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Tribunal Oral en lo Criminal Nro.

27 de la Capital Federal -
Aliandre, Marcelo Javier 05/04/2010

Publicado en: LA LEY 29/04/2010, 4, con nota de Adrián M.


Tenca; LA LEY 29/04/2010, , con nota de Adrián M. Tenca ; DJ
02/06/2010, 1515 - LA LEY 2010-C, 123, con nota de Adrián M.
Tenca;  Cita Online: AR/JUR/4390/2010

HECHOS: Una persona disparó desde una terraza en dirección a una


caravana de micros que trasladaban a simpatizantes de un club de
fútbol hacía el estadio donde se desarrollaría un encuentro
deportivo. El Tribunal Oral condenó a 15 años de prisión al
imputado como autor del delito de homicidio con dolo eventual.

SUMARIO: Corresponde condenar como autor del delito de homicidio


cometido con dolo eventual a quien, desde la terraza de la
vivienda en la que residía, disparó un arma de fuego en dirección
hacia una caravana de micros que transportaban simpatizantes de un
club de fútbol, hiriendo fatalmente a uno de ellos pues, el poder
ofensivo del medio elegido sumado a la cantidad de personas que
viajaban en cada micro, permiten afirmar que el imputado se
representó que podría matar a alguna de ellas y fue absolutamente
indiferente a ese resultado.

... Probada la participación que le cupo a Marcelo Javier Aliandre


en el hecho resulta necesario analizar su calificación legal. En
este punto consideramos que existe una correcta subsunción del
hecho en la figura del artículo 79 del Código Penal.

Es por ello que el Tribunal entiende que la conducta de Aliandre


configuró el delito de homicidio simple por el cual deberá
responder como autor penalmente responsable.

Ello es así por cuanto Marcelo Javier Aliandre tenía conocimiento


efectivo de todos los elementos descriptivos que se requieren para
lesionar el tipo penal de homicidio de acuerdo a sus propias
capacidades. Con ello dirigió su conducta de manera voluntaria:
Aliandre disparó su arma en dirección hacia los micros repletos de
personas; muchas de las cuales viajaban asomados por la ventanilla
o en los estribos de los colectivos, como refirieran varios
testigos. El fin de su conducta era evidente: disparó hacia un
grupo de personas para hacer blanco en alguna de ellas. De ello se
infiere también que al hacerlo de esta manera, por el poder
ofensivo del medio elegido para tal fin y por la cantidad de gente
que había en cada micro, no podía desconocer con ello que podría
bien lesionar a alguna persona e incluso matarla. Sin perjuicio de
lo cual no dudó en disparar, siéndole el resultado indiferente.

Evidentemente Aliandre se representó las consecuencias que su


conducta traería y fue indiferente a ellas. En la realización de
su acción, repetimos, la de disparar contra un micro repleto de
personas, se concreta su voluntad y con ella el momento del dolo.
Por lo tanto, a partir de esta determinación es que se limita la
imputación al tipo penal de homicidio.

No sólo la exteriorización de su conducta condiciona el elemento


intelectual, también lo es el medio que eligió para concretarla.
Por lo tanto, el resultado muerte de alguna persona evidentemente
se le representó como posible pero fue absolutamente indiferente a
ese resultado y con ello se ha condicionado de manera efectiva y
no potencial su voluntad. He aquí el fundamento del dolo eventual.
Aliandre, de acuerdo a sus capacidades intelectuales, tenía la
posibilidad cierta y concreta de actualizar el conocimiento sobre
las consecuencias de su obrar, sin embargo siguió adelante con su
acción de manera indiferente.
"DIAZ, Silvio Ramón S/ HOMICIDIO SIMPLE Y HOMICIDIO EN GRADO DE
TENTATIVA - RECURSO DE CASACION" Causa N° 287/15

HECHOS. El viernes 6 de junio de 2014 frente a la Escuela Nº 1 Del


Centenario de la ciudad de Paraná, Silvio Díaz conducía a alta
velocidad (134 km/hora) y, tras cruzarse el semáforo en rojo,
pierde el control y embiste a varios vehículos estacionados, para
terminar su recorrido impactando con el menor de 6 años Juan
Manuel Martínez Zurbaño quien fallece al instante y su hermano de
11 años Santiago, quien sufrió heridas graves en sus piernas y
debió ser hospitalizado e intervenido quirúrgicamente de
inmediato.

Silvio Ramón Díaz, conductor del vehículo que originó el choque,


quedó detenido con prisión preventiva. De las pericias realizadas
surgió que se encontraba alcoholizado y bajo los efectos de la
cocaína al momento del hecho.

La Cámara de Casación Penal dictó la excarcelación por entender


que ya no había peligro de fuga ni de entorpecer la investigación,
pero una semana después volvió a ser apresado en un bar donde
tomaba alcohol y drogas disfrazado con una peluca para no ser
reconocido. Ingresa nuevamente a la Unidad Penal N° 1 con prisión
preventiva.

La Cámara del Crimen de Paraná, por el resultado del Acuerdo


realizado y por unanimidad, resolvió declarar a Silvio Ramón Díaz
Autor Material y Penalmente Responsable de los delitos de
Homicidio y Homicidio en Grado de Tentativa en Concurso Ideal, y,
en consecuencia, Condenarlo a la pena de 8 años y 4 meses de
prisión efectiva, con más las accesorias legales y con imposición
de costas. Asimismo, resolvieron mantener el Encarcelamiento
Preventivo del encartado debiendo continuar alojado en la Unidad
Penal local hasta que la presente sentencia adquiera firmeza.

En las consideraciones de su voto Giorgio señaló que “luego de


ponderar las distintas probanzas incorporadas a la causa, tal como
lo han entendido las partes en el acuerdo celebrado, solo puede
concluirse que el hecho que se adjudica a Díaz debe quedar
efectivamente atrapado en la figura de Homicidio y Homicidio en
Grado de Tentativa en Concurso Ideal”. “El imputado Díaz es una
persona que ha nacido y vivido en esta ciudad, que ha transitado
habitualmente sus calles, que ha desarrollado una tarea vinculada
a los automotores como gestor, que conoce indudablemente las
principales arterias de esta localidad y que sabe también, por
ende, de sus puntos neurálgicos, de mayor tránsito peatonal, como
lo son precisamente los accesos a instituciones públicas,
privadas, hospitales y escuelas, en sus horarios de máxima
afluencia de gente”. “Con esa experiencia de vida, era amplio
conocedor de los sectores de máximo riesgo que ofrece la Avenida
Alameda de la Federación, erigiéndose precisamente la Escuela del
Centenario, en el horario de comienzo de clases, como uno de los
puntos de mayor afluencia de personas en ese sector y en el
espacio de tiempo en que transitaba. Si pese a ello,
independientemente de lo que haya pasado por su mente en ese
momento, avanzó a gran velocidad y a marcha sostenida, como se ha
dicho, frente a la severa probabilidad de daños a peatones que se
le insinuaba, no pudo dejar de representarse la concreción de ese
riesgo, resultando cuanto menos indiferente e indolente a su
producción. Siendo ello así, ha obrado entonces con DOLO EVENTUAL
como coincidieron las partes y a lo que se ha adherido inclusive
la parte querellante”, continúa el argumento....“Solo cabe agregar
a lo antes expuesto que las probanzas obrantes en autos demuestran
que el acusado se encontraba en dominio de sus facultades desde el
comienzo de la acción emprendida, más allá de la ingesta de
alcohol y drogas que se le constatara”.

A pesar de haberse tratado de un accidente de tránsito se lo


considera como un delito doloso, caratulado en este caso como
homicidio simple, y se aleja de la jurisprudencia anterior que los
consideraba como homicidios culposos y por ende con penas
muchísimo menores y generalmente sin cumplimiento efectivo. No
obstante ello, se le aplicó la pena mínima para esa figura penal
que va de 8 a 25 años de prisión.

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