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DIVINO DISCURSO

AÑO NUEVO 2022

Na ham manuśyo na cha deva yakśa


Na brahmachārigrahi vanaprasthāha
Na Brāhmana Kśatriyo Vaiśya śudraha
Aham Sadgurum Sathya Bodhakaha
Aham Sadgurum Jana sevakaha

No soy un humano ni un dios ni un semidiós.


No soy Brahmán, Kśatriya, Vaiśya ni śudra, no pertenezco a ninguna
casta.
No pertenezco a ninguna etapa de la vida, ya sea brahmachari,
grahastha, vanaprastha o sanyasi.
Soy simplemente un guía, un maestro de la verdad.
Soy simplemente un guía, un servidor de la sociedad.

He elegido este día para hablar a todos los devotos y seguidores,


a todos los simpatizantes, a los estudiantes, al personal y a todos
los que están relacionados de una u otra forma con esta Misión,
porque sólo en un día de Año Nuevo puedo conseguir la atención
de todos.

El Año Nuevo, el Año Nuevo del calendario, es un momento que nos


ayuda a mirar nuestro pasado, a comprender nuestro presente y a
planificar el futuro. Es un momento muy bonito en el tiempo, un
momento de año nuevo. Los momentos están ahí todos los días pero
no les damos la atención necesaria, el respeto necesario, la seriedad
necesaria, pero el momento del año nuevo es así. Pensamos en lo
que fuimos, pensamos en lo que somos y también pensamos en lo

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que queremos ser. Todo eso se encierra en este momento del año
nuevo. Sentí que este era el mejor momento para hablarles a todos
ustedes.

He pensado en empezar por definir quién soy. Soy simplemente un


maestro para enseñar la verdad. Soy simplemente un guía para
guiar en el camino del servicio. Ni más ni menos, y esto es lo que
se me ha encomendado. Este es mi destino en esta vida. Este es
mi propósito y mi destino. Por lo tanto, debo cumplirlo pase lo que
pase. Hoy les hablo como Sadguru Sri Madhusudan Sai.

Hace diez años me llegó una llamada desde mi interior para hacer
algo más que ganarme la vida, hacer algo cómodo para mí y mi
familia. Y esta llamada no era de afuera, esta llamada era de
adentro. Este anhelo necesitaba orientación, necesitaba apoyo,
necesitaba mentores, necesitaba un gurú. Y como había este anhelo
de hacer el bien, automáticamente encontró el camino hacia el Gurú.
El Gurú estaba esperando. Hasta entonces Sathya Sai Baba, o
nuestro Swami, nuestro Bhagawan, había sido una madre, un padre,
un amigo, un confidente. Pero entonces Él asumió el papel de un
Gurú que guiaba el camino. Fue fácil para mí caminar, porque
simplemente hay que seguirlo. Igual que los niños caminan detrás de
sus padres sin saber siquiera por qué camino van, sin saber siquiera
a dónde van, sin saber siquiera cuáles son las dificultades, los
obstáculos, las subidas y bajadas. Simplemente, a ciegas, con total
fe, siguen a sus padres, y es muy fácil. Así fue durante los últimos
nueve años. Llega el décimo año, en medio de un denso y profundo
bosque. No ven dónde está su padre, no ven dónde está su madre,
están solos gritando "Padre, ¿estás aquí? Madre, ¿estás aquí?" y
sólo pueden escucharles "Sí, estamos aquí. Sigue caminando, no
mires atrás. Sigue caminando".

Pero tengo miedo, estoy preocupado, estoy ansioso. ¿Estoy en el


camino correcto? ¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Estoy diciendo las
cosas correctas? ¿Estoy pensando de la manera correcta? Estoy
acostumbrado a caminar detrás de Ti. Estoy acostumbrado a
caminar contigo, cogido de tu mano. Ahora estoy solo. Estoy solo.
¿Estoy en lo cierto, estoy en lo correcto?

Estas preguntas empezaron a nublar mi ser y sólo pude oír una


respuesta lejana: "Sigue caminando, sigue caminando".

Seguí caminando.

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En cierto modo, el tiempo de Covid fue una revelación para todos,
incluso para Mí. Me abrió el ojo interior. Me abrió el ojo que me
mostró la verdad real. Que ya no se puede caminar detrás de nadie.
Que hay que caminar, aunque sea solos. Y esa figura paterna, ese
ángel de la guarda, ese Gurú, el Maestro, no aparecía por ninguna
parte como lo había hecho antes, durante tantos años. Y en medio de
la oscuridad y de un lúgubre bosque, especialmente cuando era la
época de Covid, y las cosas se desmoronaban, estábamos todos
solos de pie, pero entonces las palabras sonaron en mi oído: "Sigue
caminando, sigue caminando. Estás en el camino correcto, sigue
caminando. Sé desinteresado, no tengas miedo, sigue caminando".
Caminar fue lo que hice, y cuando caminé, cientos y miles caminaron
conmigo. Así es como estamos donde estamos. Cuando un discípulo
está preparado, el Gurú aparece. Cuando un discípulo está realmente
preparado, el Gurú desaparece. El Gurú apareció cuando había
disposición a escuchar, a seguir. El Gurú desapareció cuando pensó
que era suficiente.

En química hay un término llamado "catalizadores". ¿Han oído


hablar de eso? Porque Yo he estudiado química (sonríe). Este
catalizador aparece en la reacción en el momento adecuado y en las
proporciones correctas, para aumentar la velocidad de reacción o
para permitir que la reacción haga que se formen los productos. Y
luego, cuando la reacción termina y se han formado los productos, el
catalizador desaparece. En el sentido de que su papel ha terminado.
Un Gurú es como un catalizador. Viene en el momento adecuado
para asegurarse de que hacen lo que tienen que hacer y, una vez
que sabe que son capaces de hacerlo, desaparece.

Ahora muchos de ustedes se preguntarán "¿Dónde está nuestro


Bhagawan Sri Sathya Sai Baba? Dijiste que estaba en sthūla
sharīra, luego dijiste que estaba en sūkśma sharīra. ¿Ahora, en qué
sharīra?"

¡Él está en todos! Esto es lo que he descubierto. Lo confinamos a


un nombre y a una forma como nuestros padres. Un día todos
nosotros perderemos a nuestros padres. No podemos caminar todo
el tiempo sosteniendo sus dedos. Los perderemos. Aprenderemos a
caminar por nosotros mismos, y ese es el papel que Él desempeñó.
De ser una madre, un padre, un hermano, una hermana, un amigo,
un confidente y lo más importante, un Gurú, ¡se convirtió en uno
con todos! Por lo tanto, la responsabilidad de caminar ya no era
suya. Ya no tenía que empujar, empujar, engatusar, incluso a veces
amenazar para que sigamos caminando. Simplemente no estaba
allí. Simplemente dijo: "Camina. Sigue caminando, sigue caminando

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por este camino. Esto es lo que hay".

A decir verdad, me enamoré de Bhagavan Sri Sathya Sai Baba no


porque supiera que era Dios. No tenía experiencia de sus milagros
divinos. De niño había oído de ellos, pero no lo sabía. Pero la
primera vez que llegué a Puttaparthi, desde la estación de
Dharmavaram, mientras viajábamos en un autobús, alguien que me
acompañaba, una persona mayor que era mi tutor, me mostró el
hospital de Puttaparthi, el hospital de superespecialidades, y me
dijo: "Sabes, Baba construyó esto para los pobres. No cobran ni una
rupia a los pacientes". Al instante me enamoré de Baba. Él es
diferente. No es un gurú que se sienta en un alto pedestal y no para
de dar conferencia tras conferencia. No es una lumbrera espiritual
que va por el mundo asistiendo a talleres, conferencias,
inaugurando y clausurando diversas reuniones y eventos. Es mucho
más que eso. Es un Gurú práctico. ¿Por qué debería construir un
hospital siendo una persona espiritual? Podía haberso ocupado de
lo suyo como hacen la mayoría de los Mathaadipathis (líderes de
centros espirituales), cumplir con su ocupación y seguir enseñando
y predicando. No, Él trabajaba para la gente, y eso realmente me
hizo enamorarme de Swami. Eso me hizo sentir mucha cercanía
con Él, y creo que ahí empezó la historia.

Después, por supuesto, hubo el darshan físico, y ya saben lo que


pasa entonces. Uno se pierde a si mismo. Incluso hoy soy Sathya
bodakaha como dije, soy el orador de la Verdad, soy el maestro de la
Verdad, no puedo mentir y debo decirles la verdad. Cuando camino
en medio de ustedes, simplemente camino como una representación
de la Divinidad. No una representación de ninguna forma particular de
la Divinidad. Camino con ustedes, camino en medio de ustedes
porque así lo quiere la Divinidad. Un minuto antes no sé, un minuto
después no recuerdo. Simplemente sigo lo que me pide la Divinidad.
Y ahora comprendo quién es mi Maestro, quien fue el Maestro y
quién será el Maestro.

¿Por qué entonces se tomó hoy este tema? Cuando alguien dijo que
diera un mensaje para el nuevo año, podría haber continuado con
"sean buenos, miren lo bueno, hagan el bien. Sean sinceros,
serviciales, sacrificados. Ámense los unos a los otros, sírvense los
unos a los otros". Podía haber seguido así. Hemos escuchado esto
año tras año, cada año nuevo y, por supuesto, nos hemos esforzado
por practicarlo. Pero hoy quiero decirles que ustedes y yo no somos
diferentes en esta Misión de Sai. El hecho de que yo hable desde
este lado y ustedes escuchen desde aquel lado no nos hace estar
separados unos de otros. Eso no me hace a mí más alto ni a ustedes

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más bajos. Eso no hace ninguna diferencia. Es un papel que está
destinado a ser, y todo el mundo está en un rol, todo el mundo tiene
que actuar según su papel. Todo el mundo lo hace lo mejor que
puede. Pero lo que quiero decir con "La misión Sai es mi misión" es
que en tanto pensemos que estamos trabajando para alguien, ¡nunca
trabajaremos lo suficiente! Nunca trabajaremos con todo nuestro ser.
Nunca trabajaremos con esa inversión completa de nuestro tiempo,
energía, nuestros pensamientos y emociones. Retendremos algo
para nosotros mismos.

Mientras trabajamos para alguien, están ustedes y hay alguien.


Pero cuando trabajan para ustedes mismos, solo se trata de
ustedes, y están completos. Cada célula suya está involucrada, está
invertida en ese trabajo. Esto es lo que me dijeron cuando estaba
parado, como dije, en ese bosque oscuro de soledad buscando
ayuda, buscando orientación. Buscando tomarme de otro dedo para
seguir caminando. Esto es lo que se me dijo: "¡Esta es tu Misión!
Trabaja por ella". ¡Hacer el bien al mundo es la misión de todos!
Para eso hemos nacido. ¡En ese bien sucede todo lo demás! El bien
también nos sucede a nosotros. En el bienestar del mundo se cuida
nuestro bienestar. No hay un esfuerzo separado. Pero aquellos que
se esfuerzan por cuidarse a sí mismos y solo después se ocupan
del mundo, lo están haciendo mal. Esto es lo que he aprendido.
Hagan el bien a todo el mundo y su propio bien será atendido,
recibirá atención.

Les pido una y otra vez: hoy estoy aquí con una forma y con un
nombre, y sea cual sea la forma en que se relacionen conmigo, está
bien. Si mañana no estoy en este lugar debido al tiempo y a las
situaciones, ¿qué van a hacer? ¿Buscar otro cuerpo sutil, otra forma,
otro nombre al que aferrarse para obtener consuelo, valor y
confianza? ¿O aprenderán a volar y a caminar por sí mismos? Pensé
que haría un gran daño si Yo hacía que todo el mundo dependiera de
otro nombre y otra forma. No habría conseguido lo que me había
propuesto, y por eso es importante para Mí transmitir que cada uno
debe caminar por su propio pie. ¡Usedes son capaces de hacerlo!
¡Son Dios, son divinos tal y como son!

Ashtavakra dice:
'muktābhimānī mukto hi baddho baddhābhimānyapi.
kiṃvadantīha satyeyaṃ yā matiḥ sā gatirbhavet'

Aquellos que piensan que son libres, son libres ahora y aquí.
Aquellos que piensan que
están atados, están atados para siempre. Lo que pienses

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es lo que eres. En eso te conviertes.

Esta es la verdad que dice Aśtavakra. Ustedes son libres, tales y


como son. Entonces, ¿por qué no se sienten libres? Porque no lo
creen. No creen que son libres. Tienen miedo de no ser libres, y
dependen de las cosas para sentirse cómodos. El día en que piensen
"el bolígrafo que tengo en el bolsillo, tanto si lo tengo en el bolsillo
como si se lo regalo a otra persona, no supone ninguna diferencia
para mí", ese es el día en que son libres. Pueden tener tanta ropa en
el armario como Yo. Los devotos siguen regalando prenda tras
prenda. No creo que me alcance la vida para ponérmelas todas.
Siguen llegando. El día que renuncié a la idea de retener algo para mí
es el día en que me liberé. A partir de ese día no hubo miedo, no
hubo egoísmo. Sólo hubo abundancia.

Lo que quiero transmitir en este nuevo año es: "Si quieren trabajar
para Sai tienen que trabajar como Sai". Cualquier cosa menos que
eso, no sería una buena contribución al trabajo de Sai, y Sai es el
desinterés personificado. Nada más y nada menos. ¡El desinterés
personificado! Ni un rastro de egoísmo, ¡completamente
desinteresado! En el momento en que se preocupan por sus relojes
y teléfonos y casas y familias, si eso les impide hacer el bien, no son
libres. No significa que lo abandonemos todo diciendo "Ahora soy
libre". Incluso entonces puede que no sean libres, porque "lo estoy
abandonando todo".

El día en que no importa si algo está o no está, es el día en que


somos libres. No hay esfuerzo para deshacerse de ello, no hay
esfuerzo para ganar y mantener. Nada de esto existe en ese
espacio. Es entonces cuando somos libres. Hasta entonces
estamos atados, a sabiendas o sin saberlo, todos estamos atados.
Todos somos dependientes. Hasta entonces, este trabajo no ha
ocurrido.

Mientras continúen las actividades de servicio, más gente vendrá,


más cosas sucederán, y es bajo una gran voluntad divina que esto
está sucediendo. No es mi voluntad, ni la de ustedes, ni la de
nadie. Puede que nos guste atribuirlo a alguien, a alguna persona,
a algún nombre o forma que elijamos. Pero la verdad es que hay
un Brahman, y que es su voluntad. Y ese Brahman trabaja con
aquellos que son puros, desinteresados, y cuyo único lema en la
vida es hacer el bien a los demás. No están preocupados por sí
mismos. Sólo se preocupan por los demás. A ellos viene por sí
misma esa Divinidad, en busca del altruismo, y los abraza, los
transforma en divinos y logra grandes cosas.

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Este es el ejemplo físico, terrenal, como he dicho. La mayoría de las
veces sacudimos la cabeza con incredulidad diciendo: "No, esto no
me gusta. ¡Esto es un descenso! Sri Rama descendió, Sri Krishna fue
un Avatar, también lo es Sathya Sai Baba. ¡No es mi trabajo! Eso no
es para mí. Estoy destinado a venir aquí, tener darshan y sentirme
bien por ello y luego volver y hacer lo que tengo que hacer como un
limitado ser humano". Hay que descartar ese pensamiento. Como soy
ahora y aquí, soy divino, debo vivir de acuerdo con eso. Si hay un
rastro de un poco de egoísmo, habrá miedo. Donde hay miedo no
puede haber Dios, porque Dios es abhaya. Se ha dicho abhayasya
pāraye. Él está más allá del miedo y de no tener miedo. Se dice que
Él está incluso más allá de esa dualidad. Si hay miedo hay egoísmo,
y si hay egoísmo no puede haber Dios; ¡al menos no en toda su
gloria! Entonces, la Misión de Sai consiste en que ustedes sean ese
Dios que están destinados a ser. En ese Dios sucederá todo lo
bueno. El único momento en que el bien no ocurre es cuando no nos
comportamos como Dios. De lo contrario, el bien sucederá tanto
como sea necesario. Así que esta es la esencia del mensaje de este
año. Este año, esforcémonos por ser Dios, para que el bien pueda
suceder a través de nosotros. Y todo él, no solo una parte. Todo
puede ocurrir a través de nosotros, a través de cada uno de
nosotros. Este es el mensaje.

Hago un llamamiento a todos los niños que están sentados aquí, a


todos los devotos, a todos los seguidores, a todos los que están
asociados de una forma u otra, directa o indirectamente, para que
se sienten y contemplen lo que acaban de escuchar. Y si es
necesario, escúchenlo una y otra vez, porque no tendremos de
nuevo la oportunidad de decir o escuchar lo que acabo de decir.
Estaba destinado a ser para hoy, para ahora, y por lo tanto sucedió
de esta manera, pero presten mucha atención. Contemplen lo que
se está diciendo, porque llegará un día en que no existiré. No tengo
ningún problema con eso (risas). Pero algunos de ustedes pueden
tenerlo y no quiero que nadie tenga ningún problema.

Si estoy aquí como esta forma y nombre o si mañana no lo estoy,


no quiero que nadie dependa de esta forma y este nombre. Ustedes
disfrutan de la presencia de la Divinidad, y hacen lo que se les
solicita, como debe ser. Pero en el fondo deben aprender a valerse
por sí mismos. Deben desplegar sus alas y emprender su propio
vuelo. Su propio camino les pertenece. Su propio destino les
pertenece. No puede ser copiado, no puede ser imitado. Es de
ustedes. Este año se trata de ser ustedes mismos. Ser su
verdadera divinidad, que es Dios, y que un enorme bien ocurra a
través de cada uno de nosotros. Sigan repasando una y otra vez, si

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todo lo que tienen, todo lo que creen tener, les importa o no. Si no
les importa tenerlo o no tenerlo, están en el camino correcto.

Además, diré unas palabras a la fraternidad de exalumnos. Hay


personas que diseñaron una aplicación. Esto fue mi visión durante
cuatro o cinco años. De alguna manera, esto tuvo avances y
retrocesos, pero todos los que han probado el néctar del amor de
Sai tienen una responsabilidad, tienen un gran trabajo que hacer.
Espero que todos se conecten y hagan lo que es necesario hacer, y
cumplan con su destino en esta misión de Sai, que es la misión de
todos.

A todos les deseo un muy feliz año nuevo. Feliz año nuevo en
términos de que sean felices y hagan felices a todos a su
alrededor. No sólo en este día, sino a lo largo de todo el año, con
sus pensamientos, palabras y acciones. Transmitiendo amor y
bendiciones a todos, concluyo.

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