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LA EXCLUSION Y DISCTRMINACION EDUCATIVA.

Todos queremos vivir en una sociedad que brinde a todas las personas las
mismas oportunidades, donde se escuche nuestra voz y podamos vivir felizmente.
Desgraciadamente, muchas personas viven privadas de derechos humanos,
oportunidades y recursos.

En teoría, todas las personas tienen una serie de derechos que son obligatorios.
Los derechos humanos otorgan a todo el mundo el mismo derecho a tener voz, a
ser tratado con igualdad ante la ley y a participar. Y los derechos sociales, como la
sanidad y la educación, pretenden garantizar que todo el mundo tenga la
oportunidad de acceder a las mismas oportunidades y servicios básicos que están
disponibles para cualquier otra persona. Pero cuando no se protegen estos
derechos, o cuando algunos gobiernos trabajan activamente para denegarlos, se
produce discriminación y exclusión.

La discriminación es toda distinción, exclusión o restricción realizada por el Estado


o individuos, y que cause privación (que te nieguen algo), que te incomode o dañe
o amenaza, en particular cuando se basa en motivos tales como: la raza o etnia, la
nacionalidad, la situación socioeconómica, el idioma, la ideología u opinión
política, la religión o creencia, el sexo, la orientación sexual, la identidad de
género, el estado civil, la edad, la apariencia, la enfermedad o la discapacidad.

En palabras sencillas, discriminar implica tratar injustamente a alguien sólo porque


pertenece a un grupo social distinto, lo que se basa en prejuicios o valoraciones
negativas por parte de quien agrede

La exclusión social por su parte es una situación en la que no todas las personas
tienen el mismo acceso a las oportunidades y servicios que les permiten llevar una
vida digna y feliz: desde no poder participar y que se escuche su voz sobre las
normas de la sociedad en la que viven

La discriminación tiene como resultado directo, la exclusión en el cumplimiento de


los derechos de las personas
El concepto de exclusión, no es un concepto ajeno a las instituciones educativas
de forma particular o por parte del sistema, este fenómeno se tiende a
normalizarse a generalizarse de manera tanto al interior de los espacios escolares
como fuera de ellos.

Es presumible que si las distintas formas de discriminación están presentes en


los diversos aspectos de la vida cotidiana, están presentes también en la vida
escolar, la gravedad del problema radica en que resulta algo el cotidiano tanto a
la hora de hacer valido el derecho a la educación como en el interior de las aulas.

cifras como las siguientes evidencian, la necesidad de que la educación en el país sea inclusiva,
situación que garantizaría que tanto las personas con discapacidades, asi como los grupos
históricamente discriminados accedan a los espacios educativos:

De los 28 mil jóvenes de entre 20 y 24 años hablantes de una lengua indígena,


casi ninguno ha logrado concluir la educación secundaria, de acuerdo con un
estudio del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Con base en cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la


Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), una de cada seis
personas afrodescendientes es analfabeta; ello, se traduce en 15.7%, es decir,
casi el triple de la tasa nacional que es de 5.5 por ciento.

El tema de la discriminación escolar es muy complejo debido al enorme espacio


social que el sistema abarca y a la variedad de sectores sociales que incluye: los
alumnos, sus familiares, los docentes y el personal administrativo.

La relación entre exclusión y discriminación es inexpugnable: de acuerdo a la


Comisión Nacional de los Derechos Humanos;

Discriminar significa seleccionar excluyendo; esto es, dar un trato de inferioridad


a personas o a grupos, a causa de su origen étnico o nacional, religión, edad,
género, opiniones, preferencias políticas y sexuales condiciones de salud,
discapacidades, estado civil u otra causa. Es decir, discriminar quiere decir, hacer
una distinción o segregación que atenta contra la igualdad de oportunidades por la
privación de derechos que por ley les corresponden a todas las personas

La convivencia dentro del ámbito escolar se convierte en unas pequeñas


sociedades multiculturales y con diferentes capacidades que integran la
comunidad educativa.

Una de las funciones centrales de las la escuela es la formación integral de los


estudiantes, en éstas se busca la formación de personas capaces de convivir y
respetar a otros es importante el equilibrar el desarrollo de conocimientos, valores,
actitudes y habilidades, por lo que se tiene que impulsar el trabajo hacia la no
discriminación, de tal modo que esta labor pueda influir de forma significativa en el
actuar diario de los estudiantes dentro de la sociedad.

“La educación puede y debe fomentar el aprecio racional por aquellos valores que
permiten convivir juntos a los que son gozosamente diversos”; (Cea, 2012, pág.
177)

esto hace referencia a que referencia a las diferencias que se encuentran en cada
alumno, por tanto al ingresar a una escuela es importante decir que la enseñanza
debe ser dirigida hacia todo individuo sin hacer excepción por costumbres o
creencias diferentes contemplando así un fomento por dichos valores los cuales
permiten exista calidad en la educación.

Detrás de toda discriminación existen derechos que se ven vulnerados, como el derecho a recibir
una educación de calidad. Asimismo, detrás de toda discriminación, existen prejuicios con base de
la desinformación. Muchos de los estereotipos y prejuicios son inconscientes y se
reflejan en las suposiciones que se hacen acerca de otras personas. Estas
suposiciones influyen la conducta hacia ellos. Quizá esta forma generalizada del
estereotipo y del prejuicio es la más difícil de destruir, porque el individuo no está
consciente de ella.
identificarlos abre la posibilidad de aprender nuevas formas de relacionarnos y de hacer posible el
derecho que tenemos todas y todos de ser tratados en condiciones de igualdad.

En cuanto a la indiferencia es importante en la medida en que designa una actitud


de neutralidad con respecto a la exclusión y discriminación alegando una falta de
conocimiento del tema o simple desinterés.

La indiferencia se relaciona con la búsqueda de una garantía a la libertad humana,


frente a la cual el individuo antes de elegir aparece como indiferente, ante los
contenidos valorativos de la acción (Cisneros, 2004).
La educación inclusiva significa que todos los niño/as y jóvenes, con y sin discapacidad o dificultades,
aprenden juntos en las diversas instituciones educativas regulares (preescolar, colegio/escuela, post
secundaria y universidades) con un área de soportes apropiada. (vi)
Más que el tipo de institución educativa a la que asisten los niño/as, tiene que ver con la calidad de la
experiencia; con la forma de apoyar su aprendizaje, sus logros y su participación total en la vida de la
institución.
El combate a todas las formas de discriminación, para todos y todas y en todo el mundo, es una
tónica de las normas e instrumentos de derechos humanos. Sin embargo, su superación es todavía
una tarea pendiente . Aún más grave, prevalece una tendencia a la invisibilidad y negación de las
múltiples formas de discriminación, así como de sus consecuencias, lo que profundiza la
desigualdad y las violaciones de los derechos fundamentales, económicos, sociales y culturales

La discriminación sigue siendo uno de los principales obstáculos que existen , no sólo para eliminar
la pobreza y reducir la desigualdad, sino sobre todo, para construir una nueva cultura de inclusión
social, respeto a la diversidad y convivencia solidaria entre las diferencias.

Para luchar contra la exclusión social, es preciso construir sociedades más inclusivas. Las políticas y
reglamentos pueden contribuir a ello. La creación de un salario mínimo básico que saque a las
personas de la pobreza económica tendrá un efecto dominó que puede sacarlas de la exclusión
social en otros ámbitos. Un sistema fiscal con un sistema de bienestar social sólido puede permitir
que grupos socialmente excluidos accedan a los mismos servicios básicos que los demás. Y pueden
ayudar a garantizar que aquellas personas que sufren dificultades importantes, como una
enfermedad o una lesión, tengan la red de seguridad necesaria para evitar caer en la exclusión
social.
Asimismo, es importante garantizar que los gobiernos se preocupen por los grupos socialmente
excluidos: endurecer las normas relativas a los lobbys, cerrar los vacíos legales que favorecen la
corrupción y apoyar a las organizaciones de la sociedad civil que ayudan a las personas a participar
en la vida cotidiana y en el debate público son cosas que ayudarán a acabar con la exclusión social.
Al fin y al cabo, todos queremos vivir en una sociedad que nos brinde las mismas oportunidades
que a cualquier otra persona para que se escuche nuestra voz y poder vivir felizmente.

Es realista ponerse objetivos a largo plazo aunque la sociedad no quiera ayudar, deberemos
empezar por nosotros mismos a identificar problemáticas o dificultades enlazadas al emprender e
infundir en las siguientes generaciones del conocimiento una importancia por el respeto y mejora
de los sistemas educativos hacia obtener un éxito indudable cuyo signifique un alcance hacia el
futuro emprendedor

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