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UNIVERSIDAD ANDINA “NESTOR CÁCERES VELÁSQUEZ”

FACULTAD DE ENFERMERIA

SEGUNDA ESPECIALIDAD EN ENFERMERÍA EN CUIDADO MATERNO


INFANTIL CON MENCION EN CRECIMIENTO Y DESARROLLO

ASIGNATURA: CUIDADO INTEGRAL DEL NIÑO Y ADOLESCENTE

ALUMNA: LIC. KARINA SUGEY GUZMAN MINAYA.

AREQUIPA, PERÚ

2021
INTRODUCCION:

La pandemia del COVID 19 afecta en la etapa de la niñez y adolescencia,


generando incertidumbre y temor; ya que se encuentra inmerso en una
situación abrupta y cambiante potencialmente traumática para muchos niños y
adolescentes, la vivencia del trauma radica principalmente en cómo responden
los niños los adolescentes e incluso los padres al estrés. La forma en que los
padres manejan el estrés tiene un fuerte impacto sobre sus hijos. Ante esta
situación es que el ministerio de salud ha establecido disposiciones técnicas
para brindar un adecuado cuidado tanto a los niños y adolescentes en esta
situación de pandemia.

En la declaración Universal de Derechos Humanos las naciones unidas


proclamaron que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales,
así mismo la niña y el niño, por su falta de madurez física y mental necesita
protección y cuidado individual, tanto antes como después del nacimiento.

El acuerdo nacional, en su décima sexta política de estado” Fortalecimiento de


la familia, protección y promoción de la niñez, la adolescencia y la juventud”
compromete a la sociedad peruana y al estado a garantizar el acceso de las
niñas y adolescentes a la atención integral de la salud.

Las adolescentes han sido consideradas por mucho tiempo un grupo


poblacional que se enferma poco y que acuden muy esporádicamente a los
establecimientos de salud, pretendiendo indicar con ello sus pocas
necesidades de atención en salud. Sin embargo el perfil epidemiológico de la
población adolescente ha cambiado durante los últimos años y hoy en día
somos testigos de excepción de la problemática que el grupo adolescente
enfrenta: la posibilidad de infectarse de VIH/SIDA, tener un embarazo no
deseado, el someterse a un aborto en condiciones inseguras, la violencia
callejera y la violencia doméstica, así como problemas de adicción a drogas,
alcohol y tabaco, entre otros problemas, muchos de los cuales tienen raíces
comunes multifactoriales y requieren atención de diversa índole en particular de
salud. La salud de las y los adolescentes se caracteriza por su alta
vulnerabilidad a las situaciones de riesgo y por la presencia de un mayor
número de adolescentes que están involucrados en una o varias conductas de
riesgo que amenazan su salud desde que inicia su adolescencia; sin importar el
nivel socioeconómico al que pertenece. Pero si bien la adolescencia es un
periodo de riesgos, también lo es de múltiples posibilidades para la creatividad,
la productividad, la capacidad de propuesta y de participación ciudadana,
cuando a las y los adolescentes se les brinda oportunidades de desarrollo
personal y colectivo y se atienden sus necesidades básicas de educación,
salud, recreación y participación. La adolescencia es además, la etapa en la
que se adoptan valores y consolidan hábitos y conductas que pueden afectar
positiva o negativamente su salud para toda la vida. En tal sentido, la
información y formación que las y los adolescentes reciban para el autocuidado
y cuidado compartido de su salud a través de los servicios que ofrece el
Ministerio de Salud y otras instituciones, así como las oportunidades de
desarrollo que se les brinden desde los diferentes sectores, son de primordial
importancia para su desarrollo integral. “Invertir en la salud de las y los
adolescentes, no es solo detectar daños y curar las enfermedades que esta
población tiene. Es desarrollar capacidades, promover el capital humano y
social que hemos cuidado y protegido en la infancia y construir agentes de
cambio cultural en salud”. Esto nos lleva a la necesidad de atender la salud de
los y las adolescentes bajo un nuevo enfoque para lograr el bienestar individual
y colectivo, siendo necesario actuar sobre los determinantes que afectan su
salud, abriendo espacios de intervención promocional, preventiva, de atención
clínica y recuperativa de calidad, que atiendan sus necesidades individuales y
las del entorno en el que vive, incluyendo su familia y comunidad, desde una
perspectiva de derecho, género, interculturalidad y desarrollo.
DEFINICION

La atención integral comprende el conjunto de acciones dirigidas al desarrollo


del niño y el adolescente en los aspectos físicos, morales y mentales y demás
dimensiones de la vida a fin de lograr su incorporación plena y responsable a la
sociedad y su realización individual.

ENFERMERIA EN EL CUIDADO INTEGRAL DEL NIÑO Y ADOLESCENTE

La profesión de enfermera es tan antigua como la existencia del hombre,


puesto que el cuidado nació del deseo de proteger y ayudar al débil, al enfermo
y al desamparado. El cuidado, por tanto, nació ante la necesidad de dar
continuidad a la vida. Cuidar a un niño enfermo es una lucha contra las
enfermedades y contra la muerte y, aunque la labor inicial ha sido cuidar al niño
enfermo, también consiste en enseñar a las madres la forma de cuidar a sus
hijos, tanto en la enfermedad como en la salud.

En la actualidad, la enfermera, cuida la salud de los lactantes, de los niños y de


los adolescentes. Evalúa su crecimiento y desarrollo y ayuda a lograr un
potencial pleno como adultos. También se involucra en los factores sociales y
ambientales que influyen en la salud y bienestar de la familia. Es una profesión
que ayuda en la rehabilitación y ante circunstancias difíciles como la muerte.

Se trata de una disciplina asistencial, humanística y científica. La atención de


enfermería de los niños evoluciona, partiendo de una relación de cuidado
holística, en la cual se considera que el niño tiene características físicas
intelectuales, emocionales y espirituales y que sus necesidades difieren en
función de la etapa de desarrollo. La enfermera se centra en brindar cuidado de
calidad en un ambiente propicio para el crecimiento, el desarrollo, así como la
promoción y mantenimiento de la salud óptima. La salud infantil se ve alterada
por un conjunto de factores que requieren de acciones concretas encaminadas
a solucionar, mantener o fomentar un nivel adecuado de salud; entre ellas
recibir atención profesional que responda a sus necesidades según su grado
de riesgo y su complejidad asistencial.
Esta situación hace imprescindible la formación integral de los estudiantes en
enfermería para desarrollar los saberes teóricos, metodológicos y humanísticos
que les permitan proporcionar cuidados de manera oportuna, accesible, integral
y continua. La accesibilidad y proximidad a la familia convierten a la enfermera
en referentes para la atención de la salud de sus hijos. Las actividades
preventivas constituyen una de las acciones principales de la Atención
Primaria; y sus resultados son todavía más evidentes entre la población infantil.
El niño y el adolescente forman parte de la población infantil, con
características específicas en cada período por el que va cursando durante su
crecimiento y desarrollo, lo que define los problemas de salud y trastornos
propios de la infancia, derivando éstos en cuidados específicos tanto en
situación de salud como de enfermedad. El cuidado está dirigido a promover y
mantener la salud en la infancia y adolescencia, prevenir las enfermedades o
factores de riesgos y asistir y recuperar física, psíquica y socialmente al niño o
adolescente, con una visión de ellos como sujetos con derecho a un cuidado de
la salud en todos sus ámbitos: familiar, escolar, institucional del barrio o
comunidad.
CUIDADO INTEGRAL DE LA SALUD DE NIÑOS Y ADOLESCENTES EN EL
CONTEXTO DEL COVID-19

El COVID-19 puede alterar rápidamente el contexto en el que viven los niños y


niñas. Las medidas de cuarentena tales como el cierre de escuelas y las
restricciones de movilidad interrumpen la rutina y el apoyo social de los niños y
niñas, además de representar factores de estrés adicionales para padres,
madres y cuidadores, que se ven obligados a encontrar nuevas opciones de
cuidado infantil o a dejar de acudir al trabajo. La estigmatización y la
discriminación relacionadas con el COVID-19 pueden aumentar la
vulnerabilidad a la violencia y el malestar psicosocial en niños, niñas y
adolescentes. Las medidas de control contra la propagación de enfermedades
que no tienen en cuenta aspectos de género como las necesidades y
vulnerabilidades específicas de mujeres y niñas también pueden incrementar
riesgos de protección en niños, niñas y adolescentes y generar mecanismos de
supervivencia negativos. Los niños, niñas y familias que son vulnerables debido
a su situación de exclusión socioeconómica o aquellos que viven en entornos
masificados presentan un riesgo mayor.

Durante el periodo de la pandemia por el COVID-19, todos los establecimientos


de salud del primer nivel de atención, brindarán el paquete básico para el
cuidado integral del niño y adolescente tanto de forma presencial y remota.

EL CUIDADO INTEGRAL DE LA SALUD DEL NIÑA O NIÑO EN EL


CONTEXTO DEL COVID-19

La pandemia del COVID-19 instó al gobierno peruano a trascender el modelo


de prestación presencial de servicios de salud para incluir otras modalidades
de cuidado integral que le permitieran atender a segmentos de la población en
alto riesgo, especialmente el conformado por las niñas y los niños. Con este fin,
el gobierno peruano identificó los principales problemas enfrentados por el
grupo en el contexto de la pandemia; el confinamiento, el ausentismo escolar y
la falta de acceso a servicios de salubridad.
Considerando estos problemas y los diversos escenarios de prestación de
servicios (domicilios, espacios públicos, instituciones de salud, entre otros), el
gobierno definió como objetivo central el invertir en “la atención integral del niño
y la niña usando telesalud de calidad, de forma equitativa, eficaz y efectiva,
empleando tecnologías de la información y la comunicación en el contexto del
COVID-19.”

 Apoyo y promoción a la lactancia materna.

 Cierre de brechas de vacunación.


 Seguimiento y evaluación del estado nutricional.
 Adecuación para el control de crecimiento y desarrollo.
 Prevención de la violencia en el hogar.
 Adecuación de espacios públicos.

EL CUIDADO INTEGRAL DE LA SALUD DE ADOLESCENTES EN EL


CONTEXTO DEL COVID-19

Las y los adolescentes durante el periodo de la pandemia por el COVID-19


Tienen derecho a las prestaciones que son parte del paquete básico para el
cuidado integral de la salud de adolescentes, las cuales son las siguientes:

 tienen derecho a acceder a la atención médica ante la presencia de


algún problema de salud.
 Test para el descarte de embarazo, en caso de que la adolescente lo
solicite.
 Detección y derivación para la atención oportuna de casos de violencia.
 Detección y derivación para la atención oportuna de trastornos mentales
y del comportamiento.
 El Kit para la atención de casos de violencia sexual (En caso él o la
adolescente haya manifestado haber sido víctima de abuso sexual).
 Consejería en salud sexual y reproductiva (sexualidad, prevención de
embarazo y de ITS), salud mental y nutrición, de acuerdo con la
necesidad de él o la adolescente. 5. Consejería para el cuidado integral
frente al COVID-19.
 Vacunación según esquema normado.
 Suplementación de hierro para la prevención de anemia.
 Entrega de métodos anticonceptivos modernos, en caso él o la
adolescente lo solicite.
 Tamizaje para la detección de VIH y Hepatitis B previa
orientación/consejería, en caso él o la adolescente lo solicite.

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