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NOMBRE: JESSENIA ALEXANDRA

APELLIDO: PEÑA
MATRICULA: 15-4349
TRABAJO: HISTORIA dominicana III
TEMA: TRABAJO FINAL
PROFESOR: Mariano Cuello
Elaborar un Diario Reflexivo sobre las características de los diferente Gobierno
desde el 1961 hasta 2012 Identificando los principales personales.

INTRODUCCION

En el desarrollo de este trabajo hemos querido plantear por separado cada uno de los
acontecimientos, tanto político-social, económico, religioso y bélico, que han influido en
el desarrollo de la historia dominicana.

DESARROLLO

En resumen, los objetivos principales son: primero, conocer y describir los aspectos más
relevantes de la política educativa del régimen del Dr. Joaquín Balaguer desde 1966 al
1978, para comprender el estado actual de la educación dominicana; segundo, analizar
las reformas educativas que tuvieron lugar en el nivel medio durante ese período, de
modo que nos permita tener una visión clara sobre del tipo de enseñanza y sujeto a
formar; y tercero, explicar las principales deficiencias que presentaba el sistema
educativo durante el régimen de los doce años del Dr. Joaquín Balaguer, para así
conocer el grado de prioridad dado a este sector por el gobierno. Por último, identificar
de qué manera ha influido la situación socio- económica e intelectual de los/las
maestros/as en la planificación y ejecución de una política educativa, a fin de entender y
plantear soluciones, sobre las secuelas que ha venido arrastrando el sistema educativo
en dichos aspectos.
a muerte violenta de Rafael L. Trujillo, el 30 de mayo de 1961, no significó el derrumbe
inmediato de la dictadura. De hecho, Ramfis, el hijo mayor del tirano, junto con sus tíos
Héctor Bienvenido y José Arismendy Trujillo, la alta jerarquía militar, así como algunos
políticos e intelectuales que durante muchos años le habían servido fielmente a su
familia, hicieron todo lo posible por conservar el control del gobierno al precio que fuera
necesario.

Una de las primeras medidas del gobierno conformado por Ramfis Trujillo y Joaquín
Balaguer fue gestionar que los Estados Unidos colaboraran para que la Organización de
Estados Americanos levantara las sanciones económicas impuestas al país desde
agosto de 1960.
Para atraerse las simpatías de la administración de John F. Kennedy, el gobierno
dominicano desplegó una estrategia de apertura política, permitiendo el retorno de los
exiliados y, al mismo tiempo, propiciando un ambiente favorable para el nacimiento del
partidismo político.

En el plano político, por primera vez después de 30 años de férrea tiranía, los
dominicanos comenzaron a disfrutar las ventajas de la libre expresión del pensamiento
y del pluralismo político a través de la existencia de varios partidos políticos. Se rompía
así la obligatoriedad, que imperó a lo largo de la dictadura, de pertenecer a un partido
único, que es una de las características de los regímenes totalitarios, como el que
implantó Trujillo en República Dominicana.

Así, durante las primeras semanas de julio de 1961 tres organizaciones políticas
iniciaron sus actividades públicas: el Partido Revolucionario Dominicano, fundado en
Cuba en 1939, cuyo líder principal era el escritor Juan Bosch; el Movimiento
Revolucionario 14 de Junio, dirigido por el doctor Manuel Aurelio Tavárez Justo, y cuyo
nuevo nombre fue Agrupación Política 14 de Junio; y la Unión Cívica Nacional,
institución mayormente integrada por la clase media y alta, presidida por el doctor
Viriato A. Fiallo. Poco después surgieron otros partidos minoritarios que contribuyeron a
la educación política de los dominicanos en el ejercicio de las libertades públicas al
tiempo de darles la oportunidad de escoger por su propia voluntad al candidato de su
preferencia para dirigir los destinos nacionales.

Los Trujillo abandonan el país


Los seis meses transcurridos entre junio y noviembre de 1961 fueron turbulentos y
traumáticos. Mientras, por un lado, el Gobierno trujillista aplicaba una política de terror y
violencia en plena luz del día, por el otro, la naciente oposición política comenzaba a
perder el miedo frente a los organismos represivos (como el Ejército, la Policía
Nacional y sobre todo el Servicio de Inteligencia Militar, SIM). Las protestas públicas,
cada vez más masivas, fueron multiplicándose en todo el territorio, exigiendo la salida
del país de los Trujillo, la renuncia de Balaguer y de los principales colaboradores del
antiguo régimen.

Los días 18 y 19 de noviembre de ese año constituyeron el punto final para los
remanentes del trujillismo. En la Base Aérea de Santiago, el general Pedro Ramón
Rodríguez Echavarría se pronunció contra los Trujillo y lo mismo hizo el general Andrés
Rodríguez Reyes en la capital. Pero ya Ramfis Trujillo había decidido abandonar Santo
Domingo con destino a París, Francia, cosa que hizo el día 18, siendo seguido por sus
tíos y otros familiares, que se dirigieron hacia otros países. Pero antes de viajar al
extranjero, Ramfis Trujillo, en persona, se trasladó a una finca propiedad de su familia
llamada Hacienda María (en las proximidades de Haina), y allí, junto con algunos de sus
más cercanos colaboradores, asesinó a los seis héroes de la conjura del 30 de mayo
que desde junio guardaban prisión en las cárceles de la dictadura, donde padecieron las
más espantosas torturas. Ellos fueron Salvador Estrella Sadhalá, Luis Manuel Cáceres
Michel (Tunti), Roberto Pastoriza Neret, Huáscar Tejada, Pedro Livio Cedeño y Modesto
Díaz Quezada.

Tan pronto la población se enteró de que la familia Trujillo y algunos de sus


colaboradores más cercanos habían huido del país, la alegría fue colectiva. A lo largo
del territorio nacional muchedumbres se lanzaron a las calles a festejar la trascendental
noticia, mientras otros grupos se dedicaron a derribar bustos, estatuas, letreros, en fin,
todo lo que simbolizara al dictador Trujillo y a su familia. Muchas propiedades de los
Trujillo también fueron objeto de la furia del pueblo que, durante tantos años, había tenido
que reprimir sus deseos de libertad. La capital de la República recuperó su antiguo
nombre de Santo Domingo y se inició el período que entonces se llamó “la
destrujillización”. Los dominicanos fueron preparándose gradualmente para una nueva
forma de convivencia en sociedad y mucha gente del pueblo comenzó a utilizar vocablos
que antes no formaban parte del léxico cotidiano, tales como: libertad, amnistía, derechos
civiles, justicia social y democracia, entre otros.

El proceso de democratización
En 1961 República Dominicana mostraba notables transformaciones en diferentes
aspectos. La población superaba los tres millones de habitantes; la división territorial y
política del país también había cambiado considerablemente, y de doce provincias que
había en 1930, ahora, tras la desaparición del tirano, el país contaba con 25 provincias
y un Distrito Nacional.

Asimismo, una moderna infraestructura vial comunicaba las diferentes regiones del
territorio nacional, que ya no estaban tan distanciadas como en los tiempos anteriores a
la Primera Ocupación Militar Norteamericana de 1916, lo que posibilitaba un mayor
intercambio comercial y social entre diferentes pueblos.

Aun cuando todavía la mayor parte de la población vivía en zonas rurales, lo cierto es
que a partir de la desaparición de la tiranía trujillista la nación dominicana entró en un
acelerado proceso de urbanización y modernización política, económica y social
inspirada en el modelo de la democracia representativa.

El Consejo de Estado
Un gobierno colegiado, integrado por siete personalidades, llamado Consejo de Estado,
fue creado con el fin de preparar la transición hacia la nueva etapa política que
anhelaba la colectividad. El Consejo de Estado inició su gestión el primero de enero de
1962 y su principal misión, además de promulgar una amnistía general y de propiciar
una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Carta Sustantiva, consistía en
organizar elecciones generales para elegir los nuevos mandatarios de la nación. La
consulta electoral fue fijada para el 20 de diciembre de 1962 resultando electo
presidente Juan Bosch, líder del Partido Revolucionario Dominicano.

Juan Bosch se juramentó el 27 de febrero de 1963 como el primer presidente dominicano


libremente electo en elecciones libres después de 30 años de dictadura. Su gobierno
apenas duró siete meses; sin embargo, durante ese breve período se lograron
importantes conquistas en el plano democrático, como fue la de impulsar la aprobación
de una nueva Constitución Política, que resultó ser la más avanzada del siglo XX
dominicano.

El golpe septembrino
En la madrugada del 25 de septiembre de 1963, un grupo de militares encabezados por
el entonces secretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Víctor Elsy Viñas
Román, derrocaron el gobierno constitucional presidido por Juan Bosch, a quien
apresaron y luego obligaron a salir del país con destino a Puerto Rico. Los militares
golpistas, que contaron con el apoyo de poderosos sectores empresariales y políticos,
disolvieron el Congreso, restablecieron la Constitución de 1962, ordenaron la formación
de un Gobierno Provisional y declararon fuera de la ley a los partidos políticos
calificados de comunistas o pro comunistas. Terminó así el primer ensayo democrático
en la República Dominicana después de la tiranía trujillista.

La insurrección de Manaclas
El derrocamiento de Bosch tomó por sorpresa a mucha gente. La mayoría del pueblo,
empero, rechazó de plano el desatino de los militares golpistas, pero las medidas
represivas del gobierno defecto fueron efectivas impidiendo una reacción escalonada
de las masas que deviniera en una revuelta civil. Sin embargo, al cabo de casi dos
meses tendría lugar un levantamiento armado con el fin de restituir a Juan Bosch al
poder.

El 29 de noviembre el Movimiento 14 de junio, con su principal líder a la cabeza, el doctor


Manuel Aurelio Tavárez Justo, declaró la guerra al Triunvirato tras sublevarse en
diferentes montañas del norte, este y sur del país.

En poco menos de un mes, el ejército del gobierno de facto logró derrotar a los
revolucionarios, quienes se fueron a las montañas sin haber recibido un riguroso
entrenamiento militar y sin haber hecho la coordinación necesaria para que, en las
ciudades, mientras ellos combatían al ejército en las montañas, se llevaran a cabo
acciones de guerrillas urbanas. La gran mayoría de los revolucionarios fue hecha
prisionera, pero Manolo Tavárez Justo y más de diez de sus compañeros que decidieron
entregarse a las autoridades, luego de reconocer que su causa estaba perdida en el
plano militar, fueron fusilados el 23 de diciembre de 1963.
Después de esos acontecimientos luctuosos, la caída del Triunvirato era cuestión de
tiempo. Pero transcurriría poco más de un año para que surgieran las condiciones
objetivas y subjetivas que hicieron posible deponer al Triunvirato. Así, en la madrugada
del 25 de abril, Donald Reid Cabral, presidente del gobierno de facto se vio forzado a
renunciar, siendo sustituido por José Rafael Molina Ureña, como presidente provisional.
Molina Ureña había sido presidente de la Cámara de Diputados en el gobierno de Juan
Bosch y como el presidente del Senado, que lo era Juan Casanovas Garrido, no estaba
en el país, de acuerdo con la Constitución de 1963 le correspondía al primero
desempeñar la Presidencia hasta que su titular constitucional regresara al país.

La nueva crisis política que surgió a raíz del golpe que depuso al Triunvirato dividió a las
Fuerzas Armadas en dos bandos irreconciliables: el de los constitucionalistas, que en
principio lideraba el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez (quien se encontraba
en el exilio), y el de los adictos al Triunvirato, que además se oponían al retorno de Bosch.
Este último grupo, con asiento en la Base Aérea de San Isidro, donde operaba el
poderoso CEFA, lo dirigía el coronel Elías Wessin y Wessin.

Los militares constitucionalistas, entre los que se destacaban Francisco Alberto


Caamaño, Manuel Núñez Noguera, Hernando Ramírez, Héctor Lacha pelle y otros,
decidieron distribuir armas entre la población civil a fin de oponer resistencia al grupo
militar de San Isidro y también al grupo de San Cristóbal, que habían designado una
Junta Militar que apenas duró tres días. En cuestión de horas, estos dos bandos militares
iniciaron una serie de enfrentamientos bélicos que desencadenaron en lo que se conoce
como Revolución de Abril.

La guerra patria
El presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, atendiendo a una petición que
le hizo la Junta Militar de San Isidro, ordenó el envío a la República Dominicana de tropas
de la Infantería de su país con el propósito de proteger las vidas de ciudadanos
norteamericanos que “supuestamente estaban en peligro”. Fue la segunda ocasión en
que, durante el siglo XX los Estados Unidos ocupaban militarmente República
Dominicana; pero, a diferencia del período 1916-1924, la ocupación militar de 1965, que
comenzó el 28 de abril, no abarcó todo el territorio nacional, sino que se limitó a la ciudad
capital.

En cuestión de días, aproximadamente 42,000 soldados norteamericanos, apoyados por


una imponente escuadra naval que incluía portaaviones, tanques de guerra, helicópteros
y los más sofisticados armamentos, ocuparon la ciudad Primada de América y de
inmediato establecieron un corredor de seguridad que dividió en dos zonas la capital de
la República.
La Revolución y Guerra de Abril.

El conflicto se inicia cuando un grupo de oficiales jóvenes se propone restaurar el


gobierno constitucional del destituido presidente Juan Bosch, primer gobierno elegido
democráticamente en las urnas tras el ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas
Trujillo.

El profesor Juan Bosch es derrocado siete meses después de haberse juramentado


como presidente constitucional de la República (el primer Presidente electo
democráticamente luego de los 30 años de la dictadura Rafael Leónidas Trujillo), el 24
de septiembre de 1964, por una facción de las Fuerzas Armadas liderada por Elías
Wessin y Wessin. Esto sucede tras la promulgación de la Constitución de 1963, que
establecía, entre otras cosas, la libertad religiosa y de expresión, la libertad política, el
derecho a la vivienda, la igualdad entre hijos naturales y los nacidos bajo matrimonio, así
como el retorno de los disidentes políticos y exiliados durante el régimen trujillista.

Crisis política y Militar.

La tarde del 24 de abril de 1965 se puso en marcha el proceso político y militar tendente
a retornar al profesor Juan Bosch a la presidencia y restablecer la Constitución de 1963.
Los cuatro días que siguieron a ese acontecimiento pueden considerarse entre los más
intensos y complejos de la historia dominicana.

Mientras se producían estos acontecimientos en el centro político de la ciudad, las


fuerzas militares de San Isidro, polo opuesto a las fuerzas militares constitucionalistas,
bombardearon indiscriminadamente una extensa zona de la ciudad de Santo Domingo,
al tiempo que comenzaron a quebrar la fuerte resistencia que habían puesto los militares
y civiles constitucionalistas en los alrededores del puente Duarte.
Gobierno Constitucionalista.

Los constitucionalistas toman por asalto la Fortaleza Ozama, con su arsenal de


armamentos y hacen prisioneros a numerosos agentes de la policía. El CEFA y los
sectores opuestos a la revolución acusan a las tropas de Caamaño a estar dominadas
por comunistas.

Mientras tanto el entonces presidente de los Estados Unidos Lyndon B. Johnson afirmó
“Los Estados Unidos no pueden, no deba y no va permitir el establecimiento de gobiernos
comunistas en el hemisferio occidental”.

El presidente Lyndon B. Johnson, acusando a la revolución constitucionalista de


comunista ordena el desembarco de 42,420 militares entre marines y soldados de la 82ª
División Aerotransportada del Ejército de los Estados Unidos, mientras la VII Flota de la
Armada estadounidense bloqueaba y cañoneaba la ciudad de Santo Domingo, con el
propósito de controlar la situación.

Segunda Intervención Militar de los Estados Unidos.

La segunda ocupación estadounidense de la República Dominicana (1965-1966),


además llamada Operación Power Pack, 2 comenzó con la entrada del Cuerpo de
Marines de los Estados Unidos en Santo Domingo el 28 de abril de 1965. Más tarde, se
le unió la mayoría de la 82ª División Aerotransportada del Ejército de Estados Unidos y
su casa matriz la «XVIIIth Airborne Corps».

La intervención terminó en septiembre de 1966, cuando la primera Brigada de la 82ª


División Aerotransportada, último remanente de la unidad estadounidense en el país, fue
retirada.

La decisión de intervenir militarmente en la República Dominicana fue una decisión


personal del presidente de los Estados Unidos' Lyndon Johnson. Este, convencido de la
derrota de las fuerzas leales y por temor al surgimiento de "una segunda Cuba" en el
Caribe, ordenó a las fuerzas armadas estadounidense la restauración el orden.
Hasta ese momento, todos los asesores civiles habían estado en contra de la
intervención inmediata, abrigando la esperanza de que la parte lealista pudiera poner fin
a la guerra civil. El presidente Johnson, sin embargo, siguió el consejo de su embajador
en Santo Domingo, W. Tapley Bennett, quien argumentó la ineficiencia y la indecisión de
los líderes militares dominicanos. Bennett sugirió que los EE.UU. interpusieran sus
fuerzas entre los rebeldes y los de la Junta, y que aplicaran así un alto el fuego. Luego,
los Estados Unidos pidieron a la Organización de Estados Americanos la negociación de
un acuerdo político entre las facciones opuestas.

Intervención de la OEA.

La Organización de los Estados Americanos (OEA) para darle carácter multilateral a lo


que había sido una intervención unilateral de este país en un conflicto interno en otro
país. Así, el 6 de mayo de 1965, la X Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores, actuando a requerimiento de Estados Unidos, adoptó la decisión de crear una
Fuerza Interamericana de Paz (FIP) en la que participarían tropas de varios países de la
región.

Un hecho particularmente notable de la decisión de la OEA fue que la misma requería el


voto favorable de por lo menos catorce países, y como a la posición de Estados Unidos
le faltaba un voto para ganar, el voto decisivo fue dado por no otro que el embajador
dominicano ante la OEA designado por el Triunvirato, quien obviamente no tenía
autoridad alguna porque el Triunvirato había dejado de existir y la Junta Militar
encabezada por el coronel Benoit no había sido reconocida, ni nunca fue reconocida, por
ningún país miembro de la OEA. A favor de la Resolución que creó la FIP votaron
Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Colombia, El Salvador, Estados Unidos,
Guatemala, Honduras, Haití, Nicaragua, Panamá, Paraguay y República Dominicana.
Votaron en contra México, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay. Venezuela se abstuvo.

Negociaciones y la Reconciliación Nacional.


Las negociaciones los constitucionalistas lograron con la OEA la redacción de un “Acto
Institucional” basado en la Constitución de 1963 y suscribieron el “Acta de
Reconciliación”.

El “Acta de Reconciliación” dispone que los militares que combatieron en la Guerra de


Abril debían reintegrarse a los cuarteles y sus superiores que lo desearen, podrían salir
del país con la ayuda del Gobierno Provisional.

A su vez, las fuerzas de ocupación permanecerían en el país hasta la celebración de las


elecciones generales para escoger el próximo Gobierno constitucional y su
Juramentación.

Durante ese período Estados Unidos logró influir en la formación de los militares
dominicanos, lo que se reflejaría en sus actuaciones. El Presidente Héctor García-Godoy
logró organizar las primeras elecciones después de la Guerra de Abril.

El miércoles 25 de La Guerra Civil


septiembre de 1963, después de Dominicana de 1965, n las primeras
sólo siete meses en el cargo, horas de la mañana los militares Las elecciones del
Bosch fue derrocado por un golpe constitucionalistas entran a la ciudad primero de junio de 1966 permitieron
de estado encabezado por el de Santo Domingo y obligan a el regreso al poder de Joaquín
coronel Elías Wessin y Wessin y renunciar a Reíd Cabral. El pueblo se Balaguer, uno de los intelectuales y
sustituido por una junta militar de lanza a las calles ocupando el Palacio cercanos colaboradores del dictador
Nacional en respaldo del contragolpe Rafael Leónidas Trujillo.
tres hombres. Bosch volvió a
de estado.
1963 1964 1965 1965 1966

El régimen del
triunvirato integró su gabinete con La segunda
representantes de todos los ocupación estadounidense de la
partidos golpistas. La política República Dominicana (1965-1966),
asumida por el triunvirato además llamada Operación Power
respondía claramente a los Pack, 2 comenzó con la entrada del
intereses mas atrasados de la Cuerpo de Marines de los Estados
burguesía y empresario tradicional Unidos en Santo Domingo el 28 de abril
de la república. de 1965.

Leer más:
http://www.monografias.com/trabaj
os81/gobierno-del-
triunvirato/gobierno-del-
triunvirato.shtml#ixzz55EVlwZWp
CARACTERISTICA DEL GOBIERNO DEL DR. JOAQUIN BALAGUER

Obviamente, esta inversión pública estaba fuertemente centralizada en su persona, que


lo convertía en una figura necesaria por las obras de infraestructura que creaba.

Además, con ello creaba una casta de contratistas que eran capaces de dar la vida por
él, aunque llegó a decir que “la corrupción era tan grande que sólo se detenía en la puerta
de su despacho”.

El último de sus grandes proyectos fue el Faro a Colón, un monumento faraónico a


Cristóbal Colón en Santo Domingo de Guzmán que erigió en 1992 a pesar de las críticas
y del alto costo para conmemorar la Celebración del V Centenario del Descubrimiento de
América.

Políticos y observadores de la historia dominicana también critican el ambiente de


represión política y censura que se dio cuando Balaguer ocupó el poder, sobre todo
durante el gobierno de los doce años, y los vínculos estrechos que tuvo con el régimen
trujillista de (Rafael Leónidas Trujillo) antes de convertirse en uno de los caudillos más
significativos de República Dominicana.

Fue objeto de fascinación e incluso de inspiración literaria como es el caso del personaje
de ficción de la novela «Los que falsificaron la firma de Dios» del escritor dominicano
Viriato Sención. Asimismo, aparece en «La fiesta del chivo» del peruano Mario Vargas
Llosa.
Entre los lemas de campaña de su partido se encontraban, “Lo bueno no se cambia”
(1974-1978) “Cuatro años más y después hablamos” (1990-1994) “Y vuelve y vuelve
Balaguer” (1982-1986) “Y sigue y sigue Balaguer” (1994-1998), “Lo que diga Balaguer”
(1994-1998) y ” Adelante compatriotas, a paso de vencedores”, entre otros.

Su legado en República Dominicana es contradictorio. Mantuvo una relativa estabilidad


política y económica en el país por muchos años, centralizó todas las decisiones
gubernamentales y lanzó programas masivos de construcción de carreteras, puentes,
hidroeléctricas y monumentos, con la intención clara de que su impronta personal
quedara marcada en piedra -aun y cuando las clases más pobres continuaran sumidas
en la miseria.

CONCLUSION

La era de Trujillo constituye un periodo de caracteres económicos y políticos,


implantando 30 años de violencia y sangre en nuestro país. Supo manejar todos los
puntos cardinales de nuestro país y administrar todas las empresas del Estado.

De Trujillo podemos decir que era una hombre ambicioso, sin escrúpulos ni sentimientos
que solo buscaba su bien particular a costa del pueblo que gobernó con puño de hierro.
Podemos concluir diciendo que la Era de Trujillo es como una cicatriz que vivirá por
siempre en el recuerdo de todos los dominicanos aun en los que no la vivieron porque
su herida fue tan profunda que en las generaciones venideras seguirá presente, el
recuerdo de Trujillo es historia que debemos de conocer y nunca olvidar.
"Después de muchos años de desgracia, terminada la fatalidad y el desorden, es tiempo
de que pensemos mejor y de que busquemos hacer la felicidad del pueblo dominicano
por medio de la Rectitud, la Libertad y el Trabajo"
BIBLIOGRAFIA

https://ecured.cu/República_Dominicana

http://www.edupunto.com

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