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HAMBRE:

* el apetito o deseo: es la sensación de comer influenciada por aspectos y deseos


psicológicos de la persona (deseo de comer por placer, felicidad, aburrimiento,
tristeza, ansiedad.
El hambre ‫ ָרעָ ב‬ra’av.
Es una necesidad natural de proveer al cuerpo de alimentos, es ese instinto de
supervivencia que impulsa a alimentarnos cuando el organismo lo requiere
producido por sustancias que operan a nivel del cerebro, en el hipotálamo; lo que
sucede aproximadamente cada 4 horas.

 La tora habla de hambre en gen 12:10

 Por el hambre los pueblos son esclavizados

En la antigüedad la gente literalmente luchaba por sus alimentos, e irse a la guerra


por el pan con otra persona o incluso con otra nación fue algo natural, pues la vida
dependía de que pudieran tener acceso al alimento.

 1 Samuel 2: 4-5.

A lo largo de la historia de la humanidad hemos visto muchas guerras,


prácticamente impulsadas por el deseo y la codicia de querer acaparar o
acumular, y esto ha llevado al ser humano a la mezquindad y a olvidarse de lo
principal, su vida espiritual, por querer lo material.

 Prov 2:20

Tehilim (Salmos) 107:9 “¡Él apaga la sed del sediento, y sacia con lo mejor al
hambriento!
Matiyahu (Mateo) 5:6 “"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos serán saciados”.

Proverbios 15:14

En la oración del Mesías encontramos una petición:


“El pan nuestro, el del día, dánoslo hoy” (Mateo 6:11).

Pareciera que es una petición meramente por provisión, por alimento, por
sustento. Pero esa petición va mucho más allá cuando entendemos el contexto
hebreo.
En hebreo la palabra pan es “‫“ ”לחם‬léjem”, la palabra para “luchar” es “lehilajem” “
‫ ”להילחם‬y la palabra “guerra” es “miljamáh” “‫”מלחמה‬. Las tres palabras hebreas
vienen de la misma raíz “lajam” “‫מ‬.‫ח‬.‫ ”ל‬que significa, consumir, alimentar o
batallar.

Cuando el Mesías clamó al Padre porque el pan del día fuera otorgado, no solo
estaba pidiendo lo material, sino que nos está advirtiendo de la lucha espiritual
que vivimos a diario, así como pedimos el pan para cada día, debemos clamar por
tener la victoria espiritual de cada día. Por eso, el pan y la guerra en el contexto
hebreo vienen de la misma raíz.
Por eso, así como clamamos a Él por provisión material para hoy, también
clamemos por la provisión espiritual, para poder luchar y no ser vencidos en lo
espiritual, sino salir cada día fortalecidos y victoriosos.

Amos 8: 11-12
Mateo 6:26
1 pedro 2: 1-5

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