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¿Cómo se trata?

Siempre que no observemos signos de infección (como hinchazón con pus o fiebre), los casos leves
de uña encarnada pueden tratarse en casa desinfectando la uña afectada con agua oxigenada o
povidona yodada y sumergiéndola en agua tibia con sal durante quince minutos entre tres y cuatro
veces al día.

El resto del tiempo, hay que intentar mantener el pie o la mano seco y lo más limpio posible para
evitar la proliferación de bacterias, así como usar calzado amplio y cómodo, que no presione los
dedos y uñas. Si la época lo permite, puede ser recomendable usar sandalias.

Cortarse mal las uñas puede provocar uñeros.

Igualmente, debemos evitar recortar ese extremo de la uña que se ha encarnado, ya que no


llegaremos a la profundidad necesaria y podemos provocar una infección o agravar el uñero.

No obstante, lo mejor es acudir al podólogo desde el principio para evitar que se agrave y que
necesite de tratamientos más agresivos.

En caso de que la uña no mejore en dos o tres días, si hay mucho dolor o percibimos signos de
infección, debe consultarse al médico. Esto es importante, ya que podemos evitar que se agrave,
infecte o provoque problemas al caminar.

Habitualmente, el tratamiento para un uñero consiste en retirar la espícula (que es la zona de la


uña que ha penetrado en la piel) y evitar que la zona inflamada continúe con presión. En casos de
infección, puede que el médico prescriba tratamiento antibiótico, local o general y medidas de
higiene que deberemos seguir atentamente en casa. En dichos casos de infección nunca debe
intentarse drenar el pus en casa.

En ocasiones, puede ser necesaria una pequeña cirugía ambulatoria en la que, tras aplicar


anestesia local, se corta y extrae el trozo de uña clavado en la piel y se drena el absceso si lo hay.
En algunos casos, será necesario extirpar un poco del tejido blando que rodea la uña, con el fin de
evitar que el problema se repita en el futuro. Pero, salvo en casos muy avanzados, se intenta evitar
extirpar la uña por completo. Y en esos casos, la uña volverá a crecer entre dos y cuatro meses
después.
Otras veces, el podólogo puede optar, simplemente, por levantar la uña para que crezca sobre la
piel.

En caso de sufrir diabetes o si hay signos de infección, el uñero no debe intentar tratarse en el


hogar, sino que se debe acudir inmediatamente al médico.

10 consejos para cuidar tu uñas y prevenir los uñeros

Para prevenir la aparición de uñeros, pueden seguirse las siguientes recomendaciones en el


cuidado de pies y manos:

1. Corta las uñas en línea recta.


No las redondees ni las cortes demasiado, sobre todo las de los pies. Hazlo al menos una vez al
mes y, si es posible, sumergiéndolas antes en agua para que resulte más fácil. Si no puedes hacerlo
tú solo, pide ayuda o acude a un centro especializado.

2. Usa tijeras de manicura o cortaúñas.


Cortarte las uñas, especialmente las de los pies, será más fácil y seguro si empleas instrumentos
específicos para ellos, que, además, deben estar limpios. Al acabar, también puedes usar una lima
para suavizar los bordes pero nunca redondees los extremos.

3. No recortes ni remuevas las cutículas.


Esto podría dañar la piel que rodea la uña y dar vía libre a las bacterias y hongos.

4. No te muerdas las uñas.


Tampoco hurgues en las esquinas, ya que ello podría propiciar el uñero. Si se ha formado una
espícula (o esquirla) en el borde de la uña no trates de tirar de ella ya que puede producir una
lesión en la piel y dar lugar al uñero.

5. Usa zapatos suficientemente amplios.

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