Está en la página 1de 14

Creación y Aplicación del

Derecho

Eugenio Bulygin

Anuario de Filosofía Jurídica y Social


(Ed. Sociedad Chilena de Filosofía
Jurídica y Social, Valparaíso, 2001).
SOCIEDAD CHILENA DE FILOSOFIA
JURIDICA Y SOCIAL ANUARIO DE FILOSOFIA
ANUARIO DE FILOSOFIA JURIDICA y SOCIAL Nº 19 JURIDICAY SOCIAL
2 OO 1

2001
Esta obra ha sido impresa con 1a colaboración de las

Facultades de Derecho de las Universidades Adolfo


Ibáñez, Austral de Chile, Católica de Valparaíso,

Católica de Temuco, de Concepción, de Chile, de los


-
20 ANOS
DE
Andes, Internacional SEK, del Mar, Diego Portales,
de la República, y de Valparaíso.
NUESTRA SOCIEDAD
Especial mención cabe hacer a la Facultad de Derecho

y Ciencias Sociales de la Universidad de Va1para1s0,


,

en cuyo taller de imprenta, "Edeval", se llevó a cabo


la impresión de esta obra.

©
Sociedad Chilena de Filosofía Jurídica Y Social

I. S. S. N. - 0170 - 17881
Diseño Gráfico: Allan Browne Escobar

Impreso en EDEVAL
SOCIEDAD CHILENA
Errázuriz 2120 . Valparaíso
E-mail: edeval@uv.cl DE ITLOSOFIA JURIDICA Y SOCIAL
427

CREACION Y APLICACION DEL DERECHO

EUGENIO BULYGIN *

l. La doctrina tradicional

Lo que llamo aquí "doctrina tradicional" se caracteriza por una


tajante distinción entre la creación del derecho por parte del legis-
lador y la aplicación del derecho por los tribunales de jusiicia. Esta
doctrina hunde sus raíses en la Ilustración (con las teorías de la so-
beranía popular y de la división de poderes), la Revolución Francesa
que intentó poner en práctica las principales ideas de los pensadores
de la Ilustración) y la codificación napoleónica que es una consecuen-
cia casi necesaria de la doctrina de división de poderes, doctrina que
mantiene su vigencia hasta nuestros días.
La separación entre el poder legislativo como poder político por
excelencia) ejercido por el parlamento compuesto por los represen-
tantes del pueblo, encargado de la creación del derecho y el poder
judicial, un poder puramente técnico, ejercido por jueces profesio-
nales, cuya tarea se agota en la aplicación de las leyes dictadas por
el poder legislativo, es uno de los puntos centrales de las propuestas
de los teóricos de la Ilustración para la organización polírica y jurí-
dica del Estado. Por derecho se entiende aqui el conjunto de las
normas generales dictadas por el parlamento y el poder ejecutivo, en

* Universidad de Buenos Aires.


,. T
'

428 42'l

pri~1er_~lugar, !ªs leyes. La tarea de los juc:ces se circunscribe 3 Ja Si los jueces están obligados a resolver todos los casos median-
apltc~cton de las nor~as generales a casos concretos. Este planteo te sentencias fundadas en normas jurídicas, se infiere -en virtud
no solo st.1pon~ una. dn,·!sión. tajante enLre la creación y b aplicación del principio "deber implica poder"- que los jueces pueden cum-
1
d~1-derecho, srno ademas exige -para que los jueces estén en con- plir esa obligación, de donde se sigue:
?1c10nes de ~u~plír su función- que el derecho suministre a los
3) En el derecho se encuentra siempre una solución para cual-
J~~ces la pos161hdad de resolver todos los casos mediante 1a aplirn-
quier problema jurídico planteado al juez (1).
cron de las normas generales. Esto implica que el derecho ha de ser
co~~leto Y coherente, en el senric.lo Je que debe contener una 50 . Es característico para esta actitud, el artículo 15 del Código
luc1on pa~a todo. prob1~ma que. sea sometido al juez y que no haya Civil argentino que dispone: "Los jueces no pueden dejar de juz-
dos o mas soluc10nes rncompar1bles para el mismo caso. Ap 3 rente- gar bajo el pretexto de silencio, obscuridad o insuficiencia las de
mente, Ja falta de una -norma que resuelva el caso (lo que tradicio- leyes". Está bien que no deban alegar pretextos, pero ¿qué sucede
nalmente se llama laguna del derecho) o la existencia de dos O más si no se trata de pretextos, si la ley guarda silencio, o es oscura o
normas incompatibles aplicables al mismo caso (coníficto de nor- insuficiente? ¿O es que se supone que tal situación no puede darse?
":as) im~edíría al j_uez resolver el caso, esto es, aplicar el derecho, El artículo 16 indica el camino que debe adoptar el juez para evitar
sm soluc10nar antes esos problemas. esta situación desagradable: "Si una cuestión civil no puede resol-
. Es en este sentido que la codifícación napoleónica puede con- 'verse, ni por las palabras, ni por el espíritu de la ley, se atenderá
siderarse como u~ ~orolarío indispensable de la división de poderes. a los principios de leyes análogas; y si aún la cuestión fuese dudosa,
En. efe~~º• la cod1f1cación fue el primer intento ~erio de legrar un,~ se resolverá por los principios generales del derecho, teniendo en
leg1slac10n c~mplet~ ! coherente para una deterrnic.ada materia, co- consideración, las circunstancias del caso".
mo l_asrelaciones c.:iles (C.ú~igo Civil), ccmerciales (Código de Co- Esta disposición admite dos interpretaciones. O bien, el legis-
mercw), 1a pretens10n pumttva del Estado (Código Penal) etc. El lador considera que aunque las leyes (es decir, las normas generales)
que las normas generales solucionen todos los casos y lo hagan en pueden no ser completas, el conjunto resultante de agregar a las
f~rma c?herente pare_:::e _ser una conclíción necesaria para peder exi- normas generales los principios de las leyes análogas y los principios
g1t del Juez que se lrnnre a fa mera aplicación de esas not·mas s·,11 generales del derecho es siempre completo y coherente. Esta tesis
. d . d - _¡_ ,
rntro_ uc1r rno itícaciones
_ o ._
"ambios
- en. Ias no1mas
- 1
geíi.eraLes. T :m es llamativamente parecida a la posición de Dworkin para quien sí
~ers1stente es esta 1dea que en los órdenes jurídicos n:odcrncs cu~ bien el derecho establecido (settled law) -entendiendo por tal el
tienen, su origen en _la codificación napoleónica se Ja por supue~to conjunto de las leyes y precedentes judiciales- puede resultar in-
que et dcre~ho es siempre cornplern y cchcrente e:-:. el s::-nticlo de completo e incoherente, una vez interpretado a la luz de los princi-
que . proporc10na una respuesta v; sólo· una respue-t" - ,..¡. ¡, pios y de la mejor teoría política subyacente, suministra siempre
, _

rna 1und1~0. ~:w - "' « 1 ~o~.o pro.Jte-


lo yeueban fas exigencias impuestas a los juece<;
por 1a leg1slac1on pos1t1va <le muchos países. En efecto:
una respuesta correcta. O bien, el artículo 16 puede interpretarse
en el sentido de que autoriza al juez a modificar el de~echo exis•
1) Los jueces tienen la obligación de resolver todos los casos tente, agregándole una nueva norma, al estilo del art. 1 del Código
que d~ntro de s~ competencia les fuer311 planteados y si bien Ia com-
petencra de t 1r; ¡uez sur•le cer ¡1·mnaua,
· 1
se supone (lt:e ¡_:1 competer.-
!º:
• _ • - u .

eta de tod~s JUe~es es e:-:ha~stiv:1 en el sentido 2e c¡u~ para todo


problema JUndrco siempre ta de haber un juez competente. L Cfr. Alchourrón, C E. y Bulygin, E. Normative Systems, Springer. Wien-
New York, 1971, 175-178. En adelante: NS. Cfr. también la versión
~) ,L~s resoluciones de Ios jueces deber! ser fo.ndads.s en nor- castellana de los autores Introducción a la metodología de las ciencias ;urídicas
mas 1und1cas.
y sociales, Astrea, Buenos Aires, 1975.
T

-13l
430
El término "caso" es ambiguo tanto en el lenguaje corriente
Civil Suizo (2), En esta interpretación el art. 16 autorizaría al juez
como en el lenguaje jurídico: así hablamos del caso de atentado
ª.:rcar nue\'as normas jurídicas, lo que está en flagrante contradic-
político y Jel caso del arnquc a las Torres Gerr.das. La palabra "o-
c10n con la doctrina de la división de poderes en su versión rradi-·
so" alude aquí, sin embarg,o, a dos cosas hien distintas. El ca·m de
cional.
atentado político está cara.eterizado por 1-.!nconjunto de propied::idcs
La doctrina tradicional fue criticada por Kelsen, quien sostiem.: (un hecho Je violencia rendicn~e ;i causar cL1~lO'.> ,: per~on,ts o cosas,
que todos los actos jurídicos son a la vez actos de aplicación \' producido por razones polític.s). El attnudo político rwede produ-
de creación del derecho (salvo los dos casos extremos: el dictad~ cirse -y, lamentablemente, se produce con bastante frecuencia-
d~ la -~istóricamente primera constitución que es pura creación y Ja en distintos Jugares y en Jiferelles momentos da explosión <le Li
e~ecuc10n d~ sentencia que es pura aplicación). En particular, el le- Embajada de Israel en Buenos Aires en 1992, el ataque a las Torn~s
gislador aplrca la constitución y crea normas generales y el juez apli- Gemelas en Nueva York el 11 de S.:'.:ptiembre p<1sado, un cochebom-
ca la ley Y crea sentencias, es decir, normas individuales. Por lo tan- ba colocado por ETA en una calle de Madrid, son todos ejemplos
t~, la,.diferencia entre la función del legislador y la del juez es, se- de atentado político). Para despejetr esta ambigüedad usaré los tér-
gun Kelsen, sólo cuantítati\·a: el juez suele estar más limitado que minos ca:w genérico y carn indi!.-_.;-1.lua!.
Un casü individual es un e\·en-
el legislador, pero ambos crean derecho dentro del ma:-co estableci- to concreto ubicado en tiempo y espacio, cuyos prowgonistas son
do por la norma superior (la constitución en el caso del legislador individuos; un caso genérico es una propiedad o con.junto de pro·
Y la ley en el de juez). piedades que pueden ejemplifica'.se en un número indefinido de CJ.-
sos individuales.
2. Normas generales y normas individuales
Paralelamente podemos distinguir entre solttcio.11esgenéricas. que
::;on npo:, o cl::i.::C'.'.'=de acc~cnE:'>u.ractcri::·.das nor:11?-.ti·,c1.ir~ntc(COIT'.O
Ante<;de analizar más en detalle esta crítica, tenernos que acla- 1
ohligatori.:s, _pruhibid<-1~e pcrn:!ri::bs'i y ~·c!:,-c!o'1es,:::dl!1!dz!(!es, que
rar qué se entiende en este contex·to por " norme genera 1" y "nor-
son acto:; u omisiones reali?.ado'.; po:- in:::!:•;i(\uo:; d¿·(crmin.ados, loca-
rn:.i individual".
lizados e5pacial y t~mporab:1entc, c:,lifiGtcln:; cofrl.o nbli5!atorio~·, pro-
. . normas pue den ser caracteriza
Las · das como expresiones usada.s hibidos o prernitidos (4). Es i:11pc..:ap_<:etc:':..:i ~-rc::c!l.LC~~1c ni les
prescnptrva:11ente para ordenar, prohibir o permitir una cierta con- casos genéncos ni las soluciones ger1éricas se rdie~,en a hechos reJ.le:;,
d.ucta .~ acción en determinadas circunstancias. Llamaremos caso a la sino tan sób 2 h.cch·:F pmibk:;. E;-i camÜio, los ca:-.os r las snkcionc:s
Sltuac10n o la circunstancia en las que 1a conducta en cuestión debe individuales se refieren a hcd1cs ;~·.:'.-:s
no d~~e o ruede S:'.r realizada conforme a la norma y llamaremo¡ Podemos definir ;;.orn.'U'1
ger:erales como cxprc:;inoes C¡t~c.cJrrc-
sofocwn. ~ la expresión que ordena, prohíbe o permite la conducta \'. las ;;armas in/i-
lacíonan casos ºoenúicos con sobciones g,...'nC:ri•.:::s
en cuest1on, es decir, que dice que esa conducta debe, no debe O pue- .
vül!tales como exprc:-;iones qL;e corrdaó.:::m:tn u:;:i óeri:-a descripción
de ser. llevada a cabo. En este sentido cabe decir que las normas son
de un caso indiviJL1al con una solución individual (5).
expresiones sue correlacionan un caso con una solución (3).

2. A ?éfault d'~ne disposition !éga!e aplicable, le juge prononce sdon k


. . dr,~Jt co~tum1e~, et a défauit d'une coutume, selon !es regles qu'il ét.1- 4. Cfr. NS. p. 35.
6!,rait 5 iI ;valt a f,me acte de Iégisl.!teur". Citado por H. Kelsen en T eorfa 5. Lu q¡ic i1:1ííl•J,:qui "ncrr.~.1 ,;cr1cr:il" ccrr:::-r:licL!L.':i. ''1·1cn:1.1t...min~nternen-
Genera.1 de. Derecho y del Estado, México 1958, p. 174. te general" de von \Cri$b;:. Cfr. rnn \'úight, G. H. Norm and ¡-1ction,
3. Cfr. NS. Capítulos I y II. Routledge and Kegan Paul, London 1963, 81-83.
r
fl
432

Ahora bien, Kelsen sostiene que las sentencias judiciales so!l 3. L 1 ¡!uti/icación de la decisión judicial
normas individuales. Pero esta tesis es más que dudosa.
.1zar ahora en ciué consiste la justificación de
En primer Jugar, decir que la sentencia judicial es una norma T cnemos qu e anal . . . • d
,· : , · d. ,1 ¡ En principio, una norma md1v1dual dicta a por
individual es por lo menos una exageración 1 producto de una sim- la d eLl~ion JU 1c a. . , • ·e- d
. - l· narte dispositiva de su sentencia, esta ¡ust111Ca a
plificación excesiva. La sentencia es una entidad compleja que cons- l
e¡ucz,estoe::.,ai:' . p 111~
' . ¡· -· l' ·,camentc de los cons1dernndos. ara e o O:. con-
ta de dos partes: los considerandos y la parte resolutiva o disposi- cuanuo se m 1erc. og , . f J "'
tiva. La parte resolutiva en la cual el juez condena al acusado a sidcrnndos deben contener un fundamento fact1co y l:n . ;m am._,nto
. t" Fl fundamento fáctico consiste en la descnpc10n del c~so
tantos años de cárcel o al demandado a pagarle al actor tal suma de normd 1vo.. , • d" ·J ¡ na ms
dinero es una norma individual, pero esta norma individual est..i . ¿· . l 1 . la constatación de que ese caso m 1v1 ua. e.5 u -
1n 1v1< ua v · d" ·d ] ·
• d - · genérico esto es que el caso m 1v1 ua !lene
precedida por los considerandos en los que el juez justifica o fun- rancia e un c1er,_oca-o
T "

, ' , . E
. d <l definitoria de un determinado caso genenco .. sta ope-
damenta su decisión (vgr. dice que el acusado cometió tal deliro, l a prop1e a " . , ,, 7 )
reprimido por tal norma del código penal o que el demandado dej,j rac10n•, se llama habitualmente subsuncton { · .
. ~al que soluc10na
de cumplir ral obligación frente al actor). Los considerandos son El fundamento normativo es una norma genlel ·¿ la de
una parte de 1a sentencia y una parte muy esencial. En esto estriba. el caso genérico al que pertenece el caso indi ~id~a. sorne ti ~ a 1 b -
una diferencia fundamental entre el acto del legislador y el acto del .. "n del 1·uez Para que su decisión esté 1ust1hcada el ¡~ez e e e
cts10 ·· . . , · luego chctar un:1
juez: los jueces, a diferencia de los legisladores, están obligados a subsumir el caso ind1v1dual en un caso genenco y ., la
justificar expresamente sus decisiones y esta justificación forma par- resolución o norma individual que corresponda a la _soluc1on qt:aso
te de la sentencia. El legislador también justifica, a veces, las nor- norma genen.~l invoc::ida en los ,:onsiderandos correlac10na con e - -
mas que diera, agregando a la ley una explicación de motivos, pero oenérlco corre:;oon<liente. Cuando el juez coudena a Pedro a 12 ano.:.
ésta no forma parte de la ley, mientras que la justificación o funda- ~!. · .. ·, _· r ¡1,er rnataJo a Juan debe mostrar que la conducta
l,L pn:.10n pol 11. u • . . . l . , 'T está
mentación de la decisión judicial es una parte imprescindible de Ia realizada por Pt:.dro es un hom1cid.10 y que, .ª pena imp~c:. : . "'l
sentencia. Una sentencja que carece de justificación es una sentencia dentro _Jel marco fijado por la norrr.a Jel cocl1go pend que P-ºª -
arbitraria, sujeta a la anulación o revocación. homicidio.
Cabe agregar que es dudoso que las llamadas "normas individua- . • de··echo Keisen se basa
Par~t sostener que el . 1uez siempre crea ¡ ' .

les" sean normas. El término "norma" -y con mayor razón el tér- . ,. 1) La sen'"'n,...i:i <l"l juez es producto de un ~Ktu
en dos argurnc,:.tos. -e ¡, ._, .,..,.,,
scnten-
mino "regla"- parece requerir la generalidad, al menos respecto del , \'r_,1''11~,,,· \' i'O• Ge, E"!:.:lO
__ llJ, ,,,l'-10 _,.,.__,.L-i,.
...._•.
.,-:,-~,
'- __
0 v.•/-'--'º .1 i.oru.a --
l:!e L, L......l ,
1
• - ¡ . ,,. ·· ·1
sujeto o destinatario de la norma (6 ). Por este motivo sería proba- . S'fl." d- eie•11en'OS nl!e en <l 1,orr,rn gene!..,
cía se concret:.rn tüla '- ~ l. - ' • -i . · 1
blemente más razonable denominar a la parte resolutiva de una sen- ¡·cada só10 1
son mencior.adcs en forma ab:;tracta (por Cje':11plo, :J.
ap 1 . ,.---l 1 ' lu a;· en qne
tencia "disposición" o " mandaro" y no "norma individual". Es tan idPnrific,¡ción dd cond~nc.c.1.o,el rr,'.):i.i:,o..1e ·ª p~na, e, g · · _. .
sólo para no apartarme de la terminología usada por Kelsen que no ¿eee~ n:111p~1r~,~.
~ 1' . e"") L'-· . La norma oeneni
i • t.>
sefr.if:,i.un marco Je, po::.1 __
6 I-
propicio este cambio terminológico. lidades que el juez llena al ekgi1-· una d,e elbs cuando crea la no1-niJ

• C E , B ,kcrin F "~ns límites de b. lóg:ca Y el l'J?.·>


7 En Akhourra:1 - ~- Y 1 -: ...., • • - C F ~ ¡ · E 1._,,1:_c•
· ~ : · t"di·cc>''(pub!ir:1do eri A!J1ourr0n • ..'...Y ¡.,u yg'n · .•_,.:., 1 1•
nam1ento ¡ur - • , H 1 ·¿ 1g91 "1-,.JJP•
L' · : v,~.,L·I,·, Centro de Estudios Co!'lstitcuon~Ecs, :J.ur1- -- , ,,,~d~ _..,,
ogtco .' t,- _"..,·. té,-n:,.. 1:1expresión "sLlbsur:ción ir:.dividual" para i::,tm-
6. Or. J. Austin, The Province o/ ]urisprudence Determined (18)2), Lec- se usa como terrr.ino 0
- ,.._ , . ~.
ture One, y von Wright G. H., Norm and Action, cit. 82-83. guida de la subsur.ción genéricz. (p. 303-Jv9).

L ___
,
' 434

individuaL
_ _ _Por c¡emp
· 1o, s1· 1a norma de 1 código penal establece pat1
e~ hom1c1d10_u_na pena de prisión entre 8 y 25 años v el juez fija
'
dos representantes de esta posición son Juan Ruiz Manero y Fernando
-1}_'i

12 Arria en su libro On úzw and Legal Reasoning) (9 ) _


anos, su demtón (solución individual) corresponde ; 1 1 --
nérica. a so ucion ge- III. Teorías que sostienen que la existencia o inexistencia de
~~mbos a~gumentos pueden ser admitidos sin dificultad, pero lagunas es una cuestión empírica y por lo tanto contingente (tesis
de ah1 no se sigue la conclusión que K elsen pretende sacar. Es · _ defendida en Normative Systems) (1º).
~o ~ue la parte disposi ~iva de la sentencia es el resultado de un :~:~ Las teorías que admiten la existencia de lagunas (grupo III)
e. \OlLmtad Y que el Juez al dictar 1a norma individual agrega una consideran que los jueces tienen discrecionalidad para resolver los
sc:1e de dat o~ que no figuran en la norma general. Pero esto no im- casos en los que no hay regulación jurídica (casos <le lagunas norma-
1 tivas). Para las teorías del grupo I en principio no hay discreciona-
~Irca que ~ _Juez esté creando derecho. Sí la norma individual dic-
1

t,1da por e1 Juez, esto es, la parte' dispositiva de su sentencia está lidad porque no hay lagunas, pero puede haberla si el orden jurídicv
fundada en una norma general creada por el legislador paree; e _ autoriza a los jueces a apartarse del derecho. En cambio, para las
gerado hablar de "creación del derecho» He sost -d ' xa teorías agrupadas en II -y en particular para Atria- no hay dis-
·¿ d . , · em o en otra opor-
t~m a que el _Jue~_solo crea derecho cuando la norma general me- creción aunque haya lagunas.
dia_nte la cual Just1f1ca su decisión no es una norma creada por 1 En esta sección voy a hacer una breve reseña de la teoría de
legislador (') v t ¿- e
t .'
st
, - es ay ispuesto a mantener esta tesis. Pero ya hem
o que. de acuerdo a la doctrina tradicional esto es precisamen~;
o ~ue el ¡uez no debe hacer, pues debe fundar su decisión en el de-
Kelsen, como representante más destacado del grupo I, cuya doctri-
na ha sido analizada en detalle en el capítulo VII de NS, para con-
centrarme en la sección siguiente en el grupo II y en particular en
rec o, es decir, en las normas generales creadas por e-1legislador. L los argumentos de Fernando Atria.
pregunta. es ¿qué debe y qu~ puede hacer el juez cuando el derech;
El principal argumento que esgrimen los autores que niegan la
no soluc10na su caso, es decir, frente a una laguna, si es que hay tal
cosa como laguna normativa? existencia de lagunas está basado en el famoso principio "Todo lo
que no está prohibido, está permitido", que llamaré "Principio de
4. Lagunas normatit:as Prohibición". Según Kelsen este principio forma parte de todo ord~n
jurídico. La idea central es que el derecho prohíbe ciertas conductas
Frente al problema de las lagunas normativas los filósofos d l y las demás conductas, al no est3t prohibidas, están permitidas. Por
derecho han adoptado actitudes muy dispares. Cabe distin uir bás~- Io tanto, todas las conductas tienen un status normativo (como pro·
camente tres posiciones: g hibidas o como permitidas). Ergo no hay conductas no reguladas por
j I. Teorías que consideran que el derecho es necesariamente com- el derecho.
pleto Y, por lo ;anto, niegan la posibilidad de lagunas. Kelsen es el
representa~t~ mas conocido de esta tendencia, que es· compartida por
1
l
muchos teoncos.
9. Hart Publishing, Oxford, 2002.
l¡ !
II • eo~ías que consideran que aunque haya lagunas normativas
! e~to no 1mp1.de que los jueces puedan resolver todos los casos
<liante la apltcaóó- n d e 1as normas genera 1es preexistentes.
-
me: 10. En su libro Atria incluye como una categoría aparte las teorías que sos•
tienen que los sistemas jurídicos necesariamente tienen lagunas y men-
! (Destaca- ciona como ejemplo la de Raz. Es cierto que Raz -y mucho antes de él Kan•
torowicz- dicen que siempre hay lagunas. Sin embargo, ni Raz, ni Kantoro-
wicz sostienen que necesariamente hayan lagunas normati.vas. Cuando hablan dt"
1 8. Cfr. E · Bulygin , "S entencra
- ¡u
- d-1c1al
- y creac1on
-, de derecho" AJ h
la necesidad de lagunas, se refieren a lagunas de reconocimiento y no a las la-
rrón e· E · Y Bu Iygm. E ·, Análmr
•.. . . en
Lóg:co y Derecho, cit., 355-369.
C OU· gunas normativas. No conozco ningún teórico que haya sostenido la necesidad
de lagunas normativas.
437
436

Este argumento es una falacia, basada en la falta de distinción prohibida, hay una norma que la permite. Esto es claramente falso:
entre normas y proposiciones normativas, por un lado, y entre dife- del mero hecho de la ausencia de una norma prohibitiva, no cabe
rentes sentidos del término "permitido", por el otro. inferir la presencia de una norma permisiva. Resumiendo, el Prin-
cipio de Prohibición corno norma es contingente y corno proposición
Las normas son expresiones prescriptivas que prohíben, ordenan normativa es o bien vacuo, o bien falso. En ningún caso puede apo-
o permiten ciertas conductas (en determinadas circunstancias); las yar la tesis de que el derecho es necesariamente completo.
proposiciones normativas son enunciados descriptivos que informan
En la primera etapa de su obra Kelsen parece recurrir al Prin-
acerca de la existencia de normas. Las normas pueden ser calificadas
cipio de Prohibición en su versión fuerte, para lo cual intenta pro-
de válidas o inválidas, eficaces o ineficaces, pueden ser obedecidas
bar que frente a una conducta p siempre hay una norma aplicable:
o desobedecidas, pero no son ni verdaderas ni falsas. Las proposi-
o bien una norma que prohíbe p o bien la norma negativa que es-
ciones normativas son verdaderas o falsas, pero no pueden ser obe-
tablece la libertad ''de hacer u omitir aqcello a lo que no se está
decidas y no son válidas ni inválidas. A pesar de estas dan1s diferen-
obligado". "Es esta norma negativa la que viene a aplicarse en la
cias, tanto unas como otras pueden ser expresadas mediante las mis-
decisión con que se rechaza una pretensión que está dirigida a una
mas palabras. "Prohibido fumar" puede ser expresión de una norma
conducta no convertida en deber'' {¡¡). Esto presupone la verdad del
o d~ una proposición que afirma la existencia de una norma que
Principio de Prohibición en su versión fuerte. Pero ya hemos visto
prohibe fumar. Esta ambigüedad suele dar lugar a no pocas confusio-
que en su versión fuerte el principio es falso~ nada autoriza a pensar
nes. que en todo orden jurídico exista una norma que permite toda con-
El término "permitido" es, a su vez, ambiguo. Cuando figura ducta no prohibida. En la segunda etapa Kdsen cambia su planteo.
e_n~~a_ no.r~a, es d.ecir, cuando es usado prescriptivamente, "permi- Y a no pretende que en todo orden jurídico haya una norma que per-
tido s1gmfica lo mismo que "no prohibido" y "prohibido" significa mite lo que no está prohibido; ahora sostiene que cuando no hay
"no permitido". Pero cuando figura en una prof)osición normativa una norma aolicabk, se aplica todo el orden jurídico, esta vez en vir-
"per~~tid~" puede significar_ dos cosas distintas. Al decir "p estd tud de la ve.rsión débil <lel Principio de Prohibición: toda conducta
permitido puedo querer decrr, por un lado, que no existe una nor- no prohibida está (débilmente) permitida. Pero la permisión débil es
ma que prohíba p (permisión débil o negativa) o, por el otro, que perfectamente compatible con la presencia de una laguna. De ahí la
existe una norma que permite p (permisión fuerte o positiva). conclusión a la que llegarnos en NS de que en el caso de una lagun:l
normativa el juez no tiene la obligación de condenar al demandado,
Cabe preguntarse si el principio "Lo que no está prohibido
ni tampoco la ·de- rechazar la demanda. Lo único a que está oblígad;J
está permitido" es una norma o una proposición normativa. Si es
es dictar sentencia y lo puede hacer de cualquiera de las dos formas
una norma que permite todas Ias conductas que no están prohibidas
posibles: condenando al demandado o rechazando la demande.._ E~
por otras normas, entonces --como toda norma- es contingente y
otras palabras, el juez puede decidir discrecionalmente el caso md1-
no puede pertenecer necesariamente a todo orden jurídico. Si es una
~ro~o_sición normativa, caben· dos posibilidades; o bien, "permitido" vidual.
s1gmf1ca "no prohibido" (permisión negativa o débil) o bien sio-
nific~ ~e_r;11isiónfuerte_ o positiva. En el primer caso eÍ Principia Je
Proh1b1c10n es necesariamente verdadero, pero absolutamente trivial
pues sólo dice que lo que no está prohibido, no está prohibido. Est~
es totalmente inocuo y perfectamente compatible con la existencia
de lagunas. Si, en cambio, ,:permitido" significa permisión fuerte o 11. Cfr. Kelsen, La Teoría Pura del Derecho, Losada, Buenos Aires 1941, 139.
Positiva, entonces el Pr1·nc1·p1·o dice que s1· una con d ucta no está
r f
438
439
5. La teoría de Atria
Sí bien Arria dice que no pretende sostener la tesis de que los
sistemas jurídicos son necesariamente completos (p. 80), poco des-
La tesis de Normative Systems fue criticada por Juan Ruiz :r..fo-
pués afirma que el mero hecho de que el derecho guarde silencio
nero en su conocido libro Jurisdicción y N armas (12 ). Ruiz ~lanero
respecto Je una cuestión no significa que el caso no esté regulado
sostiene que en el caso en que no existe una norma específica que
(p. 81). Esto suena a una contradicción, pero creo que se pueden con-
lo obligue a condenar, el juez está obligado a rechazar la demanda.
ciliar ambas afirmaciones: ha)' que entenderlas en el sentido de que
Fernando Arria comparte la tesis de Ruiz Manero y la desarrolla. aunque el caso genérico no esté regulado, el caso individual siempre
El meollo de su posición es la distinción entre dos preguntas que, está regulado (u).
según él, Alchourrón y Bulygin no distinguen: a) ¿Qué dice el de-
La principal discrepancia entre la posición asumida en NS y
recho de Escocia respecto de las vacaciones de parejas casadas? y b) Arria reside en que él cree que las respuestas a las dos preguntas
¿Cuál es la solución jurídica correcta para este caso? Las preguntas son independientes mientras que en NS se sostiene que la respuesta
están referidos a un eJ·emplo que será analizado más adelante pero
7 a (a') implica una r~spuesta a (b'), lo que, según Arria, sería un error.
es fácil reformularlas en términos más generales. Si bien Arria no Este error provendría, al menos en parte, de nuestra caracterización
distingue entre casos genéricos y casos individuales, la pregunta (a) de la función de los jueces y otros órganos jurisdiccionales. Al soste-
se refiere claramente a casos genéticos, pues el caso caracterizado ner que la solución de los conflictos es la función primordial de los
como "vacaciones de parejas casadas" es un caso genérico. En cam- jueces, Alchourrón y Bulygin confundirían el papel que los jueces
bio, la pregunta (b) se refiere a "este caso", es decir, a un caso in- desempeñan en sociedades liberales modernas con su papel estruc-
dividual. Por consiguiente, cabe reformular las dos preguntas de b tural en los sistemas jurídicos como tales. Atria propone, en cambio,
siguiente manera:
adoptar la caracterización de Hart, para el cual la actividad jurisdic-
(a') ¿Qué establece el derecho para el caso genérico?
(b'J ¿Qué debe hacer el juez en un caso individual que perte-
nece a ese caso genérico?
13. Al finalizar su discusión del problema de las lagunas, Atria dice que
La idea básica de Atria es que ~a diferencia de Alchourrón y para un positivista que sostiene la tesis de las fuentes sociales del de-
Bulygin~ la respuesta a la pregunta (a') no implica una respuesta recho al estilo de Raz, o bien no hay lagunas, o bien las hay en cantidades sor-
prendentes: no sólo el robo de electricidad, sino también el trabajo en el jardín,
a la pregunta (b'). En particular, Arria cree que una respuesta ne-
el usar ropas oscuras, el dormir de noche o de día y un enorme número de ac-
gativa a la pregunta (a'): el derecho no establece nada respecto del ciones que no están prohibidas ní expresamente permitidas, serían casos "no
caso genérico, no impide que haya una respuesta correcta a la pre- regulados" y, por lo tanto, lagunas normativas (Atria p. 86). Esto puede ~er
gunta (b'). Esta respuesta es que el juez debe rechazar la demanda. cierto respecto de Raz, pero no creo que la definición de laguna normativa
En consecuencia, no es verdad que el juez tenga discreción para re- en NS tenga esas consecuencias. Si bien las lagunas normativas son casos no
regulados (no prohibidos, ni permitidos en el sentido fuer_te), no t~d?s los
solver el caso individual cuando hay una laguna normativa (Attia casos no regulados son lagunas. La noción de laguna normativa es def1ruda ~
78-79). Sólo en el caso de una laguna axiológica habría discrecio- NS como una relación entre tres conjuntos: un conjunto de normas (un .sis-
nalidad (p. 82), donde por "laguna axiológica" se entiende un caso tema normativo) un conjunto de casos (universo de casos) Y un conjunto de
para el cual hay una solución, pero ésta es valorada por el intérprete soluciones (unív~so de soluciones). El universo de soluciones es un conju~t~
como injusta o inadecuada. de acciones deónticamente moda!izadas y el universo de casos es una clasift 4

cación, exhaustiva y excluyente, de un universo del discurso, hecha sobre la


base de ciertas propiedades que el legislador ha considerado relevar1tes pa~a la
solución del problema. Gran parte de las acciones posibles y de casos posibles
12. Centro de Estudios Constitucíonales, Madrid, 1990, 38-45. no interesan al derecho que no pretende regularlos y que, por lo tanto, no son
considerados lagunas normativas.
1

j
r

440 441

cional consistiría en la determinación autoritativ;,1 del hecho d-: vio- Esta tesis implica una diferencia fundamemal entre la senten-
lación de las reglas primarias y la solución de conflictos sería una cia que hace lugar a la demanda y la sentencia que la rechaza. Para
mera consecuencia secundaria de la aplicación JL las regbs primarias la primera el juez necesíta una norma general que diga que el de-
(Atria p. 79). mandado debe hacer lo que el actor preten<le que haga; para la se-
gunda bastaría el hecho de que no exista una norma tal.
Creo que los que se eyuivocan aquí son Ruiz i\fanero y Atria y
su error consiste en construir el argumento sobre la base de ejem- Yo no creo que haya ral diferencia, ya que toda sentencia, tanto
plos penales, en los cuales cuando no existe una norma que pena la la que hace lugar a la demanda, como la que la rechaza, contiene t;.n
conducta del acusado, el juez dehe absolverlo, al menos en el dere- su parte Jispo~itiva una norma individual. En el primer caso, una
cho penal liberal que contiene el principio nullum crime,:. Pero co- norma individual que ordena al demandado a hacer lo que el actor
mo la presencia de este principio elimina las lagunas en el derecho pretende que haga. En el segundo caso, una norma individual que
penal, en este contexto, donde lo que interesa son precisamente las permite al demandado no hacer lo que el actor pretenda que haga.
lagunas normativas, los procesos penales son irrelevantes. Y en lo'i El error de Arria proviene de una falta de distinción adecuada entre
procesos civiles (en el sentido amplio de "civil" que sólo excluye normas y proposiciones normativas. Si el juez se limitara a informar
los penales, pero abarca también los juicios comerciales, laborales, ad- a las partes que el derecho no contiene una norma que obligue al
ministrativos, etc.), cuando son contradictorios, siempre hay conflic- demandado, su sentencia sería una mera proposición normativa. Pe-
tos de intereses que el juez debe resolver. El conflicto en un juicio ro la función del juez no es informar a los litigantes acerca del con-
civil consiste en que el actor pretende que el demandado debe hacer tenido del derecho, sino resolver el conflicto y pz.r:a hac~rlo tiene
algo (por ejemplo, pagar una suma de dinero, pintar una pared, tole- que dictar una norma, ya sea una norma que obligue al demandado
rar que el actor pase por su predio, etc.) y el demandado niega que: (de I, forma obligatorio q,, donde q, simboliza la conducta del de-
tenga tal obligación. Por otra parte, los conflictos Je intc:reses no mandado pretendida por el actor), o una norma que permita el de-
sólo se producen entre paniculares, sino también entre el Estado v mandado no hacer lo que el actor pretende, es decir, una norma
los particulares y también entre distintos órganos del Estado, de mo- de la forma permitido no Q. En ambos casos se tr-ata de normas y
do que nuestra caracterización nada tiene que ver con el capitalismo no de proposiciones normativas.
liberal y es igualmente aplicable a los sistemas jurídicos en los que se Ahora bien, ¿cómo justifica el juez estas normas individuales?
considera que el derecho es un medio de la política pública (ver La respuesta es clara: mediante normas generales, es decir, normas
Atria, p. 79, con la cita de Damaska). que correlaciont1n el caso genérico al que pertenece al caso individual
Ya hemos visto que al igual que Ruiz fl..fonero, Arria cree que ~on la solución genérica, sea ésta Ocp (obligatorio (f)) o P-qJ (permi-
hay siempre una respuesta correcta a la pregunta "¿Qué dehe hacer el tido no 9), donde cp ya no es la con<luna del demandado, sino la
juez en el caso individual?", aun en los casos en qué el. derecho na- clase de conductas a la gue pertenece la conducta del demandado).
da dice respecto del ca~o genérico. Esta respuesta es: el juez debe Y como por hipótesis el caso genérico correspondiente no está solucio-
rechazar la demanda ( 14). nado por ninguna norma general, el juez tiene que crear una norma
general para solucionarlo.
En apoyo de su teoría Atria trae tres ejemplos que es instrnc •

tivo analizar.
14. Una posición parecida, aunque no del todo igual, es sostenida por Acend Una pareja de rec1en casados que viven en Escocia resuelven ir
Soeteman en su artículo "On Legal Gaps", publicado en Garzón Valdés
de vacaciones juntos. Pero no se ponen de acuerdo adonde ir. El ma-
E. et altera (ed.) Normatiue Systems in úga! and Moral Theory, Berlín 1997,
)23-332. rido quiere ir a Francia y la mujer a Africa del Sur. El derecho es-

'"
443
442

cocés nada dice sobre el problema de quien tiene el derecho de ele- Tanto Atria como Ruiz i\fanero, consideran que el juez está
' la demanda en el caso ind(vidua 1 cuan.do el c~-
obligado a rechazar
gir el lugar para las vacaciones, es decir I nada dice respecto del caso
genérico (elección del lugar de las vacaciones). No obstante, según so genénco no está solucionado (Pero no podr1a acaso un Ju.ez suh-
Atria, si el marido o la mujer acuden a un juez, el juez debe recha• ficientemenre conservador hacer lugar a la demanda del mando, dt:-
zar la demanda en ambas hipótesis, pues ésta es la solución correcta cidiendo -por analogía con el art. 53 del Código Ci"il argentino
para el caso individual. (Para Atria la pregunta "¿cuál es la solución (ahora ya derogado) que obliga a la mujer a "habitar con ~u man.do
correcta para este caso?" significa lo mismo que la pregunta "¿qué dondequiera que éste fije su residencia"- que es el _m_ando quien
debe hacer el juez?". Atria, 80, nota 10). Sin embargo, si el juez puede elegir el lugar de las vacaciones? O un juez. fem1;1sta ¿no po-
rechaza la demanda del marido, esta decisión permite y_ue la mujer dría resolver hacer lugar a la demanda de la me1er? n.l hacerlo n~1
no siga la elección del marido y si rechaza la demanda de la mujer, violaría el derecho; simplemente aplicaría una nueva norma general
permite al marido no seguir la elección de la mujer. Estas decisiones que no existía antes de su sentencia.
comprometen al juez a decidir lo mismo en todos los casos relevan- El que el juez no esrá obligado a rechazar 1~demanda en caso
temente análogos, es decir, en el caso genérico "elección del lugar de Je una laguna normativa (caso genérico no soluc1on_ado) lo muestra
las vacaciones por parte de parejas recién casadas". Por lo tanto, 1a de- aún más claramente el segundo ejemplo que Atna tom~ d~ _Pec-
cisión del juez en el caso individual importa la aceptación por parte zenik (16). El propietario de un inmueble demanda su ~estitucton al
del juez de la norma general que dice que ninguno de los cónyuges poseedor que es un adquirente de buen.a fe (A), por tttulo ene.ros°.
está obligado a seguir la elección del lugar de las vacaciones hecha (B) que recibió el inmueble de un ena¡enante d~ mala fe (C). P_o,
por el otro cónyuge. Por hipótesis, esta norma general no existí:1 hipótesis, el caso caracterizado por ABC no esta regulado. por mn-
en el derecho escocés ames de la decisión de-l jnez. Por lo tanto, es ouna norma del sistema. Según Arria, a pesar de la ausencia de una
ta norma general que el juez usó para justificar su decisión en el ca- ~arma general que regule el caso, el juez debe fallar a favor ~el
so individual ha sido creada por él. Cuando digo que la decisión del poseedor, rechazando la demandJ, porque el demandado no ha \'lü-
juez en un caso individual lo compromete a decidir de igual modo lado ninguna norma; tal sería la respuesta correcta a la pr_egunu
todos los casos iguales (o rdevantemente análogos) no quiero insinuar (b'). Sin~embargo, parece bastante obvio que el juez podr_ía t~llar .1
que el juez esté (jurídicamente o moralmente) obligado a seguir sus favor del actor, aduciendo que el actor es el legí~imo propietano dd
propios precedentes. No se trata de una obligación, sino de una con- inmueble y que no hay ninguna norma que autonc~ ª!~oseed;,r a no
dición de racionalidad: un juez que resuelve dos casos iguales de devolverlo. Nuevamente, para justificar la norma md1vi~ual ( el po-
manera distinta, sin indicar en qué consiste la diferencia que lo in- seedor debe restituir el inmueble") el juez debe recurrir a una nor-
duce a hacerlo, actlla irracionalmeme. Como típico ejemplo de una ma general ("es obligatorio restituir el inmueble en el caso ABC"},
regla de racionalidad aduce j\facCormick (15): " •.• if a cerrain decision que no existía antes de su fallo. Sin esa norma general la sentencia
can properly be given in a cerrain case, then materially the same sería arbitraria.
decision must also be proper in any materially similar case .. " En el tercer ejemplo, tomado de Dworkin, pasa algo parecido.
No hay ninguna norma respecto del uso de las bicicletas en un pa~-
que público. De acuerdo a .A.tria, si Dworkin res~e!ve andar en bi-
cicleta en el parque no se le puede multar y la umca. respuesta co-

15. MacCormick, N. "The Separation of Law and Morals" en Robert Georg


16. Peczenick, A. On Law and Reason, Kluwer, Dordrecht, 1994.
(ed.) Natural Law Theories. Contemporary Errayr. Oxford 1992, 120-121.
4.¡5
444

rrecta es su absolución. Pero ¿qué sucedería si Dworkin resolviera las cuales el juez justifica su decisión en un caso de laguna normati•
traer un elefante? ¿Sería la misma la "única respuesta correcta"? va no obligan, en principio, más que a las partes en el juicio._ Pedro
"creada" por un 1·uez en un caso determma o
Tengo mis fuertes dudas. Un juez muy bien podría decir que el ele- una norma genera 1 . - d
. d nte Si otros 1·ueces siguen el cammo traza o'
fante representa un serio peligro para los chicos que juegan en el constituye un prece e - d .
parque y en consecuencia prohibir la entrada con el elefante o mul- tenemos una jurisprndencia uniforme. La norma _gener~l crea a ~or
. d . de hecho el carácter de obhgatona. Pero bien,_
tar a Dworkin. Y lo mismo podría suceder en el caso de las bicicletas. 1os 1ueces a qmere .
puede suceder que otro juez resuelva de otra mane_ra.un caso_ ana
La moraleja de estos tres ejemplos es que en los tres casos el logo. En tal situación tendríamos normas generales mcompaubl~;
Juez puede resolver discrecionalmente el caso individual, precisa- El conflicto entre esas normas será resuelto, ~~rd~ º. ~emprano, p
mente porque en los tres casos no hay normas preexistentes que re- · d d que el proceso de creacwn 1udic1al de las nor-
otros Jueces, e mo o 1 ~
suelvan el caso genérico. Lo que Atria llama "la única respuesta co- mas generales desembocará normalmente en una norma genera ri.::-
rrecta" no es más que un cierto consenso acerca de la solución que conocída, de origen jurisprudencial.
corresponde dar al caso genérico para poder justificar la decisión ·s defendida aquí , la creación judicial del
en el caso individual, consenso bastante generalizado en el primee De acuer d o a 1a tes¡ .
derecho se produce tanto en los casos de lagunas normativas, corno
ejemplo, muy problemático en el segundo y bastante dudoso en el en los de conflictos de normas. De este último tema no me voy ~
tercero. Pero no hay nada que obligue al juez a adoptar una deter- ocupar en este trabajo; me limito a señalar que cuando hay ;1ormla,
minada solución: tanto la condena del demandado, como el rechazo ' · con dos o mas so u-
generales que correlacionan un caso genenco
de la demanda, requieren la creación de una norma general, sin la dones incompatibles, el caso individual no puede, se~ resuelto por
cual la decisión del juez no estaría justificada, esto es, sería arbitra- · · ¿·¡· las normas existentes.
e 1 iuez, sm mo 1 1car - _ La
, tecmca
. usada
J, por
ría. los jueces consiste en establecer un orden 1erarqmco entre a_s nor-
mas en conflicto y en no aplicar en el caso la norma_ ~enos 1~por_~
6. Creación judicial del derecho tante. Esta operación equivale o bien a u~a derogac10n parc1~~,d,__
nflicto (al introducir en ella una cxcepc10n)'
una d e 1as normas en Co ., ¡
Estamos en condiciones de trazar un balance de las disquisicio- .1en a su d erogac10n
·' to tal (17) · Pero la derogaoon
0 b __ , . (ya sea tata
l . 1o
nes efectuadas. La separación tajante entre la función del poder ju- parcial) de normas forma p11rte de la actividad ttp1~a~ente eg1s1:-
dicial como creador de las normas generales y el poder judjcial como tiva, que la doctrina tradicional atribuye con exclus1v1dad a los L-
mero aplicadot de esas normas resulta insostenible. No tanto por
gisladores.
la crítica de Kelsen, es decir, no porque los jueces dicten normas
individuales, que difícilmente puede considerarse como creación
del derecho, sino porque los jueces nean también normas ge-
nerales. Esto ocurre no sólo con los acuerdos plenarios de las cáma-
ras de apelaciün o ciertas sentencias del tribunal supremo. También
los jueces ordinarios se ven obligados a crcir normas generales, cuan-
do se enfrentan con casos de lagunas o contradicciones normativas.
Pero esta creación judicial de las normas generales difiere en im-
portantes aspectos de la creación legislativa. l ción de conflictos normativos cfr. Alchourrón.
17. Para el problema d e a so1u . d Th . Lo . " n
C E M kin D "Hierarchies of Regulat10ns an err gic e
En primer lugar, las normas creadas por el poder legislativo son . . R.y 'e da) 'N°::v Essa)•S ín Deontic Logíc, Reidel, Dordrecht-Boston-
obligatorias para todos. En cambio, las normas generales mediante Hil pmen, . e .
London, 1981.
446
447
Hemos visto que en los casos de lagunas normativas (y tam-
bié~ en los de conflicto normativo) los jueces pueden resolver dis-
crec10nalmente, creando una norma que permite al demandado no
hacer lo que el actor pretende y, en consecuencia, rechazan la de-
manda, o bien falla~ a favor del actor para lo cual tienen que crear
una norma que_ obligue al demandado. La discrecionalidad judici-11
es uno de lo_spilares de l_adoctrina positivista (18 ), muy atacado por
sus adversar10s, en especial, por Dworkin y también -aunque so-
bre la base de otros argumentos- por Arria, quienes, sin embargo
no han logrado , en m1· opm10n,
· " pro d uc1r
· argumentos convincentes en' CREACION Y APLICACION DEL DERECHO:
su contra. ENTRE FORMALISMO Y ESCEPTICISMO

F. ATRIA L. *

En octubre de ese año, quizás preocupado por el hecho de


que crecientes cantidades de católicos alrededor del mundo anti-
cipaban un cambio en la actitud de la iglesia sobre el control de
Ja natalidad, el Papa Paulo declaró que no habría un pronuncia-
miento al respecto en el futuro inmediato, y que mientras tanto
la enseñanza tradicional debía ser estrictamente respetada. Cuando
los periodistas preguntaron a Monseñor Vallainc, jefe de la oficina
de prensa del Vaticano, cómo el Papa podía decir que no había
duda sobre la doctrina tradicional si su propia comisión estaha
estud¡ando el problema, él respondió que la Iglesia estaba en un
estado de certeza, pero que cuando el Papa tomara una decisión,
cualquiera que ésta fuera, la Iglesia pasaría de un estado de certeza
a otro.

David Lodge, How Far Cam You Go? (1978)

En su elegante e influyente libro Normative Syslems, publicado


hace ya más de 30 años, los profesores Carlos Alchourrón y Eugenio
Bulygin defendían, entre otras, la tesis de que los sistemas jurídicos
que conocemos son incompletos: ellos tienen lagunas normativas, y

* Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales (Universidad de Chile, 1994);


18. Ph D (University of Edinburgh, 1999). Profesor Asistente de Derecho,
Cfr. H. L. A. Hart, The Concept of Law 2 ed Clarendon Press, Oxford,
1994, 252. , . Universidad de Talca. Gracias a Miguel Soto, que dirigió mi atención hacia la
literatura procesal-penal relevante.
PVI DERECHO

"Es lícita la inclusión en una obra, sin remunerar ni obtener autorización del titular,
de fragmentos breves de obra protegida, que haya sido lícitamente divulgada, y
su inclusión se realice a título de cita o con fines de crítica, ilustración, enseñanza
e investigación, siempre que se mencione su fuente, título y autor. "
Ley de propiedad intelectual. Capítulo iv, Título III, artículo 71 B.

También podría gustarte