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Danos el pan de

cada día
Oración del Padre Nuestro
El Pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
 En la lengua materna de Jesús, el pan significaba "alimento" en
general, pues era el alimento básico y esencial de los israelitas. La
vida depende del pan. El ser humano no puede subsistir sin
alimentarse. «El hombre o la mujer son mucho más que el cuerpo,
pero no existen sin el cuerpo; la vida humana es mucho más que el
pan, pero no se puede hacer nada sin el pan»
 Pedimos, pues, al Padre lo necesario para vivir, el alimento
indispensable del que depende nuestra vida. No nos bastamos a
nosotros mismos. Necesitamos constantemente de alimento.
Reconocemos así nuestra dependencia radical de Dios, incluso para
nuestro sustento material.
El Pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
 Cuando pedimos pan a nuestro Padre Dios, le estamos pidiendo
algo bueno y necesario, lo que necesitamos para vivir.
 Pedimos el pan "nuestro", de todos, no el pan mío. No es solo mi
necesidad particular y exclusiva la que me mueve a dirigirme a
Dios, sino las necesidades de todos mis hermanos, los hombres y
mujeres de la tierra.
 Al hacer esta petición no podemos ignorar la llamada de los
profetas: «Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin
techo, viste al que va desnudo, y no te cierres a tu propia carne»
(Is 58,7). Tampoco la parábola de Jesús: «Tuve hambre y me disteis
de comer, tuve sed y me disteis de beber» (Mt 25,35).
El Pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
 Cuando pedimos pan a nuestro Padre Dios, le estamos pidiendo
algo bueno y necesario, lo que necesitamos para vivir.
 Pedimos el pan "nuestro", de todos, no el pan mío. No es solo mi
necesidad particular y exclusiva la que me mueve a dirigirme a
Dios, sino las necesidades de todos mis hermanos, los hombres y
mujeres de la tierra.
 Al hacer esta petición no podemos ignorar la llamada de los
profetas: «Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin
techo, viste al que va desnudo, y no te cierres a tu propia carne»
(Is 58,7). Tampoco la parábola de Jesús: «Tuve hambre y me disteis
de comer, tuve sed y me disteis de beber» (Mt 25,35).
El Pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
 Lo pedimos, por tanto, solo para hoy, no para mañana. Sabiendo
que cada día lo necesitamos, pero sin la preocupación por
acumular bienes para el futuro. Esa es la advertencia de Jesús: «No
andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o
con qué os vais a vestir… No os agobiéis por el mañana, porque el
mañana traerá su propio agobio» (Mt 6,31-34). Es la oración que
hacía ya el sabio del libro de los Proverbios: «No me des riqueza ni
pobreza, concédeme mi ración de pan» (Prov 30,8).
El Pan nuestro de cada día, dánoslo hoy
 La vida y cuanto la alimenta es regalo de Dios, pero también fruto
del trabajo humano. El pan no cae milagrosamente del cielo. Dios
está en el origen de la vida, de él provienen la fuerza y la energía
que lo mueve todo, pero es necesario el trabajo del hombre. La
vida es regalo de Dios, nosotros no podemos crearla de la nada,
pero somos nosotros quienes estamos llamados a trabajarla,
transformarla y mejorarla.
 Esta petición, bien entendida, encierra mucho más que una
demanda de la ración de pan para cada jornada. Implica todo un
estilo de vivir de manera sobria y confiando plenamente en el
Padre.

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