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1. Introducción
Varios compositores de corte nacionalista nacidos hacia finales del siglo XIX y
comienzos del XX, como Luis Cluzeau Mortet y Carlos Giucci, pretendieron incluir el ritmo
de los tambores afrouruguayos en sus obras Tamboriles (1952) y Candombe (1928),
respectivamente; sin embargo, no se aprecia en ellas un tratamiento de la rítmica del
candombe que demuestre que sus autores llegaron a comprenderla. Jaurés Lamarque
Pons, más joven que los anteriores, compone, también en 1952, la Suite según Figari
para orquesta, una obra importante en el repertorio de la música uruguaya del siglo XX.
La partitura de dicha obra contiene en la última parte titulada precisamente “Candombe”,
con seguridad por primera vez en la historia de la música uruguaya, indicaciones para una
cuerda de tambores. En los compositores de generaciones más recientes se observa un
conocimiento más profundo de la música afrouruguaya, que el que mostraron tener
Estrategias compositivas de la música popular uruguaya
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2. Consideraciones metodológicas
Tras varios años de estudio del candombe hemos podido identificar ciertos
elementos que caracterizan y definen a la cultura del tambor. Asimismo, observamos que
muchos de esos elementos son retomados por la música popular uruguaya en la
composición de candombes, logrando distintos grados de correspondencia entre la
poyesis y la estesis. Esta correspondencia se debe, por lo tanto, a que el o los códigos de
1
Tagg, 1997: 2.
2
Obsérvese que no hablamos de un método de análisis, ya que Nattiez no desarrolló una metodología
completa para el estudio de ninguno de los tres niveles. Asimismo, estamos en desacuerdo con Nattiez en el
hecho de que el análisis de cada uno de los niveles antes mencionados debe ser independiente y exhaustivo.
Al respecto consideramos que es necesario definir rasgos pertinentes que se estudian con la profundidad
requerida. Por otra parte, destacamos la importancia de una dialéctica entre los niveles poyético, estésico e
inherente.
3
Nattiez, 1990: prefacio, IX-X.
4
Eco, 1975: 28.
El primer paso en el proceso analítico que llevamos a cabo fue la definición de los
rasgos pertinentes de la música en estudio, así como significativos para un escucha
competente, basada en los elementos de correspondencia entre las múltiples estrategias
compositivas y la recepción. Los niveles de correspondencia entre la poyesis y la estesis
estarían, por tanto, supeditados a la compatibilidad de códigos entre el autor y el escucha,
a la conciencia social de ambos que le permite comprender su propio medio, a la
habilidad del primero para transmitir significados y a la competencia musical del segundo.6
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En este caso la cultura de referencia es la del tambor.
6
La teoría de la Competencia Musical de Gino Stefani constituye una referencia para el desarrollo de este
punto.
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3. Estrategias compositivas
7
La clave se hace golpeando el percutor contra la caja de resonancia del tambor. A esto se le llama “hacer
madera”.
8
Picún, 2001. En prensa.
9
Por supuesto, existe la posibilidad de que la guitarra se enriquezca, al igual que los demás instrumentos, con
otros estilos musicales.
10
Peraza, 1998: 27-28.
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Aunque no hay un patrón definido para los teclados, debido quizás a la amplia
gama de posibilidades tímbricas, armónicas, etc. que tienen, se puede hacer una
distinción entre la música instrumental, donde lo lógico es que el piano lleve la melodía
principal, y la música con canto. En el primer caso en el cual no nos extenderemos, ya
que nuestro objetivo es el estudio del candombe-canción hemos observado al teclado
haciendo la rítmica del chico o del repique, así como de la clave. En Candombe de hoy de
Hugo Fattoruso, el piano, acompañado por las tumbadoras a cargo de Ruben Rada,
realiza, con giros melódicos sencillos, la rítmica de la clave, del repique y del chico, en
forma sucesiva y reiterada.
11
Ibid: 29.
12
Peraza, 1996: 24.
“melodía” característica del chico, quien por su función de mantenimiento del pulso es
representado mediante el ostinato.
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Es importante destacar aquí que la tendencia reducir el ámbito melódico es habitual en los compositores
populares uruguayos.
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− Los coros al unísono o con una polifonía sumamente sencilla, con la rítmica de los
tambores o con sus derivados.
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La transcripción del ritmo de los tambores es posible hacerla en 2/4, con frases de dos compases, ó en 4/4;
siendo esta última la que encontramos más adecuada.
por medio de frases alentadoras de los tambores, mismas que son las que definen su
personalidad ante los demás.
Los coros masculinos, que en ocasiones sólo repiten una frase sencilla y hasta
descontextualizada del tema de la canción, o con una presencia más relevante. Esto se
explica desde el punto de vista de los significados como representaciones de:
Las alusiones al tambor en las letras del candombe son constantes, ya que
constituye el elemento principal de toda la cultura afrouruguaya. De esta forma, el tambor
no sólo aparece cuando se reconstruyen los escenarios del candombe, sino también
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cuando se tratan diversos temas, ya sean sociales y/o políticos, cuando el objeto es el
homenaje o cuando se habla del candombe o del carnaval en forma general.
Con el fin de establecer cierto orden respecto a los contenidos temáticos de una
infinidad de canciones, nos permitimos agrupar las letras de los candombes en varios
rubros, haciendo hincapié en que éstos no son excluyentes.
Los escenarios habituales del candombe están directamente relacionados con las
manifestaciones tradicionales del mismo, que son dos: las salidas de los tambores
durante los días festivos por algunas zonas de Montevideo y el carnaval, a través de la
comparsa o sociedades de negros. Los escenarios de cada uno de ellos los constituyen
las calles por las que transitan los tambores en los distintos barrios y los puntos de
reunión de los mismos que por muchos años fueron los conventillos ubicados en
distintas zonas de Montevideo, así como la calle Isla de Flores y el Teatro de Verano
Ramón Collazo, donde se realiza el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas
durante el mes de febrero. En el marco de este evento se construyen tablados, que son
escenarios barriales en los cuales se presentan los grupos que compiten en dicho
concurso que incluye murgas, revistas, parodistas y humoristas.
Todo esto sin olvidar que la música de los tambores es habitual en las reuniones,
comidas, fiestas, etc. en las casas de familia del barrio. Tradicionalmente fueron los
conventillos o conventos, que congregaban una alta población negra viviendo en una
pobreza extrema, donde los tambores sonaban frecuentemente. Algunos de estos
espacios se constituyeron como símbolos de esta cultura: el conventillo Mediomundo en
el barrio Sur, el conventillo de la calle Ansina en el barrio Palermo y el de la calle Gaboto
en Cordón Norte, demolidos antes y durante la dictadura militar, fueron los puntos más
importantes de reunión de los tambores, mismos que luego debieron trasladarse a las
casas de los tamborileros de prestigio dentro de la comunidad barrial.
3.3.2. Homenaje
− Los símbolos arbitrarios que surgen de la cultura del tambor, pero que se extienden
a toda la cultura uruguaya: las vedettes Rosa Luna y Marta Gularte son
homenajeadas en Ya comienza de José Carbajal, entre otras; mientras que
Cheché Santos, un destacado cantante negro de los sesenta, lo es, precisamente,
en Cheché de Georges Roos y Manolo Guardia. Asimismo, la comparsa legendaria
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del barrio Sur, Morenda, integra los textos de innumerables canciones, entre ellas,
El tambor y Candombe de Reyes de Roos. En Lo dedo negro, por su parte,
Eduardo Mateo encuentra su inspiración en el propio Rada, con quien compuso y
tocó en reiteradas ocasiones.
− Personas músicos o no que comparten día a día la tradición del tambor. En
Pirucho Jaime Roos homenajea y caracteriza a quienes lo rodean, entre ellos el
propio Pirucho, en un entorno descriptivo del paisaje que circunda,
fundamentalmente, la salida de los tambores por Sur y Palermo.
− Las personas o personajes que por algún motivo es posible vincularlos con el
candombe. A Pedro Figari, quien pintó con gran maestría escenas del candombe,
Ruben Rada le dedica su canción titulada precisamente Candombe para Figari. El
rey mago negro, Baltasar, aparece, por su parte, en Candombe de Reyes de Jaime
Roos.
− La mención a otros géneros o estilos y/o canciones que integran la cultura popular
uruguaya, así como regional, aunque no es muy frecuente, se han encontrado
algunos casos. Un ejemplo es Candombe del 31 de Jaime Roos, en el cual se
hace alusión a la murga.
Los ejemplos citados hasta ahora integrarían también este rubro, quizás con una
única excepción, Biafra de Rada.
Como ejemplos, dentro de una gran variedad de temas, citamos el amor y el fútbol
que aparecen representados, respectivamente en Amándote de Jaime Roos; Pelota al
medio de Jorge Lazaroff y Al fondo de la red de Mauricio Ubal. Asimismo, es importante
mencionar aquí la sencillez poética de Las manzanas de Ruben Rada.
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La destrucción de los conventillos constituyó uno de los medios para desintegrar la cultura del tambor.
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4. Consideraciones finales
Referencias bibliográficas
Básica
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“¡Perico, suba ahí! Pautación y análisis de un solo de repique de Pedro “Perico” Gularte”.
http://www.eumus.edu.uy/docentes/jure/perirco/perico.html
------. 1994.
"Con Jaime Roos. Palabras que suenan". Brecha 457: 19-20.
------ y Picún, Olga. 1992.
“Los cortes de los tambores. Aspectos musicales y funcionales de
las paradas en las llamadas de tambores afro-montevideanos”.
http://www.eumus.edu.uy/docentes/jure/cortes/cortes.html
Peraza, Ney. 1996.
Cancionero para guitarra. Eduardo Mateo. Montevideo: Ediciones del TUMP.
----- y Roos Jaime. 1996.
Cancionero para guitarra. Jaime Roos. Montevideo: Ediciones del TUMP.
------. 1998.
Cancionero para guitarra. Candombe. Montevideo: Ediciones del TUMP.
Picún, Olga. 1996.
“Aproximación al estudio del candombe”. Armonía 10-11: 19-26.
------. 1995.
Entrevista a Guilherme de Alencar Pinto. Montevideo: inédita.
------. 1995.
Entrevista a Jaime Roos. Montevideo: inédita.
------. 1997.
“El tambor de Jaime Roos. Música y texto como elementos de significación respecto a la
sociología del candombe”. Guadalajara: VI Congreso Internacional de Estudios
Semióticos. Intersección entre la Naturaleza y la Cultura. Inédito.
------. 2001.
“Los contenidos significantes de El tambor de Roos y el candombe afrouruguayo. Un
estudio de caso basado en el concepto analítico de la tripartición”. Segundo Encuentro
Interdisciplinario en torno a la Música, Universidad Michoacana de San Nicolás de
Hidalgo. En prensa.
Plácido, Antonio. 1966.
Carnaval. Evocación de Montevideo en la historia y la tradición. Montevideo: Letras.
Referencias discográficas
Al fondo de la red de Mauricio Ubal. Como el clavel del aire, Ayuí A/E 12 K, 1989 (cassette).
Amándote, Jaime Roos (1987). Súper doble 7 y 3 / Sur, Orfeo, CDO 024-2, 1994 (CD).
Biafra, Ruben Rada. (ca. 1973). Totem, Sondor 4.965-2, 1995 (CD).
Bien de bien, Eduardo Mateo y Ruben Rada. Repique, Otra historia. Orfeo, 1995. (Fuera de
catálogo.)
Candombe de Reyes, Jaime Roos (1987). Súper doble 7 y 3 / Sur, Orfeo, CDO 024-2, 1994 (CD).
Candombe de hoy, Hugo Fattoruso. Las aventuras de Fattoruso y Rada, Melopea discos, MSE
5011, Argentina, 1991 (CD).
Candombe del 31, Jaime Roos. Candombe del 31 (1977). Primeras páginas, Orfeo / EMI, 8 59516
2, 1993 (CD).
Candombe mulato, Víctor Lima. Los olimareños, Nuestra razón (1969). Tierra negra, Microfón, C-
94, EEUU, 1992 (CD).
Candombe para Figari, Ruben Rada. Las aventuras de Fattoruso y Rada, Melopea discos, MSE
5011, Argentina, 1991 (CD).
Cheché, Georges Roos / Manolo Guardia. Manolo Guardia y su como candombero, Candombe,
¡Fermata!, Argentina, 1965. (Fuera de catálogo.)
Doña Soledad, Alfredo Zitarrosa (1968). Antología del candombe, Orfeo/EMI, 8 23560 2, 1991
(CD).
El tambor, Jaime Roos (1987). Súper doble 7 y 3 / Sur, Orfeo, CDO 024-2, 1994 (CD).
Historias tristes, Jaime Roos. Súper doble Siempre son las cuatro / Mediocampo, EMI / Orfeo, 8
59447 2, 1982-1984 (CD).
Juana con Arturo, Ruben Rada. Tengo un candombe para Gardel. Rada. Remix, RX 1941-2, 1998
(CD).
La mama vieja, Eduardo Mateo (1972). 30 años de música uruguaya. Mateo solo bien se lame.
Posdata: sobre catálogo Sondor, S 1011, 1998 (CD).
Las manzanas, Ruben Rada. Tengo un candombe para Gardel. Rada. Remix, RX 1941-2, 1998
(CD).
Lo dedo negro, Eduardo Mateo. Cuerpo y alma (1984). Mateo clásico Vol. 2. Sondor, 4.952-2, 1995
(CD).
M’burucuya con queso, Mariana Ingold y Osvaldo Fattoruso. Candombe en el tiempo. Ayuí /
Tacuabé, A/E 135, 1994 (CD).
Pelota al medio, Jorge Lazaroff. Pelota al medio, Orfeo, fuera de catálogo, 1988 (cassette).
Pirucho, Jaime Roos. Súper doble Siempre son las cuatro / Mediocampo, EMI / Orfeo, 8 59447 2,
1982-1984 (CD).
Tengo un candombe para Gardel, Ruben Rada. La yapla mata (1985). Tengo un candombe para
Gardel. Rada. Remix, RX 1941-2, 1998 (CD).
Te parece, Ruben Rada. Tengo un candombe para Gardel. Rada. Remix, RX 1941-2, 1998 (CD).
Ya comienza, José Carbajal. Colmeneras (1979). Grandes éxitos, Sondor, 6.731-2, 1991 (CD).
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