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El joven Lukács

y el joven Bloch

Michael LÓwy

Las utopías son la fuerza motriz de la historia , y la gran


importancia de la obra de Lukács y Bloch radica en que
los dos han rescatado la fuerza y la dinámica utópica del
marxismo . El joven Lukács y el joven Bloch , mantuvieron
una relación que no fue sólo de amistad , sino también
de una profunda afinidad espiritual
La relación se estableció durante los años de 1910-
1923. Sus caminos se fueron separando poco a poco, pero
existen entre sus escritos de esa época convergencias y
analogías evidentes, que se manifestarán en sus primeros
escritos marxistas. Una de las principales fuentes de esa
afinidad , es su vínculo con el romanticismo anticapitalis-
ta (concepto que proviene de Lukács ), esa gran corriente
crítica, que ataca a la civilización industrial burguesa a
partir de ciertos valores precapitalistas , tanto sociales,
culturales , estéticos , religiosos como políticos . Hay por
tanto en el romanticismo una dimensión de nostalgia
del pasado precapitalista. Por eso con frecuencia se tien-
de a asimilar y aún a confundir al romanticismo con una
doctrina reaccionaria, pero tal identificación es, en mi
opinión , una interpretación unilateral , reduccionista
del fenómeno romántico, tan rico y lleno de contradic-
ciones y de posibilidades, y también de potencialidades
revolucionarias. En realidad , desde los orígenes del
romanticismo en el siglo XVIII , es decir , desde Juan
Jacobo Rousseau , por un lado, y William Blake, por el
otro lado, hasta nuestros días, siempre ha existido una
corriente romántica revolucionaria , a la cual, en mi
opinión , pertenecen también el joven Lukács y el joven
Bloch y en la cual la nostalgia del pasado precapitalista
nutre una aspiración utópica, que no pretende volver
atrás , a la comunidad ( Gemeinschaft) precapitalista,
sino hacer una especie de giro hacia el pasado en el ca-
mino al mundo nuevo , al mundo del futuro, al mundo
de la utopía.
El joven Lukács y el joven Bloch están entre los repre-
sentantes más importantes de ese romanticismo revolu-
cionario del siglo XX . La calidad única de sus escritos
marxistas de entonces , que los distingue tan radicalmente
de la producción " ortodoxa" de la Segunda Internacio-
nal y en parte también de la Tercera Internacional, se
debe ciertamente en gran medida a esa dimensión román-
tica revolucionaria.
El romanticismo anticapitalista fue, a fines del siglo
XIX y principios del siglo XX, la forma cultural domi-
nante en Europa Central y una de sus manifestaciones
más importantes, la sociología alemana de Tónnies, de
Simmel y del mismo Max Weber . Por eso no es una
casualidad que el joven Lukács y el joven Bloch tengan
su primer encuentro en el seminario de George Simmel,
en 1910 . Es decir, que la sociología alemana, neo-román-
tica, que critica la civilización moderna desde una pers-
pectiva romántico anticapitalista , va a ser el punto de
partida común de su evolución intelectual , espiritual
y política; y si deciden partir juntos rumbo a Heidelberg
es para participar en las actividades y seminarios de Max
Weber e integrarse al famoso círculo de amigos, que se
reunía todos los domingos en casa de Weber, el "Círculo
Max Weber".
Uno de los participantes del Círculo, el sociólogo Paul
Honigsheim , describe en sus Memorias el ánimo domi-

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nante entre sus amigos y colegas sociólogos , el Zeitgeist*
imperante: un rechazo del modo de vida burgués, de la
racionalidad capitalista y de la cuantificación . " Lukács
y Bloch... eran partidarios de esta tendencia . Ese neo-
romanticismo, si lo podemos llamar así, se apoyará en
los viejos románticos a través de múltiples, aunque ocul-
tas, pequeñas corrientes de influencia ...: Schopenhauer,
Nietzsche , el viejo Schelling... y el movimiento de la
joven Alemania . El neo-romanticismo en sus formas di-
versas estaba representado en Heidelberg ... y sus adictos
sabían a qué puerta tocar , la puerta de Max Weber".'
Esto no quiere decir que Weber fuera un romántico
anticapitalista strictu senso , pero el Círculo de amigos
que se reunía en su casa sí fue uno de los principales
centros de difusión de esta Ku/turkritik pesimista y
hostil al progreso burocrático industrial. El joven Lukács
y el joven Bloch se distinguían de sus amigos y colegas
alemanes del Círculo Max Weber por su radicalismo polí-
tico y su utopismo milenarísta -revolucionario, del cual
sin duda el mesianismo-judío era una de sus fuentes. Eso
ya había sido observado por Marianne Weber , la esposa
del sociólogo, quien en sus Memorias describía al Lukács
de esa época ( 1912-1914), como a un joven filósofo
"agitado por esperanzas escatológicas del arribo de un
nuevo `mesías "', y para quien el socialismo en tanto
"orden social basado en la fraternidad , era una condición
previa para la redención de la humanidad ". De otra
parte, la visión del mundo de Bloch -según Paul Honig-
sheim - era una "combinación de elementos católicos,
gnósticos, apocalípticos y económico colectivistas".2
* N.E. La palabra alemana Zeitgeist puede traducirse al español como
espíritu de la época.
1 Paul Honigsheim , On Max Weber , Nueva York, Free Press , 1968, p.
79. Existe versión en castellano con el título Max Weber , México, Paidós
(Colección psicología social y sociología).
2 Marlanne Weber, Max Weber, ein Lebensbild (Max Weber, el retrato
de su vida). Tubinga, J.C.B. Mohr, 1926 , p. 476 y Paul Honigsheim, On
Max Weber, op. cit.

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En esa época existió entre los dos filósofos una profun-
da comunidad de ideas y Bloch va a hablar más tarde, de
ella; como una época de "sinfonofilosofía "*: los dos
pensaban juntos , filosofaban juntos . Paul Honigsheim los
describe en los siguientes términos : " Ernst Bloch , el apo-
calíptico judío de origen y católico por sus ideas religio-
sas... con su discípulo de entonces Gyórgy Lukács."3
Cuando tuve la oportunidad de entrevistar a Ernst
Bloch en 1974, le leí ese párrafo de las Memorias de Paul
Honigsheim y le pregunté si efectivamente se podía decir
que Lukács fuera su adepto o discípulo , y él me contestó
lo siguiente : " No fue así, sino que había una reciproci..
dad entre nosotros, yo era tanto su discípulo como él el
mío. En realidad no había diferencia entre nosotros...
Eramos como vasos comunicantes : el agua estaba siempre
a la misma altura, en los dos extremos de ese sistema".4
En mí opinión , el romanticismo antícapítalísta , el roman-
ticismo anticapitalista , el romanticismo revolucionario
fue precisamente el centro magnético de esa comunidad
entre ellos, de la misma manera que en el curso de los
años veinte se convirtió en el tema de su discordia, de su
separación.
Ya en su formación cultural , en su Bildung tanto del
joven Lukács, como del joven Bloch, el romanticismo
alemán jugó un papel muy i mportante. Entre los prime-
ros libros filosóficos que leyó el joven Bloch con interés

* N.E. Symphilosophie. Unión de los términos sinfonía y filosofía. El


autor se refiere a una filosofía que los unió armónicamente.
3 Paul Honigsheim , " Der Max Weber Kreis in Heildelberg" ("El circu-
lo de Max Weber en Heidelberg ") en: Kolner Vierteljahrschift fur Sozio-
logie ( Revista trimestral de sociología de Colonia) año 5 , cuaderno 1926,
p. 284.
4 Michael Lówy , " Interview avec Ernst Bloch " ("Entrevista con Ernst
Bloch ") Tubinga, 24 de marzo de 1974, en: Pourune sociologiedesintellec-
tuels revolutionnaires . L'evolution politique de Lukács 1909-1929 (Paro
una sociología del revolucionario intelectual . Lo evolución político de
Lukács 1909-1929), Paris, Presses Universítaires de France , 1976, pp. 293
y 296.

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apasionado , estuvieron los cuatro volúmenes de Schelling.
Filosofía de la mitología y de la revelación. S
En cuanto al joven Lukacs, el primer libro que tuvo
la intención de escribir en 1907 (y tenemos entre sus
papeles el plan de ese libro que nunca logró escribir)
deb(a intitularse Die Romantik des XIX Jahrhunderts
(El romanticismo del siglo XIX), y contenía los siguien-
tes capítulos : I. "Goethe y Fichte", 11. "La tragedia del
romanticismo (Scheiling, Schlegel, el misticismo)",
III. "El viejo y el nuevo romanticismo (La juventud
como reacción)", IV. "Alemania y Francia (El Sturm
und Drang y el romanticismo francés)", V. "Los prerra-
faelitas (El romanticismo artístico y el socialismo)",
VI. "El romanticismo a cortapelo, tipos : Schopenhauer,
Baudelaire , Kierkegaard, Flaubert e Ibsen ". Dentro de
sus cuadernos de apuntes de esa época, también se en-
cuentran numerosos extractos de escritos de Novalis,
Schelling, Schlegel y Schleiermacher.6
Las notas de Lukács escritas para ese libro, revelan
que su interés se dirigía no sólo al romanticismo alemán,.
sino al universo cultural del romanticismo anticapitalista
y sus puntos de referencias giran de Franz von Baader,
Kierkegaard , Nietzsche, Schopenhauer, Strindberg a Ibsen
hasta los pensadores rusos . El romanticismo anticapita-
lista tuvo también su expresión en la gran literatura
rusa, y particularmente en la obra de Tolstoi y de Dos-
toievsky. Y el joven Bloch y el joven Lukács estaban

5 Véase Tagtraume vom oufrenchten Gong. Sechs Interviews mit Ernst


Bloch. (Sueños diurnos de un caminar erguido. Seis entrevistas con Ernst
Bloch.) Editado por Arno Munster, Frankfurt Suhrkamp, 1978, pp. 27-28.
6 Estos textos se encuentran en el archivo de Lukács, de Budapest.
Véase Gy6rgy Markus "Lukács 'erste ' Aesthetik: Zur Entwicklungschichte
der Philosophie des Junger Lukács" ("La 'primera' estética de Lukács:
Contribución a la historia del desarrollo de la filosofía del joven Lukács")
en: Die Seele und das Leben. Studien zum fruhen Lukács (El afma y /a
vida. Estudios sobre el joven Lukács), Frankfurt, Suhrkamp, 1977, pp.
195.233.

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literalmente fascinados por el autor de Los hermanos
Karamazov, y concebían el reino colectivista religioso
del futuro (como asienta Paul Honigsheim que los cono-
ció bien en esa época) como "una vida regida por el
espíritu de Dostoievsky".' Cuando me entrevisté con
él en 1974, Bloch se refirió con cierta ironía retrospec-
tiva a ese papel increíble y prodigioso que tuvo en la
Europa Occidental de entonces, yen él mismo, la cristian-
dad rusa, el universo espiritual de Tolstoi y Dostoievsky
-en una palabra, la "Rusia imaginaria" en contraposición
a la Rusia real zarista, autoritaria y represiva.8
El significado social antiburgués que tenía la literatura
rusa para Lukács, quedó claramente formulado en un
comentario que escribió en 1916 acerca de un libro del
místico ruso Soloviev: "Los escritores de importancia
histórico-mundial de Rusia, desean dejar atrás el indivi-,
dualismo europeo (con la anarquía, la desesperanza y la.
ausencia de Dios consiguientes ), superarlo en su profun.
didad misma y poner en ese lugar conquistado a un
hombre nuevo y, con él, a un mundo nuevo".9 Compa-
rando dos de las primeras obras importantes del joven
Lukács y del joven Bloch respectivamente, Teoría de k1
novela, de 1916, y Espíritu de la utopía, de 1918, se
aprecia lo que existe en común en el romanticismo revo-
lucionario de los dos y lo que hay de particular, de espe-
cífico, en la interpretación que cada uno de ellos da a
esa visión del mundo romántico.
La teoría de la novela, de Lukács está cargada de nos-
talgia romántica del pasado. Ese pasado es para él, sobre
7 Témoigne de Paul Honigsheim (Testimonios de Paul Honigsheim),
On Max Weber, op. cit., p. 91.
8 Michael Lówy, "Interview avec Ernst Bloch " enPourunesoclologle. ,.
op. cit., pp. 296, 300.
9 Gyórgy Lukács , " W. Solovjeff, Ausgewahite Werke , Band 11, lena
1916" ("W. Solovjeff, obras escogidas , tomo II, lena, 1916" ), Archiv far
Sozlalwissenschoft und Sozialpolitlk (Archivo de ciencia social y política
social), 1916-1917, núm . 42, p. 978.

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todo, la Grecia homérica, la Grecia de La /liada y La
Odisea, una época feliz "donde los caminos estaban
iluminados por la luz de las estrellas ", un período en
que "los actos correspondían perfectamente a las exi-
gencias interiores del alma" . Esa Grecia homérica es una
especie,de arquetipo eterno de una sociedad perfecta y
el medioevo cristiano -cuya expresión cultural son la
obra de Dante y la pintura de Giotto - representa "una
nueva Grecia ", una reproducción de ese arquetipo eterno
griego, la última manifestación de esa comunidad orgá-
nica entre el hombre y la sociedad , de esa unidad natural
de todas las esferas metafísicas. La epopeya es la forma
literaria, la forma artística y cultural que corresponde a
esa sociedad perfecta, de armonía total . Nuestra época,
dice Lukács, es al revés, un mundo abandonado por los
dioses, un mundo en el cual hay "una ruptura total entre
el ser efectivo de la realidad y el deber ser del ideal" y
nuestra época es desde el punto de vista moral, la Zeita/-
ter der vollendeten Sündhaftigkeit (la era de la "completa
precaminosidad" -aseveración de Fichte).
La expresión literaria de esa época de degradación es
la novela, la novela burguesa. Es ahí donde Lukács se
distingue del romanticismo clásico y sobre todo del
romanticismo conservador; no piensa en términos de res-
tauración de ese pasado: "No podemos respirar en un
mundo cerrado. Hemos descubierto que el espíritu es
creador." El fracaso del romanticismo, dice Lukács
resulta de esa imposibilidad de "volver a la epopeya
caballeresca del Medioevo". Para Novalis, la victoria de
la poesía, "su reinado de transfiguración y redención
sobre el universo entero" es una ilusión, pues no tiene
"la fuerza constitutiva capaz de hacer entrar en ese
paraíso lo terrestre y lo prosaico". Lo que Lukács sueña,
a lo que aspira es a una utopía de/ futuro y no del pasa-
do, a un paraíso terrestre, a una "salida hacia otra etapa
de la historia mundial", más allá de la sociedad burguesa,

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de la civilización industrial capitalista. En Tolstoi ve al
anunciador de esa nueva época y en Dostoievsky tal vez
al nuevo Homero o Dante . No se trata entonces de resta-
blecer la antigua armonía, el antiguo mundo cerrado
griego o medieval , sino de crear una nueva comunidad
cuya expresión artística sería una "forma renovada de la
epopeya". 10 Así en su interpretación del significado
artístico de Dostoievsky , lo concibe como autor de una
nueva epopeya , no de una novela.
El romanticismo " paseísta",* que se vuelve al ayer, se
"metamorfosea" en romanticismo utópico, revoluciona-
rio, vuelto hacia el futuro aunque fascinado por esa Rusia
mítica, esa Rusia de sueño, imaginaria, de la cual hablaba
Ernst Bloch . Como el propio Lukács reconoce (Cfr. el
Prefacio de la reedición de 1963 de La teoría de la novela)
su itinerario en este libro es bastante distinto del que
sigue el romanticismo clásico y se apoya desde el punto
de vista metodológico en el neoromanticismo , en lo que
se llamó hacia el fin del siglo XIX la Geisteswissenschaft;*
Dilthey, Simmel y en cierta medida, Max Weber, como
él mismo lo reconoce en el prefacio de la reedición del
libro en 1963 .11 La diferencia fundamental , que es deci-
siva, es que Lukács daba a esa ciencia del espíritu supues-
tamente "libre de juicios de valor ", neutral , un color, una
dimensión mesiánica , utópica y cuyas implicaciones revo-
lucionarias -antiestatista-anarquizante, simpatizadora
de los terroristas rusos narodniki - quedan explicitadas
en las notas inéditas sobre Dostoievsky yen la correspon-
dencia con Paul Ernst . 12 Obviamente esa dimensión
10 Gyorgy Lukács, La Théorie du Roman, París, Gonlhier, 1963, pp.
19, 21, 24, 28, 29, 61, 73, 140, 154 y 155. Existe versión en castellano con
el título El alma y las formas y la teoría de la novela, traducción de Manuel
Sacristán , México, Grijalbo, 1975, Obras completas, 1.
* N.E. Del francés passéiste.
11 Gyórgy Lukács, "Avant-propos" ("Prólogo"), La Théorie du Roman,
op. cit., p. 7.
* N.E. En español: ciencia del espíritu.
12 Véase Dostoievski-Notizen (Anotaciones de Dostoievsky), Lukács

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mesiánica utópica no se da ni en Simmel, ni en Dilthey
ni en Max Weber. Pero es el romanticismo anticapitalista,
el que atrae a Lukács a la sociología alemana del siglo
XIX y el que lo atraerá -en el siguiente momento histó-
rico- a la revolución social en 1918-1919.13
¿Qué pasa con Ernst Bloch en el mismo período, es
decir, durante la Primera Guerra Mundial: Su libro de
1918, Espíritu de la utopía tiene analogías obvias, inne-
gables con La teoría de la novela, pero el espíritu de
Bloch -su método- está mucho más cercano al ethos
del primer romanticismo de la Frühromantik, del roman-
ticismo de principios del siglo XIX que al de la Geistes-
wlssenschaft del fin de siglo; a la vez más mesiánico y
más político no titubea en asociar a la Cábala, a la mís-
tica y a Karl Marx en su profesía utópica. Pareciera
experimentar algunas reservas hacia La teoría de /a No-
vela, de la que no cita parte alguna en su Espíritu de la
utopía, mientras que en El alma y las formas sí la men-
ciona en numerosos extractos. En una carta enviada a
Lukács -curiosamente fechada en el año nuevo judío,
el "rosha-shono", del 21 de septiembre de 1915- ma-
nifiesta "cierta impaciencia" por la "disertación técnica
perspicaz" que ocupa la segunda parte del texto, para
enseguida festejar como "particularmente brillante" la
presentación de Dostoievsky.14

Archivum, Budapest (manuscrito descifrado y preparado por Ferenc Fehér)


y Paul Ernst und Gyórgy Lukócs, Dokumente einer Freundschaft (Paul
Ernst y Gyórgy Lukócs, Documentos de una amistad), Emsdetten , Verlag
Lechte, 1974.
13 Sobre estos aspectos véase el notable ensayo de Ferenc Fehér "Am
Scheideweg des romantischen Antikapitaiismus . Typologie und Beitragzum
deutschen Ideologie -geschichte gelegentlich des Briefwechsels Zwischen
Paul Ernst und Gy&gy Lukács " (" En la encrucijada del anticapitalismo
romántico . Tipología y contribución a la historia de la ideología alemana
en ocasión de la correspondencia entre Paul Ernst y Gyórgy Lukács") end
Die Seele und das Leben (El alma y la vida).
14 Gyórgy Lukács, Correspondance dejeunesse 1908-1917 (Correspon-
dencia de juventud 1908-1917), Budapest , Corvina, 1981, pp . 264, 277.

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Al releer el trabajo un año más tarde, parece estar
mejor dispuesto, pero nuevamente es la conclusión del
ensayo lo que más le entusiasma:
Al igual que en La teoría de la novela en el Espíritu
de la utopía hay una referencia a Grecia y al Medioevo;
pero contrario a Lukács, Bloch manifiesta el máximo
desprecio por el arte griego: "La Grecia as( como el
Renacimiento, ocupan el mismo sitio pagano volcado
hacia el placer, la ligereza y lo incierto." En cambio,
Bloch, éste judío católico, acepta con fervor místico al
arte gótico cristiano como la expresión suprema del
espíritu de la resurrección, de la verdadera trascenden-
cia: "sólo la línea gótica lleva en ella el fuego original
que hace que el ser orgánico más profundo y el ser espi-
ritual, también más profundo, maduren al mismo tiern-
po. Contrariamente al ornamento griego o egipcio el
gótico encuentra en el hombre, en tanto que Cristo, la
medida alquímica de toda construcción".1s La elegía
extática de la cultura cristiana medieval nos remite
directamente a Novalis y a los primeros románticos
alemanes, pero no con un significado "reaccionario".
Basta recordar que el anarquista romántico (también
judío) Gustav Landauer -cuyos escritos conocía Bloch
muy de cerca- proclamaba con igual vehemencia la
superioridad del arte cristiano: "tomemos cualquier
ornamento de una catedral gótica y comparemos esa
obra de arte primitiva con una de las principales obras
de arte clásicas de los griegos ...: el más recóndito rin-
cón del mundo cristiano nos muestra el alma de nuestra
alma, mientras que en los clásicos sólo encontraremos
una muerte sublime y una rigidez que nos es ajena"."'
Ese culto casi religioso del arte gótico, del arte cristiano

15 Ernst Bloch, L'Esprit de I'Utopie (El espíritu de la utopía), París,


Gallimard, 1972, p. 31.
16 G. Landauer , La revolution , escrito en 1908 (La revolución), París,
Ed. Champ Libre, 1974, pp. 55-56.

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medieval, es típico del romanticismo aleman, sin embar-
go, no tiene para nada un carácter reaccionario o conser-
vador en el Espíritu de la utopía de Bloch, sino que al
revés está íntimamente vinculado con su crítica revolu-
cionaria del capitalismo.
Ya en las primeras páginas del Espíritu de la utopía,
encontramos una crítica muy dura a la "frigidez técnica"
de la civilización industrial moderna, responsable del
"asesinato de la fantasía" (Phantasiemord). La produc-
ción por medio de la máquina "no tiene vida" (leblos), es
subhumana (unter-menschlich). Nuestra época moderna
es incapaz de producir grandes obras, y las grandes obras
de nuestra época -el equivalente moderno de los domos
góticos- son ... los baños y los W.C.!
Lejos de facilitar el trabajo, la máquina -bajo el capi-
talismo- mató la felicidad artesanal de la obra total. Pero
Bloch está consciente, como Lukács, de que volver atrás
es imposible; "el viejo artesano no volverá jamás". Bloch
aspira entonces a una técnica nueva, humanista, contro-
lada por los hombres, con una utilización limitada y
funcional de las máquinas.''
El primer libro de Bloch termina, así como La teoría
de la novela, bajo la luz mágica de la utopía, lo que
Bloch llama el incipit vita nova, con la esperanza mesiá-
nica de un reino de la libertad, más allá de la guerra, del
Estado y del Capital. Al igual que en el ensayo de Lukács,
el autor de los Hermanos Karamazov ocupa un lugar
central en la conclusión: la meta última del socialismo
no es conquistar a "Dickens o el calor de la chimenea de
la Inglaterra victoriana", sino el permitir a cada uno el
acceso a "una vida en el sentido dostoievskiano" (ein
leben im Dostojewskischen.18 Pero a diferencia de La
teoría de la novela la Utopía de Bloch está mucho más

17 Ernst Bloch, Geist der Utople (El espíritu de la utopía), escrito en


1923, Frankfurt , Suhrkamp , 1973, pp . 21-22.
18 'bid., p. 333.

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cargada de religiosidad mística -tanto judía como cris-
tiana- de espiritualidad escatológica y de milenarismo:
su visión del porvenir está formulada en un lenguaje
cabalístico y agnóstico. Paradójicamente es al mismo
tiempo más política en sentido estricto. En el último ca-
pítulo del libro -Karl Marx, la muerte y el apocalipsis-
alaba a la Revolución Rusa, al "Consejo de trabajadores
y de soldados" rusos, es decir, al soviet, que en Rusia
aspiran a destruir "la economía monetaria y la moral
del comerciante que son la cristalización de todo lo ruin
en el hombre". A los soldados marxistas organizados en
los soviets se les presenta en un párrafo extraño corno
"los pretorianos que, durante la revolución soviética,
instauran por primera vez a Cristo como Emperador"
-concepto de Bloch que revela hasta qué punto su recep-
ción de la revolución de 1917 (esto también resultaválido
para Lukács) estuvo influenciada por su veneración de la
espiritualidad cristiana rusa.19 La cita anterior que apa-
rece en la primera edición del Espíritu de la utopía está
reformulada en la segunda edición de 1923. Es intere-
sante comparar las dos ediciones de este libro, la de 1918
y la de 1923: aunque el espíritu romántico revoluciona-
rio está presente en ambas, se ve que Bloch ha incorpo-
rado de manera más profunda el marxismo en la segunda
edición (1923) y que se preocupa mucho más que en la
primera por distinguir su posición -romanticismo revo-
lucionario- del romanticismo conservador o reacciona-
rio: él opone la idea de la humanidad "auténticamente
cristiana de la Edad Media" a lo que llama el "romanti-
cismo de la nueva reacción", en el que "están ausentes
el espíritu y el cristianismo" (gelstlos und unchristlich)
y que ha reemplazado a la verdadera tradición popular
alemana del pasado -que es la tradición de la guerra de

19 Ernst Bloch, Geist der Utopie (El espíritu de la utopía ), escrita en


1918, Frankfurt, Suhrkamp , 1971, p . 299. Este pasaje escrito antes de
octubre de 1917 desapareció de la reedición del libro en 1923.

56
los campesinos de Thomas Münzer- por el culto de los
castillos feudal CS.20
Hay una analogía, una convergencia muy clara, muy
evidente, entre La teoría de la novela y el Espíritu de la
utopía y también Thomas Münzer, libro de Bloch de
1921. El mismo Lukács va a reconocer muchos años más
tarde esta afinidad entre sus obras de juventud y las de
Bloch. Lo va a reconocer en el Prefacio que escribió en
1963 a La teoría de la novela. Pero él describe esa analo-
gía con una fórmula que me parece muy discutible: "una
mezcla entre una ética de `izquierda' y una epistemolo-
gía `de derecha' (ontología, etc.)", es decir, una ética
"orientada hacia una revolución radical" y una "inter-
pretación tradicional y convencional de la realidad". A
su juicio, en 1963 el viejo Lukács cree que esa ideología
híbrida -mezcla de ética de izquierda y epistemología de
derecha- se encuentra también en los escritos de Walter
Benjamin , de Theodor W. Adorno y de muchos otros
escritores, quienes partiendo de una "ética de izquierda"
movilizaron, contra la reacción facista, a un Nietzsche y
hasta a un Bismarck, considerándolos como fuerzas pro-
gresistas .21 Francamente creo que ese razonamiento a
posteriori del viejo Lukács, resulta poco convincente; no
creo que la epistemología que se encuentra en los escri-
tos del joven Lukács y del joven Bloch tenga algo de
"derechista". Tampoco el análisis de la guerra de los
campesinos en el libro de Thomas Münzer de Bloch es
un análisis convencional, conservador o de derecha, sino
un enfoque ya profundamente marcado por el marxismo
y la teoría de la lucha de clases.
¿Acaso la influencia de Nietzsche sobre Bloch o el
joven Lukács no era ante todo "ética" -en el sentido de

20 Ernst Bloch, Geist der Utopie (El espíritu de la utopía), escrito en


1923, op. cit., pp. 294-295.
21 Georg Lukács , "Avant-propos " de 1963 de La théorie du Roman
(Teoría de la novela), op. cit., pp. 16-17.

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un rechazo a los valores burgueses? ¿En qué sentido po-
demos considerar el análisis de la guerra campesina en el
Thomas Münzer de Bloch como una "exégesis conven-
cional de la realidad"?
Creo que Lukács está mucho más cercano a la verdad
en otro Prefacio que escribió en 1967 a la reedición de
Historia y conciencia de clase, cuando refiriéndose a sus
escritos de juventud publicados por Luchterhand dice:
que "el idealismo ético, con todos sus elementos román-
ticos anti-capitalistas, hubo de aportar también algo de
positivo a mi visión del mundo nacida de la crisis".22
Hay una entrevista muy interesante del viejo Lukács
con Abendroth en los años sesenta, en la cual externa:
"Fue una gran felicidad para m( el haber iniciado mi
formación con Max Weber y Georg Simmel y no con
Karl Kautsky y su pretenso marxismo ortodoxo. Fue
algo muy favorable para mi desarrollo, incluso como
revolucionario."
En ese prefacio de 1967, Lukács define su obra de
juventud como caracterizada por un romanticismo anti••
capitalista, y en mi opinión, ésta es una interpretación
revolucionaria del romanticismo que constituye el terreno
común entre el joven Lukács, el joven Bloch (y también
Walter Benjamin). Se trata de una visión del mundo
-Weltanschauung- que unifica en una misma estructura
significativa tanto su ética, su epistemología, su filosofía
de la historia como su política.
Es esa interpretación revolucionaria del romanticismo
que va a llevar al joven Lukács y al joven Bloch ala adhe-
sión a la revolución proletaria, al marxismo y al comu-
nismo que aparecerán tanto a los ojos del joven Lukács

22 Georg Lukács, "Vorwort" ("Prólogo") 1967, Geischichte und Kias-


senbewustsein-Fruhschriften ll, Neuwied, Luchterhand, 1968, p. 14. Sub-
rayado de Michael Lówy . Existe versión en-castellano con el título Historia
y conciencia de clase. Estudios de dialéctica marxista. Traducción de Manuel
Sacristán , México, Grijalbo, 1969, Obras completas, 3.

58
como del joven Bloch como los exponentes más radica-
les del anticapitalismo. Es la clave para comprender su
transición. Tanto más que después de su adhesión al mar-
xismo y en el caso de Lukács incluso de su afiliación al
Partido Comunista a fines de 1918, esta dimensión román-
tica revolucionaria no va a desaparecer de sus primeros
escritos marxistas, sino que se va a quedar articulada.
Marxismo y romanticismo se fusionan en estos primeros
trabajos, fusión que es más evidente en Bloch que en
Lukács, pero que está presente en ambos.
En Bloch es notable la síntesis que hace de Marx y
San Juan en la conclusión del Espíritu de la utopía, y del
anabaptismo y el bolchevismo en Thomas Münzer (1921)
... En los dos breves posfacios a las reediciones de los
años de 1960 Bloch mismo los califica como románti-
cos revolucionarios. El componente marxista -especial-
mente el análisis en términos de lucha de clases- es más
marcado en la obra sobre la guerra campesina, pero exis-
te una continuidad innegable entre ambos.
Resulta interesante que después de su adhesión al
marxismo y luego a la revolución, Ernst Bloch, siga man-
teniendo su interés y simpatía por la obra de Dostoievsky.
En un capítulo de Thomas Münzer hay una referencia a
Dostoievsky y a La teoría de la novela de Lukács. "Es
una lástima, dice Bloch, que nadie haya escrito una no-
vela sobre la vida de Thomas Münzer, el jefe de la r'v--
lución campesina alemana en el siglo XVI, porque esta
novela hubiera podido ser una epopeya, una nueva edo-
peya como las de Dostoievsky, de las que habla Lukács
en su Teoría de la novela."23
El Thomas Münzer. Teólogo de la Revolución, es un
libro romántico no sólo por su espiritualidad milenarista,
herética, sino por su referencia a las comunidades cam-

23 Ernst Bloch , Thomas Münzer, escrito en 1921, traducción de Maurice


Gandillac, París, ) ulliard , 1964, p. 23. Existe versión en castellano : Thomas
Münzer, Teólogo de /a revolución , Madrid , Ciencia Nueva.

54
pesinas , al comunismo rural campesino de tradición
alemana, aún presente en la revolución campesina del
siglo XV. En oposición total a esas aspiraciones comuni-
tarias comunistas, primitivas, religiosas de los campesinos
rebelados , según Bloch, el calvinismo encarnaba la eco-
nomía capitalista en desarrollo . Aquí retorna precisa-
mente a las tesis de Max Weber sobre el calvinismo e
incluso lo cita diciendo: "es Max Weber quien brillante-
mente ha mostrado la relación entre calvinismo y capi-
talismo . El protestantismo calvinista es la ideología del
capital totalmente desligada, exenta , liberada de los últi-
mos escrúpulos del cristianismo primitivo, de los últimos
elementos de la ideología económica de la Edad Media
(anticapitalista)". 24 La sociología weberiana de la ética
protestante , es transformada por Bloch , que le confiere
un nuevo sentido y la convierte en una condenación
comunista/ cristiana del capitalismo , que obviamente es
otra cosa que lo que plantea Max Weber.
De todas maneras en ese libro claramente se ve que el
interés del joven Bloch no es volver al pasado, restablecer
el antiguo régimen feudal o precapitalista , sino su obje-
tivo es la lucha revolucionaria por lo que él llama una
"nueva universalidad ", una "nueva comuna" -rural y
urbana- y un "socialismo racional fundamentalmente
milenarista " ( cargado de significación religiosa).25 El
pasado comunitario , el pasado orgánico religioso, heré-
tico, popular y campesino juega aquí el papel de fuente
de inspiración , cargando de energía mesiánica a la con-
cepción marxista de la historia.
Esa articulación entre romanticismo y marxismo tam-
bién la encontramos en los escritos del joven Lukács de
los años 1919 -1923. Un ejemplo muy importante es el
ensayo llamado " La nueva y la antigua cultura", escrito
por Lukács en el momento en que era comisario del
24 Ibid., pp. 81, 177, 227 , 229-230.
25 Ibid., pp. 132, 239.

60
pueblo en la República de los consejos obreros de 1919,
donde el leit motiv era la oposición entre la cultura del
pasado, sobre todo de la Grecia antigua y el Renacimien-
to y la "no-cultura" del universo capitalista. Lukács no
distingue entre las diversas formas de sociedad precapita-
listas; él se refiere a las "épocas que han precedido al
capitalismo" como un todo que presenta frente a la "re-
volución capitalista" ciertos rasgos comunes. Lo que
sustituye a la cultura en el capitalismo es la fabricación
de pretensas novedades, que se van modificando rápida-
mente sin ninguna relación con la belleza o la utilidad.
Es la dominación tiránica de la moda. Ahora bien, escribe
Lukács, moda y cultura son dos conceptos que se exclu-
yen por su esencia. Con la mercantilización general que
reina en el capitalismo, la cultura en el sentido auténtico
de la palabra, empieza a declinar. El capitalismo es un
sistema "destructor de la cultura" (Kulturzerstorend).
Ahora, con la revolución socialista, dice Lukács, aparece
la posibilidad de una nueva cultura, una cultura abierta
a todos.
En ese artículo se ve claramente que Lukács sueña
con una especie de restauración cultural. Con la abolición
dei capitalismo y del carácter mercantil de la vida social,
el desarrollo orgánico de la cultura "es nuevamente posi-
ble", las actividades sociales pierden su función mercantil
y su finalidad humana propia "les es restablecida".
Esas expresiones: "nuevamente", "posible", "restable-
cida"26 son un ejemplo sorprendente del método román-
tico-revolucionario de Lukács, para quien la sociedad
comunista del futuro reanuda el hilo de la continuidad
cultural, roto por el capitalismo: la nueva cultura resul-
tante de la revolución anticapitalista del proletariado se
vincula a la antigua cultura de las sociedades precapita-

26 Georg Lukács, "Alte Kultur und neue Kultur " (" Vieja y nueva cultu-
ra") escrito en 1919 , en Taktik und Ethik (Táctica y ético), Newied, Luch-
terhand , 1975, pp. 136-142.

61
listas. En una palabra: el futuro utópico tiende un puente
hacia el pasado, más allá del abismo vacío de la no-cultura
capitalista.. .
En Historia y conciencia de clase (1923) Lukács toma
cierta distancia del romanticismo anticapitalista. Desde
su punto de vista, a partir de Rousseau el concepto de
"crecimiento orgánico" tiene un "acento netamente
reaccionario, en tanto voz que llama a la lucha contra
la reificación". Pero aunque lo critica, concede que
"autores típicos del romanticismo anticapitalista, coma,
los de la corriente alemana, los de la escuela histórica de
derecho, el filósofo inglés Carlyle, Ruskin, etcétera han
reconocido y descrito antes que Marx la esencia tiránica
inherente al capitalismo y su estructura destructiva de la
humanidad". En realidad la teoría de la "reificación"
(Verdinglichung) que aparece en Historia y conciencia
de clase está en gran medida inspirada por la sociología
neo-romántica alemana de Simmel, Toennies y Max
Weber.
Lukács en esta obra retorna algunas tesis de Max Weber
y las reinterpreta dándoles un sentido revolucionario. Por
ejemplo h¿.olando de la ética calvinista dice lo siguiente:
"la ética calvinista representa de manera mitologizante,
pero en estado puro, la estructura burguesa de la con-
ciencia reificada" (cosificada). En una nota de pie de
página dice, "véase: Max Weber", esto lo hace en una
referencia a una especie de homenaje a él.27
Pero también retorna los planteamientos weberianos
de la ética protestante y del capitalismo y los transfor-
ma completamente dándoles un sentido de crítica a la
reificación capitalista que es mucho menos evidente en
la obra del sociólogo alemán.

27 Gyórgy Lukács, Historie et Consciente de C/asse (Historia y con-


ciencia de clase) escrito en 1923, París, Minuit, 1960, pp. 119, 134, 1,13 y
235. Mencionamos anteriormente la versión en castellano.

62
En otros pasajes del libro, Lukács toma algunos párra-
fos de El capital de Marx, y desarrolla en ellos toda una
crítica a la mecanización del trabajo y la cuantificación
del tiempo, crítica que tiene afinidades indiscutibles con
el romanticismo. Tal procedimiento fue posible sólo en la
medida en que la obra del mismo Marx contiene una
dimensión romántica anticapitalista, y en ese sentido
podemos decir, de acuerdo con Paul Breines, que "el
joven Lukács en Historiay consciencia de clase logró resti-
tuirle al marxismo su dimensión romántica, perdida".28
En Historia y conciencia de clase Lu kács parece desear
tomar cierta distancia, en relación a Bloch, al criticar la
tentativa de fusión entre religión y revolución económi-
ca y social como algo derivado de una incomprensión
del materialismo histórico: interpretando a la economía
como una "coseidad"* objetiva a la que hay que oponer
el elemento psíquico, la interioridad, Bloch no ve que
eso que comúnmente se llama economía no es otra cosa
que el sistema de formas de objetividad de la vida real
-sistema que hay que transformar con la verdadera revo-
lución social.29
Ahora bien, esa crítica deja de lado lo esencial: la
oposición de Bloch al reduccionismo económico, que
según él "habría que arriesgarse a disolver, a destruir,
para devolver su carácter original... a los contenidos más
profundos de esa historia humana en plena ebullición.
He ahí el sueño despierto del 'anti-lobo' (comillas mías
G.B.), de un reino finalmente fraternal".30

28 Gydrgy Lukács, Historie et Conscience de Classe, op. cit., pp. 115-


116 y Paul Breines, "Marxism, Romanticism and the case of Georg Lukács:
notes on some recent sources and situations " ("Marxismo, romanticismo y
el caso de Gyorgy Lukács, notas acerca de fuentes y situaciones recientes"),
en Studies in Romanticism (Estudios sobre romanticismo), otoño 1977„
p. 79.
* N.E. Del alemán D/ng/ichkeit.
29 Gyórgy Lukács, Histoire et Conscience..., op. cit., p. 238.
30 Ernst Bloch , Thomos Münzer, op. cit., p. 80.

63
Pese a ello, la afinidad entre los dos pensadores no
desapareció. Bloch vio con entusiasmo la obra de su ami-
go, como consta en una célebre referencia: "El tema
metafísico global de la historia queda expuesto también
en el libro de Lukács a través de otros caminos, pero su
contenido está en entera conformidad con el Espíritu de
la utopía. 31 Esa formulación puede parecer excesiva pero
hay que recordar que Bloch nunca dejó de reconocer
(como se desprende de nuestra entrevista de 1974), que
compartían una actitud común, "un acuerdo profundo"
que se traduce en muchos pasajes de Historia y concien-
cia de clase.32
El terreno común entre las obras del joven Bloch e
Historia y conciencia de clase es una crítica tremenda a
la civilización industrial burguesa a partir de ciertos valo-
res culturales, etcétera.
En un artículo publicado por Lukács en 1922 en la
Rote Fahne (periódico del partido comunista aleman),
-"La confesión de Stauroguine"- festeja la capacidad
de Dostoievsky para representar un mundo utópico "un
mundo en el que todo lo que la sociedad capitalista tiene
de mecánico y de inhumano, desalmado (seelenlos) y de
reificado se desvanecerá o será abolido".
En el artículo de 1923 parece escucharse un eco del
último capítulo de La teoría de la novela: Dostoievsky
es el precursor del hombre del futuro "ya social y econó-
micamente liberado", realizando su vida interior.33
En una conversación con Ernst Bloch en 1974, surge

31 Ernst Bloch, "Aktualitat und Utopie. Zu Lukács Geschichte und


Klassenbewusstsein " (" Actualidad y utopía. Comentarios a Historia y con-
ciencia de clase "), escrito en 1923 , en Philosophische Aufsatze zur objektl-
ven Phantasie (Ensayos filosóficos sobre la fantasía objetiva), Frankfurt,
Suhrkamp, 1969, p. 621.
32 Michel Lówy, "Interview avec Ernst Bloch", op. cit., p. 295.
33 Georg Lukács, Literature, Philosophie, Marxisme (Literatura, filoso-
fía, marxismo) escrito en 1922-1923, París, Presses Universitaires de France,
1978, pp . 76 y 110.

64
la pregunta de cómo se hab(a dado la ruptura entre él y
Lukács y según Bloch la causa más inmediata de la sepa-
ración es un artículo que este último escribió atacando
violentamente a Dostoievsky, diciendo que en el futuro
su obra sería completamente olvidada por carecer de
valor, y que Dostoievsky y su gloria juntos se hundirían
en un oscuro final.34
En efecto, en 1931, esa frase aparece en un artículo
en el que Lukács habla de Dostoievsky como un román-
tico anticapitalista, pero reaccionario, representante de
una sección de la oposición pequeño burguesa intelectual-
romántico-anticapitalista, en la que se abren por un lado
una larga avenida hacia la derecha, hacia la reacción (hoy
d(a hacia el fascismo) y, por otro lado, un sendero estre-
cho y difícil hacia la izquierda, hacia la revolución.31
Pero es probable que bastante antes de este artículo
de 1931, se haya iniciado el distanciamiento entre ambos
pensadores. Según Lukács, ello se explica por el "misti-
cismo intolerable" de Bloch en su crítica a la filosofía
de la religión de Hegel referencia probable a la edición de
1923 del Espíritu de la utopía donde Bloch critica a Hegel
de haberse inspirado en el misticismo romántico de Franz
von Baader (según información de Gyórgy Markus).36 En
todo caso, el comentario de Bloch y el contenido del ar-
tículo sobre Dostoievsky sugieren que la cuestión del
romanticismo anticapitalista es el meollo de su distancia-
miento, y continuará siendo la manzana de la discordia
oculta en sus polémicas sobre el expresionismo durante
los años de 1930. Ello determinará, de la manera más
decisiva, la oposición entre El asalto a la razón, por un
lado, y el Principio de la utopía, por el otro. A partir
de los años veinte Lukács va a tratar de liberarse de su

34 Michael LSwy, "Interview avec Ernst Bloch",op. cit., p. 295.


35 Gy$rgy Lukács, "Uber den Dostojewski Nachlass"("Sobreel legadode
Dostoievsky ") en Moskauer Rundschau (Revista de Moscú), marzo de 1931.
36 Ernst Bloch, Gest der Utopie, 1923, op. cit., pp. 230-233.

65
herencia romántica, intentando , aunque no siempre la
rechace, romper con ella de manera radical. Bloch, en
cambio, se mantuvo fiel a su romanticismo juvenil.37
Así, podemos decir que aunque hay diferencias obvias
entre Historia y conciencia de clase y las obras del joven
Bloch, existe un terreno común a los dos, que es la im-
placable crítica a la civilización industrial burguesa a
partir de ciertos valores culturales precapitalistas y, al
mismo tiempo, la aspiración a una utopía, a una comu-
nidad socialista, comunista, más allá del universo de la
reificación capitalista.
Como conclusión de este breve bosquejo, apuntamos
algunas hipótesis de trabajo de carácter más amplio:
Contrariamente a lo que se piensa por lo general, el
romanticismo revolucionario no es una figura ideológica
del siglo XIX, sino que es hasta nuestros días un compo-
nente esencial de la mayoría o de muchas de las críticas
radicales a la civilización Industrial capitalista. Lo que
distingue al romanticismo conservador o "restitucionista"
respecto _del romanticismo revolucionario, es la aspira-
ción utópica hacia el futuro y el hecho de que la nostalgia
del pasado precapitalista se articule con la adhesión a
valores revolucionarios como la democracia, la igualdad,
la libertad, la Aufkliirung* de la Revolución Francesa y
del racionalismo alemán clásico -especialmente Hegel--
y del socialismo. Contrariamente a una convicción muy
frecuente, en mi opinión, el romanticismo revoluciona-
rio no es para nada contradictorio con el pensamiento
de Marx, puesto que su pensamiento también contiene
o comparte una dimensión romántico-anticapitalista.
Después de la muerte de Marx y Engels, dominó durante
37 Consúltese sobre ese tema en la excelente obra de J.M. Palmier,
L'expressionisme comme revolte (El expresionismo como revuelta) el calpí-
tulo "Lukács, Bloch et I'expressionisme " (" Lukács Bloch y el expresionis-
mo"), París, Payot, 1978.
* N.E. Término alemán traducido habitualmente por Ilustración o Ilu-
minismo.

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medio siglo una interpretación kantiana , positivista y
darwinista o evolucionista , salvo algunas excepciones del
marxismo -sobre todo con la Segunda Internacional-
como William Morris y Rosa Luxemburg . Pero con Bloch
y Lukács, surge en los años de 1917 -1923, una lectura
original , nueva, romántico revolucionaria del marxismo,
una concepción romántica de la revolución social que
en el siglo XX ya no desaparecerá más de la conciencia
crítica moderna.

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