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LA ESTÉTICA DE LA RECEPCIÓN

 Después de que el estructuralismo centrara la atención en el texto, las corrientes


posteriores focalizaron su interés en el receptor o lector. La estética de la
recepción se fundamenta en el lector como figura central de la comprensión del
fenómeno literario. Previamente, ya se había percibido la importancia del receptor
(formalistas, estructuralismo del CLP, Ingarden, Gadamer)
 Con la Estética de Jauss, la literatura se considera como un fenómeno pensado
para el lector, pese a que la recepción ha estado presente en casi toda la teoría
literaria del siglo XX. No se trata de un cambio de paradigma, sino del énfasis hacia
un aspecto concreto, del cual depende la existencia misma de la obra literaria.
Critica el enfoque marxista y el formalista porque prescinden del aspecto de la
recepción y sus efectos, e intenta solventar esta carencia dando al público el
estatuto de fuerza histórica creativa (el público no es un elemento pasivo sino una
fuerza histórica, creadora a su vez). Es preciso que la ciencia literaria retome el
problema de la historia literaria desde el punto de vista de la recepción, y para ello,
Jauss plantea siete tesis:
o Liberarse del objetivismo histórico y dar a la estética tradicional el apoyo de
la estética de la recepción.
o El estudio de la recepción debe basarse en el sistema de expectaciones. Este
sistema se determina para cada obra en el momento de su publicación por:
 La tradición de su género.
 La forma y materia de las obras anteriores más conocidas.
 La oposición entre los lenguaje poético y práctico.
o A partir del sistema de expectaciones, la obra establece una “ distancia
estética”; ésta se materializa en la variedad de reacciones del público y los
juicios de la crítica.
o La reconstrucción del sistema de expectaciones de la obra del pasado permite
reconstruir las preguntas a que el texto respondió y entender cómo el lector
del pasado podía comprender la obra. Así se evita confundir la interpretación
actual y la interpretación histórica. La interpretación es un fenómeno
histórico.
o La teoría de la recepción permite la comprensión del sentido y la forma de la
obra literaria por la variedad histórica de sus interpretaciones.
o Hay que superar la exclusividad de la diacronía en la historia literaria y hay
que hacer cortes sincrónicos en algunos momentos de la evolución.
o La historiografía literaria cumplirá su tarea si es descrita también como
historia especial en sus relaciones con la historia general.
 Jauss reflexiona sobre otras cuestiones como: la formación del canon; el horizonte
de expectativas, o conjunto de criterios utilizados por los lectores para juzgar
textos literarios en cualquier momento histórico, y que ha sido identificado con el
horizonte de preguntas de Gadamer; los antecedentes literarios del receptor; la
diferencia entre el lector implícito y el lector explícito; y la experiencia estética,
con sus tres aspectos: productivo, receptivo y comunicativo.


 Isser. A diferencia de Jauss, que llega a la estética de la recepcción desde la
historia literaria, Iser lo hace desde el New Criticism y la Narratología, y con algunas
influencias de la fenomenología de Ingarden. Centra su atención, además de en el
lector, en aquellos mecanismos y propiedades textuales que implican al mismo en el
proceso de lectura. Se centra en el texto individual y en la relación que el lector
establece con él. El texto sólo existe en la medida en que es leído: lector y autor
participan en un mismo juego imaginario. Considera que es en el texto donde se
encuentran los rasgos o procedimientos que hacen posible la actualización del texto
por parte del lector. Recurre a la idea de los correlatos oracionales intencionales de
Ingarden donde cada frase es siempre una indicación de lo que sigue. Iser determina
que cada oración crea una expectativa que se ve confirmada o modificada por las
oraciones siguientes. Conforme se avanza en la lectura, hay huecos que son los que
confieren dinamismo al texto, y que el lector rellena (hay una “indeterminación” que
exige la participación del lector y que permite la efectividad del texto). A partir del
reconocimiento de que el lector es quien concretiza el texto, mediante el relleno de
los huecos e indeterminaciones, se evidencia que un texto no tiene un sólo
significado, sino que el texto literario tiene una pluralidad de significados a lo largo
de la historia y dentro de unos límites que marca la propia narración. La lectura
queda siempre controlada por el texto, de forma que cuando un lector interpreta
un texto, a priori asume moverse dentro de los límites que fija el lector implícito
 Eco. Es difícilmente clasificable dentro de una escuela. Dice que toda la vida
humana es invención, producción de formas, y si toda formación es un acto de
invención, se afirma el carácter artístico de toda realización humana. Sus relaciones
con el formalismo francés son abundantes, pero nunca dejó de tener en primer plano
todo lo referido a la recepción de la obra. Aunque su producción está vinculada al
ambiente del formalismo estructuralista, siempre tiene en primer plano el tema de la
comunicación social y artística, de ahí su identificación con la semiótica. En los 90
pone en primer plano las preocupaciones por la interpretación (hermenéutica) como
se refleja en su trabajo: Los límites de la interpretación (1990). Es esta consideración
constante a la recepción lo que caracteriza el trabajo de Umberto Eco y lo que
justifica su inclusión a la teoría de la recepción.

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