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Historia dominica
TEMA:
Trabajo final
PRESETADO:
Aneidy faña
MATRICULA:
2021-0747
LA VEGA
REP, DOM
1. Inestabilidad política.
3. El proceso de democratización.
4. El Consejo de Estado.
7. .
Balaguer encontró una nación severamente golpeada por décadas
de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente
ignorantes de la democracia y los derechos humanos. Durante su
12 años de Balaguer
campaña electoral solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la
mujer dominicana y al campesino, tratando de atar a su proyecto
político personal las fracciones más conservadoras de estos
sectores sociales.
Balaguer trató de apaciguar a los supervivientes anti trujillistas y a
los de la guerra civil de 1965, pero los asesinatos políticos
continuaron siendo frecuentes durante su administración. Tuvo éxito
en parte la rehabilitación de las finanzas públicas, que estaban en
un estado caótico, e impulsó un modesto programa de desarrollo
económico.
Durante los tres primeros meses de instalado su segundo gobierno,
la Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que
había recibido quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se
inició en el país la Operación Chapeo con la finalidad de exterminar
los remanentes izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del
65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la formación
del Comité de Madres, Esposas y Familiares de los Muertos y
Desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y
desaparecidos, y revelaron que, en los tres primeros años del
gobierno de Balaguer, 366 personas fueron muertas o
desaparecidas por causas políticas y subversivas.
Con la abstención electoral del Partido Revolucionario Dominicano,
debido a las pocas garantías constitucionales y a la participación de
las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas, Balaguer fue
reelegido para el periodo 1970-1974.
El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique Pérez y Pérez
como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su
aparición en las calles de Santo Domingo un grupo autodenominado
Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocido
como La Banda Colará, un grupo de jóvenes reclutados por el
gobierno de Balaguer con fines de represión. Durante esa época
fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda
dominicana.
Durante este segundo mandato de gobierno (conocido
popularmente en la política dominicana simplemente como los 12
años), Balaguer incentivó la construcción de escuelas, hospitales,
presas, carreteras, y muchos edificios importantes. Los proyectos
también se utilizaron como medio para recompensar a sus
partidarios políticos con lucrativos contratos de obras públicas, los
favorecidos en dichos contratos se conocen como los 300
millonarios. También presidió un sistema de crecimiento económico
estable. Sin embargo, su administración pronto desarrolló un
modelo autoritario, a pesar de las garantías constitucionales. A
pesar de sus métodos autoritarios, Balaguer tenía mucho menos
poder que Trujillo, y su gobierno era más suave.
La sensación de que en la República Dominicana había un híbrido
de dictadura y democracia, se reprodujo en las elecciones del 16 de
mayo de 1974, cuando el Partido Revolucionario Dominicano y los
otros partidos signatarios del denominado Acuerdo de Santiago
retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por considerar que no se
daban las mínimas garantías y como protesta por los desafueros de
los paramilitares balagueristas. En estas circunstancias, Balaguer
solo compitió con un rival, el contraalmirante Luis Homero Lajara
Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el
84,7% de los votos, y su partido ganó mayoría en el congreso
donde la abstinencia alcanzó el 50%.
Una coyuntura favorable en los precios internacionales del azúcar,
el auge del turismo estadounidense, las inversiones privadas
foráneas, y los programas de obras públicas produjeron una fase de
expansión económica, favoreciendo la emergencia en la sociedad
dominicana de clase media. Balaguer eludió siempre su
responsabilidad en los crímenes cometidos por La Banda Colorá y
otras irregularidades vinculadas con las Fuerzas Armadas, siempre
achacó la violencia política a sectores incontrolados del oficialismo y
a la subversión de izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró
enormemente.
También, incumplió las promesas sobre la reforma agraria, ya que
la pequeña minoría de propietarios autóctonos y las compañías
estadounidenses continuaban poseyendo la mayoría de las tierras
cultivables y las de mejor calidad. Pero cuando anunció su intención
de optar a un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 16
de mayo de 1978, y con un fondo de deceleración económica, el
repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota en las urnas ante
el PRD se antojó inevitable. Balaguer se enfrentó a Antonio
Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los
resultados electorales mostraron una tendencia en favor de
Guzmán, el ejército detuvo el conteo. Sin embargo, en medio de
enérgicas protestas en el país y una fuerte presión en el extranjero
por parte del presidente estadounidense Jimmy Carter, el conteo se
reanudó. Cuando se dieron los resultados,
Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su carrera política.
Cuando
Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la historia de la
República Dominicana que un presidente en ejercicio
tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
Para 1984, el Partido Reformista se fusiona con el Partido
Revolucionario Social Cristiano, formando así el Partido Reformista
Social Cristiano (PRSC).
En 1977, el PRD lo escogió como candidato a la Presidencia,
resultando victorioso en las elecciones de mayo de 1978.
Con el apoyo decidido de la embajada de los Estados Unidos, de
los empresarios (sector que, aunque beneficiario de las políticas de
Salvador Jorge blanco
Balaguer había visto como insostenible su prolongación en el
tiempo) y con el voto mayoritario del pueblo dominicano, Guzmán
tomó posesión el 16 de agosto de 1978. De inmediato realizó
cambios en el ordenamiento burocrático-militar, tomó medidas
contra la corrupción que había caracterizado al gobierno anterior y
se encaminó hacia un nuevo ordenamiento del estado dominicano,
eliminando el fantasma de asonadas militares y de la interrupción
del orden democrático.
Gobierno de Antonio guzmán
Inició un proceso de "despolitización" de las fuerzas armadas y la
Policía
Nacional, las cuales habían sido convertidas por Balaguer, en
instrumentos de represión, de luchas internas y de intimidación
criminal y política, basadas en un apego al presidente de turno y a
su partido, el Partido Reformista.
A pesar de su afinidad política con Jorge Blanco, el mandato de
Antonio Guzmán (antes de Majluta) se caracterizó por mantener
una amarga disputa con Blanco, quien desde el Senado llevó al
partido de ambos de la oposición al poder.
En el momento de la elección del mismo, se esperaba que los altos
precios de los productos de primera necesidad y la alta inflación que
perjudicaba al país en ese momento se aligeraran, ya que Blanco
iba a gobernar con una mayoría de su partido (PRD) en ambas
cámaras (17 de 27 en el Senado y 62 de los 120 de la cámara). Sin
embargo, dos acontecimientos ponen de relieve las limitaciones de
Jorge Blanco y sus vicisitudes durante su mandato. Estuvo
acompañado en su gobierno de Gabriel Candelario Mejía y Ángeles
Severino.
En abril de 1984, los fuertes aumentos de precios ejecutados como
parte de un programa de estabilización económica aprobado por el
Fondo Monetario Internacional (FMI) dio lugar a disturbios masivos
y decenas de muertos, en la llamada poblada de abril de 1984. Esto
manchó el historial de las administraciones perredistas en materia
de derechos civiles y humanos, una de las áreas en las que el PRD
había sido capaz de proyectar sus más agudas diferencias con el
anterior gobierno de Balaguer.
En noviembre de 1985, las primarias del partido que tenían por
objeto poner de relieve el continuo compromiso del PRD con
procedimientos democráticos internos para seleccionar su
candidato presidencial terminó sin resultados debido a un tiroteo en
el Hotel Concorde, donde se estaban contando los votos. Jorge
Blanco gobernó la República Dominicana durante un período de
dramáticas dificultades económicas impuestas en gran parte por el
sistema internacional. Ese mismo año, por primera vez desde la
guerra civil de 1965, el país experimentó tasas de crecimiento
negativas.
En su gobierno ocurrió el secuestro y posterior asesinato del
banquero Héctor Méndez y su chófer, así como de los hermanos
Patricio y Estanislao de la Cruz Gálvez.
Su periodo presidencial culminó el 15 de agosto de 1986 dejando un
clima hostil en la oposición.
Gobierno de Joaquín Balaguer
Joaquín Antonio Balaguer Ricardo
Nació el 1 de septiembre de 1906 – 14 de julio de 2002 fue un
abogado, escritor y político dominicano, presidente de la República
Dominicana en los periodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996.
Según algunos habría sido el mejor presidente de la República
Dominicana, contando en su haber con obras como el ayuntamiento
de Bani y el Faro a Colón. Otros señalan su personalidad
enigmática y llena de secretismo heredado de la Era de Trujillo, así
como su afán de perpetuarse en el poder por medio de dudosas
elecciones y mediante el empleo de terrorismo de Estado, lo que le
ganó el mote de caudillo. Su régimen causó millares de muertes y
desapariciones forzadas.1 2 Fomentó el desarrollo de la
infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y
edificaciones; el Faro a Colón es uno de los monumentos más
relevantes construidos en su gobierno.
Los Doce Años de Balaguer
El mandato de Balaguer, de acuerdo con sus auspiciadores
norteamericanos, tenía como primera meta la desarticulación y
destrucción de los grupos populares que habían participado en la
Revolución de Abril del 65. Para ello utilizó tanto al ejército como a
un grupo paramilitar de matones profesionales llamado “La Banda”,
a los que calificaba en sus discursos de “fuerzas incontrolables”. Se
estima que más de 3,000 dominicanos fueron asesinados sólo entre
1966 y 1974. Al entregar la presidencia en 1978, Balaguer había
exterminado a la juventud más prometedora y de ideas más
avanzadas con que contaba la nación.
Inversión extranjera.
En el curso de su gobierno, extendido mediante represión y fraudes
electorales a tres períodos constitucionales, Balaguer favoreció la
inversión extranjera de capital estadounidense. De esta suerte, de
155 millones de dólares que habían invertidos en el país en 1965,
se pasó a casi 600 millones de dólares en inversiones
norteamericanas en 1977, las cuales abarcaban las áreas de las
finanzas, las comunicaciones, el sector azucarero, el sector minero,
turismo, zonas francas, etcétera. Entre las empresas que se
instalaron o que ampliaron sus inversiones durante esa época se
encuentran la firma canadiense-norteamericana Falconbridge
dominicana, dedicada a la explotación de ferroníquel; Rosario
Dominicana, empresa norteamericana para la explotación del oro;
Shell, Nestlé, Gulf & Western y Philip Morris.
Ayuda económica y endeudamiento externo
Un total 122 millones de dólares fueron erogados por los Estados
Unidos entre abril de 1965 y junio de 1966, a fin de evitar la
paralización económica total del país. Esta suma aumentó a 133
millones de dólares anuales durante los tres años siguientes,
mientras que, de junio de 1969 a junio de 1973, la ayuda promedió
unos 78 millones por año. Estos fondos fueron suministrados a
través de donaciones y préstamos a largo plazo negociados vía la
AID de los Estados Unidos. Además, el gobierno balaguerista
garantizó la entrada de importantes cantidades de divisas gracias a
la cuota azucarera dominicana en el mercado norteamericano.
Obras de infraestructura
La inversión pública de los doce años estuvo dirigida en su mayor
parte a la construcción de obras públicas: puertos, carreteras,
acueductos, calles, escuelas, centros culturales, instalaciones
deportivas, caminos vecinales, presas hidroeléctricas, etcétera. Las
ciudades de Santo Domingo y Santiago concentraron el grueso de
las obras, si bien también los demás poblados crecieron y se
modernizaron.
Crecimiento económico y desigualdad social
El flujo de inversión y ayuda económica proveniente en inmensa
medida de los Estados Unidos contribuyó a dinamizar la economía
nacional, haciendo que República Dominicana gozara de una de
las tasas de crecimiento macroeconómico más altas de América
Latina. Sin embargo, los beneficios se concentraron en la pequeña
burguesía local que se consolidaba unida a los intereses
extranjeros. Así, desde 1972 la tasa anual de inflación era de un
15%, el poder adquisitivo del peso descendió en un 26%, el índice
de desempleo ascendió a más del 20%, el de subempleo superó el
60% y se congelaron los salarios. Corrupción gubernamental
Otra de las fuentes de riqueza desproporcionada que tuvo la
pequeña élite nacional favorecida por el gobierno balaguerista fue la
administración pública. Entre los funcionarios públicos, un
sinnúmero de operaciones ilegales y actos dolosos adquirieron
carácter generalizado y de normalidad: sobornos, contrabandos,
cobro de comisiones, extorsión de empresarios, exoneraciones de
impuestos se hicieron parte del día a día. Ante la imposibilidad de
negar lo que resultaba demasiado evidente, Balaguer se atrevió a
afirmar que la corrupción “se detenía en la puerta de su despacho”.
Entrega del poder en 1978
En las elecciones de 1978 compiten el doctor Joaquín Balaguer con
su Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y Antonio Guzmán
Fernández por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD),
organización política que había sufrido en 1973 la renuncia de su
líder y creador, el profesor Juan Bosch, quien inmediatamente fundó
el Partido de la Liberación Dominicana.
La victoria abrumadora del PRD no es en principio aceptada por el
Dr.
Joaquín Balaguer, quien ordena el asalto militar de la Junta Central
Electoral, interrumpe el conteo y confisca y destruye urnas de votos.
Es necesaria la presión ejercida por los Estados Unidos de Jimmy
Carter que se niega a aceptar un gobierno que no cuente con el
voto de la mayoría. Empero, mediante la falsificación de los
resultados electorales de modo que dieran mayoría senatorial y una
amplia participación en la Cámara de Diputados al Partido
Reformista, Balaguer se asegura el control del Senado y, con éste,
del Poder Judicial (los jueces eran nombrados por el Senado).
De esta forma se protege a sí mismo y a los miembros de su partido
contra un eventual sometimiento judicial por cualquiera de los
múltiples casos de crímenes o corrupción que se dieron en su
prolongado mandato presidencial, y garantiza una importantísima
cuota de poder mientras está fuera de la presidencia, a la cual
regresaría por diez años más, desde 1986 hasta 1996.
Joaquín Balaguer, uno de los funcionarios e intelectuales
fundamentales de la dictadura trujillista, figura central de los 18
años posteriores a la tiranía, también dominaría la vida política
nacional durante la débil “democracia” electoral que se instaura en
el período que va desde 1979 hasta principios del siglo XXI
Leonel Antonio Fernández Reyna (Santo Domingo, 26 de diciembre
de 1953) es un abogado, escritor, estadista y político dominicano.
Fue presidente de la República Dominicana de 1996 a 2000, de
2004 a 2008 y de 2008 a 2012.
Fue el presidente del Partido de la Liberación Dominicana desde el
2001 hasta su renuncia el 20 de octubre de 2019, organización
política a la que perteneció desde sus inicios como discípulo del
Profesor Juan Bosch.
Es fundador y presidente de la Fundación Global Democracia y
Desarrollo, presidente de la Fundación Unión Europea-América
Latina y el Caribe (Fundación EU-LAC) [cita requerida] y presidente
de la Federación Mundial de Asociaciones de Naciones Unidas
(WFUNA).
Ejerció la presidencia de la República Dominicana en tres
ocasiones, primero para el período 1996-2000 y luego por dos
períodos consecutivos, del 2004 al 2012.
Gobierno de Leonel Fernández
Primer período presidencial: 1996-2000
Fernández fue juramentado presidente el 16 de agosto de 1996,
sucediendo a Joaquín Balaguer, para convertirse en el primer jefe
de Estado surgido del Partido de la Liberación Dominicana y uno de
los más jóvenes estadistas de Latinoamérica en ese entonces.
Fernández emprendió una dinámica y agresiva política exterior que
rescató a la República Dominicana de su aislamiento tradicional y la
colocó en el mismo centro de los procesos de integración regional,
apertura de mercados y globalización. Durante su período de
gobierno, se incentivó la participación del país en organizaciones
políticas y económicas del hemisferio, como la Organización de los
Estados Americanos OEA y la Cumbre de las Américas. Se propuso
desarrollar el país comparativamente y haciendo referencia a los del
primer mundo, diciendo "Nosotros podemos ser el Singapur del
Caribe".
Fernández se centró en mantener la estabilidad de la
macroeconomía manteniendo un crecimiento promedio de 7%, el
más alto de América Latina en ese período, similar a países como
Corea del Sur. La inflación se estabilizó por debajo de un dígito, el
más bajo de toda América Latina. Su gobierno priorizó grandes
proyectos de infraestructura, que incluían la construcción de
elevados viales, túneles, y bulevares en el centro de la ciudad de
Santo Domingo, específicamente en las avenidas 27 de febrero y
John F. Kennedy, a la vez que incentivó la inversión extranjera, pero
descuidó aspectos sociales como educación y salud pública.
Convencido de la importancia del desarrollo de la tecnología de la
información y comunicaciones dedicó esfuerzos especiales a
equipar todas las escuelas públicas secundarias del país de
laboratorios de informática. Instauró el premio a los estudiantes
meritorios, otorgado mensualmente a nivel nacional; promovió la
cultura de la lectura a través de las competencias denominadas
Olimpíadas de lectura y dejó establecida la Feria Internacional del
Libro de Santo Domingo. Estableció el desayuno escolar,
favoreciendo así a una gran población estudiantil de escasos
recursos.
Bajo su mandato se elaboró el Tratado de Libre Comercio (TLC) con
los países de CARICOM y Centroamérica.
Fernández no aspiró a un segundo mandato ya que
constitucionalmente estaba prohibido que un presidente gobernase
en periodos consecutivos, y, por lo tanto, su partido eligió a su
segundo hombre de confianza, Danilo Medina, como su candidato
para las elecciones de 2000. Sin embargo, Medina fue derrotado
por el líder del PRD, Hipólito Mejía, quien capturó el sentimiento
popular de la época, aprovechando que muchos dominicanos
consideraron que las reformas y el alegado crecimiento económico
de Fernández no se reflejaba en su vida cotidiana.
Segundo período presidencial: 2004-2008
Fernández fue elegido para un segundo mandato en las elecciones
presidenciales celebradas el 16 de mayo de 2004 con una mayoría
absoluta y el segundo porcentaje más alto en la historia dominicana
(57%), representando al PLD. Su victoria se debió en gran parte a la
caída de la economía dominicana producto de los desaciertos del
gobierno de Hipólito Mejía. Fernández encontró una atmósfera
donde primaban los altos precios del petróleo y una economía en
crisis internacionales después del 9/11, un endeudamiento excesivo
durante el gobierno de Hipólito Mejía y el colapso de tres de los
bancos más grandes del país: Banco Intercontinental (Baninter),
Banco crédito y Banco Mercantil. En un esfuerzo por evitar un
mayor caos económico, el gobierno de Mejía les pagó a los clientes
de los bancos, asumiendo así una deuda pública aún mayor.
Algunos de los banqueros implicados fueron juzgados y apresados;
sin embargo, la magnitud de sus fraudes fue difícil de medir por el
vínculo que existía entre ellos durante las administraciones de
Fernández y Mejía, donde gozaban con respaldo de funcionarios
que se hacían de la "vista gorda" desde 1998, cuando se cree que
comenzó el desfalco más grande en la historia financiera de la
República Dominicana y el quinto en el mundo, el del Banco
Intercontinental.
Leonel Fernández fue juramentado por segunda vez el 16 de agosto
de 2004. Al iniciar su segundo mandato presidencial tuvo que lidiar
con la crisis económica heredada del gobierno anterior, fruto del
rescate bancario originado por los malos manejos de algunos
sectores de la banca privada y que se había estado gestando desde
mediados de los años 1990. Esto trajo consigo desplome en la
economía local. Para combatir esta crisis fueron necesarias tomar
medidas drásticas como la reestructuración de la tasa de cambio
frente al dólar, medida que provocó la pérdida de más de 120.000
empleos en las zonas francas y un salto impresionante en la deuda
interna.
Leonel Fernández ha realizado amplios esfuerzos dentro de sus
gobiernos a favor del desarrollo de la tecnología del país. Bajo este
mandato, se fundó el Parque Cibernético de Santo Domingo, una
zona franca de alta tecnología en septiembre de 2004, el cual
posteriormente fracasó y fue convertido en el Instituto Tecnológico
de las Américas (ITLA). Su discurso y forma de gobernar es
ampliamente considerada como "progresista" y "modernista"[29]
tanto a nivel nacional como internacional.
Tercer y último período presidencial: 2008-2012
Durante el gobierno de Mejía, la constitución fue modificada para
permitir que el presidente en funciones se postule para un nuevo
mandato. Aunque Hipólito Mejía fue finalmente derrotado en su
intento de reelección, esto abrió la puerta para que Fernández
intentara lo mismo.
Fernández candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)
y sus aliados resultaron vencedores en las elecciones
presidenciales del 16 de mayo del 2008 con un 53% de los votos
frente al 40% de su principal rival Miguel Vargas Maldonado y el
candidato del PRSC, Amable Aristy, este último solo saco el 4% de
los votos.
Fernández asumió su nuevo mandato el 16 de agosto de 2008, en
medio de una fuerte crisis económica internacional y una situación
interna marcada por un incremento de la criminalidad y el
narcotráfico. En la toma de posesión, su discurso se centró en
aspectos económicos, resaltando la estabilidad que mantuvo la tasa
del dólar en su gobierno anterior. También destacó entre otros
logros la disminución en la tasa de desempleo de un 19,7% en 2004
a un 14% en abril de 2008 y anunció un conjunto de medidas
fiscales y tributarias para poder enfrentar la crisis económica.
Fernández prometió la ejecución de un programa macroeconómico
de mediano y largo plazo, orientado a preservar la estabilidad,
lograr un crecimiento promedio anual mínimo de 6% del PIB y
mantener la inflación en un solo dígito. Paralelamente a esto, se
buscaría privilegiar el gasto social en aspectos como la educación,
la salud, el acceso a agua potable y a vivienda. En ese mismo
orden, afirmó sus intenciones de mantener el déficit de la cuenta
corriente en torno a un 4% del PIB. Fernández además anunció la
construcción de una segunda línea del Metro de Santo Domingo.
En el primer gobierno de Fernández (1996-2000), la deuda externa
se redujo en un 3.3%, al pasar de US$3.807,3 millones a
US$3.679,4 millones. En su segundo mandato (2004-2008)
aumentó un 18,3%, pasando de US$6.379,4 millones a US$7.542
millones entre diciembre de 2004 y diciembre de 2007. Pero esta
suma fue insignificante comparada con el aumento que experimentó
la deuda externa en su tercer mandato (2008-2012). Para diciembre
del 2012 la deuda externa dominicana había alcanzado los US$
13,708 millones.