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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES

“EZEQUIEL ZAMORA”

UNELLEZ- BARINAS

LOGICA JURIDICA

INFORME

Bachiller:

Angy Pernia

Barinas, julio 2020


SEGÚN LO ESTUDIADO EN EL MATERIAL ENVIADO EN FOTOS, GUIAS
Y VIDEOS DESARROLLE LO SIGUIENTE:

DEFINICION DE FALACIAS.

Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto pero con


apariencia de razonamiento correcto. Es un razonamiento engañoso o
erróneo (falaz), pero que pretende ser convincente o persuasivo. Todas las
falacias son razonamiento que vulneran alguna regla lógica.

ESQUEMA SOBRE LAS CLASES DE FALACIAS.

FALACIAS

Puede ser

FORMALES INFORMALES

Tales como tales como

Falsa Falsa
causa Analogía Apelación a los
Apelación sentimientos
a la fuerza del pueblo

Apelación a la
Falso autoridad
Generalización dilema
Afirmación de
consecuente precipitada

Apelación
Dirigido contra
a la ignorancia
la persona
EXPLIQUE: FALACIAS NO FORMALES ( CONCEPTO).

Se puede agregar que falacias no formales son razonamientos en los


cuales lo que aportan las premisas no es adecuado para justificar la
conclusión a la que se quiere llegar.

Con esto se quiere convencer no aportando buenas razones sino


apelando a elementos no pertinentes o, incluso, irracionales. Cuando las
premisas son informaciones acertadas, lo son, en todo caso, por una
conclusión diferente a la que se pretende.

NOMBRE Y EXPLIQUE 12 FALACIAS DE ATINENCIA.

Algunas de las falacias de atinencia son:

1. Falacia ad hominem (contra la persona)

Aquí, la argumentación falaz ad hominem resulta de pretender


convencer o persuadir de la falsedad de la conclusión del otro y de su
argumentación, atacando a la persona portadora del argumento (por su
forma de ser, de pensar o vestir) más que al argumento mismo. Por ejemplo:
Las demandas de los grupos étnicos en el discurso zapatista expresado por
el Delegado Cero (Subcomandante Marcos) son falsas; quien se esconde
tras una capucha y no da la cara debe tener un pasado que no le conviene
sea conocido. ¡Ni siquiera es indígena!

2. Falacia ad verecundiam (por autoridad)

Esta se caracteriza por tratar de fundamentar una conclusión sobre la


autoridad, fama, reconocimiento o calidad de experto que alguien pueda
tener en algún área o campo, en lugar de ofrecer razones. Por ejemplo:
Respecto a mis conclusiones no puedo estar equivocado. Si así fuera ya
podemos ir quitando de la historia de la ciencia los aportes de Heisenberg,
Einstein y Hawking.
3. Falacia ad baculum (por la fuerza)

En esta forma falaz de argumentación en vez de brindar razones que


sirvan de premisas a la conclusión, se intercambian por amenazas o por
apelación a la fuerza, con el fin de sostener (imponer) una posición. Por
ejemplo: Nuestra posición ante los recientes conflictos que se viven en la
ciudad es la siguiente: "Somos respetuosos del derecho que tienen los
ciudadanos de expresarse libremente; pero igualmente del respeto al orden
de Estado de derecho. No nos temblará la mano para defenderlo".

4. Falacia ad populum (por el pueblo)

Puedo decir que se incurre en esta falacia para lograr que se acepte
una conclusión apelando a las emociones del pueblo o de la mayoría,
quienes independientemente de las razones aducidas (o sin ellas) se
persuaden de aceptarla. Por ejemplo: "Expropiamos la industria petrolera
como un acto patriótico que apoya todo el pueblo venezolano y que ya
reclamaba de antaño."

5. Falacia ad misericordiam (por piedad)

Se comete esta falacia cuando al argumentar utilizamos todo tipo de


marrullerías que muevan el consentimiento del otro a aceptar nuestra
conclusión, más que por razones, "tocando" su sensibilidad y piedad. Por
ejemplo: ¡Ayúdeme! Soy sordomudo. Solicito su cooperación voluntaria. Los
sordomudos también somos personas y merecemos respeto. Su ayuda me
permitirá dar de comer a mis hijos. ¡Que Dios lo bendiga. Por su
cooperación, muchas gracias!

6. Falacia ad ignorantiam (por ignorancia)

En esta falacia se pretende sostener la conclusión como válida


únicamente porque no hay prueba o premisas que nos indiquen lo contrario
(se desconocen o ignoran); y viceversa, es decir, también se podría utilizar
para sostener que algo es inválido por no haber pruebas o premisas que
indiquen lo contrario. Por ejemplo: Nuestros enemigos no han podido
demostrar que en el FOBAPROA y el PEMEXGATE haya habido mal uso de
los recursos con que contaban esos organismos; por tanto, es mentira que
haya habido corrupción.

7. Accidente

La argumentación por accidente constituye una falacia en la cual se


aplica indiscriminadamente un principio, regla o enunciado general, pasando
por alto las condiciones bajo las cuales es aplicable. Vale decir que se aplica
una regla general a casos particulares sin considerar la variación
circunstancial en que se desarrollan. Por ejemplo: Debes decir siempre la
verdad. Entonces, no mientas cuando alguien te pida un dato confidencial.

8. Accidente inverso

Esta se aplica a todos los casos lo que corresponde sólo a casos


específicos o particulares; de unos cuantos elementos, datos o premisas se
concluye incorrectamente su aplicación a todos. Por ejemplo: Algunos
alumnos que sacaron diez en el examen, copiaron; por lo tanto, a todos los
que sacaron diez, ¡les anulo el examen!

9. Causa Falsa

En esta argumentación falaz se concluye que algo ha ocurrido por la


presencia de ciertos hechos o premisas que se dieron cuando sucedió lo que
se sostiene o indirectamente después. Es decir, se toma como causa,
antecedente o premisa de algún efecto o conclusión, elementos sólo
relacionados paralelamente, pero no directamente. Por ejemplo: En el
desarrollo de la Revolución Mexicana existían diversas ideas de un grupo
llamado el Ateneo de la Juventud opositor a la ideología del régimen.
Seguramente las ideas del Ateneo fueron la ideología que animó la
Revolución.
10. Petición de principio

La argumentación falaz conocida como petición de principio utiliza la


argucia de poner entre las premisas la conclusión a la que supuestamente
se quiere llegar; con ello, lo que se quiere demostrar está implícito en los
antecedentes y no sólo en la conclusión. Por ejemplo: Está demostrado que
la morfina produce sueño, puesto que se ha visto que es un narcótico.

11. Conclusión irrelevante

Como su nombre lo indica, la conclusión irrelevante realiza una


inferencia que no viene al caso desde las premisas con que cuenta; dicho de
otra manera, las premisas pierden pertinencia o relevancia de acuerdo a lo
que se concluye pues no hay relación con ellas. Por ejemplo:

- Demuéstrame lo que dices: que es inmoral tener relaciones sexuales


siendo portador del VIH.

- Respuesta: Ya se ha demostrado que el VIH fue transmitido al hombre por


el chimpancé. Por tanto, el Sida es producto de relaciones sexuales
antinaturales.

12. Non Causa Pro Causa

Es un grupo de falacias en las que se puede incurrir al razonar y


sacar conclusiones acerca de una cosa como causa de otra.-

EXPLIQUE LA IMPORTANCIA DE CONOCER LAS FALACIAS.

Las falacias, al principio, pueden ser algo complicadas de encontrar o


captar, pero con práctica se puede mejorar su comprensión y así poder
mejorar nuestra capacidad analítica y mejorar nuestras respuestas. Aunque
sus nombres sean algo complicado de aprender, pues están en latín, con su
comprensión, habrá un gran paso hacia un mejor entendimiento.

Conocer las falacias es también una marca de una mente bien


educada y enriquece en gran medida la calidad de las discusiones
filosóficas. En resumen, los estudiantes que estudiaron falacias formales e
informales pueden participar más fácilmente en la filosofía en los niveles
más altos. Imagínese también visitar un bosque rico como el Amazonas. La
mayoría de nosotros simplemente verá un "montón de verde", pero un
botánico verá los diferentes tipos de hojas. El entenderá sus similitudes y
diferencias y podrá decirnos qué hojas son seguras para comer. De manera
similar, algunas personas piensan en las falacias como "un montón de malos
argumentos". No pueden distinguir entre las falacias y se pierden, aunque
pueden no saberlo. Si bien es cierto que todas las falacias son inferencias
defectuosas, cada falacia es diferente y conocer el nombre y el patrón de
cada uno puede aclarar su pensamiento, mejorar sus habilidades de debate
y ayudarlo a descubrir mejor la verdad. Por supuesto, cometer falacias no
siempre es algo malo. Todos somos humanos y reconocer nuestras falaces
tendencias y sesgos cognitivos puede hacernos más humanos.

MODO DE EVITAR LAS FALACIAS.

Para enfrentar las falacias, podemos tomar en cuenta las siguientes


indicaciones que describiremos paso a paso, mostrando el camino
procedimental para desarrollar la habilidad lógica aplicada con que
contrarrestarlas.

1. Si en términos generales las falacias son argumentos inválidos o


incorrectos pero que parecen válidos y correctos; debemos primero tratar de
reconocer o identificar el argumento. Formado éste por premisas y
conclusión se verá evidenciado la mayor de las veces por palabras de
enlace entre esos elementos. Debemos buscar en el lenguaje escrito u oral
esos indicadores que nos señalan algún argumento; sea P premisas y C
conclusión hay que poner atención en alguno de los siguientes indicadores:
P en consecuencia C, P por lo tanto C, de P inferimos C, P luego C, P por lo
cual C.

2. Debemos comprender en qué consiste el error lógico de las


argumentaciones falaces. Cuál es la falla que las hace inválidas: la mala,
irrelevante, no pertinente o nula relación de implicación inferencial entre las
premisas y la conclusión, como en las falacias de atinencia; los inadecuados
usos del lenguaje como son en las falacias de ambigüedad; algún esquema
de estructuración ya probado como inválido, caso es en las falacias
formales.

3. Las falacias sin embargo nos parecen "buenos argumentos". En este


punto hay que buscar qué elemento extraño se ha puesto en lugar de dar
razones.

4. Con las falacias informales de atinencia, por ejemplo, basta con mostrar
esa falla o falta de implicación, a través de develar o establecer qué tipo de
premisas presenta (la fuerza, la autoridad, la ignorancia, causas falsas,
equívocos, emociones como la piedad, el temor o miedo u otros
sentimientos), en lugar de dar razones para hacer valer la conclusión.

5. Específicamente con las falacias informales de ambigüedad, en las que un


mal uso del lenguaje lleva a la ambigüedad y hace irrelevantes o multívocas
la conclusión y las premisas, hay que poner atención en definir y clarificar los
conceptos que intervienen en el argumento y que se están manejando con
varios sentidos; o bien delimitar el sentido de una proposición para evitar
confusiones y ambigüedades.

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