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ASIGNATURA:

Historia dominica

TEMA:
Trabajo final

PRESETADO:
Aneidy faña

MATRICULA:
2021-0747

LA VEGA
REP, DOM
1. Inestabilidad política.

2. Después de la muerte de Trujillo.

3. El proceso de democratización.

4. El Consejo de Estado.

5. El proceso de constitución democrática.

6. El gobierno del profesor Juan Bosch:

• Las elecciones del 20 de diciembre de 1962.


• Juan Bosch el candidato del Partido Revolucionario
Dominicano.
• Juan Bosch se juramenta como presidente Constitucional de
la República Dominicana
• Medidas y características del gobierno Constitucional de Juan
Bosch
• La relación del gobierno de Juan Bosch y los sectores de
poder
• Conspiración en contra del gobierno de Bosch y su
derrocamiento
• Conspiración en contra del gobierno de Bosch y su
derrocamiento
• La revolución de abril
• La intervención norteamericana.

7. Los 12 años de Balaguer.

8. Los gobiernos de Antonio Guzmán.


9. Salvador Jorge blanco.

10. Gobierno de Joaquín Balaguer:


• Joaquín Antonio Balaguer Ricardo
• Los Doce Años de Balaguer
• Inversión extranjera
• Ayuda económica y endeudamiento externo
• Obras de infraestructura

Inestabilidad política
• Crecimiento económico y desigualdad social  Corrupción
gubernamental  Entrega del poder en 1978.

11. Gobierno de Leonel Fernández:


• Primer período presidencial: 1996-2000.
• Segundo período presidencial: 2004-2008  Tercer y
último período presidencial: 2008-2012.
Después de la muerte de Trujillo
12. Gobierno de Hipólito Mejía.

13. Gobierno de Danilo Medina:


• Primer mandato (2012-2016): Toma de Posesión, Cambios.
• Segundo mandato (2016-2020): Toma de posesión, Caso
Odebrecht.
La inestabilidad política puede definirse al menos de tres modos
distintos. Un primer acercamiento sería definirla como la propensión
a un cambio de régimen o de gobierno. Un segundo enfoque sería
sobre la incidencia de la violencia o revuelta política sobre una
sociedad, como por ejemplo las manifestaciones, asesinatos, etc.

La muerte violenta de Rafael L. Trujillo, el 30 de mayo de 1961, no


significó el derrumbe inmediato de la dictadura. De hecho, Ramfis,
el hijo mayor del tirano, junto con sus tíos Héctor Bienvenido y José
Arismendi Trujillo, la alta jerarquía militar, así como algunos
políticos e intelectuales que durante muchos años le habían servido
fielmente a su familia, hicieron todo lo posible por conservar el
control del gobierno al precio que fuera necesario.
Una de las primeras medidas del gobierno conformado por Ramfis
Trujillo y Joaquín Balaguer fue gestionar que los Estados Unidos
colaboraran para que la Organización de Estados Americanos
levantara las sanciones económicas impuestas al país desde
agosto de 1960.
Para atraerse las simpatías de la administración de John F.
Kennedy, el gobierno dominicano desplegó una estrategia de
apertura política, permitiendo el retorno de los exiliados y, al mismo
tiempo, propiciando un ambiente favorable para el nacimiento del
partidismo político.
En el plano político, por primera vez después de 30 años de férrea
tiranía, los dominicanos comenzaron a disfrutar las ventajas de la
libre expresión del pensamiento y del pluralismo político a través de
la existencia de varios partidos políticos. Se rompía así la
obligatoriedad, que imperó a lo largo de la dictadura, de pertenecer
a un partido único, que es una de las características de los
regímenes totalitarios, como el que implantó Trujillo en República
Dominicana.
Los seis meses transcurridos entre junio y noviembre de 1961
fueron turbulentos y traumáticos. Mientras, por un lado, el Gobierno
trujillista aplicaba una política de terror y violencia en plena luz del
día, por el otro, la naciente oposición política comenzaba a perder el
miedo frente a los organismos represivos (como el Ejército, la
Policía Nacional y sobre todo el Servicio de Inteligencia Militar,
SIM). Las protestas públicas, cada vez más masivas, fueron
multiplicándose en todo el territorio, exigiendo la salida del país de
los Trujillo, la renuncia de Balaguer y de los principales
colaboradores del antiguo régimen.
Los días 18 y 19 de noviembre de ese año constituyeron el punto
final para los remanentes del trujillismo. En la Base Aérea de
Santiago, el general Pedro Ramón Rodríguez Echavarría se
pronunció contra los Trujillo y lo mismo hizo el general Andrés
Rodríguez Reyes en la capital. Pero ya Ramfis Trujillo había
decidido abandonar Santo Domingo con destino a París, Francia,
cosa que hizo el día 18, siendo seguido por sus tíos y otros
familiares, que se dirigieron hacia otros países. Pero antes de viajar
al extranjero, Ramfis Trujillo, en persona, se trasladó a una finca
propiedad de su familia llamada Hacienda María (en las
proximidades de Haina), y allí, junto con algunos de sus más
cercanos colaboradores, asesinó a los seis héroes de la conjura del
30 de mayo que desde junio guardaban prisión en las cárceles de la
dictadura, donde padecieron las más espantosas torturas. Ellos
fueron Salvador Estrella Sadhalá, Luis Manuel Cáceres Michel
(Tunti), Roberto Pastoriza Neret, Huáscar Tejada, Pedro Livio
Cedeño y Modesto Díaz Quezada.
Tan pronto la población se enteró de que la familia Trujillo y algunos
de sus colaboradores más cercanos habían huido del país, la
alegría fue colectiva. A lo largo del territorio nacional
muchedumbres se lanzaron a las calles a festejar la trascendental
Proceso democratización
noticia, mientras otros grupos se dedicaron a derribar bustos,
estatuas, letreros, en fin, todo lo que simbolizara al dictador Trujillo
y a su familia. Muchas propiedades de los Trujillo también fueron
objeto de la furia del pueblo que, durante tantos años, había tenido
que reprimir sus deseos de libertad.

En 1961 República Dominicana mostraba notables


transformaciones en diferentes aspectos. La población superaba los
tres millones de habitantes; la división territorial y política del país
también había cambiado considerablemente, y de doce provincias
que había en 1930, ahora, tras la desaparición del tirano, el país
contaba con 25 provincias y un Distrito Nacional.
Consejo del estado
Asimismo, una moderna infraestructura vial comunicaba las
diferentes regiones del territorio nacional, que ya no estaban tan
distanciadas como en los tiempos anteriores a la Primera
Ocupación Militar Norteamericana de 1916, lo que posibilitaba un
mayor intercambio comercial y social entre diferentes pueblos.

Un gobierno colegiado, integrado por siete personalidades, llamado


Consejo de Estado, fue creado con el fin de preparar la transición
hacia la nueva etapa política que anhelaba la colectividad. El
Consejo de Estado inició su gestión el primero de enero de 1962 y
su principal misión, además de promulgar una amnistía general y de
propiciar una Asamblea Constituyente para redactar una nueva
Carta Sustantiva, consistía en organizar elecciones generales para
elegir los nuevos mandatarios de la nación. La consulta electoral fue

Proceso de constitución democrático


fijada para el 20 de diciembre de 1962 resultando electo presidente
Juan Bosch, líder del Partido Revolucionario Dominicano.
En el largo y arduo proceso de construcción de la democracia en
República Dominicana, en el cual se destacan como elementos
estructurales el papel del Estado, los partidos políticos, y los
movimientos sociales, se pueden señalar algunas características
peculiares que explican su desarrollo y sus obstáculos.
Antes de dar inicio a este análisis nos detendremos brevemente en
la formulación de algunas reflexiones sobre el papel de la
intelectualidad nacionalista dominicana en los estudios e
investigaciones sobre la primera etapa del proceso de transición
democrática (que se inicia con la muerte de Trujillo en 1961 y se
prolonga hasta 1965, cuando se produce la ocupación
norteamericana, que es sumamente rico en lo que a movilizaciones
de masas y organizaciones populares, políticas y sindicales se
refiere no se han realizado, sin embargo, los estudios
correspondientes sobre la democracia y el sistema político
dominicano. Es posible que el activismo político en el que se
encontraba inmersa la gran mayoría de la
intelectualidad nacionalista dificultara las tareas de análisis e
investigación. Pero desde nuestro punto de vista tal desinterés se
explicaría, además, por las limitaciones en el funcionamiento del
mismo sistema democrático en el país.
A su vez, no se puede olvidar que la primera etapa del proceso de
transición democrática en República Dominicana se produce en el
marco de la influencia del triunfo de la Revolución cubana, en la
primera parte de la década de los sesenta. Por ello, la inquietud de
la intelectualidad se orientaría, más bien, por el carácter de lucha y
de los logros de la Revolución cubana, por el funcionamiento del
'sistema socialista y por los intentos de realizar una revolución
social, antes que por analizar el sistema político nacional. De ahí
que no se produjeran estudios e investigaciones que formularan
críticas a las deficiencias y limitaciones del sistema político
dominicano, y mucho menos que debatieran en torno al proyecto
nacional democrático al que el pueblo aspiraba. Lo que predominó
en dicho período, en todo caso, fue el activismo político, como
acabamos de señalar: movilizaciones sociales, campañas
electorales, elecciones presidenciales, golpes y contragolpes de
Estado, movimientos guerrilleros, guerra civil, e intervención
norteamericana; todo ello ocurrió en el corto período de apenas
cuatro años, de 1961 a 1965. Pero quizás lo que mejor pone de
manifiesto la indiferencia antes señalada, reside en el hecho de que
las organizaciones de izquierda prefirieron (incluso hoy día algunas
de ellas insisten en mantener tal posición) abstenerse de participar
en los procesos electorales, por considerar que con la participación
se le haría el juego a la burguesía local y al imperialismo
norteamericano.
En consecuencia, no es extraño que en el país abunden, al menos
en términos relativos, los estudios sobre movimientos armados (el
movimiento guerrillero de 1963, las expediciones armadas de 1949,
1959
Y 1973, Y la lucha contra la ocupación militar norteamericana de
196566), a partir de los cuales la izquierda aspiraba a la toma del
poder político.
Las elecciones del 20 de diciembre de 1962.
Los objetivos del Consejo de Estado eran esencialmente políticos y
fue concebido como un gobierno de transición cuya responsabilidad
principal era organizar elecciones libres y democráticas al pueblo
dominicano. También preparar el clima político para la instalación
de un nuevo gobierno constitucional. Esas elecciones se celebraron
el 20 de diciembre de 1962 y las ganó arrolladoramente Juan
Gobiernos de juan Bosch
Bosch, quien fue el candidato del Partido Revolucionario
Dominicano PRD), fundado en Cuba en 1939.
Bosch había vivido la mayor parte de su vida adulta en el extranjero
y había regresado al país en 1961 junto a muchos otros exiliados.
Juan Bosch el candidato del Partido Revolucionario Dominicano.
Durante la campaña electoral de 1962, Juan Bosch quien era el
candidato del Partido Revolucionario Dominicano implementó la
estrategia de acercamiento con las masas del pueblo dominicano, y
se comunicaba con un lenguaje muy llano, el cual las gentes del
pueblo los podía entender de una forma clara. Su idea general obre
el ejercicio del gobierno eran populistas y reformistas. Las había
aprendido en Cuba y Costa Rica y resultaron muy avanzadas para
muchos en la República Dominicana. Por esta razón, muchos
terratenientes, comerciantes, industriales, militares y sacerdotes lo
tildaban de comunista marxista Leninista o izquierdista.
El PRD (Partido Revolucionario Dominicano) representaba la clase
populista; sin embargo, ofreció un programa de reformas sociales y
económicas que incluía la reforma agraria, con la cual se
beneficiaba a la mayoría de los dominicanos, especialmente a la
clase humilde.
Juan Bosch se dirigía al pueblo a través de largas intervenciones
radiales, donde enfatizaba la importancia de integrar al pueblo en el
disfrute de los bienes que la sociedad producía y, entre otras cosas,
manifestaba: “que, sobre la injusticia, la ignorancia y el abuso no
podía mantenerse una República de hombre y mujeres libres”.
Juan Bosch se juramenta como presidente Constitucional de la
República Dominicana.
Juan Bosch tomó posesión como presidente Constitucional el 27 de
febrero de 1963, convirtiéndose así en el primer presidente en ser
electro de forma democrática después de casi 31 años de dictadura
Trujillista en la República Dominicana.
Medidas y características del gobierno Constitucional de Juan
Bosch.
Su estilo de gobierno estaba en contra de todo lo que era tradición
en el país. Tomó una serie de medidas que fueron mal vistas por la
clase burguesa conservadora.
Racionalizó los recursos para hacer frente a la educación, salud,
energía, recursos, hídricos, comunicación y la cualificación de los
recursos humanos.
De las medidas económicas, políticas y sociales cabe destacar,
entre otras, las siguientes:
• Dio inicio a la reforma agraria, prohibiendo el latifundio,
limitando la propiedad privada por causa de interés social.
• Consagró el derecho de la familia campesina a tener tierra y
recibir ayuda técnica y crediticia del Estado. Estableció que
sólo los dominicanos podían tener tierra, prohibiendo la
propiedad de esta a los extranjeros.
• Se elaboró, se aprobó y el 29 de marzo de 1963, se promulgó
una nueva Constitución que les garantizaba derechos a los
pobres del pueblo dominicano. Esto provocó más disgusto
entre los sectores más poderosos del país.
• Implementó programas de reformas destinadas a la
redistribución del ingreso nacional.
La relación del gobierno de Juan Bosch y los sectores de poder.
Todas estas medidas, así como las leyes establecidas en la
Constitución, afectaban a empresarios criollos, inversionistas
norteamericanos, terratenientes, grupos de las altas esferas
militares y a la iglesia católica.
El gobierno de Bosch tenía una visión de corte democrático, muy
avanzada para la época, por lo que chocaba con los intereses de
los diferentes sectores y grupos conservadores, por eso Bosch no
gozaba de simpatía en los grupos y sectores poderosos del país.
La iglesia católica implantó una férrea oposición al gobierno de
Bosch. También su la relación con la Fuerza Armada no fue buena.
Su relación con el sector empresarial no fue muy cordial, estos
apoyaron huelga en contra de Juan Bosch y colaboraron en el
movimiento de conspiración para derrocar su gobierno más tarde.
Conspiración en contra del gobierno de Bosch y su derrocamiento.
Día a día crecía la oposición a Bosch. Su incomprensión parcial de
la realidad dominicana tras 25 años de exilio hizo que entrara en
conflicto con casi todos los grupos sociales, incluyendo su propio
partido. En pocos meses, Bosch se encontró completamente
aislado y la mayoría de sus seguidores terminó abandonándolo.
Este hecho se hizo evidente el 20 de septiembre de 1963 cuando
los grupos empresariales llamaron a una huelga general que
paralizó el país por dos días. Esta huelga fue para los militares la
señal de que el tiempo era propicio para el golpe de Estado que se
había estado planificando con el auspicio y el apoyo de los Estados
Unidos, la iglesia católica, los empresarios, importantes
comerciantes, políticos, partidos minoritarios, entre ellos la Unión
Cívica Nacional, terratenientes, y los ricos de la República
Dominicana.
En la madrugada del 25 de septiembre de 1963 se llevó a cabo un
golpe de Estado militar que derrocó el gobierno constitucional del
profesor Juan Bosch, quien fue hecho prisionero en l Palacio
Nacional y luego enviado al exilio a la vecina isla de Puerto Rico.
Así termina el efímero gobierno Constitucional de Juan Bosch quien
apena duró siete meses en el poder y que luego trajo varias
consecuencias para el pueblo dominicano.
La revolución de abril
La Guerra Civil Dominicana, también conocida como la Guerra de
Abril, la Revolución del 65, o simplemente como la Revolución de
Abril, tuvo lugar entre el 24 de abril y el 3 de septiembre de 1965, en
Santo Domingo, República Dominicana. Inició cuando seguidores
civiles y militares del presidente constitucionalmente electo Juan
Bosch derrocaron al presidente Donald Reid Cabral. El golpe de
estado llevó al general Elías Wessin y Wessin a organizar militares
leales al presidente Reid Cabral, iniciando una campaña contra los
así llamados rebeldes constitucionalistas. Alegaciones de apoyo
extranjero a los rebeldes conllevó a una intervención
estadounidense en el conflicto, que después se transformó en una
ocupación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en
el país. Más tarde en el mismo año las tropas internacionales se
retiraron del país. Se realizaron elecciones en 1966, en las cuales
Joaquín Balaguer fue elegido presidente.
El gobierno de Juan Bosch fue en gran medida una rareza en la
historia dominicana en ese momento: unas elecciones libres
legitimaron un gobierno liberal democrático, que expresó su
preocupación por el bienestar de todos los dominicanos,
especialmente los de circunstancias modestas, aquellos cuyas
voces nunca antes habían sido realmente escuchadas en el Palacio
Nacional.
En abril de ese año una nueva constitución garantizaba los
derechos civiles e individuales y respaldaba el control civil de los
militares. El nuevo documento otorgaba libertades que nunca se
habían conocido en el país; se declaraba algunos derechos
laborales, así como a sindicatos, fueron tomadas en cuenta también
las mujeres embarazadas, las personas sin hogar, la familia, los
niños y los jóvenes, los agricultores y los hijos ilegítimos. Estos y
otros cambios, como la reforma sobre las posesiones de tierra,
golpeaba a los terratenientes conservadores y militares, sobre todo
cuando se expuso en contra de tres décadas de autoritarismo
somnoliento bajo el régimen de Rafael Leónidas Trujillo. La
jerarquía de la Iglesia Católica también reprochó el carácter laico de
la nueva Constitución, en particular la disposición de la legalización
del divorcio. La jerarquía, junto con la cúpula militar y la élite
económica, también temían la influencia comunista en el país, y
advirtieron de la posibilidad de “otra Cuba”. El resultado de esta
preocupación y la oposición fue dar un golpe militar el 25 de
septiembre de 1963.
El golpe de Estado efectivamente negaba las elecciones de 1962
mediante la instalación de una junta civil, conocida como el
“Triunvirato”, dominada por los remanentes trujillistas. El líder inicial
del Triunvirato fue Donald Reid Cabral. El Triunvirato no logró
establecer su autoridad sobre las facciones conservadoras, ni
dentro ni fuera del ejército, tampoco convenció a la mayoría de la
población de su legitimidad.
La insatisfacción generalizada con Reid y su gobierno, junto con las
lealtades hacia el presidente Bosch, produjo una revolución el 16 de
mayo.
La intervención norteamericana
Tres días después de que Desiderio Arias abandonara el país, un
contingente del Cuerpo de Marines de Estados Unidos desembarcó
y en dos meses tomó el control de la nación imponiendo en
noviembre de 1916 un gobierno militar bajo el mando del
contraalmirante Harry Shepard Knapp.
Los marines impusieron el «orden» en la mayor parte de la
república, con excepción de la región oriental. A consecuencia de la
ocupación, el presupuesto del país se equilibró, disminuyó la deuda
externa y se retomó el crecimiento económico. La fuerza de
ocupación propició la realización de importantes proyectos de
infraestructura como la creación de nuevas carreteras que unieron
todas las regiones del país por primera vez en la historia. También
se creó la Guardia Nacional, una organización militar profesional
que sustituyó a las fuerzas partidistas de carácter caudillista que
habían librado una lucha interminable por el poder.
La mayoría de los dominicanos, sin embargo, se resintió por la
pérdida de su soberanía a manos de los extranjeros. El país quedó
en manos del Departamento de Marina estadounidense. Un
movimiento guerrillero conocido como los "gavilleros" contó con el
apoyo de la población en las provincias orientales de El Seibó y San
Pedro de Macorís. Estos insurgentes, sobre la base de su mejor
conocimiento del terreno local, lucharon contra la ocupación de
Estados Unidos desde 1917 hasta 1921.No obstante, las fuerzas
estadounidenses mantuvieron el orden durante este período de
insurrección hasta que, en 1921, los gavilleros fueron
definitivamente superados por la supremacía aérea de los
ocupantes y los métodos de contrainsurgencia y acoso constante
aplicados por los militares estadounidenses. Los estadounidenses
infligieron 1000 bajas a los dominicanos.

7. .
Balaguer encontró una nación severamente golpeada por décadas
de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente
ignorantes de la democracia y los derechos humanos. Durante su
12 años de Balaguer
campaña electoral solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la
mujer dominicana y al campesino, tratando de atar a su proyecto
político personal las fracciones más conservadoras de estos
sectores sociales.
Balaguer trató de apaciguar a los supervivientes anti trujillistas y a
los de la guerra civil de 1965, pero los asesinatos políticos
continuaron siendo frecuentes durante su administración. Tuvo éxito
en parte la rehabilitación de las finanzas públicas, que estaban en
un estado caótico, e impulsó un modesto programa de desarrollo
económico.
Durante los tres primeros meses de instalado su segundo gobierno,
la Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que
había recibido quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se
inició en el país la Operación Chapeo con la finalidad de exterminar
los remanentes izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del
65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la formación
del Comité de Madres, Esposas y Familiares de los Muertos y
Desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y
desaparecidos, y revelaron que, en los tres primeros años del
gobierno de Balaguer, 366 personas fueron muertas o
desaparecidas por causas políticas y subversivas.
Con la abstención electoral del Partido Revolucionario Dominicano,
debido a las pocas garantías constitucionales y a la participación de
las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas, Balaguer fue
reelegido para el periodo 1970-1974.
El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique Pérez y Pérez
como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su
aparición en las calles de Santo Domingo un grupo autodenominado
Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocido
como La Banda Colará, un grupo de jóvenes reclutados por el
gobierno de Balaguer con fines de represión. Durante esa época
fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda
dominicana.
Durante este segundo mandato de gobierno (conocido
popularmente en la política dominicana simplemente como los 12
años), Balaguer incentivó la construcción de escuelas, hospitales,
presas, carreteras, y muchos edificios importantes. Los proyectos
también se utilizaron como medio para recompensar a sus
partidarios políticos con lucrativos contratos de obras públicas, los
favorecidos en dichos contratos se conocen como los 300
millonarios. También presidió un sistema de crecimiento económico
estable. Sin embargo, su administración pronto desarrolló un
modelo autoritario, a pesar de las garantías constitucionales. A
pesar de sus métodos autoritarios, Balaguer tenía mucho menos
poder que Trujillo, y su gobierno era más suave.
La sensación de que en la República Dominicana había un híbrido
de dictadura y democracia, se reprodujo en las elecciones del 16 de
mayo de 1974, cuando el Partido Revolucionario Dominicano y los
otros partidos signatarios del denominado Acuerdo de Santiago
retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por considerar que no se
daban las mínimas garantías y como protesta por los desafueros de
los paramilitares balagueristas. En estas circunstancias, Balaguer
solo compitió con un rival, el contraalmirante Luis Homero Lajara
Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el
84,7% de los votos, y su partido ganó mayoría en el congreso
donde la abstinencia alcanzó el 50%.
Una coyuntura favorable en los precios internacionales del azúcar,
el auge del turismo estadounidense, las inversiones privadas
foráneas, y los programas de obras públicas produjeron una fase de
expansión económica, favoreciendo la emergencia en la sociedad
dominicana de clase media. Balaguer eludió siempre su
responsabilidad en los crímenes cometidos por La Banda Colorá y
otras irregularidades vinculadas con las Fuerzas Armadas, siempre
achacó la violencia política a sectores incontrolados del oficialismo y
a la subversión de izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró
enormemente.
También, incumplió las promesas sobre la reforma agraria, ya que
la pequeña minoría de propietarios autóctonos y las compañías
estadounidenses continuaban poseyendo la mayoría de las tierras
cultivables y las de mejor calidad. Pero cuando anunció su intención
de optar a un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 16
de mayo de 1978, y con un fondo de deceleración económica, el
repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota en las urnas ante
el PRD se antojó inevitable. Balaguer se enfrentó a Antonio
Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los
resultados electorales mostraron una tendencia en favor de
Guzmán, el ejército detuvo el conteo. Sin embargo, en medio de
enérgicas protestas en el país y una fuerte presión en el extranjero
por parte del presidente estadounidense Jimmy Carter, el conteo se
reanudó. Cuando se dieron los resultados,
Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su carrera política.
Cuando
Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la historia de la
República Dominicana que un presidente en ejercicio
tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
Para 1984, el Partido Reformista se fusiona con el Partido
Revolucionario Social Cristiano, formando así el Partido Reformista
Social Cristiano (PRSC).
En 1977, el PRD lo escogió como candidato a la Presidencia,
resultando victorioso en las elecciones de mayo de 1978.
Con el apoyo decidido de la embajada de los Estados Unidos, de
los empresarios (sector que, aunque beneficiario de las políticas de
Salvador Jorge blanco
Balaguer había visto como insostenible su prolongación en el
tiempo) y con el voto mayoritario del pueblo dominicano, Guzmán
tomó posesión el 16 de agosto de 1978. De inmediato realizó
cambios en el ordenamiento burocrático-militar, tomó medidas
contra la corrupción que había caracterizado al gobierno anterior y
se encaminó hacia un nuevo ordenamiento del estado dominicano,
eliminando el fantasma de asonadas militares y de la interrupción
del orden democrático.
Gobierno de Antonio guzmán
Inició un proceso de "despolitización" de las fuerzas armadas y la
Policía
Nacional, las cuales habían sido convertidas por Balaguer, en
instrumentos de represión, de luchas internas y de intimidación
criminal y política, basadas en un apego al presidente de turno y a
su partido, el Partido Reformista.
A pesar de su afinidad política con Jorge Blanco, el mandato de
Antonio Guzmán (antes de Majluta) se caracterizó por mantener
una amarga disputa con Blanco, quien desde el Senado llevó al
partido de ambos de la oposición al poder.
En el momento de la elección del mismo, se esperaba que los altos
precios de los productos de primera necesidad y la alta inflación que
perjudicaba al país en ese momento se aligeraran, ya que Blanco
iba a gobernar con una mayoría de su partido (PRD) en ambas
cámaras (17 de 27 en el Senado y 62 de los 120 de la cámara). Sin
embargo, dos acontecimientos ponen de relieve las limitaciones de
Jorge Blanco y sus vicisitudes durante su mandato. Estuvo
acompañado en su gobierno de Gabriel Candelario Mejía y Ángeles
Severino.
En abril de 1984, los fuertes aumentos de precios ejecutados como
parte de un programa de estabilización económica aprobado por el
Fondo Monetario Internacional (FMI) dio lugar a disturbios masivos
y decenas de muertos, en la llamada poblada de abril de 1984. Esto
manchó el historial de las administraciones perredistas en materia
de derechos civiles y humanos, una de las áreas en las que el PRD
había sido capaz de proyectar sus más agudas diferencias con el
anterior gobierno de Balaguer.
En noviembre de 1985, las primarias del partido que tenían por
objeto poner de relieve el continuo compromiso del PRD con
procedimientos democráticos internos para seleccionar su
candidato presidencial terminó sin resultados debido a un tiroteo en
el Hotel Concorde, donde se estaban contando los votos. Jorge
Blanco gobernó la República Dominicana durante un período de
dramáticas dificultades económicas impuestas en gran parte por el
sistema internacional. Ese mismo año, por primera vez desde la
guerra civil de 1965, el país experimentó tasas de crecimiento
negativas.
En su gobierno ocurrió el secuestro y posterior asesinato del
banquero Héctor Méndez y su chófer, así como de los hermanos
Patricio y Estanislao de la Cruz Gálvez.
Su periodo presidencial culminó el 15 de agosto de 1986 dejando un
clima hostil en la oposición.
Gobierno de Joaquín Balaguer
Joaquín Antonio Balaguer Ricardo
Nació el 1 de septiembre de 1906 – 14 de julio de 2002 fue un
abogado, escritor y político dominicano, presidente de la República
Dominicana en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996.
Según algunos habría sido el mejor presidente de la República
Dominicana, contando en su haber con obras como el ayuntamiento
de Bani y el Faro a Colón. Otros señalan su personalidad
enigmática y llena de secretismo heredado de la Era de Trujillo, así
como su afán de perpetuarse en el poder por medio de dudosas
elecciones y mediante el empleo de terrorismo de Estado, lo que le
ganó el mote de caudillo. Su régimen causó millares de muertes y
desapariciones forzadas.1 2 Fomentó el desarrollo de la
infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y
edificaciones; el Faro a Colón es uno de los monumentos más
relevantes construidos en su gobierno.
Los Doce Años de Balaguer
El mandato de Balaguer, de acuerdo con sus auspiciadores
norteamericanos, tenía como primera meta la desarticulación y
destrucción de los grupos populares que habían participado en la
Revolución de Abril del 65. Para ello utilizó tanto al ejército como a
un grupo paramilitar de matones profesionales llamado “La Banda”,
a los que calificaba en sus discursos de “fuerzas incontrolables”. Se
estima que más de 3,000 dominicanos fueron asesinados sólo entre
1966 y 1974. Al entregar la presidencia en 1978, Balaguer había
exterminado a la juventud más prometedora y de ideas más
avanzadas con que contaba la nación.
Inversión extranjera.
En el curso de su gobierno, extendido mediante represión y fraudes
electorales a tres períodos constitucionales, Balaguer favoreció la
inversión extranjera de capital estadounidense. De esta suerte, de
155 millones de dólares que habían invertidos en el país en 1965,
se pasó a casi 600 millones de dólares en inversiones
norteamericanas en 1977, las cuales abarcaban las áreas de las
finanzas, las comunicaciones, el sector azucarero, el sector minero,
turismo, zonas francas, etcétera. Entre las empresas que se
instalaron o que ampliaron sus inversiones durante esa época se
encuentran la firma canadiense-norteamericana Falconbridge
dominicana, dedicada a la explotación de ferroníquel; Rosario
Dominicana, empresa norteamericana para la explotación del oro;
Shell, Nestlé, Gulf & Western y Philip Morris.
Ayuda económica y endeudamiento externo
Un total 122 millones de dólares fueron erogados por los Estados
Unidos entre abril de 1965 y junio de 1966, a fin de evitar la
paralización económica total del país. Esta suma aumentó a 133
millones de dólares anuales durante los tres años siguientes,
mientras que, de junio de 1969 a junio de 1973, la ayuda promedió
unos 78 millones por año. Estos fondos fueron suministrados a
través de donaciones y préstamos a largo plazo negociados vía la
AID de los Estados Unidos. Además, el gobierno balaguerista
garantizó la entrada de importantes cantidades de divisas gracias a
la cuota azucarera dominicana en el mercado norteamericano.
Obras de infraestructura
La inversión pública de los doce años estuvo dirigida en su mayor
parte a la construcción de obras públicas: puertos, carreteras,
acueductos, calles, escuelas, centros culturales, instalaciones
deportivas, caminos vecinales, presas hidroeléctricas, etcétera. Las
ciudades de Santo Domingo y Santiago concentraron el grueso de
las obras, si bien también los demás poblados crecieron y se
modernizaron.
Crecimiento económico y desigualdad social
El flujo de inversión y ayuda económica proveniente en inmensa
medida de los Estados Unidos contribuyó a dinamizar la economía
nacional, haciendo que República Dominicana gozara de una de
las tasas de crecimiento macroeconómico más altas de América
Latina. Sin embargo, los beneficios se concentraron en la pequeña
burguesía local que se consolidaba unida a los intereses
extranjeros. Así, desde 1972 la tasa anual de inflación era de un
15%, el poder adquisitivo del peso descendió en un 26%, el índice
de desempleo ascendió a más del 20%, el de subempleo superó el
60% y se congelaron los salarios. Corrupción gubernamental
Otra de las fuentes de riqueza desproporcionada que tuvo la
pequeña élite nacional favorecida por el gobierno balaguerista fue la
administración pública. Entre los funcionarios públicos, un
sinnúmero de operaciones ilegales y actos dolosos adquirieron
carácter generalizado y de normalidad: sobornos, contrabandos,
cobro de comisiones, extorsión de empresarios, exoneraciones de
impuestos se hicieron parte del día a día. Ante la imposibilidad de
negar lo que resultaba demasiado evidente, Balaguer se atrevió a
afirmar que la corrupción “se detenía en la puerta de su despacho”.
Entrega del poder en 1978
En las elecciones de 1978 compiten el doctor Joaquín Balaguer con
su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y Antonio Guzmán
Fernández por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
organización política que había sufrido en 1973 la renuncia de su
líder y creador, el profesor Juan Bosch, quien inmediatamente fundó
el Partido de la Liberación Dominicana.
La victoria abrumadora del PRD no es en principio aceptada por el
Dr.
Joaquín Balaguer, quien ordena el asalto militar de la Junta Central
Electoral, interrumpe el conteo y confisca y destruye urnas de votos.
Es necesaria la presión ejercida por los Estados Unidos de Jimmy
Carter que se niega a aceptar un gobierno que no cuente con el
voto de la mayoría. Empero, mediante la falsificación de los
resultados electorales de modo que dieran mayoría senatorial y una
amplia participación en la Cámara de Diputados al Partido
Reformista, Balaguer se asegura el control del Senado y, con éste,
del Poder Judicial (los jueces eran nombrados por el Senado).
De esta forma se protege a sí mismo y a los miembros de su partido
contra un eventual sometimiento judicial por cualquiera de los
múltiples casos de crímenes o corrupción que se dieron en su
prolongado mandato presidencial, y garantiza una importantísima
cuota de poder mientras está fuera de la presidencia, a la cual
regresaría por diez años más, desde 1986 hasta 1996.
Joaquín Balaguer, uno de los funcionarios e intelectuales
fundamentales de la dictadura trujillista, figura central de los 18
años posteriores a la tiranía, también dominaría la vida política
nacional durante la débil “democracia” electoral que se instaura en
el período que va desde 1979 hasta principios del siglo XXI
Leonel Antonio Fernández Reyna (Santo Domingo, 26 de diciembre
de 1953) es un abogado, escritor, estadista y político dominicano.
Fue presidente de la República Dominicana de 1996 a 2000, de
2004 a 2008 y de 2008 a 2012.
Fue el presidente del Partido de la Liberación Dominicana desde el
2001 hasta su renuncia el 20 de octubre de 2019, organización
política a la que perteneció desde sus inicios como discípulo del
Profesor Juan Bosch.
Es fundador y presidente de la Fundación Global Democracia y
Desarrollo, presidente de la Fundación Unión Europea-América
Latina y el Caribe (Fundación EU-LAC) [cita requerida] y presidente
de la Federación Mundial de Asociaciones de Naciones Unidas
(WFUNA).
Ejerció la presidencia de la República Dominicana en tres
ocasiones, primero para el período 1996-2000 y luego por dos
períodos consecutivos, del 2004 al 2012.
Gobierno de Leonel Fernández
Primer período presidencial: 1996-2000
Fernández fue juramentado presidente el 16 de agosto de 1996,
sucediendo a Joaquín Balaguer, para convertirse en el primer jefe
de Estado surgido del Partido de la Liberación Dominicana y uno de
los más jóvenes estadistas de Latinoamérica en ese entonces.
Fernández emprendió una dinámica y agresiva política exterior que
rescató a la República Dominicana de su aislamiento tradicional y la
colocó en el mismo centro de los procesos de integración regional,
apertura de mercados y globalización. Durante su período de
gobierno, se incentivó la participación del país en organizaciones
políticas y económicas del hemisferio, como la Organización de los
Estados Americanos OEA y la Cumbre de las Américas. Se propuso
desarrollar el país comparativamente y haciendo referencia a los del
primer mundo, diciendo "Nosotros podemos ser el Singapur del
Caribe".
Fernández se centró en mantener la estabilidad de la
macroeconomía manteniendo un crecimiento promedio de 7%, el
más alto de América Latina en ese período, similar a países como
Corea del Sur. La inflación se estabilizó por debajo de un dígito, el
más bajo de toda América Latina. Su gobierno priorizó grandes
proyectos de infraestructura, que incluían la construcción de
elevados viales, túneles, y bulevares en el centro de la ciudad de
Santo Domingo, específicamente en las avenidas 27 de febrero y
John F. Kennedy, a la vez que incentivó la inversión extranjera, pero
descuidó aspectos sociales como educación y salud pública.
Convencido de la importancia del desarrollo de la tecnología de la
información y comunicaciones dedicó esfuerzos especiales a
equipar todas las escuelas públicas secundarias del país de
laboratorios de informática. Instauró el premio a los estudiantes
meritorios, otorgado mensualmente a nivel nacional; promovió la
cultura de la lectura a través de las competencias denominadas
Olimpíadas de lectura y dejó establecida la Feria Internacional del
Libro de Santo Domingo. Estableció el desayuno escolar,
favoreciendo así a una gran población estudiantil de escasos
recursos.
Bajo su mandato se elaboró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con
los países de CARICOM y Centroamérica.
Fernández no aspiró a un segundo mandato ya que
constitucionalmente estaba prohibido que un presidente gobernase
en periodos consecutivos, y, por lo tanto, su partido eligió a su
segundo hombre de confianza, Danilo Medina, como su candidato
para las elecciones de 2000. Sin embargo, Medina fue derrotado
por el líder del PRD, Hipólito Mejía, quien capturó el sentimiento
popular de la época, aprovechando que muchos dominicanos
consideraron que las reformas y el alegado crecimiento económico
de Fernández no se reflejaba en su vida cotidiana.
Segundo período presidencial: 2004-2008
Fernández fue elegido para un segundo mandato en las elecciones
presidenciales celebradas el 16 de mayo de 2004 con una mayoría
absoluta y el segundo porcentaje más alto en la historia dominicana
(57%), representando al PLD. Su victoria se debió en gran parte a la
caída de la economía dominicana producto de los desaciertos del
gobierno de Hipólito Mejía. Fernández encontró una atmósfera
donde primaban los altos precios del petróleo y una economía en
crisis internacionales después del 9/11, un endeudamiento excesivo
durante el gobierno de Hipólito Mejía y el colapso de tres de los
bancos más grandes del país: Banco Intercontinental (Baninter),
Banco crédito y Banco Mercantil. En un esfuerzo por evitar un
mayor caos económico, el gobierno de Mejía les pagó a los clientes
de los bancos, asumiendo así una deuda pública aún mayor.
Algunos de los banqueros implicados fueron juzgados y apresados;
sin embargo, la magnitud de sus fraudes fue difícil de medir por el
vínculo que existía entre ellos durante las administraciones de
Fernández y Mejía, donde gozaban con respaldo de funcionarios
que se hacían de la "vista gorda" desde 1998, cuando se cree que
comenzó el desfalco más grande en la historia financiera de la
República Dominicana y el quinto en el mundo, el del Banco
Intercontinental.
Leonel Fernández fue juramentado por segunda vez el 16 de agosto
de 2004. Al iniciar su segundo mandato presidencial tuvo que lidiar
con la crisis económica heredada del gobierno anterior, fruto del
rescate bancario originado por los malos manejos de algunos
sectores de la banca privada y que se había estado gestando desde
mediados de los años 1990. Esto trajo consigo desplome en la
economía local. Para combatir esta crisis fueron necesarias tomar
medidas drásticas como la reestructuración de la tasa de cambio
frente al dólar, medida que provocó la pérdida de más de 120.000
empleos en las zonas francas y un salto impresionante en la deuda
interna.
Leonel Fernández ha realizado amplios esfuerzos dentro de sus
gobiernos a favor del desarrollo de la tecnología del país. Bajo este
mandato, se fundó el Parque Cibernético de Santo Domingo, una
zona franca de alta tecnología en septiembre de 2004, el cual
posteriormente fracasó y fue convertido en el Instituto Tecnológico
de las Américas (ITLA). Su discurso y forma de gobernar es
ampliamente considerada como "progresista" y "modernista"[29]
tanto a nivel nacional como internacional.
Tercer y último período presidencial: 2008-2012
Durante el gobierno de Mejía, la constitución fue modificada para
permitir que el presidente en funciones se postule para un nuevo
mandato. Aunque Hipólito Mejía fue finalmente derrotado en su
intento de reelección, esto abrió la puerta para que Fernández
intentara lo mismo.
Fernández candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)
y sus aliados resultaron vencedores en las elecciones
presidenciales del 16 de mayo del 2008 con un 53% de los votos
frente al 40% de su principal rival Miguel Vargas Maldonado y el
candidato del PRSC, Amable Aristy, este último solo saco el 4% de
los votos.
Fernández asumió su nuevo mandato el 16 de agosto de 2008, en
medio de una fuerte crisis económica internacional y una situación
interna marcada por un incremento de la criminalidad y el
narcotráfico. En la toma de posesión, su discurso se centró en
aspectos económicos, resaltando la estabilidad que mantuvo la tasa
del dólar en su gobierno anterior. También destacó entre otros
logros la disminución en la tasa de desempleo de un 19,7% en 2004
a un 14% en abril de 2008 y anunció un conjunto de medidas
fiscales y tributarias para poder enfrentar la crisis económica.
Fernández prometió la ejecución de un programa macroeconómico
de mediano y largo plazo, orientado a preservar la estabilidad,
lograr un crecimiento promedio anual mínimo de 6% del PIB y
mantener la inflación en un solo dígito. Paralelamente a esto, se
buscaría privilegiar el gasto social en aspectos como la educación,
la salud, el acceso a agua potable y a vivienda. En ese mismo
orden, afirmó sus intenciones de mantener el déficit de la cuenta
corriente en torno a un 4% del PIB. Fernández además anunció la
construcción de una segunda línea del Metro de Santo Domingo.
En el primer gobierno de Fernández (1996-2000), la deuda externa
se redujo en un 3.3%, al pasar de US$3.807,3 millones a
US$3.679,4 millones. En su segundo mandato (2004-2008)
aumentó un 18,3%, pasando de US$6.379,4 millones a US$7.542
millones entre diciembre de 2004 y diciembre de 2007. Pero esta
suma fue insignificante comparada con el aumento que experimentó
la deuda externa en su tercer mandato (2008-2012). Para diciembre
del 2012 la deuda externa dominicana había alcanzado los US$
13,708 millones.

Rafael Hipólito Mejía Domínguez (Santiago de los Caballeros, 22 de


febrero de 1941) es un perito agrónomo y político conservador
dominicano, fundador del Partido Revolucionario Moderno. Fue
elegido presidente de la República Dominicana en las Elecciones
Presidenciales de 2000, asumiendo su mandato el 16 de agosto
para un cuatrienio hasta 2004.
Gobierno de Hipólito Mejía
Durante su gobierno el país fue afectado por una crisis financiera,
destacándose mayormente por el fraude del banco Baninter, lo que
generó fuga de capitales y un deterioro progresivo de los
indicadores económicos del país que trajo como consecuencia altas
tasas de inflación, devaluación de la moneda, lo cual fue
provocando un aumento de la pobreza local a partir de 2003.Pero a
pesar de esto Mejía manejo el país detrás de los mejores intereses
para los dominicanos.
En las elecciones presidenciales de 2004, se postuló para un
segundo mandato consecutivo como candidato del Partido
Revolucionario Dominicano habilitado por la reforma constitucional
de 2002, pero fue derrotado por el expresidente opositor Leonel
Fernández del Partido de la Liberación Dominicana.
En su mandato Mejía apoyó muchos sectores populares como la
seguridad social, ayudando a las pequeñas empresas, la
agricultura, mejorar en la educación y en ayuda para la asignación
de viviendas. Mejía recibió un apoyo considerable de la población
durante los dos primeros años de su mandato, lo que causó que su
partido a ganar las elecciones compresionales y municipales
tomando prácticamente el control del Senado con 29 de los 32
senadores.
El endeudamiento externo fue moderado, sin embargo,
ampliamente criticado a partir del 2002 cuando el país recibió 1000
millones de dólares por concepto de bonos soberanos emitidos en
septiembre de 2001.
Durante este primer periodo de su mandato, la macroeconomía se
mantuvo estable, lo que conllevó a su vez a una estabilidad de la
tasa de cambio. Durante su gobierno fueron aprobados varios
proyectos de ley, tales como, la ley de seguridad social, el código
monetario y financiero, la ley de lavado de activos, entre otros.
También se celebraron los Juegos Panamericanos de 2003.
Mejía trató de distribuir los recursos y servicios gubernamentales a
miles de pequeñas comunidades rurales dispersas en todo el país
en vez de concentrarse en las grandes ciudades. Estableció en el
país el primer tipo de seguridad social del sistema de jubilación, y
creó un impuesto fijo de 1,5 % para ayudar a la recaudación del
gobierno. En su periodo de gobierno hubo un incremento de los
viajes ilegales a Puerto Rico, debido a la inflación que produjo la
quiebra de bancos.
En las elecciones presidenciales del año 2004 se presentó a la
reelección para un segundo mandato, siendo derrotado por el
candidato opositor del Partido de la Liberación Dominicana Leonel
Fernández.
En 2003 Mejía decidió aceptar la solicitud del gobierno de los
Estados Unidos para que soldados dominicanos participaran
conjuntamente con las fuerzas de la coalición en los campos de
batalla de la Operación Libertad Iraquí en Diwaniya, al sur de Irak.
Los soldados dominicanos conformaron la denominada "Fuerza de
Tarea Quisqueya", compuesta por aproximadamente 600 hombres
que partieron a Iraq y realizaron dos rondas de servicio en dos
grupos de 300 en las provincias de Al Qadisiya y Náyaf.
La tropa dominicana no presentó ninguna baja durante su estancia
en Irak y estuvo bajo mando español.
Durante el mandato de Mejía, el segundo banco privado comercial
más grande del país, Baninter, quebró debido a la malversación de
fondos de sus propietarios y ejecutivos, y la complicidad política que
hubo en el largo tiempo que duró el fraude desde el año 1995.

Primer mandato (2012-2016)


Danilo Medina venció a su rival político Hipólito Mejía, el 20 de
mayo del 2012, luego de las más reñidas elecciones de la década,
pasando así a ser el presidente Constitucional de la República
Dominicana. El 16 de agosto de 2012 con la presencia de más de
14 mandatarios y con más de 70 países representados Medina juró
ante el Congreso y ante los dominicanos como el presidente de la
República oficializando así su título de mandatario.
Durante su presidencia ha sido notable su elevado nivel de
aprobación, alcanzando el 62,3% en septiembre de 2014 de
acuerdo con Gallup.
Toma de Posesión.
En la toma de posesión de Danilo Medina participaron 14
mandatarios, entre ellos, Juan Manuel Santos, Michel Martelly,
Ricardo Martinelli, el vicepresidente de la República de Corea y
representantes de la Santa Sede y de más de setenta países.
Gobierno de Danilo medina
También estuvo el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón y
Grecia, en ese momento heredero al trono y quien actualmente
ostenta la corona del Reino de España. Cambios.
El viernes 19 de julio del 2013, mediante el decreto 209-13 sustituyó
a
Josefina Pimentel por Carlos Amarante Baret en el Ministerio de
Educación, también mediante este decreto sustituyó a 3
viceministras, de Pedagogía, Administración y Asuntos Técnicos,
siendo el primer gran cambio de su gabinete en casi un año de
gobierno. Segundo mandato (2016-2020).
Toma de posesión
Para su segunda toma de posesión, estuvieron presentes los
presidentes
Nicolás Maduro de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador, Evo
Morales de
Bolivia, Juan Carlos Varela de Panamá, Jimmy Morales de
Guatemala, Juan Orlando Hernández de Honduras y Jocelerme
Privert de Haití, así como el rey emérito de España Juan Carlos I.
También asistieron vicepresidentes, primeros ministros y
representantes de más de 39 países, entre ellos Antigua y Barbuda,
Argentina, China Taiwán, Costa Rica, Cuba, Jamaica, y San Martín.
Los legisladores de la oposición no asistieron a la toma de posesión
en protesta por el alegado fraude electoral de las elecciones
generales pasadas.
Caso Odebrecht.
Según los funcionarios judiciales estadounidenses, entre los años
2001 y 2014, Odebrecht estuvo relacionado con pagos ilícitos por
valor de US$92 millones de dólares en República Dominicana,
durante varios gobiernos que le habrían dado beneficios
económicos y contratos por más de US$163 millones de dólares, en
otros contratos de construcción de obras públicas en ese país
durante gobiernos pasados.
La Procuraduría General de la República de la nación caribeña ya
dijo que "actuará con toda responsabilidad" en el caso, aunque por
el momento solo conocía la información publicada en la web del
Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Como ente activo, la PGR no ha solicitado formalmente a las
autoridades correspondientes de Estados Unidos, toda la
información recopilada en la referida investigación sobre las
actuaciones de Odebrecht en República Dominicana durante
gobiernos pasados y los gobiernos de Danilo Medina, el Ministerio
Público a través de comunicados solo ha publicado mentiras. En un
trabajo publicado por la cadena internacional Telesur, el 2 de
febrero de 2017, elaborado por el analista político Geovanny
Vicente Romero, la relación estrecha entre el sector privado y el
sector público dominicano queda al descubierto cuando tanto el
presidente Danilo Medina, como el Procurador General Jean Alain
Rodríguez y miembros de la prensa, son señalados como personas
que asistieron a eventos organizados por las empresas del único
sospechoso del caso hasta la fecha, el empresario Ángel Rondón,
de acuerdo a varias fotografías. El estudio hace un análisis del caso
en cinco países, quedando la República Dominicana como el país
con mayor cantidad de sobornos.

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