La gota que sale del espejo

Hace unos años mis padres decidieron que nos mudaríamos a un nuevo pueblo
llamado Chentalix, pues mi padre se dedicaba junto con mi madre a comprar casas
restaurarlas y venderlas a un precio mucho más alto junto a mis tres hermanos
Thomas y Lucas entramos a explorar la casa pues esta tenía un ambiente pesado todas
las paredes estaban cuarteadas el papel tapiz era ya muy viejo y deteriorado pero todo
esto ya no nos sorprendía estábamos acostumbrados a ver casas en este estado al fin y
al cabo era trabajo de mis padres restaurar y vender, pero mientras arreglaban la casa
todos vivíamos ahí, como yo era la mayor decidí escoger el cuarto más grande que
tenía un balcón que daba al patio la habitación de mis hermanos quedaba enfrente de
la mía a la izquierda estaba Thomas y al otro lado quedaba la de Lucas.
Mis padres trataron de renovar primero las habitaciones para que pudiéramos estar a
gusto y cómodos realmente fue muy rápido ya que las habitaciones no tenían mucho
que hacer se encontraban en buen estado solo empastaron algunas grietas y
arreglaron algunas tuberías, para que tengan un idea la casa era de dos pisos pero
tenía como 10 habitaciones los vecinos nos contaron que la construyó un millonario
que vivía junto a sus hijos y que de la noche a la mañana nunca más los volvieron a ver.
La noche cayo mucho más rápido de lo pensado después de las 6 de la tarde por la
espesa neblina no podías ver a más de 1 metro, arreglando mis cosas en la habitación
vi un espejo grande como de 2 metros y con un borde dorado y al frente de mi cama
estaba como una sombra de la silueta del espejo así que lo puse enfrente era muy
pesado, estaba sucio así que fui por un trapo para limpiarlo al llegar a la cocina vi una
señora muy alta con un vestido blanco y pelo negro pegue un grito mi madre vino
corriendo preguntándome que me pasa señale hacia donde estaba la señora. Mi
madre me abrazo y me dijo “Te presento ella es la señora Lucía se va a encargar de
cuidarlos mientras tu padre y yo arreglamos la casa “me presente agarre el trapo y al
llegar a mi habitación por el reflejo del espejo vi un niño pensé que era Lucas pero de
la nada desapareció.
Arregle mi cama dispuesta a dormir, me cayó una gotera sobre mi cara me levante
asustada viendo de dónde provenía esa gota pero el techo estaba totalmente seco
mire hacia el espejo y las gotas salían de ahí, me levante y camine hacia el espejo.
Mi padre salió a media noche gritando mi nombre inmediatamente los vecinos se
acercaron hacia el preguntando qué había pasado a lo que mi padre respondió que yo
no estaba en mi habitación, los guio hacia mi habitación una señora Rosa que era una
anciana de unos 85 años le dijo que el espejo frente a la cama es un portal que te roba
tu vibra y abre un portal hacia el mundo de aquellos que ya no están junto a nosotros.
Pues si yo me encontraba dentro de él.