En Rimini, en 2013, el padre José di Paola (“Pepe”) sacerdote argen-
tino de una favela, se refiere a la pastoral del Papa Francisco como arzobispo del mundo de las barracas argentinas y se reconoce a sí mismo y a sus compañeros como “hijos de la Teología del pueblo”, y afirma que “en Argentina tenemos dos personas con las que nos for- mamos en la Teología del pueblo: el padre Lucio Gera y Rafael Tello”. Así mostró la relación del entonces cardenal Bergoglio y la menciona- da teología. En el 2012, cuando murió el padre Gera, el cardenal Ber- goglio lo hizo enterrar en la catedral de Buenos Aires en calidad de experto en el Concilio Vaticano II y de la Conferencia del episcopado latinoamericano en Medellín (1968) y Puebla (1979), y cuando Enri- que Bianchi, discípulo de Tello, publicó un libro, el mismo Bergoglio lo presentó al público. De aquí el interés por relacionar la línea pas- toral del actual Papa con la Teología del pueblo. En este artículo nos ocuparemos de esta teología y de su inserción en la Teología de la li- beración latinoamericana. Finalmente analizaremos los puntos de con- vergencia de la pastoral del Papa Francisco, en su Exhortación Evan- gelii gaudium, con algunos elementos de la Teología del pueblo.
Papa Francesco e la teología del popolo, La Civiltà Cattolica 165
(2014) 571-590
La Teología argentina del Buenos Aires. Había también otros
pueblo: nacimiento y diocesanos, como Justino O’Farrell características y Gerardo Farrell, el jesuita Fer- nando Boasso y otros. Esta comi- A su vuelta del Concilio Vati- sión fue el terreno en el que nació cano II, el episcopado argentino la Teología del pueblo, cuya im- creó, en 1966, la COEPAL (Comi- pronta se notó ya en la Declaración sión episcopal de pastoral) con el del episcopado argentino de San fin de impulsar un plan nacional Miguel (1969), especialmente el de pastoral. Estaba formada por documento VI sobre la pastoral po- obispos, teólogos, expertos en pas- pular. toral, religiosos y religiosas, entre Aunque la COEPAL dejó de ellos los mencionados Gera y Te- existir en 1973, algunos de sus llo, sacerdotes diocesanos profeso- miembros siguieron como grupo res en la Facultad de Teología de de reflexión teológica bajo la di- 39 rección del padre Gera, experto de juego solo “la emergencia del lai- Medellín y de Puebla. Su teología cado en la Iglesia, sino también la fue más de palabra que escrita. Yo inserción de la Iglesia en el decur- mismo participé a estas reuniones so histórico del pueblo”, en cuanto junto con Gera, Farrell, Boasso, el sujeto de la historia y de la cultu- actual vicario general de Buenos ra, y como destinatario y agente de Aires, monseñor Joaquín Sucunza, evangelización. No dejó de in- Alberto Methol Ferré, que venía fluenciarle la teoría de la depen- de Uruguay, y otros. dencia, sobre todo de la domina- ción política (imperialista), que El contexto político argentino comprende también la económica, del tiempo de la COEPAL incluía integrándolas ambas en la libera- la dictadura militar de Onganía, la ción integral del pecado y de sus represión del movimiento obrero consecuencias estructurales. peronista, el nacimiento de la fu- tura guerrilla y no pocos intelec- tuales apoyaban ahora el peronis- El pueblo y la opción por los mo como resistencia popular pobres frente a los militares y como mo- vimiento de protesta social. Nació entonces en la Universidad de Bue- La categoría “pueblo” puede in- nos Aires la “Cátedra nacional de dicar la nación, como en la expre- Sociología” con figuras como sión “pueblo argentino”, y también O’Farrell, que constituía la unión la clase y el sector social popular. entre la Cátedra nacional y la La COEPAL la entiende ante todo COEPAL. Ambos grupos encon- en su primera acepción, a partir de traron la conceptualización en la la unidad plural de una cultura co- historia latinoamericana y argen- mún, enraizada en una historia co- tina con categorías como “pueblo” mún y proyectada hacia un bien y “antipueblo”, “pueblos” en con- común compartido. traposición a “imperios”, “cultura En América Latina son los po- popular”, “religiosidad popular”, y bres los que mantienen, como ele- así sucesivamente. mento estructural de la propia vi- En el caso de Gera y la da y convivencia, la cultura propia COEPAL, se trató principalmente del pueblo al que pertenecen (Do- del “pueblo de Dios” -categoría bí- cumento de Puebla n. 414). Sus in- blica privilegiada del Concilio- y tereses coinciden con un progreso de sus interacciones con los pue- histórico común de justicia y de blos. Una de las expresiones carac- paz, porque viven oprimidos por terísticas de Bergoglio es la de una situación de injusticia estruc- “pueblo fiel”, cuya fe y piedad po- tural y de violencia institucionali- zada. Por esto, al menos de facto, pular le son muy queridas. coinciden la opción por los pobres Para la COEPAL no estaba en y por la cultura. Y también de iu- 40 Juan Carlos Scannone re, porque son ellos, privados del sociedad y de la historia, confiere privilegio del poder, del tener o del todavía un puesto al conflicto -in- saber, quienes manifiestan la cul- cluso de clase-, entendiéndolo a tura común del pueblo. partir de la unidad previa del pue- blo. Así, la injusticia institucional Pregunté a Boasso porqué la se entiende como traición al pue- COEPAL había privilegiado el te- blo de una parte del mismo pueblo, ma de la cultura y me respondió que se transforma en anti-pueblo. que lo había tomado del número 53 de la Gaudium et spes. En todo caso la redacción del n. 386 del La religión del pueblo Documento de Puebla muestra có- mo la Gaudium et spes está leída en clave latinoamericana, ya que Cuanto hemos dicho incide so- se han añadido las palabras “en un bre la valoración de la religiosidad pueblo” en la cita del párrafo 53a popular. Por una parte, se conside- y 53b de la Constitución. En los ra la religión o la actitud negativa dos primeros párrafos, por una frente a lo religioso (según Paul Ti- parte, se desplaza el significado llich) como el núcleo de la cultura conciliar más humanista de cultu- de un pueblo y, por otra, se hace ra en la dirección de lo que el Con- referencia a la piedad “de los po- cilio presenta seguidamente en su bres y sencillos” (Evangelii nun- “aspecto histórico y social”; y, por tiandi, n. 48). La contraposición es otra, se define el “sentido socioló- solo aparente, si consideramos que gico y etnológico”, que la Gaudium en América Latina estos últimos et Spes plantea en el tercer párrafo. son los que mejor salvaguardan la Por consiguiente, Puebla relee cultura común, sus valores y sus Gaudium et spes 53a y 53b a par- símbolos, que en nuestro país pue- tir de la óptica de 53c. Se trata de den ser el germen de una conver- un acto espontáneo de los redacto- sión al pobre, para obtener la libe- res, debido al nuevo lugar herme- ración de éste y la de todos. Por néutico a partir del cual se inter- esto la religión del pueblo, lejos de pretaba el texto (América Latina): ser un opio, posee un potencial de un cambio que los obispos no per- liberación humana, como se ha de- cibieron y que se mantiene en la mostrado en la lectura popular de exhortación Evangelii gaudium. la Biblia. La Teología del pueblo no des- De ahí que Puebla se conside- atiende los conflictos sociales que re como continuación de Medellín, vive América Latina, aunque pri- aunque haya sacado de la Exhor- vilegia la unidad sobre el conflicto tación Evangelii nuntiandi (1975) (prioridad que Bergoglio afirma nuevas contribuciones sobre la repetidas veces). No asumiendo la evangelización de la cultura y de lucha de clases como “principio la piedad popular. El Sínodo de hermenéutico determinante” de la 1974 la ha considerado bajo el in- El Papa Francisco y la teología del pueblo 41 flujo de la Teología del pueblo, ya corrientes en la Teología de la li- sea gracias a los obispos latinoa- beración latinoamericana. Des- mericanos, ya sea por medio de pués de éstas se coloca la Teología quien enseguida sería nombrado del pueblo, nombre introducido por cardenal Eduardo Pironio. Y así Juan Luis Segundo al criticarla, Pablo VI recoge esta contribución pero aceptado por Sebastián Politi en su Exhortación postsinodal, que al defenderla. Gutiérrez la indivi- a su vez Puebla aplicó a América dualiza como “una corriente con Latina, enriquecida con nuevas características propias dentro de la aportaciones. Teología de la liberación”, y Ro- berto Oliveros la define como “teo- Es una novedad importante la logía populista”. Después fue acep- relevancia dada por Puebla a la “sa- tada por teólogos de la liberación biduría popular” (Documento de como Juan Bautista Libânio, y por Puebla, nn. 413 y 448), relacionan- sus críticos como Methol Ferré y do la religión del pueblo con el co- monseñor Antonio Quarracino, en nocimiento sapiencial. La Teología la presentación de la Instrucción del pueblo la considera clave de Libertatis nuntius. mediación entre la fe del pueblo y una teología inculturada. El Papa Entre las características men- Francisco (como también el Do- cionadas por Gutiérrez, además de cumento de Puebla y Gera) le re- las de tipo temático hay otras me- conoce la importancia debida al todológicas relacionadas con las hablar del conocimiento por con- primeras, es decir, el uso del aná- naturalidad, siguiendo a Tomás de lisis histórico-cultural más que el Aquino. análisis socio-estructural; el uso de ciencias más sintéticas y her- Aparecida supo discernir en la menéuticas, como la historia, la piedad popular latinoamericana cultura y la religión, completando momentos de auténtica espiritua- las más analíticas y estructurales; lidad y mística popular (nn. 258- la mencionada raíz de esta media- 265, especialmente 262). Ya lo ha- ción científica en un conocimiento bía subrayado Jorge Seibold, y un discernimiento sapiencial me- teólogo pastoralista de la Teología diante “la connaturalidad afectiva del pueblo, introduciendo la cate- que da el amor” (Evangelii gau- goría de “mística popular” a la que dium n. 125); y la toma de distan- el Papa se refiere dos veces en cia crítica frente al método mar- Evangelii gaudium. xista. Las instrucciones de la Congre- ¿Una corriente dentro de la gación para la Doctrina de la fe de Teología de la liberación? 1984 y 1986 sirvieron para preve- nir posiciones extremas. Por su parte, Juan Pablo II, en su mensa- En 1982 se distinguen cuatro je de 9 de abril de 1986 a los obis- 42 Juan Carlos Scannone pos del Brasil, reconoció a la Teo- ración o en la corriente argentina. logía de la liberación, no solo como Aquel mismo año la Facultad “oportuna, sino útil y necesaria” y de Teología de la Universidad Ca- como “una nueva etapa” en la re- tólica de Lovaina organizó otro en- flexión teológica-social de la Igle- cuentro de cara a un cambio para- sia. digmático en la Teología de la El segundo encuentro de El Es- liberación, “de un paradigma so- corial (1992, veinte años después cio-económico a un paradigma del primero) fue una prueba de la cultural”. Se confirmaba una alte- recíproca fecundación entre la ver- ración en el eje después de los va- tiente principal de la Teología de rios enfoques de esta teología la liberación y la teología preferen- Aproveché la ocasión del en- temente argentina. Se dio un espa- cuentro con Gutiérrez en Schöns- cio importante a la problemática tatt para preguntarle qué pensaba de la cultura, de la sabiduría popu- a este propósito. Me contestó que lar, etc., en comunicaciones como el tema de la cultura estuvo presen- las de Pedro Trigo, Diego Irarrá- te desde el principio, y que solo ha- zabal, Antonio González, Víctor bía habido un cambio de acento. Codina y otros. Esta fue la respuesta mayoritaria En setiembre de 1996, la direc- de los participantes en el encuen- tiva del CELAM, con la participa- tro de Lovaina. La ineludible pre- ción de la Congregación para la ocupación social y económica por Doctrina de la fe, reunió en Schöns- la liberación se acentuaba, amplia- tatt (Alemania) un grupo de teólo- ba y profundizaba con la impor- gos y expertos latinoamericanos tancia dada a la cultura. para reflexionar sobre el “futuro de la teología en América Latina”, planteando el desarrollo de cuatro El punto de vista pastoral del temas: la Teología de la liberación; Papa Francisco y la Teología la doctrina social de la Iglesia; el del pueblo comunitarismo; y la teología de la cultura. Se consideraban los temas Desde su aparición en la logia más relevantes para la teología la- de San Pedro, el Papa Francisco ha tinoamericana del tercer milenio. tenido gestos simbólicos, ha con- El primer tema se confió a Gus- cedido entrevistas, ha hablado co- tavo Gutiérrez, y el cuarto a Car- mo cabeza de la Iglesia y ha publi- los Galli, discípulo de Gera, con el cado una especie de vademécum encargo de presentar la teología de en la Exhortación postsinodal su maestro. Se les atribuía un rol Evangelii gaudium (EG), que re- decisivo, para el futuro teológico cuerda la argentina Teología del pueblo. de América Latina, en el tronco principal de la Teología de la libe- Tomaremos en consideración, El Papa Francisco y la teología del pueblo 43 en primer lugar, su comprensión del estilo de vida de una determi- del pueblo de Dios. Después, su nada sociedad, del modo peculiar consideración de los pueblos de la que tienen sus miembros de rela- tierra en relación con el pueblo de cionarse entre ellos, con las otras Dios y en su constitución históri- criaturas y con Dios […]. La gra- co-cultural como pueblos. En un cia supone la cultura y el don de tercer paso, afrontaremos la valo- Dios se encarna en la cultura del ración pastoral y teológica de la que lo recibe” (EG 115) piedad popular y su relación con Hay que notar que Francisco los pobres. adopta la relectura del Documen- to de Puebla, siguiendo la Teolo- gía del pueblo, de los dos primeros El pueblo fiel párrafos de la Gaudium et spes 53. Cuando Bergoglio era rector de la Ha llamado la atención el ges- Facultad de San Miguel, organizó to del Papa de hacerse bendecir por el primer Congreso sobre la evan- el pueblo al ser presentado en pú- gelización de la cultura y la incul- blico. Nosotros que conocíamos su turación del Evangelio en América aprecio por el “pueblo fiel” de Dios latina (1985), y lo programó invi- -que comporta un modo de conce- tando a teólogos de todas partes, y bir la Iglesia, el reconocimiento del en la conferencia inaugural habló “sentido de la fe” del pueblo- no de inculturación, citando al padre nos hemos maravillado. De ahí su Arrupe, pionero en el uso de este predilección por la expresión “pue- neologismo. blo fiel” que se repite también en Cuando el Papa Francisco ha- EG (cf., nn. 95 y 96), que recono- bla del pueblo de Dios, se refiere a ce como “misterio que hunde sus su rostro multiforme (EG 116) y a raíces en la Trinidad, pero que tie- su “multiforme harmonía” (EG ne su concreción histórica en un 117), gracias a la diversidad de cul- pueblo peregrino y evangelizador, turas que lo enriquecen. Cuando que trasciende toda necesaria ex- habla del pueblo, usa la imagen del presión institucional” (EG 111; cfr. poliedro para subrayar la unidad 95). Es este pueblo quien anuncia plural de la irreductible diferencia el Evangelio. Dios “ha escogido en su interior. convocarlo como pueblo y no co- mo seres aislados […]; nos atrae Además subraya una doctrina teniendo en cuenta la compleja tra- tradicional, cuando reconoce que ma de relaciones interpersonales “Dios da a la totalidad de los fie- que comporta la vida en una co- les un instinto de la fe –el sensus munidad humana” (EG 113).“Este fidei- que le ayuda a discernir lo Pueblo de Dios se encarna en los que viene realmente de Dios. La pueblos de la Tierra, cada uno tie- presencia del Espíritu da a los cris- ne su propia cultura […]. Se trata tianos una cierta connaturalidad 44 Juan Carlos Scannone con la realidad divina y una sabi- te; 2) de la realidad sobre la idea; duría que les permite captarlas in- 3) de la unidad sobre el conflicto; tuitivamente, aunque no disponga 4) del tiempo sobre el espacio. de los instrumentos adecuados pa- Estas prioridades parece que ra expresarla con precisión” (EG proceden de la carta de Juan Ma- 119). “El rebaño tiene un olfato pa- nuel de Rosas (Gobernador de ra encontrar nuevos caminos” Buenos Aires) a Facundo Quiroga (EG31) de evangelización. (Gobernador de la Rioja, Argenti- na) sobre la organización nacional argentina. En esta carta, Rosas tie- Las cuatro prioridades en la ne en cuenta implícitamente estas construcción y en la guía del prioridades y el Papa Francisco in- pueblo troduce las dos últimas en la encí- clica Lumen fidei (nn. 55 y 57). Fi- El episcopado argentino adop- nalmente, las desarrolla y articula tó la argumentación de la Comi- en EG 217-237, presentándolas co- sión Justicia y Paz argentina sobre mo una contribución del pensa- el paso de “habitantes a ciudada- miento social cristiano “para la nos”. Es lo que el Papa Francisco construcción de un pueblo” (tam- escribe en EG 220 respecto al pue- bién del pueblo de Dios). blo-nación: “En toda nación, los habitantes desarrollan la dimen- sión social de su vida configurán- Sentido teológico-pastoral dose como ciudadanos responsa- del tiempo bles en el seno de un pueblo, no como una masa arrastrada por las Prioridad del tiempo sobre el fuerzas dominantes […]. Pero con- espacio. Se trata de empezar “pro- vertirse en un pueblo es algo más, cesos que construyan un pueblo en y requiere un constante proceso en la historia” (EG 224; 223), más que el cual está involucrada cada nue- de ocupar espacio de poder y/o po- va generación. Es un trabajo lento sesión (de territorio o riqueza).El y arduo que exige quererse integrar sentimiento espiritual del tiempo y aprender a hacerlo hasta desarro- propicio para una recta decisión llar una cultura del encuentro en forma parte del carisma ignaciano. una multiforme harmonía”. Note- Bergoglio, como jesuita, participa mos aquí la expresión típica de del carisma del discernimiento y, Bergoglio: “cultura del encuentro”. probablemente, conocía también Como provincial de los jesui- las aportaciones teóricas de Gera tas ya enunció, y como arzobispo y Methol Ferré. Con todo, no deja de Buenos Aires desarrolló, las fuera el espacio sino que lo consi- prioridades del gobierno que con- dera a partir del tiempo. Concluye ducen al bien común, a saber: 1) la sus consideraciones diciendo: “El superioridad del todo sobre la par- tiempo ordena los espacios, los ilu- El Papa Francisco y la teología del pueblo 45 mina y los transforma en anillos La realidad superior a la idea de una cadena en constante creci- miento sin marcha atrás” (EG 223). También entre realidad e idea hay una tensión bipolar (cfr.EG Unidad plural y conflicto 231), pues la segunda está en fun- ción de la primera. De lo contrario, existe el peligro de manipularla. La Teología del pueblo refleja “Conviene pasar del nominalismo el mérito a partir de la unidad, pe- formal a la objetivación harmonio- ro reconoce la realidad del antipue- sa” (EG 232), afirma el Papa. Se- blo, del conflicto, y de la lucha por gún él, este “criterio está unido a la justicia. También en este punto la encarnación de la palabra y a su el pensamiento del Papa tiene un puesta en práctica”. “No ponerla profundo sentido evangélico y teo- en práctica, no llevar la palabra a lógico. Sostiene que los conflictos la realidad, significa construir so- no se pueden ignorar, pero que bre la arena, permanecer en la pu- tampoco hay que permanecer en- ra idea y degenerar en intimismo cerrados en ellos o transformarlos y gnosticismo que no dan fruto, en la clave del progreso. Se trata que hacen estéril su dinamismo” de “aceptar, de soportar el conflic- (EG 233). to, resolverlo y transformarlo en el anillo de un nuevo proceso. ‘Bien- No se ve una conexión inme- aventurados los que trabajan por la diata entre esta prioridad y la Teo- paz’ (Mt 5, 9)” (EG 227). logía del pueblo, sino en la crítica que ésta hace de toda ideología, y Es la paz de la “comunión en en la búsqueda de categorías her- la diferencia”, “un ámbito vital menéuticas a partir de la realidad donde los conflictos, las tensiones histórica latinoamericana, sobre y los opuestos pueden unir una todo de los pobres. multiforme unidad que genera nue- va vida” (EG 228). Bergoglio de- seaba hacer su tesis de doctorado La superioridad del todo sobre Romano Guardini: consultó sobre las partes y la suma de sus archivos y se dedicó a la com- las partes prensión del dinamismo dialéctico de los contrarios, para aplicarla a la praxis y a la historia, porque El Papa relaciona este princi- Cristo lo ha unificado todo en Él pio con la tensión entre globaliza- (EG 229). El último fundamento ción y localización (cfr. EG 234). de la “cultura del encuentro”, está Respecto a esta última, converge en la no negación de la realidad del con el arraigo histórico-cultural de conflicto. la Teología del pueblo, situada en América Latina y en Argentina, y puesta en evidencia en la encarna- 46 Juan Carlos Scannone ción del Evangelio en el catolicis- 117). Atracción de la belleza: es mo popular. otra característica que converge con Methol Ferré. La COEPAL no se hizo cargo de la globalización, cuando solo era emergente. Lo hicieron sus La piedad popular continuadores Methol Ferré, Ge- rardo Farrell y el trabajo interdis- ciplinar del grupo de pensamiento Una característica de la Teolo- social de la Iglesia que tomó el gía del pueblo es la revaloración nombre de este último después de teológica y pastoral de la religión su muerte. del pueblo, hasta reconocer una “mística popular”, como hizo el También en este punto Bergo- Documento de Aparecida (n. 262). glio procede hacia una síntesis su- En dos ocasiones EG se refiere a perior que no elimina la tensión, ella. Cuando ejemplifica la supe- sino que la comprende, la vivifica, rioridad del todo sobre la parte la hace fecunda y la abre al futuro. afirma: “La ‘mística popular’ aco- “El modelo no es la esfera, donde ge el Evangelio entero y lo encar- todos los puntos equidistan del na en manifestaciones de oración, centro y no hay diferencia de un fraternidad, justicia, lucha y fies- punto a otro. El modelo es el po- ta” (EG 237; cfr. 124). liedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que man- EG también converge con la tienen su originalidad”. Y añade: Teología del pueblo al poner el te- “Es la unión de los pueblos que, en ma de la piedad popular en rela- el orden universal, mantienen su ción con la inculturación del Evan- originalidad; es la totalidad de las gelio (EG 68-70), con los “más personas en una sociedad que bus- necesitados” y con su “promoción ca un bien común que verdadera- social” (EG 70). Ambos se distin- mente lo incorpora todo” (EG guen del “cristianismo hecho de 236). Sin usar la palabra, el Papa devociones, propio de un modo in- tiene en mente la relación intercul- dividual y sentimental de vivir la tural. fe” (ibid.), sin negar la necesidad de una “purificación y madura- Anteriormente había ofrecido ción” de esta religiosidad.“La mis- el fundamento trinitario de cuanto ma piedad popular es el mejor pun- ha dicho: “El mismo Espíritu San- to de partida” (EG 69). to es la harmonía, así como el vín- culo del amor entre el Padre y el Cuando la Exhortación se re- Hijo. Suscita una múltiple y varia- fiere a las “nuevas relaciones en- da riqueza de dones y al mismo gendradas por Jesucristo” las rela- tiempo construye la unidad que ciona con la religiosidad popular nunca es uniformidad, sino multi- reconociendo que sus “formas pro- forme harmonía que atrae” (EG pias […] están encarnadas porque El Papa Francisco y la teología del pueblo 47 han brotado de la encarnación de cultural transmite también la fe de la fe cristiana en una cultura popu- un modo siempre nuevo; de ahí la lar. Por esto incluyen una relación importancia de la evangelización personal […] con Dios, con Jesu- entendida como inculturación. Ca- cristo, con María, con un santo. da porción del Pueblo de Dios tra- Tienen carne, tienen rostro” (EG duciendo en la propia vida el don 90). de Dios, según su propio genio, ofrece un testimonio de la fe reci- Una de las aproximaciones más bida y la enriquece con nuevas ex- ricas del Papa sobre la religión del presiones que son elocuentes” (EG pueblo la pronunció en Río de Ja- 122). El Papa no habla de una neiro ante el CELAM, cuando la transmisión cultural externa, sino presentó como “creatividad, sana de un vivo testimonio colectivo. autonomía y libertad laical” en el “Se trata de una realidad en per- contexto de su crítica a la tentación manente evolución, en la que el Es- de clericalismo en la Iglesia. La re- píritu Santo es el protagonista” conoce como una manifestación (EG 122). del “católico como pueblo”, en su carácter comunitario y adulto en El Papa habla por segunda vez la fe, y recomendaba al mismo de “mística popular” como de “es- tiempo organismos característicos piritualidad encarnada en la cultu- de América Latina, como los gru- ra de los sencillos” y que aunque pos bíblicos y las comunidades acentúa más el “credere in Deum” eclesiales de base. (creer en Dios, entregándose a Él) que el “credere Deum” (creer, sim- Un ejemplo de convergencia plemente, que Dios existe), sin em- con la Teología del pueblo lo ofre- bargo “no está vacía de contenidos, ce la EG cuando, citando el Docu- sino que los descubre y expresa mento de Puebla (n. 450) y el Do- más por la vía simbólica que con cumento de Aparecida (n. 264), la razón” y “lleva la gracia misio- concluye que “el pueblo se evan- nera, de salir de sí mismo y de ser geliza continuamente a sí mismo”, peregrinos” (EG 124). si se trata de pueblos “en los que se ha inculturado el Evangelio” Más adelante, casi calcando a (EG 122; cfr 68). Ninguno “es el Lucio Gera y el Documento de creador de la propia cultura y el Puebla, el Papa enseña que “solo protagonista de la propia historia. a partir de la connaturalidad afec- La cultura es algo dinámico, que tiva que da el amor podemos apre- un pueblo recrea constantemente, ciar la vida teologal presente en la y cada generación transmite a la piedad del pueblo cristiano, espe- siguiente actitudes […] que debe cialmente de los pobres” (EG 125). reelaborar frente a sus propios de- La Exhortación corona el tema safíos” (EG 122). de la religiosidad popular aceptan- En su proceso de transmisión do su relevancia teológica: “Las 48 Juan Carlos Scannone expresiones de la piedad popular, Latina y con la Teología de la Li- para quien es capaz de leerlas, son beración que pone en ella su pun- un lugar teológico al que debemos to de partida y el propio lugar her- prestar atención, cuando pensamos menéutico. Ahora, el nuevo Papa, en la nueva evangelización” (EG ha puesto el acento en el amor pre- 126). El Espíritu sopla cuando y ferencial por los pobres, los mar- donde quiere. Hoy en los países se- ginados, los sin trabajo, los enfer- cularizados, en los que “Dios bri- mos, los d iscapacit ados, el lla por su ausencia”, el Sur ofrece “descartado”, el “superfluo”. el testimonio de la piedad sentida El Papa Francisco declara que “por los pobres y los sencillos” y “la solidaridad es una reacción es- de su “mística popular” como pontánea de quien reconoce la fun- aportación a la nueva evangeliza- ción social de la propiedad y el ción (cfr. EG 126). destino universal de los bienes co- Pero el Papa no es un ingenuo mo realidad anterior a la propie- y no ignora que “en las últimas dé- dad privada” (EG 189), de acuerdo cadas se ha dado una ruptura en la con la doctrina católica, y un poco transmisión generacional de la fe antes afirma: “Para la Iglesia la op- cristiana en el pueblo católico” a ción por los pobres es una catego- la que se refiere en EG 122. Exa- ría teológica anterior a la cultural, mina las causas (EG 70) y apuesta sociológica, política o filosófica” por la pastoral urbana (EG 71-75), (EG 198). “Por esto deseo una Igle- “porque Dios vive en la ciudad” sia pobre para los pobres. Ellos tie- (Documento de Aparecida, n 514), nen mucho que enseñarnos. Ade- aunque su presencia se ha de “des- más de participar del sensus fidei, cubrir, desvelar” (EG 71) “a los con el propio sufrimiento conocen ciudadanos”, a los “ciudadanos a el Cristo sufriente. Es necesario medias” y a los “sobrantes urba- que todos nos dejemos evangelizar nos” (EG 74), los pobres y los ex- por ellos (ibid.). cluidos, que “luchan por sobrevi- Francisco critica “una econo- vir, y en esta lucha se esconde un mía que mata” (EG 53), el feti- profundo sentido de la existencia chismo del dinero (EG 55), y un que implica también un sentido re- sistema social y económico […] ligioso” (EG 72). radicalmente injusto (EG 59), de- bido a “ideologías que defienden la autonomía absoluta del mercado La opción preferencial por y la especulación financiera” (EG los pobres 56, 202). Afirma que “Dios, en Cristo, no redime solo las perso- La Iglesia ha hecho una opción nas, sino también las relaciones en- preferencial por los pobres, íntima- tre los hombres” (EG 178), así que mente relacionada con la piedad los cristianos debemos luchar, sin popular como se vive en América violencia pero con eficacia, por la El Papa Francisco y la teología del pueblo 49 “inclusión social de los pobres” La realidad es superior a la idea. (EG 185) y contra “una economía Francisco ha traído algo más im- de la exclusión y de la iniquidad” portante que nuevas ideas en el le- (EG 53) y contra “el mal cristali- gado de su persona y su carisma. zado en las estructuras sociales in- Con Ricoeur reconozcamos justas” (EG 59). que la historia se puede interpretar El tema de los pobres es un como un testimonio. Forma parte punto de convergencia entre el ma- del significado de un testimonio no gisterio del Papa Francisco, la doc- solo lo que se dice, sino también trina social de la Iglesia y la Teo- cómo se dice, con qué actitud exis- logía del pueblo. No se trata de tencial y temple espiritual y qué pura teoría sino de su encarnación tono afectivo y vivido lo acompa- en prácticas existenciales y socia- ñan. les que hacen realidad “la encar- El año del pontificado y la Ex- nación del Evangelio” y la “revo- hortación Evangelii gaudium re- lución de la ternura” (EG 88). presentan una etapa importante en la vida de la Iglesia, especialmen- te notable en expresiones como Conclusión “gozo del Evangelio”, “revolución de la ternura”, “cultura del encuen- Karl Rahner ya señaló, como tro”, etc. Se oponen a la actitud de contribución importante de la Igle- acidia, desencanto y aislamiento sia y de la teología latinoamerica- individualista; y manifiestan el go- na a la Iglesia y a la teología uni- zo de evangelizar y ser discípulos- versal, dos puntos importantes: la misioneros, el despojo gozoso, el teología liberadora y la religión del amor preferencial por los pobres, pueblo; y publicó sendos libros so- la misericordia de Jesús, la espe- bre ellos. Ambos puntos caracte- ranza del Reino y de “otro mundo rizan la Teología del pueblo y son posible”. Configuran un “complejo parte del aire fresco del Sur, que de actitudes” (EG 122) que refle- ha irrumpido en la Iglesia gracias jan y contagian el gozo del Evan- al Papa venido “del fin del mundo”. gelio.