Módulo: Pedagogía Sociocrítica

Tutor: Mg. Norma Molina

Maestrante: Damián Chenche
Tema: Realice una valoración acerca de Modelos Educativos
de América Latina y Ecuador, desde visiones socio críticas

Los países latinoamericanos tenemos el subdesarrollo como marco común, implícito en este
concepto se enmarca el sistema educativo. El mismo que, aunque nace de un acuerdo liberador
y de connotaciones políticas revolucionarias, se ha convertido en un constructo demasiado
complejo.

Por un lado, se ofertan aprendizajes nuevos, con bases psicológicas y sociales, sin embargo,
estas quedan sin efecto cuando someten a los estudiantes a un sistema tradicional (SET), que
lejos de producir seres con liderazgo o independencia, los conducen por un camino establecido
burocráticamente, para la consecución de objetivos, importados de otras realidades nacionales,
que, si bien compartimos ciertos rasgos o parentescos sociales, no se acerca a la realidad que
caracteriza cada nación.

Ricardo Nassif, Germán W. Rama y Juan Carlos Tedesco, en su obra “El sistema educativo en
América Latina, de 1984 menciona que: “América Latina reprodujo (o intentó reproducir) el
esquema original, aunque en- dicho trasplante haya sufrido un empobrecimiento y una
reformulación considerables. Para analizar con mayor claridad este aspecto del problema, es
posible distinguir dos niveles diferentes: la estructura del sistema y sus consecuencias sociales,
por un lado, y los contenidos, métodos de enseñanza, etc., por el otro.” En todos los niveles
educativos, se encuentra prediseñado con tintes tradicionales, el orden de un aula, pizarra
delante, alumnos frente a ella, más de 40 bancas dispuestas en filas, y las leyes claras de hacer
silencio mientras el profesor explica la clase. Luego, exigir respuestas a preguntas en carácter
humillante, pretendiendo que la memoria y la atención juegue el papel principal.

Ecuador posee uno de los sistemas gubernamentales más corruptos de América Latina, y su
alcance corroe además a las instituciones educativas, que lejos de ser el semillero del futuro de
la patria y el resurgir de un país nuevo, sigue cayendo en los paradigmas obsoletos
conductistas, tradicionales y confusamente constructivistas. Se debe considerar, dirigir los
esfuerzos hacia otro tipo de modelo educativo, un modelo que genere discusión, que permita la
interacción y debates entre los diferentes pensamientos, para esto es necesario reformar el
espíritu docente, y devolverle el poder que tenía anteriormente. Cuando el docente era
espetado y considerado como un modelo. Ahora cada uno es libre de actuar, sentir, vivir,
porque se escuda en la tolerancia, descuidando el real papel del educador como transformador
de personalidades y creador de mentes independientes y capaces de aportar ante la sociedad y
el mundo.