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Escuela de derecho
Tercero “C”
Antecedentes
Kelsen toma la idea de Merquel y defiende que la validez de todas las normas jurídicas
emana y depende de otra norma superior, a la que el resto deben su validez y eficacia. Por
lo tanto el ordenamiento jurídico seria pues jerárquico, es decir una especie de pirámide
cuya cúspide ocuparía la constitución como norma suprema del sistema normativo de un
estado, por debajo estarían las leyes, los reglamentos, u otras disposiciones
gubernamentales de carácter general
Es importante aclarar que el verdadero ideólogo de la pirámide fue Merkel, quien enseño a
Kelsen
“Han transcurrido más de dos décadas desde que emprendiera la tarea de desarrollar una
teoría jurídica pura, es decir: una teoría del derecho purificada de toda ideología
política…”1
Fundamentos
La verdadera existencia y razón de ser de un estado de Derecho, existe por una parte, la
limitación de las acciones de los gobernantes en el área de la administración pública que les
ha sido atribuida y el sometimiento de aquellas a las disposiciones legales, lo que
constituye el principio de Legalidad; mientras de otro lado, (y aquí entra la importancia de
los estudios de Kelsen)las leyes deben de subordinarse estrictamente a la constitución, es
decir estar siempre conectadas a ella, y por debajo de ella, ya que esta es la base del orden
normativo vigente en el estado. Así mismo, nos dice Carlos Jaramillo Díaz; en su curso de
derecho Constitucional; “Dicho cuerpo normativo debe establecerse en favor de los
administrados, los medios jurídicos para protegerse de las arbitrariedades gubernamentales
expresadas en actos ilegales o inconstitucionales; así se establece el principio de
Constitucionalidad”2 como lo explica el propio Kelsen en su Teoría Pura del Derecho nos
dice a modo de prefacio “Hace casi un cuarto de siglo que emprendí la tarea de elaborar
una teoría pura del derecho, es decir, una teoría depurada de toda ideología política y de
todo elemento de las ciencias de la naturaleza, y consciente de tener un objeto regido por
leyes que le son propias”3. Según la teoría kelseniana de la jerarquía de las normas a
“peldaños” la validez de cada norma vendría sustentada por la existencia de otra norma de
rango superior y, así, sucesivamente. Este proceso no puede ser infinito y, para ello, debe
existir una norma hipotética (ficticia) fundamental (la llamada Grundnorm). Cualquier
norma jurídica no podría considerarse aisladamente sino como parte integrante de un marco
1
H. Kelsen, Teoría pura del derecho (TPD), UNAM, 1982, p. 9.
2
Carlos Jaramillo Díaz, CURSO DE DERECHO CONSTITUCIONAL, Universidad Central del Ecuador 1999, p.48
3
H. Kelsen, Teoría pura del derecho (TPD), Edition de la Baconniere, Neuchatel, Suisse, Título de la edición
francesa: Theórie pure du droit Introduction a la science du droit, Traducción: Moisés Nilve UNAM, 1982, p.
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normativo complejo y unitario (con sus propias reglas de autoproducción, vigencia y
derogación). Respetando el orden jerárquico de las normas se formaría, así, un
ordenamiento jurídico coherente. La validez de las normas, por tanto, vendría dada por el
modo de producción de las mismas y no por su contenido. En la biblioteca de la
Universidad Central del Ecuador nos encontramos con la obra de Cesar enrique Romero
denominado Derecho Constitucional en la cual nos menciona que “En su Teoría Pura del
Derecho, Kelsen se opuso, una vez más, al dualismo de Derecho y el Estado y defendió su
intrínseca unidad (monismo) ya enunciado en sus anteriores obras. Kelsen no concebía más
Derecho que el emanado del Estado. El derecho anterior al Estado era concebido por el
jurista austríaco como “Derecho primitivo pre-estatal”. El emanado del Estado era un
“orden normativo (coercitivo) centralizado” con validez espacial delimitada por el territorio
nacional y validez temporal por el tiempo de su vigencia”4 Para el renombrado jurista
vienés, el concepto de Constitución puede tener dos acepciones distintas. La primera de
ellas, tiene un carácter lógico-jurídico, y dice que la Constitución constituye la Norma
Hipotética Fundamental el segundo concepto que Kelsen usa para llenar de significado a la
Constitución es de carácter jurídico-positivo, y dice que es la norma positiva suprema en el
orden estatal, es aquella norma que regula la creación de todas las otras normas en el orden
interno.
Sus conceptos de Constitución se relacionan entre ellos, siendo el primero de los aquí
nombrados (el concepto lógico-jurídico) el fundamento de validez del otro (concepto
jurídico-positivo), y este último, es a su vez, el fundamento de validez de todo el resto del
ordenamiento jurídico.
En relación con su concepción sobre el Poder Constituyente, Kelsen nos dice que “la
doctrina del pouvoir constituant no puede tener otro sentido que el de poner dificultades a
la modificación de las normas que fundamentan ciertos casos del derecho positivo“5, no
distinguiendo así, entre poder legislativo y poder Constituyente, otorgándole a ambos solo
esferas de competencias distintas.
Conclusiones
4
Cesar Enrique romero, Derecho Constitucional, Tomo II, editor: Victor P. de Zabalia, Buenos Aires 1976, p.
86
5
Kelsen, Hans. ”Teoría del Estado”. Edit. Nacional. Trad. Luís Legaz Lacambra. México. Pág. 331.
Kelsen simplemente parte de la Normal fundamental, Grundnorm, la Constitución, pero no
incursiona acerca de los elementos de esa norma fundamental, esa Constitución que podría
o no estar contaminada de elementos políticos, ideológicos, morales y hasta religiosos;
pero que una vez aprobada, promulgada, no interesa mayormente si tuvo ese ropaje, aun así
la idea de la supremacía de la norma sobre cualquier otra norma es innegable, ya que sobre
todo y en todo estado debe existir un elemento de control de poderes y que estos poderes se
controlen entre sí, que toda norma se supedite a la norma máxima, y que esta esté envestida
más allá de un cuerpo normativo de un espíritu que surja del involucramiento de todos los
miembros del estado, encausado mucho más allá del tiempo a los fines de una sociedad.
Bibliografía
Enrique R. Cesar. Derecho Constitucional, Tomo II, editor: Victor P. de Zabalia, Buenos
Aires 1976,
H. Kelsen. ”Teoría del Estado”. Edit. Nacional. Trad. Luís Legaz Lacambra. México.