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Gracias su señoría,

Su señoría, la presente petición va encaminada a que se precluya la investigación


penal que en contra de mis prohijados adelanta la Fiscalía General de la Nación
por el presunto punible de COHECHO PROPIO en CALIDAD DE COAUTORES.
Para tal fin es necesario realizar las siguientes precisiones tendientes a legitimar la
presente solicitud.
Así, tenemos que el artículo 331 y 332 de la ley 906 de 2004 nos señalan lo
siguiente:
Artículo 331. Preclusión. En cualquier momento, a partir de la formulación de la
imputación el fiscal solicitará al juez de conocimiento la preclusión, si no existiere
mérito para acusar. Texto subrayado declarado INEXEQUIBLE por la Corte
Constitucional mediante Sentencia C-591 de 2005
Artículo 332. Causales. El fiscal solicitará la preclusión en los siguientes casos:
1. Imposibilidad de iniciar o continuar el ejercicio de la acción penal.
2. Existencia de una causal que excluya la responsabilidad, de acuerdo con el Código
Penal.
3. Inexistencia del hecho investigado.
4. Atipicidad del hecho investigado.
5. Ausencia de intervención del imputado en el hecho investigado.
6. Imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia.
7. Vencimiento del término máximo previsto en el inciso segundo del artículo 294 del
este código. Numeral declarado Exequible por la Corte Constitucional mediante
Sentencia C-806 de 2008.
Parágrafo. Durante el juzgamiento, de sobrevenir las causales contempladas en los
numerales 1 y 3, el fiscal, el Ministerio Público o la defensa, podrán solicitar al juez
de conocimiento la preclusión.
De las anteriores disposiciones normativas se desprende que si bien, en principio,
el único legitimado para elevar la solicitud de preclusión es la Fiscalía, tal potestad
se abre también para la defensa a partir de la etapa de juzgamiento, tal y como lo
señala el parágrafo de la última de las disposiciones transcritas.
Como bien es sabido, la etapa de juzgamiento comienza desde la presentación del
escrito de acusación hasta la audiencia de juicio oral. Ello su señoría encuentra
respaldo en el siguiente pronunciamiento jurisprudencial:
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN PENAL
MAGISTRADO PONENTE AUGUSTO J. IBÁÑEZ GUZMÁN (Radicado:
34443, Bogotá. D.C., catorce (14) de septiembre de dos mil once (2011))
(…)

“Ante todo debe señalarse que en punto de la oportunidad para solicitar la preclusión, la
jurisprudencia de la Sala ha efectuado las siguientes precisiones:

Los artículos 331 al 335 de la Ley 906 de 2004 regulan el tema relacionado con la
preclusión, permitiendo al fiscal solicitar al juez de conocimiento esa decisión en
cualquier etapa de la actuación, -indagación, investigación y juzgamiento-, si no existe
mérito para acusar y se comprueba la existencia de cualquiera de las siguientes causas:

1. Imposibilidad de iniciar o continuar el ejercicio de la acción penal;


2. Existencia de una causal que excluya la responsabilidad de acuerdo con el Código
Penal;
3. Inexistencia del hecho investigado;
4. Atipicidad del hecho investigado;
5. Ausencia de intervención del imputado en el hecho investigado;
6. Imposibilidad de desvirtuar la presunción de inocencia; y
7. Vencimiento del término máximo previsto en el inciso segundo del artículo 294 de
dicho código.

Ahora bien, si se presenta en la etapa de juzgamiento cualquiera de las causales relativas a


la imposibilidad de continuar el ejercicio de la acción penal y la inexistencia del hecho
investigado, la preclusión podrá ser solicitada, además, por el Ministerio Público o por la
defensa.

Así mismo, la preclusión también se debe adoptar en cualquier etapa del trámite una vez
comprobada la existencia de una de las causales de extinción de la acción penal previstas
-entre otros- en el artículo 77 del Código de Procedimiento Penal de 2004, como son:
muerte del imputado o acusado, prescripción, aplicación del principio de oportunidad,
amnistía, oblación, caducidad de la querella y desistimiento.

Entonces, la preclusión sólo puede ser decretada por el juez de conocimiento a petición,
por regla general, de la fiscalía si acredita en debida forma alguna de las causales
previstas en el artículo 332 de la Ley 906 de 2004, o cualquiera de las que dan origen a la
extinción de la acción penal consagradas en el artículo 77 del mismo ordenamiento y en
normas concordantes.

En consecuencia, se puede concluir que la regla es clara que antes del juzgamiento es
potestad exclusiva del fiscal reclamar la preclusión por todas las causales del artículo
332, pero en sede del juicio se habilita, además del acusador, al Ministerio Público y a la
defensa, para que puedan hacer similar solicitud, pero en tal caso la pueden presentar
exclusivamente por los motivos 1° (imposibilidad de continuar el ejercicio de la acción
penal) y 3° (inexistencia del hecho investigado). En el juzgamiento, entonces, la decisión
sobre las restantes hipótesis debe diferirse para el momento de proferir el fallo.

(…)
Es decir, la defensa se encuentra en este estadio procesal legitimada en este
aspecto, pues no solo se ha presentado el escrito de acusación, sino que este ya fue
verbalizado ante su señoría en pretérita ocasión.
Aclarado lo anterior, como sustento en concreto de la solicitud de preclusión, la
defensa señala que la causal a invocar es la señalada en el numeral 1º del artículo
332 de la ley 906 de 2004, consistente en La IMPOSIBILIDAD DE INICIAR
O CONTINUAR CON EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL.
Ello por cuanto ha operado el fenómeno jurídico de la PRESCRIPCIÓN DE LA
ACCIÓN PENAL en lo que atañe al delito de COHECHO PROPIO DEL
ARTÍCULO 405, por las siguientes razones:

Marco normativo
- Artículos 82, 83 y 86 de la ley 599 de 2000
- Artículos 292 ley 906 de 2004
- Articulo 29 Constitución Política.

Argumentos
Así las cosas, de acuerdo a lo previsto en el artículo 77 de la ley 906 de 2004 ha
sobrevenido una de las causales de extinción de la acción penal, esto es la
prescripción de la acción penal, lo cual también es reglado en los mismos términos
del artículo 82 de la ley 599 de 2000. Lo que a la postre conlleva la configuración
de la causal de preclusión prevista en el numeral 1 del artículo 332 de la ley 906 de
2004, pues con este suceso es imposible continuar con la acción penal en contra de
mis patrocinados.
Se tiene que el artículo 83 establece el término de prescripción de la acción penal,
el cual corresponde al máximo de la pena sin que pueda ser inferior a 5 años ni
superior a 20, por su puesto con algunas excepciones.
A su turno el artículo 86 regula la interrupción del término de prescripción de la
acción penal, indicando que para este caso ello ocurre con la formulación de
imputación y empieza a correr de nuevo en la mitad respecto del previsto en el
artículo 83, sin que pueda ser inferior a 5 años ni superior a 10 años.
Por su parte, el artículo 292 de la ley 906 de 2002 señala que la prescripción de la
acción penal se interrumpe con la formulación de imputación y empieza a contarse
de nuevo en la mitad del previsto en el artículo 83 del C.P, sin que pueda ser
inferior a 3 años.
Antes de proseguir, es importante señalar que si bien el artículo 405 ha sufrido
modificaciones por parte de la ley 1474 de 2011, éstas no resultan aplicables al caso
en concreto, dado que su vigencia fue a partir del 12 de julio de 2012 y la fecha de
ocurrencia de los hechos es del 1 de febrero de 2011.
Lo anterior por cuanto como es de su conocimiento su señoría, la ley solo es
retroactiva por favorabilidad, no siendo este el caso. De tal suerte que debemos
remitirnos a la ley vigente al momento de los hechos, con el incremento de la ley
890 de 2004.
Así, tenemos que la disposición original establece lo siguiente:
ARTICULO 405. COHECHO PROPIO. El servidor público que reciba para
sí o para otro, dinero u otra utilidad, o acepte promesa remuneratoria,
directa o indirectamente, para retardar u omitir un acto propio de su
cargo, o para ejecutar uno contrario a sus deberes oficiales, incurrirá en
prisión de cinco (5) a ocho (8) años, multa de cincuenta (50) a cien (100)
salarios mínimos legales mensuales vigentes, e inhabilitación para el
ejercicio de derechos y funciones públicas de cinco (5) a ocho (8) años.
Con el incremento de la ley 890 de 2004, que incrementó las penas en un tercera
parte en el mínimo y la mitad en el máximo, tendríamos lo siguiente: un mínimo
equivalente a 80 meses y un máximo de 144 meses (12 AÑOS).
Así, remitiéndonos al artículo 83 del C.P el término de prescripción sería de 12
años, por ser el máximo de la pena, sin embargo, es necesario tener presente el
inciso sexto de ese mismo artículo, el cual incrementa los términos de prescripción
para cuando se trata de servidores públicos. Aclarando que es el del TEXTO
ORIGINAL de la ley 599 de 2000 que establece un incremento en la tercera parte,
más no el de la ley 1474 de 2011, por cuanto como fue señalado, por la fecha de los
hechos no resulta aplicable.
En ese sentido, si sacamos la tercera parte de 12 años obtenemos como resultado 4
años, para un total de 16 años, el cual sería el término de prescripción de
conformidad con el artículo 83. El cual se debe tener en cuenta hasta la fecha de
imputación de cargos, toda vez que una vez esta se ha realizado, comienza a correr
un nuevo término correspondiente a la mitad del previsto en el 83, en el caso en
concreto sería de 8 años (la mitad de 16).
Así, el 10 de noviembre de 2011 se llevó a cabo audiencia de formulación de
imputación contra mis clientes, de tal suerte que nos debemos remitir tanto al
artículo 86 del C.P como al artículo 292 del CPP, donde como ya dijimos, señalan
que con dicho acto procesal se interrumpe el término de prescripción de la acción
penal por un término igual a la mitad del previsto en el artículo 83, que para el caso
en concreto son OCHO AÑOS, los cuales ya acaecieron el pasado 10 de
noviembre del año en curso.
En estos términos solicito al Honorable Despacho decretar la preclusión de la
acción en contra de mis prohijados por el punible de COHECHO PROPIO DEL
ARTÍCULO 405, permitiéndome correr traslado del audio (O ACTA) de la
audiencia de formulación de imputación donde consta la fecha de imputación.

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