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INTERNATIONAL BIODANZA FEDERATION

ESCUELA DE BIODANZA SISTEMA ROLANDO TORO


ESCUELA DE BIODANZA BARQUISIMETO

TESINA PARA LA OPTENCIÓN DEL TITULO


“PROFESOR DE BIODANZA”

EL PAR DE DOS
[(TÚ)YO v (YO)TU]Biodanza Ξ (NOSOTROS)+

Convirtiéndonos en una pareja ecológica


a través de Biodanza, por:

Andlys José Andueza Torres & Ediner Marieli Ortega De Andueza

Asesora de la Tesina:
Florelena Pérez Calles
Facilitadora, Didacta y Directora de Escuela

BARQUISIMETO, 21 agosto de 2022.

1
INDICE

DEDICATORIA

PROLOGO
BIODANZANDO DESCUBRO QUIEN SOY
I Andlys ……………………………………………………………………………………… 4
II Ediner ……………………………………………………………………………………… 9
II Nosotros …………………………………………………………………………………… 11

Capítulo I
DEFINICIÓN DE BIODANZA ………………………………………………………… 13
Conceptos de su estructura ……………………………………………………………… 15

Capítulo II
MODELO TEORICO
Desde la Biodanza, construyendo nuestra pareja ecológica …………………… 20

Capítulo III
LA PAREJA ECOLOGICA
¿Cómo es eso? ………………………………………………………………………………….. 51
[(TÚ)YO v (YO)TU]Biodanza Ξ (NOSOTROS)+……………………………………… 64

AGRADECIMIENTO …………………………………………………………………………. 65
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ……………………………………………………… 66

2
DEDICATORIA

A nuestros hijos, Rubén, Mia Fiorella y Alan Darío Andueza, gracias por su
amor y deseamos que estas memorias junto con nuestra vida, les iluminen
hacia una vida plena y gratificante.

A la memoria de nuestras hermanas danzaría Alicia y Mimo, su paso


por nuestras vidas, dejo enriquecida nuestra existencia.

A la memoria de nuestros abuelos, en especial Oseas Fortunato Andueza


Peñuela y María Dolores Eudonina Gonzales de Andueza (Lola) por su amor
incondicional al momento de mi nacimiento.

Con amor a la memoria de nuestra maestra Ana Teresa Valera, sabemos que
ya lo habías leído en nuestro campo sutil, y seguirás cuidándonos.

“Te dejaré entrar en mis sueños,


si me haces sitio en los tuyos.”

Bod Dylan

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PROLOGO
BIODANZANDO DESCUBRO QUIEN SOY

¿Quién éramos y dónde estábamos al momento de iniciar Biodanza? Para


responder esta pregunta nos detenemos un momento y miramos atrás, hace
3 años caminábamos juntos, pero quizás, no necesariamente al lado del otro,
y es por eso que aquí vamos a hablar desde el yo.

I
Yo Andlys, recuerdo la primera vez que hice Biodanza sin saber que estaba
haciendo, jajaja. Si, no sabía lo que hacía, ya que formaba parte de una serie
de ejercicios de un curso de crecimiento personal que, sin lugar a dudas, fue
el comienzo de un gran viaje que
todavía sigo transitando para descubrir
o debelar ¿quien soy?, ¿porque estoy
aquí?, ¿cual es el propósito de mi
vida?, todas esas series de preguntas
existenciales que creemos saberlas,
pero no sabemos vivirlas, puedo decir
que desde ese momento inicio el cambio.

Lo que recuerdo de esa primera danza o de esa primera sesión, es como se


abrían puertas imaginarias, puertas que, según mi imaginación, eran espacios
o lugares que deseaba en mi vida, una vida prospera, una vida abundante,
un ascenso en mi trabajo, viajar por el mundo, tener una familia y muchas
más. Recuerdo sentir esa liviandad, esa ligereza, ese poder expresarme sin

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que nadie juzgara lo que hacía o dejara de hacer, creo que realmente pude
sentirme.
Luego que este taller culminó no volví a saber más de Biodanza, sino hasta
que realicé la formación como facilitador coach (coach ontológico) en el año
2012. Y en esa formación hacíamos Biodanza, durante los encuentros de fines
de semana, en cada módulo de la formación estaba incorporada sesiones de
Biodanza, puedo rescatar que me llevaban a estados de tranquilidad y
disfrute, recuerdo un ejercicio que era un desafío, pasar o mostrar cómo me
veo a mi mismo, como me muestro o me oculto al mundo, cómo me percibía
a mí mismo (realmente el panorama no se veía muy bonito jajaja) y luego
debía danzar como quería ser o realmente como soy desde el corazón, libre
de todas esas creencias y limitaciones que me controlaban o guiaban en ese
momento. Y recuerdo que fue majestuoso, fue liberador, recuerdo terminar
llorando emocionado, nostálgico y pensativo, pero sintiendo que algo se
liberó, que un nuevo Andlys podía andar por la vida de una forma distinta, de
una forma diferente, confiando en mí y creyendo en mí.

Todo esto ocurrió entre los años 2012 y 2013, luego de eso no volví a
encontrarme con la Biodanza, si no hasta el año 2018 en el que una amiga ya
facilitadora de Biodanza, en un encuentro de esos que llamamos fugases, pero
llenos de sentido y propósito, me invita a sus clases semanales, recuerdo
haberle dicho “naguara amiga estoy súper desconectado de todo, ando
demasiado mundano, lo único que hago es trabajar y trabajar”. Realmente
estaba en un ciclo en el cual no sabía lo que quería, me sentía perdido, acaba
de renunciar a mi trabajo al cual le dedique 11 años de mi vida, donde
trabajaba más de 12 horas diarias, donde mi vida giraba en torno a ese
trabajo, donde lo único que sabía hacer era trabajar en esa compañía, no

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sabía hacer otra cosa. Lo cual evidentemente o bueno no tan evidente, generó
que al tiempo de salir de la empresa, descubriera que estaba viviendo una
vida muy alejada de la realidad, que vivía en una burbuja, una cosa era lo que
sucedía en mi mundo y otra en mi hogar, en mi familia, en la sociedad y en
el mundo externo.

Me encontré con un mundo en el que ya no tenía amigos, o si los tenía y creo


que todavía los tengo, pero creo que, por estar tan alejados de ellos, pase a
ser un completo extraño. En mi familia, tenía el amor que siempre me han
tenido, pero siento que perdí algo, creo que se perdió la unión, que me perdí
de momentos que no volverán, de esos momentos para amar o demostrar
amor, bueno, aunque ¿Cómo podía dar amor si no sabía cómo amar o amarme
a mí mismo? De igual forma me encuentro con un hogar y una familia, que
tenía un ritmo diferente al mío, que tenían una vida diferente a la mía, en la
cual de cierta forma debía adaptarme. Si definitivamente (Ediner, Mia y Alan)
tenían una vida en la cual la mitad del tiempo yo no estaba, y yo tenía una
vida en la cual la mitad del tiempo ellos no estaban.

Y así comienza mi reencuentro con Biodanza, con un Andlys perdido, sin saber
qué hacer con su vida, sin saber a qué dedicarse, con un montón de
conocimiento, pero si saber cómo aplicarlo y monetizarlo, un Andlys
deprimido, perdido, desesperado por no tener el valor y el coraje para
comenzar desde cero, intentando cosas nuevas pero carentes de sentido,
haciendo de todo pero a la vez haciendo nada, digo nada, porque todo se
basaba en probar e intentar a ver si me gustaba, en definitiva carente de
sentido.

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Hasta que un día, ¡gracias a dios me encontré con mi amiga! Que me invitó a
Biodanza, y ese espacio que tome para mi sagrado, ese espacio que ordene
y planifique en mi vida para mí, que me hacía ir de Barquisimeto a Cabudare,
de detener todo para estar ahí, para estar ahí conmigo, escuchándome y
descubriéndome. Como siempre digo, dios me pone o me coloca donde
realmente él sabe que debo estar, realmente me coloca donde él sabe que le
puedo servir, en este espacio sagrado, fui despertando mi sensibilidad, mi
humanidad, mi humildad y respeto por mí y por lo demás, fui experimentando
vivencias dormidas o nulas en mi vida, encontré un lugar donde conversar y
decir todo lo sentía sin juicio, donde podía contar mis problemas o creencias,
en donde me podía expresar, y cuando comenzaban las danzas sentía que
danzaba en un espacio seguro, un espacio lleno de luz, amor y bienestar para
mí.

Prácticamente un año continuo y progresivo de clases, despertaron en mí, ese


deseo de seguir conociendo más de Biodanza, nació la curiosidad por saber
que hay más allá de cada movimiento, de cada danza, de cada encuentro con
el otro, de saber que pasa conmigo, con mi mente, con mi cuerpo, con mi ser
y con mi alma, cada vez que danzo en Biodanza.

Y como todos los ciclos tienen un comienzo y un final, por cosas del destino
o porque debía ser así, las clases en Cabudare llegaron a su fin, y de inmediato
recordé, con ese inmenso deseo de seguir haciendo Biodanza, que también
daban clases de Biodanza en el manzano, y comencé a buscar y preguntar
quién sabia como llegar para que me llevara. Realmente sentía un impulso
que nacía de lo más profundo de mi ser.

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Por primera vez, creo que estaba haciendo un movimiento o tomando la
iniciativa de hacer algo por mí y para mí, o de cierta forma decidido por mí,
(Porque la que siempre inventaba para hacer cursos y cosas era Ediner y yo
la acompañaba y seguía a donde ella dijera). Pero esta vez no, esta vez, yo
decidí que hacer, y por su puesto invite a Ediner. Para mi sorpresa, llego al
manzano y me encuentro con ese lugar mágico y tranquilo, lleno de gente
alegre y feliz, guiada por mi maestra Florelena, de verdad para mí fue un
momento unico, que me hizo muy feliz, estar en el lugar donde nace todo, en
donde se crea todo, donde me podían enseñar Biodanza.

Para mi gran sorpresa, en esa clase me sentí a gusto, cómodo, feliz de danzar
con personas entregadas a la danza, amorosas, disfrutando del momento y
de ese encuentro. Y al finalizar la clase, con ese mansaje que dios siempre
envía, se me acercan dos compañeras que ya para mí son mis hermanitas y
me preguntan ¿Cómo estás? Bienvenido entre risas jajaaja, mucho gusto me
llamo mafe y yo maría teresa jajajaja, ¿Te gusto la clase? y yo les respondo
siiii mucho, y me dicen, puedes venir todas las semanas nosotras somos del
grupo 7 de la escuela, y de inmediato, yo les pregunto, ¿cómo eso de la
escuela?, ¿cuándo comienza el otro grupo? quiero participar, y de una vez me
brincaron encima, me abrazaron y me dijeron, listo vas a estar con nosotras
en el grupo 7, ya voy a hablar con la mae para que te unas al grupo, jajajaja
y así comenzó todo, al siguiente modulo ya estaba ahí, en mi formación como
facilitador de Biodanza, que más que ser una capacitación, ha sido para mí un
cambio total en mi vida, un estilo de vida, una forma de ser en el mundo y
una forma de ser y estar conmigo.

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II
Yo Ediner, antes de llegar a la escuela
de Biodanza, recuerdo sentir
muchísima frustración, llevaba años
estudiando sobre el SER, acumulando
muchísimo conocimiento, pero aun sin
saber cómo aplicarlo, con el agravante
de que cada día estaba más despierta
a mi propia incoherencia, se
acumulaba la rabia de no poder actuar
de acuerdo a como ¡sabía que debía
actuar!, para obtener los resultados que quería y las relaciones que quería y
deseaba, sumergida en un bucle dentro de la paradoja de:

“Nunca se tiene suficiente, de los que no se desea”

Asistía a diversos talleres, cursos y programas sin entregar nunca autoridad a


quien me enseñaba, al menos no del todo, queriendo ser aprendiz sin tomar
un maestro. Sobre todo, sumergida en la razón y oculta al sentir. Mientras
Andlys una y otra vez me invitaba a Biodanza y yo, justificándome en los
niños, la casa, el trabajo, o en el “no quiero invadir tu espacio”, me resistía a
participar, hasta que un día me dijo: Mañana vamos al manzano, lo mire con
fastidio de solo pensar abrir un ciclo de 3 años, porque por supuesto llevaba
dos postgrados universitarios y mi creencia era (perdón por el lenguaje
prosaico) “que pereza una estudiadera más”. Sin saber, que sería la tercera

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mejor propuesta que me ha hecho y, el mayor regalo que me daría a mí
misma.

Ahora, ¿Que paso conmigo en Biodanza? Desde el primer fin de semana las
piezas del rompecabezas encontraron un lugar, de pronto esa semana
siguiente era menos reactiva, podía sostener más gratitud, era más gentil con
mis hijos y poco a poco podía verme a mí misma integrando conocimientos
que había leído pero que no lograba metabolizar para hacerlo una actitud en
mí. Descubro que, comienzo a integrar conocimiento, que me llevo a un
entendimiento más profundo y despertó en mí, algo desconocido, el amor
universal y bummmmm dije “mi misma aquí fue, es la pieza que faltaba, el
remo de nuestra barca”

A partir de allí, una parte de mi (aunque debo confesar con un poquito de


resistencia) entendió que había que hacer cuerpo todo el conocimiento y la
vía regia seria el sentir en Biodanza, de allí en adelante desde que llegaba a
la escuela nada era casual, todo era un regalo para sanar pero sobre todo
para integrarme; esa mujer de hojalata acorazada en una armadura que
construyo por más de 30 años en arquetipos de la inteligente, la abogada, la
ejecutiva de alto nivel, la 4x4, la autosuficiente, la independiente, la que
resuelve, la del tamaño del compromiso, la tipa, entre otros; ya sabía que iba
a retirarse la armadura capa por capa, pero no lo haría yo sola, tendría la
mirada incondicional del grupo para que fuera posible y además solo requería
de mí una cosa: “Entrega”.

Luego del primer encuentro de escuela se develo ante mí la posibilidad de


trascender, de ascender en consciencia desde la entrega y el espíritu, ya no

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más desde el sufrimiento y el dolor; llevábamos Andlys y Yo, unos cuantos
años dándonos hasta “con la tapa de olla”, donde tras cada taller o curso se
habrían vórtices de autoflagelación en mi caso (en mi ruta adictiva de culpa)
o heridas viejas que ni recordaba en otros casos. Entender eso, lleno de valor
mi corazón, para que cada vez que sentía ganas correr, me quedara pues
confiaba ciegamente, cual evangélico en su pastor que, “la Biodanza era el
camino” porque me sanaba, me integraba y trascendía a través del Amor, que
despertaba en mi algo absolutamente desconocido hasta entonces, llamado
Afectividad.

III
Ahora, hablando desde el nosotros
podemos rescatar que siempre hemos
hecho de todo juntos, desde que nos
conocimos hemos construido espacios y
actividades que nos vinculan y nos
gustan, creemos que es un valor o habito
que nos caracteriza como pareja,
acompañarnos en todo, desde antes del
2012 para acá, realmente nos habíamos
convertido en la típica pareja, basada en
el paradigma o la creencia del deber ser,
siguiendo los patrones establecidos
jajaja, conocernos, salir a fiestas, luego
casarse, tener un techo y luego tener
hijos, los dos trabajando y los niños en
la guardería y en el colegio, sumergidos

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en el sistema, alienados, dejándonos llevar por el día a día, y lo más curioso
felices en la ignorancia, de creer que eso es vivir, creyendo que mientras más
trabajábamos y más cosas hacíamos para obtener cosas materiales, más nos
amábamos, dejando a un lado, nuestra parte afectiva, dejando a un lado el
tiempo en familia, dejando a un lado escuchar a nuestros hijos, la ventaja y
damos gracias a dios por eso, es que a pesar de estar sumergidos en un
mundo automatizado y agonista, siempre estuvimos centrados y haciendo
actividades como hobbies, de crecimiento personal y espiritual, que nos
conectaban con nuestro ser y nos ayudaban a despertar de esa matrix en la
que estábamos sumergidos, despertando nuestra conciencia, haciéndonos
conscientes de que somos y estamos conectados con algo más, y nos permitía
vernos y conocernos más, y así llegamos a Biodanza o llega ella a nuestras
vidas, para experimentar piel a piel, como es esto de vivir en pareja, como es
eso de ser afectivos, como es eso de experimentar amor y pasión por el otro
desde el corazón, como es eso de sentirnos para poder sentir al otro, como
es eso de despejar la mente para entregarnos por completo al otro.

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CAPITULO I
DEFINICIÓN DE BIODANZA

Biodanza en palabras de Rolando Toro, es “un sistema de aceleración de


procesos integrativos a nivel celular, metabólico, neuroendocrino,
inmunológico y existencial; mediante un ambiente enriquecido, con música
específica, movimiento integrado, caricias y encuentro en grupo, que
deflagran vivencias integradoras”.

Así mismo, se define Biodanza como un potenciador de vivencias


integradoras, que se enfoca en la parte sana del individuo, actuando
positivamente en nuestro sistema nervioso, inmunológico y neurovegetativo,
despertando el humor endógeno en nuestro organismo. Y evidentemente es
así, nuestros hijos lo validan y certifican, nuestros hijos pudieron darse cuenta
de ello y ver como al regresar de Biodanza cambiábamos de humor, al punto
que en una ocasión luego de un fuerte regaño, nuestra hija Mia Fiorella
pregunto en tono casual y hasta irónico “mama y cuándo es que tú vas a ir
Biodanza”; dando a entender que Biodanza nos mantiene alegres, felices y
armónicos en el hogar, es decir, en su mente de niña, se traduce en cero
regaños.

Ahora bien, al definir qué es Biodanza normalmente quiénes experimentamos


la metodología y la vivenciamos profundamente, nos encontramos frente una
gran dificultad para simplificar esto que plantea múltiples matices y diversas
aristas. Recordábamos las clases y decíamos en la formación, que Biodanza
provenía de una meditación profunda sobre la vida como una propuesta de

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reformulación de valores, ya que pone como valor primordial la vida al centro;
y una genuina transculturización del aprendizaje afectivo, un nuevo deber ser
en la expresión del afecto desde el amor; que desencadena una modificación
del sistema límbico hipotalámico del ser humano de modo que se transforma
de adentro hacia afuera.

Por ello, buscamos con cada sesión de Biodanza restaurarnos con el vínculo
originario, con la especie cómo totalidad biológica, es decir un solo ser
vinculado con todo cuanto le rodea. Lo cual para nosotros era necesario y no
lo sabíamos, pues vivíamos y vivimos en un mundo particularmente acelerado,
y fue solo a través de una sesión de Biodanza qué entendimos qué podíamos
estar ausente con toda nuestra presencia, ciertamente como esposos
cohabitábamos en un mismo apartamento que nos daba la ilusión de estar
conectados, de vivir vinculados, y no fue hasta experimentar en Biodanza
que era realmente un encuentro, una caricia, una mirada integradora, que
nos dimos cuenta que habíamos descuidado el acto de mirarnos, escucharnos,
tocarnos el uno al otro, nos tratábamos habitualmente con rudeza y
conectábamos de vez en cuando; al punto que un día después de una clase
semanal, en el carro de regreso a casa, en medio del silencio nos dijimos. “No
nos habríamos mirado hoy, si hubiéramos ido a danzar”.

Volviendo al tema, al intentar simplificar la definición de Biodanza podemos


decir muchas frases, por ejemplo: Biodanza es un movimiento integrado pleno
de sentido; o es un camino para reencontrar la alegría de vivir; o es un arma
biológica para establecer la unidad perdida entre la especie humana; también
podemos decir que es un gatillo de programas de auto-renovación orgánica;
o que es una catedra de aprendizaje de las funciones originarias de la vida;

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pero siempre una sola frase resulta insuficiente; pues como muestra,
podemos usar la primera frase, ya que veníamos de años bailando juntos en
otras disciplina como baile de joropo o tango, actividad con movimientos
ordenados y estructurados, donde lográbamos ritmo y sincronía a través del
esfuerzo de ensayo tras ensayo, y en cuyos bailes nunca como pareja
despertamos vivencias de afectividad como las inducidas en Biodanza, por
ejemplo podemos recordar con gran intensidad una danza de fluidez en
pareja, en la cual nos impresiono como al seguir el movimiento del otro, la
piel se erizaba y los movimientos eran en una sincronía perfecta tanto que
parecíamos espejos, convirtiéndonos en uno, al punto que al cerrar los ojos y
luego abrirlos, nos percatábamos de que seguíamos el mismo ritmo y
movimientos a medida que nos desplazamiento por el salón. Esa experiencia
de integración para nosotros solo ha sido posible vivenciarla y conocerla
gracias a Biodanza, pues el movimiento integrado en Biodanza va más allá del
ritmo acompasado y la sincronía perfecta que demanda el baile, sino que ese
movimiento integrado proviene de la entrega. Dejándose ir, con la certeza de
que vas a estar sostenido.

Otra forma de abordar la definición de Biodanza son los nueve conceptos de


su estructura; Primero actúa sobre el inconsciente vital activando la
inteligencia biológica del ser humano, la inteligencia de sus células, nosotros
habíamos transitado por estudios de Sanación Cuántica Pluridimensional
centrada en el Ser, por lo cual ya creíamos en el potencial del ser humano
para sanase a sí mismo, pero hablando a sus células, átomos y partículas
subatómicas para activar los programas de bienestar, pero esa metodología
opera desde la consciencia, y no como Biodanza que confía en la inteligencia

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que vive en nosotros, que no requiere del pensar, sino del sentir, con el solo
entregarte a sentir el inconsciente vital se encarga.

Lo anterior nos lleva al segundo elemento estructural de la Biodanza, que se


basa en el principio biocéntrico, que contiene un respeto reverencial a la
vida y la noción de que el universo se haya organizado en función de la vida,
así se da énfasis a la vivencia y no a los procesos mentales, siendo ésta, La
Vivencia, que es el tercer punto de la estructura del concepto de Biodanza y
es base de la metodología, ya que la vivencia es un una experiencia vivida
con gran intensidad por un individuo en un lapso de tiempo aquí-ahora que
abarca las funciones emocionales, cenestésicas y orgánicas, las cuales están
potenciadas en un conjunto de cinco líneas de vivencias: vitalidad, sexualidad,
creatividad, afectividad y trascendencia.

Luego tenemos el cuarto concepto estructural de Biodanza, la psicofísica,


qué nos dice que si es posible superar las disociaciones de la identidad; sin
necesidad de utilizar la conciencia sobre los conflictos inconscientes para curar
los trastornos psicológicos, sino en vez de esto, activar programas biológicos
innatos (nivel neurológico, endocrino, inmunológico y emocional) que genera
la integración de la identidad. Con relación a este concepto queremos destacar
que Biodanza actuó en nuestro proceso de integración sin darnos cuenta, si
es impresionante como no es necesario indagar y hacer conscientes, las
dolencias físicas, los sentimientos, emociones o situaciones que nos hacen
sentir mal, para sanarlas. En Biodanza a medida que vas danzando y
encontrándote con los otros, se va despertado una sensación de bienes, de
alegría, de afectividad que se ve reflejada en nuestro rostro, en nuestro
humor, en nuestras condición física, en nuestra forma de andar en la vida.

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Luego está la noción estructurante de El Grupo, y su poder radica en la
oportunidad para vernos a nosotros mismo en los ojos del otro, cuya presencia
modifica y enriquece el funcionamiento de las personas en todos sus niveles
orgánicos y existenciales. Y en este punto hay un gran despertar, porque al
mirarme en los ojos de mi pareja, ya no es una otredad, un ente externo, sino
mi reflejo autentico, ese que me muestra la luz y la oscuridad que es mía, no
de él/ella, y al mirar así a mi pareja la tolerancia adquiere otro nivel, ya si me
molesto contigo, también me molesto conmigo, porque veo en ti, lo que me
niego a reconocer en mí, o veo en ti, lo que me niego a valorar en mí; sin
embargo me atrevo a mirarte y mirarme, porque el grupo es el continente
que me sostiene, y me permite ser vulnerable y que ello no signifique
perderme, sino encontrarme. El grupo y las personas que lo conforman, se
convierten en un conjunto de eco-factores que nos van a permitir
experimentar todas las vivencias que solo a través del encuentro con el otro
podemos alcanzar, todavía puedo recordar y sentir el calor, las respiraciones,
los llantos, el sudor y los corazones latiendo de mis compañeros durante un
abrazo de todo el grupo y en el fondo una música que más que escucharla
con los oídos, la escuchábamos con todo el cuerpo, transformando el grupo
en uno, haciendo al grupo danza.

Ahora, al unir la oportunidad que nos da la existencia del grupo para


contenernos e inspirarnos, con el poder de una música especifica llena de
emoción, logramos escuchar la música con el cuerpo y experimentar
movimientos no pensados, sino sentidos, justo en ese instante podemos
convertirnos en música y tocar lo más profundo de nuestra identidad. La
música tiene el poder de inducir procesos de integración en el ser humano

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más allá de lo imaginado, por ejemplo, la forma de discutir entre nosotros
cambio, después de una danza de oposición armónica, donde al entregarnos
al instante y ser música, entramos en una especie de trance que cambio el
nivel de honestidad entre nosotros para ponernos limites sanos, en esa
vivencia aunque estábamos conectados con manos y miradas no nos veíamos,
solo sentíamos las fibras musculares de nuestros brazos y pechos como parte
de un circuito energético, y al entra en esa sensación como flas llegaron
memorias de protovivencias de discusiones entre mamá y papá y sucesos
conflictivos que ocurrieron cuando éramos niños, que nos convertían en niños
malcriados al momento de tener diferencias, al punto de poder reconocer
como Ediner de la puerta del apartamento hacia adentro era grosera o como
en cierto aspectos ambos no nos poníamos limites por miedo a no ser amados,
pues había un miedo a que si digo que no, ya no me vas amar; de allí un
trance musical creo un nuevo nivel de consciencia y honestidad en nosotros,
habilitándonos de madurez para manejar las diferencias.

Lo que nos lleva al séptimo concepto estructurante de Biodanza las caricias,


cómo mecanismo potente que induce cambios en el despertar de la fuente
del deseo y expresión de la identidad, qué se enriquecen con el poder de las
caricias; el contacto en Biodanza está revestido de una solemnidad, un
respeto primeramente por lo sagrado de la vida, que convierte ese contacto
a través de las caricias en un fuerte detonante (una bomba atómica de amor),
capaz de sensibilizarnos a nuestra propia existencia, al tiempo que
desestructura nuestras corazas; y aquí como Ediner les cuento, que una
vivencia de Biodanza en escuela logro esto en mí: recuerdo estar totalmente
vulnerable boca arriba en el suelo del salón, rodeadas de mis compañeras
quienes serían las encargadas de acariciar todo mi cuerpo, el contacto de las

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manos de mis compañeras en ese instante sagrado, no solo despertaron mi
consciencia a mi propia existencia antes dormida o ausente, descubriendo con
cada contacto, que tenía muchas piezas que estaban unidas y formaban un
todo, que era mi verdadero yo, descubría con cada contacto toda una
humanidad nueva de mí misma, y esas manos milagrosas al pasar por mi
pelvis quitaron la hojalata que me impedía sentirme a mí misma, sus manos
eran instrumentos sagrados que despertaban en mi cada parte de mi cuerpo,
mi consciencia de estar entera y desnuda, cómodamente desnuda conmigo
misma.

Ahora bien, la octava noción estructurante del


concepto de Biodanza que es el sentido
primordial de la danza, pues cuando nos
entregamos a la música y permitimos que se
exprese el movimiento, podemos
transformarnos en la danza, lo que nos lleva a
acceder aún estado vivencial donde la
conciencia de identidad se disuelve y ya no
somos más un individuo, si no que formamos
parte del todo; así una danza de eutonía a dos
transformó a Ediner en hoja y despertó en ella la sutileza del viento, y lo
cuento yo: Recuerdo la mirada gentil de Mirian, comencé sintiendo un dedo
conectado a otro dedo, que sentía la música y respondía a su estimulo de
modo que me perdí en ella, ese dedo se fusión en otro ser y ya no éramos
dos danzarinas, éramos una, que sin darme cuenta al fusionarnos me convirtió
en una hoja, una hermosa hoja de otoño que luego, eran hojas que danzaban
con el viento, y así de repente era hoja, era viento, era el contacto de los

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dedos, era música, era salón, era árbol, era cielo, estaba adentro del salón, y
al mismo tiempo estaba afuera, mirándonos a través de las paredes, era
polvo, era aire, era ether, era todo. En este sentido primordial de la danza, el
danzante se convierte en danza y así, dejamos de sentir, sintiendo todo,
dejamos de existir, existiendo en el todo, y ello es posible gracias a
convertirnos en danza; lo cual podríamos considerar como una experiencia
sublime que impacta el ser.

De allí que, resulta fácil ver como el último concepto de la definición de


Biodanza es la unidad música-movimiento-vivencia, y la misma consigue
un soporte ya que a través de una estructura coherente de una música
orgánica, un movimiento integrado y la inducción de vivencias es posible
generar procesos integrativos en el ser humano.

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CAPITULO II
MODELO TEORICO DE BIODANZA

Desde la Biodanza, construyendo nuestra pareja ecológica

Un modelo teórico es, básicamente un dibujo que representa una realidad,


que representa una teoría, que representa un hecho, y que va cambiando
conforme al tiempo, a medida que se va aplicando y retroalimentado, tratando
de hacerlo lo más parecido a la realidad.

El modelo teórico en Biodanza es un modelo que vincula al hombre con la


naturaleza, vincula al ser humano con el todo. Podemos decir que el modelo
teórico de Biodanza es la misma representación del ser humano o del
biodanzante, ese hombre o mujer que Biodanza y que se integra con algo
mucho más grande él. Podríamos decir que, primero se integra con su especie,
luego se integra con la naturaleza y luego con la vida misma con el cosmos,
con el universo.

El modelo teórico de Biodanza será para nosotros la guía, el mapa para


adentrarnos a descubrir y debelar nuestro transitar en esta vida, y nuestro
recorrido en Biodanza. A través de él, mostraremos cada fase o vivencia que
marcaron un antes y un ahora, en nuestras vidas. Y que de seguro harán eco
en la tuya que nos lees, ya que estamos convencidos de que en algún
momento seguro compartiremos vivencias similares, y en caso de que no, te
mostraremos con las nuestras como es eso de integrarnos a nosotros mismos,
para luego encontrarnos y en ese danzar juntos por la vida, reinventarnos
como pareja, como familia y seres en consonancia con la vida.

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Si te fijas en el grafico o el modelo teórico de Biodanza, podrás darte cuenta
que es una espiral ascendente que parte del principio de la vida en el cosmos
o el universo hasta subir a la integración de la identidad de cada ser humano.
Aunque cuando fue concebido este modelo por Rolando Toro, en sus inicios
no parte desde ahí, sino, desde el pulsar o el paso entre la conciencia de sí

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mismo y luego hacia la regresión, pero ya hoy resulta conveniente describirlo
comenzando desde abajo hacia arriba.

Al principio fue el caos, el caos primordial, el caos en el universo, el gran


big-bang, la explosión más yang que hubo en todos los tiempos, y de ese caos
venimos todos, de ahí proviene la materia de la tierra, de esa materia de la
cual estamos hechos todos, de esa materia que podemos ver en cada ser vivo
que podemos percibir, por eso decimos o hemos escuchado en algún
momento decir que: “somos hijos de las estrellas”. Y no es una frase poética
realmente es un hecho científico y cierto, el mismo calcio que esta nuestros
huesos, el mismo hierro que corre por nuestra sangre, estuvo en algún
momento en la gran materia inicial; aunque entre decirlo y sentirlo hay un
gran trecho, crecemos creyendo en principios objetivos y medibles que poco
a poco limita el mundo de posibilidades, y nos separa constantemente del
todo, anulando o durmiendo el vínculo con la totalidad de la existencia,
aunque vive en nosotros.

El caos o la palabra caos, no es desorganización como muchos creen, caos


realmente significa “complejidad”, no desorden, el caos es una complejidad
auto-regulable ya que no queda abandonada, sino que, se va regulando ella
sola, en la medida que se va adaptando a las condiciones de la vida; tal como
nuestra vida antes de entrar en Biodanza, un caos interior que buscaba una
salida, a una vida llena de significado, de propósito, una vida coherente.

Podemos decir que, todo tiende al caos en un principio, cada vez que
comenzamos un proyecto o algo nuevo en nuestra vida, o por el contrario
cada vez que termina un ciclo o sufrimos una perdida, entramos en el caos,

23
puede ser por la incertidumbre o el desconocer cuál es esa nueva posibilidad
que se abre para nosotros; pero la vida siempre se encarga de estructurar,
ordenar y aclarar las situaciones para que así se pueda manifestar una nueva
realidad, un nuevo orden.

Y obvio, nosotros vivíamos en caos, al menos el último año antes de entrar a


Biodanza, teníamos tanto tiempo en él que, casi estábamos acostumbrados;
Andlys cierra ciclo laboral en la empresa, Ediner pierde su empresa, sufrimos
perdidas económicas grandes, y nuestros amigos cercanos uno a uno se van
del país; como pareja descubrimos que nuestros sistemas familiares eran
espejos, es decir, nos atrajimos desde el inconsciente familiar buscando a
Mamá y Papá, viviendo las consecuencia de vivir en incesto energético y así,
en el bucle de desconocer nuevas posibilidades, sin saber cómo cambiar.

Ahora bien, en este caos primordial existe algo llamado Anábasis que es la
posibilidad de organización, de expansión, de crecimiento aun dentro del caos.
La Anábasis es un proceso de estructuración en una complejidad absoluta que
va más allá de nuestra mente, una mente que no está acostumbrada a pensar
más allá de las formas, de las estructuras y de los conceptos. La Anábasis se
genera a través de las zonas disipativas, zonas dentro del caos donde se
generan cierto orden. Y tú que nos lees quizás te preguntaras ¿Que son las
zonas disipativas?, pues es un concepto físico-químico para explicar que, las
condiciones iniciales para la vida no surgen de un caos absoluto, sino, de unas
zonas concretas donde emergen estructuras coherentes y organizadas.

De forma que, para que se genere la vida, no solo basta con que existan estas
estructuras coherentes, se necesita un aporte, se necesita una energía

24
externa que nutra esa estructura determinada y que a partir de ahí se generen
las diferentes formas de vida. Como todo, debe haber una matriz, una fuerza
organizadora, una energía que aporte algo al sistema, una energía que
empuje el proceso de creación, un patrón invisible para que todo encaje en el
todo. Patrones o impulsos de vida que existen antes que el universo y antes
del caos, que forman parte de un gran plan divino mucho antes de la creación
de mismo universo.

Ese plan de vida, es anterior al caos, una especie de organización energética


que respalda la creación de la vida, que podemos entender como los
Principios de Vida Cósmica, que funcionan como un atractor, una fuerza
externa que modifica elementos y lo lleva a una estructura determinada, una
especie de magnetismo, una forma que atrae y a veces repele y a su vez
ayuda que las cosas se organicen. Para Rolando Toro ese gran atractor o
energía externa o magnética que es capaz de generar vida es EL AMOR, el
amor a nivel cósmico, el amor a nivel existencial. Gracias al amor, los sistemas
no tienden a la destrucción, no tienden a la desorganización, gracias a esa
energía la vida tiende a la pulsación entre el caos y el orden.

Y es a partir de todo esto, que se generan las condiciones iniciales para la


vida, la vida surge a través del proceso de Anábasis, no es solamente vida
orgánica, sino que hay algo más, hay vida como vinculo, hay afectividad antes
de la materia orgánica, y todos los seres vivos traen esa información, solo con
el simple hecho de nacer tenemos esa información que nos vincula con todo
ser vivo, por esa razón debemos estar en armonía con nuestro entorno para
poder desarrollarnos. Si nuestro entorno es la vida, si la fuerza que nos creo
es la vida, tenemos que estar alineados con ella.

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De esta forma, haya su base del Principio Biocéntrico, el cual es el aporte
de Biodanza, que no está en la simple definición, si no en poder extrapolarla
y aplicarla en la vida de las personas. Si al principio fue la vida, lo más lógico
es vivir poniéndola en el centro, en pro de conservar la vida. Ahora bien, esas
condiciones iniciales para la génesis de la vida, surgen del desarrollo de las
células, partiendo del ácido ribonucleico (ARN) que es una célula sin núcleo,
que al unirse y al desarrollar la membrana que la cubre la cual llamamos acido
desoxirribonucleico (ADN), siendo el ADN que contiene la información
genética y ARN el que permite que la información genética sea comprendida
por las células.

Luego, emerge La Filogénesis que es la evolución de los seres vivos, desde


la forma primitiva hasta la forma actual. La filogénesis es donde está
contenida toda la información, de todas las experiencias vivenciadas por todas
las especies del planeta desde su aparición en la creación. Siendo, la
filogénesis que da lugar al código genético, el cual es el potencial infinito que
todos tenemos por el hecho de nacer siendo humanos, a través de este
potencial se desarrolla la epigenetica, la cual implica un desarrollo que no solo
está condicionado por los potenciales genéticos, sino también por los
estímulos que tengamos en los diferentes entornos donde los individuos viven,
un proceso que va de la filogénesis a la epigenetica
y de ahí al individuo. Por ejemplo, reconocemos en
Andlys en su filogénesis, potenciales genéticos para
expresar el talento en el atletismo, sin embargo, su
epigenetica no alimento la expresión de dicho
potencial de forma óptima debido a falta de
estímulos para expresar dicho potencial. Es decir,

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pudo haber sido Usain Bolt, pero no nació en Jamaica, en una familia de
cazadores.

Ahora bien, ese potencial genético que posee cada individuo, edifica un
conjunto de características en cada uno que se llama identidad, y esa
identidad biológica marcada desde su concepción se expresará a través de su
vida y es lo que se denomina “Ontogénesis”. Lo más destacado es que, ese
potencial establece una estructura orgánica y comportamientos instintivos del
que desemboquen después funciones más complejas. Asimismo, antes de
nacer y durante el proceso de gestación, se forman tres grandes sistemas a
partir de nuestro potencial genético, el sistema nervioso, el sistema
endocrino y el sistema inmunológico; estos tres sistemas van a funcionar
juntos y mantener nuestro cuerpo y organismo estable durante toda nuestra
vida.

En este punto, el Modelo Teórico en su ascenso nos muestra el Nacimiento


y Las Protovivencias, pues las primeras sensaciones orgánicas que
experimenta él bebe y el niño, formarán la expresión de sus instintos y
determinarán la expresión de los potenciales genéticos clasificados en las
cinco líneas de vivencia: Vitalidad, Sexualidad, Creatividad, Afectividad
y Trascendencia.

De allí, la importancia de comprender y conocer como fueron nuestras


Protovivencias, esas primeras experiencias en los primeros meses de nuestras
vidas, por ejemplo:

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 Descubrir o conocer si tuvimos la capacidad de movernos libremente,
de tener movilidad física o estimulada por nuestros padres, son las que
nos dirán si fue potenciada nuestra línea de vitalidad.
 Saber si nuestros padres nos abrazaban o acariciaban, si existía el
contacto amoroso entre mamá y papá y de ellos a nosotros, nos dirá
cuan potenciada estará nuestra línea de sexualidad.
 Saber si había posibilidad de explorar y de observar e imaginar en esa
primera etapa, nos hablara de nuestra línea de creatividad.
 Si tuvimos la posibilidad del encuentro y el contacto nutritivo al
momento de amamantarnos o alimentarnos, de forma amorosa,
también nos dirá que potenciada estará la línea de la afectividad.
 Y por su parte, que el lugar donde ocurrieron todas esas experiencias,
hayan estado llenas de armonía, de tranquilidad, de expansión,
aprendizaje y desarrollo positivo, potenciarían nuestra línea de la
transcendencia.

Desde este entendimiento, podemos ver que ambos llegamos a la escuela de


Biodanza con Protovivencias poco favorecedoras para potenciar algunas de
nuestras líneas de vivencias. En el caso de Ediner podemos mencionar, que
sus Protovivencias se construyeron así: “mi madre después de mi nacimiento,
quedo embarazada en la cuarentena, lo cual le impidió amamantarme el
tiempo suficiente o al menos disfrutar del acto después de la noticia, genero
según mi familia que comenzara a caminar antes de tiempo, pero al mismo
tiempo debido al estado de gravidez de mi madre, me permitían estar en
libertad de movimiento por la casa, sin embargo con la llegada de mi hermana
la tranquilidad fue afectada, y la pareja formada por mamá y papá comenzó
a deteriorarse.” De allí, que al ver una adulta que no lloraba, en constante

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hiperactividad, y con dificultad para abrirse, era de esperarse; pues las
Protovivencias potenciaron la línea de vitalidad y creatividad, y menos las
líneas de sexualidad, afectividad y trascendencia.

Por su parte Andlys, no se quedó atrás, con Protovivencias que se


construyeron así: “según historias contadas por mi madre, al momento de
saber que yo existía, mis padres se llenaron de miedo, por no saber qué hacer,
mi mama una mujer con dos hijos, y mi papa un estudiante de medicina en
la universidad, por ende, durante la gestación vivió en angustia de no saber
cómo criar un tercer hijo, mientras mi papa tenía miedo de sacrificar su carrera
porque tenía que trabajar para mantenerme; luego de nacer teniendo solo 3
meses, fuimos expulsado del lugar donde vivíamos y a los 6 meses nos
separamos, mi mama fue a vivir a otra casa con mis hermanos y yo me quede
viviendo con mi papa y mi abuela, lo cual interrumpió la continuidad del
amamantamiento pero no lo detuvo, ya que fui amantado hasta los 4 años.
Viviendo desde ese evento en adelante mi cuidado estuvo a cargo de mis
abuelos quienes funcionaron como padres, junto con mis tíos quienes me
brindaron cuidados y sustento.” De esta forma al ver, un hombre con mucha
vitalidad y sexualidad, con poca expresividad, con dificultad para expresar
sentimientos y deseos, mala cara y con mínimas muestras de afecto, era de
esperarse, ya que las Protovivencias potenciadas fueron las de vitalidad y
sexualidad, y menos potenciadas las de creatividad, afectividad y
trascendencia.

Todos nacemos en un escenario o en una realidad, construida de lo que nos


rodea y percibimos, y eso será lo que conocemos, lo conocido para nosotros,
la posibilidad para nosotros. Ese escenario donde nacemos va a influir, decidir

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y determinar lo que seamos o no seamos en nuestra vida adulta. Nacemos
incluso antes de nacer, los meses en los que estamos en gestación o dentro
del vientre de nuestra madre y luego de que nuestra madre nos concibe o
nacemos, en los primeros 6 meses, se van a grabar en nuestro ser, nuestras
primera experiencias o sensaciones que determinaran la forma como nos
mostramos al mundo. Esos primeros momentos, durante esos 6 meses, se
desarrollarán las Protovivencias que como lo dijimos anteriormente serán las
primeras sensaciones que se marcarán en nuestro inconsciente y nos
condicionarán, por bien o por mal, durante toda nuestra vida.

De esta forma, podemos entender como cada sensación o experiencia que


vivenciamos en nuestra existencia, desde la fecundación hasta el instante
presente, desarrolla o no la expresión de nuestros potenciales genéticos, es
decir la “Ontogénesis” que se erige en forma vertical en el ascenso que
estamos haciendo del modelo teórico.

Ahora bien, desde esa misma etapa de Nacimiento (concepción)


Protovivencias, surgen las líneas de vivencia que ya hemos mencionado, pero
antes de ingresar a ellas y para facilitar su entendimiento, podemos
reflexionar sobre el siguiente punto del Modelo Teórico, el pulsar constante
del ser humano entre La consciencia de Si y la Regresión.

Una vez que nacemos, toda nuestra existencia desde el primer día hasta el
día de nuestra muerte, va a estar funcionando en un continuo pulsar entre
dos polos, entre dos puntos, entre dos opuestos, entre dos formas de ver y
de percibir el mundo. Estos dos polos, abarcan la totalidad de las experiencias

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humanas, todas las experiencias que podamos tener, fluirán entre estas dos
formas de percibir la vida. Una, la conciencia de sí y la otra, es la regresión.

En el modelo teórico de Biodanza, estos dos polos están separados por una
línea horizontal en la cual está el ser humano, en forma representativa
ubicado en el punto medio de estas dos realidades. A veces pasamos a una
realidad tangible, activa, palpable (conciencia de sí) y a veces nos vamos a la
otra realidad de introspección, de regresión, de disolvernos un poco en los
límites de la totalidad (regresión). Una persona sana y saludable, no debería
tener problemas de pasar de un polo a otro de forma natural, sin embargo,
una persona no tan sana tiene una cierta desorganización en los dos polos;
en la regresión, por ejemplo, dificultad de entregarse, dejarse ir, sumergirse,
diluirse; en la consciencia de si, por ejemplo, dificultad para sentirse, estar en
el momento presente, en el ahora, dificultad para realizar movimientos
coordinados, rítmicos o sincrónicos.

De este modo, tenemos que la consciencia de si, implica estar despierto a


nuestra existencia, estamos conscientes de que estamos vivos, en contacto
con nuestra identidad, dice Rolando Toro que es el punto donde se encuentra
La Vivencia y la Consciencia; y al ser intensificada esa conciencia de sí, el
individuo amplía su percepción del mundo. Y por su parte, en la Regresión
por el contrario hay una pérdida de los limites corporales, disminuye la vigilia
y ocurre un abandono a un estado cenestésico semejante al del bebe dentro
del útero, y en ese estado es posible reeditar algunas funciones fisiológicas
de la primera infancia, cuando al salir de ese estado de regresión, se induce
la “Reparentalización” mediante caricias, en personas que sufrieron
abandono y carencia afectiva en la niñez.

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La conciencia de sí en una clase de Biodanza, está caracterizada por la
activación del cuerpo, ejercicios de ritmo, movimiento, activan el sistema
adrenérgico o sistema simpático, por otro lado, o al contrario los ejercicios en
cámara lenta, con los ojos cerrados, caricias, activan el sistema colinérgico o
sistema parasimpático llevándonos a la regresión.

Lo interesante es que, ambos lados se construyen y se retroalimentan entre


sí, mientras más conciencia de mí mismo, más capacidad tendré de regresión
y en cuanto más posibilidad de disolución o regresión más pleno vuelvo a la
conciencia de sí.

Un testimonio palpable de ello en nosotros, ha sido nuestra transformación, y


Andlys nos cuenta: podría citar algunas vivencias de trance regresión que han
influido positivamente en mi forma de expresarme en el mundo, pero
claramente cuando esto ocurre, se entra en un estado de abandono y entrega,
y una pérdida de conciencia, que es difícil recordar que ocurrió realmente,
pero de seguro que ocurrió algo, ese proceso evolutivo creo que ocurre de
manera progresiva, no depende de una sola vivencia en particular, sino de un
conjunto de ellas, que van sumando cada vez más hacia la integración de mi
identidad, poder darme cuenta, que pase de ser un hombre serio, de pocas
palabras y poco expresivo a un hombre cariñoso, que pide lo que quiere, que
dice cómo se siente, que confía en él, desde el punto de vista de la creatividad
pasar de no hacer nada por mi cuenta a moverme a hacer curso de locución
y producción radial, a poder identificar que me gusta y moverme a hacerlo y
viendo cómo se expresaba mi creatividad, creando mi vida, transformando y
transcendiendo los límites y creencias que hacía que no creyera en mí y en

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mis talentos. Todo esto ocurrió sin darme cuenta, ocurrió seguramente en esa
Reparentalización o ese
cambio de las experiencias
vividas en mi infancia, por
unas nuevas experiencias
amorosas y afectivas o
vivencias positivas, que
cambiaron mi percepción
de la vida y mi
comportamiento en la ella.

Por su parte, Ediner nos cuenta: Una fuente inagotable de vivencias de


Reparentalización para mí ha sido Biodanza en Familia y las vivencias de
Minotauro, recuerdo como una fotografía donde Andlys y yo juntos uno al
lado del otro, cada uno con uno de nuestros hijos sostenidos en brazos, puede
sentir intensamente ese instante con toda mi consciencia, sentía mi brazo que
con el rose se conectaba a Andlys, sentía como mis brazo mi tronco y mis
piernas sostenían a mi hija, la miraba y me veía en ella, era yo misma, y allí
me fundí con el instante y borre casett;
puedo mencionar también un
Minotaruro, donde al salir Andlys me
preguntaba si estaba bien, preocupado
porque me había desvanecido, lo cual no
tengo recuerdo alguno; ahora los que sí
puedo recordar y tener consciencia es
como ahora experimento sentirme

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amada, como ahora puedo entregarme al sentir placer en la intimidad, como
ahora puedo tocar mi cuerpo sin sentir culpa o auto juzgarme, y como cada
vez hay menos reproche a mamá o papá por lo que no me dieron, porque en
ese pulsar en esos trances en Biodanza, se llenó el vacío, ya nada falta; se
enderezo la pieza torcida en mí, que se alineo con mi ser; se me entrego, lo
que hacía falta para entregarme con confianza y creer en que podía ser guiada
con amor.

En este punto, observando el eterno pulsar entre consciencia de si y regresión,


capaz de reciclar los patrones innatos en nosotros, podemos ver como los
humanos somos la parte visible de emociones y sentimientos, estamos
tocados, atravesados, manipulados y absolutamente dependientes por
nuestras emociones y sentimientos. Los sentimientos son los que nos
organizan como humanos, es lo que nos diferencia, lo que nos hace destacar
como humanos, nuestra capacidad de sentir, de este modo, nuestra tarea
biológica es sentir y actuar en consecuencia.

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De esta forma, somos una organización biológica formada por células que
caminan por el mundo y que dependen al cien por ciento de lo que sentimos;
para poder experimentar esa evolución la vida nos regaló cinco grupos de
potenciales o capacidades para sentir diferentes emociones, estas son las
líneas de vivencia que hemos estado mencionando.

Comencemos por La vitalidad, la cual puede ser saludable o enferma, siendo


la salud y la enfermedad dos maneras de presentarnos al mundo; pues no
solo se contagia la enfermedad también “se contagia la salud”. Que fue el
segundo boom en el cerebro de Ediner en la escuela de Biodanza.

La vitalidad es energía, es trabajo, es predisposición y sobre todo también el


reposo. Pues, no es la cantidad de movimiento, sino, la capacidad de alternar
movimiento y reposo, la que nutren esa vitalidad. Siendo, la vitalidad nuestra
presencia física ante el mundo. Esa conciencia fue desarrollándose en
nosotros antes de Biodanza, al experimentar eventos de Ultra Maratón, donde
nuestro coach nos hacía énfasis en mantener un balance entre carga-descarga
muscular, lo cual podíamos notar en forma benéfica en nuestro cuerpo, que
luego de un periodo de intenso entrenamiento y después el reposo o
descarga, nos habilitaba para tener mayor y mejor calidad de acción muscular,
respuesta, resistencia, capacidad respiratoria, sentido de autorregulación del
ritmo de carrera, capacidad cardiovascular y mental ante los desafíos físicos
que afrontábamos de atravesar más de 42km de montaña.

Sin embargo, esa mirada se quedó pobre y limitada, pues en términos de


Biodanza, el balance entre actividad y reposo, nos conduce a la homeostasis
celular para adaptarnos a las condiciones de vida, desarrollar una capacidad

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de autorregulación, poder alternar movimiento y reposo para prevalecer en la
vida de la mejor forma posible.

Ahora bien, por su parte la línea de vivencia de Sexualidad, está en todo,


en todos los momentos, en todas las circunstancias, en todas las cosas, en
todas las situaciones, en todos los días, siempre está presente la sexualidad
lo queramos o no. Tal vez, nos movamos por la vitalidad, pero el impulsó o lo
que nos empuja a la acción, realmente es la sexualidad.

En el ser humano, la sexualidad está vinculada al placer, lo cual asegura la


continuidad de la especie, en la transmisión de la vida, por ende, podríamos
decir que siempre están unidas y permanentemente la vitalidad y la
sexualidad, de allí que, el deseo sexual constituya una fuerte motivación para
vivir. En Biodanza, nos desvinculamos de la noción de sexualidad limitada a
la genitalidad, para mirarla como una expresión elevada de la afectividad,
mirando el flujo natural de la energía erótica como la voluntad cósmica que
crea la vida.

Desde esta mirada, es imposible escaparnos de la energía de la sexualidad,


podemos auto engañarnos detrás de una cultura puritana, detrás de unas
leyes estrictas, detrás de una refinada educación religiosa, pero la sexualidad
siempre está ahí, en el consciente y más en el inconsciente formado por
nuestras Protovivencias.

Por lo que, la sexualidad en Biodanza, es un potencial genético, es la


capacidad de 1percibir el placer, de 2sentirlo y de sobre todo 3elaborarlo,
crearlo. Y lo difícil está ahí, en crearlos. Desde esta comprensión, descubrimos

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que nuestra creencia asociada al placer, solo era posible desde la genitalidad
o contacto erótico; pero ahora podemos sentir placer con todo nuestro
cuerpo, en diferentes niveles de intensidad, incluso a través de miradas,
contactos, roces, caricias, abrazos y un nuevo placer interior en nuestro
humor endógeno y placer cenestésico, por lo cual resulta redundante
destacar que no conocíamos esto antes de Biodanza.

Las creencias de sexualidad en nosotros, estaban asociadas al miedo y la


carencia afectiva, dirigido por pensamientos
en Andlys de que mientras más duraba en
acto sexual su desempeño era mejor
calificado, y en Ediner de que mientras más
hacia, como mostrar ropa sexy, usar objetos
eróticos, mas iba a ser amada, y
desconectada del sentir placer, con una
frigidez inconsciente. Ambos viendo la
sexualidad, desde los estereotipos sociales y
de cierta forma con una identidad disociada,
con respuesta en el acto sexual que no satisfacían plenamente a ambos, que
solo nos quedábamos en la lujuria. Conductas como solo hacer el amor con la
luz apagada y de noche, eyaculación precoz, frigidez o poca lubricación
femenina, solo fueron entendidas con los cambios ocurridos después de las
vivencias en Biodanza.De forma progresiva, individualmente y
conjuntamente, ambos comenzamos a abrazar nuestro cuerpo, consientes de
nuestro propio agrado y desagrado con honestidad hacia nosotros mismos
que luego, comunicábamos abiertamente al otro; también, se desvaneció las
barreras de tiempo, ya Ediner no pensaba en otras cosas en la intimidad, cada

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vez podía permanecer más y más en el momento presente y permitirse sentir;
se abrió un nivel desconocido de entrega donde ya no había miedo, solo amor,
contenido, sutileza que consolido una nueva esfera de intimidad, donde ya el
acto sexual es un evento sublime, que inicia desde el afecto, la entrega que
nos permite la fusión del uno con el otro, con el todo.

La riqueza de la línea de sexualidad en Biodanza desde el individuo queremos


mostrarla desde la mirada de Andlys: Yo puedo decir que he tenido un
crecimiento transcendental en la forma como veo, muestro y experimento la
sexualidad. Biodanza me ha permitido ver a la mujer de una forma diferente,
a la mirada que tenía antes en mi disociación.

Recuerdo que, el primer encuentro con una mujer que no fuera mi pareja, era
desde la morbosidad desde la creencia de que, un hombre y una mujer no
pueden ser amigos, desde la creencia de que, si una mujer me tocaba o se
dejaba tocar por mí, era porque quería tener algo conmigo o tenía una
atracción sexual por mí. Lo cual se transformó significativamente en Biodanza,
al poder día a día, sesión a sesión, vivenciar y conocer a mis amigas, que al
poco tiempo se hicieron mis hermanas danzarinas, gracias a ellas, puede
reconocer a la mujer como una igual, un ser humano que siente y se muestra
al igual que yo, con la cual puedo entregarme he ir más allá del enfoque físico,
sino también del enfoque energético, entendiendo, que en cada encuentro
ambos nos sanamos ya que estamos uno al servicio del otro.

Tal vez, yo como esa figura masculina y yang, haciendo de eco factor y
estimulante para vivenciar experiencias que solo con la energía masculina se
puede vivenciar, y ellas a su vez como eco factor positivo para mi, para recibir

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el afecto y las diferentes miradas y caricias que una mujer puede entregar,
aparte de la afectiva, amorosa, erótica y sexual que me da Ediner, sino
también, las miradas y caricias de una madre, de una hermana, de una amiga,
una abuela. Entregándome toda ternura, comprensión, amor indiferenciado,
que en definitiva a mí me hacen ver ahora a la mujer y a su vez a los hombres,
como seres humanos que sentimos, emocionales, pensantes y habidos de
afecto y amor.

Desde esta mirada transformada, le comento a Ediner que, gracias a todas


las vivencias entregadas por mi grupo, puedo relacionarme con las mujeres
desde el respeto y el amor indiferenciado como ser humano; y esto es
extremadamente poderoso, ya que como individuo me habilita para
relacionarme desde una consciencia de mí mismo profunda, moviéndome en
las relaciones ahora desde la consciencia, pues en caso de tener alguna
relación sexual con alguna mujer, no sería desde la inconciencia (impulso
automático) o de no saber por qué ocurrió, sino una decisión consciente,
porque ya se diferenciar los límites, los tipos de contacto, que hay entre ir
más allá o no ir; y de ese modo
para un hombre o mujer que
vivencie esto, cualquier encuentro
sexual con otra persona seria
porque así lo decide, una
expresión consiente del potencial
creador de una realidad en mi
vida, en mis relaciones.

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Ahora bien, desde este contexto, Biodanza es un poderoso eco factor, y
mecanismo de reeducación, para elaborar espacios o encuentros que
conecten al individuo con el placer y conciencia originaria de la sexualidad.

Así, desde el impulso vital de la línea de la sexualidad, pasaremos ahora a la


línea de La Creatividad, como la capacidad de crearnos a nosotros mismo,
implica hacer de nuestra vida una obra de arte para nosotros mismo, crea
nuestra propia vida: Cantar, pintar, tocar instrumentos, viajar, es crearse a sí
mismo constantemente, siendo creador, siendo responsable, siendo
autónomo gobernando nuestra vida sin buscar culpables, ya que de esa
autonomía surge la libertad, esa que es una mezcla de vitalidad y creatividad.

Cuando este potencial genético no se estimula o se reprime, tiene efectos de


paralizarnos, movernos sin sentido por
la vida, problemas para ordenarnos o
autorregularnos, que se parece más o
menos a lo que hablamos antes de
cómo llegamos a Biodanza, y como
Ediner todavía anda por ahí, en su
caso desde la sobreabundancia
creativa que genera un desbalance en
el orden, queriendo hacer muchas
cosas sin concretar nada, o
concretando las cosas desde el estrés
y a costa de la salud o el dinero.

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De allí que, el potencial genético de creatividad estimulado y activado, nos
llena de auto-gobierno, nos convierte en el artista de la obra de arte llamada
“Mi Vida”, así nuestra existencia está impregnada de una energía cósmica,
haya asiento en una realidad donde no soy la victima de lo que me hicieron,
de las circunstancias, de la mente limitada, sino que, puedo sumergirme en
el mar de posibilidades de la vida y escoger: ¿Dónde vivir? ¿Cómo vivir? ¿Con
quién quiero vivir? Y en el experimentar la respuesta a cada pregunta, a su
vez puedo volver a escoger una nueva respuesta y está bien, porque ya no
hay respuesta buenas o malas, sino repuestas que emergen del sentir, sentir
el placer de disfrutar mi existencia, como mi mayor obra y más grande
creación, siendo capaz de expresarlo.

Ahora bien, pasaremos a la línea de Afectividad, que constituye el amor


indiferenciado por los seres humanos y por la vida en toda su extensión, que
a su vez nos permite dar continente a los demás, desde allí la afectividad, es
todo lo que afecta, todo lo vinculado con el amor en nuestra vida. Es la
nutrición afectiva a uno mismos y hacia el otro. Es el amor en la afectividad
un intercambio de la información en el mundo de los sentimientos.

Y en este punto, cobra una mayor relevancia la interrelación existente en la


construcción de la expresión de los potenciales genéticos de las líneas de
vivencia; destacando por ejemplo cuando Andlys nos explicaba en la línea de
sexualidad, como el reaprender ésta función originaria desde la afectividad,
calo en su interior las distinciones de amor diferenciado (hacia una persona)
y amor indiferenciado (al otro como parte de su familia humana).

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A su vez Ediner nos puede comentar que: En mi súper abundancia creativa
estimulada en las Protovivencias desde la necesidad de sobrevivir, y el deseo
de mi mente de monetizar mis talentos, unos años antes de entrar en la
Escuela, comencé a desempeñar múltiples roles, trabajando como abogado,
como agente inmobiliario, como coach-facilitador, como sanadora cuántica, y
en un momento gracias a un libro de Wyner Dyer, soñé en que haría si no me
moviera la necesidad económica de sobrevivir, en ese experimento de soñar
como podría vivir desde un propósito, dije que quería vivir de ser coach-
facilitador. Entonces, inmediatamente cree una compañía, comencé a
enfocarme en ello, hacer cursos, trabajar uno a uno, hasta que en ese
quehacer descubrí que hacerlo requería mucho de mí, algo que en ese
momento era muy pesado, implicaba 1entrega, 2mirarme constantemente en
los ojos de mis coachees, y 3compasión; ante lo cual llame en ese momento
a Ana Teresa (mi maestra de constelaciones) que me dijo con voz categórica,
si usted no está dispuesta (a entregarse, mirarse, ser compasiva
constantemente), entonces no se dedique a eso, pues justo de eso va, más
nada, es estar al servicio y punto, con humildad. Obvio, por razones justificada
abandoné el sueño de inmediato, la respuesta era no, no estaba dispuesta.

Claro, al mirar mis Protovivencias puedo entender la imposibilidad que existía


en mí, para entregarme mostrando quien soy, dejar de ser una máquina para
emitir juicios, impedirme ser vulnerable a la presencia del otro, o mirarme con
compasión. Ahora, lo interesante es que luego de comenzar la escuela, y justo
al final de ese primer año, cuando ya la afectividad comenzaba a pulsar en
mí, ocurrió algo que, solo en este momento puedo ver la coincidencia, me
pidieron dar clases para hacer una suplencia y desde entonces volví a crear
cursos y talleres, volví a desempeñarme como coach-facilitador de

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aprendizaje, desde la liviandad y desde la gratitud de tener la posibilidad de
dar y darme. Ahora estoy habida de mirarme en los ojos del otro, y tiene un
significado diferente “es un regalo”, soy capaz de estar desnuda, de exhibir
mi alma para mostrar mi entrega en una danza, y eso antes no habría sido
posible.

Por eso, agradecemos ambos a la Biodanza la posibilidad de amar, primero


nuestra propia vida, amar lo que hacemos cada uno y juntos, amar nuestra
propia existencia, pues de no haber sido por Biodanza nunca abríamos
accedido a tan valiosa información sobre nosotros mismo.

Y esta línea de afectividad nos lleva a la quinta y última línea de vivencia, La


Trascendencia, que es definida como un gran misterio, es el mundo interno
de la persona que, tiene la capacidad de expandir su percepción sobre sí
mismos, vincularse con toda la existencia, superando sus límites espaciales y
de la espacie.

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Hay transcendencia en un simple abrazo, cuando se rompen los limites
corporales, y te haces capaz de abrazar al otro como parte de ti mismo y de
la totalidad. Hay transcendencia en el simple hecho de mirar las estrellas y
sentir que viajamos a donde están ellas, la transcendencia es romper corazas,
crecer, desarrollarse más allá de nuestros límites.

La transcendencia nos permite darnos cuenta de que no vivimos solo dentro


de nosotros, sino que vivimos más allá, que formamos parte de un todo, de
un ambiente, de una especie, nos damos cuenta que nuestra presencia en
este mundo, en esta vida tiene un propósito.

Lo curioso de una experiencia transcendental, es que basta con una sola de


ellas, vivida con intensidad o vivenciada, para que ocurra un cambio en
nuestra vida, después de esta experiencia no se vuelve a ser los mismos, es
una experiencia en donde se sale de uno mismo, de nuestros límites y las
formas, y nos damos cuenta que las acciones que realizábamos ya no nos
sirven, no aplican en nuestras nuevas formas de andar por la vida, ya tienen
que ser otras. El cambio es tan profundo que nos puede sorprender, que tal
vez, ya no sintonizamos con las antiguas amistades, con nuestro contexto
social, con nuestros viejos pensamientos, rompemos con todas esas
limitaciones y damos un paso evolutivo que en el modelo teórico de Biodanza
lo representamos y llamamos Transtasis.

Ahora bien, la Transtasis es un crecimiento que consiste en salir de nuestros


propios límites, la capacidad suave y constante de ir más allá, de las formas,
de las creencias, las limitaciones. Es expandir la percepción, es expandir
nuestra consciencia. Son los momentos de instáis hacia adentro y de éxtasis

44
hacia afuera, donde nos sentimos profundamente impulsado más allá de
nosotros mismo. Lo que propone Biodanza es experimentar esa
transcendencia en el acto cotidiano de vivir, disfrutando la propia vida, sin
más. Las cinco líneas de vivencia nos regalan la posibilidad infinita de
expansión, porque realmente no sabemos hasta donde podemos llegar a
crecer. Somos mucho más grandes de lo que nuestras mentes limitadas
pueden comprender. Incluso en ese constante paso por el modelo teórico,
una y otra vez en cada sesión de Biodanza, podemos llegar a despertar los
potenciales ocultos del ADN, que aun la humanidad no ha descubierto, y que
apenas podemos pincelar en el inconsciente vital y numinoso.

En Biodanza danzamos para crear un campo


energético anímico que honre la palabra
humanidad, intentamos cambiar y reaprender
para energizar y mejorar las condiciones de
nuestra vida, la cuales generalmente se ven
afectadas o durante toda nuestra vida, se van
a ver afectadas por lo ecofactores, que
podrán ser positivos si nos hacen bien, si nos
ayudan, si nos facilitan el camino; o
ecofactores negativos si nos restan, si nos entorpecen, nos limitan nuestro
crecimiento.

Una parte de lo que somos lo condiciona nuestra genética, pero otra gran
porción de nosotros, lo van a determinar los ecofactores que encontramos a
medida que vamos experimentando la vida. En este viaje podemos darnos
cuenta que el mayor de los ecofactores o el más importante que vamos a

45
encontrar en la vida, son las otras personas; son la gente de la que nos
rodeamos y el mayor de todos ellos, vamos a ser nosotros mismo, es decir,
nuestro propio comportamiento va a influir nuestra calidad de vida. A veces
somos duros con los demás y con nosotros mismo, somos intolerantes y eso
afecta nuestras vidas, otras veces somos cálidos, amorosos, simpáticos con
los demás y con nosotros mismos. Hacernos conscientes de como tratamos a
los demás y como nos tratamos, hará de nosotros personas compasivas y
amorosas, personas que son ecofactores positivos para ellos mismos y los
demás. Todo ello en función del magnetismo, del inconsciente personal,
familiar, organizacional y colectivo.

En este estado, es importante recapitular que el modelo teórico de Biodanza


nos muestra una línea vertical en todo el centro, que va desde el nacimiento
y Protovivencias del individuo hacia arriba, y es el eje central de este grupo
de potenciales genéticos o de las líneas de vivencias que no tienen fin, ni
límites y que están en constante crecimiento y evolución. Esta línea es la
ontogénesis, que representa la evolución del individuo, simboliza el
crecimiento en el tiempo hacia arriba. También, tenemos la homeostasis
que representa el equilibrio orgánico, en el cual a veces funcionamos o a veces
no, por estar desequilibrados. Lo que queremos destacar es que, la
ontogénesis nos conduce hacia la integración, hacia la identidad desde el
aspecto biológico y desde el ser, el psiquismo.

Rolando toro decía que, la identidad es lo que tú eres o vas a ser de adulto y
que crecía o se formaba en el momento de la fecundación, a su vez, Maturana
plantea que la identidad es un proceso de vida que siempre se va
construyendo, que no depende de algo genético, que va a depender de cómo

46
te relaciones, como te construyas o donde vivas, y así que la identidad se va
construyendo, de modo que la idea de Biodanza es ir construyendo nuestra
propia identidad día a día, sesión a sesión, danza a danza.

Participar o asistir a clases de Biodanza, es un espacio en donde vamos


construyendo nuestra identidad y al mismo tiempo es un desafío personal;
cuando llegamos por primera vez a Biodanza venimos con cierto grado de
desbalance, de hecho, incluso llegamos con un caos interior, generado por lo
eco factores negativos, la sociedad, sintiendo que estábamos desencajados,
y desequilibrados en las líneas de vivencias, con poca o nula capacidad de
autorregulación; que después de las primeras sesiones, mejora
significativamente.

Ahora bien, decimos que Biodanza también es un desafío personal, pues


durante la Escuela dejamos muchos compañeros atrás, que no pudieron
adaptarse a los cambios tan radicales que vivimos con la pandemia. Asimismo,
luego en las clases supervisadas veíamos como al grupo le costaba llegar
completo, y eso nos permitió reflexionar en que, como al comenzar a practicar
Biodanza por primera vez las personas pasa por una fase de enamoramiento,
disfruta un descubrimiento maravilloso, y luego cuando avanzamos en el
proceso de encuentro con el otro y consigo mismo, pasa algo y no vuelven,
huyen, no se adaptan,
no arrancan, quizás
ocurre porque, de
cierta forma nos
convertimos en
espejos, en Biodanza

47
descubrimos quien realmente somos y el miedo de verse prevalece, lo dejan
no quieren verse más, como en algún momento lo hizo Ediner, porque
Biodanza no fue hecha con el objetivo de solo disfrutar, fue hecha para crecer
y crecer en todos los aspectos de nuestra vida.

Entonces, parece que la


consistencia en Biodanza
tiene que ver con el
asumir nuestro proceso
de crecimiento, el cual es
un acto de
responsabilidad personal
constante, es el potencial
genético de la línea de vivencia de creatividad que se expresa en la decisión
consciente de estar en Biodanza, lo cual rescatamos, pues en el camino
perdimos a nuestras hermanas danzarinas Alicia y Mimo, quienes
desencarnaron en el último año de escuela, con quienes tuvimos el privilegio
de danzar por un periodo de tiempo limitado pero, con una consistencia tal,
que nos habilito para expresar nuestra afectividad con profundidad gracias a
cada encuentro semanal y cada módulo de escuela vivido antes y después de
la pandemia, en donde sin importar que, llegábamos, pues estuvimos
comprometidos con nosotros mismo, con el grupo, con nuestro crecimiento.

De allí, que cobra sentido, la frase que oímos de que: “podemos heredar los
genes de nuestros padres, pero no podemos heredar su proceso de
crecimiento y desarrollo.” La ontogénesis es pura transcendencia, es crecer
más allá de lo que soy ahora; y me lleva a la integración de la identidad.

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En este entendido, podemos abordar los niveles del Inconsciente presente
en el Modelo Teórico de Biodanza, porque hay algo en nosotros, dentro de
nosotros que no podemos percibir pero que existe, una historia que no
percibimos pero que tenemos dentro, que vivimos con ella, pero de alguna
forma no la sentimos, aunque sabemos que está ahí. Por ejemplo, el
inconsciente personal, que es la historia de cada uno de nosotros, son todas
aquellas memorias construidas por vivencias que ha tenido un individuo a lo
largo de su vida, especialmente durante la infancia, y cuya información queda
registradas en el inconsciente y regulan la forma de ver el mundo.

Luego, en un nivel más profundo del ser humano, está el inconsciente


colectivo, que es la memoria de la humanidad, de la espacie, que es toda la
colección de experiencias que han pasado todos nuestros ancestros, dolor,
rabia, amor, miedo, pánico, todos los sentimientos y experiencias humanas,
y que también están dentro de cada uno de nosotros; y estudia los arquetipos
comunes de toda la humanidad, los aspectos del comportamiento humano
están dentro de cada uno de nosotros y se vincula con los instintos.

Luego décadas después, aparece Rolando Toro, hablando de algo


interesantísimo: mencionando que existe un psiquismo celular que existe una
forma de psiquismo de los órganos, tejidos y células que obedece a un
«sentido» global de auto conservación. Dando origen a fenómenos de
solidaridad celular, creación de tejidos, defensa inmunológica y, en suma, al
acontecer exitoso del sistema viviente. El acto de curación será comprendido
entonces como un movimiento para recuperar esa sintonía vital con el
universo. Influenciado por un campo magnético, una memoria celular, una

49
inteligencia afectiva que entrelaza y que es parte de la biología. Rolando decía,
que había una inteligencia celular que salvaguarda, protege y respalda el
acontecer exitoso de la vida y lo llamo el inconsciente vital. Este
inconsciente vital, se expresa a través del humor endógeno, bienestar
cenestésico y estado global de salud; y se nutre de la memoria cósmica,
constituyendo la vivencia como la vía directa al inconsciente vital.

Y aquí llego el otro boom de Ediner, cuando en el módulo de aspectos


biológicos, entendí como Biodanza contagia de salud al grupo, como una
vivencia integradora, activa o detona un programa biológico de bienestar, un
comando neurológico que desencadena un cóctel bioquímico, que dice a las
células dañadas “regenérense”, tal como un espejo positivo de la teoría de las
5 leyes biológicas de Hammer, la cual había estudiado en sanación cuántica y
en base a la cual una compañera se había curado de cáncer. Y allí entendí,
como es eso que Biodanza no es terapia, pero tiene efectos terapéuticos,
como despierta el potencial para sanarnos a nosotros mismo, con cada danza,
vivida intensamente, con cada vivencia.

Ahora, tenemos el inconsciente numinoso, el cual parafraseando a Pedro


Labbe Toro, es la inteligencia cósmica que se expresa en nosotros a través de
la capacidad de levantase del dolor en relación al amor, gracias a las cuatro
energías que se expresan: 1) Amor en todas las dimensiones; 2) Valor para
navegar en nuestra propias sombras y llevar a ellas luz; 3) Iluminación desde
la visión de C. Jung, que es asumir que tenemos luz y sombras para poder
dirigirnos a la luz abrazando nuestra sombra, lo que nos permite ver donde
antes no se podía ver; y 4) La conexión del ser humano con el universo que
lo convierte en un sistema holístico en una inteligencia universal.

50
Encontrando al final del ascenso del Modelo Teórico, La Catabasis, que
significa terminar un proceso, pero sin fin, dándole continuidad como una
innovación, una parada necesaria para que todo se genere, la palabra muerte
como final irremediable no existe no tiene sentido, es un punto y aparte para
seguir expandiéndose, no puede haber una evolución en la vida sin una pausa
temporal que llamamos muerte. Así de cierta forma, todos durante la
formación morimos a nuestro antiguo yo, para dar nacimiento a nuestro nuevo
yo, una y otra vez.

La existencia sería entonces, una pulsación entre lo original, primario,


ancestral, el caos inicial, y lo glorioso, lo numinoso, lo trascendente, lo que va
más allá de nuestros límites; una vida que se expande hacia la luz. El gran
drama que vivimos, en la actualidad es la desconexión con la vida, con la
grandeza de la vida, dejar de ser embajadores y representantes cósmicos de
la vida, la perdida de esa conexión con la fuente de la vida, es lo que justifica
todo el trabajo que hacemos en Biodanza, es lo que da respaldo a ese caminar
por el mundo de la Biodanza para llegar a la integración. Rolando Toro decía,
que el Modelo Teórico de Biodanza es un patrón de hombre cósmico que
aproxima al ser humano a su dimensión biológica, psicológica, y cósmica, no
considera al individuo como algo aislado sino en completa conexión con la
vida.

51
CAPITULO III
LA PAREJA ECOLOGICA
¿Cómo es eso?

Al hablar de pareja, lo primero que llega a nuestra mente, es como nos


encontramos en esta vida, reconociendo una fuerza invisible desde nuestros
inconscientes personal y familiar, que genero un imán que nos atrajo el uno
al otro de forma irresistible. Cual librito de constelaciones, y astrología, una
pasión desenfrenada, un impulso incontenible de estar juntos, y un deseo
poderoso de hacer pareja.

Antes contábamos, como en nuestro caminar juntos, pasamos por


Constelaciones Familiares, donde al realizar nuestro Genograma descubrimos,
que nuestro arboles familiares eran espejos esculpidos a medida para
mostrarnos recíprocamente las heridas del niño interior del otro, y los asuntos
no resueltos en el sistema familiar de otro, y también les dijimos como esto
nos puso en la necesidad de reeditar la relación.

Ahora bien, ¿Y qué relevancia puede tener esto para hablar de la pareja
ecológica? Pues que, la pareja ecológica es un proceso de integración, no
algo estático, rígido, consolidado, (como la ilusión que nos vende la sociedad
de: una pareja estable), pues de cierta forma la pareja, refuerza circuitos
biológicos, que estimulan, cortan o anulan la expresión de potencialidades de
las líneas de vivencia de cada individuo que conforma la pareja.

Así, la pareja forma una estructura vital (eso que somos Nosotros), y que a
su vez impacta a los individuos que forman la pareja (tu/yo); de tal manera

52
que nuestro compañero o compañera, se transforma en un eco-factor, que
será positivo o negativo de acuerdo a su nivel de integración de identidad.

Si lo vemos desde las líneas de vivencia, la pareja podrá entonces mejora o


destruir la salud, nutrir el lívido o castrarlo, fomentar o inhibir el desarrollo,
agregar o quitar felicidad, y, por último, la pareja podrá, estancarnos en el
niño herido o impulsarnos a alcanzar la madurez. Desde esta visión, la pareja
ecología forma el amor saludable como un proceso de co-creación, donde dos
personas se encuentran, se influyen espontáneamente, y el contacto entre
ellas les permite enriquecerse mutua y recíprocamente.

Es este punto como pareja podemos ver nuestra transformación; y aquí vamos
hablar mal de nosotros, ¿Cómo era la pareja antes de Biodanza? Pues bueno,
al mismo tiempo que éramos atraídos el uno al otro de forma magnética,
creábamos juntos un espiral de caos emocional, disfrutábamos la compañía
del otro, pero no había confianza, los celos en Andlys incluso nos llevaron a
terapia de pareja, antes de casarnos, sumergido en la propia inseguridad y
baja autoestima de aquel entonces, justificado en el miedo a perder a Ediner
y rodeado de personas que fungían de eco factores negativos para sostener
una relación de pareja, con el agravante de que Ediner vivía como si fuera
soltera, quien aunque era leal, no actuaba en función de la pareja sino desde
el egocentrismo. Sin contar que, ante cualquier señal que pudiera
interpretarse como deslealtad de Andlys, Ediner quería terminar o divorciarse,
como si siempre estuviera a la espera de que algo saliera mal, como si no
tuviera derecho a la felicidad en pareja.

53
Y en este relato, podemos ver un ejemplo de lo que menciona Rolando Toro,
como el esfuerzo de adaptación de cada persona a las condiciones que impone
la estructura del otro, a veces genera una cualidad traumática. Muchas veces
los individuos que conforman una pareja pueden preferir tener una “existencia
empobrecida antes de sufrir la agonía de una perdida amorosa”, pues la
separación de los amantes se experimenta como una vivencia de muerte, que
tiene fundamentos reales ya que son múltiples los circuitos ecológicos que
recíprocamente se crean en una pareja. De allí que, de una relación de pareja
puede resultar la victoria y exaltación de todos los contenidos vitales de un
individuo y de todo su poderío creador, o significar el insidioso proceso que lo
conducirá al vacío y a su destrucción.

Jaume Soler y Maria Mercé Conangla en su libro “Juntos, pero no atados, la


pareja emocionalmente ecológica” (2015), nos mencionan las matemáticas de
la pareja, la cual postula que, el problema no reside en la pareja si no en las
personas que la forman. El resultado del todo va a depender de cada una de
las partes y, muy especialmente del tipo de relación que se establezca entre
ellas, pues como en las matemáticas, la relación entre los factores determina
el producto, y el producto dependerá de si entre sus partes se suman, se
restan, se dividen, se multiplican o con mucha suerte si se potencian.

Para ellos estas matemáticas de la pareja, contienen dos premisas: La


primera, donde precisan que, “cada uno de nosotros aportamos a la pareja lo
que somos”. No podemos aportar lo que no tenemos; de allí que, si cada uno
mejora el valor individual de lo que aporta, mejorara el resultado final
conjunto. Y la segunda premisa expresa que, “no siempre dos aportaciones
individuales valiosas van a dar un buen resultado final en la ecuación de la

54
pareja”. Así el resultado final dependerá, especialmente de la tipología de la
relación de pareja que se establezca. Concluyendo que de acuerdo a lo que
aportamos (lo que somos y nuestro potencial de mejora) y del tipo de relación
que establezcamos (trabajo amoroso) dependerán los resultados de nuestra
relación de pareja.

Por su parte, para Rolando en el abordaje del concepto de la pareja ecológica,


la pareja no es la simple unión de dos solitarios, sino que la pareja se crea en
la calidad de su reciprocidad, donde cada uno estimula la expresión de los
potenciales evolutivos del otro.

Jaume Soler y Maria Mercé Conangla en su libro “Juntos pero no atados, la


pareja emocionalmente ecológica” (2015) mencionan “El caos de la pareja”
donde muestran las posible graficas de dos personan que conviven como:

 Individualidades Convivientes: Conviven sin plantearse ni dedicar


atención a la construcción de un proyecto común.

TU YO

 Yo Vampirizado: Una persona tiene un proyecto de desarrollo personal,


la otra tiene como proyecto estar con el otro y alimentarse del suyo.

YO

TU

55
 Dependencia mutua: Ninguna de las personas de la pareja tienen
proyectos de desarrollo personal, solo tienen el proyecto de vivir junto
como pareja.

YO - TU

 Pareja Emocionalmente Ecológica: Dos personas con proyecto


individual de crecimiento y de vida se eligen, deciden vivir en pareja y
se plantean un proyecto conjunto de vida.

YO NOSOTROS TU

Ahora volviendo a nuestra historia, no cabe duda que realmente nos unión un
fuerte deseo y atracción, un magnetismo, un no sé qué, por querer estar
juntos, vernos, salir juntos, besarnos, amarnos y estar en la vida del otro, una
alineación perfecta, un encaje perfecto entre nuestros ritmos de vida y gustos,
de verdad el coctel perfecto, teníamos muchas cosas en común, gustos
similares, en realidad estábamos uno a la disposición del otro. No había

56
razones que justificaran no estar juntos, iniciando una convivencia como
individualidades convivientes al principio.

Sin embargo, con nuestro ritmo acelerado, no tardamos mucho en salir de


esa etapa de enamoramiento en la cual todo es bello, todo es bonito, para
Andlys pasar a imaginar un futuro juntos, donde en su mente, se imaginaba
la casa, el hogar, los hijos y llegar hasta viejitos juntos jajaja, una proyección
perfecta donde llevados por el amor todo es perfecto, que convirtió la relación
en un Yo Vampirizado, donde Ediner comenzó alimentarse del sueño de
Andlys hasta hacerlo suyo.

Pero resulta que, una cosa es ese ideal o lo que sueñas y, otra es la realidad
para que eso sea creado, jajaja y aquí comienza el juego jajaja, uuffff en esa
etapa de noviazgo en el cual sabes que estas en una relación, pero de cierta
forma eres libre, no hay nada que te una al otro formalmente, simplemente
el deseo de disfrutar y hacer lo que nos provocara, viajar, comer, salir,
rumbear, parrandear y bailar, una etapa en que sin dudas, logro afianzar y
darnos cuenta que si podíamos hacer todo lo que quisiéramos juntos y
disfrutarlo. Pasarla bien el uno con el otro.

Pero un gran día a Andlys desde su amor, desde su romanticismo, desde sus
valores y creencias, desde su sueño y deseo de ser padre y tener un hogar,
se le ocurre la brillante idea de pedirle matrimonio a Ediner, jajajaaj, sin saber
que era la decisión perfecta y alineada para nuestra evolución personal, y nos
llevó al paso de una Relación de Dependencia mutua, siendo así como
llegamos a Biodanza, estando juntos como único proyecto de vida en aquel
momento.

57
Ver y reconocer esto es hermoso, porque podemos ver como la relación se
edificó y ha ido evolucionando de forma, en principio acelerada pero
progresiva, recordamos que una vez antes de una terapia de registros
akasicos, la terapeuta nos dijo: ¿Están seguros de que quieren hacer esto?,
porque cuando una persona limpia las memorias de dolor que los une, a veces
no queda nada que sostenga el vínculo y pueden terminar. Y la respuesta fue
hagámoslo, no queremos estar unidos desde el karma y creemos que ese fue
el primer paso para comenzar a caminar hacia nuestra transformación en una
pareja ecológica, pues fue la primera decisión conscientemente generosa con
nosotros mismo y con el otro, para develar que realmente nos unía.

Hoy podemos reconocer nuestra pareja en el Modelo Teórico, que por


mandato cósmico nos envolvió en un caos personal a cada uno, fuimos
atraídos por EL AMOR, que nos impulsó a tocar las condiciones iniciales para
la vida en pareja, para desde esa inteligencia inconsciente que formamos en
el NOSOTROS (inconsciente común, quantum, campo morfológico, circuito de
vinculo de pareja) naciéramos, o renaciéramos en Biodanza, instalando
nuevas ediciones de las líneas de vivencias, generando una reeducación
afectiva en nosotros, una Reparentalización, desde cada uno de nosotros para
compartir un nuevo ritmo en pareja más balanceado y evolutivo, que con cada
parte integrada de nuestra identidad, va nutriéndonos a cada uno,
habilitándonos para enriquecernos, enriquecer al otro, y lo que somos juntos;
y allí fue donde pasamos de ser una relación de pareja con dependencia
mutua a una relación de pareja ecológica.

58
Gracias a este trabajo, de 3 años consistentes en Biodanza, nuestras vidas se
han enriquecido, antes fijábamos metas comunes, ahora soñamos juntos
desde la libertad de escoger, que cuidamos el uno en el otro, contemplamos
con una conciencia de sí más integrada, el acto sagrado de estar con toda
nuestra presencia disponible para el otro, y el primer paso fue una danza de
movimiento segmentario pecho-brazo a dos, la bomba atómica del amor que
nos hizo, despertar.

59
Luego, adentrarnos en conceptos como la autorregulación, nos ayudó a
establecer una nueva forma de comunicación, un nuevo respeto al ritmo del
otro, ya Andlys no tenía por que bajar su ritmo para estar junto a Ediner, y
Ediner ya no tenía que esforzase para ir al lado de Andlys, por miedo a que si
no lo acompañase se iría solo. Esos nuevos canales de comunicación,
generaron nuevos niveles de confianza, así Ediner ahora era capaz de salir
sola de la ciudad con otras personas diferentes a Andlys y a su vez Andlys era
capaz de salir a conocer y buscar conocimiento nuevo y diferente que le
llamara la atención. No era necesario hacer todo juntos como antes.

Después las danzas, de


contacto y caricias, fueron
fundamentales en ese proceso
de reeducación afectiva, que
lleno de sacralidad nuestra
intimidad, y aquí compartimos
esto en honor a Alicia quien una
vez nos dijo durante el primer
año de Biodanza: ¡A mí me
gustaría mirar por un huequito
y saber cómo es que ustedes
ahora hacen el amor! Jajajaja y podemos afirmar que Biodanza nos reedito
las memorias de placer, y cada día es un espiral ascendente hacia estados de
mayor placer e intimidad, nos da el regalo de descubrir sensaciones gozosas,
desde el placer cenestésico, nos permite fusionarnos y sentir cada movimiento
orgánico, cada impulso, incluso en los últimos dos años, Andlys se sorprende
en sentir, más allá de la consciencia, celular y biológica de su cuerpo, hace el

60
movimiento hacia la intimidada que busca fusionarse con Ediner, ocurriendo
que en estado de reposo durmiendo de madrugada, cuando se despierta o
recupera cierta consciencia de si, se encuentra entre caricias, su cuerpo
despierto en vivencia erótica, que puede identificar como un cambio
neurofisiológico, donde al despertarnos nos hayamos haciendo el amor sin
tener noción de la hora, del tiempo o de cómo llegamos ahí. (Aquí suspiramos
oyendo la voz de Alicia decir uy que rico)

De modo que, sin necesidad de estudiar sexo tántrico, solo la práctica de


Biodanza despertó la sensibilidad, la voluptuosidad, la entrega y nos hizo
entender el carácter sagrado de la vida y de nuestros encuentros y se
alteraron nuestras respuestas neurofisiológicas de aproximación sexual.
También, es igual de importante destacar como la comunicación no verbal, y
la Resonancia Límbica, entre nosotros aumento. Incluso con nuestros hijos
Mia y Alan.

Ahora bien el desafío está, en llevar esa sutileza a nuestras palabras y


cotidianidad, y es en lo cual seguimos trabajando día a día.

Hoy en nuestra cotidianidad, aún existen conductas disociadas en nosotros,


que eventualmente sacamos a pasear, pero ya no es el estatus quo, ahora el

61
lugar al que volvemos una y otra vez es, a nosotros mismos, a nuestro nido
ecológico. Por ejemplo, mientras escribimos esta tesina, hablamos con cruda
honestidad, sobre nuestras potencialidades latentes, que pasa que aún no se
han hecho realidad, vimos con honestidad como inconscientemente hemos
tomado decisiones escogiendo una vida empobrecida antes de sufrir la agonía
de perdernos; y así pudimos preguntarnos ¿cómo podemos vivir una vida
enriquecida con la confianza de que es posible desarrollarnos en pareja?
¿Cómo es eso de ayudarme a crecer, ayudarte a ti a crecer, para crecer
juntos? ¿Cómo iluminamos la vida del otro, escogiendo palabras edificantes
sinceras, desde el sentir? Y quizás la mejor respuesta es: Sigamos
Biodanzando en Pareja.

Ahora bien, vimos en la última grafica de la pareja emocionalmente ecológica,


que se reafirma el concepto de pareja ecológica, donde a decir de Rolando
Toro, la presencia del compañero en la pareja, debe ser un campo
energético fecundo para manifestar plenamente la propia identidad.
Presuponiendo la pareja ecológica un proyecto de vida, en el que cada uno
aporta sus capacidades para el crecimiento de los dos. Por ello, la pareja
ecológica posee un poder revelador de la identidad y no admite
egocentrismo.

De esta forma, el proceso de integración que es la pareja ecológica, los


conecta con la salud, la sexualidad como un proceso de comunión mística, la
creación de hogar, la afectividad en gestos y palabras edificantes, y con un
sentimiento trascendente en el acto de vivir juntos, creando ambos no solo
bienestar sino felicidad. Dice Rolando que ello crea un circuito de vinculo, que

62
progresivamente toma un carácter orgánico que produce una
complementariedad fisiológica.

Se menciona con énfasis especial, la característica extraordinaria de la pareja


ecológica de producir una energía renovadora, es decir de conferir a la
existencia un sentido actual, de auto-organización ahora. De tal modo que, el
comportamiento y la comunicación se organiza diferente a lo socialmente
aceptado, se ponen límites de forma inmediata ante cualquier agresión física
o verbal, la reconciliación se compone de progresividad y esclarecimiento
pleno, modulándose los impulsos activos-agresivos. La comunicación intima a
través del dialogo es indispensable. Y se transforma la tendencia competitiva
por fraternidad según Rolando, pero para nosotros esa tendencia se
transformó por la unidad y la sinergia.

En este punto, podemos concluir que, la vía regia para establecer una relación
que aspire ser una pareja ecológica, es a través de la práctica consistente de
Biodanza, o al menos esa fue nuestra clave, y es indispensable que vaya de
la mano de un facilitador capaz de cuidar el vínculo, y esto es un punto de
vital importancia, pues en Biodanza cada individuo de la pareja, va moviendo
su ser y caminando hacia la integración de la identidad, y en ese camino
pueden abrirse procesos que se han de gestionar, para que nutra la pareja.
Pues, el riesgo en Biodanza es que con ciertas danzas el individuo aun con
una identidad, confunda las vivencias dándole una connotación diferente.

Creemos que, para nosotros ha sido posible caminar juntos en Biodanza, pero
como individuos hacia manifestar la propia identidad, gracias al cuidado y
respeto enriquecedor, que nuestra didacta de escuela Florelena, mantuvo

63
consistente y coherentemente en todo nuestro proceso, (incluso hasta ahora);
y gracias a ello, todos los integrantes del grupo fueron embajadores de
cuidado a esa joya, ese tesoro autodenominado, la pareja ecológica del grupo
7; que en su campo energético fecundo a Mirian, Mafe, Maria Teresa, Alicia,
Ana Isabel, Marianna, July, Maria Ines, Marilin, Irlanda, Maria Josefa, mujeres
amorosas y sensibles que también nos dieron continente para florecer como
pareja.

64
+
[(TÚ)YO v (YO)TU]Biodanza Ξ (NOSOTROS)

Si una pareja, cuyo proyecto de vida es estar en pareja, es igual a una suma de
voluntades, tu y yo, no somos una suma.
Si una pareja, que se descalifica constantemente, no está disponible para el otro,
es igual a una resta, donde todos pierden y van empobreciendo su existencia, tu y
yo no somos una resta.
Si una pareja, es un tú y un yo que solo convive bajo el mismo techo y hace su
vida cada uno por su lado sin un vínculo, es igual a una división, tu y yo no somos
una división.
Si una pareja, es la reproducción de la identidad de cada individuo, egoísta, vacío,
sin sentido y automatizado, es una multiplicación entre elementos que no aportan;
tu y yo no somos una multiplicación.
Si una pareja, eres tú que te potencias en Biodanza, soy yo que me potencio en
Biodanza, somos Nosotros que nos potenciamos el uno al otro dentro y fuera de
Biodanza, somos una potencia eso somos nosotros.
Somos un Tu elevado al Yo, un Yo elevado al Tu, en el que a veces Tú me
potencias a mí, a veces Yo te potencio a ti, a veces los dos nos potenciamos
mutuamente.
Somos biodanzantes de la vida, que juntos no somos un resultado sino equivalente
a un Nosotros; donde nos nutrimos, donde somos más que la suma de nuestras
partes oscuras y claras, donde somos más que nuestras heridas y cicatrices, donde
somos más que nuestros potenciales y el amor verdadero, donde somos dos seres
que nos acompañamos en ese ascenso una y otra vez a la integración de nuestra
identidad, unificándonos y conectándonos con nosotros mismos, con nuestros
hijos, con nuestros padres, con nuestras familias, con nuestros amigos, con
nuestros compañeros, con nuestra divinidad, con nuestro universo, con el cosmos
con el todo.
Me amo, Te amo, Nos Amamos.
El par de dos.
65
AGRADECIMIENTO

A Florelena Pérez por iluminarnos, guiarnos y acompañarnos por más de 3


años en nuestra evolución individual y en pareja, por tu amor incondicional y
creer, confiar, entregarnos lo más luminoso en ti.

A nuestro amado grupo 7 de la Escuela de Biodanza Barquisimeto, en especial


Mirian, Mafe, Maria Teresa, Alicia, Ana Isabel, Marianna, July, Maria Ines,
Marilin, Irlanda, Maria Josefa, que fueron eco-factores positivos para nuestro
desarrollo, y a todas las personas que alguna vez nos hemos encontrado en
una danza, han sido el espejo más generoso y amoroso para asumir el desafío
de mirarnos a nosotros mismos.

A todas las personas que nos apoyaron durante todos los fines de semana de
modulo o clases semanales de Biodanza, con el cuidado de nuestros hijos,
para poder asistir y ser constantes en nuestra formación, sin ustedes no
habríamos tenido la posibilidad, son nuestros Ángeles Terrenales: Edy
Escalona, Dianner Ortega, Edimar Marin, Omar Marin, Eglinis Alvarez, Andrea
Andueza, Franklin Andueza, Milagro Oviedo, Rafael Monte de Oca, María de
los Ángeles Monte de Oca.

A mis padres Alberto Alfonzo Andueza Gonzales y Iris Maigualida Torres /


Nervis Antonio Ortega Rodríguez y Edy del Carmen Escalona Yustis por darnos
la vida.

Y todos nuestros ancestros por todo ese potencial genético heredado para
poder expresarnos en este mundo.

66
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Rolando, T. (2007) Biodanza. Chile, Editorial Indigo y Cuarto Propio.

Rolando Toro Araneda. Curso de Formación para Profesores de


Biodanza. International Biocentric Fundation.

Jaume Soler y Maria Mercé Conangla. (2015) Juntos, pero no atados, la


pareja emocionalmente ecológica. Editorial Amat.

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