Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Introducción
Los trastornos que hoy incluimos en el concepto de demencia han sufrido muy distinta
consideración por parte de los estudiosos y de la propia sociedad a lo largo de la Historia.
Pasamos a recordar, muy brevemente, las épocas de la Historia en las que se mostró más
interés por la demencia.
Imperio Romano
La palabra demencia aparece ya en el Imperio Romano, significando —literalmente— «locura,
fuera de la mente de uno». Así la encontramos por primera vez en la obra De Rerum Natura,
de Titus Lucrecius, en el siglo I antes de Cristo, y es en la Enciclopaedia de Celsus -también del
siglo I antes de Cristo- cuando se usa por primera vez en un contexto médico.
Edad Media
Durante la Edad Media, los médicos del Islam siguieron manteniendo criterios similares a los
del Imperio Romano, tanto en lo relativo a la demencia como en lo relativo al envejecimiento
cerebral.
Renacimiento
Las ideas comunes de esta época eran la inevitable decrepitud intelectual y el carácter
melancólico del anciano. Thomas Willis, en su obra De Anima Brutorum, incluyó bajo los
epígrafes de «estupidez» y «locura» lo que hoy conocemos como demencia.
Siglo XVIII
La palabra demencia aparece por vez primera en lengua vernácula en el Physical Dictionary de
Blancard, en 1726, con los significados de «Deficiencia mental extrema. Sin mente. Extinción
de la imaginación y el juicio». El Diccionario Español-Francés de Sobrino (1791) la define como
«Locura, extravagancia, extravío, alienación del espíritu».
La raíz latina demens adquiere ya connotación médica a mediados de este siglo, como se
aprecia en la Enciclopedia Francesa de Diderot y D'Alembert de 1754, distinguiéndose ya bien
aquí la demencia de la manía y del delirium, y aceptándose además su reversibilidad en
algunos casos, la posibilidad de presentación a cualquier edad y su carácter plurietiológico.
Siglo XIX
Es en este siglo cuando se empieza a perfilar con claridad la organicidad de la demencia. En
1822, Bayle presentó su trabajo clínico-patológico, en el que demostraba que los síntomas
físicos y mentales de la parálisis general progresiva (PGP), enfermedad infecciosa tratable que
cursa con demencia y que había sido traída por los españoles de Colón desde Haití, eran
debidos a una aracnoiditis crónica. Esto hizo cambiar el concepto de demencia, que empezó a
considerarse el resultado de una enfermedad orgánica.
Sin embargo, no se ubicaban en esa clasificación enfermedades tan clásicas como la PGP, la
demencia precoz, las demencias alcohólicas, las postraumáticas, la debida a envenenamiento
por plomo, etc.
Siglo XX
Alois Alzheimer describió por completo en 1904 la neuropatología de la PGP, y fue Kraepelin
quien señaló que «la infección sifilítica es esencial para su aparición».
A partir de entonces se inicia una febril actividad investigadora sobre las demencias en todos
los campos. Neurólogos, psiquiatras, geriatras, internistas, infectólogos, epidemiólogos y
expertos en biología molecular y genética forman, entre otros, la legión de especialistas
volcados en la investigación y problemática general de las demencias, y se describen algunas
de nueva aparición, como la del complejo demencia-sida y la de la nueva variante de la
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Siglo XXI
Continúan el interés y la intensa actividad investigadora iniciadas en la segunda mitad del siglo
XX.
Se asientan los criterios diagnósticos de consenso para las demencias más prevalentes, y se
sientan las bases para un diagnóstico más precoz de las mismas, especialmente para la
demencia debida a la enfermedad de Alzheimer, para cuyo tratamiento hay abiertas en la
actualidad varias vías de investigación bastante prometedoras en el campo de la
inmunoterapia.
Cómo citar esta página:
Datos y cifras
La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el
comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria.
La demencia no es una consecuencia inevitable del envejecimiento
El número de personas con demencia está aumentando rápidamente
La enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un
60% y un 70% de los casos.
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las
personas mayores en el mundo entero.
La mayoría de los cuidadores de personas con demencia son familiares
La demencia es causada por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma
primaria o secundaria, como la enfermedad de Alzheimer o los accidentes cerebrovasculares.
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas
mayores en todo el mundo. Puede resultar abrumadora no solo para quienes la padecen, sino
también para sus cuidadores y familiares. A menudo hay una falta de concienciación y
comprensión de la demencia, lo que puede causar estigmatización y suponer un obstáculo
para que las personas acudan a los oportunos servicios de diagnóstico y atención. El impacto
de la demencia en los cuidadores, la familia y la sociedad puede ser de carácter físico,
psicológico, social y económico.
Signos y síntomas
La demencia afecta a cada persona de manera diferente, dependiendo del impacto de la
enfermedad y de la personalidad del sujeto antes de empezar a padecerla. Los signos y
síntomas relacionados con la demencia se pueden entender en tres etapas.
Etapa temprana: a menudo pasa desapercibida, ya que el inicio es paulatino. Los síntomas
más comunes incluyen:
tendencia al olvido;
pérdida de la noción del tiempo;
desubicación espacial, incluso en lugares conocidos.
Etapa intermedia: a medida que la demencia evoluciona hacia la etapa intermedia, los signos
y síntomas se vuelven más evidentes y más limitadores. En esta etapa las personas afectadas:
empiezan a olvidar acontecimientos recientes, así como los nombres de las personas;
se encuentran desubicadas en su propio hogar;
tienen cada vez más dificultades para comunicarse;
empiezan a necesitar ayuda con el aseo y cuidado personal;
sufren cambios de comportamiento, por ejemplo, dan vueltas por la casa o repiten las
mismas preguntas.
Tasas de demencia
La demencia afecta a nivel mundial a unos 50 millones de personas, de las cuales alrededor del
60% viven en países de ingresos bajos y medios. Cada año se registran cerca de 10 millones de
nuevos casos.
Se prevé que el número total de personas con demencia alcance los 82 millones en 2030 y 152
millones en 2050. Buena parte de ese incremento puede achacarse al hecho de que en los
países de ingresos bajos y medios el número de personas con demencia tenderá a aumentar
cada vez más.
Tratamiento y atención
No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva.
Existen numerosos tratamientos nuevos que se están investigando y se encuentran en diversas
etapas de los ensayos clínicos.
Sin embargo, sí existen numerosas intervenciones que se pueden ofrecer para apoyar y
mejorar la vida de las personas con demencia y sus cuidadores y familias. Los objetivos
principales de los servicios de atención relacionados con la demencia son:
Derechos humanos
Con frecuencia a las personas que padecen demencia se les deniegan libertades y derechos
básicos de los que las demás personas disfrutan sin problema. En muchos países, el uso de
medios de inmovilización tanto físicos como químicos está a la orden del día en los hogares de
atención para personas mayores o en los servicios de cuidados intensivos, aunque haya en
vigor normativas que defienden el derecho de las personas a ver preservada su libertad y
tomar sus propias decisiones.
Hace falta un marco legislativo apropiado y favorable basado en normas de derechos humanos
internacionalmente aceptadas para garantizar la máxima calidad en la prestación de servicios a
las personas con demencia y sus cuidadores.
Respuesta de la OMS
La OMS reconoce la demencia como una prioridad de salud pública. En mayo de 2017, la
Asamblea Mundial de la Salud respaldó el Plan de acción mundial sobre la respuesta de salud
pública a la demencia 2017-2025 - en inglés. El Plan es un marco integral de referencia para las
instancias normativas; los asociados internacionales, regionales y nacionales, y la OMS en las
siguientes esferas: la evaluación de la demencia como prioridad para la salud pública; la
concienciación y la puesta en marcha de iniciativas para satisfacer las necesidades de las
personas afectadas; la reducción de riesgos; el diagnóstico, el tratamiento y la atención; los
sistemas de información; el apoyo a los cuidadores, y la investigación y la innovación.
El documento Towards a dementia plan: a WHO guide («Hacia un plan sobre la demencia: una
guía de la OMS») proporciona orientaciones a los Estados Miembros para establecer y aplicar
un plan sobre esta enfermedad. Está muy relacionado con el Observatorio Mundial de la
Demencia de la OMS y proporciona varias herramientas, como una lista de verificación para
preparar, elaborar y aplicar un plan sobre la demencia. Además, se puede utilizar para conocer
cuáles son las partes interesadas y para establecer prioridades.
Las Directrices de la OMS para la reducción del riesgo de deterioro cognitivo y de demencia- en
inglés ofrecen recomendaciones basadas en datos científicos sobre intervenciones que
reducen los factores de riesgo modificables de la demencia, como el sedentarismo y las dietas
malsanas, así como sobre problemas de salud relacionados con la demencia, como la
hipertensión y la diabetes.
La demencia es una de las enfermedades prioritarias del Programa de Acción Mundial para
Superar las Brechas en Salud Mental (mhGAP, por sus siglas en inglés), un instrumento que
pueden utilizar los médicos de cabecera, sobre todo en los países de ingresos bajos y
medianos, para atender directamente a las personas con trastornos mentales, neurológicos o
relacionados con el uso de sustancias.
Referencia bibliográfica:
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dementia
Demencia
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Para otras aceptaciones, véase Demencia senil.
«Demente» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Demente (desambiguación).
Demencia
Especialidad psiquiatría
neurología
Aviso médico
Índice
1Déficit cognitivo
2Evolución de la enfermedad
3Tipos de demencia según etiología
o 3.1Demencias corticales, degenerativas o primarias
o 3.2Demencias subcorticales o secundarias
o 3.3Demencias mediadas inmunológicamente
4Importancia de las demencias degenerativas
5Epidemiología
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Déficit cognitivo[editar]
Los déficit cognitivos pueden afectar a cualquiera de las funciones cerebrales,
particularmente las áreas de la memoria y la Memoria semántica, el lenguaje
(afasia), la atención, las habilidades visuales visuoconstructivas, las praxias y
las funciones ejecutivas como la resolución de problemas o la inhibición de
respuestas.
Evolución de la enfermedad[editar]
Durante la evolución de la enfermedad, se puede observar pérdida de
orientación tanto la orientación espacio-temporal como de identidad. La
demencia puede ser reversible o irreversible según el origen etiológico del
trastorno.1
Las personas con demencia pueden mostrar también, según avanza la
enfermedad, rasgos psicóticos, depresivos y delirios.
Dentro de los síntomas conductuales, los primeros hallazgos consisten en
cambios de personalidad o de conducta leves, que posteriormente se hacen
más evidentes con cuadros de delirio o alucinaciones. Los dementes suelen
experimentar cuadros de confusión al ser hospitalizados o secundarios a otras
enfermedades como infecciones o alteraciones metabólicas.
La demencia puede afectar el lenguaje, la comprensión, la habilidad motora,
la memoria a corto plazo, la capacidad de identificar elementos de uso
cotidiano, el tiempo de reacción, rasgos de la personalidad y funciones
ejecutivas.
Aunque la alteración de la memoria puede, en una minoría de casos, no ser un
síntoma inicialmente dominante, es la alteración típica de la actividad cognitiva
en las demencias, sobre todo para la más frecuente que es la enfermedad de
Alzheimer,2 y su presencia es condición esencial para considerar su
diagnóstico.
La enfermedad de Alzheimer.
La enfermedad de Pick y otras demencias frontotemporales.
La demencia de cuerpos de Lewy.
Demencias subcorticales o secundarias[editar]
Este tipo de demencia es tratable. El factor patógeno también es una disfunción
o pérdida de neuronas por causas externas al metabolismo neuronal.
Epidemiología[editar]
En el año 2014 se calculó que cada año se registran 7,7 millones
de casos nuevos de demencia degenerativa en el mundo. 6Se calcula que entre
un 5% y un 8% de la población mundial de más de 60 años sufre la
enfermedad.[1]
La enfermedad de Alzheimer, que es la causa de demencia más común,
acapara entre un 60% y un 70% de todos los casos de demencia.
La prevalencia del Alzheimer se dobla cada 5 años a partir de los 65 años. [2]
Casi el 60% de las personas con demencia viven en países de ingresos bajos o
medios y su proporción se incrementará rápidamente durante la próxima
década. [3]
Demencia*
Invitado de Cortesía
RESUMEN
Puede concluirse que ls nosología clásica francesa aceptaba dos tipos de demencia: unos
producidos por enfermedades cerebrales, y otros a consecuencia de locura, siendo esta
última a la que denominaban "vesánica". La existencia de la demencia vesánica fue
aclarada por Kraepelin, cuando creó el concepto de "demencia precoz", en el cual
agrupó varios cuadros psiquiátricos: la hebefrenia de Haecker, la catatonia de
Kahlbaum, etc., que presentan de común su terminación en demencia (3).
Ya Ganser, antes que él, había descrito un cuadro parecido de simulación (4). Madder y
Anderson emplean el término y el vocablo de seudodemencia en casos de depresión, de
histeria y de simulación. Kiloh incluye las dos líneas históricas y Wells acompaña el
estudio del tema con una tabla de diagnóstico diferencial (4). En 1963 Weitbrecht
propone llamar seudodemencias a los estados demenciales reversibles, diferenciando los
clínicamente irreversibles de los clínicamente reversibles; a su vez, al cuestionar el
término demencia, sugiere sustituirlo por el de defekt (defecto) (5).
Definición
El síndrome demencial puede ser causado por cerca de sesenta enfermedades, unas
cerebrales y otras sistémicas. Es por ello que se hace importante el diagnóstico
etiológico del síndrome, pues muchas de sus causas son tratables, pudiéndose por tanto,
cambiar la evolución y el pronóstico de la demencia en curso.
Según su etiología, las demencias pueden dividirse en dos grandes grupos: 1. las
demencias cerebrales o primarias y 2. las demencias sistémicas o secundarias.
2.1. Las demencias vasculares pueden ser causadas por: infarto único cerebral, infartos
múltiples, infartos lacunares, arritmias cardíacas, anoxias, hipoxias, vasculitis (lupus
eritematoso) o la enfermedad de Binswanger.
2.2. Las demencias tóxicas se originan por el alcohol etílico, los metales pesados (Pb,
Hg, etc.) o el monóxido de carbono.
2.5. Entre las causas de las demencias traumáticas se cuentan las contusiones, los
hematomas subdurales, y la actividad pugilística.
Clasificación
Una corriente nosológica diferencia las demencias primarias y las secundarias (5). Las
primarias serían las causadas por lesiones de la corteza cerebral, cuyo paradigma es el
Alzheimer, y las lesiones axiales intrínsecas de origen desconocido (desmielinización de
sustancia blanca o cambios patológicos de estructutras mediales en diencéfalo, tálamo,
etc.).
Clínica
Sintomatología general.
Alteración de la memoria
Alteración de la atención
Alteración en la orientación
A medida que el cuadro avanza, la alteración del juicio se manifiesta por pérdida de la
lógica para valorar cuestiones teóricas y aspectos prácticos de la vida cotidiana. Se
pierde la noción de autocrítica y el paciente realiza actos aberrantes y conductas
indignas y anéticas, especialmente de índole sexual.
Alteraciones afectivas
El paciente presenta desinterés progresivo por sus actos y el entorno, así como la
gravedad de sus síntomas. Al inicio, cuando el paciente nota que pierde facultades, se
muestra irritable, ansioso y deprimido. Luego aparece una labilidad afectiva, pues su
humor fluctúa, con motivo o sin motivo; también puede presentar incontinencia
afectiva, con explosiones de llanto agresivo, al verse frustrado por no lograr alguna
actividad intelectual. Ya avanzado el deterioro aparece una indiferencia afectiva, que le
impide responder a las expresiones de afecto de sus seres queridos.
Alteraciones de la personalidad
Hace unos 30 años surgió la neuropsicología "que se ocupa de las actividades mentales
superiores en sus relaciones con las estructuras cerebrales que las sustentan", creando
técnicas neuropsicológicas que tienen un doble carácter diagnóstico y terapéutico de las
demencias.
Diagnóstico
2. Trastornos de la memoria.
3. Trastornos de la atención.
4. Trastornos de la orientación.
9. Conciencia lúcida.
Diagnóstico diferencial
4. El retraso mental.
5. La depresión melancólica.
4. Hay que recordar a Esquirol: "Los retrasados siempre fueron pobres y los dementes
son ricos que se empobrecieron". En los retrasados hay una falta congénita del
desarrollo mental y en los dementes la ruina de las capacidades intelectuales adquiridas.
Parece importante establecer un diagnóstico diferencial entre ellas, dado que son las
etiologías más frecuentes de las demencias.
Curso y evolución
Pronóstico
Existe una relación directa entre el pronóstico y el tipo de demencia. Esto es, si es
reversible o irreversible, primaria o secundaria.
Las demencias reversibles tienen un pronóstico favorable, dado que el cuadro puede, si
se aplica el tratamiento espcífico, remitir o detenerse.
Las demencias irreversibles, tales como las degenerativas y las vasculares, cuya
evolución se cumple fatalmente, tienen un pronóstico sombrío.
Tratamiento y manejo
Slaby resaltaba que para acceder al tratamiento de las demencias, se debe diagnosticar
las que son susceptibles de tratamiento, con miras a la remisión o a la detención de la
sintomatología (15). Es decir, serían tratables las demencias reversibles o
seudodemencias; tales como: las causadas por: avitaminosis, intoxicaciones exógenas,
intoxicaciones endógenas, aneurismas intracraneales, hidrocefalia normotensiva,
endocrinopatías, la enfermedad de Addison, infecciones cerebrales, angiomas
cerebrales, anoxias cardiorrespiratorias, absceso cerebral, hematomas subdurales,
desequilibrio electrolítico (5).
Prevención
Si se observan las diferentes etiologías, puede constatarse que ciertos tipos de demencia
por ahora no pueden prevenirse; tal es el caso de las degenerativas. Existen la esperanza
de que en el futuro el desarrollo de las investigaciones sobre el genoma pudieran lograr
éxito en la prevención de las enfermedades de Alzheimer y Huntington, dado que en
ellas se han involucrado, respectivamente los cromosomas 14, 19 y 21 y el cromosoma
4.
En las demencias vasculares podría hacerse una prevención primaria controlando los
factores de riesgo cardiovasculares modificables. Para ello contribuiría el evitar que los
pacientes incurrieran en el tabaquismo, el alcoholismo y la obesidad.
Las demencias tóxicas se evitarían imposibilitando el contacto con metales pesados, la
exposición al monóxido de carbono, el consumo de drogas y bebidas alcohólicas.
Amarista Félix José. Demencia. Gac Méd Caracas [Internet]. 2002 Jul [citado 2021 Nov 09] ;
110( 3 ): 310-317. Disponible en: http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0367-
47622002000300003&lng=es.