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HERBERT MARCUSE
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CARLOSPEREZEDITOR
Título del original: Marx: alienated labor.

2.' edición, Londres, Routledge ar.d Kegan


::G Humanities Press Jnc ., ,,
,.., ueva y ork.

· " R 1·v as
Traducción Marrelo I'<5rcz

Los escritos que ~hrx produjo entre 18,14


y,l846 consideran que la forma de trabajo en
la sociedad moderna constituye la total "alie-
nación" del hombre. El uso de esta categoría
vincula el análisis económico de Marx con una
de las categorías fundamentales de la filoso-
fía hegeliana. Marx sostiene que la división
social del trabajo no se lleva a cabo teniendo
i / en cuenta las capacidades de los individuos,
n,í el interés del conjunto, sino que se realiza
enteramente según las leyes de la producción
capitalista de mercancías. Conforme a estas
leyes, el producto del trabajo. la mercancía,
, aquellos materiales que debieran estar al ser-
vicio· de la vida, llegan a gobernar tanto su
contenido como su meta, y la conciencia del
hombre se convierte completamente en Ia
© 1969 CARLOS PÉREZ EDITOR S. A.
Hecho el depósito ele Ley.
víctima de las relaciones de la producción
Impreso en Ar"'entina e p · t d .
material.
"' nn e In Argent;na.
Vic:mcnte 1464 e 4'' ' 29~ • E uenos Aires
7
De este modo, la proposición materialista ~ión en poder y extensión. El obren~ se con-
que constituye el punto de partida de la tec>- vierte en una mercancía cada vez mas barata
ría de Marx, afirma, en primer lugar, un he- J medida que produce mayor cantidad de
cho histórico, que denuncia el carácter m;l- n:tercanCia.S . El valor
.
'
1ci·eci'entc (V
· crwertunf!.) "' ·
terialista del orden social dominante, en ci del mundo de hs cosas determina la directa
cual una economía no controlada rige por en- ro orción ele la valuación del mundo de
cima de todas las relaciones humanas. Al pos ph oml )1.. lit· ·1·~ 'J.C''
es. , J La< economm po 1 !Ca e nS n
1

1
mismo tiempo, la proposición de Marx es ele (Marx cita a Adam Smith YJ B. Say) _ad~:~te
carácter crítico e implica CJUC la relación clo- que aún la mayor riqueza -~acial no sJgmb~a
miJ.Jante entre la conciencia v la existencia sino "pobreza estaciouaria para el traba¡a-
social es una relación falsa que debe ser su- dor 3. Estos economistas demostraron que la
perada antes que la verdadera relación pueda pobreza no constituye en manera alguna el
manifestarse. De esta manera, la verdad de la resultado de circunstancias externas adversas,
tesis materialista, debe ser verificada en su sino de la misma forma dominante del traha-
negación. jQ. "En la condición de avance de la sociedad,
Marx subraya una y otra vez que su punto l¡J destrucción y pauperización del obrero e.s
de partida materialista le es impuesto por e}. producto de su propio trah~jo y c~e la n.-
la calidad materialista de la sociedad que queza que él mismo ha producido. As1, la nu-
analiza. Afirma que comienza con un "he- seria, resulta de la naturaleza del modo d8
cho", un "hecho económico", reconocido has- trabaJ·O doroinante" y está enraizada en la
ta por la economía política clásica 1 • En e 1 misma esencia de la socieua ;¡ d
mocl enu. .
4

desarrollo de la sociedad moderna "el obrero ·


es más pobre cuanto mayor es la riqueza que ¿,Cuál es la significación de este modo de
produce y a medida que aumenta su produc- trabajo en lo que respecta al desqrrollo del
1 "Okonomisch-philosophische Manuskripte" ( 1844), en 2 Ibídem, p. 82.
Marx-Engels Gesamtausgabe, edición del Instituto Marx-
s P. 43.
Engels, ,oJ. III, Berlín, 1932. Pp. S0-81, 89-90.
4 P. 45.

S
~o~n~:e? Con esta p regunta Ia t<'oría marxis··, númica en vista de lo que han hecho del hom-
c e1a el plano de la economía política" s r .1 bre de sus facultades 11oderes y necesidades.
totalid d d 1 · · '' ' '
a , e as relacwnes, leyes e institucin Marx resume estas cualidades humanas cuan-
n_es economicas no p uede ser considerad;• do habla de la "esencia universal" del hom-
s.unplemente como un conjunto aislado de brc; su examen de la economía ser;Í. realizado
hechos objetivos, sino como los elemento~ específicamente con la pregunta ('ll men te de
que constituyen una forma histórica dentrtJ si la economía realiza la Gattungswesen ( ll lti-
de la cual viven los seres humanos. Liberad . versd 'es W esen) del hombre.
d 1 1' a~
e as Imitaciones de una ciencia especiali-
zada, las categorías económicas se manifies- Estos términos nos reenvían a Feuerbach
tan ~omo factores detenninan tes de la exis y Hegel. La naturaleza misma del homhre
t~ncia hu mana ( Daseinfo1'1nen, Existenzbcs- radica en su universalidad. Sus facultades in-
tt~mungen) ; aún si denotan hechos econó- telectuales y físicas solamente pueden ser
micos
,
objetivos (como en el caso e
de mercan- realizadas si todos los hombres existen como
hombres, en la riqueza desarrollada de sus
. valor, renta básica) 6 · LeJ·os de ser una
Cia,
s~~p!e actividad económica ( E1'tversnsta- recursos humanos. El hombre es libre sola-
ttg¡ett), el trabajo es Ia "actividad existencial" mente si todos los hombres son libres y exis- .
del hombre, su "actividad libre, conciente" ten como "seres universales". C uando se al-
-de ninguna manera sólo un med'10 para canee esta condición, la vida será conforma-
mantener su vida ( Lebensmittel) s. da por las potencialidades del género hom-
d mo para
esarrollar su "naturaleza universal" 7. La~ . bre, que incluye las potencialidades de todos
nu evas categorías evaluarán la realidad eco- los individuos que comprende. Al poner el
énfasis en esta universalidad aún la natmale-
5 P. 45.
la aporta al auto-desarrollo de la h umanidad.
s A Contribution to the Críti M ••
trad., N~' 1, Stone, Charle H Kque VJ Polsticaf Economy. El hombre es libre · si "la naturaleza es su
p. 302. s · err Y Co., Ch1cago, 1904
7 " k '
O ·onomiscll-Philosophische Manuskripte", obra y su rea lidad", de tal manera que "se
pp. 87-88
10
11
re<:onoce a sí mismo en un mundo que ( 1 t<tl, será demostrado por las categorías eco-
mismo ha hecho·· 8•
nómicas mismas.
. Todo esto p osee una obvia similitud con 1 Marx expli<:a la alienación del trabajo ta l
tdea hegeliana de razó,.. Marx llega hasta < como ejemplificada, primero, por la relación
punto de describir la auto-realización de l del obrero <.:on el producto de su trabajo y,
hombre en t' · · . d 1 .
eimuws e a umdad entre <"1 segundo, por la rel ación del obrero ~on. s11
pensamiento y el ser o. El problema, sin em-- propia actividad . En una sociedad cap•tal•stn
bargo, ya no es un problema fi losófico, por- el obrero produ ce mercancías. La produc-
que la auto-realización del hombre exig ción de mercancías en gran escala exige _ca-
ahora, la abolición del modo dominante de, pital, grandes acumulaciones de riqueza usa-
est:
trabajo, y la fHosofía no p uede producir das exclusivamente para promover la produc-
resultado. La crítica comienza e 1 t, . .
1 ermmos ción de mercancías. Las mercancías son pro-
fllos6f~cos, ~~rque la esclavitud del trabajo ducidas por empresarios privados indepen-
• e

y su li,bera~wn son ambas condiciones que dientes, con el propósito de venderlas y obte-
~a.n mas alla del marco de la economía po- ner ganancia. El obrero trabaja p ara el ca-
htiCa. .tradicional y afectan los fundame t
n os pitalista, a quien somete, mediante el c~n­
mts~os de la existencia humana (terreno trato de salario, el producto de su trabaJO.
propto de la filosofía). Pero Marx se aleja El capital es el poder para disponer de los
de Ja terminología filosófica tan pronto como productos del trabajo. Cuando más produce
ha elaborado su propia teoría El ca , t el h·abajador, mayor llega a ser el poder del
, . · rae er
c~ttl~o, h·ascendental, de las categorías ecu- capital y menores los medios de que dispo-
nomiCas, expresado hasta aquí mediante con- ne el obrero p ara apropiarse de los productos
ceptos filosóficos, más adelan te, en su Capi- de su propio trabajo. El trabajo, de esta ma-
nera, llega a ser víctima de un poder que
8
P. 89. él mismo ha creádo.
9
P. ll7. Marx resume este proceso de la siguiente
12
13
(Como resultado de todo esto)
manera: "El objeto qu e produce el trabajo. · 1 b · aparece
su producto, se le opone como una entidad la realización de tra aJO
como su negación , hasta el extremo
alienada, un poder que ha llegado a ser in-
dependiente de su productor. La realización que e1 trab a]·ador es negado
. aun
del trabajo es su objetivación. Bajo las con- h as·ta el punto de monr de if ham-
t
diciones económicas dominantes esta reali- . La obJ'etivación se man tes a
h Je. b'
' rdida de los o Jetos,
zación del trabajo aparece como su opuesto, como una Pe 1
de despojarse a
la negación ( Entwirkluclwng) del trabaja- hasta e1 punto ,
dor. La objetivación aparece como pérdida trabajador de los objetos mas nec.e-
.da y su trabaJO·
del objeto y esclavización al objeto, )' la apro- sarios para su Vl
piación de éste será, entonces, alienación y Más aún, el trabajo en sí se con-
expropiación '0• Habiendo sido entregado a vierte en un objeto del cual el tra-
las leyes de la producción capitalista de mer- bajador solamente puede llegar a
cancías, el trabajo resultará inevitablemen te ser dueño mediante el mayor e~­
pauperizado. Porque, "mientras más trabaje fuerzo quedando siempre someti-
el obrero, más poderoso para oponérsele He- do a Ía eventualidad de interru~­
gará a ser el mundo alienado de los objetos ciones incalculables. La apr~pla­
que produce, y más pobre llegará a ser él ción del objeto llega a ser aliena-
mismo . . . "n. Marx demuesh·a el funciona- ción hasta tal punto que cu~nto
miento de este mecanismo en el movimiento mayor sea la cantidad de obJetos
de los salarios. Las leyes de la producción roducidos por el obrero, menor es
de mercancías mantienen los salarios al nivel ia cantidad de los objetos que po-
de una pobreza estacionaria, cuando no in- or su sometimiento a su
see y may . m
tervienen factores exteriores 12 : propio producto, el capltal.
lo P. 83.
11 Ibicl.
12 Pp. 39-44.
1.3 P. 83.
15
14
El obrero, a lienado d e su produdo, es al mecliv para satisfacer carencias que uada ti<.'-
mismo tiempo alienado de sí mismo. Su pro- nen que ver con 1a neces1"d a d 14.,
pio trabajo ya no le pertenece, y el hecho de En consecuencia, «El hombre ( el obrero )
que se haya convertido en propiedad de al- solamente se siente actuando libremente en
gún otro configura una expropiación que to- sus funciones animales, como comer, beber
ca la misma esencia del hombre. El trabajo, y engendrar ... en tanto que en sus funcio-
en su forma más auténtica , es un medio pa- nes humanas no es sin o un animal. El ani-
ra la autorrealización verdadera de l hombre mal se convierte en el ser humano, y el ser
para el desarro11o de St1s potencialidades; la' humano en el animal".15 E sto vale tanto para
utilización conciente de las fuerzas de la na- el obrero ( el productor expropiado ), como
turaleza debiera efectuarla para su satisfac- para aquél que compra su trabajo. El proce-
ción y disfrute. Sin embargo, en su forma co- so de alienación afecta todas las capas socia-
rrien te, mutila todas las fa cultades humanas les, Jlegan do a distorsionar hasta las funcio-
y no permite la satisfacción. El obrero "no nes "naturales" del hombre. Los sentidos,
fu entes primarias de 1a libertad y la felicidad
afirma, sino que contradice su esencia". "En
según Feuerbach, quedan reducidos a una
Jugar de desarroJJar sus energías físicas y
"noción de estar poseyendo" 16 • Ven su oh-
mentales libres, mortifica su cuerpo y anuina
jeto solamente como a lgo que puede o no ser
su mente. Ocurrirá que sentirá que está con- apropiado. Hasta el placer y el goce son
sigo mismo cuando no trabaja, y alejado de transformados, dejando de ser condiciones
sí mismo cuando trabaja. Estú en su hogar b ato las cuaJes los hombres pueden desarro-
cuando no trabaja, y lejos de é l cuando lo ha- llar libremente su " naturn 1eza mnversa. 1" pa-
ce. Por lo tanto, no trabaja por su voluntad ' tas
r::~. ('Onv<"rtirse en mo d m " errmc; " de pose-
sino porque está obligado a hacerlo. Es tra- si6n. v ~rkmisición • 17

bajo forzado. No es, por lo tanto, la satisfac- H Pp. 85-Sfl.


1s P. 86.
ción de una necesidad, sino solamente un 16 P. 118.
17 P. 119.
16
17
Por lo tanto, el análisis del trabajo bajo e, ma la libertad abstracta del individuo. El
capitalismo que hace Marx, tiene una fun· trabajo separado de su objeto es, en último
damentación profunda, desde que sobrepa- análisis, "una alienación del hombre indivi-
sa los límites de la estructura de las relacio- dual respecto de los otros hombres'·; los in-
nes económicas y llega hasta el contenido hu- dividuos son aislados y puestos los llllOs con-
mano concreto. Relaciones tales como las que Ira los otros. Se relacionan meclünl.te las mer-
existen entre el capital y la mercancía, el cancías que intercambian entre sí, y 110 po:
trabajo y la mercancía, el capital y el trabajo, su carácter de personas. La alienación dc·i
y entre las mismas mercancías, son entendi- hombre respecto de sí mismo también <'S sí-
das como relaciones humanas, relaciones en nmltáneamente una separación del hombre
:.>l contexto de la existencia social del hom- respecto de su prójimo, convertido en extra-
bre. Hasta la institución de la propiedad pr.i- fío w.
vacla resulta ser "el producto, resultado e in- Los primeros escritos de Marx son la pri-
evitable consecuencia del modo alienado del mera enunciación explícita del proceso de rei-
trabajo", y proviene de los mecanismos del ficación ( Venlinglichung) mediante el cua 1
modo social de producción 18• La alienación la sociedad capitalista hace que todas las re-
del trabajo conduce a la división del trabajo, laciones personales entre ]os seres humanos
tan característica de todas las formas de so- asuman Ja forma de relaciones objetivas entre
ciedad de clases: "Cada hombre tiene una cosas. Marx expone este proceso, en su obra
esfera de actividad particular, exclusiva, que El Capíta~, como "el fetichismo de las mercan-
le es impuesta y de la cual no puede esca- cías". El sistema del capitalismo relaciona a
19
par" -una división que no es superada los hombres entre sí a través de las mercan-
cuando, en la sociedad burguesa, se procla- cías que intercambian. La posición social del
individtw, su nivel de vida, la satisfacción
18
de sus necesidades, su libertad y su poder, es-
Pp. 90-91. Véase también The German Ideology,
op. cit., p. 44.
19
The German lcleology, p. 22. ro "Okonomisch·philosophische Manuskripte", p. 89.

18 19
tún todos determinados por el valor de sw.
mei-cancías. Las capacidades y las necesida- El fetichismo de las mercancías
des de los individuos no intervienen en la tiene su origen ... en el peculiar ca-
evaluación. Hasta los atributos más humano~ rácter social del trabajo que las
del hombre se convierten en funciones del produce.
dinero, el substituto general de las mercan- Por lo general, los ohjetos úti!es
cías. Los individuos participan en el proceso adontnn la forma de mercancias
social solamente en cuanto propietarios de pur;t y sünplemente porque son
mercancías. Sus relaciones mutuas son las de productos de trabajos privados de
sus mercancías 31 • La producción capitalista i.ndividuos 0 grupos de individuos
de mercancías posee este efecto mistificador, que realizan su trabajo indepen-
que transf01ma las relaciones sociales de los dientemente los unos respecto de
individuos en "cualidades de ... las cosas en los otros. La suma total del traba-
sí (mercancías) y, aún en forma más pronun- jo de todos estos individuos ~orma
ciada, transforma las mismas interrelaciones el trabajo colectivo de la sociedad
de producción en una cosa ( dinero )" 22 • El ( gessellschaftliche Gesamtarbeit).
efecto mistificador es consecuencia del modo Desde que los productores no en-
específico del trabajo en la producción capi- tran en contacto entre sí hasta el
talista de mercancías, con los individuos, se- momento de intercambiar sus pro-
parados entre sí, trabajando independiente- ductos, el carácter social específi-
mente unos respecto de los otros, y satisfa- co del trabajo de cada productor
ciendo sus propias necesidades solamente me- n~ se manifiesta sino en el acto del
diante las del mercado: intercambio. En otras palabras, el
h·ab.ajo del individuo se afirma co-
71 A Contribution to the Critique of Political Economy,
p. 41. mo parte del trabajo de la soci~dad
! 3 Capital, vol. Ill, trad. Untermann, Charles H. Kerr
and Co., Cbicago 1909, p. 962; cf. p. 966.
solamente mediante las relaciOnes

20 21
que establece directamente entre proceso de reificación, expresan el valor del
los productos el acto del intercam- trabajo, la explotación es, en el mejor de los
hjo, e indirectamente, mediante casos, u1u apreciación subjetiva y personal.
éstos, entre los productores. Por lo Si el capital no fuera otra cosa que una acu-
tanto, para estos últimos, las rela- mulación de riqueza utilizada en la produc-
ciones que vinculan el trabajo de ción el e mercancías, ésta aparecería como el
un individuo con el del resto de los resullado acumulativo de la capacidad y di-
individuos se les representan, no ligencia productivas. Si la creación de ganan-
como una relación social directa en- cias fuera la cualidad peculiar del capital
tre individuos que están trabajan- utilizado, tales ganancias podrían represen-
do, sino como aque11o que real- tar una recompensa por el trabajo del empre-
mente son, relaciones materiales en- sario. Sobre esta base la relación entre el ca-
tre personas ( sachliche Verhaltnis-
pital y el trabajo no implicaría ni iniquidad
se uon Personen) y relaciones so- ni opresión: sería, más bien, una relación
ciales entre cosas 23•
puramente objetiva, material, y la teoría eco-
nómica sería una ciencia especializada como
¿Cuál es el resultado de esta reificación?
cualquier oh·a. Las leyes de la oferta y la de-
Constituye las relaciones sociales reales en-
manda, la determinación de valores y precios,
tre los seres humanos como una totalidad ele
relaciones objetivas, ocultando de esta ma- los ciclos económicos, etcétera, serían suscep-
n:,ra su origen, sus mecanismos de perpctua- tibles de ser estudiados como leyes y hechos
cwn, y la posibilidad de su transfonna c~ón. objetivos, sin que deba tenerse en cuenta su
Sobre todo, oculta su núcleo o contenido hu- efecto sobre la existencia humana. El proce-
manos. Si los salarios, como lo indicaría el so económico .de la sociedad sería un proce-
so natural, y el hombre, con todas sus necesi-
m Capital, trad. S. Moore y E. Aveling, vol. I, Chi-
cago, 1906. pp. 83·84. dades y deseos, jugaría en éste el rol de un

22 23
quantu m objetivo d e c.:anícler matemático respuesta.":.}! En cuanto dcsenmas<.:aram os su
antes qu e el de sujeto conc:ientc. carácter mistificador, las condiciones econó-
micas se muestran como la negación comple-
La teoría marxista rechaza tal c.:iencia de ta de la humanidad ~ . El modo de trabajo
la econ omía y coloca en su lugar la interpre- pervierte todas las facultades humanas, la
tación de que las relaciones econórnicas so1t acumula<.:ión ele la riqueza intensifica la po-
relaciones exis tenciales en tre los hombres. No breza, y el progreso tecnológico conduce al
hace esto en virtud de algún sentimiento hu - "domin io de la materia mu erta sobre el uni-
manitario, sino a causa del contenido real de verso humano":.;. Los heehos objetivos cobran
la economía misma. Las relaciones económi - vida y desenmascararán el modo ele la exis-
cas pareeerían ser objetivas solamente en ra- tencia económica de la sociedad. Las reali-
zón del carácter de la producción de mercall - dades económicas man ifiestan su propia ne-
cías. En cuanto se intenta penetrar por deba- gatividad inherente.
jo de este modo de producción, y analizar su
origen, puede verse que su objetividad na- 24 "Okonomisch.Phjlo~ophischt· Mnnuskript<( . p. ~3
~ El hecho que una forma dad a de vtda soc1al sea
tural es pura apariencia, mienb:as que, en negativa no le impide po;ecr cualidades r.rowesi~ tn~. l\ f anc
subra' a repetidamente q ue el modo capttalista de. traha-
realidad, es una forma histórica específica ·0 h,{ teniuo un car{u:ter progresista, en el senttdo de

ele existencia que el hombre se ha dado a sí h aber hecho posihle la explotación racio!•••' de los rccur·
sos materiales, habiendo incr('mentado ast, const~ntemcnt c.
mismo. Más aím, una vez que este contenido la productividad del twbajo, y habiet~do emanc1 pad~ ~na
cantidad h asta el momento de~eonoetda, de potenc•ahda-
ha pasado al primer plano, la teorb. económi- des human:~'. Pero el progreso en una sociedad_ de clases
no implka n<'ces;J riarnen!c una lih<•rtad v fehctdad. cada
ca se convertiría en nna teoría crílíca. "Cuan- vez rn;\\ort-,. Hasta c¡ne no '(' <'lill)itw la lor~11a ahcnada
do se habla de la propiedad privad a, uno del trahajo, todo progre~o seguiní sicn dc~ mas . o meno~
técnico <lcnotanclo método~ cada vt'<: mas racto n<~ lc~ clP
piensa qu e nos estamos ocupand o de a!go proclu c~ión , . un dominio mÍ\s mtionnl .sobre los homb•:c~
)' •a natm alt-za. Con h>ti <lS estas c: ualtdad~s. el progt c~~
colocado fuera del hombre. Cnando se habla lo ún ico c¡ue consigue es agravar la negah v1dacl del 01:
elen social, que per~ierte y rcstringr las. fuer~as d el j:HO
del trabajo, tenemos que ver, inmediatamen- grc'u técnico. Aqu1. nuf'vamcnte: la ft~os~ f~a hegc.l<\na 1

te, con el hombre rnismo. La nucYa formula- tcni;1 razón: El progrc~u de la rnun no stgmftca que pro-
rrrt''l' h fdicidad.
ción d .) !a pregunta supone, de enh"ada, su "' 26 l b id, p. 77.

25
24
Estamos llegando aquí a los orígenes mis- privada; las modificaciones se realizarán co11
mos de la dialéctica marxista. Para Marx, co- la abolición de la propiedad privada. Es de
mo para H egel, la dialéctica registra el hecho fund amental importancia señalar que Marx
de que le\ negación, inherente en toda reali- considera la abolición de la propiedad pri-
dad , es "el principio motor y creativo" de és- vada como un medio para la abolición del
ta. La dialéctica es la "dialéctica de la nega- trabajo alienado, y no como un fin en sí mis-
tividad'' :n. Cada hecho es más que un sim- mo. La socialización de los medios de pro-
ple hecho; es una negación y rest ricción dfc' ducción es, en cuan to tal, un simple hecho
posibilidades reales. El trabajo asalariado es económico, similar a cualquier otra institu-
un hecho, pero al mismo tiempo es una res- ción económica. Su pretensión de ser el prin-
tricción impuesta al trabajo libre, el cual po- cipio de un nuevo orden social depende de
dría satisfacer las necesidades humanas. La lo que el hombre haga con los m edios de pro-
propiedad privada es un hecho, pero a l mis- ducción socializad os. Si no se los utiliza pa-
mo tiempo es la negación de la apropiación ra el desarrollo y la grati ficación del indivi-
colectiva de la naturaleza por parte del hom- duo libre, significará sim plemente una nueva
bre. forma de someter los individuos a una uni-
versalidad hiposlasiada. La abolición de la
La práctica social del hombre incorpora
propiedad privada inaugura un sistema so-
en sí tanto la negatividad como su superación.
cial esencialmente nuevo solamente si los in-
La negativic:lad de la sociedad capitalista ra-
dividuos libres, no "la sociedad", se convier-
d ica e n la a lienación de que hace objeto al
trabajo; la negación de su negatividad so- ten e n los anws de los m edios de producción
socializados. ~ l arx advierte expresamen te res-
brevendrá con la abolición del traba jo alie-
nado. L a alienación ha asumido su forma más pecto del peligro de esa otra "reificación" po-
universal en la institución de la prop ied ad sible de la sociedad como una abstracción
opuesta al in¿lividuo. E l individuo es la enti-
27 P. V56. dad social (das gesellsclwft1iclw vVesen). L a

26
expresión de su vida ... es, por lo tan to, una cía "individualista'' es fundamental, en cuan-
expresión y verificación de la vida de la :su- to interés, en la teoría marxista. H emos mos-
ciedad" 28• b·ado el rol que juega lo universal en las teo-
La verdadera historia de la humanidad se- rías tradicionales, subrayando el hecho de
ni, en un sentido estricto, la historia de indi- que la reali:tación humana, aquello que he-
viduos libres, de tal manera que el interés del mos denominado la "verdad" ejemplifi cada,
todo será incorporado inexh·icahlemente en solamen te pudo ser concebida en términos
la existencia individual de cada uno. En to- de un concepto ahstracto universa l, por lo
das las formas previas de sociedad, el interés menos en tanto que la sociedad conservaba
del todo estaba representado por institucio- la forma que tenía. Las condiciones concretas
nes sociales y políticas separadas, las cuales de la vida social, atravesadas d e conflicto
representaban el derecho de ]a socied ad en constantemente, se mofan de la "esencia uni-
tanto que contrapues to al derecho del indi- versal" del hombre y la naturaleza. Desde
viduo. La abolición de la propiedad privada que las realidades sociales imperantes con-
eli~ ina;·~. definitivamente todo esto, porque tradecían esta esencia, y por lo tanto contra-
senalara el retorno del hombre, desde Ia fa- decían "la verdad", ésta no tuvo otro refugio
milia, la religión, el estado, etcétera, a su exis- que la mente, donde se la hipostasió como un
tencia humana, vale decir, a su existencia universal abstracto.
social" :t~.
Marx explica ]a manera en que llegó a pro-
Por lo tanto, son los individuos libres, y no ducirse este estado de cosas mostrando q1.1c
un nuevo sistema d e producción, Jos qu e su origen estaría en la división del trabajo
ejemplifican e] hecho de que se hayan inte- de la sociedad de clases>y particulannen te en
grado mutuamente el interés particular y el el divorcio implícito entre las fuerzas de pro-
común. El individuo es la meta. Esta tenden- ducción intelectuales y materiales:
28 P. 117.
29 P. lJ.j.

29
mente la expresión idealista, espi-
Las fuerzas de producción, el e!>- ·
ritual, concepción, aparentemen-
tado de la sociedad, y la concien-
te, del individuo aislado, la ima-
cia, pued en y deben entrar en con-
eren de trabas v limitaciones bien
tradicción entre sí debido a la di- o '
empíricas, dentro de las cuales se
visión del trabajo. Esta implica la
mueve el modo de producción de
posibilidad, en realidad el hecho.
la vida y la forma ele interrelación
de que la actividad intelectual y la 30
que éste im plica •
material -el disfrute y el trabajo,
la producción y el consumo- re- Así como, materiahn ente. la reprodu<.:c:ión
caigan sobre diferentes individuos ... del todo social era una resultante de fuer-
La división del trabajo. . . también zas ciegas sobre las cuales los p:xleres con-
!le manifiesta en la clase gobernan- cientes del hombre no ejercían control algu-
te bajo la forma de la división en- no, mentalmente, lo universal se postula co-
tre el trabajo mental y el material, mo una realidad independiente y creativa.
de tal manera que en el interior de Los grupos que gobernaban la sociedad estu-
e:->ta clase, una parte aparecerá c0- vieron obligados a ocultar el hecho de que
mo el sector pensante. . . mientras sus intereses eran privados, disfrazándolos
que la actitud de los otros ante en la "dignidad de lo universal". "Cada nue-
sus ideas e ilusiones es más pasiva va clase que se coloca en el lugar de la que ha
y receptiva, porque son en reali- gobernado antes, está obligada, sirnplen'l~n ­
dad los miembros activos de la cb- te para que le sea posible alcanzar su ol~Je_­
se y tienen menos tiempo para ela- tivo, a representar sus intereses como los u~·n.­
borar ideas e ilusiones respecto de cos intereses racionales. universales y valt-
sí mismos... Resulta auto-evidente dos" 31 • La pret~nsión de universalidad con
que fantasmas tales como "el Ser 30 'the Gemlfm Ideology, pp. 21, 39-40, 2l.

Supremo""NT , . , " ... son mera-


ocwn 31 Pp. 40-41.

31
30
que se presentan las ideas de la clase gobe'- minantes se mantiene al día con la mavo1
nante es, por lo tanto, p arte d e los mecaui . Integración socia l y económica, a la cual, ;d
mos del dominio de una clase, y la crítica d 1 · mismo tiempo, va reflejando. "Las abstrac-
la sociedad de clases destruirá también su ciones mús generales surgen casi siempre
pretensiones filosóficas.
solamente cuando se ha llegado al más alto
Los conceptos universales empleados so 11 grado de desarrollo concreto, allí donde hay
en primer lugar, las hipóstasis de las forma <. una caractcrístic;\ que pareciera ser p nst>ída
deseadas de existencia humana - concepto en común por muchos, y ser común a todos.
c~~o razón, libertad, justicia y virtud, y tam- Es entonces <fue ya no se la puede concebir
lnen estado, sociedad, democracia. Toda ... en una forma particular" 32• A medida que
és tas conciben que la esencia universal ele] más avanza la sociedad, "mayor es el poder
hombre llega a materializarse sea dentro ele de las ideas abstractas, es decir, aquellas
las condiciones sociales dominantes o m;\s ideas que asumen crecientemente la forma
allá de éstas, en un dominio supra-histórico. de universa lidad" 33•
\'larx también seíiala el hecho de que tales Este proceso, sin embargo, se convierte en
eonceptos llegan a ser cada vez de un alcan- su opuesto tan pronto como las clases son
ce más universal a medida que avanza !a so- abolidas y el inte rés del todo es satisfecho en
ciedad. Las ideas de honor, lealtad, e tcétera, la existencia de cada individuo, porque en
yue caracterizaron el período medieval, y tonces "ya no es necesario representar como
que eran las ideas dominantes de la aristo- general un interés particular, o sea postular
cracia, poseyeron un a tractivo mucho más el gobierno del "in terés general" 34• El indi-
restringido, y se aplicaron a un número mu- viduo llega a ser el sujeto real de la historia.
cho menor de personas, que las ideas de li- de tal manera que él mismo será el universal
bertad, igualdad y justicia, de la burguesía,
en cuanto reflejan Ja base mucho más amplia JJ A Contributimk ·lo tfw CriliQitc of Política/ Econom y .
pp. 2R9·299.
ele esta clase. El desarrollo ele las ideas do- 3a The Cerman ldeo!o{!.y, p. -10.
3: ¡:,:~ . p. 11.

32
y manifestará la "esencia universal" del hom abandonar su forma filosófica en cuanto se
bre. ' las somete al escrutinio de la teoría crítica
E l comunismo, con su "abolición positiva y son aprehendidas por la práctica social
de la propiedad privada", es así, por su misma conciente.
naturaleza, una nueva forma de individua- La filosofía de Hegel giró en torno a la
lismo, y no solamente un nuevo sistema eco- universalidad de la razón; fue un sistema
nómico diferente, sino un sistema de vida racional en el cual cada una de sus partes
diferente. El comunismo es '1a apropiación ( las esferas subjetivas tanto como las obje-
real (Aneignung) de la esencia del homhrr tivas ) estaban integradas en un todo inclu-
por y para el hombre, y por lo tanto es el re- sivo. Marx demuestra que la sociedad capi-
torno completamente conciente del hombre talista fue la primera en poner en práctica tal
a sí mism o en tanto que ser sociaL es decir. universalidad. El capitalismo desarrolló las
ser humano". Es la "verdadera solución del fuerzas productivas para la totalidad de un
conflicto del hombre con la naturaleza '" sistema social uniforme. El comercio univer-
el hombre> del conflicto entre la existencia sal, la competencia universal, y la interde-
y la esencia, entre la reificación y la auto- pendencia universal del trabajo, fueron con-
determinación, entre la libertad y la necf'si- vertidas en realidades dominantes, transfor-
dad, entre el individuo y el gén ero 36 • l "1" mando a los h ombres en "individuos que
contradicciones subyacentes en la filosofía participan en la historia mundial, en indi-
de Hegel y en toda filosofía tradicional se viduos empíricamente umversa. l es" 36 .
disolverán en esta nueva forma de socieda<l .
E sta universalidad, sin embargo, como lo
Porque se trata de contradicciones histórica·,
hemos explicado, es n egativa, porque !as
enraizadas en los antagonismos ele la socie-
fuerzas productivas son usadas, de la misma
dad de clases. Las ideas filosóficas expresa1 ·
manera que las cosas que el hombre produce
condiciones materiales históricas, que deben
con ellas, como si fueran productos de un
. .
35 "Okonomisch- Philosophischc \l<uH•~kripk'' . p. l J4 ~6 Tlw Gcnnan Idcology, p. 25.

34 35
poder extrafío incontrolado. Es "un hech"
empírico que los individuos aislados ha,.
llegado, con la expansión de su actividad e11
una actividad histórico-mundial, a estar cad<J
vez más sometidos bajo un poder que les es LA ABOLI CION DEL TRABAJO
extrafío. . . un poder que ha llegado a se1
cada vez más enorme. Este resulta ser, en
última instancia, el mercado mundial" 37 . L:1 La realización de la libertad y la razón
distribución de los bienes bajo la produ cdÓJ • exige una inversión de este estado de cosas.
internacional de mercancías es un proceso "La dependencia universal, esa forma natu-
universal ciego y anárqu ico. en el cual las ral de la cooperación histórico-mundial en-
necesidades del individuo son satisfechas so- tre Jos individuos, será transformada por esta
lamen te si éste logra salir al encuentro de revolución comunista en el control y domi-
las exigencias del intercambio. Marx deno- nio conciente de aquellos poderes que, na-
mina a esta relación anárquica de la oferta cidos de la actividad recíproca entre los
y la demanda una forma "natural" de integra- hombres, hasta ahora han subyugado y go-
ción social, queriendo decir que pareciera bernado a los hombres en la forma de pode-
)) 3S
tener la fu erza de una lev natural en vez d e res completamente ajenos a e11os .
actu ar, como debiera ser, bajo el con tTol con- i\ 'lás aún , desde que el estado de cosas do-
junto de todos los hombres. min ante "hasta ahora" ha sido una negati-
vidad universal , que ha afectado todas las
esferas de la vida en todos los lugares, su
transformación requiere una revolución uni-
versal, es decir, una revolución que invierta,
primero' la totalidad de las condiciones domi-
;; / bid., p. 27.
38 IlJic/., p. 2.7-28.

36 37
nantes y, segundo, que reemplace el ordn poscs1on verdadero sobre todas aquellas co-
caduco por un nuevo orden universal. Lo~ sas c1ue hasta el presente les han sido ajenas.
elementos materiales de la revolución tota: La apropia<'ión está determinada por el
clehc n estar presentes, de tal man era que la objclo a ser apropiado, es decir, por "las
convulsión se apodere no de cierta.;; condicio- fuerzas productivas que han sido desarrolla-
nes específicas de la sociedad existente, sin0 da~ hasta llegar a convertirse en una totali-
ele la mismísima "producción de vida" qw _dad y que solamente existen en el contexto
prevalece en ésta, la "actividad total" sohn de una interrelaci<)n universal. D esde este
la cual ha sido fun dada 39• Este carácter to- pun to de vista solamente, p or lo tanto, esta
talitario de Ja revolución se hace necesark apropiación debe asumir un carácter univer-
en razón del carácter totalitario de las rela- sal ... " 41• La universalidad que existe en el
ciones de producción capitalistas. "La mo- estado presente de la sociedad será traspues-
derna interrelación universal solamen te podní ta al nuevo orden social, en el cual, sin em-
ser controlada por los individuos c ua ndo sen bargo, poseerá un carácter diferente. Lo uni-
controlada por todos" 40• versal ya no actuará como una fu erza natural
La convulsión revolucionaria que pone fil . ciega cuando los hom bres hayan conseguido
al sistema de la sociedad capitalista libera to- someter las fuerzas de producción disponi-
das las potencialidades de satisfacción gene- bles <tal poder de los individuos unidos". Por
ral qu e se han desarrollado dentro de estt 1 prim era vez en la historia, el hombre tratará
sistema. Correspond ientemen te, Marx deno concientemente a "todas las premisas natu-
mina a Ja revolución comunista un acto dt rales como criaturas de los hombres', 42 • Su
"apropiación" ( Aneignung), queriendo deci: lucha con la naturaleza procurará la ejecu-
que, con la abolición de la propiedad privadn ción de "un plan generar' formulado por
43
los hombres han de obtener un derecho ck "individuos libremente interrelacionados" •
41 P. 66.
39 P. 29. t ) P. 70.
~o r. 67. 43 P. 72.

3S
La apropiación también está determinad.1 era impuesta por la distribución dominante
por las personas que la efectúan. La aliena . del poder y la riqueza.
ción del trabajo crea una sociedad divididr El h echo de las clases contradice la liber-
en clases opuestas entre sí. Cualquier es tad, o, más bien, la transforma en una idea
quema social que efectúe una división dc1 abstracta. La clase circunscribe el ámbito
trabajo sin tener en cuenta las capacidade, real de la libertad individual dentro de la
y necesidades de los individu os al asiO"narJc, anarquía general, y la participación del in-
b
sus roles, tenderá a someter Ja actividad el< dividuo en la lucha del libre juego de pode-
éstos a fuerzas económicas externas. El mo- res sigue siendo una posibilidad. Cada in-
do de la p roducción social (la manera en que dividuo es libre en la medida en que su clase
se mantiene la vida del todo) circunscrih< es libre y el desarrollo de su individualidad
la vida del individuo y ata toda su existen- está confinado a los límites de su clase: se
cia a las relaciones que le son prescriptas po1 despliega como un "individuo de clase".
la economía, sin tener en cuenta sus habili- La clase es la un idad social y económica
dades o necesidades subjetivas. La produc· real, no el individuo. "Adquiere una exis-
ción de mercancías bajo un sis tema de libre tencia independiente contrapuesta a la de
competencia no ha hecho sino agravar esta los individu os, de tal manera que éstos en-
condición. Las mercancías asignadas al in- cuentran oue las condiciones de su existen-

dividuo para Ia gratificación de sus necesi- cía han sido predestinadas, y por lo tanto sn
dades serían , supuestamente, un equivalent< posición en la vida y su desarrollo personal
de su trabajo. Por lo menos a este respecto. les son asignados por su clase y son subsumi-
parecería garantizarse la igualdad. Sin em- das por ésta" 41 • La forma existen te de socie-
bargo, el individuo no podía elegir su trabajo dad lotrra realizar un ord ::·n universal sólo
'
Le era prescripto según su posición en el pro- negan<lo al individlto. El "iNli'.·iduo parti-
ceso social de producción, Ia cual a su vez 1( cuhr" ~;e convierte en u:t "individ uo de cla-
.,. T'. !!l.

-10 .;
!~~.,
4
\ r sus propiedades constitutivas se co, efectuada en sujeción a los requisitos de la
vrerten en propiedades universales q ue COL producción de mercancías en su forma capi··
parte con todos los otros rniem hros de s talista, y la acelera el progreso de ]a tecno-
~·.Jase. Su ex istencia no es Ja suya propi,. logfa. Es un proceso ciego y "natural". La
sl!lo.l,a de su clase. Recordanw~ aquí la afir totalidad del trabajo requerido para pe rpe-
rnaciOn de Hegel según Ia cual el individ lf; tuar la sociedad, aparece como un <.:uerpo de
es lo universal, que actúa históricamente, n' trabajo dado a priori, organizado de una ma-
en cuanto persona privada, sino en cuaut, nera determi nada. La división específica del
ciudaclano. :1e su estado. .\!farx interprct:, trabajo dominante, hoy pareciera ser una IH'-
e~ta, ~egacwn del individuo como product( cesidad ina1terable que arrastra a los indivi-
histonco de una sociedad de ciases, efectua- duos a su penuria. El comercio se convierte
da no ~or la acción del estado sino por el or en una entidad objetiva que proporciona a
dcnamrento del trabajo. los hombres un determinado nivel de vida,
~a inclusión de los individuos en clase~ un conjunto de intereses y un margen de po-
s~c~ales es el mismo fenómeno que su some- sibilidades q ue los separan y distinguen de
tumento a Ja división del tmbo¡'o '16 p..,. otros hombres, ocupados en otras tareas y
:\ . -..1a
. 1arx, aquí, "división del trabaJ·o" siO'nif¡' ,.. , negocios. Las condiciones del trabajo mol-
J o CLI
e proceso de separación de las distintas acti- dean a los individuos y los agrupan en clases
vidades económicas en campos especializa o sub-clases, y son condiciones de clase que
dos y ~elimitados: primero, la industria y e· convergen sobre la división fundamental en-
cOJ:1ercw separados de la agricultura, des. tre el capital y el trabajo asalariado.
pues la industria separada del comercio Las dos clases fundamentales, sin embar-
f 1m ' y,
ma ente, la subdivisión de este último er go, no son clases en el mismo sentido. El pro-
diversas ramas 47. Toda esta diferenciación e~ letariado se distingue por el hecho de que,
45
P. 77. en cuanto clase, significa la negación de to-
46 P. 49.
•7 l'p. 8 y 48. das las clases. Los intereses de todas las

42 4.3
otus clases son esencialmente unilaterales titud de lucha'·~. El "carácter universal"
el interés del proletariado es esencialment( del proletariado es el fundamento último del
universal. E l proletariado no posee propie- carácter universal de la revolución comu-

dades o ganancias para defender Sll UntC(

1 ~. nista.
1

mteres, la abolición del modo dominante de


~rabajo, es el in terés de la sociedad en su con. • E l proletariado no es solamente la nega-
J.unto. ~sto se expresa en el hecho de que la ción de algunas potencialidades humanas
J evolucwn comunista, a diferencia de todas particulares sino la del homhre en cuanto tal.
las otras revoluciones previas, 110 puede d _ Todas las caracterfsticas específicas qu e eli-
jar ningún· grupo soc1a · 1 ese1avizado, porquee ferencian a los hombres pierden su validez.
no .hay clase que esté por debajo del prole- La propiedad, la cultura, la religión, la na-
tanaclo. cionalidad y todas las otras marcas que dis-
tingL~en a los hombres entre sí no crean di-
La universalidad del proletariado es, nue- ferencias en el proletariado. Cada proletario
vamente, una universalidad negativa, indi- vive en la sociedad solamente en cuanto po-
cadora de. que la alienación del trabajo ha seedor del poder de trabajo y cada proleta-
llegado a mtensificarse hasta el punto de la rio, de esta manera, es equivalente a cual-
au~o-d~strucción. E l trabajo d el proletario quier otro miembro de su clase. Su interés
le Impide toda forma de auto-realización s en existir no es el interés de un grupo, clase
trab · · ' u
. . aJo mega toda su existencia. Esta neaa- o nación dados, sino que es verdaderamente
tlvidad. total s· 1 . 0
~ ' m em )algo, asume otro cariz. universal e "histórico-mundial". "El prole-
El mismo hecho de que esté privado de to- tariado, por lo tanto, solamente puede exis-
dos los beneficios del sistema dominan te lo tir histórico-mundialmente. . , 49 • La revolu-
coloca más allá de este sistema. Es miembro ción comunista, su movimiento, es por lo
~e una clase que, al mismo tiempo, "se ha
l1berado a1eI vreJo
· · munc1o y lo enfrenta en ac-
48 P. 57; véase también p. 67.
40 P. 26.
41
45
tanto, necesariamente, una revolucio'n m
_l · 1 50
ma . Ul l 'porque el trabajo ya ha pasado a ser "libre";
· el trabajo libre es el logro de la sociedad ca-
L~s. relaciones sociales dominantes que pitalista. El comunismo puede curar los "ma-
modifica la revolución, son negativas en to 1 les" de] burgués y la miseria del proletario
dos Indos, porgue en todos lados resultan de solamente "eliminando su causa. a sahr r, el
un ordenamiento n egativo deJ proceso l traba¡o" :;4.
~·~bajo gue las perpetúa. E l p roceso del (~-:~
aJo.~~· en sí, la vida deJ proletariado. La Estas extraord inarias formu laci ones que
ab ohcwn del ordenamiento negativo 1 encontramos en los primeros escritos de Marx
b (,( .
ti·a ~jo, del trabajo alienado. como lo dc- contienen, todas ellas, el témüno hegeliano
nomma I\larx, es por Jo tan to, al mismo tiem- Aufhebung, de tal manera que "abolición"
po, la abolición del p roletariado. conlleva e] significado de que hay un conte-
nido q ue es restituido a su auténtica forma.
b' 'La 1abolición del proletariado sirrnifi·c· t·
e b a ,un -
Ien a abolición del trabajo en cuanto taJ ~arx, sin embargo, visualiza el modo futuro
Marx afirma explíci tamente esto al hablar d ~ del trabajo como tan diferente del que preva-
la realización de Ja revolución L ( lece en la actualidad, que vacila en usar el
, · as e1ases se-
ran ~bolidas "mediante la abolición de la mismo término, "trabajo", para designar el
propiedad privada y del trabaJ·o en r.ua l p roceso material de la sociedad capitalista y
1" ,1 . no
~a . E n otros lugares Marx dirá lo mism o: el d e la comunista. Usa el término "trabajo"
La revolución comunista está • <
diri'bcr¡'cla con- para d enotar aquello que, en último an álisis,
tra e1 modo de actividad precedente, elimina la sociedad cauitalistn entiende realmente -por
~
el trabajo" sl. Y, otra vez, "el asunto no es tmbajo, aquella actividad que crea superva-
la liberación sino Ja abolición del trabajo" 53, lía en la producción de mercancías, o, en
50 P. 25. ' otras palabras, que "produce capital" 55• Otras
51
P. 49_
~2
P. 69.
r>J Sa11kt Mnx, Gt l bid., p . 198.
vol. V, p. 185. en Marx-Eng cls Gesnnta 11.s{!.abe, op. cit., ss 1'hcorien über den Mehrwert, ed. Karl Kautsky, Stut-
tgart 1905, Vol. 1, pp. 258, 260 ss.
43
47
dases de actividad no <:onstituyen "traba¡o r\a marxisla ha desarrolbdo una contradic-
productivo" y por lo tanto no son trabajo c1 1 ción pl ena de la concepción básica de la filo-
el sentido correcto. E l trabajo, p or lo tanto, sofía id ealista. L a id ea d e razón ha sido
sig nifica que se niega al in dividuo que h·ah a. superada por la idea de felicidad . Históri-
ja el desarrollo libre y universal, y es evü]en - camente, la primera de estas ideas estuvo
te que en este estado d e cosas la liberación incor porada en una sociedad en la cual las
d el individu o es, al mismo tiempo, la nega- fuerzas intelectuales de producción estab an
ción del trabajo. separadas d e las materiales. D entro ~le .este
Para Marx, una "asociación de individuo marco d e iniquidades sociales y econ omJCas,
libres" es una socied ad en la cual el proceso la vida d e la razón era una vida dotada de
material de producción ya no determina ln la mayor dibrnidad. Dict aba el sacrificio in-
totalidad d e la vida humana en cuanto es- dividual en pro d e u n un iversal superior, in-
tru ctura. La idea de Marx d e una sociedad dependiente d e los impulsos y tendencias
racional implica u n orden en el cual no es la "bajas" d e los individuos.
universalidad d el trabajo, sino la satisfacción L a idea de felicidad , por otro lado, e'it Ú
universal de todas las potencialidades indi- firmemente enraizada en la exigencia d e un
viduales aquello que constituye e l princi- ordenamiento social que d eje de lado la es-
pio de la organización social. Contempla tntctura ele clases d e la sociedad . H egel h a-
una sociedad que proporcione a cada uno, bía neaado en fáticamente que el progreso
b 1 .
no de acuerdo a Sll trabajo, sino según sus d e la razón tuviera algo que ver con a satis-
necesidades. L a humanidad ll ecra b
ser librr facción de la felicidad individual. Como lo
solamente cuando la perpetu ación material h em0s mostrado, aun los conceptos más avan-
de la vida es una fun ción ele las capacidades zados de la filosofh h egeliana. preservaron
~· fcl!.cidad d e los individuos asociados entre y absolviel'(ln, en último ·1Juí.l'"i'>. 1a n ega~i­
1
~·l.
vidad del sistema socüd e\ islr·ntc. L a razon
Ahora pod emos darnos cuenta a ue la tco .. podia prevalecer aun si 1, realidad cla maba

48
la frustración de los individuos: la cultura tend encias atenuadas en el desarrollo poslc-
idealista )' el progreso tecnológico de la S\_ rior a Marx de su crítica de la sociedad, a
ciedad civil daban testimonio de ello. r a saber, los elementos del individualismo co-
felicidad, en cambio. no hubiera podido pr ._ muaisla. el repudio de cualquier fetichismo
valecer. La exigencia de que individuos ji_ respecto ele la socialización de los medios de
hres obtengan su satisfacción, milita en 001 . producción o el crecimiento de las fuerzas
tra de toda la organización de la cultura tn.- productivas, la subordinación de todos es-
dicional. La teoría marxista, consecuenteme 1 _ tos factores a la idea de la libre realizaci6n
te, rechazó aun las ideas avanzadas del es- del individuo. En todos sus aspectos, sil1
quema hegeliano. La categoría de "felici- embargo, los primeros escritos de Marx son
dad" hizo manifiesto el contenido posith·o simples etapas preliminares de su teoría ma-
del materialismo. El materialismo históric·J dura, etapas que no debieran acentuarse de-
aparece, en primera instancia, como denun- masiado.
cía del materialismo imperante en la sociedad
burguesa, y el principio materialista, en este
sentido, funciona como un instrumento crí-
tico de denuncia dirigido contra la sociedad
que esclaviza a los hombres, a los mecani~ -
mos ciegos de la producción material. L ¡
idea de la realización libre y universal de J !
felicidad individual, pe1' contra, denotah t
un materialismo afirmativo, es decir, Ui i;,
afirmación de la satisfacción material dd
hombre.
Nos hemos dedicado extensamente a Jo,
plimeros escritos de Marx, porque subraya1 1

50 51
EL !\ ALISJS DEL PROCF,SO
D EL TRABAJO

~lar:'\ hac:c desca nsar sus teorías sobre el


supues to ele que d proceso del trabajo deter-
mina la totalidad de la existencia humana y,
de esta manera, otorga a la sociedad su es-
' tructura. básica. Le resta ahora ofrecernos el
análisis exacto de este proceso. Los primeros
escritos interpretaron el trabajo como la for-
!!1-a general de la lucha del hombre contra la
qaturaleza. "El trabajo es, en primer tétmi-
no, un proceso entre el hombre y la natura-
teza, un proceso en el cual el hombre media,
!egula y controla las relaciones materiales
en tre él mismo y la naturaleza mediante su
propia actividad" ro. En este respecto, el
trabajo es fundamental en todas las formas
de sociedad.

56 Capital, o p. cit .. Vol. l . p. 197 ( In I'Cr!<iÓn C' de


Marcuse).

53
La ordenación capitalista del trabajo ap' cial , <ltt l' instrwtH.:ntan su tran sformación .eu
rece designada, en los primeros ensayos 1 un orden soc:ial libre. Este doble contemdo
Marx, como "alienación". y por lo tanto, co determin a todo el análisis q ue \ f nrx h ace del
mo uua forma "anti-natural", degenerada. l ,. proceso del trabajo. Ahora nos,.,ncuparemn~
h·ahajo. La pregunta que sm·ge es ~cót " de las conclusiones q ue extrae ....
ha r1oclido llegar
.._,
a .toroducirse esta deí!:rn
'"'
e1 En el sistema socia1 elommun · t e e1 tJ'·al1"¡

·o
ción? Y esto es más que una quaestio fa(·t; produce merca ne ,tas. L as mercanc1as ' s0 ~1 va<-
desde que el trabajo alienado aparece co1 o lores de uso (lue hao de ser intercamhtados
un hecho, solamente a la luz de su abolició en el mercado. Cualquier producto del tra-
El análisis de las formas dominantes de ir· bajo es intercambia ble, en cuant o mercan .-
1
bajo es simultáneamente nn análisis de l cía, por cualquier otro producto del trabaJO.
premisas de su abolición. Posee un valor de cambio que lo iguala a
En otras palabras, Marx interpreta las co1 - todas las otras mercancías. Esta homogenei-
diciones existentes del trabajo teniendo e 1 dad universal gracias a la cual todas las roer-
vista su negación en una sociedad realm enk candas son igualadas entre sí, no puede as-
libre. Sus categorías son negativas y, al mi~- cribirse a los valores de uso de las mercan-
mo tiempo, positivas: presentan tm estad <1 cías, porque, como valores de uso, solamen-
negativo de cosas a la luz de su solución po- te se las intercambia en cuanto son diferen-
sitiva, revelando la verdadera situación de> tes entre sí. Su valor de cambio, por otro
la sociedad existente como el preludio de su lado, es una "relación puramente cuantitati-
transformación en una nueva forma. Todo' va" . '·En cuanto valor de cambio, una clase
los conceptos marxistas se extienden, por así de valor de uso vale tanto como cualqt~ier
decirlo, en estas dos dimensiones, la primera otra clase, si se toma de ambos la proporción
de las cuales es el conjunto de las relacione:-
57 Una de las mejores ~osicioncs de las tendencias
sociales dadas, y la segunda el conjunto de fundamentales de la econonua marX'ist.a la :Jc~ntraremo~
los elementos inherentes en la realidad so en H'cnryk Crossmann, Das Akkumu'atiOilS-ts . ~samm~
brttcltsgesetz des ka¡>ilfllistischen Systems, Le1pZ1g, 19 ·

54 55
eorre<:ta. El valor de cambio de un palacio Al principio, este trabajo parecería ser tan
puede expresarse en una determinada canti- diversificado como los valores de uso que
dad de latas de betún para los zapatos. Vic( - produce. El trabajo efectuado en la produc-
versa, los fabricantes de betún para los zapa- ción de trigo es diferente del que se usa en
tos de la ciudad de Londres han expresado el la producción de zapatos o cañones. "Aque-
valor de cambio de sus muchas latas de b e- llo qu e en realidad aparece como una dife-
tún, en palacios. Así, de manera completa- rencia en los valores de uso es, en el proceso
mente independiente respecto de sus formas de la producción, una diferencia en el tra-
60
naturales, y sin tener en cuenta las clases e~- 1 bajo que crea esos valores de uso" • Enton-
pecíficas de necesidades a las que sirven 1 ces, si la propiedad común a todas las mer-
como valores de uso, las mercancías se equ i- cancías es el trabajo, debe ser el trabajo des-
paran unas a oh·as, dadas en ciertas cantida- pojado de todas sus distinciones cualitativas.
des específicas. Al mismo tiempo ocupará1 1 Esto reduciría el trabajo a la cantidad de
las unas el lugar de las otras, en el proceso dr> fuerza de trabajo usada en la producción de
intercambio, pasando por equivalentes, y pes(' ~n bien. Esta cantidad es "indiferente res-
a lo variado de su aspecto" 58 son todas una pecto de la forma, contenido e individuali-
misma cosa. La razón de esta homogeneidad dad" del trabajo; por lo tanto es susceptible
tlebe buscarse en la naturaleza del trabajo de ser medida de una manera puramente
Todas las mercancías son producto del cuantitativa, aplicable por igual a todas las
trabajo humano, son ..trabajo materi:llizado'' clases particulares de trabajo. El patrón de
(vergegenstanclliclzte ). Como encarnacioll e esta medición se da en términos de tiempo.
del trabajo social "todas las mercancías so¡ "De la misma manera que la existencia cuan-
la cristalizaci6n de una misma substancia" ~ 5
titativa del movimiento es el tiempo, la exis-
tencia cuantitativa del trabajo es el tiempo
:;s A Cont ribution to thc Critique nf Politiml Ecmwm•¡
p 2 1.
m Ib:cl., p. 22. so P. 22.

57
de trabajo"j Si abstraemos toda la espccii po d e trabajo requerido para la producci~n
ciclad del trabajo, un acto de trabajo se d i<. de otro espécimen de la misma mercanc1a
tinguc ele· otro solamente por su duració1 bajo las misma-; comliciones generales de
En esta forma "absh·acta v universal" el tn - prO<lnceión ,. ''-'.
bajo representa la propiedad comt'U1 de h
das las mercancías que llega a ser consl M ar~ lkga ele esta manera al h echo de que
tuitiva de su valor de intercambio. "El tr• el fe 11 úmeno del trabajo implica dos clases
bajo q ue crea valor de intercambio es . . de trabajo c:ompl etamenlc diferentes : l } el
trabajo abst1 acto, generar 61• tralJa¡o específico concreto, correlativo a \'~l­
Pero aun la medida en tiempo de trabajn 1 lores de uso específicos concretos ( carp inte-
deja lugar para un factor individual. La ca!l ría. zapalería, trabajo agrícola, etcétera) Y
tidad de tiempo de trabajo empleada por dis 2) el traba¡ o abstracto universal, tal como
tintos obreros en la producción de una mism8 estú expresado en el respectivo valor de cam-
clase de mercancía variará según el estad• bio de las distintas mercancías 63 . Cada acto
físico y mental de los obreros y el equip< individu al de trabajo en la producción de
técnico del que disponen. Estas variaciones mercaderías incluye tanto el trahajo abstrac-
individuales son canceladas mediante un pas< to como el concreto - de la misma manera
más de reducción. El tiempo de traba jo se en qu e cualquier producto d el trabajo ~ocial
computa según el promedio clel patrón téc represen ta al mismo tiempo un valor de cam-
nico dominante en la producción. Por lo tan bi o y un valor de uso. El proceso social de
to, el tiempo que determina el valor de cam la producción, sin embargo, al d eternlinar el
h io es "el tiempo de trabajo socialmente ne valor ele las mercancías, deja ele lado la va-
cesario". "El tiempo de trabajo contenido en riedad del trabajo concreto y mantiene como
una mercancía es el tiempo de trabajo nece- patrón para la medición la proporción ele
sario para su producción, es decir. es el tiem-
61
62 P. 26.
P. 23. 63 1'.33.

58 59
trabajo abstracto necesario contenida e 11 les el aparalo conceptual de la econonlÍa po-
una mercancía dada. Htica cJásica era necesariamente ciego. Los
La conclusión de Marx, según la cual, el economistas clásicos consideraban al "traba-
valor d.e la mercancía está detenninado p or jo" corno la (mica fu ente el e riqueza social,
la can tidad de trabajo abstracto socialmen te pasando por alto el hecho de que es solameu-
necesario para su reproducción, es la te :., te el lrabajo abstracto, universal, que crea
fundamental de su teoría del valor del traba- valor en una sociedad productora de rner-
jo. No se la introduce como un teorema sino candas, mientras que el trabajo concreto
como la descripción ele un proceso históricc . 1 solamente preserva y transfiere valores ya
La reducción del u·abajo concreto al ahstra<:- 1 existentes. E n la producción de algodón,
to "parecería ser una abstracción, p ero e'i por <·jcmplo. el hilado, la actividad concreta
una abstracción que tiene lugar diariamente de cada trabajador, solamente transfiere el
en el proceso social de producción" &l. Dad > valor de los medios de producción al produc-
q~JC ,e~ la concepción teórica ele un proceso to. Su actividad concreta no aumen ta el va-
htsto~·Ico, la teoría del valor del trabajo n o lor del producto. El producto, sin embargo,
podna desarrollarse a la manera de una teo- aparece en el mercado con un nuevo valor
ría pura. además del valor general de los medios de
. Es un hed10 bien conocido que Marx con- producción. Este nuevo valor resulta del hc-
Sicleraba que su descubrimiento del carácter cho de q ue hay una cierta cantidad de fu er-
doble de~ trabajo, er_a su contribución origin nl za el<- tr~b~jo ahs tra~to, es decir , una fuerza
a la teona econonu ca, y un elemento clavr de tra baJO mdcpendtente de toda fon rta con-
para la comprensión de la economía política .. . treta ha sido agregado al objeto del trabajo
Su distinción en tre el trabajo concreto y el l'n el procesa de la producción . Desde q ue
abstracto le permite ver cosas para las cua- ¡•) trabajador no efectúa un trabajo doble al
mismo tiempo, el doble resultado (la pre-
64 P. 24.
~ervación del \·alor y la creación de un nue-
65
Capital, Vol. r, p. 48.

60 61
vo valor) solamente puede ser explicado p ~f~cer estas necesidades? ¿Cómo saben los
el doble carácter del trabajo. "Mediante e productores independientes, que aquello que
simple agregado de una determinada canti producen constituye un valor de uso real?
dad de h·abajo, se Je agrega un nuevo valot Los valores de uso son medios para la gra-
y gracias a la calidad de este trabajo agrega tlficación de la necesidades humanas. Ya
do los valores originales de Jos medios de pr 1 que, en alguna medida, toda forma de socie-
ducción son preservados en el producto'' dad debe satisfacer las necesidades de sus
El proceso en el cual la fuerza de trabaja miembros, para mantener sus vidas, "el valor
se convierte en una unidad cuantitativa abs de uso de las cosas sigue siendo un pre-re-
tracta ca racteriza "una form a social espcd quisito" de la producción de mercancías. Ba-
fica de trabajo", que debe distinguirse d! jo el sistema de mercancías la necesidad del
aquella forma que es "]a condición naluw l individuo es una fracción de la "necesidad
de la existencia humana" 67, a saber, el tn social" puesta de manifiesto en el mercado.
bajo como actividad productiva ditigida il La distribución de los valores de uso se efec-
la adaptación de la naturaleza. E sta forn a túa según la distribución social del trabajo.
social específica ele trabajo es la que preva La satisfacción de una demanda presupone
lece en el capitalismo. la existencia en el mercado de los valores de
Bajo el capitalismo. el trabajo producr uso, en tanto que éstos aparecerán en el
mercancías, es decir, Jos productos del tr.l· mercado solamente si la sociedad está dis-
bajo aparecen como valores de cambio. ¿Có puesta a dedicar una porción de su tiempo de
mo es, sin embargo, que este sistema de trabajo para producirlos. Para mantener a
producción universal de mercancías, que no la sociedad en el nivel imperante, y repro-
está o ríen taclo directamente a la satisfaccióu ducirlo, se necesitará una determinada can-
de las necesidades individuales, tiende a sa- \ tidad de ~roducci?n y consu.mo d e bienes.
66 !bid., p.
223
. •La neces1dacl social, es dec1r, el valor ele
67
A Contributio11 ro tf, c Critique of Political Ecmwm uso en una escala social, aparece aquí como
p. 33.

62
un factor determinan te de la cantidad de tra valores de uso que satisfarán sus necesid a-
bajo social quu deberán suplir las distin tas des. En otras palabras, la satisfacción d e
esferas particulares de producción" 68• Una sus propias necesidades presupone que sus
cuola definida de tiempo de trabajo se em- produclos respondan a una necesidad social.
plea en la producción de máquinas, edificios Recién cuando traiga su producto al mercado
caminos, textiles, trigo, caiiones, perfumes sabrá si ha usado o no tiempo de trabajo so-
etcétera. ~Iarx dice que la sociedad "asigna· cial. El valor de can1bio de sus bienes le de-
el tiempo de trabajo disponible necesario pa-¡ mostrará si satisfa<.:en o no una neces idad so-
ra cada uno de estos productos. La sociedad, cial. Si puede venderlos a su costo de pro-
sin embargo, no es un sujeto conciente. La ducción o por encima de éste, la sociedad
sociedad capitalista no posee la planificacion habrá estado dispuesta a asignar y destinar
o asociación necesarias. ¿Cómo distribuye. a su producción un quantum de su tiempo de
entonces, el tiempo de trabajo entre los d h- 1 trabajo.
tintos tipos de producción, según las nece- De otra manera habrá malgastado o direc-
sidades sociales? tamente no ha usado tiempo de trabajo so-
E l individuo es "libre". Ninguna autoridad cialmente necesa1·io. El valor de cambio de
puede decirle como hará para mantenerse: las mercancías decide su destino social. La
e;ada uno puede elegir trabajar en lo que m á~ "forma en que opera esta distribución pro-
le agrade. Un individuo puede decidir pro- t:orcional del trabajo se manifiesta en el in-
ducir zapatos, el otro libros, un tercero ri- lercamb'io privado de los productos del tra-
fles, un cuarto botones de oro. Pero los bie- bajo'' 6:), determinando de esta manera la pro-
nes que cada uno produce son mercancías, porción en que se ha satisfecho una necesi-
cs decir, valores de uso no para sí mismo sino dad social.
para otras personas. Cada productor debe- Marx denomina a este mecanismo median-
rá intercambiar sus productos con los otro,
69 Marx, L etters to Dr. Ku f!elmann, Intcrnntional Puh-
68 Capital, vol. III, p. 745. lish<'r'. :'\'n<'va York. 1934, Ju1 io 11. 1868 (pp. 73-74).

64 65
te el cual la sociedad productora de merca 1 • ildivicl uos, y, por 1o tan to, por H\ S reJac:lo-
cías distribuye el tiempo de trabajo de q u•' oes mutuas de las distintas clases sociales y
dispone en tre las distintas ramas de la pro- su posición económica relativa" 70• Los de-
ducción, la ley del valor. Las distintas ramas, seos y necesidades de los individuos son con-
que han llegado a ser independientes gracias fo rmados y en gran medida restángidos por
al d esarrollo d e la sociedad moderna, son la situación de la clase a la cual pertenecen,
integradas en un todo med iante el mercad e., de tal manera que no pueden expresar su
en el cual el valor de cambio de las mercan- necesidad real. Marx res ume es te es tado de
cías producidas ofrece la pauta de la nece- cosas cuando dice : "La necesidad de mer-
sidad social que satisfacen. cancías en el mercado, la demanda, difiere
La provisión de los valores de uso q ue la cuantitati vamente d e l a necesidad social
socied~d necesita, por lo tanto. está goberna- , real" 71•
da por la ley del valor, que ha superado la Aun si el mercado manifestara la necesi-
libertad de los individuos. El ind ividuo de- dad social real, la ley del valor seguirá fun-
pende del mercado en la satisfacción de su'i cionando como un rnecanismo ciego, ajeno
necesidades, porque adq uiere los medios pa- al control conciente de los individuos. Se-
ra esta satisfacción en la forma de valores de guiría ejerciendo la presión de una "ley natu-
cambio y encuentra que los valores de cam- ral" (Naturgesetz) 12, cuya necesidad, lejo<;
bio de los bienes que desea son una cantidad de evitar, asegura el dominio del azar sobre
pred eterminada sobre la cual él, en cuan to la sociedad. El sistema de relacionar a los
individuo, no ejerce ningtma forma de poder. in dividuos independientes entre sí median te
~ Iás aún, la n ece~idad social que aparece
el tiempo de tra bajq necesario contenido en
en el mercado no es idéntica a la necesidad las mercancías que intercambian , parecería
real, sino solamente a la "necesidad social ser un sistema impecablemente racional. En
soh-ente'·. Las distintas dem andas están con- 70 Cnp:tal, vol. III, p. 214.
71 Ihlcl., p. 223.
dicionadas por el poder adquisitivo de los 72 l.<·tters to Kugclmann. Ju1io 11, 1868.

66 67
1
realidad, sin em bargo, este sistema solam en- art ículo individual, o cualquier can-
te organiza el despi lfarro y la desproporción. tidad definida de cualquier clase
de mercancía, contiene, quizá, so-
La sociedad compra los artícu- lamen te el trabajo social requeri-
los que necesita dedicando a su do para su producción, y desde
p roducción una parte de su tiempo este punto de vista el valor ele mer-
de trabajo disponible. Es decir, la cauo de toda esta masa de 111ercan-
sociedad los compra gastando un 1 cías de un cierto tipo representa
cantidad determinada del tiempo solamente trabajo necesario. Sin
de trabajo de que dispone. Esa embargo, si esta mercancía ha sido
parte de la sociedad a la cual la producida en exceso respecto de
división del trabajo asigna la ta- la demanda temporaria de la so-
rea de emplear su trabajo en la ciedad, una determinada cantidad
producción del artículo deseado, de trabajo social ha sido desperdi-
debe recibir su equivalente en al- ciada, y en este cas? esta masa
gún otro trabajo social, incorpo- de mercancías representa una can-
rado en los artículos que d esee. Sin tidad mucho menor de trabajo en
embargo, no hay una relación ne- el mercado de la que en realidad ha
cesaria, sino sólo accidental, entre sido incorporada a éste 73•
el volmnen de la demanda por la
sociedad ele un artícu lo determina Desde el punto de vista del individuo. la
do y el volumen representado por ley del valor se afirma a sí misma solamente
la producción de este artículo en ex post; el despilfarro de trabajo es inevita-
la produ cción total, o la cantidad ble. El mercado ofrece una corrección y un
de trabajo social invertida en este castigo para la libertad individual; cualquier
artículo . . . Es verdad, cualquier
73 Capital, vol. lll, pp. 220·221.

f8
desviación de las paulas del tiempo de t1 manas rea les, d istorsionadas hasta el pun-
bajo socialmente necesario significa la derro tb de conformar una "totalidad negativa·· or-
ta en la lucha competitiva mediante la cu ti dtmada por leyes económicas sob re las cua-
los homb res mantienen sus vidas en este t r les no se ej rce control alguno 7•. E l análisis
den social. que hace ~larx le demuestra que la ley del
La pregunta que orientó el análisis de valor ~cría la "forma general de la Hazón"
Marx era, ¿cómo provee la sociedad capila~ en el si~lem n social exjslente. La ley del va-
lista aquellos valores de uso que sus rniet lor era la forma en que los intereses comu-
hros necesitan? Y la respuesta ha revela<'o nes ( la perpetuación de la sociedad ) se afir-
un p roceso de necesidad ciega, azar, amu maban a sí mismos con tra la libertad indivi-
quía y frustnción. La introducción de h dual. Esa ley, aunque se ponía de manifiesto
categoría de valor de uso representa la iu en el mercado, parecería originarse en el pro-
troducción de un factor olvidado; es dec r ceso de producción (el tiempo de trabajo so-
olvidado por la economía política clásica cialmente necesario que está en su hase es
interesada solamente en el fenómeno d el ' 1 el tiempo de producción ). Por esta razón,
lor de cambio. En la teoría marxista, esk solamente un análisis del proceso de pro-
factor se convierte en un instrumento cap.tt. ducción respondería de manera afirmativa
de zanjar la mistificación reifican te del m u 11 o negativa a ]a pregunta, ¿,puede cumplir su
do de las mercancías. Porque la res tau r,t promesa esta sociedad : libertad individ ual
ción de Ia categoría de valor ele uso al cet dentro de un todo racional?
tro del análisis económico significa un agudn 74 Cuando ~ larx afirma q ue los valores de uso caen

cuestionamiento del proceso económ ico re'i fuera dd ámbito de la teoría económica, está, en primer
lugar, dcscrtbicndo cómo eran las cosas en la economía
pecto de si satisface las necesidades realc, pol ítica clásica. Su propio anális i~ comienza aceptando
y explicando el hecho de que, en el capitalismo, los valo-
de los individuos y en que medida lo hace. res de liSO aparecen solamente en Cuanto "depósito ma·
terial tkl valor de cambio" ( op. cit., Vol l . p. 43 ). Su
Por detrás de las relaciones de intercamb io crítica refutará esta concepción capitalista de los valores
d el capitalismo nos muestra las relaci one' de uso y colocará como meta una sociedad en la cual
esta rplnción clcsaparrcc por completo.

70 71
El análisis de Marx acerca de la prod ul' llsmo exige que se haga una abstracción pro-
ción capitalista, da por supuesto que la soci · visoria de aquellos fenómen os que podrían
dad capitalista ha emaocipado realm ente' 11 atribuirse a una forma ontingente e imper-
indivi,cluo, que los hombres ingresan en el fecta de capitalismo.
proceso de la producción libres e ig uales, ) Desde el principio, el análisis que h ace
qu e el proceso responde a su prop ia raciona Marx Loma la p roducción capitalista como
lidacl interna. ~farx concede a la socíed éld una totalidad histórica. El modo ele produ c-
civil las más famrables de las condiciones ción capitalista es una form a histórica espe-
no entra a considerar !as cmm1ocioncs que cífica de producción de mercancías, que se
pueden alterar su orden. Las abstraccion r~ originó bajo las condiciones ele la "acumu-
subyacentes en el primer volwnen de El Ca. lación primaria", la expulsión masiva de los
pita! (por ejemplo. que todas las merca nd ,1, campesinos de sus tierras, la transformación
son intercambiadas según sus valores, que -,e de las tierras dedicadas a la agricultura en
exel u ye el comercio exterior, etcétera ) plan campos de pastoreo con el fin de proveer la-
tean la realidad de tal manera qu e "respon- na a una indusb·ia textil en crecimientC', la
dan a su noción" 75 • Este procedimiento me- acumulació n ele grandes capitales gracias al
todológico se sigue de la concepción d ialéc- saqueo de nuevas colonias, la destruc('iÚ1 o
tica. La falta de correspondencia entre la exis quiebra del sistema de corporaciones cuando
tencia y la esencia forma parte del núcleo debió enfrentarse con los comerciantes y los
industriales. En el proceso surgió el obrero
mismo de la rea lidad. Si el análisis se limi-
moderno, liberado de toda dependencia re->-
tara a las formas en que la realidad aparee<'
pecto d e los señores feudales o los amos de
no podría captar la estructura esencial el e 1.1 la guilda, pero al mismo tiempo separado de
cual surgen estas formas y su falta de adecua los medios e instrwnentos mediante los cuales
ción. El desarro11o de la esencia del capita- podía utilizar su poder de trabajo para sus
propios fines 76• Era libre para vend er su po-
22 ;~ Wnse por ejemplo, Capital, vol. III, pp. 169, 200. '
76 Vol. I , pp. 622-623.

72 73
der de trabajo a aqu ellos qu e poseían eso utilizar los tTtedios ele producción, mientnts
medios e instrumentos, los duei\os de la t ue las masas gozaron de la libertad de ven-
rra, ele los materiales de trabajo y de los me er el único bien que les quedaba, es decir,
dios adecuados de producción. La fuerza dl su fuerza de trabajo.
trabajo y los medios para su realización n 1 Con esto, ya se dieron las condiciones pri-
terial se convierten en mercancías poseíd.t~ marias del capitalismo: trabajo asalariado li-
por distintos propietarios. Este proceso tm o bre y la propiedad privada de los medios para
lugar dmante los siglos XV y XVI y result l la producción de mercancías. A partir c~c es-
junto con la expansión universal ele la pro te punto, la producción capitalista . podla ~r­
ducción de mercancías, en una nueva estra guir su camino exclusivamente baJO s,u piO-
tificación de la sociedad. Dos clases princi pio poder de desarrollo. Las mercanctas son
paJes se enfrentaron mutuamente: los benefi intercambiadas obedeciendo a la voluntad
ciarios de la acumulación primaria y las n1a libre de sus propietarios, los cuales entran al
sas empobrecidas, privadas ele sus medios a l- mercado libres de toda presión u obligación
teriores de subsistencia. exterior, con todo el gozo de saber que sus
En realidad, sin embargo. habían sido mercancías serán intercambiadas como igua-
emancipados. Las dependencias "naturales" les, Y que prevalecerá t~na justicia perfecta.
y personales del orden feudal habían sido Al ~is~o tiempo el valor de cambio de cada
abolidas. "El intercambio de mercancías, una de las mercancías es determinado por el
por sí mismo, no implica otTas relaciones de tiempo de trabajo necesario para su produ~­
dependencia que aquellas resultantes de su ción; y la medición de este tie1~po d; t:aba]O
propia naturaleza" 77• Todos eran libres pa- <'S aparentemente la pauta soclal ~1as Im~ar­
ra intercambiar las mercancías que eran su- cial posible. Más aún, la producciOn comien-
yas. El primero de estos grupos ejerció esta za a partir de un contrato libre. Una p.arte
libertad al usar su riqueza para apropiarse vende su fuerza de trabajo a la otra. El tiem-
77 Vol. I , p. 186.
po de trabajo necesario para b producción ele

75
74
1 \ 1 d 1 fuerz·:t de traba-
esta fuerza de trabajo es el tiempo de trahaj 1 pependiente. E va or e a '
que ingresa en la fabricación de la can lid a 1 lo vendido al capitalista es reempla~~o ~n
de mercancías necesa ria para reproducir h parte del tiempo durante el cual el 0~ 1 e10 tta.-
ex istencia del obrero. E l comprador paga el baja; el reslo de este tiempo no recibe paga
precio de esta mercancía. No hay nada qu alguna. El enunciado que hace ,~[arx de _la
1
interfiera en la perfecta justicia del contrato manera en elue aparece la plusva ha puede e-
de trabajo; ambas partes contratante. sot su mirse en ~~ siguiente razonarniento: que la
tratadas con igualdad, en cuanto libres pro producción de la mercancía, la fuerza d; tra-
pietarios d e mercancías. "Se tratan entre sí co- bajo, requiere solamente parle del ~ta de
mo si poseyeran los mismos derechos, con trabajo, mien tras que el obrero tra~aJ~ todo
una única diferencia, que uno es comprador el día. El valor pagado por el capttahsta ~s
) el otro vendedor; ambos son iguales, por arte del valor real de la fu erza de trabaJO
lo tanto, an le la ley." El contrato de trabajo puesto en uso, mientras que la otra parte es
!~ase de la produc~ión_ ; apitalista,. es maní- ;propiada por el capitalista, s~n remun~ración
ftestamenle la reahzacwn de la hbertad , la al runa. E ste razonamien to, sm emba1 go, e~-
igualdad y la justicia. tágaislado de toda la concepción del trabaJO
Pero la fuerza de trabajo es una clase par- ue Marx nos presenta, retiene sólo un ele-
ticular de mercancía. Es la única mercancía ~ento accidental de ésta. En realidad la pre-
cuyo valor de uso ha de ser "una fuente no t . , qtle hace Marx de la producción
, sen ac10n '
solo de valor, sino ele más valor que el suyo 1 1 sva1ía está intrínsecamente relaciona-
• •• 78
propro . Esta "p 1us-va1'1a" crea el a por el edae pcon
u su análisis del doble earacter
' e1e1 tra-
trabajo universal abstracto escondido en su ba·o y debe interpretársela a la luz de este
1
forma concreta, recae sobre el comprador de ,
fenomeno.
fuerza de trabajo, sin que tenga equiva~en~e, El capitalista paga el valor d~ cambio de
ya qu e no aparece como una mercane1a m- c'a la flt erza de trabaJO y compra
1a mercan 1 , '
o;u valor de uso, o sea el trabajo. "El valor de
78 P. 216.
77
76
la fuerza de trabajo y el valor qu e esa fuerza nuevo valor es algo así como un don natural
de trabajo crea en el proceso de trabajo son del poder de trabajo, "que no le cuesta nada
dos magnitudes completamente diferentes" 7"_ al trabajador, pero es muy ventajoso para el
~1 capitalista pone a trabajar en la maquina- capitalista" 81 • Esta propiedad poseída p~r
na de producción la fuerza de trabajo qw· el trabajo ruúversal, abstracto, oculta eletras
ha comprado. El proceso de trabajo contie- de sus formas concretas, pese a ser la ún:t_
ne tanto un factor objetivo como un fact 01 ca fuente de nuevo valor, no posee ella mis-
subjetivo : los instrumentos de producción ma un valor propio. El contrato ele trabajo,
por un lado y la fuerza de trabajo por e~ ott-o. por lo tanto, implica necesariamente explo-
El análisis del do.ble carácter del trabajo ha tación.
demostrado que el factor objetivo no crea El doble carácter del trabajo, entonces, es
nuevo valor - el valor de los instrumentos de la condición que hace posible la plusvalía. En
producción simplemen te reaparece en el pro- virtud del hecho que el trabajo posee esta
ducto. "Otra cosa, muy distinta, ocurre con eJ forma doble, la apropiación privada del po-
fac~~r sub!etivo, con la fuerza de trabajo en der de trabajo conduce inevitablemente a la
accwn. Mtentras que el obrero, en virtud de explotación. El resultado se produce en ra-
que su trabajo es de un tipo especializado v zón de la naturaleza núsma del trabajo, y
poseyendo un objeto particular .( durch dí~ siempre que la fuerza de trabajo se convier-
zweckmassige Forrn cler Arhe#)' preserva v ta en mercancía. Para que la fuerza de tra-
transfiere al producto el valor de los insb·~­ bajo se convierta en mercancía, sin embargo,
mez~tos de producción, al mismo tiempo, por debe haber trabajo "libre": El individuo de-
el szmple hecho de trabajar, crea en cada ins- be ser libre ele vender su fuerza de trabato
tante un valor adicional o nuevo" 60• Esta a aquel que es libre y capaz de comprarla.
cualidad de preservar el valor agregam1o un El contrato de trabajo epitomiza esta líber-

79 Pp. 215-216.
60 P. 231. 81 P. 230.

79
78
tad~ igualdad y justicia de la que goza la equivalente. Propiedad, porque ca-
sociedad civil. Esta forma histórica de liber- da uno, dispone exclusivamente de
tad, igualdad y justicia es, así, la condición lo que es suyo. Y Bentham . porque
misma de la explotación del obrero. Man cacla inidviduo se contempla a sí
resume todo esto en un p<1nafo notable: mismo, con exclusión de todos los
demás. La única fuerza que los une
(El área ) dentro de cuyoc; lími- y establece relaciones entre los in-
tes se efectúa esta ven ta y compra dividuos es el egoísmo, la ganancia
de la fuerza de h·abajo es el mis- y los intereses privados de cada uno.
mísimo Edén de Jos derechos inna- Cada individuo se contempla ex-
tos del hombre. Solamente aJJí ri- clusivamente a s~ mismo, a nadie le
gen la Libertad; la Igualdad. la preocupa el resto de los individuos,
Propiedad y Bentham. Libertad. y solamente porque hacen esto to-
porque tanto el vendedor como el dos, de acuerdo a la armonía pre-
c~mprador de una mercancía, por establecida de las cosas, o bajo los
eJemplo la fuerza de trabajo, están auspicios de una providencia om-
solamente obligados por su libre niastuta, trabajan juntos para el
voluntad. Ingresan en el contrato beneficio mutuo, en interés de la
como agentes libres, y el acuerdo prosperidad de todos.83•
al que arriban es solamente Ja for-
ma en que dan expres ión legal a su El contrato de trabajo, del cual Marx deri-
voluntad común. Igualdad, por- va la relación esencial entre la libertad y la
que cada uno entra en relación explotación, es la pauta fundam ental de to-
con los demás, en tanto que sim- das las relaciones dentro de la sociedad civil.
ples propietarios de mercancías e E l trabajo es el modo en que los hombres
intercambian lo equivalente por' lo
' 82 P. 19S.

81
desarrollan sus habilidades y necesidades en si11 o también el medio para su explotación,
la lucha conh·a la naturaleza y la historia, v a saber, el capital 83 •
el marco social impreso sobre el trabajo es \ El capital_ por otro lado, exige que la pluc;-
forma histórica de vida que la humanidad vaHa sea convertida nuevamente en capital.
se ha auto-conferido. Las implicaciones de1 Si el capitalista consumiera la plusvalía en
libre contrato de trabajo conducen a Marx lugar de reinvertida en el proceso d '~ pro-
a entender que el trabajo produce y perpetÚ,\ ducción, éste dejaría ele arrojarle ganan dn<.:
su propia explotación. En otras palabras, eu y se desvanecería el. incentivo ele la produ<'-
el proceso continuo de la sociedad capitalista ci6n ele mercancías. "La acmnulaci6n se re-
la libertad produce y perpetúa su opuesto. suelve en la reproducción del capital en una
De esta manera el análisis llega a ser una crí- escala de incremento progresivo" 8<\, hecho
tica inmanente de la libe1tad individual tal q ue, a su vez, es posible gracias al uso cada
como se origina en la sociedad capitalista y vez mayor de la fuerza de trabajo para la
se desarrolla, parí passi, con el desarrollo del producción de mercancias. La producción ca-
capitalista. Las fuerzas económicas del capi- pitalista en una escala progresiva de incre-
t alismo, dejadas a su libre juego, crean la es- mento equivale al desarrollo, en la misma
clavitud, la pobreza, e intensifican los con- escala, de la explotación. La acumulac:ón
flictos de clase. La verdad de esta forma de del capital significa el empobrecimiento ca-
libertad es, de esta manera, su negación. vez mayor ele las masas, "el incremento del
E l trabajo "vivo", la fuerza de trabajo, es pro1etana . do"85.
el único factor q ue incrementa el valor del Con todas estas características negativas,
producto por encin1a del valor de los medios el capitalismo desarrolla las fuerzas prodnc-
de producción. Este incremento en el valor tivas a un ritmo rápido. Los requisitos inhe-
transforma los productos del trabajo en com-
ponentes del capital. El trabajo, por lo tanto, 83 P. 633.
produce no solamente su propia explotación &t P. 636.
85 P. 673.

82 83
rentes del capital exigen que la plusvalía va ·ada ,·e; más orgánica de lo capitale · tien-
ya aumentando mediante el incremento de la d e a hacer d isminuir la tasa de la ganancia
productividad del trabajo ( racionalización e le los capitalistas, ya que la uti lización el e la
intensificación ). Pero los adelantos tecnoló- fuerza de h·abajo, única fuente de plu valía,
gicos disminuyen la calidad del trabajo vivo dismin uye en p roporción directa a los me-
( el factor subjetivo ) usado en el proceso de d ios de producción empleados.
producción, en proporción a la ca ntidad ele El peligro de la disminución de la tasa de
los medios de producción ( el factor objetivo ) gananc:ias, agrava la lu cha competitiva así
El factor objetivo aumenta a medida que dis- como la lucha de clases: hacen su aparición
minuye el factor subjetivo. Esta modificación métod os políticos de explotación que com-
<"n la composición técnica del capital se re- plementan los económicos, los cuales gradual-
fl eja en el cambio ele su "composición de va- mente llegan a su límite. E l requisit~ de que
lores": E l valor el e la fu erza de trabajo d is- el capital sea utilizado, que haya u na pro-
minuye al mismo tiempo que aumenta el va- ducción motivada exclusivamente por las
lor de los medios d e producción. El Tesultado necesidades de la producción conduce, aun
n~to es un aum:nto en «la composición orgá- bajo con diciones ideales, a que surjan inevi-
nrca del capital . Con el progreso de la pro- tables desproporciones entre las dos esferas
ducción se da un incremento en la masa de de la producción, la de la producción ele bie-
capital poseído por capitalistas individuales. nes, por un lado, y la de su consumo por el
El más débil es expropiado por el más fuer- otro. El res1dtado es una constante super-
te, en la lucha competitiva, y el capital lle- producción 86• Cada vez es más difícil inver-
ga a eenh·alizarse en un círculo aun m ás re- tir provechosamente el capital. La lucha po1
elucido de capitalistas. La competencia libre los nuevos mercados planta la semilla de lct
e individual de espíritu liberal se transforma guerra internacional constante.
en la .competencia monopolista entre empr e- Lo único gue hemos hecho es resumir al-
sas g1gan tes. Por otro lado, la composición
86 Véase Henryk Grossmann, op. cit., pp. 179 ss.

85
gunas de las conclusiones decisivas del an é•. te~ in dividuales, en cuanto ley ciega, la ley
lisis que hace Marx de las leyes del capiü•- del valor ejerce u influencia, en este caso,
lismo. La imagen es la de un orden social y manlienc el equilibrio social de la produc-
que progresa mediante el desarrollo de las ción en el caos de sus fluctuaciones acciden-
conh·adicciones que le son inherentes. Sir 1 tales" 87• Los resultados son de la misma cla-
embargo, el progreso se produce, y estas cou- se: ciegos. La disminución ele la tasa de ga-
tradicciOI~es constituyen el medio mismo q ue nancias inherentes al mecanismo capitalis-
hace pos1ble el tremendo crecimiento de In ta socava los fu ndamen tos mismos del sistema
productividad del trabajo, el uso y clomini( y erige muros más allá de los cuales la pro-
~ivers~~ de los recursos naturales, y la ma- ducción capitalista no podrá avanzar. El
nifes tacton de capacidades y necesidades des- contraste entre la abundante riqueza y po-
conocidas hasta ese momento en Jos hombres der de unos pocos y la perpetua pobreza de
La sociedad capitalista es una unión de con- las masas es cada vez más agudo. El nivel
h·aclicciones. Obtiene la libertad mediante la más alto del desarrollo de las fuerzas produc-
exp.Iotación, la riqueza mediante la pauperi tivas coincide con la opresión y la miseria en
zac1ón, el progreso en la producción medhn- su tope máximo. Las relaciones sociales pro-
te la restricción del consumo. La estru ctu ra puestas por el hombre mismo niegan la posi-
misma del capitalismo es dialéctica: toda for- bilidad real de la felicidad universal. La
ma e institución del proceso económico crc- transformación de esta sociedad mediante su
nera su propia negación, y la crisis es la f~r­ negación llega a convertirse en la única po-
ma extrema en que se expresan las contra- sibilidad de liberación.
dicciones.
La ley del valor, que gobierna las contra-
dicciones sociales, tiene la fuerza de una nc-
~esidad natural. ccSoiamente en cuanto ley
mterna, y desde el punto de vista de los agen-
87 Capital, Vol. ID, p. 1026.

86
87
LA DIALECTICA MARXISTA

Ahora podemos intentar resumir las cua-


lidades que distinguen la dialéctica marxista
de la hegeliana. Hemos subrayado el hecho
de que la concepción dialéctica de la reali-
dad que nos ofrece Marx partía del mismo
dato fundamental que Hegel, a saber, el ca-
rácter negativo de la realidad. En el mundo
social, esta negatividad dio impulso a las con-
tradicciones de la sociedad de clases y fue,
por lo tanto, el motor del progreso social. Ca-
da hecho y condición particular fue integrado
en el proceso, de tal manera que su signifi-
cado solamente pudo llegarse a comprender
cuando se lo vio en el contexto de la totali-
dad en la cual estaba incluido y formaba
parte. Para Marx, como para Hegel, «Ia ver-
dad" reside solamente en el todo, en la ..to-
talidad negativa".
Sin embargo, el mundo social llega a ser
una totalidad negativa solamente en el pro-
ceso de la abst1·accwn impuesta al método

89
dialéctico p or la estructma de su materia tracción de la abstracción, o sea el abandono
la soc~edad capitalista. Podemos l1asta llega de la concreción falsa, de tal manera que
a ~ecn· q ue la abstracción es obra del capi- pueda llegarse a r estaurar la verdadera con-
talismo, y que el método marxista lo t'mico creción. Es ele esta manera que la teoría mar-
que hace es seguir el proceso. El análisis he- xista elabora primero las relaciones abslrac-
cho por Marx ha demostrado que la economh las que determinan el mundo de las mercan-
capitalista se construye y se perpet{.a median- cías ( tales como mercancía, valor de cambio,
te la constante reducción del trabajo concre- dinero, saJados ) y regresa desde éstas al con-
to a h·abajo. abstracto. Es una economía q ue len ido plenamente desarrollado del capitali ·-
se ~leja paso a paso de la actividad y las ne- mo ( las tendencias estructurales del mundo
ccs tclaclcs concretas de los seres humanos, , capitalista que conducen a su destrucción ) .
realiza la integración de las necesidades ~ H emos dicho que para Marx, así como pa-
capacidades humanas solamente a través d~ ra Hegel, la verdad está solamente en la to-
un complejo de relacion es abstractas en las talidad negativa. Sin embargo, la totalidad
cuales el trabajo individual cuenta solamen- dentro de la que se mueve la teoría ma:rxis-
te en la medida en que represen ta tiempo ele ta es distinta que la de la filosofía de Hegel,
trabajo socialmente necesario, y en la cua l v esta diferencia es la que indica la diferen-
las relaciones entre los hombres .aparecen 0 0 . ~ia decisiva entre las dialécticas de Hegel y
mo relaciones entre cosas (mercancía·) . E l ~ [arx. Para Hegel, la totalidad era la totalidad
mundo de las mercancías es un mundo "fal- de la razón, un sistema ontológico cerrado,
sificado" y "mistificado", y su am1lisis crftj- idéntico, en última instancia, al sistema ra-
co ha de seguir, en primer término, las ab'>- cional de la historia. El proceso dialéctico
tracciones que constituyen este mundo, y pur de Hegel era, entonces, universal on tológi-
lo tanto debe partir de estas relaciones ahs- co , en el cual la historia resultaba configu-
tractas para llegar fin almente a su conten ido rada por el procc ·o metafísico del ser. Marx,
real. E l segundo paso, entonces, es la abs- por otro lado, separó la dialéctica de e,:;ta

91
90
funda mentación ontológica. E n su obra. 11 dentementc, cua lquier hecho puede '>Cr ~o­
nega tiyjdad de la realidnd se convierte ell mel ido a ttn análisis dialéctico, por ejem -
u~a cor~d ición hi.s·tórica, q ue no p uede Sel plo, un vaso de a ~ua ( como en la fa mosa di 'i-
h: poslastacla como un estado ele cosas de ca- cu ión de Lcnín )s.'. Pero lodos los aná lhi s clt>
rc:~ctC'r metafísico. E n otras palabras, SC' cou este lipo no · ll evaría n a la estructura d<·l pro-
: rertc en una condición social, asociada a una ceso socio- histórico )' la demoslrarían como
1-orma histórica específica de sociedad. La el facl or constitu tivo de los hechos sometidos
totalidad a la que llega la d ialéctica marxis- a análisis. La dialéctica toma los hecho co-
ta es la totalidad ele la sociedad de clases ' mo elemen tos ele tt tHl tolaliclad histórica defi.
1~ negatividad subyacente en sus contrad~~­ niela, de la cual no podrían separarse. En su
crones, que da forrna a cada uno de sus con- referencia al ejemplo del vaso de agna, Le-
tenidos, es la negatividad de las relaciones nín afirm a que "la totalidad de aquell o q ue
entre las clases. La totalidad dialéctica inclu- los hombres hacen debe entrar en la defin i-
ye también la naturaleza, pero solamenlC' en ción del objeto"; de esta manera desaparece
cuanto_é~t~ interviene y condiciona el pro- la objetividad independiente del vaso dr.!
ceso histonco de la reproducción socia l. E n agua. Cada hecho pued e ser sometido a un
el desarrollo de la sociedad de clases, esta re- a nálisis dialéctico solamente en la medida en
pro~ucción irá asumiendo distintas formas que cada hecho recibe la influencia de los
segun los distintos niveles de su desanollo~ a ntagonismos del proceso social.
~stos son el marco de todos los conceptos dia- E l carácter histórico el e la dialéctica mar-
lecticos. xista abarca tanto la negatividad imperante
E l método d ialéctico 11a llegado a ser, de como su negación. El es tado ele cosas im pe-
esta manera un método histó .· . ran te es negativo, y solamente puede con -
. .' 'ICO, gue surge
1 su propia naturaleza. El principio dialéc-
c_e vertirse en positivo mediante la liberación
tr c~ no es un prin cipio general igualmente
6S Selectcd \\'orks, Nueva York. 19:3-1 , Inll'rnational
aphcahle a cualquier tipo de materia. Evi- Publishcrs, vol. l X, p. 62 ss.

92 93
de sus posibilidades inmanentes. Esto úl- lose por lo tanto sólo con "la expresión abs-
timo, la negación de la negación, se logra Tacta, lógica, especulativa. del movimiento
mediante el establecimiento de Lll1 nuevo or- le la historia, 89 • Más aun , el movimiento al
den de cosas. La negatividad y su negación ue Hegel dio tal expresión absb"acta, y q nc
son dos fases diferentes de un mismo proce- ensó era el movimiento general de la historia,
so histórico y ambas son abarcadas por ]a ac- n realidad caracteriza solamente una fa ·e
ción histórica del hombre. El "nuevo'' estado articular de la historia del hombre, a saber,
es la ve·rclad del antiguo, pero esta verdad no 'la historia de su madmación, ( Ents-tehungs-
surge de la condición previa de manera gra- ' eschichte) 00• La distinción que establece
dual y automática: solamente podrá liberarla Marx entre la historia de esta maduración Y
una acción autónoma por parte del hombre, la '1ústoría real" de la humanidad implica
q ue cancele la totalidad del estado neaati,•o
o
una delimitación de la dialéctica. La Ents-
existente. La verdad, en otras palabras, no es tehungsgeschichte de la humanidad, que
un dominio independiente de la realidad his- Marx denomina su prehistoria, es la historia
tórica, separado de ésta, ni una región de de la sociedad de clases. La v erdadera his-
ideas eternamente valederas. Trasciende la toria del hombre comenzará cuando esta so-
realidad histórica dada, pero solamente en ciedad haya sido abolida. La dialéctica he-
cuanto pasa de una etapa de la lústoria a geliana proporciona la forma abstracta ló-
otra. El estado negativo, así como su nega- gica del desarrollo prehistórico; la dialéctica
ción, es un hech o concreto dentro de .la m :~­ marxista es su movimiento real concreto. La
ma totalidad. dialéctica de Marx por lo tanto, está rela-
La dialéctica marxista es un método h t~: tó­ cionada inseparablemente con la · fase pre-
rico también en otro sentido: se ocppa clf. histórica.
una etapa partic·u!ar del proceso histórico.
.;\'[arx critica la dialéctica de Hegel por gen e- ro "Okonomisch-Ph.ilosophische l\fanuskrip tc", o¡1. cit.,
ralizar el movimiento en cuanto tal, qucd{u pp. 152~ 153. o
oo lhíd., p. l5v.

94 95
La negatividad con que comienza la dia- <fu e la contradicción sea la ft1erza final que
léctica marxista es la que caracteriza la exi~ mantiene a la sociedad en movimiento. El
tencia humana en una sociedad de clases; lo~ movimiento es dialéctico en sí mismo en tan-
antagonismos q ue intensifican esta negati to no lo d irige la actividad conciente de los
vidad y eventualmente llegan1n a abolirla ind ividuos libremente asociados. L as l eve~
son los antagonismos de la sociedad de cla- dialécticas son el conocimiento desarrollado
ses. Pertenece a la misma esencia de la dia- de las leyes "naturales" de la sociedad, y por
léctica marxista implicar que, con la trausi- lo tanto un paso hacia su anulación; sin em-
ció~ de la prehistoria, representada por b bargo, siguen siendo un conocimiento de le-
sociedad de clases, a la historia de la sociedad yes "naturales". La lucha contra "el dominio
sin clases, toda la estructura del movimiento de la necesidad" seguirá, aun cuando se efec-
histórico cambiará. Cuando la humanidad túe la transición del hombre a su etapa de
haya llegado a ser el sujeto conciente de St t "historia real". La negatividad y las contradic-
desarrollo,_ su historia no podrá esquematizar- ciones no desaparecerán. Sin embargo, cuan-
se en las formas que solamente se aplicau <1 do la sociedad haya llegado a ser el sujeto li-
su fase prehistórica. bre de esta lucha, ésta será conducida de di-
El método dialéctico de Marx todavía re- ferente manera. Por eso no puede admitirse
fleja la influencia decisiva de las fuerzas eco- que se imponga a la historia futura de la hu-
nómicas ciegas sobre el curso del desarrollo maiúdad la es tructura dialéctica de la pre-
de la sociedad. E l análisis dialéctico de la re- historia.
alidad social, en témlinos de sus contradic- El concepto que relaciona definidamente
ciones inherentes y de la resolución de éstas la dialéctica de Marx con la historia de la
demues tran que esta realidad está dominada sociedad ele clases es el de necesidad. L as
por mecanismos objetivos que operan con leyes dialécticas son leyes necesafias. Las dis-
la necesidad de las leyes "naturales" ( físi- tintac; formas de la sociedad de clases perece-
cas). Solamente de esta manera puede ser rán necesariamente, a causa de sus contradic-

96
ciones internas. Las leyes del capitalismo ope- al socialismo es necesaria, pero solamente en
ran con una "necesidad férrea, hacia resulta- el sentido en que es necesario el desarrollo
dos inevitables", dice Marx. Esta necesidad pleno del individuo. La nueva unión social
no se aplica, sin embargo, a la transform a- de individuos es necesaria, también, pero so-
ción positiva de la sociedad capitalista. Es lamente en el sentido en que es necesario
verdad, Marx supuso que los mismos a Jt>Ca- usar las fuerzas productivas disponibles pa-
nismos que producen la concentración y e<"n- ra la satisfacción general de todos los indi-
tralización del capital también producen ")a viduos. La realización de la libertad y la fe-
socialización del trabajo". "La producción licidad exige necesariamente el estableci-
capitalista engendra, con la inexorabilidad ele miento de un orden en el cual los individuos
una ley de la Naturaleza, su propia negación", asociados determinen la organización de su
a saber, la propiedad basada "en la coopera- vida. Ya hemos subrayado el hecho de que
ción y la posesión en común de la tierra y los las cualidades de la sociedad futura se refle-
medios de producción" 91 • Sin embargo, se- jan en las fuerzas que, en la actualidad, es-
ría una distorsión del significado total de la tán ocasionando su realización. No puede
teoría marxista, partir de la necesidad ine- haber necesidad ciega en las tendencias que
xorable que gobierna el desarrollo del capi- culminan en una sociedad libre y auto-con-
talismo para llegar a una necesidad similar dente. La negación del capitalismo comien-
en el plano de su transformación hacia el so- za en el mismo capitalismo, pero aun en las
cialismo. Cuando se niega el capitalismo, los fases que preceden a la revolución ya está.
procesos sociales ya no caen bajo el gobier- presente y activa la espontaneidad racional
no de leyes naturales ciegas. Esto es precisa- que animará las fases post-revolucionarias.
mente lo que distingue la naturaleza de lo La revolución, ciertamente, depende de una
viejo de la naturaleza de lo nuevo. La transi- totalidad de condiciones objetivas: requiere
ción de la inevitable muerte del capitalismo un cierto nivel alcanzado de cultura material
91 C'(lpltal, op. cit., vol. I, p. 837.
e intelectual, una clase obrera concientizada

98 99
y organizada en escala internacional, y el bilidad de tal planificación bajo el capita-
agudo conflicto de clases. Estas llegan a ser lismo, cuando hacían referencia al juego mu-
condiciones revolucionarias, sin embargo, so- tuo entre el orden y el azar, entre la acción
lamente si las capta y actúa sobre ellas, diri- conciente y los mecanismos ciegos. La po-
giéndolas, una actividad conciente que tiene sibilidad de una planificación racional bajo
en mente la meta socialista. Ni la más mínima el capitalismo, no invalida, por supuesto, las
necesidad natural o inevitabilidad automá- leyes fundamentales que Marx descubrió en
tica garantiza el tránsito del capitalismo al este sistema -el sistema está destinado a pe-
socialismo. recer en virtud de estas leyes. Pero el pro-
El capitalismo, por sí mismo, ha extendido ceso puede muy bien incluir un largo período
considerablemente los alcances y el poder de de barbarie. Ésta solamente puede evitarse
las prácticas racionales. Las "leyes natura- mediante la acción libre. La revolución re-
les" que hacen que el capitalismo funcione quiere la madurez de muchas fuerzas, pero
han sido contrarrestadas por tendencias de la mayor entre todas éstas es la fuerza sub-
otro tipo, que han retardado el efecto de los jetiva, es decir, la clase revolucionaria mis-
procesos necesarios, y por lo tanto prolonga- ma 114• La realización de la libertad y la ra-
do la vida del orden capitalista ~. El capi-
0
zón exige la libre racionalidad de aquellos
talismo ha sido sujeto, en algunas áreas, a que la obtienen.
controles políticos y administrativos en gran La teoría marxista, por lo tanto, es incom-
escala. La planificación, por ejemplo, no es patible con el determinismo fatalista. Es cier-
una característica exclusiva de la sociedad so- ., to, el materialismo histórico implica el prin-
cialista 93• La necesidad natural de las leyes cipio determinista de que la conciencia está
sociales que expuso Marx implicaba la posi- condicionada por la existencia social. Hemos
- intentado demostrar, sin embargo, que la
tn Ibid.) vol. III, pp. 272-281.
93 Critique of tlle G<Jtha Program, 1891, Nueva York, 9<1 The Poverty of Pllilosop1ay, Trad. H. Quelch, Chi-
1938. cago, 1910, p. 190.

lOO 101
necesaria dependencia enunciada por este to de las condiciones sociales. La razón de-
principio se aplica a la vida "prehistórica", terminada por condiciones sociales rae: onales
es decir, a la vida en la sociedad de clases. es la razón determinada por sí misma. La li-
Las relaciones de producción que restringen bertad socialista abarca ambos aspectos oe
y distorsionan las potencialidades del hombre la relación entre la conciencia y la existen-
determinan inevitablemente su conciencia )
cia social. El principio del materialismo his-
precisamente porque la sociedad no es un tórico desemboca en su auto-negación.
sujeto libre y conciente. En tanto que el hom- El proceso del trabajo, que se muestra co-
bre no sea capaz de dominar estas relaciones mo fundamental en el análisis marxista del
y usarlas para gratificar las necesidades y de- capitalismo y su génesis, es la base sobre la
seos del conjunto, asumirán la forma de una cual actúan las distintas ramas de la teoría
entidad objetiva, independiente. La concien- y de la práctica en la sociedad capitalista. La
cia, atrapada por estas relaciones y dominada comprensión de los procesos del trabajo, por
por ellas, se convierte necesariamente en una lo tanto, es al mismo tiempo la comprensión
conciencia ideológica. del origen de la separación entre la teoría y
Por supuesto, la conciencia de los hombres la práctica. y del elemento que restaura su
seguirá estando determinada por los proce- inter-relación. La teoría marxista es por su
sos materiales que reproduce su sociedad, aun propia naturaleza una teoría integral e inte-
cuando los hombres hayan llegado a regular grante de la sociedad. El proceso económico
sus relaciones sociales de tal manera que és- del capitalismo ejerce una influencia totali-
tas contribuyan de la mejor manera posible taria sobre toda la teoría y toda la práctica, y
al desarrollo libre de todos. Pero cuando es- un a:iálisis económico que destruye la simu-
tos procesos materiales hayan llegado a ser lación del capitalismo y atraviesa su "reifica-
racionales y se hayan convertido en trabajo ción" descenderá hasta el subsuelo común a
conciente de los hombres, dejará de existir la todos los ámbitos de la teoría y la práctica
dependencia ciega de la conciencia respec- en la sociedad capitalista.

102 103
La economía marxisla no deja lu gax p<u a
''
as necesidades, lemores y deseos del hombre.
la existencia de una fil o ·ofía, un a psicología, ·Ja "razón pura", la razón p urificada de toda
una sociología independientes. "La moraL ·on tingen cia empírica, e convierte en el ám-
la religión, la metafísica, lodo el re to de la ito prop io de la verdad.
ideología y sus form as correspond ientes de Hacia el final de su Crítica de la ra::ón
conciencia . no conservan ya, por lo tanto, u pura, Kant plantea las tres pregun tas en las
aparente independencia .. . Cuan do se tra- cuales la razón humana está v~talme~te in~~­
ta de representar la realidad , la filosofía, co- 1 resada, ¿cómo puedo conocer?. ¿,q ue hare. ,
mo rama independiente de actividad , pierde ¿qué puedo esperar? Estas preguntas y los
su medio de existencia. En el mejor de los ca-
1intentos de responderlas comprenden el co-
sos su fu nción pochá considerarse corno la razón mismo de la filosofía, su preocupación
de resumir los resu ltados más generales, for- por las potencialidades esenciales del h om-
mular las observacion es que resulten de las bre en medio de las privaciones de la reali-
observaciones hechas a partir del desarrollo dad. Hegel ubicó su labor fil osófica en el
del hombre." 95 contexto histórico de su tiempo, y de tal ma-
Con la separación entre la teoría y la prác- nera que se hizo manifiesto que las pregun-
tica, la filosofía se con vierte en el santuario tas d; Kant llevaban al proceso real de la
de la verdadera teoría. La ciencia había sido historia. El conocim iento, la actividad y la
forzada a entrar "al ser icio del capital" o esperanza del hornhrc fu eron dirigidas hac;a
a convertirse en un pasatiempo ocioso ale- el establecimiento de una socir dacl racional.
jado de toda preocupación con los con flictos ~larx se lanzó a demostrar las fuerzas y ten-
reales de la humanidad; al mismo tiempo la dencias concretas que impedían esta meta y
fi losofía se propuso mediante el pensamien - aquellos que las promov ían. La relación ma-
to abstracto vigi lar las soluciones dadas a terial de su teoría con un a forma histórica
definida de práctica negó no solamente la fi-
95
losofía sino también la sociología. Los hechos
The C erma11 l deolof!,y, pp. 11-15.

104 105
so.cia]e~ , que Marx analizó (por ejemplo, Ju a práctica social: la abolición del trabajo, el
ahenac1on d e] trabajo, el fetichism o del 1m 111 tso de los medios de producción socializa-
do .de las mercancías, la plusvalía, la explo os para el desarrollo libre de todos los in-
taclón ) no son de la misma especie q ue los ividuos. El resto corresponde a la actividad
h~chos sociológicos, como por ejemplo, los 'berada de los seres humanos: es el ámbito
diVorcios, los crímenes, las oscilaciones de la e su obra, su tarea. La teoría acompaña a la
población o los ciclos económicos. Las rela- ráctica en cada momento, analizando la si-
c~ones fundamentales de las categorías mar- nación cambiante y formulando, de manera
xistas no entran en el campo de la sociolo- ·orrespondiente, sus conceptos. Las condi-
gía o. c~e ninguna otra ciencia ocupada en ciones concretas para la realización de la
descnbtr ~ organizar los fenóm.enos objetivos verd ad podrán variar, pero la verdad sigue
de la sociedad. Éstos aparecerán como he- siendo la misma y la teoría actuará siempre
chos, solamenete para una teoría que los in- como su guardián final. La teoría preservará
c~~ya en ,tanto que preanuncio de su nega- la verdad, aun si la práctica revolucionaria
cwn. Segun Marx, la teoría correcta es la con- se desvía de su canüno correcto. La práctica
ci.encia d e una práctica qu e se propone cam- sigue a la verdad, y no a la inversa.
btar el mundo. Este absolutismo de la verdad completa la
El concepto marxista de la verdad, sin em- herencia filosófica de la teoría marxista, y se-
bargo, dista mucho de ser un relativismo. So- para definitivam ente la teoría dialéctica de
lamente hay una verdad, y una práctica ca- todas las fonTlas posteriores ele positivismo
paz de realizarla. La teoría ha demostrado b s y relativismo.
tendencias que coadyuvan en la realización de
un orden racional de la vida, las condiciones
para la creación de tal orden de vida, y los
pasos iniciales que deben darse. Ya ha sido
formulada la finalidad principal de esta nu e-

106 107
L D ICE

.a abolición del trabajo 37

~1 análisis del proceso del trabajo 53

,a dialéctica mar'>ista 9
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