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TESOROS ESCONDIDOS RESTOS DE UN NAVIO.

El propósito principal es de la conservación del Patrimonio Cultural Subacuático


en el mundo que empieza en la década de 1960 en Australia , El Estado de
Australia Occidental introdujo una primera legislación en 1964 con el
Museum Act Ammendment Act, que trataba específicamente sobre naufragios
holandeses de los siglos XVII y XVIII; este fue seguido por el Maritime
Archaeology Act de 1973 que extendía la protección a todos los barcos hundidos
antes de 1900. Estas acciones, llevaron a que el Gobierno Central de Australia
(Commonwealth) emitiera el Historic Shipwrecks Act en 1976 que incluía todo el
territorio marítimo de Australia, incluyendo la isla Norfolk (Staniforth, Hunter, &
Jate, 2009). La razón por la cual se inició este proceso normativo en Australia
tuvo que ver con la gran cantidad de naufragios de barcos de la Compañía
Holandesa de las Indias Orientales de los siglos XVII y XVIII que frecuentemente
se accidentaban frente a costas australianas en su ruta hacia Indonesia a través
del Cabo de Buena Esperanza.

Acto seguido en 1989, Suráfrica y Reino Unido suscribieron un acuerdo para


preservar el sitio del hundimiento del navío británico Birkenhead, el cual se hundió
frente a las costas de Cabo Colony (Sudáfrica). Este era un barco del siglo XIX
que naufrago el 26 de febrero de 1852 con 445 personas a bordo, quedando
asentado a 1.500 m de profundidad (Martín, 2015). En este mismo sentido, otro
acuerdo bilateral fue suscrito entre Estados Unidos de América y Francia el 3 de
octubre de 1989 llamado CSS Alabama Wreck Protection Agreement con el cual
se estableció una protección especial al naufragio del buque de guerra Alabama
junto a todo su contenido, hundido por el USS Kearsarge en aguas francesas en
1864, durante la guerra civil norteamericana (Naval History & Heritage Command
US Navy, 2013)

En Colombia, por lo menos desde la década de 1960 los gobiernos de turno y el


Congreso han sido objeto de presión por parte de estas empresas, interesadas en
cientos de naufragios coloniales que yacen en los mares del país. Altos
funcionarios y congresistas de los Estados Unidos, así como representantes y
abogados de estas firmas, han enviado mensajes, han entablado demandas o han
hecho lobby en los despachos y pasillos de Bogotá, tratando de incidir en la
modificación de la legislación en aquellos puntos en los que les ha sido adversa.
No les ha ido del todo mal, pues entre 1968 y 1986 se expidieron varios decretos y
leyes que permitían la explotación de antigüedades náufragas, mientras que
algunos senadores y miembros de la Comisión de Antigüedades Náufragas
resultaron apoyándolos en sus pretensiones. Esta brecha legislativa fue la que
permitió la firma de contratos entre el Estado colombiano y la firma Glocca Morra
Company, más tarde Sea Search Armada, para la búsqueda y extracción de
restos que presumiblemente correspondían al Galeón San José, y luego, con la
Columbus Corporation Inc. para verificar la ocurrencia de dicho hallazgo, dando
resultados negativos. Al finalizar el siglo XX, la huella de la presión ejercida por
este tipo de empresas en el Congreso de la República quedó inscrita en una
anomalía de la Ley de Cultura de 1997, donde se contemplaban derechos sobre el
“valor bruto de las especies náufragas” a personas jurídicas o naturales,
colombianas o extranjeras, que las denunciaran y rescataran (Ley 397 de 1997,
artículo 9o).

En cuanto al Patrimonio Cultural Sumergido desde el punto de vista jurídico, ha


sufrido un gran número de cambios, debido a diferentes intereses, inexactitudes y
vacíos que han quedado. Si bien en la Convención de la Ley del Mar
(Organización de las Naciones Unidas, 1982) en sus Artículos 149 y 303 tratan
someramente sobre lo que denomina “objetos arqueológicos e históricos hallados
en el mar”, no se da una de noción clara de su significado. Por esto, luego de la
promulgación de la Convemar, el Consejo Europeo se pronunció sobre el asunto,
recomendando buscar una definición de Patrimonio Cultural Subacuático que se
extendiera a lo que incluye el patrimonio cultural en tierra para asegurar el no dejar
vacío y además realizar una convención europea que generara un régimen de
preservación que incluyera objetos de más de 100 años de antigüedad (Forrest,
2002).

Es evidente, que normas de superior jerarquía impedían una interpretación fácil de


las pretensiones de los caza tesoros. En especial, el precepto constitucional de
que los bienes que integran el patrimonio arqueológico, y por extensión el
patrimonio cultural sumergido son propiedad de la Nación y que se encuentran por
fuera del mercado (artículos 63 y 72 de la Constitución Política de Colombia).
Dicho precepto es el producto de un proceso histórico de construcción de valor de
los vestigios arqueológicos como bienes de interés público, que el Estado
colombiano emprendió desde la primera mitad del siglo XX, apoyado en políticas
sobre patrimonio cultural promovidas por la Unión Panamericana y la UNESCO.
Se trata de una política de Estado defendida hasta el presente por una minoría de
políticos, y algunos magistrados y académicos que han valorado los naufragios y
sus contenidos, no como tesoros, sino como parte del patrimonio arqueológico de
la Nación.
El propósito de este ensayo es reconocer que los náufragos que se encuentran en
aguas colombianas pertenecen al patrimonio cultural sumergido, los restos de
civilizaciones, barcos ,contenedores que se encuentren dentro del mar como es el
caso del Galeón San José en Cartagena Colombia debe pasar más de cien años
de estar sumergido para decir que es del estado. Existiendo leyes que la regulan
y entidades que lo vigilan, para fortalecer la protección de este, que lo hace
parte de nuestra soberanía nacional.

La ley 1675 de 2013, establece que el patrimonio cultural Sumergido está


compuesto, por todos aquellos bienes producto de la Actividad humana, que sean
representativos de la cultura que se encuentran Permanente sumergidos en aguas
internas, fluviales y lacustres, en el mar Territorial, en la zona contigua, la zona
económica exclusiva y la plataforma Continental e insular, y otras áreas
delimitadas por líneas de base. Hacen parte de este patrimonio los restos
orgánicos e inorgánicos, los asentamientos, Cementerios y toda evidencia física
de grupos humanos desaparecidos, restos humanos, las especies náufragas
constituidas por las naves o artefactos navales y su dotación, sus restos o partes,
dotaciones o elementos yacentes dentro de estas, cualquiera que sea su
naturaleza o estado, y cualquiera sea la causa de la inmersión, hundimiento,
naufragio o echazón”

(DIMAR) Ejercerá vigilancia y control de las actividades marítimas que desarrollen


los Contratistas, según sus atribuciones y competencias y ademas mantendrá la
función de otorgar las autorizaciones en Los asuntos que son de su competencia y
que, sin oponerse a lo establecido en Esta ley, se requieran para poder desarrollar
o ejercer las actividades o suscribir Los contratos para exploración, intervención o
aprovechamiento económico del Patrimonio Cultural Sumergido. La información
que en consonancia con la Legislación vigente tenga carácter reservado por
razones de soberanía y defensa Nacional, entre otras, será preservada por la
Dirección General Marítima.

Haber delegado la suerte del patrimonio cultural sumergido en una instancia


sumamente débil frente a las presiones del ejecutivo, la Corte Constitucional actuó
en esta ocasión de manera tímida en su misión de defender el bloque de
constitucionalidad del Estado colombiano. A ello se suma la existencia de otros
factores de riesgo que no podrá controlar el Consejo de Patrimonio Cultural, y
cuyo seguimiento está en cabeza del Ministerio de Cultura, el ICANH y la DIMAR.
En las actividades de intervención y aprovechamiento económico, que en el caso
de los restos del Galeón San José son las que siguen, el afán de recuperación de
la inversión efectuada por parte de los privados, hará que bienes del patrimonio
cultural sumergido se encuentre en peligro, ya no sólo por su posible
mercantilización, sino por su destrucción. En efecto, identificar las piezas que
componen la carga del navío, para establecer cuáles de ellas pueden ser o no
consideradas como patrimonio, implica remover los sedimentos y estructuras que
las contienen, incluidos los restos de la nave propiamente dicha, así como
extraerlas, lo que en contextos subacuáticos puede generar la pérdida irreparable
de la información arqueológica y la degradación de las evidencias más frágiles.

Para concluir el patrimonio subacuático en Colombia es enorme y no le habían


dado la importancia que este tenía, a partir de la demanda que inicio en 1982
presentó ante los tribunales colombianos Sea Search Armada Inc. contra la
Nación Colombiana despertó el interés por proteger su patrimonio cultural
subacuático. Ya que. Se asegura que con el San José naufragaron, además de
pasajeros y tripulantes, esmeraldas, oro y plata avaluados entre 2.000 y 5.000
millones de dólares del presente.

A la nación colombiana le sirvió este litigio para que tomara interés en proteges
esta riqueza que tenía un valor histórico importante para nuestro país.

De todo lo anterior deduzco que el patrimonio cultural sumergido juega un papel


importante en el ambiente marino ya que en estos se pueden asentar diversos
animales y plantas como algas , arrecifes que formar un nuevo ecosistema, este
se encuentra en Cartagena y ha servido para investigaciones de universidades.
En Colombia nos falta conciencia para ver el gran patrimonio que tenemos y esto
trae como consecuencia no ejercer un debido control sobre estos debemos
elaborar propuestas para una adecuada utilización y gestión.
BIBLIOGRAFIA.

PATRIMONIO CULTURAL SUMERGIDO

CAPÍTULO X (Julio Monroy Silvera* César Grisales López** Hermann León


Rincón)

https://esdeguelibros.edu.co/index.php/editorial/catalog/download/35/29/653
?inline=1

CAPÍTULO XIPATRIMONIO CULTURAL SUMERGIDO


https://www.researchgate.net/publication/332954175_Patrimonio_cultural_sumergi
do January 2018 (PDF) Patrimonio cultural sumergido - ResearchGate

Patrimonio Cultural Sumergido en Colombia: negocios y política OPCA 13

(Carlos Emilio Piazzini Suárez, carlo.piazzini@udea.edu.co)


https://opca.uniandes.edu.co/patrimonio-cultural-sumergido-en-colombia-negocios-
y-politica/

DIRECCION GENERAL MARITIMA

RESOLUCIÓN NÚMERO ( 0192-2020) MD-DIMAR-SUBDEMAR-GINSEM-ARINV


7 DE MAYO DE 2020.

La UNESCO y la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático


https://patrimonioactual.com/page/la-unesco-y-la-proteccion-del-patrimonio-
cultural-subacuatico/

Alicia Estrada Escamilla. 2021

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