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Carisma: entendida como aquella habilidad para agradar por lo que somos intrínsicamente.
Conmover: capacidad de sentir y apreciar el valor de todo aquello que nos rodea, con el
objetivo de que después seamos capaces de comunicar aquellas emociones y sentimientos y
lograr conmover a nuestro receptor.
Convencer: habilidad de lograr persuadir a las demás personas, con relación a la toma de
decisiones o negociaciones que directa o indirectamente nos afecten, esto con el objetivo de
obtener las menores perdidas posibles.
Sexual: se manifestará el cómo somos y que nos gustaría hacer con la otra persona
Racional: el objetivo de esta será que de forma indirecta demos a entender a la otra persona
los beneficios que tendría para el o ella el tenernos en su vida. En este punto se tratará de dar
información como nuestros pasatiempos, trabajo, aspiraciones, estudios, etc..
Asertividad: hace alusión a preguntar sobre nuestros sentimientos y los del otro y a
comunicarlos.
Esto hace alusión a tres momentos o pautas que se debe llevar a cabo durante la seducción
Observación: mirar con atención a ti, al otro y a la interacción y si ésta está siendo fructífera o
no.
Cualificación: básicamente se trata de analizar una determinada cosa y llevar a cabo un juicio,
en cosas tales como: tus virtudes, que aspectos positivos puedes aportarle a ella, que la
distingue tanto física, conductualmente.
Mantener una postura abierta ante los estímulos externos ya sean los del contexto o los
relacionados con la otra persona, esto con el objetivo de poder comunicar lo que genera en ti y
de generar un impacto positivo en la otra persona.
Consejo: identificar los rasgos que nos gusta de la otra persona, lo que nos atrae o hace sentir
placer emocional y sexual. Esto con el objetivo de poder comunicar asertivamente el por qué
estamos interesados en la otra persona.
Las 3 h de Egoland
Humildad: informar sobre nuestros logros, y fortalezas de forma asertiva sin denotar
arrogancia, pero tampoco infravalorándola
Honestidad: tanto con nosotros mismos, es decir, siendo fiel a nuestros principios, valores,
limites y el compromiso de ser mejores cada día tanto como con el otro. Es decir, siendo
claros sobre las intenciones que tenemos con la otra persona.