EL SUICIDIO

“El suicidio es la peor especie de asesinato, porque no deja lugar al

arrepentimiento”
JOHN CHURTON COLLINS

El suicidio es una problemática que ha ido incrementando a lo largo del tiempo de

forma silenciosa, lo cual involucra la necesidad de entablar definiciones exactas
que lleven a la identificación de los componentes de peligro, considerando que las
bases del suicidio son multifactoriales y complicadas. Aun cuando de forma
alarmante, en años actuales ha ido en crecimiento el número de suicidios entre
adolescentes y es más común entre los de clase socioeconómica baja, así estos
estén con procedimiento psiquiátrico anterior, con cualquier trastorno de la
personalidad y precedentes de abuso de substancias y de intento de suicidio.
Pudimos encontrar que en las culturas: mesopotámica, de Egipto, griega y
romana, ya se consideraba al suicidio como producto de un estado de ánimo
melancólico; los literatos lo consideraron un acto que pone fin a una situación
dolorosa.
La ansiedad es otro trastorno asociado de forma relevante con el suicidio, de
manera la comorbilidad de ansiedad con depresión multiplica el peligro. Todo ello
involucra una alerta clínica que debería llevar al doctor al desempeño terapéutico
farmacológico correcto y a tener más grande vigilancia una vez que se detecta la
ideación suicida, más que nada si hay precedentes de depresión y de ansiedad.
De esta forma, la evaluación de peligro del paciente suicida debería ser una
sección importante en la práctica clínica diaria, debido a que la detección
apropiada de los componentes de peligro suicida puede permitir su prevención.
Al año mueren alrededor de un millón de personas, día tras día hay un promedio
de casi 3 mil personas que ponen fin a su vida, al menos 20 intentan suicidarse
por cada una que logra su objetivo, y a esto se le agrega que salen afectados 6
individuos más, del entorno. Aquellos que intentan suicidase con frecuencia están
tratando de alejarse de una situación de la vida que parece imposible de manejar,
pues muchos recurren al suicidio para buscar el alivio a, sentirse avergonzado,
culpable, ser víctima o talvez algún sentimiento de rechazo, perdida o soledad.
La gran causalidad del fenómeno del hecho suicida, requiere que aumenten las
estrategias para prevenir esto, para que se apliquen en conjunto, y así lograr una
mayor efectividad. Es claro que no hay un remedio preciso que impida este
anómalo, ya que lo mejor es un abordaje multidisciplinario desde el entorno
individual.
La prevención del acto suicida, perciben una serie de actividades que van desde la
provisión de las altas condiciones posibles para la educación de niños y jóvenes,
el tratamiento vigoroso de enfermedades mentales y la vigilancia de los factores
de riesgo.
Aun así, son bastantes los elementos de riesgo de aquellas almas que corren
peligro al suicidarse, no hay una medida definitiva para su prevención y serán muy
pocas las personas que con estos factores no cometan la muerte.
Por esto es de gran importancia que haya más estudios clínicos para lograr
descubrir cuales podrían ser las variables que están implicadas en el momento del
acto, según algunos estudios realizados en EE. UU el riesgo de suicido aumento
en el primer mes en el que un paciente recibe tratamiento y esto por razones
desconocidas.
Hay distintas cosas o factores que hay que resaltar sobre el suicidio; la depresión
puede estar presente en infantes y mayores, se ha comprobado que esta tiene
una base biológica así que no se trata de algo como la cobardía, debe haber
apoyo psicológico y atención primaria cuando una persona demuestre algún tipo
de conducta suicida ya que casi un tercio de las personas que intentan suicidarse
vuelven a intentarlo en un período de un año y cerca del 10 % de lo que
amenazan o intenta suicidarse al final terminan con su vida.
En conclusión, se podría decir que el suicidio es un muy grave problema de salud
que requiere atención oportuna y especial, como se afirmó anteriormente la
prevención de este acto fatal puede prevenirse con una seria de actividades como
programas educativos tanto para niños, adolescentes como para adultos; que
contengan una atención primaria sobre salud mental y de emergencia en caso de
un potencial suicidio.