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CLAVES MEJORAR TUS RELACIONES INTERPERSONALES

Las relaciones interpersonales

 Todas las personas establecemos numerosas relaciones a lo largo de nuestra vida,


como las que se dan con nuestros padres, nuestros hijos e hijas, con amistades o con
compañeros y compañeras de trabajo y estudio.
 A través de ellas, intercambiamos formas de sentir y de ver la vida; también
compartimos necesidades, intereses y afectos.
 A estas relaciones se les conoce como relaciones interpersonales.
 Cada uno de nosotros tiene el derecho de elegir con quién se relaciona, cómo y
cuándo. Tenemos también el derecho de esforzarnos para que nuestra relación con
los demás sea lo mejor posible, sin perder nuestra dignidad.

¿Cómo nos relacionamos?

 Esperando reciprocidad
 Dando y recibiendo
 Escuchando y siendo escuchados
 Comprendiendo y siendo comprendidos
 Siendo honestos
 Aceptándonos
 Ayudándonos
 Reconociendo potenciales
 Protegiendo
Cuatro elementos para mantener buena comunicación

 Expresar el mensaje con claridad


 Escuchar con atención
 Verificar lo que se ha escuchado
 Expresar el mensaje propio
Al violar cualquiera de estos elementos deja de existir buena comunicación.
Errores al comunicarnos

 Cantalatear
 Hacer pronunciamientos
 Interrumpir
 Atacar y formular juicios
 Proyectar
 Saltar de un tema a otro
 Cuando no escuchamos al otro u otra con atención.
 Cuando mandamos un doble mensaje y, por tanto, éste resulta contradictorio.
 Cuando hacemos suposiciones sobre lo que piensa o siente otra persona.
A mejor comunicación, mejores relaciones

 Hablar con los demás


 Compartir lo que nos pasa y lo que sentimos.
 Saber escuchar.
 Comunicarnos con respeto.
Técnicas para mejorar la comunicación

 Hablar de manera clara y sencilla.


 Ver a los ojos de la otra persona y demostrarle que se quiere la comunicación con
ella.
 Conciliar lo que expresamos con nuestros gestos, con lo que decimos con palabras.
 Escuchar con todos nuestros sentidos.
 No juzgar ni afectar la comunicación de otros, mediante la burla o la ridiculización.
 No tratar de demostrar lo que no se es o no se sabe
Puntos importantes

 Tenga un buen concepto de sí mismo.


 Recuerde siempre que usted es tan importante como los demás.
 Sea educado.
 Considere los puntos de vista de los demás y educada, pero firmemente, exponga su
opinión.
 Afirme tranquilamente los pasos que está dispuesto a seguir y asegúrese de
cumplirlos.
 Si se le vé aceptar situaciones cortésmente tras una discusión, la gente le respetará
más.
Aprender a desenvolverse socialmente es algo que se aprende y quienes lo han conseguido
pueden haberlo hecho por diferentes razones: necesidad, imitación o porque han encontrado
un espacio propio para hacerlo.

No todos somos iguales en este terreno, hay personas que se sienten cómodas en una
conversación de dos, otras disfrutan más dentro de un grupo pequeño, y otras personas solo
se abren cuando se encuentran ante los grupos grandes.

Aprender a sentirnos cómodos en diferentes situaciones y con personas diversas nos


permite ocupar el lugar que nos corresponde social y profesionalmente. Además de nuestro
desempeño, la facilidad con que nos relacionamos con otros puede determinar nuestro éxito
profesional, y lo mismo ocurre en la familia y con la pareja.

Los expertos señalan que las personas que viven en un entorno social son más felices que
las que no están rodeadas por otras personas.

Estas son algunas ideas para mejorar el modo en que nos relaciones con los demás:
1.- Entra en contacto contigo misma.

¿Qué es lo que te gustaría obtener de esta situación? Imagina que te invitan a un


cumpleaños donde solo conoces a dos personas. Si, por ejemplo, te propones entablar
conversación con otras dos, estarás orientada y sabrás qué hacer. Esta actitud te sacará de la
pasividad y aliviará el miedo. Decide qué te apetece realmente y no te dejes llevar,
cuando dependes de tu entorno aparecen síntomas de estrés: el cuerpo se tensa, el corazón
se acelera…

2.- Pasa de una posición pasiva a una activa.

En ocasiones nos cuesta porque hemos sido educados para actuar de forma pasiva, haciendo
“lo que debemos” en cada situación, en lugar de lo que nos apetece. Cuando conocemos a
alguien o nos encontramos con una nueva situación social, solemos preguntarnos ¿qué debo
hacer? En lugar de ¿qué me apetece hacer?. Cambia el chip.

3.- Aprende a escuchar.

Escuchar es difícil, requiere entrenamiento y mucha generosidad. Me refiero a la escucha


verdadera, a estar completamente volcada y en contacto con la otra persona sin emitir
juicios internos ni estar pensando en lo próximo que vas a decir.

Dar consejos refuerza el ego de quien los da, pero no suele ayudar a quien los recibe.
Escuchar hace que nuestro interlocutor salga de su soledad, que sienta que lo acompañamos
genuinamente. Además, ser escuchados es muy agradable e incluso terapéutico.

4.- Practica la empatía.

La empatía nos permite ponernos en lugar del otro sin dejar de ser nosotros mismos.

¿Has oído hablar de las neuronas espejo? Según el Dr. Jean Decety, de la Universidad de
Chicago, experto en el estudio de la empatía, las neuronas espejo hacen que, de forma
involuntaria, imitemos a nuestro interlocutor. No solo sentimos e imitamos lo que la otra
persona siente cuando adopta una postura específica, sino que también podemos adivinar
sus sentimientos e intenciones.

Cuando nuestro interlocutor actúa como nosotros se crea la sincronía emocional, una
herramienta natural para las relaciones sociales. Alguien nos “cae bien” cuando estamos en
sincronía, cuando nuestras neuronas espejo vibran al unísono, es decir cuánto más nos
podamos identificar con la otra persona y cuanta más empatía muestre hacia nosotros más
fluirá la relación.

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