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ENTREVISTA GRABADA
ENERO DE 1968
Hislop: No percibimos la vida con absoluta claridad; sin
embargo, estamos todo el tiempo actuando, y las ac-
ciones poco claras hacen confusa la vida. La confusión
nos hace desgraciados y, en un esfuerzo por cambiar
las cosas, acumulamos ideas respecto de la Verdad, de
Dios y de la Realidad. Pero imaginar esto no remueve
la confusión. La vida sigue confusa. De modo que la
pregunta es: ¿cuál es el factor que impide que veamos
claramente la verdad de la vida?
Sai: He aquí otro ejemplo: En una casa, cada uno realiza una
tarea particular y así se reparten las tareas. En la noche,
cuando la familia se halla reunida, nadie dice: «Padre, yo
hice tal y cual cosa y debes pagarme por ello». Es un ho-
gar, de modo que nadie demanda un pago, sino que sim-
plemente lleva a cabo el trabajo. Pero si viene alguien de
afuera, se le fija un salario y se le paga de acuerdo a él.
El hecho de que se le pague indica que es forastero. Pe-
ro cuando pasan a ser parte de la familia, no se les paga:
trabajan con interés y no esperan una remuneración. Con
Dios sucede de manera similar. Cuando piensan que Dios
es lo más cercano y lo más querido, como uno de la fa-
milia, no piden recompensa. Aquel que se entrega así, pa-
sa a ser Mío y no necesita preocuparse por la recompen-
sa. Pero aquel que dice: «He hecho tal cantidad de
prácticas espirituales», y regatea con Dios diciendo “por lo
tanto me debes tal o cual recompensa”, ése establece la
diferencia, es un forastero. El niño pequeño no le dice a
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 19
Sai: Con todos los perros juntos vas a tener un gran pro-
blema. Diez cachorros cada hembra.
Sai: Cada día debe ser dulce como éste, para que Swami
haga de nuevo el azúcar.
(Fin de la entrevista)
II
ENTREVISTA GRABADA
AL DÍA SIGUIENTE
J. H.: ¿Qué significa la entrega al Señor en cosas cotidianas
y corrientes como afeitarse, salir de compras, salir a ca-
minar y otras por el estilo?
Sai: No, no. Eso no está bien. ¿Han venido de tan lejos para
ver a Sai y piensan tomar un taxi para ir a Bangalore?
Sai se avergüenza. Deberían dejar que Sai se ocupe de
ello, y no hacerlo ustedes mismos.
Sai: ¿Cuántos hay aquí? Dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete,
ocho, nueve, diez... doce.
Sai: ¡Ah sí! Cuando hacen amistad con Dios, las tres gu-
nas se alejan de ustedes. El ego, la ira y los celos se
van. Científicamente también, la sangre va hasta la
coronilla y luego circula de regreso. Cuando va allá
y regresa, se produce velocidad, circula más rápido.
Este es un punto muy importante en la vida.
Sai: Sí.
Sai: ¿Ves? Son bellos, pero su valor no es muy alto. (Va don-
de ella y le pone Él mismo los aretes en las orejas, en
medio de las diversas exclamaciones de los presentes.)
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 43
(Fin de la entrevista)
46 John S. Hislop
III
J. H.: Swami dice que «todo lo hace el Señor y no ustedes».
Sin embargo, en todo el mundo existe la idea de que el
hombre es responsable de sus acciones.
J. H.: Pero Swami, uno siempre piensa que tiene una fe ple-
na. ¿Es que existe un autoengaño?
Sai: En tanto uno piense que tiene fe, no la tiene. Del mis-
mo modo en que cuando uno sabe que está meditan-
do, en realidad no medita. Sólo cuando la meditación
se produce automáticamente durante todo el día, se
medita realmente. La fe plena se logra mediante la prác-
tica espiritual, del mismo modo en que uno logra llegar
a Bombay acercándose en esa dirección.
Sai: Las mujeres tienen sus deberes en la casa, con los hi-
jos y con el marido. En general están muy ocupadas.
Pueden meditar en las mañanas y las tardes. Y durante
el día, todo aquel trabajo que realizaban para los de-
más, empezar a hacerlo como adoración a Dios. Ese es
el mejor sadhana para las mujeres.
IV
J. H.: Hasta el conductor del taxi que me trajo esta mañana
desde el aeropuerto relataba las más asombrosas expe-
riencias respecto de “las lilas” de Swami (los juegos Di-
vinos del Señor). Y los funcionarios del aeropuerto de
Bombay contaron otras historias milagrosas sobre suce-
sos en sus hogares.
V
J. H.: Swami, parece que ha pasado algo aquí, hay agua al-
rededor de esta caja, se van a mojar los saris (vestimen-
ta femenina). (Swami levantó la tapa, y los que estába-
mos junto a Él pudimos ver que los bordes de los saris
estaban mojados. La caja de cartón que contenía cuatro
saris estaba colocada sobre una mesa, para el Dhar-
makshetra* en Bombay. Swami había seleccionado no-
venta y seis saris para distribuirlos entre algunas de las
damas voluntarias, y de los cien que se habían traído pa-
ra que los inspeccionara, estos cuatro se habían puesto
en la caja para devolverlos más adelante al vendedor. La
mesa no estaba cerca de ninguna fuente de agua, y tan-
VI
Visitante: Uno se mira en el espejo. A medida que uno se
va alejando, la imagen se va haciendo más pequeña.
Yo estoy sentado aquí y miro a Hislop, y mientras más
me aleje, más pequeño se hace Hislop. Pero en reali-
dad, Hislop no es más pequeño, él mismo no ha cam-
biado. Por lo tanto, no puede ser que lo esté mirando
a él, siendo que está ciertamente allí. Entonces, ¿qué
es lo que vi cuando creía estar viendo a Hislop? Y si
Hislop no es eso que veo, ¿entonces qué es Hislop? ¿Es
que, de una u otra manera estoy viendo un reflejo de
Hislop?
VII
(Un grupo de campesinos a quienes Swami les había
comprado un trozo de terreno junto al colegio, llegaron
56 John S. Hislop
Sai: No, las rupias extra son para que inicien algún tipo de
negocio. Porque ahora que han vendido el terreno, ¿en
qué van a ocuparse? Cada uno debe trabajar y ganarse
su sustento. Los billetes de diez rupias les dicen que
han visto muchas caras y verán aún muchas más. El di-
nero llega a vuestras manos, pero no se queda allí; en
tanto que la moral llega y se queda. El dinero viene y
va; la moral viene y crece. Para mucha gente el dinero
no es sino algo que produce agrado y lo emplea equi-
vocadamente con autoindulgencia, sin parar mientes
en lo que gastan; pero cuando llega una oportunidad
para aplicarlo con un buen propósito, se vuelven de in-
mediato extremadamente cautos y cuidadosos y ponen
toda clase de objeciones al gasto.
VIII
J.H.: Swami, fueron poco cuidadosos los conductores,
cuando en el camino a Simia maniobraban para mante-
nerse lo más cerca posible tras el coche de Swami.
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 57
IX
Sai: El Universo es un globo. La Tierra y todos los seres son
globos más pequeños dentro de él. Todo el Universo
está contenido en la mano de Baba.
X
Sai: Olviden el mundo. Renuncien al alma individual. Al-
cancen a Dios. De las diferentes prácticas espirituales, la
más efectiva es la repetición del Nombre de Dios. Si no
se lleva a cabo éste, el que le sigue en efectividad es el
Karma Yoga*. Si no se realiza sadhana alguno, entonces
basta el Amor a Dios. Amando a Dios no se necesita de
ninguna disciplina o práctica: basta el Amor a Dios.
XI
J. H.: ¿Por qué Baba establece colegios normales y no
religiosos?
Sai: Los padres que dan el cuerpo vienen antes que Dios.
J. H.: Es cierto, he oído decir que a los padres hay que con-
siderarlos como a Dios. Pero esta es la primera vez que
oigo decir que a la mujer de uno hay que considerarla
como a Dios. Creo que vas a tener algunos problemas
en este aspecto.
Estudiante: En mi corazón.
Estudiante: Él es Swami.
XII
J.H.: (En Prashanti Nilayam.) Swami, ¿qué es esa nueva
construcción al otro lado de los cobertizos?
XIII
J. H.: ¿Rezarle a Dios no viene a ser lo mismo que mendigar?
Sai: Sí, pero para qué molestar a Swami por un simple do-
lor de cabeza. Díselo también a los otros.
XIV
J. H.: ¿Cuál es el punto más sutil en las enseñanzas de
Swami? Y luego, en el círculo que rodea ese punto,
¿qué es lo que hay que hacer para tomar conciencia de
ese aspecto más sutil?
XV
Sai: Hay sólo Uno, no dos. Si uno ve a un segundo, es por-
que la maya (la seductora irrealidad llamada mundo),
está operando.
XVI
XVII
J. H.: El que una vez ha probado el azúcar, jamás tomará la
sal por azúcar. Si esa dicha de la que habla Swami es
nuestra real naturaleza, ¿cómo es que confundimos lo
irreal por lo real?
XVIII
J. H.: El coche en que viajamos posee ciertos factores na-
turales que no son ni buenos ni malos. Si se mueve,
tiene velocidad y momento, comparativamente, ¿cuá-
les son los poderes de la mente?
XIX
J. H.: Swami habla de Vedanta. ¿Qué es Vedanta?
Sai: No. No. ¿Quién eres tú? Descubre eso primero y luego
tendrás la respuesta a todas tus preguntas.
J. H.: Swami dijo una vez que el mundo emerge hacia afue-
ra desde el hombre, del mismo modo en que los seres
humanos emergen desde el cuerpo de la madre. ¿Signi-
fica esto el mundo entero del cual tenemos conciencia?
Sai: Hay una excepción. Hay una cosa que viene hacia el
hombre desde el exterior. Eso es el “ego” que se forma
por apego a los objetos externos. Una vez que se corta
el deseo por el mundo, el ego desaparece automática-
mente. Las impresiones que el hombre toma del exterior
son perjudiciales si se las considera como realidad. Pues-
to que el hombre mira hacia algo fuera de él y luego
crea, piensa que está reproduciendo el exterior. En tanto
que, de hecho, el objeto exterior visto no hace sino traer
a la memoria aquello que ya está en el interior. Cuando
los ojos están abiertos, uno ve la creación. Todos los se-
106 John S. Hislop
XX
J. H.: Uno se considera como un hijo de Swami. Swami
es como la madre, y confiamos en Él, de manera di-
recta si es posible y, si no, por medio de la oración o
escribiéndole.
112 John S. Hislop
XXI
J. H.: ¿Qué quiso decir Baba respecto de los rayos es-
pirituales que encierra un ser humano y que son
J. H.: Pero uno puede sufrir también por el dolor que ad-
vierte en otro.
XXII
J. H.: Anoche, al hablarles a los estudiantes, Swami dijo algo
que resulta enigmático: que los pecados de otra perso-
na pasarían a uno mismo con sólo tocar la piel de esa
persona.
XXIII
J. H.: El anillo que le di a Swami fue creado por un yogui.
Yo no quiero usarlo y no sabía qué hacer con él. Por
eso se lo hice llegar con un mensajero y la nota.
Sai: Ese fue otro atentado en contra tuya por intereses aje-
nos. Eres conocido como devoto de Baba y se trató de
desviar tu interés en otra dirección. Como lo que te su-
cedió en esa ciudad de Occidente. Estos intentos debes
rechazarlos de plano.
J. H.: Pero, Swami, ¿cómo pudo ser tan tonto como para tra-
tar de caminar sobre agua sin haberlo practicado antes?
XXIV
En el coche rumbo a Anantapur, un americano que enseña
en el Sathya Sai College de Brindavan, le dijo a Swami que
se sentía culpable por haber dejado de dictar clases y par-
ticipar en este viaje.
J. H.: Hay gente que declara que viaja en el plano astral me-
diante la proyección de su mente.
XXV
Visitante: Miro la fotografía de Swami sobre mi escrito-
rio, en mi casa, en mi país, y recibo las instrucciones
de Swami. Él me ordenó venir a la India para esta
conferencia.
XXVI
XXVII
Visitante: Veo la maldad en todas partes y estoy confundido.
Sai: Todos son buenos, pero hay acciones malas. Existe ac-
ción y reacción. En lo que respecta a las víctimas de
malas acciones, todo es absolutamente correcto. Noso-
tros vemos solamente el presente. Baba también ve el
pasado. Un niño de cuatro años fue atacado por mal-
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 131
XXVIII
J. H.: Hay momentos, Swami, en los que los sonidos si-
guen escuchándose de manera habitual, pero cada so-
nido está rodeado de silencio y es el silencio el que se
escucha.
Sai: Swami les habla desde un cuerpo y con una voz. Es-
cuchen de la manera habitual. Con el tiempo, el cuer-
po y la mente se van a segundo plano y se produce la
comprensión divina y directa.
J. H.: Muchas veces escuchamos que Swami dice: «Sí, sí, sí».
XXIX
J. H.: Cuando una persona está despierta, puede observar
que la experiencia que ha tenido en sueños es una pro-
yección de su propia mente. Swami dice que el estado
de “despierto” también es un sueño. ¿Dónde podemos
encontrar un punto favorable como para observar que
el estado de vigilia no es sino un sueño?
XXX
J. H.: Respecto de la crucifixión de Cristo, la figura de metal
de Cristo en la cruz que Swami creó, cuando se aumen-
ta varios grados una sección del metal, parece como si
tuviera nódulos. ¿Qué son?
Sai: Tendrás que hacer bastantes giras para visitar los Cen-
tros de Sathya Sai Baba. Y para ello, ya que estás pen-
sionado, no debes pagar de tu propio bolsillo.
J. H.: ¿Qué se debe hacer con ellos? ¿Un líder notorio consti-
tuye una excepción? Por ejemplo, ¿el director de un Cen-
tro Sai no puede dar clases de yoga o de cualquier tipo
relacionado con la práctica espiritual, y cobrar por ellas?
Sai: ¿En qué forma se podría practicar eso? Así y todo se-
guirá produciéndose la mezcla de una cosa con otra.
Este tipo de individuos deberán decidirse por uno u
otro camino. Dos caminos simultáneos no van. Y para
todos el caso es uno sólo. Los devotos que deseen de-
terminar un camino separado para sus organizaciones
son libres de hacerlo.
J. H.: Deben ser muy pocos los que pertenecen a este último
tipo. ¿Tal vez gente de un nivel socio-económico bajo?
Sai: Si por clase alta te refieres a los que guardan una tra-
dición y que han sido correctamente educados por sus
padres, entonces lo mismo valdría para un gran núme-
ro de campesinos de los pueblos de la India.
XXXI
Visitante: Swami, el señor X desea hacer una película sobre
los así llamados “años perdidos de Jesús”. Tiene bas-
tante experiencia en filmación y es un devoto de Sai.
146 John S. Hislop
Sai: ¿Se necesita una linterna para poder ver la Luna? Uno
ve la Luna gracias a la luz que emite. De manera simi-
lar, si uno desea ver a Dios, se le puede ver a través del
Amor, que es la luz de Dios.
XXXII
J. H.: Swami dice que el cuerpo, la mente y la inteligencia
no trabajan para nadie sino que realizan su propio tra-
bajo. ¿Qué significa ello?
XXXIII
J. H.: Cuando Swami dice: «La Forma del Señor», ¿qué es
lo que significa? Vale decir, cuando pienso en el Se-
ñor, viene a mi mente de manera natural la imagen de
Baba. ¿Pero qué hay más allá de ello?
XXXIV
J. H.: Swami dice que uno no debe hablar del Señor con
los que no son devotos. ¿Qué implicaciones tendría
ello?
XXXV
J. H.: ¿Tiene que pasar un cierto período de tiempo para al-
canzar la liberación?
XXXVI
(Un visitante, un príncipe de un Estado de la India, vino
a ver a Bhagavan para ofrecer algunos acres de terreno
para la instalación de un centro de yoga y a pedirle que
visitara su Estado y usara su voluntad para eliminar el
peligro de violencia política.)
XXXVII
J. H.: ¿Está el mundo de hoy totalmente desprovisto de san-
tos que tengan la vivencia directa y profunda de Dios?
J. H.: Swami afirma que todo debe ser visto como Dios,
¿también la esposa de uno?
XXXVIII
XXXIX
J. H.: Compré este libro: Los Santos de la India.
Sai: Sí.
Sai: Sí. (En una ocasión anterior, Sai había dicho que ca-
da uno encontraba aquello que buscaba y que Buda
había buscado la causa del sufrimiento.) No hay sino
un yoga y ése es el bhakthi yoga (yoga de la devo-
ción). Todos los demás: kriya yoga (yoga de la prác-
tica del deber), hatha yoga (yoga del bienestar físico),
el así llamado Sai yoga, pranayama (yoga de la respi-
ración), todos los métodos y técnicas que se conocen
como yogas pertenecen sólo al cuerpo. Todos son me-
ros adiestramientos. ¡Derecha! ¡Izquierda! ¡Arriba! ¡Aba-
jo! ¿Dónde está el resultado? Son vanos y no son sino
una pérdida de tiempo. Bhakthi yoga (yoga de la de-
voción) es el camino directo hacia Dios. Es el camino
176 John S. Hislop
fácil. Todos los demás son inútiles. Hay seis tipos de de-
voción o bhakthi: madhura bhakthi significa la devo-
ción dulce y es la del tipo superior.
Sai: La misma.
XL
Sai: El cáncer, a menudo, se desarrolla partiendo de una pe-
queña pústula, a la que sigue una inflamación, se pro-
ducen gases y de ahí se desarrolla el cáncer.
Sai: No, no está bien. No hay poder divino que fluya a tra-
vés de su persona.
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 181
J. H.: Hay gente que dice que está siendo castigada por
Swami. ¿Es así?
XLI
XLII
Visitante: ¿Un programa de gimnasia es importante? En
Occidente se considera el ejercicio como algo de gran
valor.
XLIII
J. H.: Sí.
Sai: Ahora los mantras los entregan personas muy bajas, al-
gunos yoguis o jefes de sectas por aquí y por allá, gen-
te de ese tipo. Los Avatares nunca han dado indicaciones
respecto de mantras. El Avatar muestra que Dios está en
todas partes. La recitación de un mantra indica una
mente estrecha. En la época de un Avatar, el escuchar-
lo, el entender lo que dice y el llevarlo a la práctica vie-
ne a ser un mantra. Krishna no les entregó mantra al-
guno a los hermanos Pandava, ni siquiera a Arjuna.
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 197
Sai: No dudes del Avatar como Swami. Sin que sea necesa-
rio que se le diga o que lo lea, cualquier pregunta que
se le haga a Baba es respondida de inmediato, sin va-
cilaciones y en detalle.
Sai: Por unos ochenta años Arjuna sintió que Krishna esta-
ba con él en su corazón. La reacción ante las noticias
de la muerte de Krishna hicieron que lo olvidara mo-
mentáneamente. Fue una debilidad. Y luego fue inca-
paz de volver a sentir que Krishna estaba con él.
198 John S. Hislop
XLIV
J. H.: Hay personas que visitan diferentes ashrams, y es na-
tural que se sientan tentados a hacerlo.
200 John S. Hislop
XLV
Sai: (Al comienzo de una entrevista con un grupo de occi-
dentales.) Sigan al maestro, al Alma interior, a la super-
conciencia. La vida es un reto; luchen hasta el final. La
vida es una canción, cántenla. La vida es divina, realí-
cenla. La vida es carácter. Hay un solo camino, com-
pleten su vida.
Muchacho: La liberación.
Sai: Baba los hace por su gusto. Dejen que los científicos ven-
gan, y yo los transformaré. El mundo espiritual se sitúa
más allá de lo material. Las cosas materiales están
envueltas en sufrimiento. ¿Es que los grandes científicos
conocen la compasión y una mente serena? No. Suman
preocupaciones a preocupaciones. Lo que se necesita es
unir la vida espiritual con la vida del mundo. En primer
término hay que desarrollar la vida espiritual y luego vi-
vir una vida espiritual en el mundo, una vida dual. La vida
espiritual implica calidad; la vida del mundo, cantidad.
Sai: ¿Si ellos llegaran a creer, qué ganaría el mundo? Sólo au-
mentarían sus deseos mundanos, puesto que es tan po-
bre su entendimiento.
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 211
XLVI
Visitante: ¿No resulta mejor tener una niñera calificada
para cuidar a un niño, en el caso de que la madre no
pueda atenderlo apropiadamente por ser muy nerviosa?
XLVII
(Hislop y un intérprete estaban desayunando con Swa-
mi. Dos hombres, los señores XY y CD entraron en la
habitación. El Sr. XY cayó a los pies de Swami. Estaba
212 John S. Hislop
J. H.: Swami señala que hay que cortar los deseos hasta las
raíces. ¿Qué significa “cortar de raíz”?
XLVIII
Visitante: ¿Cómo se logra fe suficiente incluso para meditar?
No hay tiempo.
J. H.: Pero Swami los destaca a ambos. ¿De qué manera de-
berían actuar al respecto los devotos?
Sai: No existe una rectitud para los hindúes y otra para los
occidentales. La rectitud es universal. Pero sí hay un test
que puede aplicarse a toda acción y con ello puedes
determinar si es acorde con la acción correcta. No per-
mitas que lo que hagas dañe o lesione a otro. Esto nace
del reconocimiento de que la luz, que es Dios, es la mis-
ma en toda forma, y que si lesionas a otro estás lesio-
nando la misma luz que está en ti mismo. La acción
correcta te permite llegar a la conclusión de que todo
aquello que es lesivo para otra forma es también lesivo
para ti. El test que se refiere a la acción correcta se
enuncia muy claramente en la religión cristiana, y dice:
No le hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti.
XLIX
Sai: (A un grupo de occidentales.) ¿Algunas dudas o pre-
guntas? Sólo preguntas de tipo espiritual.
Sai: ¿Por qué una luz? Si uno toma arena, llegará el mo-
mento en que se acabe. Si se saca agua de un estanque,
llegará el momento en que se seque. Sin embargo, pue-
den ser miles de personas las que enciendan sus velas
en la llama de una vela, y la llama no disminuirá en nada.
Enciendan una lámpara o una vela. Miren derecho ha-
cia la llama. Entonces lleven esa llama hacia el corazón
y véanla en medio de sus pétalos. Observen cómo los
pétalos se abren y vean cómo la luz ilumina el corazón.
Ningún sentimiento negativo podrá subsistir. Luego lle-
ven la llama a las manos y ya no podrán realizar accio-
nes tenebrosas. De la misma manera, vayan llevando
por turnos la llama a los ojos y a los oídos, para que en
adelante no puedan absorber sino sensaciones luminosas
y puras. Luego lleven la luz hacia afuera, hacia vuestros
amigos, parientes y enemigos, y luego hacia animales,
plantas y objetos para que todos sean iluminados por la
misma luz. Cristo dijo: «Todos son Uno, actúen del mis-
mo modo con todos». De este modo ya no estarán limi-
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 231
L
J. H.: Swami, la gente declara cosas contradictorias con
respecto al uso del vibhuti. ¿Un devoto debe utilizar el
vibhuti* como único tratamiento en caso de enferme-
dad o lesión?
Sai: Hay gente que tiene fe en los médicos y hay gente que
tiene fe en Swami.
Sai: Son muy pocas las personas que llegan a estos niveles
profundos de autoindagación. En general, no se aden-
tran en el asunto. El factor esencial aquí es la madurez.
Sería importante que se pusieran sobre el tapete estos
asuntos en las conversaciones con respecto al sadhana
con los devotos, y los subrayaras de acuerdo con tu
propia experiencia.
sin embargo, puede que un año más tarde esa persona ha-
ya abandonado a Swami.
LI
Sai: Adelante.
J. H.: Sí, Swamiji, pero lo que quiero decir es: ¿qué valor
tiene para el individuo tener un cuerpo? El individuo
vive y muere, ¿por qué debería preocuparse? La ciencia
dice que hay muchos planetas en los que podría haber
una vida muy similar.
Conversaciones con bhagavan sri sathya sai baba 245
J. H.: Swami, ¿hay otras regiones del Universo en las que pue-
de haber una liberación del ciclo de nacimiento y muerte?
246 John S. Hislop