ciclo donde el eje es
shapeshifter”… La que cambia de forma, la que la vida social, el tiempo en el que nos toca
se metamorfosea. Lisa como Proteo hoy.) inventarnos un yo público. Lisa lo hizo. No
inventó un yo, sino varios. Y con todos
Mientras veo cómo atraviesa el espacio ellos abrió escenarios misteriosos, donde
acuá¯co, me quedo sin habla. ¿Con qué cuerpos irrepresentables tenían lugar, donde
palabras se nombra un cuerpo desconocido? Es la diferencia se abría potente y recordaba lo
evidente que posee una prótesis que le permite arbitrario de la normalidad; donde se fracturaba
devenir otrx. Veo su prótesis, sí. Está inse°ada y se desgarraba la vil insistencia en serializar
orgánicamente. Lo que veo, en realidad, es un los cuerpos que la sociedad remarca; donde
cuerpo ‘verdadero’ y singularísimo. germinaban la multiplicidad del afecto y del
deseo, gracias a todo ello.
Lisa, quien estudió Bellas A°es en la universidad, Si las prótesis habitualmente son utilizadas
en su adolescencia fue bailarina de go-gó, y para completar, habilitar, hacer el intento
previamente, en la infancia, había sido una de capacitar un cuerpo discapacitado, Lisa
gimnasta de alto rendimiento usó todos esos decidió usarlas, re-crearlas para volver a
saberes, con los que se conformó su primer crearse ella misma una y otra vez. Provocó
cuerpo, el de a°ista, para la configuración de que sus prótesis se tornasen en dispositivos
los nuevos cuerpos que comenzó a estructurar poéticos, tomando una categoría explorada
y desde los que también halló maneras dis¯ntas por el pensador español José Antonio Sánchez.
de locomoción. La tecné que había estado “¿Y cómo se crean?”, se pregunta él mismo.
indagando rigurosamente la puso al servicio, “Profanando –ensaya su respuesta también él–
repen¯namente, de lo desconocido. Desplazó los dispositivos existentes”. Sigo tomando la
su lugar inicial de acción para propiciar otros explicación del estudioso mencionado:
insólitos, en un acto que hizo brotar también
una autopoiesis permanente. Se permi¯ó, de “La profanación puede ser también entendida
esa manera, habitar la alteridad con soltura y como una ‘desestabilización’. […] La práctica
replantear el estatuto mismo del a°e en su artística participa en la profanación alterando
vida, hasta desdibujar los límites entre esos dos momentáneamente las condiciones de
ámbitos. enunciación, haciendo visible lo escondido,
cometiendo actos de sabotaje selectivos,
Cuando uno ve su trabajo parece que en el usurpando formatos, parasitando contextos,
centro de su cuerpo, en su tronco, y también reorganizando hasta el absurdo los elementos,
en el centro innombrable que la constituía, invirtiendo el sentido de las líneas o los giros,
guardaba el locus de la fuerza. Desde la deteniendo temporalmente el funcionamiento
conciencia de la constitución de su pequeño del mecanismo”1
torso, podía sostener prótesis diversas,
darles movilidad, convertir el peso en
energía, dislocar la función que la normalidad
1 Sánchez, José Antonio. “Disposi¯vos poé¯cos I”.
ha otorgado a las prótesis y provocar, así, el Disponible en línea en: h¸ps://parataxis2 .wordpress.com
advenimiento de cuerpos nuevos. (úl¯ma consulta: 13 de agosto de 2 18)
En la dislocación y la resignificación de lo El movimiento que lograba Lisa era profundo,
que es una prótesis y de lo que puede ella, carnoso, contundente y delicado en su
exploró inimaginables variaciones de sí misma. preciosa rareza; inauguraba espacios de
Este desplazamiento y deslocalización de la potencias altas, ahí donde el orden de
utilización primaria de la prótesis-dispositivo las cosas pareciera decir que la fuerza
poético permitió interrogar furiosamente de movimiento está menguada, detenida
qué es un cuerpo en tanto tecnología, en y que no hay cómo constituir un lugar,
tanto presencia, en tanto lugar y límite de multiplicarlo. Observar las grabaciones de sus
la representación. Un cuerpo que es todos performances, sus coreografías; detenerse a
los cuerpos. Un cuerpo menor que puede dar ver sus experimentos en video-arte, me hace
cabida a muchos cuerpos de otras esferas; pensar en cómo el arte de verdad modifica el
un nimio cuerpo que deja de mostrarse como espectro de lo sensible, en cómo sirve de canal
tal si su acción conjura lo inimaginable hasta para que la vida sea más insólitamente amable,
transformarlo en real. Desde ese sabotaje más temblorosamente fértil y múltiple. Me
produjo también la expansión y transformación invita también a asombrarme respecto a lo que
de la idea misma de la danza, de la plástica que puede una existencia que abraza la vita nuda,
ella habitaba. todas las vidas (im)posibles y les permite
hacer presencia, cambiar su/el presente.
Animal acuático. Insecto. Muñeca
con hálito de vida. Dar sentidos a un cuerpo
desmembrado, al que le ha sido arrebatado su sentido
al perder parte de su materialidad constituyente,
permite inaugurar otros agenciamientos y tramas
subjetivas. ¿De qué coreografías, es decir de qué
escrituras en el espacio, son capaces esos cuerpos
desconocidos, aquellos que exceden el estatuto
de la normalidad, aquellos que no encajan, los
que desencajan nuestras certezas y nos permiten
agrietamientos, aperturas?
Still del video Below, Lisa Bufano, 2 8
Adrián Fontanini: Estella la LUS como
el danza1
Gabriela Ponce
Referencias bibliográficas
Bataille, Georges (2 2). El erotismo. Barcelona:
Tusquets editores.
Pardo, José Luis (1996). La Intimidad. Madrid:
Pretextos.
Sloterdijk, Peter. Esferas I. Madrid: Editorial
Siruela.
Still del video Director de danza, Adrián Fontanini, 2 16
Santiago Forero. Masculinidad y corporalidad
‘no-promedio’ en América Latina
Diego Falconí Trávez y María Victoria Tiseyra
La masculinidad, nos dicen los reflexión que, desde disposi¯vos a°ís¯cos, ayuda
trabajos académicos, artísticos y activistas a desmantelar pa°e de la ilusoria masculinidad
con perspectiva de género, no es una modélica al reflejar cómo el cuerpo deviene
consecuencia que se genera del hecho de de un ejercicio de construcción ideológica
habitar un cuerpo de hombre, sino que es una desde el régimen polí¯co heteropatriarcal. No
construcción cultural que moldea la carne obstante, la novedad que plantea su obra es
humana desde intereses políticos imponiendo la mirada interseccional que apo°a, pues las
una serie de acciones y comportamientos. iden¯dades colombiana y con discapacidad
Efectivamente, se ha construido de modo a°iculan una subje¯vidad en la que operan
bastante continuo una masculinidad múl¯ples resistencias y digresiones al modelo
hegemónica basada en una serie de privilegios de ‘ser hombre’. En este sen¯do, a pesar de que
establecidos social, política y jurídicamente la obra del a°ista es amplia, queremos resaltar
en favor de un tipo de hombre: heterosexual, aquellos trabajos autoficcionales en los que
propietario, capacitado, primermundista. Sin autor y personaje son la misma en¯dad: Sanago
embargo, esa masculinidad perteneciente Forero. Así, no solo resulta impo°ante el modo
a una pequeña parte de la humanidad se ha arriesgado en el que el a°ista pone a su propio
diseminado como la masculinidad modélica cuerpo como archivo a°ís¯co sino también por
que en todos los gestos y acciones cotidianas desmontar un canon que no debe ser entendido
debía (de)mostrarse. No es de extrañar, pues, solamente en relación al a°e sino también en
que para mantener la supremacía de cierto tipo relación al cuerpo.
de hombre, aspectos como la violencia contra
mujeres y cuerpos feminizados, la anulación En efecto, Forero contesta el lugar ocupado
de las emociones y la heterosexualidad por las corporalidades ‘no-promedios’,
obligatoria hayan sido asumidas como parte como la suya, que a lo largo de la historia
de un destino inherente en todos los hombres han sido exhibidas y expuestas para el
sobre la faz de la tierra. espectáculo asociándolas con lo feo y
lo grotesco. Ante estos cuerpos se han
Los trabajos de San¯ago Forero, vistos desde elaborado discursos —desde la medicina y
este amplio cariz del género, son pa°e de una el derecho—, tendientes a controlarlos. De
este modo, y valiéndose de mecanismos de dignificación del sujeto con discapacidad con
inferiorización y deshumanización, presentan conciencia de su lugar en la economía de la
la discapacidad como un lugar indeseado representación. En tal virtud, si en los años
e indeseable de habitar, y connotan a las setenta el grupo The Village People, al proponer
personas con discapacidad como sujetos a cinco hombres que, literalmente, disfrazaban a
“sin capacidad de acción”. Action heroes, la una agrupación gay a través de trajes heroicos
obra de Forero escogida para esta muestra, tradicionalmente masculinos, Forero hace una
replica la plantilla autoficcional que sirve para parodia mucho más política. En efecto, ya no
replantear la masculinidad hegemónica desde son violentas apropiaciones culturales (como la
una mirada “no-promedio” y con estéticas del nativo americano) o deseos de “dejar atrás”
que recomponen la capacidad de accionar. Al la feminidad marica (cuestión característica
utilizar al héroe, figura fundamental del canon en los colectivos gays post-Stone Wall) los
clásico, desde una perspectiva actual, se que mueven la obra del autor colombiano,
activan reflexiones importantes para repensar sino parodias que buscan cortocircuitar una
el devenir subjetivo. masculinidad construida global(izada)mente. Así,
la verificación de la masculinidad que sugieren
Los héroes personificados por el autor se ubican estos superhéroes, obliga a la audiencia a pensar
en escenarios clichés que congelan épicas pop, en tamaños de cuerpos, en colores de la piel,
interpelando así a la audiencia que observa con en gestos y en procedencias “verosímiles” para
familiaridad y extrañeza a estos cuerpos. Ellos ratificar el heroico disfraz que se porta y que
performa(tiviza)n una serie de iconos masculinos permite la capacidad de acción.
contemporáneos, popularizados por la sociedad
de consumo capitalista y repetida hasta el Cabe destacar que esta “masculinidad
hartazgo en la iconografía norteamericana (el promedio” también es resultado de los
militar, el motociclista, el trabajador, el bombero) procesos de colonización a partir de los cuales
que recubren a un cuerpo que no ha sido parte la matriz moderno-colonial ha imaginado a
de la épica masculina tradicional. En este gesto América Latina. Utilizando para ello preceptos
hay una parodia de lo masculino que se evidencia capacitistas, dicha matriz ha configurado
como disfraz pero que también posibilita una una visión inferiorizada e inferiorizante de
estos cuerpo-territorios y de quienes los incomodidad de habitar un espacio donde
habitan(mos). Con todo, resultan en imaginarios reside el poder moderno-colonial siendo un
que habilitan a pensar también a América migrante, latinoamericano, con un cuerpo
Latina como un cuerpo con discapacidad ‘no-promedio’.
en el entramado geopolítico mundial. La
consideración de esta vinculación con la Por tanto, la obra del a°ista cobra valor en este
trama histórica discursiva moderno-colonial, contexto al resis¯r las miradas autorizadas y
resulta pertinente a fin de interpretar la obra (des)autorizantes que se proyectan tanto desde
de Forero como una forma de (re)apropiarse los discursos patologizantes como desde el eje
de su corporalidad y de esos espacios que euro-anglo-céntrico que regulan y jerarquizan
lo(/nos) excluyen. Al recuperar en sus los cuerpos como capaces e incapaces. Por el
acciones claros gestos de desobediencia y contrario, el trabajo de Forero se revela como un
antropofagia cultural —propios de la diferencia desplazamiento de estas visiones peyora¯vas,
latinoamericana—, el artista irrumpe en el generando acciones que le permiten resignificar
mismo espacio que le expulsa, contestando su escala corporal. Con todo, consideramos
así las representaciones hegemónicas. que el a°ista propone otra forma de mirar
Destacamos en este sentido, que las obras del a los cuerpos masculinos no-promedios y
artista visibilizan las complejidades de quedar la¯noamericanos. Ya no se trata entonces
como un cuerpo ‘desubicado’ en un contexto de aquel sujeto impávido, inferiorizado,
que no lo contempla1 . Ejemplifica así la subalternizado sino de aquel que (nos) mira y
transforma por completo el escenario.
1 Ello se evidencia, por ejemplo, en la serie Cell-Po°raits
que consiste en un conjunto de fotografías tomadas en
dis¯ntos baños bajo la prác¯ca fotográfica denominada
selfie. La pa°icularidad de esta serie es que allí donde principales universidades de Estados Unidos, retrata en
debería figurar un rostro, es su mano la protagonista de la ese gesto irreverente el andar “desencajado” que genera
escena, cues¯onando de este modo la aparente neutralidad la mirada propiciada desde la matriz moderno-colonial.
de los espacios que habitamos. Esta incomodidad también Mirada que también es cues¯onada desde la serie Tac¯cal
se plasma en otra de sus series: Ambiguous Pisser. Disappearance donde el a°ista u¯liza su escala para
Conformada por un conjunto de autorretratos donde camuflarse con facilidad en un contexto que se presenta
el a°ista se muestra haciendo pis en monumentos y como amenazante.
Revuelta, Santiago Forero, fotografía, 2 9 Vietnam, Santiago Forero, fotografía, 2 9
Piss on Pity
De cómo David Hevey propone un antídoto para dejar de odiar y dejar de tener lástima
Rafael Barriga
Dos son los sentimientos humanos a algunos. Ellos dicen querer “recuperar” su
que me perturban: el odio y la lástima. El país para que solo los hombres blancos tengan
odio, porque nos deshumaniza. La ley del ojo derechos. Actúan para expulsar de sus vidas
por ojo termina por dejar a todos ciegos. La a lo diferente. Algunos se denominan ‘neo-
lástima, porque pone a alguien siempre en una nazis’. Otros buscan nuevas formas de lo
situación de superioridad frente a otro. De mismo: denigrar, agredir, insultar, vejar a los
ese al que se le tiene lástima. La balanza que demás. Ellos no solo están confundidos. Están
eleva al uno sobre el otro termina por hundir enfermos. El odio corroe su alma.
a todos.
Más cerca de casa, más bien dicho, en este
Hace exactamente un año, en agosto de breve espacio entre Colombia y Perú, el grito
2 17, las imágenes que provenían de los de odio –el grito de guerra– dice: “con mis
Estados Unidos eran vergonzosas: cientos hijos no te metas”. Es la amenaza de una
–o miles– de hombres jóvenes blancos se agrupación ultraconservadora que te regala
ponían cascos, construían escudos, tomaban antipáticos globitos en el ciclopaseo, que
antorchas e iban por la calle gritando postea en las redes sociales consignas antigay,
consignas fascistas. El odio se dirigía hacia antilesbiana y antitransgénero. Ellos, con su
cualquiera que no sea como ellos: negros o límpida vestimenta blanca –a mí me recuerdan
latinos, mujeres u homosexuales, izquierdistas al KKK– cuestionan las ideologías de género,
o demócratas. Los ‘White Supremacists’ o los y se oponen al reconocimiento de la ley a
que propugnan la ‘supremacía blanca’ están las diferentes orientaciones sexuales. Ellos
allí, campantes: racistas y machistas. Y están defienden la familia nuclear. Para ellos la única
dispuestos a hacer lo imposible para que familia posible es el trinomio heterosexual
sus ideas prevalezcan. En una población del padre – madre – hijos. Ellos replican las
estado de Virginia, estas personas captaron declaraciones de los execrables obispos de
la opinión de todo el mundo y la vergüenza la patria. Uno de ellos, nada menos que el
de la raza humana. Varios de ellos atropellaron arzobispo Ruiz Navas, hace poco escribió
con sus vehículos a los contramanifestantes que “los ciudadanos homosexuales deben
que se les oponían, en plena ciudad. Mataron ser respetados y protegidos, en cuanto son
personas humanas. Este respeto no implica Odio y lástima: la narrativa tradicional cuenta
aceptar su estilo de vida, más en concreto, no que al ciego, al sordo, al mudo, al cojo o
implica aceptar la unión de dos gais, de dos al desfigurado hay que tenerle pena. Hay
lesbianas como matrimonio”. ¿Le importa, a que hacer caridad: como la sórdida obra
Ruíz Navas, o a aquellos que gritan “con mis teatral Sueños que año a año hace añicos la
hijos no te metas”, la vida y la lucha para vivir dignidad de actores con síndrome de Down
con algo de normalidad de centenares de miles y espectadores con sentimiento de culpa.
de gais, lesbianas, trans, bisexuales, etcétera, Hay que tener pena. Hay que sentirse mal, no
marginados de por vida, estigmatizados y mirar a los ojos, dar la vuelta a la cara. Hay que
maltratados por todos? Por lo que expresan rogar cada día al Todopoderoso para que estas
en sus manifiestos, nada, porque los otros ‘criaturas’ estén lejos de nosotros. Nosotros
son –ya nos hizo entender Ruiz Navas– y ellos. Nosotros tan normales y tan capaces.
ciudadanos a los que no se debe aceptar. ¿Les Ellos tan inútiles y tan ‘especiales’. Nosotros
importa acaso la madre soltera, el padre que y ellos. Lástima y odio.
vive con su hijo, los abuelos que viven con
sus nietos, la persona sola que decidió que su De estas aterradoras cosas me puse a pensar
familia es ella misma, o sea, cualquiera que no luego de ver algunas obras del realizador
adopte el supuesto ideal de la familia nuclear? británico David Hevey. Él ha historizado
¿Les importa el derecho de las personas a y ensayado profusamente en contra del
escoger cómo vivir? Aquí hay mucho odio. estereotipo de que los discapacitados son un
Y mucha pena les da –tanta caridad existe grupo que necesita la lástima y la caridad de
todavía– cualquiera que sea diferente a ellos. los demás (Su trilogía The Disabled Century
Quieren que aquí se siga ultrajando a todo es un recuento brutal de la marginación y
el que no es hombre blanco. Quieren que violencia a la que los discapacitados han
se siga pegando a las mujeres, que se siga tenido que resistir durante el siglo XX). Ha
asesinando por el único hecho de ser mujer, dicho, en el discurso de sus películas, que,
se siga haciendo el mal chiste machista. Odio al contrario, normalmente son los que están
y pena se cruzan, se encuentran y se dan un en los márgenes de la sociedad aquellos que
abrazo putrefacto. agencian el cambio social. La perspectiva desde
donde Hevey despliega sus representaciones Cuando me di cuenta de lo que dice Hevey,
de la discapacidad son siempre auténticas, algo en mí hizo click. La idea es simple, es
dignificantes, desprovistas de pena. Llenas antigua, es común, es obvia. Y sin embargo
de amor, que es, lo sabemos, el contrario del es tan revolucionaria. Mira a los demás como
odio. “Piss on Pity” (“Méate en la lástima”) es te ves a ti mismo. (No como “quieres que
su slogan. te vean”). He ahí una estrategia. He ahí un
antídoto en contra de la epidemia del odio,
Miren, por ejemplo, Behind the Shadow of la lástima y también el miedo; una opción
Merrick: allí Hevey cuenta la historia del más apta para ser practicada dentro de cada uno,
famoso de los internos del Royal London para terminar con nuestra propia ceguera y
Hospital, Joseph Merrick, más conocido como nuestros propios prejuicios. Vean las películas
el “hombre elefante”: un hombre famoso por de David Hevey, o el resto de las obras de
sus deformaciones físicas, que terminó sus CUERPOS QUE (SE) MIRAN. Quizás sea un
días como un freak de circo –aunque, según buen comienzo.
muchos de los que lo conocían, poseía una
inteligencia superior al promedio. Hevey hace
una historiografía de las representaciones
tradicionales de la discapacidad. Se repiten en
su denuncia las palabras “desfiguramiento”,
“deformidad”, “asquerosidad”, “elemento
para el espectáculo”, “horribles criaturas”,
“impedimento”, dichas en las bocas de
cualquier persona, de todas las personas. Y sin
embargo, luego de la denuncia, hay siempre
una intención, en Hevey, de implorar por la
necesidad de que la gente vea a los demás de
la forma en que se ve a sí misma. Medir al otro
con la misma vara con la que me mido yo.
Video Behind e Shadow of Merri, David Hevey, 2 8. Fotografía: Lorna Re¿ele
Lo que se agita.
El trabajo de Cristina Mancero
Cristina Burneo
Bill Shannon (EEUU, 197 ), es un artista que Todo lo mencionado nos lleva a repensar
desde la coreografía y la actuación en la calle el cuerpo como una ideología de belleza,
usa el movimiento como un proceso de política de comple¯tud, de canon, de filosofías y
de la experiencia, desarrollando como técnica dogma¯smos, que tras el ac¯vismo vienés, los
una destreza cognitiva a partir de haber nacido cuerpos cyborg, los cuerpos del simulacro,
con una afección degenerativa de la cadera. Es los derechos de las otras masculinidades, las
así como sus muletas representan una suerte otras feminidades, el feminismo, la inclusión,
de cuerpo protésico que le permite expresarse las discapacidades, desplazan un discurso
desde otras formas de la anatomía humana. impo°ante de cuerpos diferentes, o mejor
Estas visiones de corpus movilizan un cuerpo nombrados, de cuerpos no normalizados en
desde las no estrictas formas de ser, usan capacidades disímiles para la sociedad. Bajo
la danza y el baile como un lenguaje posible, el paraguas de las establecidas tendencias
más allá de lo contemplativo, pues varias de de ‘normalizar al cuerpo’, abarca las maneras
sus investigaciones en la calle exploran la crea¯vas y fuera del dogma de representarse
condición de encontrarse discapacitado en el o las estrategias de ser diversas y diversos,
contexto público de Nueva York. desde el género, desde la raza, desde las
discapacidades, desde la anarquía de la piel.
En el contexto de CUERPOS QUE (SE) en todo el discurso disidente anteriormente
MIRAN la presencia de Shannon sostiene mencionado. Su trabajo es enriquecedor por
una posibilidad de empoderamiento del surgir tanto de la cultura de la calle como de
cuerpo-espacio-tiempo, de su cosificación las Bellas Artes en su producción como en su
e instrumentalización, en la reflexión de no consumo, horizontalizando sin jerarquía a las
pensar en el cómo me miran, sino en el cómo mismas.
me expreso, en el cómo me reapropio de
mis posibilidades y de los espacios abiertos Mirar su trayectoria es reconocer a un artista
y públicos, de mis nuevas formas de abordar sumamente conceptual, aspecto notorio
un cuerpo, de un artivismo activo, que al en sus prácticas cercanas a la tecnología.
parecer desarrolló una forma de expresarse a También es un bailarín interdisciplinar que
través del baile y el skate con muletas. compone la estructura del movimiento como
filosofía. Estos factores rompen con aquella
A lo largo de la historia de los usos del cuerpo única concepción del cuerpo que produce
en el arte, han sido muchos los artistas que solo para la acción o las de un coreógrafo que
han puesto al movimiento como elemento, compone solo para el baile. En sus prácticas
explicando la conexión entre el mundo interno se percibe genialidad y un virtuosismo técnico
y el mundo externo que les rodea, donde el muy marcado, es clara la presencia de un
arte les permite contar, expresar y comunicar cuerpo a favor de la expresión, la subjetividad
una narrativa proyectada en los actos. También y lo inclusivo, sin percibir un discurso
durante la historia del arte, las discapacidades de desigualdad, todo esto en referencia a
estuvieron ajenas y vetadas a los contextos demostrar las potencialidades de su cuerpo
oficiales de la teoría y circulación cultural. desde el poder de ingresar a cualquier espacio
Estuvieron también vetados los espacios más allá del uso de muletas.
no institucionalizados para las artes. Es ahí
donde Shannon fusiona estos dos elementos Shannon es una figura para ser consumida
desde la manera periférica de concebirlos, y a por públicos diversos, como los de la
ello agrega la cultura urbana del hip hop y el danza, el teatro, el hiphop underground, los
skate como una antropología que se incrusta movimientos de arte urbano, las comunidades
de artistas con discapacidad y el sector
de la teoría cultural, donde juega con una
diversidad de roles en dicha representación,
demostrando la experiencia del movimiento
del cuerpo como masa-materia. Todo lo
mencionado desde infinitas sensaciones,
comprendiendo que el cuerpo es nada más la
casa donde habita el ‘Ser’.